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Capitalismo gore

Article · December 2013

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Ariadna Estevez
Universidad Nacional Autónoma de México
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RESEÑA BIBLIOGRÁFICA / BOOK REVIEW

Capitalismo gore, Sayak Valencia,


España, Melusina, 2010, 238 pp.

Ariadna Estévez
Centro de Investigaciones sobre América del Norte-UNAM
aestevez@unam.mx

Sayak Valencia toma el término gore de mación masculina. La violencia es una


un género cinematográfico centrado categoría interpretativa transversal a las
en la violencia extrema para describir diferentes dimensiones de conocimien-
la etapa actual del capitalismo en ciu- to y acción, con consecuencias simbó-
dades fronterizas donde la sangre, los licas y materiales pues se convierte en
cadáveres, los cuerpos mutilados y las una herramienta de auto-afirmación así
vidas cautivas son herramientas en la como un medio de supervivencia.
reproducción del capital. Capitalismo La importancia del trabajo de
gore se basa en el análisis transfeminista Valencia radica en la elaboración de
y la experiencia personal en una ciudad un entramado conceptual que las he-
fronteriza (Tijuana). Lo ubica como el rramientas teóricas del neoliberalismo
“Lado B” de la globalización, es decir, ni siquiera reconocen, y que los textos
el lado oscuro de la economía global, sobre biopolítica/necropolítica –la más
lo contradictorio y fuera de control del crítica del neoliberalismo– no contex-
neoliberalismo que es propio de las ciu- tualizan para el caso fronterizo mexica-
dades fronterizas. El aspecto más fuerte no (Mbembe 2011; Gržinić 2009, entre
de esta obra es que la autora caracteriza otros). En su marco teórico-conceptual
la violencia como una nueva episte- Valencia caracteriza las dinámicas polí-
mología. La define como un conjunto tica, cultural, económica y de poder del
de relaciones que atan nuestro tiempo capitalismo gore definiéndolas como:
con prácticas discursivas y materiales Narco-Estado, hiperconsumo, tráfico
originados en el neoliberalismo. En la de drogas, y necropolítica.
epistemología del capitalismo gore, la
violencia tiene un triple rol: como he- 1. Narco-Estado. Valencia afirma que
rramienta de mercado altamente eficaz; los estados no han desaparecido en la
como medio de supervivencia alterna- globalización sino que juegan el rol de
tivo; y como mecanismo de auto-afir- garantes de los mercados neoliberales a

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través del uso de la seguridad y la vi- capitalismo gore se construyen sobre la


gilancia fronteriza. Los Estados-nación subversión del significado del trabajo
se han convertido en Mercados-nación en el posfordismo, en el cual hay una
que operan en una red que tiene actitud de intenso desprecio hacia la
como fin la protección del capital. El cultura del trabajo y la clase trabajadora
Mercado-nación más grande y exitoso en general. Este desprecio subvierte los
del mundo es Estados Unidos, el cual procesos tradicionales de reproducción
difunde su cultura de consumo a tra- del capital y de generación de identida-
vés de los medios de comunicación y des sociales y culturales. En el posfor-
la publicidad creando deseos consu- dismo el trabajo como una actividad
mistas en todas partes, incluso en lu- social significativa ha sido reemplazada
gares donde ese deseo es ilegal. En el por el consumo, incluso en lugares ex-
Mercado-nación la identidad del sujeto tremadamente desfavorecidos y margi-
está determinada por el consumo, aquí nados. Debido a la presión generalizada
se impone como parámetro de la iden- para el consumo y la frustración entre
tidad sociocultural el uso de marcas y los jóvenes que no pueden llegar a tales
logotipos, lo cual exige un alto nivel niveles de consumo, la economía crimi-
de consumo. Este hiperconsumo pro- nal y el uso de la violencia como una
porciona a cambio un status quo que herramienta de mercado se convierten
es la base de la identidad generada por en alternativa. Dado que el trabajo no
el mercado. Sin embargo, en el caso de es valorado socialmente, los jóvenes que
México no existe un Mercado-nación necesitan sentirse competentes en su rol
sino una Narco-nación, porque son de proveedores son los que buscan “tra-
los cárteles de la droga, en vez de las bajo” en la industria gore –asesinatos,
empresas legales, los que controlan el drogas, secuestro, comercio del sexo–.
Estado. Los cárteles del narcotráfico Esto es posible también porque existe
incorporan la violencia y las leyes del una subversión del proyecto humanista
mercado en su lógica de poder. que había prevalecido en las socieda-
des occidentales y occidentalizadas. El
2. Hiperconsumo. El capitalismo no humanismo es sustituido por el con-
sólo es un sistema de producción sino sumismo. Dado que la adquisición de
también una construcción cultural. Sus bienes es más valorada socialmente que
dinámicas crean identidades y subjeti- la autorrealización a través del trabajo,
vidades culturales que sostienen y re- las limitaciones éticas para participar
producen los medios de reproducción en actividades gore se desvanecen. En
del capital. Los rasgos culturales del el hiperconsumo la ética es redundante,
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es vista como la autoprotección de los 3. Tráfico de drogas. En el neoliberalis-


