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Destinatarios:
Jóvenes universitarios (18-25 años) pertenecientes a la
Comunidad de Vida Cristiana (CVX) de Santiago de Chile.
CURSO
San Lucas
ESTUDIANTE
Pedro Velazco Berríos
1
ESQUEMA DE LA ORACIÓN IGNACIANA
(Esquema básico para realizar cada momento de oración)
1. ORACIÓN PREPARATORIA:
Ponte en presencia del Señor: “En el nombre del Padre, del Hijo y de Espíritu Santo…” Guarda silencio y
relaja tu respiración. Puedes cerrar los ojos, si deseas. Repite varias veces y lentamente la oración preparatoria
propuesta para cada momento de oración. Puedes repetir la oración preparatoria durante todo el tiempo de oración. Gusta
y siente internamente estas palabras. Cuando te sientas dispuesto para la oración, continúa con los siguientes pasos.
2. GRACIA A PEDIR:
Repite varias veces la gracia a pedir propuesta para cada rato de oración. Hazte consciente de lo que pides y
dirígete al Señor con confianza, pues todo el que pide recibe. No se trata de apresurarse, sino de sentir y gustar internamente.
4. CONTEMPLACIÓN IGNACIANA:
Ubica en tu Biblia el texto y léelo varias veces con detenimiento. Después ora el texto mediante la contemplación
ignaciana (uso de la imaginación, para orar y participar de lo que acontece en el relato bíblico). Con tu imaginación: mira
a la personas, escucha sus palabras, observa lo que hacen. Atiende especialmente a la persona de Jesús –si está en el
relato– (sus gestos, palabras y acciones). Participa de lo narrado en el texto “como si presente te hallases”: como un
personaje más (¿Qué personaje eres?). Toma el tiempo necesario para estar con el Señor, escucharlo, mirarlo y dejarte mirar
por Él. Luego continúa tu oración con los siguientes pasos.
6. COLOQUIO:
Termina tu oración conversando espontáneamente con Jesús, como un amigo habla con otro amigo. Dialoga
con Él sobre lo vivido durante este rato de oración. Si necesitas decirle nuevamente la gracia a pedir, hazlo. Quizá ahora
eres más consciente de aquello que pediste al inicio de la oración. También puedes pedir algo diferente, quizá una necesidad
surgida durante o después de la contemplación. En todo caso, no olvides que estás junto a Jesús y que él quiere hablar
contigo con plena confianza. Se te propondrá un texto para culminar cada bloque oración, es opcional. De no rezarlo,
cierra tu rato de oración con un Padre Nuestro.
7. DISCERNIMIENTO PERSONAL:
Anota en tu cuaderno espiritual de todo lo acontecido en este momento de oración. Te recomiendo que puedas
hacer el esfuerzo de identificar cuáles han sido los sentimientos que has experimentado en este rato de oración. Asimismo,
es importante que identifiques hacia dónde te está moviendo el Espíritu de Dios (deseos, decisiones, ideas/proyectos).
También puedes detectar cuales son las posibles tretas (engaños) que el “mal espíritu” te podría estar incitando (todo
aquello que nos separa de Dios). Finalmente, ¿se te concedió la gracia a pedir? o recibiste alguna otra gracia.
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Pauta de oración 01
1. Oración preparatoria:
2. Gracia a pedir:
4. Contemplación ignaciana:
Ubica en tu Biblia el texto: Lc 15,11-32 (Parábola del Padre y sus dos hijos) y léelo varias veces
con detenimiento. Después ora el texto mediante la contemplación ignaciana (uso de la imaginación,
para participar de lo que acontece en el relato bíblico).
La parábola del Padre con sus dos hijos, o llamada también del “hijo pródigo”, que Jesús narra,
nos comunica la buena noticia que Dios es Padre y que tiene misericordia con todos sus hijos,
en especial con aquellos que se han alejado de Él.
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Ante la petición del hijo menor “dame la parte de herencia que me corresponde” (Lc 15,12), el
Padre no puso obstáculo, sino que actuó con generosidad, no se reservó para sí sus riquezas,
las compartió con sus hijos libremente. Esta libertad es fruto de la confianza que les tiene; el
padre confía en que su hijo sabrá manejar su herencia.
