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Importancia de la comunicación oral y escrita en el nivel inicial

El nivel inicial constituye una etapa imprescindible en la formación de los niños

y niñas. Abarca un periodo que comprende las primeras edades, desde 0 hasta 6 años,

un periodo en el cual los niños y las niñas adquieren las habilidades y destrezas que le

acompañarán por el resto de su vida, y le permitirán continuar con su formación

académica y psicosocial. Como etapa formal de la educación tiene sus inicios en el siglo

XIX, en países europeos como Escocia y Hungría, donde se fundaron los primeros

institutos preescolares, y más adelante en Alemania, con el primer Kindergarten (Jardín

de niños) establecido por el pedagogo alemán Friedrich Fröbel, término que sería

adoptado en Inglaterra, Estados Unidos y otras naciones para designar los centros de

educación preescolar. Para finales de ese mismo siglo, empezaría a implementarse en

América Latina, expandiéndose y adquiriendo más tarde carácter institucional y estatal.

El nivel inicial promueve el desarrollo integral del estudiante por medio del

fomento de diversas habilidades esenciales. Siendo la adquisición del lenguaje uno de los

aspectos más importantes en los primeros años de vida, la habilidad para comunicarse

tanto de forma oral como escrita constituye una de las competencias principales a

desarrollar en este nivel. En este sentido, el presente ensayo tiene como objetivo exponer

la importancia de la comunicación oral y escrita en el nivel inicial.

Por comunicación oral y escrita entendemos ese proceso mediante el cual se

intercambian mensajes empleando como código la lengua en sus dos variantes. La

comunicación en sus diferentes modalidades permite al ser humano relacionarse con sus

pares de una forma interactiva, por lo que constituye un componente imprescindible a

desarrollar en los primeros años de vida.


La lengua materna es uno de los primeros aspectos que el bebé aprende.

Constituye el principal recurso que luego utilizará para comunicar sus sentimientos, sus

emociones y sus pensamientos, además de facilitarle establecer relaciones con las

personas que le rodean e ir comprendiendo los mensajes verbales que abundan en su

entorno. El desarrollo de la lengua es un proceso gradual que empieza con la expresión

oral y que luego se consolida con la expresión escrita. Ambas son herramientas

imprescindibles en la comunicación, así como también en las futuras etapas de la

educación del niño o la niña, puesto que no solamente le facilitará socializar con los

demás, sino que además le proveerá de ciertas habilidades necesarias para estudiar, como

son: leer, escribir, comprender mensajes, etc. En definitiva es una base fundamental en la

formación del estudiante, por lo que es de suma importancia que se desarrolle de forma

adecuada en el nivel inicial.

La lengua es el vehículo del pensamiento y la materia prima del conocimiento. El

dominio de esta es fundamental para el aprendizaje y la construcción de conocimientos,

especialmente en la educación preescolar y primaria. Una enseñanza efectiva de la lengua

facilita el desarrollo de las competencias comunicativas que el estudiante requiere para

responder a las exigencias educativas de la sociedad actual y dirigirse de forma adecuada

en los diversos contextos sociales y culturales.

Hablar, escuchar, leer y escribir son las principales competencias comunicativas

que se procuran desarrollar en un estudiante. Sin ellas, este no puede lograr aprendizajes

en todas las áreas del saber, en efecto, no logrará desarrollar parte importante de las

competencias que debe adquirir. Por lo tanto, la formación del estudiante, si carece de

algunas de estas habilidades, no puede continuar, y si no se adquieren de forma adecuada,

puede significar una deficiencia que le afectará decisivamente en su preparación


académica. Por eso se hace imperativo que en el nivel inicial se atiendan las debilidades

comunicativas de los estudiantes para evitar este tipo de situaciones.

En los primeros años de vida, el lenguaje se caracteriza por ser imaginativo. Los

niños y las niñas en estas edades poseen una imaginación tan rica que los lleva a

expresarse de diversas formas. En este sentido, el papel de un docente a nivel inicial es

tratar de canalizar esta capacidad mediante formas adecuadas de expresión que le

permitan a los estudiantes desarrollar la comunicación oral y escrita.

Aprender a escribir su nombre, comprender a los demás, respetar sus opiniones y

expresar las propias, son pequeños aprendizajes que pueden ser decisivos en la educación

del niño o la niña. En el nivel inicial se hace importante fomentar una comunicación

efectiva tanto oral como escrita, dado que les garantiza a los estudiantes los mecanismos

lingüísticos que le servirán toda la vida tanto para su formación académica como para

resolver problemas y tomar decisiones en los contextos donde se requiera un uso de la

comunicación.

En esta etapa de la educación es donde se adquiere el hábito de la lectura, un hábito

de suma importancia para el niño o la niña, ya que le garantizará el éxito en sus estudios

posteriores, puesto que la comprensión oral y escrita es un componente fundamental en

todas las áreas del saber. Por lo tanto, los docentes del nivel inicial requieren de estrategias

y recursos pertinentes para fomentar este hábito.

No se puede dejar a un lado el componente lúdico de la educación a nivel inicial,

siendo el juego una de las principales estrategias educativas. En este sentido, la lectura

debe ser presentada a los niños y niñas como una actividad recreativa, y no como una

imposición, de modo que ellos mismos la asuman como hábito permanente en su vida.

Asimismo se deben buscar estrategias dinámicas y motivadoras para enseñarle los trazos
de las letras y los signos lingüísticos. Es importante emplear textos literarios, como

narraciones sencillas, poemas y canciones, que motiven a los estudiantes a leer y a

expresarse tanto de forma oral como escrita.

Asimismo, resulta importante proveer de los contextos comunicativos adecuados

para que el estudiante pueda hacer uso de la lengua con propósitos específicos. También

es necesario emplear la comunicación tanto oral como escrita para reconocer y respetar

las normas de convivencia, de modo que sepa cuándo es requerido hablar o no, y cuáles

son las palabras o expresiones apropiadas para expresarlas de forma escrita.

En conclusión, la comunicación oral y escrita resulta de suma importancia en el

nivel inicial por las razones expuestas anteriormente. Expresarse adecuadamente tanto de

forma oral como escrita, así como comprender lo que se lee o escucha, constituyen

habilidades esenciales para los niños y niñas, no solamente para su preparación

académica, sino también para su inserción en la sociedad. Siendo el nivel inicial el primer

peldaño de la educación, es donde debe sentarse las bases para el desarrollo de estas

competencias comunicativas.

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