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Juan en varias versiones de la Biblia

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Tiempo de Lectura= 2:35 / Contiene: 21 capítulos, 878 versículos y 19.099


palabras.

Contenidos

1. 1 Estructura de Juan

2. 2 Autor y fecha

3. 3 Contexto Histórico de Juan

4. 4 El Apóstol Juan

5. 5 Solo lo dice Juan

6. 6 Retos de Interpretación

7. 7 Temas históricos y teológicos

8. 8 Vista Panorámica de Juan

9. 9 Conexiones

10. 10 Importancia en la Biblia

11. 11 Apuntes de Juan


12. 12 Hojas de trabajo de Juan

MÉTODO CRITICO
1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL LIBRO? Juan (Juan 21:20-25)

2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO? 95-100 d.C

3) ¿A QUIÉN FUE ESCRITO? A los gnósticos y a nosotros.

4) ¿DE DÓNDE FUE ESCRITO? Éfeso

MÉTODO HISTÓRICO

1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO HISTÓRICO DEL LIBRO?

Juan, él más joven de los doce apóstoles, escribió este evangelio algún tiempo
después de que Mateo, Marcos y Lucas escribieron los suyos, y su propósito fue
suplementar esos mensajes. Los primeros tres evangelios han sido llamados
"sinópticos"(del griego "ver juntos") debido a que presentan en general el mismo
punto de vista de la vida y enseñanza de Cristo. El evangelio de Juan es un libro
extraordinario. Trata de los asuntos más profundos de la vida, usando un estilo
directo y simple. Juan presenta a Jesús como el Hijo de Dios y el "unigénito del
Padre." El versículo 16 del capítulo 3 ha sido llamado "el corazón del evangelio".
Juan también estaba pensando en las enseñanzas del gnosticismo, para
desenmascararlo con la verdad del evangelio. 91 veces repite la palabra Padre

MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUÉ GÉNERO DE LITERATURA ES EL LIBRO? Narración prosaica

MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? La deidad de Jesucristo, y de
que él en verdad es el hijo de Dios y la vida eterna.

2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE


LIBRO? Dar el testimonio de Jesús. Por medio de alguien que estuvo recostado
en el pecho del maestro. Testimonio de la vida del él, y cómo acabar con
gnosticismo y el Legalismo religioso. El Evangelio que faltaba. Propósito del Libro:
Juan 20:30, 31

PALABRAS CLAVE EN JUAN (RV 1960) creer, vida, señal (s), juzgar
(juicio), condenar (condenación), testimonio (testificar), verdad
(verdadero, veraz, verdaderamente), rey y reino.

TEMAS: Jesús es el Hijo de Dios que hace señales y, en base a su muerte y su


resurrección, da vida eterna a todos los que creen en El.

RECIPIENTES: ver 1 Juan, con la que este Evangelio se relaciona muy


íntimamente.

ÉNFASIS: Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios; su encarnación y su crucifixión, por


medio de las cuales reveló el amor de Dios y también redimió a la humanidad;
el discipulado significa "permanecer en la vid" (Jesús) y llevar fruto (amar como él
amó); el Espíritu Santo será dado a su pueblo para que continúa su obra.

CARACTERÍSTICAS PARTICULARES: De los ocho milagros descritos, seis son


únicos (en relación con los Evangelios), como es el caso del discurso en el
aposento alto (capítulos 14-17). Más del noventa por ciento de Juan es único,
peculiar. Juan no incluye una genealogía ni referencia alguna al nacimiento de
Jesús, su niñez, tentación, transfiguración, elección de sus discípulos, tampoco
hay parábolas, ascensión ni la Gran Comisión.
Estructura de Juan
Título: “Jesucristo el hijo de Dios”

Versículo Clave: 20:31 “Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el
Cristo, el hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”

1:1 El hijo de Dios Era Dios


1 Señal 2:1 “agua en 2:1 Primer milagro Amo Dios que
vino” y el templo
3:1 Jesús el dio a su hijo
maestro
4:26 “yo soy el 4:1 Ganador de
Mesías” almas
2 Señal 4:43 “hijo del Sus señales El
noble”
4:43 perdón
3 Señal 5:1 “impedido”
4 Señal 6:1 “cinco mil”

