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Aspectos físicos de la luz

2 1. Naturaleza de la luz
1:i luz es una manifestación de la energía en forma de radiaciones electro-

111ugnéticas, capaces de afectar al órgano visual.
So denomina radiación a la transmisión de energía a través del espacio.

Otras manifestaciones de la energía en radiaciones de igual forma pueden


oh~ervarse en la figura 2-1 {véase página54). El conjunto de todas ellas se
r.onoce con el nombre de espectro electromagnético.

Cornúnmente se tiene la idea de que la luz del día es blanca y de que la perci-
bimos en forma sencilla y única, pero en realidad está compuesta por un con-
junto de radiaciones electromagnéticas.

Lxperimentalmente se observa que un rayo de luz blanca, al atravesar un pris-


rn.i triangular de vidrio transparente se descompone en una banda continua
do colores que contiene a todos los del arco iris {rojo, anaranjado, amarillo,
vorde, azul, añil y violeta), los cuales son radiados dentro de una determinada
zona del espectro electromagnético.

2.2. Producción de la luz


La luz se puede producir de varias formas. Las más importantes con relación a
las lámparas eléctricas son:
Calentando cuerpos sólidos hasta alcanzar su grado de incandescencia
{fundamento de las lámparas incandescentes).

Provocando una descarga eléctrica entre dos placas o electrodos situa-


dos en el seno de un gas o de un vapor metálico {fundamento de las lám-
paras de descarga).

En cualquier caso la producción de la luz es una transformación de la energía.

53
1011 t-- OIIIIN "IIIIIN
Oncln cortn
10' - - Onda ultrec:orta

10' ..,.._ T•le,W4n

10' RidM

Ravos lnfrarrojoe
Lu2
- Rayoa
10-
Rayos X
10-'

10-1 1 - - Rayos gamma

10-• - - -

10-' 1 - - Rayos c:6smlcoa

10-• .,__

10-" 1 - -

10-'" I - -

2.3. Transmisión de la luz


La luz se transmite a distancia a través del espacio, por medio de ondas simi-
lares a las que se forman en el agua de un estanque cuando se tira una piedra
(figura 2-2 véase en página 55). Estas ondas concéntricas se propagan a lo
largo y ancho del estanque, formando crestas y valles, amortiguándose en su
recorrido hasta desaparecer. Merced a las mismas, el efecto del choque de la
piedra sobre el agua se aprecia a distancia del lugar donde se ha producido.
(Figura 2- 3 en pái:¡ina 55).

Las ondas del agua y las ondas luminosas tienen en común que sus efectos se
perciben a distancia, diferenciándose en qu·e las ondas luminosas no necesi-
tan de ningún medio material para propagarse, aunque también se transmiten
a través de algunos cuerpos sólidos y líquidos, mientras que las del agua pre-
cisan de este elemento. Así la luz que recibimos del sol en forma de ondas lle-
ga hasta nosotros atravesando el espacio vacío que existe entre los. planetas,
y al entrar en contacto con la atmósfera se transmite a través de los gases que
la forman.

Otra diferencia es que las ondas luminosas se propagan en todas las direccio-
nes del espacio (largo, ancho y alto). mientras que las del agua sólo lo hacen
en la superficie del estanque (largo y ancho).

54
.
nm
-780

700

-800

-500

Fig. 2.1. Espectro electromagnético con zonas de efectividad y aplicación.

-

--

-•1.1111 '•
1
,

Fig. 2.2.
Ondas producidas en el agua.

Fig. 2.3. Amortiguación de las ondas producidas en el agua.

55
Resumiendo:
O por medio de ondas
O a distancia
O en el vacío
O en todas las direcciones.

2.4. Caracter(sticas de la radiación luminosa

La radiación luminosa, al igual que las otras radiaciones electromagnéticas,


presenta dos características flsicas fundamentales por las cuales se diferen-
cian. Estas características son:
O La longitud de onda o distancia entre dos ondas consecutivas.
O La velocidad de propagación (la luz se propaga a la velocidad de
300.000 km por segundo).
Además de estas características, la luz se propaga en 11nea recta que corres-
ponde al eje de las ondas luminosas, corno puede verse en la figura 2-4. (Pá-
gina 56).
La unidad de longitud de onda empleada en luminotecnia, es el nanómetro de
símbolo nm.
Otras unidades y sus equivalencias para la medida de longitudes de onda de
radiaciones electromagnéticas, se dan en la tabla 2-1.

Tabla 2-1 .-Unidades y equivalencias para la medida de las longitudes de


onda de las radiaciones electromagnéticas.

Unidad Símbolo Equivalencias


Micra 1.1. 1 1.1. = 10-e m = 10-1 cm = 10-9 mm
Nanómetro nrn 1nm = 10-9 rn = 10-11 cm = 10-12 mm
Angstron •
A 1 A = 10-10 m = 10-12 cm = 10-13 mm

Longitud de onda

Cúspide
., .2
..
~
..,
e
,o
.,
·¡:;
.,"'
o.
e
a.
Flg. 2 .4. Longitud de onda y propagación de
la luz.

56
El ojo humano, órgano
receptor de la luz


t 3.1. El ojo humano

El ojo es el órgano fisiológico mediante el cual se realizan las sensaciones de


luz y color.

El ojo recibe la energía luminosa y la transforma en energía nerviosa, que es


conducida a través del nervio óptico hasta el cerebro.

En la figura 3-1 (página58) se representa un corte longitudinal esquemático


del ojo humano, en el que se puede apreciar su constitución anatómica.

El ojo se puede comparar con una cámara fotográfica aunque es mucho más
perfecto que ésta, presentando algunas diferencias fundamentales. (Figura
3 -2 véase en página58).

El "objetivo" en el ojo está compuesto por córnea, humor acuoso y cristalino;


el "diafragma" es el iris, y la " película" fotosensible, la retina.

La retina está dotada de elementos fotorreceptores que cumplen distintas


funciones. Estos elementos, por su forma. reciben el nombre de conos y bas-
toncillos. (Figura 3-3 véase en página 59).
Los conos y bastoncillos son los órganos realmente sensibles a los estlmulos
luminosos, siendo en ellos donde se realiza la transformación de la energía
luminosa en sensación o energía nerviosa.

Los bastoncillos son muy sensibles a la luz y casi insensibles al color, mientras
que los conos son muy sensibles a los colores y casi insensibles a la luz. De
aquí que la misión de los bastoncillos sea la de percibir la mayor o menor cla-
ridad con que están iluminados los objetos, y la de los conos el apreciar los
colores de éstos.

En la visión a la luz del día o con suficiente luz artificial clara (llamada visión
fotópica) intervienen los bastoncillos y los conos, mientras que en la visión
nocturna o con muy poca luz (llamada visión escotópica) intervienen esencial-

57
...
Párpado superior Mancha amarilla

Humor vhreo
Músculos oftálmicos
Eje visual ?

. --- - - -
-- - --'-- -----
Humo, acuoso Punto ciego -
Nervio óptico
Córnea
Cr,stahno
Retina
Iris

Paroado inferior · Coroides

Músculo ciliar Esclerótica

Fig. 3.1. Constitución anatómica del ojo humano.


Imagen en la
--- - '
retina

Ob1eto Diatragma Capa


fotosensible

1- - · - - ---- Imagen en
fa película

Película

Fig. 3.2. Partes ópticas més importantes del ojo en


comparación con una cámara fotográfica.

58

I

Segmento de redne
representada amba ...
con gran aumento

Fig. 3.3. Estruc1ura de la retina como


parte fotosensible del ojo.

59
mente los bastoncillos. En la visión escotópica no se distingue el color de los
objetos, lo que justifica el refrán de que "de noche todos los gatos son par-
dos".
"I

En el centro de la ratina se encuentra una mancha amarilla, donde el número


de conos es muy superior al de bastoncillos, existiendo en el centro de esta
mancha un pequeño punto de 0,25 mm de diámetro, llamado fóvea central,
que sólo contiene conos y en el cual la sensibilidad retiniana a la estimulación
luminosa es máxima.
El punto de entrada del nervio óptico constituye lo que se llama punto ciego,
que por no contener ni bastoncillos ni conos es insensible a las impresiones
luminosas.

Fig, 3 .4.
Formación de imagen y
su rectificación en et
cerebro.

60 ..

3.2. Formaci6n de imégenas

El campo visual del hombre está limitado por un ángulo de unos 130° en sen-
tido vertical y de unos 1 80° en sentido horizontal.

De los objetos iluminados o con luz propia situados en el campo visual, parten
rayos luminosos que atravesando la córnea pasan por el cristalino donde se
refractan y llegan a la retina, en la cual se forma la imagen de los objetos. Esta
imagen se percibe Invertida y mucho más pequeña que la natural, al igual que
ocurre en la cámara fotográfica, pasando mediante el nervio óptico al cerebro
que se encarga de su interpretación y de rectificar su posición, tal como se ve
en la figura 3-4 (página 60).

Si se quiere ver con mayor nitidez la imagen de un objeto, ha de mirarse de tal


forma que los rayos luminosos procedentes del mismo convergen exactamen-
te sobre la retina, en la fóvea central.