El Padre sale aceleradamente para recibir al hijo que tenía por perdido. Lo recibe con besos y
abrazos, signo de perdón, (Lc 15,20). Cosa similar sucede entre Dios y nosotros, el Padre saldrá
a nuestro encuentro cada vez que nosotros nos pongamos de regreso hacia Él y nos cubrirá
con su amor.
La alegría del Padre es tal que organiza un gran banquete como signo público de que él y su
hijo se han vuelto a unir (Lc 15,23-24). Para demostrar ello, le ha colocado el mejor vestido,
pues lo recibe como hijo y no como empleado. Asimismo, le coloca el anillo y las sandalias
para comunicarle a todos que su hijo ha recuperado su condición en la familia (Lc 15,22).
6. Coloquio:
7. Discernimiento personal:
Sentimientos en la oración.
Mociones del Buen Espíritu y Tretas del mal espíritu.
Gracia(s) recibida(s).
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Pauta de oración 02
1. Oración preparatoria:
2. Gracia a pedir:
“Señor, que descubra contigo y como tú por qué los pobres son
valiosos a tus ojos”
4. Contemplación ignaciana:
Ubica en tu Biblia los siguientes textos: Lc 10,21-22 (Evangelio revelado a los sencillos);
Lc 14,15-24 (Los invitados que se excusan); Lc 16,19-31 (El rico malo y Lázaro el pobre). Léelos y
quédate con uno solo. Luego vuélvelo a leer con detenimiento. Después ora el texto mediante la
contemplación ignaciana (uso de la imaginación, para participar de lo que acontece en el relato bíblico).
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5. Puntos para la reflexión:
Lucas ha subrayado más que ningún otro evangelista la pobreza de Jesús: “lo envolvió en
pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el albergue” (Lc 2,7). La
predilección de Dios por los pobres se manifiesta en el episodio de los ángeles anunciando el
nacimiento del salvador a los pastores (Lc. 2,8-20). Esa vida dura y pobre los capacita para
creer que un niño recién nacido pueda ser el Mesías. Asimismo, la familia de Jesús fue pobre
también, sólo pudo ofrecer dos pichones porque no tenían más (Lc 2,24).
Por otro lado, los principales destinatarios del anuncio de Jesús son los pobres (Lc 4,18). El
Reino de Dios les pertenece (Lc 6,21). Lucas está convencido de que los grandes valores
espirituales y humanos pueden darse en la pobreza. Asimismo, el evangelista sabe de los
peligros que se esconden en la riqueza, por ejemplo insiste en la necedad de acumular bienes
(Lc 12,13-21).
Lucas en el énfasis respecto a la opción preferencial por los pobres no es un demagogo, pues
también a lo largo de su evangelio destaca la amistad de Jesús con personas adineradas: Juan
(Lc 8,3), Zaqueo (Lc 19,2-10), José de Arimatea (Lc 23,20-53).
6. Coloquio:
Dicen que vienes y siempre es tiempo, pues te esperamos en la tierra sedienta de milagros,
en la duda que nos inquieta, en el sollozo ajeno que estremece.
Te esperamos en el fracaso que nos derriba, y en el triunfo; en el perdón que se nos escapa,
en la calma que no alcanzamos.
Te acercas en el vendaval que a veces nos sacude, en el arrumaco que nos calma.
Te nos llegas, sorprendente.
Desbordas nuestra espera de palabras nuevas con respuesta eterna.
Y estás muy dentro y muy fuera. Vienes volviendo todo del revés,
puesta imprevista a un cielo de pobres y pequeños, hombro en que se recuestan los heridos,
los culpables, los enfermos. Ya, Señor, Dios-con-nosotros, Dios nuestro.
Amén.
7. Discernimiento personal:
Sentimientos en la oración.
Mociones del Buen Espíritu y Tretas del mal espíritu.
Gracia(s) recibida(s).
