Transmigraciones regionales y feminización de la Migración
contemporánea: las dos nuevas piezas del rompecabezas intercultural que irrumpen en la Nación Uruguaya
Resumen
En los últimos años la migración ha sufrido transformaciones dramáticas.
Dentro de estos cambios, el Enfoque de Género parece ser un elemento decisivo que ha venido a complejizar en entramado simbólico que se desliza entre culturas de origen y acogida. Las mujeres migrantes Latinoamericanas y Caribeñas, caracterizadas por el riesgo y las condiciones de sobrevivencia extrema, desde el punto de vista psicosocial, han devenido en un nuevo agente interregional de transformación social. De esta manera, sería posible hablar de una nueva genealogía migratoria basada en un Enfoque de Género.
Palabras claves:
Transmigración, feminización, Género.
Summary
In recent years, migration has undergone dramatic transformations. Within
these changes, the gender approach seems to be a decisive element that has complejizado the symbolic framework that slides between the culture of origin and the place of destination. Latin American and Caribbean women as a migrant, characterized from her risk and extreme survival conditions, from the psychosocial point of view, has become a new agent of interregional social transformation. This is how it would be possible to talk about a new migratory genealogy based on a gender approach.
Key words:
Transmigration, feminize, Gender.
Según Martínez Pizarro, en la actualidad 20.000.000 de latinoamericanos/as y Caribeños/as viven fuera de su país de procedencia, cifra que se corresponde con el 10% del flujo Migratorio a nivel Mundial. Esta situación representa un nuevo escenario en desarrollo para los especialistas en estudios migratorios, y ya resulta posible identificar como una de sus consecuencias más relevantes la creciente intensificación de la participación de la mujer en el Mercado de trabajo internacional, específicamente en el ámbito interregional. (Martínez Pizarro, 2003)
Transmigraciones regionales:
La transmigración internacional acusaría un predominio de la mujer desde los
años ochenta, tendencia que se mantendría en la actualidad; siendo éste el rasgo más distintivo en el mundo en desarrollo.
Según un informe del ex Secretario General de la ONU Kofi Annan sobre
Migraciones Internacionales y Desarrollo, de los 200 millones de migrantes en el mundo se ha constatado que un tercio habría salido de un país en desarrollo con destino a una sociedad con similares estándares y otro tercio habría salido de un país pobre para arribar a uno más rico. (Martínez Pizarro, 2003; Valido, s/r) Esta nueva genealogía migratoria, basada en un enfoque de género, identificaría según los estudios de que disponemos, que la movilidad humana femenina estaría asociada a motivaciones diferentes a la de los hombres, desde aquellas estrictamente laborales, pasando por las de índole familiar, hasta otras más individuales. En el caso particular de República Dominicana, el Ministerio del Interior de dicho país, advierte que la salida de dominicanos fuera de sus fronteras suele vincularse con aspiraciones de tipo económicas, donde juega un papel relevante la búsqueda de oportunidades en el área de empleabilidad, tanto como las políticas migratorias del país de acogida. En el caso de América Latina, Chile y Costa Rica son los países de la región que encabezan en volumen de recepción de transmigrantes en nuestro continente; si bien es cierto el porcentaje de transmigración a nivel regional es aún modesto en comparación con el quantum de movilidad humana internacional hacia destinos como Estados Unidos o Europa. (Martínez Pizarro, 2003; Valido, s/r) Desde un enfoque cualitativo de análisis de estos procesos emergentes, la feminización de la transmigración, es decir, el incremento de la participación femenina en las sociedades de destino, a mi juicio parece estar constituyéndose en un nuevo fenómeno de transformación social, por el rol crucial que desempeñarían las mismas como agentes de cambio en sus respectivas sociedades de destino. En este mismo sentido, Según sugieren autores como Martínez Pizarro, sería posible caracterizar a las mujeres transmigrantes a partir de su activa difusión de los patrimonios culturales de sus comunidades de procedencia, elementos con los que nos hemos familiarizado a partir mi quehacer profesional en el trabajo y asesoría psicológica a migrantes avecindados en Uruguay. Así también quisiera hacer presente como parte de esta reflexión, un efecto también