3.3. Adaptación

Es la capacidad que tiene el ojo para ajustarse automáticamente a las diferen-


tes iluminaciones de los objetos. Este ajuste lo real iza la pupila en su movi-
miento de cierre y apertura. En las máquinas fotográficas se hace por medio
del diafragma (véase figura 3-5 en página 61 ).

Si la iluminación es muy intensa, la pupila se contrae reduciendo la luz que


llega al cristalino, y si es escasa, se dilata para captarla en mayor cantidad.
En iluminaciones muy altas de valor, la pupila se reduce a un diámetro de
aproximadamente 2 mm. y en iluminaciones muy bajas. se abre hasta aproxi-
madamente 8 mm .

Alumbrado
1ntef'ISO

Iris
Diafragma

Alumbrado
débil

Fig. 3.5. Adaptación del ojo a distintos alumbrados.

.. 61
Cuando se pasa de un local bien iluminado a otro completamente a oscuras,
el ojo se ve sometido a un proceso de adaptación en el que para su ajuste
total necesita unos 30 minutos, mientras que por el contrario cuando se pasa
de un local a oscuras a otro bien iluminado, dicho período es de sólo unos
segundos. (Figura 3-6 véase en página 62).

3.4. Acomodación
Es la capacidad que tiene el ojo para ajustarse automáticamente a las diferen-
tes distancias de los objetos, y obtener de esta forma una imagen nítida en la
retina . Este ajuste se efectúa variando la curvatura del cristalino y con ello la
distancia focal por la contracción o distensión de los músculos ciliares. Si el
objetivo se encuentra próximo al ojo, la curvatura del cristalino se hace mayor
que cuando está lejos. En la máquina fotográfica se hace variando la distancia
entre el objetivo y la película.
la capacidad de acomodación del ojo disminuve con la edad a consecuencia
del endurecimiento del cristalino. (Figura 3-7 véase en página 63).

3.5. Agudeza visual


La agudeza visual es la capacidad que tiene el ojo de reconocer por separado
con nitidez y precisión objetos muy pequeños y próximos entre sr.
La visión nítida está delimitada en su mayor parte en la región de la fóvea cen- 1

tral.
Se dice que una persona tiene elevada o buena agudeza visual cuando puede
leer sin esfuerzo, distinguir los detalles de un objeto minúsculo o reconocer
perfectamente una señal de tráfico a larga distancia.

%
120

too

-!."',
.?:
80

..
-o
31 60

Fig. 3.6.
.
~
.,.,e 40
Curva de la
fotosensibilidad -
o
o
u. 20
relativa del ojo del
tiempo de
adaptación. o 20 30 40 50
Tiempo de adaptación (m ln.)

62 .

La agudeza visual normal se considera que tiene el valor unidad, disminuyen-
do este valor con la edad debido a que el cristalino, endurecido con el tiempo,
pierde elasticidad y no enfoca la imagen de los objetos suficientemente defini-
da sobre la retina.

En el gráfico de la figura 3-8 (véase en página 63), la agudeza visual de una


persona de 60 años es de aproximadamente un 75% respecto a una de 20
años.

3.6. Sensibilidad del ojo a lea radiaciones luminosas

El conjunto de radiaciones de la luz del dfa está comprendido en una zona del
espectro electromagnético, cuyas longitudes de onda van desde 380 nm para
el color violeta hasta 780 nm para el color rojo. Estos valores corresponden a

--- --- --- Vi~ta de lejos

---- -- ----
--- --- --- .... _ --- -----
--- --- --- -- --
-- -- --- --- -------
ristalino ligeramente poco curvado

---------
Vista de cerca

-- -- -- ---
t-- -- (--------
rlstalino fuenemente muy curvado
Fig. 3. 7. Acomooación del ojo respecto a la distancia de los objetos.

80

. 60

--e
~
m

..
:,
40

Fig. 3.8.
Gráfico de la
..
.!!
>
:1
1) 20
::,
agudeza visual a,
e(
respecto a la
edad. 20 40 60 80
Edad lallosl


' .. 63
los límites de sensibilidad del ojo humano a la luz. Fuera de los mismos, el ojo
es ciego, esto es, no percibe ninguna clase de radiación.
Todas las fuentes luminosas tienen su propia radiación o mezcla de ellas den-
tro de dichos límites.
Si cada una de las radiaciones que contiene la luz blanca se hace llegar al ojo
independientemente, éste las captará en sus diversos colores con distinta
intensidad, debido a que la sensibilidad de los conos de la retina es diferente
para cada color.
Si se representa mediante un gráfico la sensibilidad relativa del ojo humano
para las distintas longitudes de onda de la luz del mediodía soleado, supo-
niendo a todas las radiaciones luminosas la misma energía, se obtiene una
curva acampanada que se denomina ··curva de sensibilidad del ojo a las radia-
ciones monocromáticas de longitud de onda X", o abreviadamente "curva
V A ".
El 0jo tiene la mayor sensibilidad para una longitud de onda de 555 nm que
corresponde al color amarillo-verdoso, y la mínima a los colores rojo y violeta.
De aquí se deduce que los manantiales luminosos que presenten más radia-
ciones, cuyas longitudes de onda corresponden a los colores verde y amarillo,
tendrán más eficacia, aunque una luz de tal clase no es apropiada a nuestro
ojo acostumbrado a la luz blanca del sol.
En la visión escotópica (en el crepúsculo y la noche), el máximo de sensibili-
dad se desplaza hacia longitudes de onda menores, según se observa en la
figura 3-9 (véase página641. Este fenómeno se denomina "efecto Purkinje" y
consiste en que las radiaciones de menor longitud de onda (violeta y azul) pro-
ducen mayor intensidad de sensación con baja que con alta iluminación,
mientras que las radiaciones de mayor longitud de onda (anaranjado y rojo) se
comportan al contrario. Este efecto es de tener en cuenta cuando se evalúan
pequeñas iluminaciones.

Longitud de onda nm
1oo .---,--.,.,4=00
, ,......--- ---= soo
:,,:::-.,-----,,1"0",0,...,
%

80 1 --1---+--+-- -

6 0 1--- 1 - ---1--.-...--+-

4 0 1- -1-- - 1 -- - 4 --+

Fig . 3.9 .
Curva de senslbillded 2 0 1---1---1-~ -
del ojo a las
radiaciones
monocromáticas.

64

Magnitudes luminosas
fundamentales.
Unidades y medida

4 .1. Generalidades

En la técnica de la iluminación intervienen dos elementos básicos: la fuente


productora de luz y el objeto a iluminar.

Las magnitudes y unidades de medida fundamentales empleadas para valorar


y comparar las cualidades y los efectos de las fuentes de luz, son las siguien-
tes:

O Flujo luminoso
O Rendimiento luminoso .
O Cantidad de luz
O Intensidad luminosa
O lluminancia
O Luminancia •

4.2. Flujo luminoso (Potencia luminosa)

la energía transformada por los manantiales luminosos. no se puede aprove-


char totalmente para la produci6n de luz. Por ejemplo, una lámpa ra incandes-
cente consume una determinada energía eléctrica que transforma en energía
radiante, de la cual sólo una pequeña parte es percibida por el ojo en forma de
luz, mientras que el resto se pierde en calor y en flujo no luminoso. ( Figura 4-1
véase página66).

A la energía radiante que afecta a la sensibilidad del ojo durante un segundo,


se le llama flu jo luminoso o potencia luminosa de una fuente de luz.

El flujo luminoso se representa por la letra griega <I> (fi), siendo su unidad el
lumen (lm) que, como unidad de potencia, corresponde a 1/ 680 W emitidos
en la longitud de onda de 555 nm, a la cual la sensibilidad del ojo es máxima.

• 65
4.3. Medida de flujo luminoso
La medida del flujo luminoso se realiza en el laboratorio por medio de un
fotoelemento ajustado según la curva de sensibilidad fotópica del ojo a las
radiaciones monocromáticas (curva V ~ ). incorporado a una esfera hueca a la
que se le da el nombre de esfera int egradora de Ulbricht, y en cuyo interior se
coloca la fuente a medir.

TABLA 4- 1 Flujo luminoso de algunas lémparas

Flujo lum inoso


Tipo de lémpara lm

Efluvios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0 ,6
Vela de cera . .. .... .. .. . . . .. ...... . ...... . ...... . 10
Bicicleta .................... . . ... ... . .... . ...... . 18
Incandescente Standard de 100 W .. . . .... .. ...... . . . 1.380
Fluorescente L 40 W/20 (Blanco frlo) ... . .... . ...... . 3.200
Mercurio a alta presión HOL 400 W .... . ......... .. . 23 .000
Halogenuros metélicos HOI 400 W ... .. ........... .. . 28.000
Sodio a alta presión Na V-T 400 W . . . ............ . .. . 48.000
Sodio a baja presión Na 180 W . ....... . ... . .. . ..... . 31.500
Magnesio AG 38 .... ... ........ . . . .... . .. . ....... . 450.000
(

Potencia Flujo Flujo luminoso


eléctrica. radipnte.

Potencia perdida Flujo no


por el calor luminoso
Flg. 4 . 1. Transformación de potencia eléctrica para la producción de l uz en una
lámpara incandescente.

66
.. •

4 .4. Rendimiento luminoso o coeficiente de eficacia luminosa

El rendimiento luminoso o coeficiente de eficacia luminosa indica el flujo que


emite una fuente de luz por cada unidad de potencia eléctrica consumida para
su obtención.