5 Señal 6:19 “sobre el El pan de vida Yo


mar”
6:1 soy
6:20 “yo soy no
temáis” Él

6:35 “yo soy el pan de pan


vida”
7:1 Jesús en vida
Galilea
8:23 “yo soy el de 8:1 Legalismo
arriba” Judío

8:58 “yo soy el eterno”


6 Señal 9:1 “él ciego” Yo

9:5 “Yo soy la luz del 9:1 La luz del soy


mundo” mundo
10:7 “Yo soy la puerta” la

10:11 “Yo soy el buen 10:1 El buen pastor luz


pastor”
7 Señal 11:1 “Lázaro” Yo soy la Yo
resurrección
11:25 “Yo soy la
resurrección y la soy
vida”
11:1 la
12:1 Jesús a
Jerusalén Resurrección
13:13 “Yo 13:1 Jesús el siervo
soy Señor y maestro”
14:6 “Yo soy el camino 13:31 Mandamiento Permaneced
la verdad y la vida” y consolador
15:1 “Yo soy la vid 15:1 Yo soy la vid en
verdadera” verdadera
16:1 El consolador mi
17:1 Jesús el
intercesor
18:6 “Yo soy a quien 18:1 Arresto de Mi vida
buscáis” Jesús
19:1 Crucifixión por las ovejas
20:1 La
resurrección
8 Señal 21:6 “pesca” 21:1 Simón
Apacienta
mis ovejas Pedro

Autor y fecha
Aunque el nombre del autor no aparece en el Evangelio, la tradición de la iglesia
primitiva fuerte y consecuentemente lo identificó como el apóstol Juan. El padre de la
iglesia primitiva Ireneo (130-200 d.C.) fue un discípulo de Policarpo (70-160 d.C.), quién
su vez fue un discípulo del apóstol Juan, y él testificó en la autoridad de Policarpo que Juan
escribió escribió el Evangelio durante su residencia en Éfeso en Asia Menor cuando él era
avanzado en edad (Against Heresies [Contra herejías] 2.22.5; 3.1.1). Después de Ireneo,
todos los padres de la iglesia dieron por sentado que Juan era el escritor del Evangelio.
Clemente de Alejandría (150-215 d.C.) escribió que Juan, consciente de los hechos
establecidos en los otros Evangelios y siendo guiado por el Espíritu Santo, compuso un
"evangelio espiritual" (Historia de la iglesia, de Eusebio 6.14.7).

Reforzando la tradición de la iglesia primitiva hay características significativas internas


del Evangelio. Mientras que los Evangelios sinópticos (Mateo, Marcos, Lucas) identifican
al apóstol Juan por nombre aproximadamente veinte veces (incluyendo paralelos), él no es
mencionado directamente por nombre en el Evangelio de Juan. En lugar de esto, el autor
prefiere identificarse a sí mismo como el discípulo "al cual Jesús amaba" (13:12; 19:26;
20:2; 21:7, 20). La ausencia de cualquier mención del nombre de Juan directamente es
impresionante cuando uno considera la participación importante que tuvieron otros
discípulos que son nombrados en este Evangelio. Sin embargo, la designación continua de
sí mismo como el discípulo "al cual Jesús amaba", una evasión deliberada por parte de Juan
de su nombre personal, refleja su humildad y celebra su relación para con su Señor Jesús.
Ninguna mención de su nombre fue necesaria debido a que sus lectores originales
claramente entendieron que él era el autor del Evangelio. También, a través de un proceso
de eliminación basado primordialmente en un análisis del material en los capítulos 20-21,
este discípulo "al cual Jesús amaba" se reduce al apóstol Juan (21:24; cp 21:2). Debido a
que el autor del Evangelio es exacto en mencionar los nombres de otros personajes en el
libro, si el autor hubiera sido alguien fuera del apóstol Juan, no habría omitido el nombre de
Juan. La condición anónima del Evangelio fuertemente refuerza los argumentos en favor
de que Juan sea el autor, ya que solo alguien de su bien conocida y preeminente autoridad
como apóstol podría ser capaz de escribir un Evangelio que fuera diferente de una manera
tan marcada en forma y sustancia de los otros Evangelios y haber recibido aceptación
unánime en la iglesia primitiva. En contraste, los evangelios apócrifos producidos a
mediados del siglo segundo en adelante fueron falsamente atribuidos a apóstoles u otras
personas famosas asociadas de manera cercana a Jesús, sin embargo, universalmente fueron
rechazados por la iglesia.

