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FACULTAD DE TEOLOGÍA

“EN CAMINO CON JESÚS”

Retiro Ignaciano de tres días, según el evangelio de San Lucas,


a partir de cinco de sus principales temáticas.

Destinatarios:
Jóvenes universitarios (18-25 años) pertenecientes a la
Comunidad de Vida Cristiana (CVX) de Santiago de Chile.

CURSO
San Lucas

ESTUDIANTE
Pedro Velazco Berríos

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ESQUEMA DE LA ORACIÓN IGNACIANA
(Esquema básico para realizar cada momento de oración)

1. ORACIÓN PREPARATORIA:
Ponte en presencia del Señor: “En el nombre del Padre, del Hijo y de Espíritu Santo…” Guarda silencio y
relaja tu respiración. Puedes cerrar los ojos, si deseas. Repite varias veces y lentamente la oración preparatoria
propuesta para cada momento de oración. Puedes repetir la oración preparatoria durante todo el tiempo de oración. Gusta
y siente internamente estas palabras. Cuando te sientas dispuesto para la oración, continúa con los siguientes pasos.

2. GRACIA A PEDIR:
Repite varias veces la gracia a pedir propuesta para cada rato de oración. Hazte consciente de lo que pides y
dirígete al Señor con confianza, pues todo el que pide recibe. No se trata de apresurarse, sino de sentir y gustar internamente.

3. COMPOSICIÓN DE LUGAR (consideraciones para la oración):


Se te propone leer estas consideraciones antes de empezar tu oración con el texto bíblico. Como dice San
Ignacio, es importante la composición de lugar para realizar mejor la contemplación o meditación. En este caso se te
proponen algunos alcances exegéticos para comprender el contexto de la narración. Lo importante de este paso es que su
lectura no sea distractora, ni mucho menos te ahorre la lectura del texto bíblico; es una simple contextualización. No olvides
que lo nuclear de tu momento de oración está en el encuentro con Jesús desde la lectura del Evangelio.

4. CONTEMPLACIÓN IGNACIANA:
Ubica en tu Biblia el texto y léelo varias veces con detenimiento. Después ora el texto mediante la contemplación
ignaciana (uso de la imaginación, para orar y participar de lo que acontece en el relato bíblico). Con tu imaginación: mira
a la personas, escucha sus palabras, observa lo que hacen. Atiende especialmente a la persona de Jesús –si está en el
relato– (sus gestos, palabras y acciones). Participa de lo narrado en el texto “como si presente te hallases”: como un
personaje más (¿Qué personaje eres?). Toma el tiempo necesario para estar con el Señor, escucharlo, mirarlo y dejarte mirar
por Él. Luego continúa tu oración con los siguientes pasos.

5. PUNTOS PARA LA REFLEXIÓN:


Puedes profundizar lo contemplado en tu oración a través de los puntos para la reflexión (orientaciones para
profundizar lo orado). Si deseas, puedes responder las preguntas planteadas al final de este acápite. Lo importante es que
estos puntos te ayuden a ahondar lo contemplado para “buscar y hallar” la voluntad de Dios para tu vida.

6. COLOQUIO:
Termina tu oración conversando espontáneamente con Jesús, como un amigo habla con otro amigo. Dialoga
con Él sobre lo vivido durante este rato de oración. Si necesitas decirle nuevamente la gracia a pedir, hazlo. Quizá ahora
eres más consciente de aquello que pediste al inicio de la oración. También puedes pedir algo diferente, quizá una necesidad
surgida durante o después de la contemplación. En todo caso, no olvides que estás junto a Jesús y que él quiere hablar
contigo con plena confianza. Se te propondrá un texto para culminar cada bloque oración, es opcional. De no rezarlo,
cierra tu rato de oración con un Padre Nuestro.

