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III.

El Tribunal Constitucional y las improcedencias liminares de la


demanda
Verificada la inoperancia de las dos instancias del Poder Judicial, que de
manera impertinente vienen declarando liminarmente improcedentes sendas
demandas de “amparo contra resolución judicial”, a pesar de que las mismas
contenían asuntos de relevancia constitucional; cierto es también que muchas
de estas demandas son planteadas sin sustento constitucional alguno, mereciendo
la declaratoria de improcedencia porque solo buscan extender el debate
de lo ya resuelto en la jurisdicción ordinaria.
Es pues, atendiendo a esta problemática, que el Tribunal Constitucional
en una serie de fallos, ha venido delineando qué pretensiones pueden tramitarse
por la vía del “amparo contra resolución judicial” y qué otras pretensiones
no.
De este modo, en la resolución recaída en el Exp. Nº 04496-2008-PA/
TC, caso Eusebia Rivera, el Tribunal declaró improcedente la demanda, tras
considerar que el amparo contra resoluciones judiciales no puede servir para
replantear una controversia resuelta por los órganos jurisdiccionales ordinarios,
ya que no constituye un medio impugnatorio que continúe revisando
una decisión que sea de exclusiva competencia de la jurisdicción ordinaria.
En el caso de autos, el medio impugnatorio pertinente para hacer valer tal pretensión
era el recurso de casación, el cual no fue interpuesto por la recurrente.
Asimismo, en la resolución recaída en el Exp. Nº 05203-2008-PA/TC,
caso Delfina Telma, el Tribunal declaró improcedente la demanda, tras considerar
que se quería convertir al proceso de amparo contra resoluciones judiciales
en un medio para subsanar deficiencias procesales o eventuales descuidos
en la defensa de alguna de las partes en el trámite regular de un proceso
judicial; cuestión esta que la justicia constitucional no debe permitir.
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BERLY JAVIER LÓPEZ FLORES
Seguidamente, en la resolución recaída en el Exp. Nº 04553-2008-PA/
TC, caso Las Cinco Estrellas del Sur S.A., el Tribunal declaró improcedente
la demanda, tras considerar que el proceso de amparo, en general, y el amparo
contra resoluciones judiciales, en particular, no pueden constituirse en mecanismos
de articulación procesal de las partes, mediante los cuales se pretende
extender el debate de las cuestiones sustantivas y procesales ocurridas en un
proceso anterior, sea este de naturaleza que fuere. El amparo contra resoluciones
judiciales requiere, pues, como presupuestos procesales indispensables,
la constatación de un agravio manifiesto a la tutela judicial o al debido proceso
(artículo 4 del Código Procesal Constitucional) que comprometa seriamente el
contenido protegido de algún derecho de naturaleza constitucional (artículo 5
inciso 1 del Código Procesal Constitucional).
Posteriormente, en la resolución recaída en el Exp. Nº 03222-2011-PA/
TC, caso Inhorsa, el Tribunal declaró improcedente la demanda, tras considerar
que lo pretendido por la empresa recurrente era que este Colegiado
suspenda la tramitación de los procesos judiciales de desalojo por ocupación
precaria basado en la propiedad de los inmuebles descritos, pretensión esta que
no puede ser ventilada en sede constitucional en razón de que la titularidad del
derecho de propiedad resulta –por decir lo menos– incierta, controvertida o
dudosa ante las posteriores transferencias y cesiones de derechos realizadas a
favor del Banco de Vivienda del Perú en liquidación sobre los inmuebles inscritos
en las fichas Nº 365039, Nº 365040, Nº 188156, del distrito de Santiago
de Surco, y Nº 149764, del distrito de San Martín de Porres; actos jurídicos
que no han sido declarados judicialmente nulos o ineficaces.
Ya en la resolución recaída en el Exp. Nº 05350-2011-PA/TC, caso
Yolanda Mamani, el Tribunal declaró improcedente la demanda, tras considerar
que la pretensión de la recurrente no está referida al ámbito constitucionalmente
protegido de los derechos que invoca, pues como es de advertirse
la desestimatoria del pedido de nulidad de remate realizado por la recurrente
es una atribución que corresponde a la jurisdicción ordinaria (Poder Judicial),
la cual debe orientarse por las reglas específicas establecidas para tal propósito,
así como por los valores y principios que informan la función jurisdiccional,
ya que dicha facultad constituye la materialización de la independencia
en el ejercicio de la función jurisdiccional que la Norma Fundamental
reconoce a este Poder del Estado, no siendo competencia ratione materiae de
los procesos constitucionales evaluar las decisiones judiciales, a menos que se
aprecie un proceder irrazonable, lo que no sucede en el presente caso.
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AMPARO CONTRA RESOLUCIONES JUDICIALES
Acto seguido, en la resolución recaída en el Exp. Nº 02585-2009-PA/TC,
caso Carlos Pisco, el Tribunal declaró improcedente la demanda, tras considerar
que los procesos constitucionales no pueden articularse para reexaminar
los hechos, reinterpretar normas o valorar medios probatorios ofrecidos y que
ya han sido previamente compulsados por las instancias judiciales competentes
para tal materia, a menos, claro está, que de dichas actuaciones se ponga
en evidencia la violación manifiesta de algún derecho fundamental.
En cuanto a la cobertura y alcances del proceso de “amparo contra resolución
judicial”, en la resolución recaída en el Exp. Nº 03113-2012-PA/TC,
caso Elizabeth Guerrero y otra, el Tribunal declaró improcedente la demanda,
tras considerar que las recurrentes trajeron a debate en sede constitucional la
supuesta existencia de remates extrajudiciales sobre inmuebles de su propiedad
adquiridos vía prescripción adquisitiva de dominio, inscritos e independizados
en las partidas registrales Nºs 11131034 y 11122470; empero dicho asunto no
puede ser ventilado en sede constitucional a través del proceso constitucional
de amparo toda vez que este, por carecer de estación probatoria y por tener
naturaleza eminentemente restitutiva, resulta impertinente para determinar,
individualizar y/o declarar la propiedad de los inmuebles de las recurrentes
que formarían parte de la Urbanización Nuestra Señora del Carmen, distrito
de El Tambo, provincia y departamento de Junín. Que de otro lado, el proceso
constitucional de amparo también se muestra impertinente para establecer con
meridiana claridad los linderos, límites y extensiones de los inmuebles de propiedad
de las recurrentes en relación con los otros inmuebles que formarían
parte de la Urbanización Nuestra Señora del Carmen, distrito de El Tambo,
provincia y departamento de Junín, los cuales se sacarían a remate extrajudicial,
pues para ello se requiere actuar, valorar y merituar medios probatorios
tales como: pericias, inspecciones judiciales y/o levantamiento topográfico
de linderos, entre otros, en etapa probatoria que resulta vedada a los procesos
constitucionales.
En la sentencia recaída en el Exp. Nº 02298-2005-PA/TC, caso José
Mendo, el Tribunal expresó que conforme a su reiterada y uniforme jurisprudencia,
la determinación de cuál es la norma aplicable para resolver una
controversia suscitada en el ámbito de la jurisdicción ordinaria, es un tema
que no está dentro de la competencia ratione materiae del proceso constitucional
de amparo. Tenemos dicho, en efecto, que el amparo contra resoluciones
judiciales no es un instrumento procesal que (...) mediante su utilización
el juez constitucional pueda evaluar si la aplicación de una norma legal
se ha efectuado correctamente (o no) al resolverse un caso. (Fundamento 4).

Al Tribunal no le es ajeno que en la aplicación del derecho ordinario se

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