Juan y Jacobo, su hermano mayor (Hch 12:2), eran conocidos como "los hijos de
Zebedeo" (Mt 10:2-4), y Jesús les dio el nombre de "Hijos del trueno" (Mr 3:17). Juan fue
un apóstol (Lc 6:12-16) y uno de los tres asociados más íntimos de Jesús (junto con Pedro y
Jacobo, Mt 17:1; 26:37), siendo un testigo ocular y participante en el ministerio terrenal de
Jesús (1Jn 1:1-4). Después de la ascensión de Cristo, Juan se convirtió en un "pilar" en la
iglesia de Jerusalén (Gá 2:9). Él ministró con Pedro (Hch 3:1; 4:13; 8:14) hasta que fue a
Éfeso (la tradición dice antes de la destrucción de Jerusalén), desde donde escribió este
Evangelio y desde donde los romanos lo exiliaron a Patmos (Ap 1:9). Además del
Evangelio que lleva su nombre, Juan también escribió 1, 2 y 3 de Juan y el libro de
Apocalipsis (Ap 1:1).

Debido a que los escritos de algunos de los padres de la iglesia indican que Juan estuvo
activamente escribiendo durante su edad madura y que estaba consciente de los Evangelios
sinópticos, muchos fechan el Evangelio en algún momento después de la composición es
estos últimos, pero previo al momento en el que Juan escribió 1, 2 y 3 Juan o Apocalipsis.
Juan escribió su Evangelio 80-90 d.C., alrededor de cincuenta años después de que fue
testigo del ministerio terrenal de Jesús.

Contexto Histórico de Juan


El hecho de que, de acuerdo con la tradición, Juan tenía conocimiento de los
Evangelios sinópticos, es estratégico para el contexto histórico de su Evangelio.
Al parecer, él escribió su Evangelio para hacer una contribución única al registro
de la vida del Señor ("un Evangelio espiritual") y en parte, para ser suplementario
como también complementario Mateo, Marcos y Lucas.

Las características únicas del Evangelio refuerzan este propósito: En primer


lugar, Juan suplió una gran cantidad de material único no registrado en los otros
Evangelios. En segundo lugar, frecuentemente suplió información que ayuda a
entender los acontecimientos en los sinópticos. Por ejemplo, mientras que los
sinópticos comienzan con el ministerio de Jesús en Galilea, implican que Jesús
tuvo un ministerio previo a este (Mt 4:12; Mr 1:14). Juan suple la respuesta con
información del ministerio previo de Jesús en Judea (cap. 3) y Samaria (cap. 4).
En Marcos 6.45, después de la alimentación de los cinco mil, Jesús hizo que sus
discípulos cruzaran el Mar de Galilea a Betsaida. Juan registró la razón. Las
personas estaba a punto de hacer rey a Jesús debido a su multiplicación milagrosa
de alimento y Él estaba evitando sus esfuerzos motivados erróneamente (6:26).
En tercer lugar, Juan es el más teológico de los Evangelios, conteniendo por
ejemplo un prólogo fuertemente teológico (1:1-18), mayores cantidades de
material didáctico y de discurso en proporción a la narración (3:13-17) y la
mayor cantidad de enseñanza del Espíritu Santo (14:16, 17, 26; 16:7-14). Aunque
Juan conocía los sinópticos y modeló su Evangelio teniéndolos en mente, no
dependió de ellos para obtener información. Sino que más bien, bajo la
inspiración del Espíritu Santo, utilizó su propia memoria como un testigo ocular
al componer el Evangelio (1:14; 19:35; 21:24).

El Evangelio de Juan es el único de los cuatro que contiene una afirmación


precisa del propósito del autor (20:30, 31). Él declara: "Estas se han escrito para
que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis
vida en su nombre" (20:31). Los propósitos primordiales, entonces, son dos:
evangelístico y apologético. Reforzando el propósito evangelístico está el hecho
de que la palabra "creer" se usa aproximadamente cien veces en el Evangelio (los
sinópticos usan el término menos de la mitad de esta cantidad). Juan compuso su
Evangelio para proveer razones de la fe salvadora en sus lectores y como
resultado, para asegurarles que recibirían el regalo divino de vida eterna. (1:12).