Después de acabar tu momento de oración…

7. DISCERNIMIENTO PERSONAL:
Anota en tu cuaderno espiritual de todo lo acontecido en este momento de oración. Te recomiendo que puedas
hacer el esfuerzo de identificar cuáles han sido los sentimientos que has experimentado en este rato de oración. Asimismo,
es importante que identifiques hacia dónde te está moviendo el Espíritu de Dios (deseos, decisiones, ideas/proyectos).
También puedes detectar cuales son las posibles tretas (engaños) que el “mal espíritu” te podría estar incitando (todo
aquello que nos separa de Dios). Finalmente, ¿se te concedió la gracia a pedir? o recibiste alguna otra gracia.

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Pauta de oración 01

UN PADRE TENÍA DOS HIJOS…


El amor misericordioso de Dios (Principio y Fundamento)

1. Oración preparatoria:

“Señor Jesús, muéstranos al Padre compasivo” (cf. Lc 6,36)

2. Gracia a pedir:

“Señor, que sienta en mi vida tu amor de Padre


misericordioso”

3. Composición de lugar (consideraciones para la oración):

En el tiempo de Jesús los judíos creían que el amor de


Dios tenía condiciones, es decir: si todos cumplían la Ley –Torá–
Dios los aceptaba y los amaba; sin embargo, sino cumplían la Ley
Él los rechazaba y los excluía de su Reino. Esta imagen legalista de Dios los alejaba del mensaje que
Jesús viene a proclamar: Dios es Padre (Lc 11,2), Dios es amor.
Para los judíos y según la ley, el amor de Dios era sólo para aquellos que le son fieles, este amor
era sólo para algunos, no todos eran merecedores de él. Jesús en su mensaje cuando se refiere al amor
de Dios lo hace de modo distinto, Dios ama sin condiciones a todos y ofrece el don del Reino sin
hacer distinciones (cf. Lc 20,21). Jesús presenta el amor misericordioso de Dios a través de sus palabras
y obras, por eso Él mismo y su obra son una Buena Noticia: el Evangelio. Esto genera escándalo en
los que los escuchan (Lc 15,1), por eso les cuenta esta parábola. En ese sentido, empezamos nuestro
retiro ignaciano orando una temática lucana que es Fontal para comprender la relación de Jesús con el
Padre: la misericordia.

4. Contemplación ignaciana:

Ubica en tu Biblia el texto: Lc 15,11-32 (Parábola del Padre y sus dos hijos) y léelo varias veces
con detenimiento. Después ora el texto mediante la contemplación ignaciana (uso de la imaginación,
para participar de lo que acontece en el relato bíblico).

5. Puntos para la reflexión:

 La parábola del Padre con sus dos hijos, o llamada también del “hijo pródigo”, que Jesús narra,
nos comunica la buena noticia que Dios es Padre y que tiene misericordia con todos sus hijos,
en especial con aquellos que se han alejado de Él.

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 Ante la petición del hijo menor “dame la parte de herencia que me corresponde” (Lc 15,12), el
Padre no puso obstáculo, sino que actuó con generosidad, no se reservó para sí sus riquezas,
las compartió con sus hijos libremente. Esta libertad es fruto de la confianza que les tiene; el
padre confía en que su hijo sabrá manejar su herencia.
 El Padre sale aceleradamente para recibir al hijo que tenía por perdido. Lo recibe con besos y
abrazos, signo de perdón, (Lc 15,20). Cosa similar sucede entre Dios y nosotros, el Padre saldrá
a nuestro encuentro cada vez que nosotros nos pongamos de regreso hacia Él y nos cubrirá
con su amor.
 La alegría del Padre es tal que organiza un gran banquete como signo público de que él y su
hijo se han vuelto a unir (Lc 15,23-24). Para demostrar ello, le ha colocado el mejor vestido,
pues lo recibe como hijo y no como empleado. Asimismo, le coloca el anillo y las sandalias
para comunicarle a todos que su hijo ha recuperado su condición en la familia (Lc 15,22).

Preguntas para profundizar:


- ¿Cuál es la actitud del Padre ante el pedido que le hace su hijo menor?
- ¿Cuáles son las actitudes del Padre para con su hijo menor?
- Mirando al Padre de la parábola, ¿cómo es Dios?

