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La violencia de género se ha constituido como un fenómeno invisible durante décadas, siendo una
de las manifestaciones más claras de la desigualdad, subordinación y de las relaciones de poder de
los hombres sobre las mujeres. La constatación de la existencia de esta situación, marcará un
antes y un después en la consideración legal y social de los derechos y libertades de las mujeres.
También, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer
(CEDAW), en su recomendación general nº 19, afirmaba, en 1993, que “La Violencia contra la
mujer es una forma de discriminación que impide gravemente el goce de derechos y libertades en
pie de igualdad con el hombre”. Esta definición incluye la violencia basada en el sexo, es decir, la
violencia dirigida contra la mujer porque es mujer o que le afecta en forma desproporcionada.
Incluye actos que infligen daños o sufrimientos de índole física, mental o sexual, amenazas de
cometer esos actos, coacción y otras formas de privación de la libertad.
Dos años más tarde, en 1995, tuvo lugar la IV Conferencia Mundial sobre la Condición Jurídica y
Social de la Mujer, abriendo un nuevo capítulo en la lucha por la igualdad entre los sexos al
suponer el traslado del foco de atención de las mujeres al concepto de género, reconociendo que
toda la estructura de la sociedad, y todas las relaciones entre los hombres y las mujeres en el
interior de esa estructura, tenían que ser reevaluadas.
Esta ley, en su artículo 1.1., define la violencia de género como aquella que, “como manifestación
de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las
mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes
estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”,
y “comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad
sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad.”
Una relación saludable es aquella basada en los principios de confianza y respeto mutuo. Si has
iniciado recientemente una relación en la que pesan más el control y los celos, y aparecen alguna
de las actitudes que citamos a continuación, te recomendamos estar alerta y actuar. No permitas
esta situación ya que podría ser el comienzo de una relación de maltrato:
¿Qué hacer?
El primer paso que puedes dar es explicar tu situación a otras personas y pedir ayuda.
Es normal que tengas miedo a equivocarte, que sientas que aún le quieres. A menudo buscamos
razones para justificarle (“es tan celoso porque me quiere”, “perdió los nervios porque tiene
mucha responsabilidad”, “si soy buena esposa/pareja él cambiará”) o para minimizar la violencia
(“no fue para tanto”, “esto le pasa a todo el mundo”). Estas creencias son falsas y pueden
confundirte, debes saber que tú no provocas ni eres culpable de la violencia y que no hay ninguna
razón que la justifique.
Si tu pareja te trata mal y utiliza la violencia, no podrás ser feliz. Aunque cueste dar el paso y te
de miedo dejarle, con el apoyo de tus seres queridos y de profesionales especializados lograrás
volver a quererte a ti misma y a romper con el círculo de maltrato. En este sentido, hay toda una
serie de recursos con el único objetivo de mejorar los mecanismos de protección, seguridad y
asistencia a las mujeres víctimas y a sus hijos e hijas. Así que recuerda, NO ESTÁS SOLA,
ESTAMOS CONTIGO.
Si eres menor de edad y crees que alguien de tu entorno está sufriendo violencia de género,
puedes llamar a ANAR, al número de teléfono 900 20 20 10.
Asimismo, en la página Web del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad se ha creado
una Web de recursos de apoyo y prevención ante casos de violencia de género (WRAP), que
permite la localización de los recursos policiales, judiciales y de información, atención y
asesoramiento, más próximos a tu localidad.
SI CREES QUE ALGUNA MUJER DE TU ENTORNO PUEDE ESTAR SUFRIENDO VIOLENCIA DE
GÉNERO, ¿QUÉ PUEDES HACER?
Te recomendamos que no la presiones y le hagas saber que estás ahí para apoyarla. Trata de
comprenderla y no la juzgues. Intenta hablar con ella de sus sentimientos, del mal trato, del
control que ejerce su pareja y de la oportunidad que tienen ella y, en su caso, sus hijos e hijas de
empezar a vivir sin miedo y en un ambiente libre de violencia.
No mires hacia otro lado, actúa. Tradicionalmente la violencia de género se consideraba un asunto
privado en el que ninguna persona externa debía intervenir. Sin embargo, hoy en día la violencia
de género está considerada como un problema social y es un delito público. Por ello, la ciudadanía
tenemos la obligación de denunciar a las autoridades, para que se puedan activar los diferentes
mecanismos de protección a la mujer y los hechos no queden impunes.
En caso de oír o presenciar un acto de violencia de género, ponte en contacto con el teléfono
gratuito de asistencia inmediata 112, indicando con precisión el lugar de los hechos para que la
policía acuda lo antes posible.