presente en distintas investigaciones consultadas por mi parte, (Martínez, Pizarro, 2003; Valido s/r) en relación a los altos costos a nivel personal familiar y social que deben pagar las mujeres que se desplazan en la región, de un país a otro, en esta travesía tan incierta del ser Migrante : me refiero a las incidencias y consecuencias que implicaría para esta Comunidad transmigrante ser lo que son, en distintas dimensiones en que nos planteemos la problemática: en su ser madres, ser parejas, ser compañeras, ser jefas de hogar, entre otros. La bibliografía consultada nos dice que las principales consecuencias a las que generalmente se enfrentaría dicha comunidad diría relación en primer lugar, con su exclusión de la legislación laboral por parte de la sociedad de “acogida”, mientras que en otras oportunidades, generaría más bien su marginación respecto de los Instrumentos que regulan la migración internacional. Desde el punto de vista de la Salud Mental y de la Subjetividad Migrante, el ámbito al que me dedico, suscribo al planteamiento de estas investigaciones. En otro momento quisiera hablarles de otros elementos que creo merecen nuestra atención en forma urgente, por ejemplo, en mi rol de psicóloga me he ido percatando de la desintegración que atraviesan las formas tradicionales de protección y de apoyo social, que con especial hincapié afecta a mujeres migrantes de distintas nacionalidades, (pérdida de referentes como la familia, el barrio, la escuela, la iglesia, entre otros). (Martínez Pizarro, 2003) volatilizando sus escenarios existenciales a unos mucho más inestables y provisionales, (Martínez Pizarro, 2003) produciendo una suerte de reestructuración intra subjetiva de las coordenadas del psiquismo a nivel temporal- espacial, que bien conocemos quienes nos hemos desarraigado de una cultura para internarnos en otra, independientemente de las circunstancias y motivos que hayan motivado estos desplazamientos. Ni que decir de las consecuencias intersubjetivas de estos desmoronamientos u reordenamientos existenciales, desatendidos en general por culturas de acogida insensibles, no empáticas y sin la suficiente especialización técnica para cubrir las demandas de estas comunidades desde el punto de vista de su salud mental y su inserción en una cultura diferente a la que conocían en el pasado. Tal es el caso de la configuración del mapa de vulnerabilidad psicosocial de las migrantes transregionales que se asientan en el Uruguay. Ustedes me dirán y podrían preguntar válidamente, desde luego, estos factores de riesgo que tu has nombrado: ¿por qué se consideran especialmente relevantes en el caso de la mujer y no del hombre? A esto respondería: por la grieta que se configura en función de su doble condición de vulnerabilidad, Ser Mujer/Ser -Migrante (Mujer Migrante Sur-Sur, Sur-Norte indiferentemente) en nuestras sociedades patriarcales. Ser mujer migrante hoy implica ser atravesada por una elevada exposición a riesgos como: la discriminación, la violencia y la explotación. Cuando las categorías enunciadas anteriormente se combinan con otras nuevas, como género, etnicidad, nacionalidad, documentación/ indocumentación, es ahí que parece multiplicarse la probabilidad de ocurrencia de casos de violación de derechos humanos de manera flagrante, como varios estudios señalan. (Martínez Pizarro, 2003, Valido s/r) Es importante a su vez recordar, que en el caso de mujeres desplazadas o refugiadas esta situación se torna aún más dramática. Del lado de lo laboral, también entendemos que una buena parte de las migrantes suelen emplearse en puestos subcalificados, salvo excepciones por supuesto; a su vez, este último factor se asociaría a la pérdida de un capital de innovación por parte de dichas mujeres, desde el punto de vista sociolaboral, precarizándolas. (Martínez Pizarro, 2003) Ciertos autores, en cambio relevan la dependencia de recursos o remesas asociadas a este tipo de migración transregional, en el que la mayoría de las mujeres evidencian un rol activo como proveedoras de recursos económicos en el extranjero hacia sus familias desde sus distintas procedencias. Dichas remesas según se ha estudiado, suelen superar a la asistencia económica recibida por parte de naciones ricas hacia los países en desarrollo. (Martínez Pizarro, 2003)
Cecilia Comesaña Bibliografía:
Martínez Pizarro, 2003. “El mapa migratorio de América Latina y el Caribe, la
mujer y el género”.
Valido, Ana María (s/r). Feminización de las Migraciones Internacionales, una