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Pauta de oración 03
1. Oración preparatoria:
2. Gracia a pedir:
4. Contemplación ignaciana:
Ubica en tu Biblia los siguientes textos: Lc 11,1-13 (El Padre Nuestro); Lc18,1-8 (El juez inicuo
y la viuda persistente); Lc 22,39-46 (Oración en el Huerto de los Olivos). Léelos y quédate con uno
solo. Luego vuélvelo a leer con detenimiento. Después ora el texto mediante la contemplación
ignaciana (uso de la imaginación, para participar de lo que acontece en el relato bíblico).
6. Coloquio:
7. Discernimiento personal:
Sentimientos en la oración.
Mociones del Buen Espíritu y Tretas del mal espíritu.
Gracia(s) recibida(s)
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Pauta de oración 04
1. Oración preparatoria:
2. Gracia a pedir:
Siguiendo el camino del itinerario lucano en nuestro retiro ignaciano, vamos a reflexionar
respecto a la convicción de la comunidad lucana respecto a la universalidad de la salvación, que es el
marco en el que se comprenden los tres momentos de oración precedentes. Si los evangelios de Marcos
y Mateo narran con claridad que la obra y mensaje de Jesús son para todos los seres humanos y no
sólo para el pueblo de Israel, Lucas ha subrayado, a lo largo de su evangelio, este tema de modo
especial. En efecto, el evangelista remonta genealógicamente a Jesús hasta Adán (Lc 3,38), eligiendo
una perspectiva universalista, claramente distinta a la genealogía mateana que lo remonta hasta
Abraham (Mt 1,1).
Los sistemas humanos de salvación son parciales, ya que no cubren las necesidades del hombre
en su totalidad; frecuentemente marginan a los que no tienen medios “salvadores” (dinero, poder,
prestigio) y crean dolor. Por el contrario la salvación que ofrece Jesús es total, pues satisface todas las
necesidades del hombre y es capaz de llegar a todos; aunque privilegia a los marginados. Es una
salvación universal por su contenido y sus destinatarios.
4. Contemplación ignaciana:
Ubica en tu Biblia los siguientes textos: Lc 2,22-32 (Cántico de Simeón); Lc 4,16-30 (Jesús en
la sinagoga de Nazaret); Lc 14,15-24 (Parábola de los invitados que se excusan). Léelos y quédate con
uno solo. Luego vuélvelo a leer con detenimiento. Después ora el texto mediante la contemplación
ignaciana (uso de la imaginación, para participar de lo que acontece en el relato bíblico).
Uno de los personajes que Lucas introduce en los relatos de la infancia de Jesús es Simeón, un
anciano que se encuentra en el Templo y que vive sus días añorando ver al Mesías. Este anciano
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proclama que Jesús es el Salvador que Dios ha “preparado a la vista de todos los pueblos para
iluminar a las gentes y gloria del pueblo de Israel” (Lc 32,31-32).
Por otro lado, el discurso de Jesús en la sinagoga de Nazaret cumple una función programática;
en este sentido, Jesús se compara con Elías y Eliseo, profetas del Antiguo Testamento enviados
por Dios para hacer el bien a los extranjeros. Con estas palabras Jesús genera rechazo de sus
coterráneos (cf. 4,16-30).
Jesús en su ministerio está dedicado al pueblo judío, buscando a los hijos perdidos de Abraham
(Lc 19,10); no obstante, anuncia una salvación universal efectiva, ya que en última instancia su
misión se dirige a todos los pecadores (Lc 5,31). Lucas presenta a Jesús como hermano de toda
la humanidad (Lc 3,23-38) con una aparición de alcance universal (Lc 2,14-30-32). En el marco
de este universalismo, los marginados, concretamente los pecadores, los pobres, las mujeres y
los samaritanos son los destinatarios privilegiados de la salvación.
6. Coloquio:
7. Discernimiento personal:
Sentimientos en la oración.
Mociones del Buen Espíritu y Tretas del mal espíritu.
Gracia(s) recibida(s).
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Pauta de oración 05
1. Oración preparatoria:
2. Gracia a pedir:
4. Contemplación ignaciana:
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5. Puntos para la reflexión:
6. Coloquio:
7. Discernimiento personal:
Sentimientos en la oración.
Mociones del Buen Espíritu y Tretas del mal espíritu.
Gracia(s) recibida(s)
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