Medidas de Autoprotección
SI VES AL AGRESOR
Y estás en tu casa:
Ve con un teléfono a una habitación más segura, donde te puedas encerrar (por ejemplo,
el lavabo) y llama a la policía.
Si no te da tiempo a encerrarte, ve a una ventana, grita y pide auxilio para que alguien te
pueda ayudar.
Aléjate de la cocina y de las habitaciones de la casa donde hay objetos peligrosos.
Ten preparada una señal con tus hijos para que se encierren en una habitación o salgan de
la casa a pedir ayuda a alguien de confianza que viva cerca.
Intenta escapar
Grita y pide auxilio a otras personas que te puedan ayudar o llamar a la policía.
Intenta defenderte
Protege las partes más vulnerables de tu cuerpo (cara, cabeza, pecho y vientre) con los
brazos y las pierna
DEPENDENCIA FÍSICA
DEPENDENCIA PSICOLÓGICA
Está comprobado científicamente que las adicciones provocan trastornos físicos y del
comportamiento,
pues si bien durante mucho tiempo ha causado desconcierto el hecho de que algunos
individuos se intoxiquen
de manera voluntaria y aparentemente irresponsables, en la actualidad es de suma
importancia reconocer
a los fenómenos adictivos como trastornos que requieren atención profesional especializada y
con un enfoque
distinto a otros padecimientos, ya que el adicto presenta características peculiares que lo
hacen diferente
a otros enfermos.
Entre algunos de los efectos físicos inmediatos de la marihuana figuran los siguientes:
aceleración de los
latidos del corazón y el pulso, enrojecimiento de los ojos y sequedad de boca y garganta.
No existen pruebas científicas que indiquen que la marihuana mejore la sensibilidad del oído,
la vista y el tacto.
Los estudios de los efectos mentales de la marihuana indican que la droga puede dañar o
reducir la memoria
a corto plazo, alterar el sentido del tiempo y reducir la capacidad de hacer cosas que requieren
de concentración,
reacciones rápidas y coordinación, tales como conducir un automóvil u operar maquinaria.
Las personas que consumen marihuana regularmente y a largo plazo pueden hacerse
psicológicamente dependientes
de la droga. Puede serles muy difícil limitar su consumo, pueden necesitar una mayor cantidad
de la droga
para producir el mismo efecto y pueden encontrar problemas en sus puestos de trabajo y sus
relaciones personales.
La droga puede convertirse en el aspecto más importante de su vida.
El que cerca de 200 mil drogadictos mueran al año en el mundo indica el preocupante
aumento en el número
de personas que ingieren drogas ocasionalmente o que ya son adictos y que están
fuertemente influidas
o relacionadas con el aumento de la violencia social y la comisión de delitos.
Existen muchos ejemplos para hacer evidente el peligro social que representan las drogas, y
que permiten
afirmar con absoluta certeza que, por un lado la sociedad esta jugando un papel protagónico
en la influencia
sobre los adolescentes, y por el otro que es la misma sociedad quien con su apatía discrimina,
corroe y humilla a los adolescentes que necesitan de su apoyo y limitan en sus capacidades
para
desarrollarse íntegramente.
Existe una estrecha relación entre los problemas de las drogas y el alcohol. El alcohol es
claramente
el más grande problema de estupefacientes que existen actualmente. Una radical reducción
en su consumo,
probablemente sería la medida más positiva en la lucha contra las drogas.
De no atacar este problema, dentro de muy poco tiempo la droga de cualquier tipo correrá el
riesgo
de ser aceptada socialmente tal y como sucede con el consumo del alcohol.
En la actualidad, nuestros niños pueden estar expuestos a las drogas desde muy temprana
edad. Nos referimos a las drogas que son ilegales, no a los medicamentos recetados por su
médico. Por ejemplo, en 1998 uno de cada cuatro muchachos latinos en el 8vo grado había
utilizado, por lo menos una vez, algún tipo de droga ilícita. El uso de drogas afecta igual
número de muchachas y muchachos latinos.
El abuso de drogas es un comportamiento que se puede prevenir. Sin embargo, los efectos
prolongados de las drogas en el cerebro pueden llevar a la drogadicción, la cual es una
enfermedad crónica y recurrente del cerebro. Para cualquiera adicto a las drogas, la necesidad
compulsiva de consumir drogas puede ser irresistible. Puede afectar todos los aspectos de la
vida de su hijo y de su familia.
El uso de drogas puede tener serias consecuencias para el futuro de un muchacho o un adulto,
porque las drogas pueden alterar la manera en que funciona el cerebro. El abuso de drogas
puede impedir que sus hijos se desempeñen bien en la escuela y puede dificultar su capacidad
para encontrar y mantener empleo, aún después de haberse graduado. Las investigaciones
científicas han demostrado que la comunicación con los hijos es una manera eficaz de prevenir
que utilicen las drogas. Nunca es demasiado temprano o demasiado tarde para hablar sobre
los riesgos asociados con el abuso de drogas.