perdedores. mo existe una relación muy estrecha
Estos cambios culturales llevan a entre las drogas y la producción de ca-
una nueva subjetividad que Valencia ha pital, debido no sólo a la globalización
llamado el sujeto endriago. El endriago del hiperconsumo sino también por la
es posiblemente la aportación concep- “violencia económica” la cual incluye
tual más interesante y polémica de su trabajos mal pagados, falta de oportu-
disertación. El endriago es un personaje nidades para los jóvenes, ausencia de
mítico en Amadís de Gaula, obra lite- servicios sociales, marginación social,
raria española de la época medieval, es etcétera. Este tipo de violencia es cla-
un monstruo, un híbrido que conjuga ve en el surgimiento y la expansión del
hombre, hidra, y dragón. Es una bestia tráfico de drogas como empresa trans-
de gran altura, fuerte y ágil que habi- nacional y como una herramienta de
ta tierras infernales y produce un gran negocios.
temor entre sus enemigos. Valencia
adopta el término endriago para con- 4. Necropolítica. Valencia retoma y con-
ceptualizar a los hombres que utilizan textualiza el trabajo de A. Mbembe –ba-
la violencia como medio de superviven- sado en la biopolítica de Foucault– para
cia, mecanismo de autoafirmación, y explicar la violencia en México. Como
herramienta de trabajo. Los endriagos Mbembe, Valencia cree que es la muerte
no sólo matan y torturan por dinero, y no la vida lo que hoy en día se encuen-
sino que también buscan dignidad y tra en el centro de la biopolítica transfor-
autoafirmación a través de una lógica mándola en necropolítica. Sin embargo,
“kamikaze”. Valencia afirma que dadas sostiene que su interpretación de necro-
las condiciones sociales y culturales im- política es geopolítica y contextualmente
perantes en México no debería ser una específica: La necropolítica en socieda-
sorpresa que los endriagos usen prác- des hiperconsumistas, en particular la
ticas gore para satisfacer las demandas frontera norte mexicana. Si la biopolítica
consumistas ya que con ello subvierten controla los procesos vitales, las exigen-
la sensación de fracaso causada por la cias capitalistas han transformado en
frustración material. Lo que algunos mercancía la vida y todos los procesos
críticos se preguntan de esta categoría asociados, tales como la muerte. En las
es si es suficiente para explicar la exa- sociedades hiperconsumistas los cuer-
cerbación de la violencia. A este cues- pos se convierten en una mercancía,
tionamiento volveremos al final de esta y su cuidado, conservación, libertad e
discusión descriptiva. integridad son productos relacionados.
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Como mercancía cada vez más valorada, La discusión de Valencia en lo ge-


la vida es más valiosa si es amenazada, neral cumple su objetivo, a la vez que
secuestrada y torturada. es interesante, novedosa y exhaustiva.
Así mismo, no sólo el Estado sino No obstante tiene dos puntos débiles.
también los actores no estatales –los Primero, no describe en detalle el tipo
sujetos endriagos– tienen poder sobre de masculinidad hegemónica que hace
la muerte, tanto en los cuerpos indi- posible la constitución del sujeto en-
viduales como en las agrupaciones so- driago; se puede intuir que es el sujeto
ciales y la población en general. Éstos que funda su identidad en la violencia
ejercen un poder paralelo de opresión y el sometimiento de mujeres, infantes
y se erigen en un Estado paralelo. Aquí y medio ambiente, de la forma en que
la violencia extrema y el hiperconsu- lo describe, por ejemplo, Sergio Sinay
mo son elementos estructurantes de la (2006). Sin embargo, no es explíci-
construcción de subjetividades disiden- to y las condiciones de existencia que
tes que resisten el poder estatal. Pero permiten la constitución del endriago
esta resistencia no significa que sea re- aparecen como insuficientes para expli-
sistencia legítima: los endriagos siguen carlo. Segundo, desde la introducción
siendo hombres de negocios que siguen la autora deja entrever que su marco
las reglas del neoliberalismo hasta sus interpretativo cuenta también con un
últimas consecuencias, resistiendo el componente normativo, una propues-
Estado neoliberal pero de un modo dis- ta de cómo podemos al menos resistir
tópico. Los endriagos no se disputan el las consecuencias y dinámicas violentas
poder estatal sino el biopoder, es decir, del capitalismo gore. Empero, Valencia
el control de la población, el territorio no elabora de forma comprehensiva su
y la seguridad. Los criminales controlan propuesta. Ella cree que la resistencia
necropolíticamente los cuerpos de las es posible a través del transfeminismo,
personas tomándolos como bienes de el cual busca la alianza con otras mi-
intercambio comercial o como consu- norías con el fin de oponerse al capi-
midores de las mercancías ofertadas en talismo como la forma hegemónica de
el narcomercado. Valencia sostiene que organización social. El transfeminismo
podemos tener una comprensión de también insta a los hombres a trabajar
las lógicas del necropoder del endriago en la construcción de nuevas masculini-
entendiendo el funcionamiento de la dades no violentas que podrían revertir
biopolítica de la economía, del hetero- la popularidad y la creciente hegemo-
patriarcado y de los medios de comuni- nía de los sujetos endriagos. Con todo,
cación masiva. esta propuesta no explica cómo apli-
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car el transfeminismo a la resistencia estas limitaciones, el libro de Valencia


–¿a través de movimientos sociales que es excelente y es una lectura básica para
efectúen acción directa, con boicots eco- entender analíticamente la violencia
nómicos, con la regulación de los me- que impera en ciudades fronterizas
dios a través del género?–. A pesar de como Tijuana o Ciudad Juárez.

Referencias
Gržinić, Marina, 2009, From biopolitics to necropolitics, Predavanje održano u ok-
viru projekta ŠVERC ZNANJA u Beogradu 12.
Mbembe, Achille, 2011, Necropolítica, España, Melusina.
Sinay, Sergio, 2006, La masculinidad tóxica, Argentina, Ediciones B.

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