6. Coloquio:

DIOS PADRE AMIGO

Padre nuestro, nos esperas, a todos y a cada uno.


Vamos juntos, codo a codo unidos.
Juntos hacemos camino un camino, piedra a piedra,
largo como nuestra vida.
Tu amor será el cemento que a las piedras aglutina,
será quien una nuestras voces en una misma oración.
Al final serán tus brazos los que a todos nos reciban
y tus ojos mirarán, no sea que falte alguno. Entonces nos dirás
con gozo: “El camino ya está hecho: han llegado, hijos míos”
Y podremos ver tu rostro, un rostro joven y alegre,
un rostro de padre bueno.
Con nosotros vendrá Jesús tu Hijo, nuestro hermano y amigo,
el mismo que nos enseñó a decirte muy unidos:
“Padre nuestro, tú nos amas.
Haz que todos nos amemos. Queremos cumplir tu voluntad.
Vamos a compartir lo que tenemos. Y lo mismo que tú nos
perdonas así nos hemos de perdonar.” Amén.

7. Discernimiento personal:

 Sentimientos en la oración.
 Mociones del Buen Espíritu y Tretas del mal espíritu.
 Gracia(s) recibida(s).
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Pauta de oración 02

PADRE, HAS REVELADO ESTAS COSAS A LA GENTE SENCILLA


La opción preferencial por los pobres

1. Oración preparatoria:

“Bienaventurados los pobres, porque suyo es el Reino de Dios”


(Lc 6,20)

2. Gracia a pedir:

“Señor, que descubra contigo y como tú por qué los pobres son
valiosos a tus ojos”

3. Composición de lugar (consideraciones para la


oración):

Continuando nuestro itinerario de oración en este retiro


ignaciano vamos a orar la opción de Jesús por los pobres. Jesús
anuncia el Reino y la Paternidad misericordiosa de Dios a través
de sus acciones, en especial con aquellos que están marginados.
Lucas nos presenta a Jesús interactuando en medio de grupos sociales escandalosos. Lo vemos cerca
de una multitud de gentes, en su mayoría marginados: pobres, hambrientos, afligidos, perseguidos,
viudas, huérfanos, enfermos, publicanos, pecadores, etc. Esta realidad contrasta con la de ricos que
viven en la abundancia, despreocupados de aquellos que viven en miseria (Lc 16,19-21).
Los poderosos de su tiempo habían logrado manipular la religión, la Ley y el culto para
mantener su “status quo” (Lc 11,37-52; 20, 45-47) y presentarse ante el pueblo como justos e hijos
preferidos de Dios (Lc 16,15-15). Presentaban su poder y bienestar como signo del amor y bendición
de Dios, mientras que los pobres, enfermos y viudas eran entendidos como castigados por Dios por
sus pecados o los de sus ancestros. Jesús se presenta como el mesías anunciado por el profeta Isaías
enviado a consolar, liberar y anunciar el Reino de Dios a los pobres y cautivos (Lc 4,14-21). En ese
sentido, Jesús hace una clara opción por ellos que son los destinatarios privilegiados, por su necesidad,
del Reino de Dios (Lc 5,30-32).

4. Contemplación ignaciana:

Ubica en tu Biblia los siguientes textos: Lc 10,21-22 (Evangelio revelado a los sencillos);
Lc 14,15-24 (Los invitados que se excusan); Lc 16,19-31 (El rico malo y Lázaro el pobre). Léelos y
quédate con uno solo. Luego vuélvelo a leer con detenimiento. Después ora el texto mediante la
contemplación ignaciana (uso de la imaginación, para participar de lo que acontece en el relato bíblico).