El propósito de esta publicación es ofrecerle información científica acerca de los efectos de las
drogas a la salud. Esta le servirá para que hable con sus hijos sobre las consecuencias de las
drogas. Las drogas sobre las que elaboraremos son los inhalantes, la marihuana, la cocaína, la
heroína y la metanfetamina.
Aún cuando no deseáramos que fuese así, nuestros hijos pueden tener acceso a drogas en
muchos lugares. Aunque sea difícil, es muy importante que usted hable con sus hijos sobre las
consecuencias del uso de drogas-y le urge hacerlo si usted sospecha que están usándolas.
Usted conoce a sus hijos mejor que nadie. La mayoría de los padres desarrollan un sexto
sentido sobre sus hijos que les ayuda a intuir los más pequeños cambios en ellos. Pueden
existir muchas causas sobre los cambios que usted observe, pero en general, los muchachos
que experimentan o usan drogas pueden mostrar alteraciones en:
Existen ciertas cosas que usted puede ir encontrando en su casa, o en posesión de sus hijos
que pueden indicar que están usando drogas. Por ejemplo:
Papeles para enrollar o liar cigarrillos, pipas y pinzas que se usan para consumir marihuana;
Frascos pequeños de medicinas, espejos, o cuadritos de vidrio que se usan para consumir
cocaína;
Calcetines que huelen a spray para el pelo, latas o recipientes vacíos de pegamento, o latas
vacías de spray para el pelo, que puede ser restos del consumo de in
De hecho la conección del espírtu con el universo (el inconciente colectivo de Jung), o
"factor transcendental" es la conección más importante pues, es a través de esa
relación, que la fuerza espiritual nutre el resto de las facetas del ser. La conección
personal es la relacioó con el propio yo, y la relación interpersonal es la manifestación
de esa fuerza en nuestras relaciones. De esta manera si hay una desconección con la
fuerza o factor trascendental, los otras dos niveles estarán bloquedos tambien.
Las adicciones causan una desconección con la realidad espiritual interior, y con la
fuerza trascendental universal. Esta desconeccion no es inmediata sino progresiva y
puede ser reversible. Mientras más severa se vuelve la adicción, más profunda es la
desconección espiritual interior. Esto a su vez funciona como un círculo vicioso, pues
el vacío interior resultante, predispone más aún al uso como forma de llenar estos
vacíos, pero esta es una solución temporal, agravando la desconección a largo plazo y
reforzando la dependencia.
Una religiosidad fuerte no garantiza una conección espiritual robusta, así como la falta
de religiosidad, no necesariamente esta asociada, a falta de espiritualidad.
1.- Adecuada capacidad de relacionarse y compartir, asi como servir a los demas
2.- Serenidad interior que se refleja en las actuaciones y en la personalidad
individual.
3.- Capacidad de valorar lo cotidiano y lo que aprentemente es intrasendente.
4.- Capacidad de jugar y expresar sentimientos
5.- Disminucion del egocentrismo y de la necesidad de validacion externa
6.- Disminucion de la necesidad obsesiva e irazonable de control en las relaciones
personales
7.- Mayor dedicacion al servicio desinteresado.
8.- Confianza renovada en el provenir, percibiendo al universo como un sitio amoroso
y seguro.
9.- Desapego creciente a las fuentes materiales de seguridad o satisfacción, como el
dinero, sexo, prestigio o propiedades.
10.- Capacidad de maravillarse con la simplicidad.
Recuerde siempre que la razón última o el significado del desarrollo espiritual es algo
muy personal, pero nunca debe ser visto como el fín en sí mismo, sino como un don
que debe ser compartido para poder conervarlo.
http://www.adicciones.org
CASO
Primera ley: “La persona que llega es la persona correcta”. Nadie llega a
nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean están aquí para
nuestro crecimiento y aprendizaje.
Segunda ley: “Lo que sucede, es la única cosa que podía haber sucedido”. Nada
de lo que sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Lo que
pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que ocurrir de ese modo para
que aprendiésemos esa lección y pudiéramos seguir adelante. Todas y cada una
de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque
nuestra mente y nuestro ego se resistan a aceptarlo.
Cuarta ley: “Cuando algo termina, termina”. Si algo termina en nuestras vidas,
es para nuestra evolución. Es mejor dejarlo ir y seguir adelante, enriquecidos con
esa experiencia. Ningún copo de nieve cae nunca en el lugar equivocado.