El propósito apologético está relacionado muy de cerca al propósito


evangelístico. Juan escribió para convencer a sus lectores de la verdadera
identidad de Jesús como Dios-Hombre encarnado cuyas naturalezas divina y
humana estaban perfectamente unidas en una persona quien era el Cristo
("Mesías") profetizado y Salvador del mundo (1:41; 3:16; 4:25, 26; 8:58). El
organizó su Evangelio alrededor de ocho "señales" o pruebas que refuerzan la
verdadera identidad de Jesús llevando a la fe. La primera mitad de su obra se
centra alrededor de siete señales milagrosas seleccionadas para revelar la persona
de Cristo y producir fe: 1) agua convertida en vino (2:1-11); 2) la sanidad del hijo
del hombre noble (4:46-54); 3)la sanidad del hombre paralítico (5:1-18); 4) la
alimentación de la multitud (6:1-15); 5) caminando sobre agua (6:16-21); 6) la
sanidad del hombre ciego (9:1-41); y 7) la resurrección de Lázaro (11:1-57). La
octava señal es la pesca milagros (21:6-11) después de la resurrección de
Jesús.
El Apóstol Juan
 Los demás apóstoles murieron martirizados, y solo Juan murió de vejez.
 Su padre se llamaba Zebedeo (Mat. 4:21)
 Su madre era Salome (Mat. 27:56; Mar 15:49) la cual comparándose con
Juan 19:25 era la hermana de Maria la madre de Jesús.
 Juan era el primo de Jesús y siendo más o menos de la misma edad, puede haberle
conocido desde la niñez.
 Juan era comerciante más o menos acomodado. Era uno de los cinco
socios de una empresa pesquera de importancia suficiente como para
emplear trabajadores a sueldo (Mar. 1:16:20).
 Además de su negocio de pesca en Capernaum, tenía casa propia en Jerusalén (Juan
19:27), y era conocido del sumo sacerdote (Juan 18:15, 16)
 Era discípulo de Juan el Bautista (Juan 1:35, 40)
 Por testimonio del Bautista, Juan se hizo luego discípulo de Jesús (Juan
1:35-51)
 Unos de los primeros cinco discípulos de Jesús, y regreso con Jesús a
Galilea (Juan 2:2, 11)
 Jesús le apodo “Hijo de Trueno” (Marcos 3:17), lo cual parece indicar un
carácter vehemente y violento.
 Pero luego él pudo dominar este genio:

1. El incidente de prohibir al desconocido que usara el


nombre de Jesús para echar fuera demonios (Marcos 9:38)

2. Y el querer pedir fuego del cielo sobre los samaritanos


(Lucas 9:54) son vislumbres interesantes de su
temperamento.

 Fue uno de los tres del círculo íntimo entre los discípulos, y era reconocido
como él más cercano a Jesús.
 Cinco veces se le nombra como el discípulo “a quien amaba Jesús” (Juan
12:23; 19:26; 20:2; 21:7, 20)
 Debe de haber sido hombre de carácter poco común, para atraer de esta
manera las afecciones de Jesús.
 El y Pedro llegaron a ser los caudillos reconocidos de los 12, y aunque de
temperamento totalmente diferentes, estaban generalmente juntos (Juan
20:2; Hechos 3:1, 11; 4:13; 8:14)
 Durante algunos años, Jerusalén fue su residencia principal.
 Y pasó sus últimos años en Éfeso, en donde escribió a edad muy avanzada
su Evangelio, sus tres Epístolas y el Apocalipsis
Solo lo dice Juan

 “Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que
sus obras son hechas en Dios” Juan 3:21
 “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario
que adoren” Juan 4:24
 “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros
permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” Juan 8:31,32
 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre,
sino por mí" Juan 14:6”
 “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiara a toda verdad;
porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere,
y os hará saber las cosas que habrán de venir”Juan 16:13
 “Santifícanos en tu verdad; tu palabra es verdad”Juan 17:17

Retos de Interpretación

 Debido a que Juan compuso su registro en un estilo simple y claro, uno


puede tender a subestimar la profundidad de este Evangelio. Debido a que
el Evangelio de Juan es un Evangelio "espiritual", las verdades que él
expresa son profundas. El lector debe explorar el libro en oración y de una
manera meticulosa, para descubrir la vasta riqueza de los tesoros
espirituales que el apóstol, bajo la guía del Espíritu Santo (14:26; 16:13), ha
depositado amorosamente en su Evangelio.