El rendimiento luminoso se representa por la letra griega r¡ (eta), siendo su


unidad el lumen por vatio (lm/W).

La fórmula que expresa el rendimiento luminoso es:

Si se lograse fabricar una lámpara que transformara sin pérdidas toda la


potencia eléctrica consumida en luz de una longitud de onda de 555 nm, esta
lámpara tendría el mayor rendimiento luminoso posible, cuyo valor sería de
680 lm/W, pero como sólo una pequeña parte es transformada en luz, los ren-
dimientos luminosos obtenidos hasta ahora para las distintas lámparas que-
dan muy por debajo de ese valor, presentando diferencias notables entre las
mismas, como puede apreciarse en la tabla 4-2.

Ejemplo de cálculo de rendimiento luminoso: la lámpara incandescente de la


serie Standard de 100 W. que emite un flujo luminoso de 1.380 lúmenes t ie-
ne un rendimiento luminoso de:

11 = .!. = 1 .3 80 lm = 13 8 1m/w
W 100 W '
El rendimiento luminoso se suele dar también, para las lámparas de descarga,
respecto al consumo de potencia de la lámpara con accesorio de cone><ión.

Tabla 4 - 2 Rendimientos luminosos de algunas lémparas

Potencia Rendimiento
Tipo de lámpara nominal luminoso
w lm/W
Efluvios . . . . ....... . ... . .. . .. . .. . ... ... . 0,3 2
Incandescente Standard 40 W/ 220 V .... . . . . 40 11
Fluorescente L 40 W / 20 (Blanco frío) . ..... . 40 80
Mercurio a alta presión HOL 400 W ....... . 400 58
Halogenuros metálicos HQI 400 W ........ . 360 78
Sodio a alta presión Na V-T 400 W ........ . 400 120
Sodio a baja presión Na 180 W ........... . 180 175

67

-

4.5. Cantidad de luz (Energfa luminosa)

De forma análoga a la energía eléctrica Que se determina por la potencia eléc-


trica en la unidad d~ tiempo, la cantidad de luz o energía luminosa se determi-
na por la potencia luminosa o flujo luminoso emitido en la unidad de tiempo.

La cantidad de luz se representa por la letra Q, siendo su unidad el lumen por


hora (lmh).

La fórmula que expresa la cantidad de luz es :


O=<l>Xt

Esta magnitud es importante en las lámparas relámpago empleadas en foto-


grafía, pues su valor es decisivo para la iluminación de la película. Debido al
corto tiempo de la descarga, la cantidad de luz suele di,trse en lúmenes por
segundo (lms). La lámpara AG 38 que emite una cantidad de luz de 2, 1 lmh,
esta magnitud por segundo será :

2 , 1 lmh x 3.600 segundos = 7 .560 lms

También tiene interés conocer a efectos de cálculos económicos la cantidad


de luz que emite una lámpara durante su vida. Una lámpara incandescente
Standard de 40 W que tiene un flujo luminoso.de 430 lúmenes, durante su
vida de 1000 horas emitirá una cantidad de luz de:

430 lm x 1000 horas = 430.000 lmh


De esta cantidad hay que descontar la correspondiente a la pérdida de flujo
que se produce en el transcurso de dicha vida.

4 .6. Intensidad luminosa

Esta magnitud se entiende únicamente referida a una determinada dirección y


contenida en un ángulo sólido. Al igual Que a una magnitud de superficie le
corresponde un ángulo plano que se mide en radianes, a una magnitud de
volumen le corresponderá un ángulo sólido o estéreo que se medirá en este-
reorradianes.
El radian se define como el ángulo plano que corresponde a un arco de circun-
ferencia de longitud igual al radio.
El estereorradian se define asimismo como el ángulo sólido que corresponde
a un casquete esférico cuya superficie es igual al cuadrado del radio de ·1a
esfera. (Figuras 4 - 2 y 4-3 véase en página69.)

La intensidad luminosa de una fuente de luz en una determinada dirección es


igual a la relación entre el flujo luminoso contenido en un ángulo sólido cual-

68
..

..
quiera cuyo eje coincida con la di rección considerada y el va lor de dicho ángu-
lo sólido exoresado en estereorradianes.
La intensidad luminosa se representa por la Letra l. siendo su unidad la cande-
la (cd).

La fórmula que expresa la intensidad l'uminosa es:

1= (J,
w

La candela, unidad de intensidad luminosa, se define como 1/ 60 de la intensi-


dad luminosa por cm 2 del manantial luminoso patrón (cuerpo negro} a la tem-

peratura de fusión del platino (2 .046 °K). .

11 =1
«
1 radié n


Fig. 4 .2 .
Angulo
plano « 1otal) - 2 n redienes

, ,•, I
, cd
,' II
, ,

I
I I
I 1 ,

' -----
'
J
' ,t.__
•r : 1m ~
]"
• - 1 Lrn
... (¡)
• E = 1 Lux
Fig. 4 .3 . ........---1
\

\
1 -

1
- - - _ ..

.. S ~ 1 m•
Angulo sólido. ' \

Relación entre flujo
luminoso, ', ''
intensidad .........
''
\

luminosa e
l iluminancia.
c.> total) = 4n estereorradlanes

.. 69

El cuerpo negro es aquel capaz de emitir y absorber todas las radiaciones del
espectro visible. ( Figura 4-4 véase en página 70.)

El conjunto de la intensidad luminosa de un manantial en todas direcciones


constituye lo que se llama distribución luminosa. Las fuentes de luz utilizadas
en la práctica tienen una superficie luminosa más o menos grande, cuya
intensidad de radiación se ve afectada por la propia construcción de la fuente,
presentando valores diversos en las distintas direcciones.

Con aparatos especiales se puede determinar la intensidad luminosa de un


manantial en todas direcciones del espacio con relación a un eje vertical. Si
representásemos por medio de vectores la intensidad luminosa de un manan-
tial, en infinitas direcciones del espacio, obtendríamos un·cuerpo llamado "só-
lido fotométrico" . (Figura 4-5 véase en página70).

Haciendo pasar un plano por el eje de simetría del cuerpo luminoso se obten-
drla una sección limitada por una curva que se denomina curva de distribu- 1'
ción luminosa y también curva fotomitrica. (Figuras 4 -6, 4 - 7 y 4-8 véanse en
páginas 71 y 72 .)

Mediante la curva fotométrica de un manantial se puede determinar con exac-


titud la intensidad luminosa en cualquier dirección, dato necesario para algu-
nos cálculos de iluminación.


131)<

Cav,da<I
radiador.a
(óxido de
torio)

rísol de fusión

Fig. 4 .5.
Fig. 4 .4 . Manantial luminoso Sólido fotométrico
patrón internacional de una lámpara
(Cuerpo negro). incandescente.

70

Las curvas fotométricas se dan referidas a un flujo luminoso emitido de 1000
lúmenes y como el caso más general es que la fuente de luz emita un flujo
superior, los valores de la intensidad lum inosa correspondientes se hallan
mediante una simple relación.

Ejemplo :

Si una lámpara de mercurio a alta presión tipo HQL tiene un flujo luminoso de
23.000 lúmenes, los valores de la intensidad luminosa deducidos de su curva
fotométrica dada para 1000 lúmenes, habrá que multiplicarlos por el factor
23 hallado de la relación 23.000/ 1000, para obtener el verdadero valor.
1

4.7. Medida de la intensidad luminosa


La medida de la intensidad luminosa se realiza en el laboratorio por medio de
aparatos especiales, de los cuales existen diversos modelos fundados en la ley
de la inversa del cuadrado de la distancia (véase 5. 1) de la iluminación de una
fuente de luz patrón y otra desconocida, situadas una frente a otra en un mis-
mo eje e interceptadas por una pantalla en la que se igualan las iluminaciones
captadas en ambas caras de la misma mediante un objetivo apropiado.

160° 140°
180º 160º

120

120°
120°

o
cd
1 900
cd -+--1 90°
20
I

60° 600

120

1oo l-.d:::::::..!.-...:::::S.- ~ ~J
O 20° 40º
o 20° 40º
Fig. 4.6. Curva fotométrica de una
lllm p a ra inca n descente Fig . 4 .7 . Curva fotométrica de una
lámpara fluorescente.
Standard.

71
..

4 .8. lluminancia
la iluminancia o iluminación de una superficie es la relación entre el flujo
luminoso que recibe la superficie y su extensión. •
'
la iluminancia se representa por la letra E, siendo su unidad el lux.

la fórmula que expresa la iluminancia es:

<I>
E=
s
Se deduce de la fórmula que cuanto mayor sea el flujo luminoso incidente
sobre una superficie, mayor será su iluminancia, y que, para un mismo flujo
luminoso incidente, la iluminancia será mayor a medida que dismiuye la
superficie.
El lux, unidad de iluminancia, se define como la iluminancia de una superficie
de 1 m2 que recibe uniformemente repartido un flujo luminoso de un lumen.

La iluminancia constituye un dato importante para valorar el nivel de ilumina-


ción que existe en un puesto de trabajo, en una superficie de un recinto, en
una calle, etc. (Figura 4 -9 véase en página73).

