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MEDIACIONES ENTRE
FILOSOFÍA Y
PSICOANÁLISIS
MICHEL DÍAZ EUNICE
DÍAZ LÓPEZ RICARDO DANIEL
05/12/2012
Díaz López Ricardo Daniel Díaz Michel Eunice
Mediaciones entre Filosofía y Psicoanálisis
En pocas palabras lo que plantea Freud a través del ensayo es que desde el momento
de nuestro nacimiento somos seres sexuados. Siempre desde la infancia se encuentran
las pulsiones sexuales presentes, sólo que es en la adolescencia ó pubertad donde
estas se hacen manifiestas y pueden ser saciadas;
Freud afirma que Afirma que los niños tienen la capacidad para «cualquier función
sexual psíquica y para muchas somáticas» y que es erróneo suponer que su vida
sexual comienza en la pubertad; pero, por otro lado, declara que «la organización y
evolución de la especie humana procura evitar cualquier actividad sexual considerable
en la niñez», que las mociones sexuales de los seres humanos deben acumularse para
ser liberadas sólo en la pubertad, y que esto explica por qué las experiencias sexuales
de la niñez están destinadas a ser patógenas.
ABERRACIONES SEXUALES.
Se podría considerar al hombre como un ser insaciable, el cual tiene necesidades por
decirlo de alguna manera innatas, Freud le denomina a estas necesidades pulsiones,
específicamente habla en tres ensayos de la teoría sexual de la pulsión sexual. Las
pulsiones en Freud son como los ciclos de deseo-hastío en Schopenhauer, a diferencia
que las pulsiones sexuales sólo son saciadas hasta la pubertad, lo cual no quiere decir
que no se manifiesten durante la infancia. Se hace mención que las pulsiones en el
ámbito científico son también denominadas como líbido.
Dos términos son importantes dentro de la investigación de Freud: objeto sexual que
prácticamente es la persona de la que parte la atracción sexual, y meta sexual a la
acción hacia la cual esfuerza la pulsión.
DESVIACIONES
1. En muchos invertidos (aun absolutos) puede rastrearse una impresión sexual que los
afectó en una época temprana de su vida y cuya secuela duradera fue la inclinación
homosexual.
3. La inversión puede eliminarse por vía de sugestión hipnótica, lo cual sería asombroso
si se tratara de un carácter innato.
El objeto sexual no es lo igual en cuanto al sexo, sino que reúne los caracteres de
ambos sexos, acaso como un compromiso entre una moción que aspira al hombre y
otra que aspira a la mujer, siempre bajo la condición de la virilidad del cuerpo (de los
genitales): por así decir, el espejamiento de la propia naturaleza bisexual
El factor del asco estorba el camino a la sobrestimación libidinosa del objeto sexual,
pero a su vez puede ser vencido por la libido.
FETICHISMO
Sadismo y masoquismo ocupan una posición particular entre las perversiones, pues la
oposición entre actividad y pasividad que está en su base pertenece a los caracteres
universales de la vida sexual.
La historia de la cultura humana nos enseña, fuera de toda duda, que crueldad y
pulsión sexual se co-pertenecen de la manera más estrecha.
El psicoanálisis elimina los síntomas de los histéricos bajo la premisa de que son el
sustituto la trascripción, por así decir de una serie de procesos anímicos investidos de
afecto, deseos y aspiraciones, a los que en virtud de un particular proceso psíquico (la
represión) se les ha denegado (frustrado) el acceso a su tramitación en una actividad
psíquica susceptible de conciencia.
El carácter histérico permite individualizar una cuota de represión sexual que rebasa
con mucho la medida normal; un aumento de las resistencias a la pulsión sexual,
resistencias que conocimos como vergüenza, asco y moral; una especie de huida
instintiva frente a todo examen intelectual del problema sexual, que en los casos más
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Mediaciones entre Filosofía y Psicoanálisis
acusados tiene por consecuencia mantener una total ignorancia sexual aun después de
alcanzada la madurez genésica.
Los neuróticos han conservado el estado infantil de su sexualidad o han sido remitidos
a él.
En el chupeteo o el mamar con fruición hemos observado los tres caracteres esenciales
de una exteriorización sexual infantil. Esta nace apuntalándose en una de las funciones
corporales importantes para la vida. Todavía no conoce un objeto sexual, pues es auto-
erótica, y su meta sexual se encuentra bajo el imperio de una zona erógena.