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5. Puntos para la reflexión:

 Lucas ha subrayado más que ningún otro evangelista la pobreza de Jesús: “lo envolvió en
pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el albergue” (Lc 2,7). La
predilección de Dios por los pobres se manifiesta en el episodio de los ángeles anunciando el
nacimiento del salvador a los pastores (Lc. 2,8-20). Esa vida dura y pobre los capacita para
creer que un niño recién nacido pueda ser el Mesías. Asimismo, la familia de Jesús fue pobre
también, sólo pudo ofrecer dos pichones porque no tenían más (Lc 2,24).
 Por otro lado, los principales destinatarios del anuncio de Jesús son los pobres (Lc 4,18). El
Reino de Dios les pertenece (Lc 6,21). Lucas está convencido de que los grandes valores
espirituales y humanos pueden darse en la pobreza. Asimismo, el evangelista sabe de los
peligros que se esconden en la riqueza, por ejemplo insiste en la necedad de acumular bienes
(Lc 12,13-21).
 Lucas en el énfasis respecto a la opción preferencial por los pobres no es un demagogo, pues
también a lo largo de su evangelio destaca la amistad de Jesús con personas adineradas: Juan
(Lc 8,3), Zaqueo (Lc 19,2-10), José de Arimatea (Lc 23,20-53).

Preguntas para profundizar:


- ¿Por qué los pobres son los destinatarios preferenciales del mensaje de Jesús?
- ¿Qué exigencias o actitudes pide Jesús a los que tienen riqueza?
- ¿En nuestra vida cotidiana y decisiones importantes optamos del mismo modo que Jesús?

6. Coloquio:

QUE YA ESTABAS AQUÍ…

Dicen que vienes y siempre es tiempo, pues te esperamos en la tierra sedienta de milagros,
en la duda que nos inquieta, en el sollozo ajeno que estremece.
Te esperamos en el fracaso que nos derriba, y en el triunfo; en el perdón que se nos escapa,
en la calma que no alcanzamos.
Te acercas en el vendaval que a veces nos sacude, en el arrumaco que nos calma.
Te nos llegas, sorprendente.
Desbordas nuestra espera de palabras nuevas con respuesta eterna.
Y estás muy dentro y muy fuera. Vienes volviendo todo del revés,
puesta imprevista a un cielo de pobres y pequeños, hombro en que se recuestan los heridos,
los culpables, los enfermos. Ya, Señor, Dios-con-nosotros, Dios nuestro.
Amén.

7. Discernimiento personal:

 Sentimientos en la oración.
 Mociones del Buen Espíritu y Tretas del mal espíritu.
 Gracia(s) recibida(s).
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Pauta de oración 03

JESÚS SE RETIRABA A LUGARES SOLITARIOS PARA ORAR


Jesús hombre de oración que nos enseña a orar

1. Oración preparatoria:

“Señor, enséñanos a orar” (Lc 11,1)

2. Gracia a pedir:

“Señor, que la oración sea siempre


uno de los pilares de mi vida”

3. Composición de lugar (consideraciones para la


oración):

Siguiendo el itinerario lucano de nuestro retiro


ignaciano, profundizaremos que el anuncio de Jesús no se ha
manifestado sólo con gestos de cercanía y sanación; sino
también a través de su vida interior (particularmente en la oración). Lucas escribe para cristianos
procedentes del paganismo que no habrían estado habituados a hacer oración; algunos piensan que el
énfasis lucano en la oración se debe a ello. En los relatos de la infancia, exclusivos de Lucas, nos
movemos siempre en un ambiente de oración. Los principales personajes rezan, dan gracias y alaban
a Dios (Zacarías, Isabel, María, Simeón, Ana).
Asimismo, Lucas inserta cuatro oraciones formarán parte de la liturgia cristiana: “Benedictus”
(Lc 1,68-79), “Magnificat” (Lc 1,46-55), “Gloria” (Lc 2,14) y el “Nunc dimittis” (Lc 2,29-32). Además
de las palabras de Isabel a María (Lc 1,42) que han servido de base para que la Iglesia después recite el
“Ave María”. Por otro lado, Lucas desde el inicio en su evangelio nos propone la importancia de la
oración, pues nos sitúa en el Templo de Jerusalén durante una liturgia importante (Lc 1,8-22).