180"
'
cd 120º

40

90"

40

60º

Fig. 4 .8 .
Curva fotométrica de una lámpara 200
de mercurio a alta presión con o
luminaria.


72
Tabla 4-3. Distintos valores aproximados de iluminancias

Mediodía de verano al aire libre, con cielo despejado ... 100.000 lux
Mediodía de verano al aire libre, con cielo cubierto . . . . 20.000 lux
Puesto de trabajo bien ilum inado en un recinto interior . 1.000 lux
Buen alumbrado público ... . . . . . ...... .. ........... 20 a 40 lux
Noche de luna llena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,2 5 lux
Noche de luna nueva (luz de las estrellas) . . . . . . . . . . . . 0,01 lux

4 9 Medida de la iluminancie

La medida de la iluminancia se realiza por medio de un aparato especial deno-


minado luxómetro, que consiste en una célula fotoeléctrica que al incidir la luz
sobre su superficie genera una débil corriente eléctrica que aumenta en fun-
ción de la luz incidente. Dicha corriente se mide con un miliamperlmetro cali-
brado directamente en lux.

1 Lum,

1 Luc
Fig. 4.9.
Unidad de
iluminancia. Lux.

73

4 .1O. Luminancia
La luminancia de una superficie en una dirección determin ada, es la relación
entre la intensidad luminosa en dicha dirección y la superficie aparente (su-
perficie vista por el observador situado en la misma dirección).

La luminancia se representa por la letra L, siendo su unidad la candela por


metro cuadrado (cd/ m 2 ) llamada nit (nt), con un submúltiplo, la candela por
centimetro cuadrado (cd/ cm 2 ) empleada para fuentes con elevadas luminan-

c,as.

La fórmula que expresa la luminancia es:

L= 1
S X COS. (J.

siendo: S x cos. Ot = Superficie aparente


La luminancia será máxima cuando el ojo se encu entre en la perpendicular a
la superficie luminosa, ya que entonces el ángulo a. es igual a cero y coseno
de ix igual a uno, correspondiendo la superficie apa rente a la real.

La luminancia puede ser directa o indirecta, correspondiendo la primera a los


manantia les luminosos y la segunda a los objetos iluminados. (Figuras 4 - 1O y
4-11 véanse en páginas 7 4 y 75.)
La luminancia es la que produce en el órgano visua l la sensación de claridad,
pues la luz no se hace visible hasta que es reflejada por los cuerpos. La mayor
o menor claridad con que vemos los objetos igualmente iluminados, depende
de su luminancia. El libro y la mesa(de la f~gura 4 -12 página76) tienen la
misma iluminancia, pero se ve con más claridad el libro porque su luminancia
es mayor que la de la mesa.

Fig. 4.1O.
Lumlnancla directa de
una superficie - ·
luminosa. Superficie luminosa •

74
...
La percepción de la luz es realmente la percepción de diferencias de luminan-
cia. Se puede decir, por lo tanto, que el ojo ve diferencias de luminancia y no
de iluminación.

La luminancia tiene gran importancia en el fenómeno llamado " deslum-


bramiento", que se tratará más adelante.

Tabla 4 4 . Valores aproximados de luminancias

1
' Sol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150.000 cd/cm 2
Cielo despejado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,3 a 0,5 cd/ cm 2
Cielo cubierto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,03 a O, 1 cd/ cm 2
Luna .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0 ,25 cd/cm 2
Llama de una vela éle cera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . O, 7 cd/cm 2
t
Lámpara incandescente c lara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100 a 200 cd/cm 2
Lámpara incandescente mate . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 a 50 cd/cm 2

Lámpara incandescente opal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 a 5 cd/cm 2
Lámpara f luorescente L 40 W / 20 . . . . . . . . . . . . . . . O, 7 5 cd/cm 2
Lámpara de mercurio a alta presión HQL 400 W . . 11 cd/ cm 2
Lámpara de halogenuros metálicos HOI 400 W . . . 78 cd/cm 2
Lámpara de sodio a alta presión Na V-T 400 W . . 500 cd/ cm 2
Lámpara de sodio a baja presión Na V 180 W . . . . 1O cd/cm 2
Lámpara de xenón XBO 2500 W . . . . . . . . . . . . . . . 72 .000 cd/cm 2
1
• Lámpara Vacublitz AG-3B . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50.000 cd/ cm 2
Lámpara de efluvios ( Glimm) . . ....... . ......... 0 ,02 a 0 ,05 cd/cm 2
Papel blanco con iluminación de 1000 lux . . . . . . . 250 cd/ cm 2
Calzada de una calle bien iluminada . . . . . . . . . . . . . 2 cd/cm 2

Fig. 4 . 11 .
Luminancia indirecta
de una superficie
iluminada. Superficie Iluminada

75
...

4.11 Medida de la luminancia


La medida de la luminancia se realiza por medio de un aparato especial llama-
do luminanciómetro de constitución similar al luxómetro, del que igualmente
existen diversos modelos.

Tabla 4-5. Resumen de las magnitudes y unidades luminosas


fundamentales
1
Magnitud Slmbolo Unidad DefinlciOn de la unidad Relaciones

Flujo luminoso <l> Lumen, (lm) Flujo emitido en un éngulo <l> = l.c.1
. sólldo unidad por una
fuente con una intensidad
luminosa de una candela

Rendimiento 1/ Lumen por vatio Flujo luminoso emitido por


l) - ~
luminoso (lm,W) unidad de potencia w
Cantidad de luz a lumen por segundo Flujo luminoso emitido por
(lms) unidad de tiempo
Lumen por hora O = ct> · t
(lmh)

Intensidad 1 candela (cd) 1/ 60 de la intensidad


luminosa luminosa por cm 2 del _±_
..cuerpo negro" a la l = (a)
temperatura de fusión del
platino (2.046 ºK)
lluminancia E Lux (lx) Flujo luminoso de un lumen
que recibe una superficie E =s
..
de 1 m2
.
l uminancia L Candela por m 2 Intensidad luminosa de una
(cd/mª) candela por unidad de 1
Candela por cm 2 superficie l =s
(cd/cmª)

Fig. 4 .12.
Con igual iluminancia
el libro presenta
mayor lumlnancia que
la mesa.

76
..
I
• •

Leyes fundamentales
de la Luminotecnia

5 .1. Ley de la inversa del c uadrado de la distancia

la iluminancia producida en un punto de una superficie por una fuente lumi-


nosa
. en la dirección determinada por la recta que une la fuente con el punto
central de la superficie y para una distancia dada se deduce del estudio de la
figura 5-1 (página78 ).

El manantial luminoso puntual F emite el mismo flujo en todas direcciones del


espacio. En la superficie S, colocada perpendicu larmente a una dirección
detenninada distante del foco 1 m, se obtendrá una iluminancia regular E1 ; en
otra superficie S 2 = 4S, distante 2 m. una iluminancia E2 ; y en S 3 = 9S, dis-
tante 3 m, E3, cuyos valores serán:

-E,9
f
E,

En los tres casos la intensidad luminosa 1 = ! será la misma ya Que el án-


, gulo sólido w es común a las tres superficies, pudiéndose establecer la
siguiente ley :

" Para un mismo manantial luminoso, las iluminancias en diferentes superfi-


cies situadas perpendicularmente a la dirección de la radiación, son directa-
mente proporcionales a la intensidad luminosa del foco, e inversamente pro-
porcionales al cuadrado de la distancia que las separa del mismo". Esta ley se
expresa por la fórmula :

1
E=-
d2

La ley de la inversa del cuadrado de la distancia se cumple cuando se trata de


una fuente puntual. de superficies p~rpendiculares a la dirección del flujo
77
..

luminoso y cuando la distancia es grande en relación al tamaño del foco. Para


fuentes de luz secundarias {luminarias), se considera suficientemente exacta,
si la distancia es por lo menos cinco veces la máxima dimensión de la lumina-

na.
Según esta ley, un manatial con una intensidad luminosa uniforme de 36 can-
delas, que emite luz en un ángulo sólido w siempre constante, producirá
sobre una superficie situada perpendicularmente a la dirección de radiación, a
las distancias de 1. 2 y 3 m. las siguientes iluminancias:

1 36
En la superficie a 1 m E,= d 2 =-
12
= 36 lux
1

En la superficie a 2 m E2 = _I_ - 36 = 9 lux


dz2 22
En la superficie a 3 m E3 = 1
d 2 =~
32 = 4 lux
3

de donde se deduce que:

F . -¡- · - ·
-· -·-i--4-----
E1
...=::-- 4L -- - H"I-· - ·
·- . %_

,,. ·- -~ - · - - -.!:"~

Fig. 5.1.
Distribución del flujo 3•
luminoso sobre
distintas superficies.

S1 : '' ~Si,1- - -

J6 ,.,, ,,.,, 4 lax

Fig. 5.2 .
Aplicación de la ley de
la inversa del
cuad,ado de la
distancia.

78

En la figura puede observarse que el mismo flujo luminoso-para la distancia de


2 m se reparte sobre una superficie cuatro veces mayor que para la distancia
de 1 m; y de la misma forma para la distancia de 3 m se reparte sobre una
superficie nueve veces mayor. Como E = ; , la iluminancia resultante en
cada superficie es respectivamente cuatro y nueve veces menor que en S 1
según indica dicha ley. (Figura 5-2 véase en página78).