 El recuento cronológico entre el Evangelio de Juan y los sinópticos


presenta un reto, especialmente con relación al tiempo de la Última Cena
(13:2). Mientras que los sinópticos muestran a los discípulos y al Señor en
la Última Cena comiendo la comida de la Pascua la tarde del jueves (Nisán
14) y Jesús siendo crucificado el viernes, el Evangelio de Juan afirma que
los judíos no entraron al pretorio "para no contaminarse, y así poder comer
la pascua" (18:28). Entonces, los discípulos habían comido la Pascua en
jueves por la tarde, poro los judíos no. De hecho Juan (19:14) afirma que el
juicio y crucifixión de Jesús fueron el día de la preparación para la Pascua y
no después de haber comido la Pascua, de tal manera que con el juicio y la
crucifixión, el viernes Cristo de hecho fue sacrificado el mismo tiempo en el
que los corderos de la Pascua estaban siendo sacrificados (19:14). La
pregunta es: "¿Por qué es que los discípulos comieron la comida de la
Pascua el jueves?"

 La respuesta se encuentra en una diferencia entre los judíos en la manera


en la contaban el principio y el final de los días. De Josefo, la Mishná y
otras fuentes judías antiguas aprendemos que los judíos en Palestina del
norte calculaban los días de salida a salida del sol. Esa área incluía la
región de Galilea, donde Jesús y todos los discípulos, a excepción de
Judas, habían crecido. Al parecer la mayoría, si no es que todos, de los
fariseos usaban ese sistema para contar los días. Pero los judíos en la
parte sur, la cual se centraba en Jerusalén, calculaban los días de puesta a
puesta del sol. Debido a que todos los sacerdotes necesariamente vivían en
Jerusalén o cerca de ella, como la mayoría de los saduceos, estos grupos
siguieron la forma del sur.

 Esta variación sin lugar a dudas causó confusión en algunas ocasiones,


pero también tenía algunos beneficios prácticos. Durante el tiempo de la
Pascua, p. ej. permitía que la fiesta fuera celebrada legítimamente en dos
días adjuntos, así permitía que los sacrificios del templo fueran llevados a
cabo en un período de cuatro horas en total en lugar de dos. Esta
separación de días también pudo haber tenido el efecto de reducir tanto los
choques regionales como religiosos entre los dos grupos.

 A la luz de esto, las aparentes contradicciones en los relatos de los


Evangelios son fácilmente explicadas. Siendo galileos, Jesús y los
discípulos consideraban que el día de la Pascua había comenzado cuando
salió el sol el jueves y que había terminado cuando salió el sol el viernes.
Los líderes judíos que arrestaron y juzgaron a Jesús, siendo en su mayoría
sacerdotes y saduceos, consideraron que el día de la Pascua comenzó a la
puesta del sol del jueves y que terminó a la puesta del sol del viernes. Por
esa variación, predeterminada por la provisión soberana de Dios, Jesús
pudo legítimamente celebrar la última comida de la Pascua con sus
discípulos y sin embargo, aún ser sacrificado el día de la Pascua.

 Una vez más uno puede ver como Dios soberana y maravillosamente
provee para el cumplimiento preciso de su plan redentor. Jesús fue todo
menos una víctima de los planes impíos de los hombres mucho menos de
la circunstancia ciega. Cada palabra que habló y cada acción que llevó a
cabo fueron divinamente dirigidas y aseguradas. Aun las palabras y
acciones de otros en contra de Él fueron divinamente controladas. Vea, p.
ej 11:49-52; 19:11.

Temas históricos y teológicos

 De acuerdo con los propósitos evangelísticos y apologéticos de Juan, el


mensaje general del Evangelio se encuentra en el 20:31: "Jesús es el
Cristo, el Hijo de Dios". El libro entonces, se centra en la persona y obra de
Cristo. Tres palabras predominantes ("señales", "creer" y "vida") en el
20:30, 31 reciben énfasis a los largo del Evangelio para reforzar el tema de
la salvación en Él, que es presentado por primera vez en el prólogo (1:1-18;
cp. 1 Juan. 1:1-4) y se vuelve e expresar a lo largo del Evangelio de
diferentes maneras (6:35, 48; 8:12; 10:7, 9; 10:11-14; 11:25; 14:6; 17:3).
Además, Juan provee el registro de cómo los hombres respondieron a
Jesucristo y la salvación que Él ofreció. En resumen, el Evangelio se enfoca
en:

1. Jesús como el Verbo, el Mesías y el Hijo de Dios.


2. Quien trae la dádiva de salvación a la humanidad.
3. Quien acepta o rechaza el ofrecimiento.

 Juan también presenta ciertos temas secundarios de contraste que


refuerzan su tema principal. Él usa dualismo (vida y muerte, luz y oscuridad,
amor y odio, de arriba y de abajo) para comunicar información vital acerca
de la persona y obra de Cristo y la necesidad de creer en Él (1:4, 5, 12, 13;
3:16-21; 12:44-46; 15:17-20).

 También hay siete afirmaciones de "YO SOY" enfáticas que identifican a


Jesús como Dios y Mesías (6:35; 8:12; 10:7, 9; 10:11, 14; 11:25; 14:6; 15:1,
15)

Vista Panorámica de Juan

El apóstol Juan escribió más libros del Nuevo Testamento que los otros
escritores, excepto Pablo. El se llama el discípulo a quien Jesús
amó (13:23; 19:26; 20:2; 21:7, 20), que se reclinó en su pecho (13:23, 25; 21:20),
y el otro discípulo (18:16; 20:3, 4, 8). También se autonombra como un testigo
presencial (1:14; 19:35; 21:24; 1 Jn 1:1–4; 4:14; Ap 22:18, 20), el anciano (2 Jn
1; 3 Jn 1), siervo de Jesucristo (Ap 1:1) y Juan (Ap 1:1, 4, 9; 22:8). Otros escritores
de la Biblia se refieren a él como apóstol (Mt 10:2–4; Lc 6:13–14), hijo de Zebedeo
y Salomé (Mt 10:2–4;27:56; Mr 1:19–20; 15:40) y por tanto primo de Jesús (Mr
16:1; Jn 19:25). Juan es llamado hijo del trueno (Mr 3:17) y fue uno del círculo
interior de tres, junto con Pedro y Santiago, que gozaron cierta relación especial
con Jesús (Mt 17:1; 26:37; Mr 5:37; 9:2; 14:33). El apóstol Juan había sido
discípulo de Juan el Bautista (1:35) y fue de los primeros en responder a la
invitación de Jesús a seguirle (1:36–39). Era socio en un próspero negocio
pesquero (Mr 1:16–20) y amigo personal del sumo sacerdote (18:15–16). Juan
presenció la crucifixión de Jesús, y en ese momento, le asignó el cuidado de su
madre (19:26–27). El se regocijó de ver al Cristo resucitado el día mismo de la
resurrección (20:19–20). Juan se asoció con Pedro en Jerusalén en los primeros
días de la iglesia (Hch 3:1; 4:13, 19; 8:14) y estaba en esa ciudad cuando llegó
Pablo después de su primer viaje misionero (Hch 15:2, 6; Gá 2:1, 9). Juan vivió
hasta una avanzada edad, ministrando por muchos años en Efeso y murió de
muerte natural (21:20–23) durante el reinado del emperador Trajano (98–117
d.C.). El Evangelio lo escribió en Efeso entre 85–90 d.C. Los primeros recipientes
probablemente eran creyentes de las iglesias en Asia Menor (Ap 2:1–3:22).

El Evangelio de Juan es bastante diferente de los otros. Presenta a Jesucristo


como Dios (1:1–5, 9–18; 2:23–25; 3:31–36; 5:30–47; 6:66–69; 8:46–59; 9:35–
41; 10:22–39), y no contiene narrativa de su nacimiento, genealogía, juventud,
bautismo, tentación, transfiguración ni ascensión. Su propósito se anuncia
claramente: traer a todos a la fe en Cristo para vida eterna (20:30–31). Noventa
por ciento del material de Juan es exclusivo en su Evangelio. Mientras su
contenido abarca cuatro Pascuas (2:13; 6:4; 13:1; 18:28), sólo pocos días del
ministerio de Jesús están en forma cronológica [los capítulos 13–18 cubren sólo
un día]. Juan desarrolla su caso para la Deidad de Cristo alrededor de sus nueve
discursos (3:1–21; 4:7–42; 5:19–47; 6:22–59, 60–71; 8:12–30, 31–59; 10:1–
18; 14:1–16:33) y ocho señales milagrosas (2:1–11; 4:46–54; 5:1–18; 6:1–15, 16–
21; 9:1–41; 11:1–57; 21:6–11). Jesús afirmó ser Dios en la manera más fuerte
posible (4:24–26; 8:24, 28, 58; 13:19). El también se presentó como el pan de vida
(6:35), la luz del mundo ((8:12), la puerta (10:7, 9), el buen pastor (10:11, 14), la
resurrección y la vida (11:25), el camino, la verdad y la vida (14:6) y la vid
verdadera (15:1, 5). Da enseñanzas sobre el nuevo nacimiento (3:1–15) y el
Espíritu Santo (14:16–17, 26; 15:26; 16:7–15). Temas importantes como la verdad
(26 veces), el amor (57 veces), la gloria (33 veces) y creer (100 veces) son
desarrollados.