4. Contemplación ignaciana:

Ubica en tu Biblia los siguientes textos: Lc 11,1-13 (El Padre Nuestro); Lc18,1-8 (El juez inicuo
y la viuda persistente); Lc 22,39-46 (Oración en el Huerto de los Olivos). Léelos y quédate con uno
solo. Luego vuélvelo a leer con detenimiento. Después ora el texto mediante la contemplación
ignaciana (uso de la imaginación, para participar de lo que acontece en el relato bíblico).

5. Puntos para la reflexión:

 Lucas subraya la importancia de la oración y, lógicamente, el ejemplo principal lo da Jesús, en


momentos fundamentales de su vida: como en el bautismo (Lc 3,21), durante su ministerio
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(Lc 5,16; 10,21), antes de escoger a los doce apóstoles (Lc 6,12), antes de la confesión de Pedro
(Lc 9,18), en la Transfiguración (Lc 9,29), después de la misión de los setenta y dos (Lc 10,17-
21), en la agonía del huerto de los Olivos (Lc 22,39-46), en la crucifixión (Lc 23,34-46), y
resucitado, Jesús ora con sus discípulos rumbo a Emaús (Lc 24,30).
 La oración es tan importante en Lucas que parábolas como la del amigo inoportuno (Lc 11,5-
8) y del juez inicuo (Lc 18,1-8), exclusivas de Lucas, ejemplifican la relevancia que tiene la
oración en la vida cristiana. Por otro lado, es importante recordar que Lucas destaca una
expresa relación entre el Espíritu Santo y la oración (Lc 1,15.17; 3,21-22; 10,21; 11,13).
 Lucas señala que Jesús es el que enseña a sus discípulos a orar. Ello es claro en la exhortación
general que se da en el relato donde se transmite el Padrenuestro (Lc 11,1-4) y en las palabras
que pronuncia después de la parábola del amigo inoportuno (Lc 11,9-13). Para Lucas el
individuo y la comunidad reciben en la oración la palabra de Dios, de dónde sacan fuerzas para
la vida. Por tanto, así como la oración es el centro de la vida de Jesús y sus discípulos, debe ser
un pilar en la vida de la comunidad cristiana.

Preguntas para profundizar:


- ¿La oración es importante en mi vida diaria como lo es para Jesús?
- ¿Cuáles son los momentos en mi vida en los que usualmente recurro a la oración?
- ¿Puedo recordar alguna situación o persona por la que quisiera orar hoy, especialmente?

6. Coloquio:

Padre, me pongo en tus manos,


haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea, te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se cumpla en mí,
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te confío mi alma,
te la doy con todo el amor
de que soy capaz, porque te amo.
Y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre. Amén.
.

7. Discernimiento personal:

 Sentimientos en la oración.
 Mociones del Buen Espíritu y Tretas del mal espíritu.
 Gracia(s) recibida(s)

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Pauta de oración 04

TODOS VERÁN LA SALVACIÓN DE DIOS


La universalidad de la salvación de Jesús

1. Oración preparatoria:

“Mis ojos han visto tu salvación, Señor” (cf.


Lc 2,30)

2. Gracia a pedir:

“Señor, que descubra que tu salvación es para


todos los hombres y todo el hombre”

3. Composición de lugar (consideraciones


para la oración):

Siguiendo el camino del itinerario lucano en nuestro retiro ignaciano, vamos a reflexionar
respecto a la convicción de la comunidad lucana respecto a la universalidad de la salvación, que es el
marco en el que se comprenden los tres momentos de oración precedentes. Si los evangelios de Marcos
y Mateo narran con claridad que la obra y mensaje de Jesús son para todos los seres humanos y no
sólo para el pueblo de Israel, Lucas ha subrayado, a lo largo de su evangelio, este tema de modo
especial. En efecto, el evangelista remonta genealógicamente a Jesús hasta Adán (Lc 3,38), eligiendo
una perspectiva universalista, claramente distinta a la genealogía mateana que lo remonta hasta
Abraham (Mt 1,1).
Los sistemas humanos de salvación son parciales, ya que no cubren las necesidades del hombre
en su totalidad; frecuentemente marginan a los que no tienen medios “salvadores” (dinero, poder,
prestigio) y crean dolor. Por el contrario la salvación que ofrece Jesús es total, pues satisface todas las
necesidades del hombre y es capaz de llegar a todos; aunque privilegia a los marginados. Es una
salvación universal por su contenido y sus destinatarios.