5.2 . Ley del coseno

En el anterior caso la superficie estaba situada perpendicularmente a la direc-


ción de los rayos luminosos, pero cuando forma con esta un determinado án-
gulo -ex , como el manantial F' de la figura 5-3 la fórmula de la ley de la inver-
sa del cuadrado de la distancia hay que multiplicarla por el coseno del ángulo
correspondiente cuya expresión constituye la llamada "l ey del coseno" que se
enuncia así.
1
E= - X cos. Q'.
d2
" La iluminancia en un punto cualquiera de una superficie es proporcional al
coseno del ángulo de incidencia de los rayos luminosos en el punto ilumina-
..
do .

En la figura 5-3 (página80), se representan dos manantiales F y F' con igual


intensidad luminosa y a la misma distancia del punto P. El manantial F con un
ángulo de incidenc;a ex igual a cero, al cual corresponde cos. O = 1, producirá
una iluminancia en el punto P de valor

1
Ep = -d2 x 1

De la misma forma el F' con ángulo oc igual a 60°, al que corresponde cos
60° = 0,5, producirá en el mismo punto una iluminación de valor

E'r = ~ X 0,5
d
es decir que E' r = 0 ,5 E o también que para obtener la misma iluminación en
el punto P, la lnten'sidad luminosa del manantial F' debe ser doble de la del
manatial F.

En la práctica, generalmente no se conoce la distancia d del foco al punto


considerado, sino su altura h a la horizontal del punto, por lo que en lugar de
la fórmula anterior se emplea la siguiente en la cua l interviene la altura h.

Er = -h21 cos 3 ex

• 79

5.3. lluminancia normal, horizontal y vertical


En la figura 5-4 (véase página 81 ) el manantial F ilumina tres planos situados
en posiciones normal, horizon tal y vertical respecto al mismo. Cada uno de
ellos tendrá una iluminancia llamada

EN = iluminancia normal
EH = iluminancia horizontal
Ev = iluminancia vertical

El valor de la iluminancia normal, horizontal y vertical para el punto P de la


figura se determina de la siguiente forma:

O lluminancia normal : Aplicando la ley de la inversa del cuadrado


de la distancia

E - ~
N - d2
siendo l« = Intensidad luminosa bajo el
ángulo ex . Prácticamente sólo se conside-
ra la iluminancia normal de un punto en el
caso que éste se encuentre situado en la
vertical del manantial luminoso sobre el
plano horizontal, por lo que la fórmula
. en
anterior se convierte

F'

Fig. 5.3. <( ___...__ p - -. . F


lluminancla en un
Dirección visual
punto desde dos
manantiales d
luminosos con
diferente Angulo de
incidencia.

80 •


y también cuando está situado en lfnea


recta con el manantial sobre el plano verti-
cal, siendo la iluminancia

O lluminancia horizontal : Aplicando la ley del coseno

E,., -= EN X cos. «
1ex
EH= - X cos. (X
d2
y en relación con la altu ra h

10t
EH= -
h2
cos3 ex

O lluminancia vertical : Aplicando la ley del coseno

EV = EN X cos. ~

Ev = EN x sen ot

lrx
Ev = -h2 x sen ot x cos 2 ot

(en función de la altura h)


M,
lcx
..
.!!
Ev = -a2 x sen 3 ot .
e
,.
o
(en función de la distancia horizontal a)
e
« :2
-E"'"~ También se puede determinar el valor de
h
-
:,

Ev conociendo el de EH mediante la
siguiente igualdad:

llum,naci(,n
ho,i2on1al

Fig. 5.4.
lluminancia normal,
horizontal y vertical de
un punto.

81
Reflexión, transmisión y
absorción de la luz

6 .1. Generalidades

La aplicación de luz en la forma más conveniente exige de un control y una


distribución que se consigue modificando sus características merced a los
fenómenos físicos de reflexión, absorción y transmisión de la luz.

6.2 . Reflexión

Si un rayo o un haz de rayos luminosos incide sobre una superficie especular,


se refleja en la misma de forma que el ángulo de incidencia es igual al de
reflexión. ( Figura 6-1 página 84).
1
En la reflexión de la luz interviene de manera decisiva la constitución de la
superficie reflectante, distinguiéndose respecto a la misma las siguientes cla-
ses de reflexión:

0 Dirigida o especular, producida por superficies completamente lisas y bri-


llantes, como los espejos de vidrio azogado y los metales pulimentados (fi -
gura 6-2 página 84) .

O Difusa, producida por superficies rugosas y mates, como la tela blanca y el


yeso (figura 6 -3 página 84).

O Semidirigida, producida por superficies rugosas y brillantes, como el papel


couché (figura 6 -4 página 84).

O Semidifusa, p roducida por superficies blancas y esmaltadas (figura 6-5 pá-


gina 85 ).

Las clases de reflexión semidirigida y semidifusa, son formas mixtas o mez-


. 83
clas de las dos primeras, observándose que la mayor parte de los materiales
presentan una combinación de todas ellas.

La reflexión difusa evita el deslumbramiento.

6.3. Transmisión
Se conoce con el nombre de transmisión de la luz a su propagación a través
de los cuerpos transparentes o translúcidos. En este fenómeno, la dirección
de los rayos luminosos queda modificada o se desplaza por refracción según
se indica en la figura 6-6 (pág ina85).
Lo mismo que en la reflexión, la constitución de los cuerpos determina las
siguientes clases de transmisión:

O Dirigida, que se produce por los cuerpos transparentes, como el vidrio cla-
ro (figura 6-7 página 85).

O Difusa, que se produce por los cuerpos translúcidos muy densos, como el
vidrio muy opal (figura 6- 8 página 85).
1
'

,,¡ . 1•
- ·-"'
:,
"O
-"' ·-...
CI)
C)

'O "O
e: e:
-o
:Q
·-CD
--
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CI)
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a: a:
.
-.
(O
N.
(0

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·-
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·-
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(1) ·-
"O
E
.a 5l
"O
e: e:
-o -o
·-CD
)( )(

-a: -a:
CD
CD
CD

. .
M ~
• •
(0 (0

6.3 6.4

84
0 Semidirigida, que se produce por los cuerpos menos transparentes, como
el vidrio mateado (figura 6-9 página 86).

1 O Semidifusa, que se produce por los cuerpos translúcidos menos densos,


como el vidrio ligeramente opal (figura 6- 1O página 86).
Asimismo, son formas mixtas de las dos primeras clases de transmisión, la
semidirigida y semidifusa.
La transmisión difusa evita igualmente el deslumbramiento.

6.4. Absorción

En los fenómenos de reflexión y transmisión, parte de la luz que incide sobre


los cuerpos es absorbida en mayor o menor proporción según la constitución
de los materiales que los componen. De aquí que los fenómenos de reflexión,
transmisión y absorción tengan una estrecha relación.

1
. •
(0
N
:, Á!
"'
~ 1
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(0
1
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Aire
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.,
·- Vidrio
-o E
X

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Q)
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IO

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6.5 6 .6

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...
(0

1-
...1--
(0

.
r--.
(0
O)
(0
.

6.7 6 .8

.. 85
La absorción juega un papel importante en el color de los cuerpos como vere-
mos al tratar de éste.

La absorción siempre representa una pérdida de luz.

6 .5. Factores de reflexión, transmisión y absorción

Al iluminar un cuerpo, una parte de la luz que llega al mismo es reflejada por
una superficie, otra parte se transmite atravesándolo, y una tercera parte que-
da absorbida por el material que lo compone. Por lo tanto el flujo luminoso
incidente o total se reparte de la forma siguiente :

siendo

<I> 1 = Flujo luminoso incidente


<l>p = Flujo luminoso reflejado
<l>T = Flujo luminoso transmitido
<l>cx = Flujo luminoso absorbido
(Figura 6-11 véase en página 87).

Se llama factor de reflexión, designado por la letra griega p (ro), a la relación


entre el flujo luminoso reflejado y el incidente.

rJ>p
P = rf,.
1 •

6.9 6.1O

86 •
Se llama factor de transmisión, designado por la letra griega 't' (tau), a la rela-
ción entre el flujo luminoso transmitido y el incidente.
tpT
T = ,.,.
1\
1

Se llama factor de absorción, designado por la letra griega ot (alfa), a la rela-


ción entre el flujo luminoso absorbido y el incidente.

Al ser en cada caso el f lujo incidente mayor, los factores de reflexión, transmi-
sión y absorción son siempre menores que la unidad. Por otra parte, para un
determinado material la suma de los tres factores es siempre igual a la uni-
dad.

En el caso que sólo se produzcan reflexión y absorción

P + ot = 1

Un factor de reflexión de 0,3 quiere decir que de la luz incidente, se refleja una
parte equivalente al 0,3, o también que el factor de reflexión tiene un valor del
30%.

6.9. Transmisión semidirigida.

6.1O. Transmisión semidifusa.

6.11 . Luz incidente en un cuerpo,


reflejada, transmitida y absorbida.