El cuarto Evangelio se centra en la persona de Jesucristo, el Hijo de Dios (v.


Bosquejo). Comenzando con su eterna Deidad (1:1–3), Juan describe la
encarnación de Cristo como el Dios-hombre perfecto (1:4–14) y su confirmación
por el testimonio de Juan el Bautista (1:15–34). A base de estas realidades
históricas, el apóstol Juan proporciona ejemplos de la presentación de Jesús de sí
mismo por medio de discursos persuasivos y señales milagrosas en Judea,
Samaria y Galilea (1:35–4:54), y en varias fiestas en Jerusalén (5:1–12:50). Juan
entonces gira bruscamente de este despliegue público de las declaraciones de
Cristo a la enseñanza privada a sus propios discípulos (13:1–17:26). El discurso
del aposento alto provee la muestra más íntima del corazón del Hijo de Dios que
se encuentra en las Escrituras. Juan concluye el relato de su evangelio con la
crucifixión (18:1–19:42) y la resurrección (20:1–21:25) de Jesús.

Como en todos los escritos de Juan, el resultado anticipado es que el lector


sea movido por el testimonio a la fe personal en Jesucristo como Salvador y
Señor, y al hacerlo, tendrá asegurada la vida eterna (20:30–31; 1 Jn 5:13; Ap
22:16–17). ¡Este libro es una herramienta muy efectiva para el evangelismo y está
disponible a todo cristiano!
Hernández, E. A., & Lockman Foundation (La Habra, C. (2003). Biblia de estudio :
LBLA. (Jn). La Habra, CA: Editorial Fundación, Casa Editoral para
La Fundación Biblica Lockman.

Conexiones
La imagen que Juan expone de Jesús como el Dios del Antiguo Testamento, se
aprecia más enfáticamente en los siete “Yo Soy” de las declaraciones de Jesús. Él
es el “Pan de vida” (Juan 6:35), proporcionado por Dios para alimentar las almas
de Su pueblo, así como Él proveyó el maná del cielo para alimentar a los israelitas
en el desierto (Éxodo 16:11-36). Jesús es la “Luz del mundo” (Juan 8:12), la
misma Luz que Dios prometió a Su pueblo en el Antiguo Testamento (Isaías
30:26, 60:19-22), y la cual llegará a su culminación en la Nueva Jerusalén, cuando
Cristo, el Cordero sea su Luz (Apocalipsis 21:23). Dos de las declaraciones del
“Yo Soy,” se refieren a Jesús, como el “Buen Pastor” y la “Puerta de las ovejas.”
Aquí vemos claras referencias de Jesús como el Dios del Antiguo Testamento, el
Pastor de Israel (Salmos 23:1; 80:1; Jeremías 31:10; Ezequiel 34:23) y, como la
única Puerta dentro del redil, el único camino para la salvación.

Los judíos creían en la resurrección y, de hecho, usaban la doctrina para tratar de