4. Contemplación ignaciana:

Ubica en tu Biblia los siguientes textos: Lc 2,22-32 (Cántico de Simeón); Lc 4,16-30 (Jesús en
la sinagoga de Nazaret); Lc 14,15-24 (Parábola de los invitados que se excusan). Léelos y quédate con
uno solo. Luego vuélvelo a leer con detenimiento. Después ora el texto mediante la contemplación
ignaciana (uso de la imaginación, para participar de lo que acontece en el relato bíblico).

5. Puntos para la reflexión:

 Uno de los personajes que Lucas introduce en los relatos de la infancia de Jesús es Simeón, un
anciano que se encuentra en el Templo y que vive sus días añorando ver al Mesías. Este anciano
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proclama que Jesús es el Salvador que Dios ha “preparado a la vista de todos los pueblos para
iluminar a las gentes y gloria del pueblo de Israel” (Lc 32,31-32).
 Por otro lado, el discurso de Jesús en la sinagoga de Nazaret cumple una función programática;
en este sentido, Jesús se compara con Elías y Eliseo, profetas del Antiguo Testamento enviados
por Dios para hacer el bien a los extranjeros. Con estas palabras Jesús genera rechazo de sus
coterráneos (cf. 4,16-30).
 Jesús en su ministerio está dedicado al pueblo judío, buscando a los hijos perdidos de Abraham
(Lc 19,10); no obstante, anuncia una salvación universal efectiva, ya que en última instancia su
misión se dirige a todos los pecadores (Lc 5,31). Lucas presenta a Jesús como hermano de toda
la humanidad (Lc 3,23-38) con una aparición de alcance universal (Lc 2,14-30-32). En el marco
de este universalismo, los marginados, concretamente los pecadores, los pobres, las mujeres y
los samaritanos son los destinatarios privilegiados de la salvación.

Preguntas para profundizar:


- ¿Cómo manifestó Jesús que la salvación de Dios era para todos y todas?
- ¿A quiénes tiendo yo a restringir la salvación que ha traído Jesús?
- ¿Qué implicancias tiene la convicción cristiana de la salvación universal en mi vida?

6. Coloquio:

Donde acaba la ciudad y empieza el miedo,


donde terminan los caminos y empiezan las preguntas,
cerca de los pastores y lejos de los dueños,
en el calor de María y en el frío del invierno,
viniendo de la eternidad y gestándose en el tiempo,
salvación poderosa para todos
en una fragilidad recién nacida,
liberador de todos los yugos atado a un edicto del imperio,
rebajado hasta un pesebre de animales
el que a todos nos sube hasta los cielos,
nació el Hijo del Padre, Jesús, el hijo de María.
Sólo abajo está el Señor del mundo
que nosotros soñamos en lo alto.
Aquí se ve la grandeza de Dios
contemplando la humildad de este pequeño.
Aquí está la lógica de Dios, rompiendo el discurso de los sabios.
Aquí ya está toda la salvación de Dios
que llenará todos los pueblos y los siglos.

7. Discernimiento personal:

 Sentimientos en la oración.
 Mociones del Buen Espíritu y Tretas del mal espíritu.
 Gracia(s) recibida(s).
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Pauta de oración 05

DEJÁNDOLO TÓDO, SE LEVANTÓ Y LO SIGUIÓ


El cristianismo como camino y seguimiento

1. Oración preparatoria:

“Te seguiré, Señor, adondequiera que vayas”


(Lc 9,57)

2. Gracia a pedir:

“Señor, que camine contigo y como tú


todos los días de mi vida”

3. Composición de lugar (consideraciones para


la oración):