6.11

87
r'!) Tabla 6 - 1.- Factores de reflexión, transmisión y absorción de algunos materiales
C0

--- -------

Factor de Factor de Factor de


transmisión absorción Efecto resultante
Material reflexión
p ,. ot

Superficies pintadas.
Coloras medios.
1, Q 50 1
Amarillo ......... . ..... . 0,50
Beige .. . .............. . Q4 5 0, 55
Marrón ........ . ....... . 0,25 0,7 5
Rojo . . . . . . . . . ..... . ... . Q20 0,8 0
Verde ....... . .. .. . . .. , . 0,30 > o 0,70 >Reflexión difusa
Azul . ..... . .. . 0.20 o.so
• Gris . . .. . .. . .. . .. . ... .. 0,3 5 0,6 5
0 ,30
• Blanco ........... . ..... . 0,70
Negro . ................ . 0,0 4 0 ,96 Reflexión semidirigida

Vidrio•
Opaco negro . ...•......•
Opaco blanco .......•. . ..
Transparente claro (de 2 a 4 mm )
º· 0,5
7 5... 0,80 } o
0.9
0,95
0 ,2 5 ...0,20
} Reflexión difusa
0,08 0,02 Transmisión dirigida
Mate al exterior ) ~ 0,07 ...0,20 0,8 7 ...0,63 0,0 6 ...0.17
Mate al int erior) (de 1,5 a 3 mm) 0,06...0, 16 0,89 ...0,77 0,05 ...0,07 } Transmisión semldirigida
Opal blanco , 0.30 ...0,55 0,66 ...0,36 0,04...0 ,08
Opal rojo 0,0 4 ...0,05 0,04 ...0 ,02 0,92 ...0,93
Opal naranja 0,05 ...0,08 0 , 10 ...0,06 0,8 5 ...0 ,86
Opal amarillo \ (de 2 a 3 mm) . • 0,25 ...0,30 0,20...0.12 0,55...0,5 8 Transmisión difusa
Opal verde 0,08...0, 1O 0,09 ...0.03 0,83 ...0 ,8 7
Opal azul 0 ,08 ...0.1O 0.10...0.03 0,82 ...0 ,87
'
Otrot materiales
Papel blanco . ... . ... . .. . 0,60...0,80 0, 10...0,20 0 ,30...0, 1O { Reflexión y transmisión difu-
Papel apergaminado ..•... 0,50 0 ,30 0,20
~ sas
Pergamino , .. , ..... . ... .
Seda blanca . . .. . .•• . . . ..
0,4 8
0,28...0,38
0 ,4 2
0,61 ...0 ,7 1
º·0,0110 Reflexión semidirigida. Trans-
Seda de color .... . ...•... 0 ,20 ...0. 1 O 0.54 ...0.13 0.44...0.86 } misión difusa
r

'

El Color

f
7 .1 . Generalidades

La presencia de la luz produce una serie de estímulos en nuestra retina y unas


reacciones en el sistema nervioso que comunican al cerebro un conjunto de

' sensaciones cromáticas (colores). El color es por lo tanto una interpretación
psicofisiológica del espectro electromagnético visible.

Las sensaciones cromáticas dependen de la clase (composición espectral de


la luz) y de las propiedades de reflexión y de transmisión de los cuerpos ilumi-
nados.

7 .2 . Composicibn espectral de la luz


t
Ya se vio en 2.1. y 3.6. que la luz blanca del dla estaba compuesta por un con-
junto de radiaciones electromagnéticas con diferentes longitudes de onda
dentro de la zona visible de 380 a 780 nm, que contiene a todos los colores
del arco iris. Los límites aproximados de radiación de los diferentes colores
pueden verse en la figura 7-1 (página 90!.

El que no podamos ver directamente los componentes cromáticos de la luz


blanca del día, se debe a que si sobre nuestro cerebro actúa un conjunto de
estímulos espectrales diferentes, aquél no distingue a cada uno de los compo-
nentes, produciéndose una especie de efecto aditivo de los mismos que cons-
tituye el "color de la luz". Este efecto es lo contrario que ocurre en el proceso
auditivo, en el cual el cerebro puede captar perfectamente un tritono distin-
guiendo la diferente intensidad de cada uno de sus tonos .

7 .3. El color de los cuerpos

Comúnmente el color suele emplearse para señalar una propiedad de los

89

cuerpos y así decimos que un cuerpo tiene un determinado color, pero esto no
es cierto, pues el color como tal no existe ni se produce en ellos. Los cuerpos
sólo tienen unas determinadas propiedades de reflejar, transmitir o absorber
los colores de la luz que reciben.

La impresión del color de un cuerpo depende por lo tanto de la composición


espectral de la luz con que se ilumina y de las propiedades que posea de refle-
jarla, transmitirla o absorberla. Así pues, tenemos que si un cuerpo posee la
propiedad de reflejar todos los colores del espectro visible y se ilumina con luz
blanca del día, éste aparecerá de color blanco (figura 7- 2 página 91 ).
Asimismo si se ilumina con luz monocromática de color amarillo, reflejará
esta luz y por consiguiente se verá de color amarillo (figura 7-3 página 91 ). Si
por el contrario, en lugar de poseer la propiedad de reflejar todos los colores
del espectro visible, posee la de absorberlos. el cuerpo aparecerá de color
negro tanto si se ilumina con luz blanca como con luz amarilla (figuras 7- 4 y
7- 5 página 91 ).

Pero también un cuerpo puede poseer a la vez las propiedades de reflexión y


absorción, en cuyo caso presentará un determinado color como puede verse
en la figura 7- 6 (página 91 ). Lo mismo ocurre con los cuerpos transparentes
(figura 7 - 7 página 91 ).

7 .4 . Curva de distribución espectral

La composición de la luz de las fuentes luminosas se representa por medio de


la " curva de distribución espectral " correspondiente a cada una de ellas, en la
cual se indica cómo se distribuye la energfa entre las diferentes radiaciones.

Ultravioleta Luz Infrarrojo

1
380 400 500 600 700 780 nm

!!!, i :, ·~~i.2 l.!.


- º' t ·c:al'Elc:1
Invisible
.!! 1
o 1
>•1
:,
~
1
~
1
.. 11>

>,, .,
G "Et "E •e"El"'1e1
>,<,
> 1º<"'1E1~I1
·a:oo Invisible

Vlstble

7 .1. Limites aproximados de radiación de los diferentes colores del espectro visible.

90
Frecuentemente esta representación se hace en valores relativos de energía
respecto a la máxima radiada que se toma como 100 %.

A los espectros que no presentan Interrupción como el de la luz del día o el de


las lámparas incandescentes, se les llama " continuos" porQue en ellos están
presentes todas las radiaciones visibles (figura 7- 8 página 92 ). Por el contra-

N
:,

1 -l'O -"'
11>
"O
11>

--o
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7.2 7.3

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C0

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E oti) 111
.D N .o N
<t .:! <t :,
. •
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'<t LO

......

7.4 7.5

.
,.._. ",.._
(0

7 .6 7 .7

91
rio, aquellos espectros que muestran interrupciones, como por ejemplo el de
una lámpara de vapor de mercurio a alta presión sin capa fluorescente, se les
llama " discontinuos", apareciendo en ellos determinadas características del
gas o vapor metálico en el que se realiza la descarga (figuras 7 - 9 y 7-1 O pági-
na 92 ).

7.5 . Mezcla de colores

Generalmente los colores que aparecen ante nuestra vista no son los que pre-
senta el espectro visible, sino en cada caso uno de los infinitos colores que
resultan de la mezcla de distintos colores. Esta mezcla de colores puede tener

7.8 7 .9

7.8. Curva de distribución


espectral de la luz del dla.

7.9. Curva de distribución


espectral de una lampara
de vapor de mercurio a
alta presión sin capa
fluorescente.

7. 1O. Curva de distribución


espec tral de una lámpara
Fluorescente Blanco
Universal

7.10

92
...
lugar de dos formas diferentes que se denominan " mezcla de colores aditiva"
y "mezcla de colores sustractiva" .

En la " mezcla de colores aditiva" se suman los colores mezclados y el color


mixto obtenido es siempre más claro que cualquiera de sus componentes.

La mezcla de colores aditiva se obtiene en Luminotecnia, iluminando al mis-


mo tiempo con luces de los distintos colores que se deseen mezclar. Por
ejemplo, si se superponen parcialmente tres circulas luminosos de color rojo.
verde y violeta. respectivamente, y se proyectan sobre una pantalla blanca, se
obtendrá la misma impresión que muestra la figura 7-11 (página93). En los
lugares donde no se han mezclado los colores se aprecia todavía el color pro-
pio de cada circulo luminoso. Donde se unen dos colores, se forman los colo-
res mixtos amarillo. azul y púrpura. que son más claros que los correspondien-

Fig. 7. 11 .
Mezcla de colores aditiva.

Fig. 7.12.
Mezcla de colores sustractiva.

93
...
08

07
y

l 06


05

04

03

02

O1

o
o 01 02 03
- --·
04 05 0.6 07

Figura 7 . 1 3 . Triángulo cromático del CI E.

94 •
tes. En la unión de los tres círculos, se obtiene el color blanco si la composi-
ción es la adecuada.

En la " mezcla de colores sustractiva" se restan los colores mezclados y el


color mixto obtenido es siempre más oscuro que cualquiera de los componen-
tes.

