En la actualidad, destaca la familia nuclear o conyugal, la cual está integrada por
el padre, la madre y los hijos a diferencia de la familia extendida que incluye los abuelos, suegros, tíos, primos, etc. En este núcleo familiar se satisfacen las necesidades más elementales de las personas, como comer, dormir, alimentarse, etc. Además se prodiga amor, cariño, protección y se prepara a los hijos para la vida adulta, colaborando con su integración en la sociedad. La unión familiar asegura a sus integrantes estabilidad emocional, social y económica. Es allí donde se aprende tempranamente a dialogar, a escuchar, a conocer y desarrollar sus derechos y deberes como persona humana.
Tipos de relaciones:
Función marital. El matrimonio debe servir a las necesidades y satisfacciones
respectivas de los esposos; la relación ha de estar fundamentada en el apoyo mutuo para la solución de posibles problemas, tanto conyugales como paternos filiales. Funciones de manutención. Abarcan tanto el suministro de alimentos como los restantes cuidados físicos que los hijos precisan. Funciones de relación. Consisten en ayudar a los hijos a encontrar su lugar en la familia, facilitando que se sientan cómodos y seguros en las relaciones interfamiliares así como en su progresiva incorporación a la sociedad a través de sus grupos de amigos.
Función comunicativa. Se logran mediante el diálogo, fomentando el
entendimiento y el intercambio de inquietudes culturales y preocupaciones personales, con el fin de reforzar y dar significación a la convivencia familiar. Funciones emanciparías. Facilitan el último objetivo familiar de los hijos: la consecución de su lugar como miembros de pleno derecho en la sociedad. Obviamente, la emancipación de los hijos trae consigo el dolor de la separación familiar, pero ello ha de asumirse como un fin que no supone la ruptura de los lazos afectivos. Función recuperadora. Se realizan a través del compromiso en actividades recreativas o de otro tipo que supongan un alivio y relajación para sus miembros en contraste con el trabajo y deberes cotidianos.
Relaciones hereditarias o sucesorias:
Derechos y deberes de los sucesores de una persona fallecida. Hay relaciones que son autónomas y por tanto constituyen una sola relación jurídica, se dice que son relaciones independientes (matrimonio). Sin embargo se diferencian otras cuyo origen procede de una relación anterior ya existente y a la cual se subordina y se dice que cuenta con relación a Leyes y Derechos. Como lo son.
Derecho de Sucesiones o Sucesorias es aquella parte en la cual tiene
relación con el Derecho privado que regula la sucesión mortis causa y determina el destino de las titularidades y relaciones jurídicas tanto activas como pasivas de una persona después de su muerte.1 En la regulación de las sucesiones, se contemplan importantes aspectos, tales como: Destino que se le van a dar a los bienes del difunto o causante. Se determina el ámbito de actuación de la autonomía de la voluntad, las normas imperativas que sean necesarias y las normas dispositivas que suplirán la voluntad del causante, en caso de no existir testamento. Requisitos de validez del testamento, con la finalidad de asegurar que lo que aparezca en él sea realmente la voluntad del testador. Los trámites necesarios para el reparto del caudal relicto (bienes hereditarios).