engañar a Jesús para hacer declaraciones que pudieran usar en Su contra. Pero
Su declaración en la tumba de Lázaro “Yo soy la resurrección y la vida” (Juan
11:25) debe haberlos escandalizado. Él estaba declarando ser la causa de la
resurrección y el poseedor del poder sobre la vida y la muerte. Nadie más que
Dios Mismo podría pretender tal cosa. Similarmente, Su declaración de ser el
“camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6) lo relacionaban indiscutiblemente con el
Antiguo Testamento. Él es el “Camino de Santidad” profetizado en Isaías 35:8; Él
estableció la “Ciudad de la Verdad” de Zacarías 8:3 cuando Él, quien es la
“verdad” misma, estaba en Jerusalén y las verdades del Evangelio fueron
predicadas ahí por Él y Sus apóstoles; y como “la Vida,” Él afirma Su deidad, el
Creador de la vida, Dios encarnado (Juan 1:1-3). Finalmente, como la “Vid
verdadera” (Juan 15:1, 5) Jesús se identifica a Sí Mismo con la nación de Israel,
quien es llamada la viña del Señor en muchos pasajes del Antiguo Testamento.
Como la vid Verdadera del viñedo de Israel, Él se presenta a Sí Mismo como el
Señor del “Israel verdadero” –todos aquellos que vinieran a Él en fe, porque “... no
todos los que descienden de Israel son israelitas,” (Romanos 9:6).

Importancia en la Biblia

Está claro que, sin desentenderse por completo de la historia, Juan escribe con un interés
más teológico que histórico. Los demás Evangelios se esfuerzan en presentar a Cristo como
el cumplimiento de las promesas de salvación veterotestamentarias. Juan comienza con la
preexistencia de Jesucristo (1.1). Jesús es divino (1.1), pero también es humano, porque
«aquel Verbo fue hecho carne (1.14). Solo así podía ser el que nos revelara al Padre.

En el mismo comienzo, Juan nos presenta a Jesucristo con siete títulos clave:
Verbo, Cordero de Dios, Rabí, Mesías, Rey de Israel, Hijo de Dios e Hijo del Hombre. Solo
en Juan encontramos el «Yo soy» que afirma ser el pan de vida (6.35), la luz del
mundo (8.12), predecesor de Abraham (8.58), la puerta de las ovejas (10.7), etc. También
lo hallamos diciendo: «Yo y el Padre uno somos» (10.30) y «Yo soy el camino, la verdad
y la vida; nadie viene al Padre sino por mí» (14.6). En cada una de estas afirmaciones,
el «Yo» es enfático. Nos recuerda el nombre de Dios: «YO SOY» (Éx 3.14).

En el Antiguo Testamento las palabras de Dios había que aceptarlas reverentemente. Lo


mismo con Jesús. En Juan Él comienza sus mensajes diciendo: «De cierto, de cierto
te digo», Así como en el Antiguo Testamento a Dios es al único al que se debe adorar,
Jesús es el único en quien se debe creer. Para Juan, la fe que salva es un verbo que expresa
acción: la acción de creer en Jesús.
En Juan Jesús no entra en cuestiones de orar, ayunar, matrimonio, riquezas, como lo hace
en otros Evangelios. En vez de eso, las relaciones de uno con Dios, los demás y el mundo
se resumen en la palabra amor. El amor que Dios siente por su Hijo (3.35; 15.9) pasa a
través de su Hijo a los que son suyos (13.1). Como recipientes del amor de Dios, los
cristianos deben amar a Dios amándose unos a otros (13.34). Este amor que une a
los creyentes es también un testimonio al mundo. Juan 3.16 expresa la verdad
teológica básica del evangelio: «De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna».

Apuntes de Juan

Juan en Wikipedia El Apóstol Juan Juan en el Evangelio de


Juan
Preguntas en la Biblia Interrumpimos este Semejanzas en los
programa escritos de Juan
El Evangelio de Juan Párrafos del Nuevo Ocasión de Juan
Testamento
El Problema Sinóptico * LAS PARÁBOLAS * LOS EVANGELIOS
Partidos políticos en los Comentario de Juan y 1-3 Literatura Juanina
días de Jesús Juan
Vista panorámica de Bosquejo de Juan Arqueología de Juan
Juan
Estudiando Juan Versículos únicos en Juan ¿Por qué leer Juan?
Lugares clave de Juan Los Doce Discípulos

Hojas de trabajo de Juan

Capítulos de Juan
Arresto, juicio y crucifixión de Jesucristo
Lo que enseñan los evangelios sobre el reino de Dios
Relato de la resurrección de Jesucristo

"Si los Evangelios Sinópticos se ocupan del lugar de Jesús en la historia de


Israel y más allá, Juan se ocupa del lugar de Jesús en todo el esquema de
las cosas, desde la creación hasta la redención y más allá (resurrección
final). Que el Mesías no es otro que el eterno Hijo de Dios son las buenas
nuevas finales de la historia cristiana"

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