La mezcla de colores sustractiva se obtiene en Luminotecnia, haciendo pasar


sucesivamente la luz por filtros de los distintos colores que se deseen mezclar.
Por ejemplo, si se intercepta parcialmente el haz de luz blanca de un proyector
que il umina una pantalla también blanca, mediante un filtro de color púrpura,
aparecerá dentro de la misma una superficie de color púrpura, según se
observa en la figura 7- 12 (página93). Si se coloca después un filtro de color
amarillo que cubra a su vez parte del anterior, aparecerán en la pantalla una
superficie de color amarillo y otra de color rojo, ésta como mezcla de la inter-
sección parcial de ambos filtros. Si por último se coloca un filtro de color azul
que cubra parcialmente a los dos anteriores, se obtendrán una superficie de
color azul, otra de color verde, otra de color violeta (estas dos últimas mezcla
de la intersección parcial de los respect ivos filtros) y otra negra correspon-
diente a la intersección de los tres filtros, por la cual no ha pasado ningún rayo
de luz por haber sido absorbida totalmente.

7.6. Diagrama cromático del CIE

Los colores del espectro visible, así como todos los que resultan de la mezcla
de distintos colores, se pueden representar matemáticamente por medio de
un diagrama de colores o " triángulo cromático", figura 7-13 (página 94). apro-
bado por la Comisión Internacional de Alu'mbrado (CI E), el cual es empleado
al tratar del color de las fuentes de luz y otros materiales tales como filtros
luminosos, pinturas, etc.

En el diagrama cromático del CI E todos los colores están ordenados respecto


a los valores de tres coordenad·as cromáticas x, y, z para cada uno de ellos,
cumpliéndose la igualdad: x +y + z = 1. De esta forma dos coordenadas cua-
lesquiera son suficientes para determinar el punto representativo o lugar geo-
métrico de un color o mezcla de colores.

Forma el diagrama una parte curva que es lugar geométrico de las radiacio-
nes monocromáticas, cerrándose por una línea recta llamada " línea de púrpu-
ra" . En la zona intermedia se encuentra un pu nto blanco pa ra el cual los valo-
res de x. y, z son iguales entre sf (0.333 cada uno). A lo largo de la trayectoria
del diagrama de las radiaciones monocromáticas se han señalado algunas

.. •
95
longitudes de onda. Todos los demás colores se encuentran entre el punto
blanco y la curva que forma el triángulo. Las rectas que parten del punto blan-
co contienen colores del mismo tono en saturación decreciente, esto es, cada
vez con menos contenido en blanco.

El color de una mezcla aditiva de colores formada por dos componentes está
siempre situado en el diagrama sobre la recta que une los pu ntos de color
componentes. Si se mezclan dos colores y la mezcla tiene al punto blanco
como punto de color resultante, los dos colores se conocen como colores
complementarios. Se comprende que el número de pares de colores comple-
mentarios es infinito.


7 .7 . Temperatura de color Te y temperatura de color similar Ts

Como hemos visto en el punto anterior, conociendo las coordenadas cromáti-


cas x, y, se puede fijar la posición de cualquier color en el diagrama cromático.

En la práctica, el color de luz de una fuente luminosa -para aquellas que no


tengan un color señalado- se da a conocer por su temperatura de color,
expresada en grados Kelvin (ºK), como temperatura absoluta Te, lo cual resul-
ta más fácil ya que, pa ra ello basta con emplear sólo un número.

Las temperaturas de la escala Kelvin exceden en 273 ºCa las correspondien-


tes de la escala centígrada.

La temperatura de color de una fuente de luz corresponde por comparación a


aquella con la que el cuerpo negro presenta el mismo color que la fuente ana-
lizada.

En el triángulo cromático de la figura 7-13 (página 94), se ha representado


también la curva de temperatura de color del cuerpo negro.

Las lámparas incandescentes tienen una temperat ura de color comprendida


entre los 2700 y 3200 ºK, según el tipo, por lo que su punto de color determi-
nado por las coordenadas correspondientes queda situado prácticamente
sobre la curva del cuerpo negro. Esta temperatura no tiene relación alguna
con la del filamento incandescente, la cual queda unos 80 grados por debajo
de aquélla.

Los puntos de color de la mayoría de las lámparas, principalmente las de des-


carga. no coinciden con los de la curva del cuerpo negro, por lo que no se pue-
de establecer una igualdad absoluta de sus colores de luz con los representa-
dos por dicha curva. En estos casos se da como valor aquella temperatura del

96
cuerpo negro más parecida a la de color de luz analizado, denominada tempe-
ratura de.color similar T8

Tabla 7- 1.-Colores de muestra según CIE para determinar los índices de


reproducción cromática general Rg (colores 1 al 8) y especial Re
(colores 1 al 14).

Color CIE
Aspecto a la luz del dfa
N.º
1 Rosa pálido
2 Amarillo mostaza
3 Amarillo verdoso
4 Verde
5 Azul claro
6 Azul celeste
7 V ioleta
8 Lila

9 Rojo intenso
10 Amarillo intenso
11 Verde intenso
12 Azul intenso
13 Rosa (color de la piel)
14 Verde clorofila

7 .8. Reproducción cromática. Indices general Rg y especial R8

El dato de temperatura de color similar se refiere únicamente al color de la luz,


pero no a su composición espectral que resulta decisiva para la reproducción
de los colores. Así, dos fuentes de luz pueden tener un color muy parecido y

poseer al mismo tiempo unas propiedades de reproducción cromática muy
diferentes.

El concepto de " reproducción cromática de una fuente luminosa" se define


como el aspecto cromático que presentan los cuerpos ilumi nados con la mis-
ma en comparación con el que presentan bajo una "luz de referencia".

Como luz de refere(lcia se toma la del cuerpo negro, o bien tratándose de


altas temperaturas de color, una luz día homologada (Reconstituted Daylight),

97
con las que, según la definición, se consigue una reproducción cromática
ideal.

La determinación de las propiedades de reproducción cromática de las fuen -


tes luminosas se realiza según un procedimiento aprobado por CIE que con-
siste en iluminar un color de muestra establecido con la luz de referencia y
con la luz que se analiza. La evaluación cuantitativa del desplazamiento de
color qu~ se produzca representa el " índice de reproducción cromática", que
puede alcanzar un valor máximo de 100 tomado para la luz de ref erencia.

El índice de reproducción cromática puede ser " general" Rg como promedio


de desplazamiento para un conjunto de ocho colores de muestra, o " esp.ecial "
Re para un solo color de un conjunto de catorce que se indic~n en la tabla 7- 1.


Según la luz de referencia que se tome, puede ocurrir que al iluminar indistin-
tamente un mismo objeto con luces de igual o muy parecido índice general de
reproducción cromática R'g, presenta diferente aspecto; tal es el caso cuando
se observa en un almacén el color que presenta un género textil bajo la luz de
una lámpara incandescente, o cuando esto se hace a la luz del día. Ello se
debe a que no obstante tener ambas luces el mismo índice general de repro-
ducción cromática, sus distribuciones espectrales son diferentes. De ahí que
para determinar las propiedades cromáticas de una fuente de luz, además del
valor Ag se necesita conocer también su temperatura de color similar Ts·

100
GI • Xe e 39
• 22
32 • ,o•e 25 20

• HWL

50 -
HOL
-
30 e Na V


e No
o
o 40 80 120 lm/W

.. r¡
Fig. 7. 14. Relación entre el Indice general de reproducción cromática Rg y el
rendimiento luminoso 11 de dis1intas lámparas.

98 •
Tabla 7-2.- lndice general de reproducción cromética (R9 ) de distintas fuentes de luz OSRAM con sus
correspondientes clase:a de luz de referencia distribuidas en niveles de reproducción cromática
según DIN 5035

Lámparas Fluor,escentes Otras lámparas


Nivel Margen Rg
• Color de luz Rg
1.1ase ae luz
de referencia Tipo de lámpara Rg
1.,;1ase de luz
de referencia
IKI • !Kl • .
1

15 Luz dla de lujo 90 6500 tw 1ncandescentes 100 2850 ww


19 Dayllght 5000 de 96 5000 tw XBO 95 6100 tw
lujo xao 94 5800 tw
21 L.UMILUX Blanco 85 4000 nw HQI/ HQll 85a95
1 5600...6500 tw
85 ... 100 22 Blanco F!l'lo de lujo 93 3900 nw •
67 ..70) ... (4800) ••
32 Blanco Cálido de 85 3000 ww •
lujo

39 INTERNA 94 2600 ww .

10 Luz dla
.
78 6100 tw HWL 60 3500
2 70 ... 84 25 Blanco Universal 77 4000 nw HOL 48 4500
36 NATU RA 78 3700 nw HQL de luxe 50 4000
40 ... 69 20 Blanco Frio 67 4100 nw
3
30 Blanco Cálido 51 3050 ww
• Na V 25 2100
4 Hasta 39 •
Na - 46 1800

=
tw = Blanco luz dia. nw Blanco neutral. vvw = Blanco cálido.
Se trata aqul de valores medios que pueden t ener una ligera variación según el consumo de potencia de cada tipo de lámpara en
particular.
••• HOI
La clase de luz de referencia representa una temperatura de color (simi lar) coni un redondeo en más o en menos.
con Nal (yoduro sódico) 2000 W.
CD
CD

Existe una estrecha relación en la que intervienen diversos factores, entre el



índice general de reproducción cromática Rg y el rendimiento luminoso r, de
una fuente de luz, de tal forma que a mayor lndic,e Rg corres¡ponde menor ren-
dimiento. r¡ como puede opservarse en la figura 7- 14 (página 98).