Queremos terminar esta pequeña


aproximación a los énfasis del evangelio de Lucas en
nuestro retiro ignaciano con la profundización en
torno al camino. Pues todas las reflexiones anteriores sólo pueden comprenderse desde la lógica del
seguimiento a Jesús. Lucas presenta la categoría camino en función de los grandes personajes y de su
obra. Juan Bautista viene a preparar el camino al Señor (Lc 3,4-6); María se pone en camino con prisa
(Lc 1,39). Jesús crea el camino de Dios (Lc 20,21) y de la paz (Lc 1,7). Es un camino que Él mismo
recorre en su ministerio (Lc 9,51.53.56.57) de acuerdo con el plan de Dios. Al enseñar el camino es
rechazado como los profetas, pero con todo ello lo continúa hasta su consumación (Lc 13,33). Para
Lucas “el camino” resume toda la obra y razón de ser del ministerio de Jesús.
Jesús ha emprendido con sus discípulos un largo y definitivo camino hacia Jerusalén, el lugar
de su muerte y resurrección. Durante el trayecto va instruyendo a sus seguidores preparándoles así para
la misión apostólica que les aguarda. En esa misión no pueden olvidarse de que ser testigos del Reino
de Dios implica aproximarse a los demás con amor.

4. Contemplación ignaciana:

Ubica en tu Biblia los siguientes textos: Lc 9,57-62 (Exigencias de la vocación apostólica);


Lc 10,1-20 (La misión de los setenta y dos); Lc 17,11-19 (Los diez leprosos); Lc 24,13-35 (El camino
de Emaús). Léelos y quédate con uno solo. Luego vuélvelo a leer con detenimiento. Después ora el
texto mediante la contemplación ignaciana (uso de la imaginación, para participar de lo que acontece
en el relato bíblico).

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5. Puntos para la reflexión:

 Lucas se sirve de la geografía para expresar su teología. El evangelista describe el camino


cristiano como recto, imparable e irreversible; es un camino que se dirige de Galilea a Jerusalén,
luego de Jerusalén a Antioquía y de ésta a Roma (estos dos trayectos son especialmente notorios
en Hechos de los Apóstoles). Es decir el camino cristiano pasa por el ministerio de Jesús, su
misterio pascual (Jerusalén) y se orienta hacia la universalidad (Roma).
 En el camino cristiano, cada generación tiene su hoy. Lucas nos invita a tomarnos en serio la
tarea que nos toca en nuestro camino. Existe un hoy con una tarea propia para cada generación;
ciertamente el cristiano ha de vivir entre el pasado –el tiempo de Jesús que es base del presente–
y el futuro –la parusía, lo escatológico– sin que se le impida descubrir y realizar la propia tarea
en su Hoy. Es por ello que se subraya el presente en la narración lucana (desescatologización).
 Ahora es el tiempo de la conversión, pues el tiempo que obra la gracia y la palabra que edifica
la comunidad se manifiestan hoy. Por ello, ahora hay que testimoniar; el hoy concreto de cada
generación es dar testimonio del Reino de Dios, proclamándolo y realizando los signos que
muestran que ya ha comenzado su presencia en Jesús mismo.

Preguntas para profundizar:


- ¿Cómo la imagen lucana de la vida cristiana como camino ilumina mi seguimiento de Jesús?
- ¿Qué actitudes y acciones debo asumir para seguir el camino de Jesús?
- ¿Cuál es la invitación que el Señor me hace para “hoy”?

6. Coloquio:

Porque es tarde, Dios mío,


porque anochece ya y se nubla el camino;
porque temo perder las huellas que he seguido,
no me dejes solo y quédate conmigo.
Porque he sido rebelde y he buscado peligro,
y escudriñé curioso las cumbres y el abismo,
perdóname, Señor, y quédate conmigo.
Porque ardo en sed de Ti y en hambre de tu trigo,
ven, siéntate a mi mesa;
bendice el pan y el vino.
¡Qué aprisa cae la tarde!...
¿Quédate al fin conmigo!

7. Discernimiento personal:

 Sentimientos en la oración.
 Mociones del Buen Espíritu y Tretas del mal espíritu.
 Gracia(s) recibida(s)

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