7.9. Influencia psicofisio16gica del color


'
Está demostrado que el color del medio ambiente en el que nos desenvolve-
mos influye notablemente en nuestro estado de ánimo. Por ello, el emplear
los colores de forma adecuada es un tema del mayor interés para los psicólo-
gos, arquitectos, lumin~técnicos y decoradores.

No se pueden establecer ireglas fijas para la elección del co.lor apropiado con
el f¡n de conseguir un efecto determinado, pues cada caso requiere ser tratado
de una forma particular. Sin embargo, existe una serie de experiencias en las
que se ha comprobado las sensaciones que producen en el individuo determi-
nados colores.

Una de las primeras sensaciones es la de calor o frío, de aquí que se hable de


" colores cálidos" y ..colores frf os" .

Los colores cálidos son los que en el espectro visible van desde el rojo al ama-
rillo verdoso, y los fríos desde el verde al azul .

Un color será más cálido o más frío según sea su tendencia hacia el rojo o el
azul, respectivamente.

Los colores cálidos son di námicos, excitantes y producen una sensación de


proximidad, mientras que los colores fríos calman y descansan, produciendo
una sensación de lejanía.

Asimismo, los colores claros animan y dan sen1sación de ligereza, mientras


que los colores oscuros deprimen y producen sensación de pesadez.

Como conclusión de lo anterior, se deduce que el conocimiento de la curva de


distribución espectral de las fuentes de luz es imprescindible para consegu ir el
efecto cromático deseado.

.

J j.
OSl?AM
'
A toda luz ...


100

o
o Factores que influyen
en la visión

8 .1. Generalidades
Sin luz no hay visión, pues el ojo no puede transmitir a nuestro cerebro ningu-
na información de todo cuanto nos rodea, si ello no se encuentra iluminado
por la luz natural del sol o cualquier otra fuente de luz artificial.

En la percepción visual de los objetos influyen los siguientes factores:

O iluminación
O contraste
O sombras
O deslumbramiento
O ambiente cromático

Todos guardan una relación entre sí y cualquiera de ellos puede tener un valor
decisivo.

8 .2. Iluminación
En numerosas investigaciones se ha podido comprobar que la capacidad
visual depende de la iluminación y ésta, a su vez, afecta al estado de ánimo de
las personas. a su aptitud para desarrollar un trabajo, a su poder de relajación,
etc.

Cada actividad requiere una determinada iluminación nominal que debe exis-
tir como valor medio en la zona en que se desarrolla aquélla.

El valor medio de iluminación para una determinada actividad está en función


de una serie de factores entre los que se pueden citar:

O tamaño de los detalles a captar


O distancia entre el ojo y el objeto observado
• 101
... •
O factor de reflexión del objeto observado
O contraste entre los detalles del objeto y el fondo sobre el que destaca
O tiempo empleado en la observación
O rapidez de movimiento del objeto

Cuanto mayor sea la dificultad para la percepción visual, mayor deberá ser el
nivel medio de iluminación. Esta dificultad se acentúa mucho más en las per-
sonas de edad avanzada, de ahf que necesiten más luz que los jóvenes para
realizar un trabajo con igual facilidad. Se ha comprobado que mientras un
niño de 1 O años, para leer normalmente una página de un libro con buena
impresión, necesita un nivel medio de iluminación de 175 lux, una persona de
40 años precisa 500 lux, y otra de 60 años 2.500 lux.
Considerando todos estos factores se han fijado valores mínimos de ilumina-
ción para cada cometido visual que se indican en normas correspondientes.

8.3. Contraste

Como ya se vio anteriormente al tratar de la luminancia (4.1 O), el ojo sólo


aprecia diferencias de luminancia. La diferencia de luminancia
, entre
. el objeto
que se observa y su espacio inmediato, es lo que se conoce por contraste.

Los trabajos que requieran gran c!gudeza visual precisan de un mayor contras-
te.

El ejemplo a) de la figura 8- 1 (véase página 102) presenta un contraste fácil


de distinguir mientras que el b) y el c) ofrecen mayor dificultad.

Fig. 8 .1. Ejemplos de contrastes.

a c

102 •
Combinando bien los grados de reflexión de las superficies de un recinto, se
obtiene una distribución armónica de la luminancia, produciéndose con ello
un contraste fácil de distinguir.

Las mejores condiciones visuales se consiguen cuando el contraste de lumi-


nancia entre el objeto visual y las superficies circundantes se mantiene dentro
de unos límites determinados.

Fig. 8.2.
Contraste débil.

:•:::::-:-:,:•:•:•:,:-::::~:::•:•:•:•:•:•:•:•:-:-:-:
-:.....=·~·=·=·=·........•:-.-:-:,:,:-:-:·········..
'•:,:,:-:-:.-:-••-:-:•:•:-:-:-:,:~.:,:,:,:=·=·;,:-:-
~=:~::::; :::::~::::::~::::::~::::::;:;:~::::::
.:-:.-,:-:-::-:.
:--:.:-:-:-·:-:,:,:-:-:~-:-:,:-:-·,·.-:-:-:,;.~:-
:-:-:-:-.-:-;.;.;,;:-:-:,;-:-:-:,:,;
•:-~:-: ....;,:,:,:•:,;,:,:-:-: .•.;:•:-:-:,:-:-:-:-
•,•,•,•.•:-:•:•:,;,·.•...•····•-:-.-:-:-:-:.•,•,....
:;:;:::;:;:;:;:;:-::::::;:;:;:;:;:::::::::;::;:;:::.
·•·•··•·• ········
·.;.;•.•.•.•,• -..•..•.•'•.•······
•...... ....•.·.·~
..........'·•··•..
·.-:-·•·····
:;.::::-:-:,::;;;;;:;:;:;:;,::•:•:•:•:--:-::::::::::;
.......
;•:-:-::::::::•:•:•:•:,;,:.;,;:::::::::-:-:-:,:,:-:;
;>;;,:,:-:-:~::::-:,;,;;:•:,:,:-:-:-:,.::::::::-:-:-:
,:.:,;.;.;,•.•.·=·=·;.,,:,;,:-:,;.;...·.•.•.•:•:•:•
Fig. 8 .3 . :,:,:,;.;,;:;:;:::::::-:-:-:-:,:-:-::::;:::;~:;:;:
•:•:::,:-:-:-:-:~-=-:=•:,:,:-:;:,:-:-:-:•:-:-:,·••
Contraste
equilibrado
(Relación 1 :3
hasta 3 :1 ).

Fig. 8 .4.
Contraste
fuerte (Relación
superior a 3 :1 ).

• 103
.
La relación de luminancias en el campo visual no debe ser menor de 1 :3, ni
mayor de 3:1.

(Figuras 8-2, 8-3 y 8-4 véanse en página 103).

Tabla 8 - 1. Contrastes de colores en orden decreciente.

Color del objeto Color del ·fondo


Negro Amarillo
Verde Blanco
Rojo Blanco
Azul Blanco
Blanco Azul
Negro Blanco
Amarillo Negro
Blanco Rojo
Blanco Verde
Blanco Negro

8 .4 . Sombras

Si no tuviéramos dos ojos, no veríamos los objetos en relieve, es decir unos


más cerca que otros. Ello se debe a que en cada ojo se forma una imagen lige-
ramente distinta y al juntarse las dos en el cerebro dan la sensación de relieve.

Fig. 8.5. Sombras suaves con luz difusa. Fig. 8.6. Sombras fuertes con luz 'dirigida.
Bajo efecto de relieve. Alto efecto de relieve.

104

Pero además. para poder captar el relieve de los objetos es preciso que éstos
presenten unas zonas menos iluminadas que otras. Estas zonas menos ilumi-
nadas son las sombras. las cuales destacan las formas plásticas de los obje-
tos.
.
Las sombras en sí son el resultado de una diferencia de luminancia respecto a
zonas más iluminadas. Se distinguen dos clases de sombras: fuertes y suaves.
Sombras fuertes son las que resultan de ilumina r un objeto con luz dirigida

intensa desde un pu nto determinado más o menos alejado, y que se caracteri-
zan por su profunda oscuridad y dureza. En contraposición a las sombras fuer-
tes, las sombras suaves son las que resu ltan de iluminar un objeto con una luz
difusa y que se caracterizan por su suavidad y menor efecto de relieve. (Figu-
ras 8- 5 y 8- 6 véanse en páginas 104).

8 .5. Deslumbramiento

El deslumbramiento es un fenómeno fisiológico que reduce la capacidad



visual, debido a un exceso de luminancia a la que el ojo no puede adaptarse.
Ello provoca una enérgica reacción fotoquf mica en la retina. insensibilizándola
durante un cierto tiempo, transcurrido el cual vuelve a recuperarse.

Fig. 8. 7. Deslumbramiento directo (luz Fig. 8 .8 . Deslumbramiento indirecto (luz


directa). reflejada).

105
..

El deslumbramiento puede producirse directamente, cuando la propia fuente
de luz es la que se encuentra dentro del campo visual, e indirectamente cuan-
do aquella se halla fuera del campo visual, pero su luz la recibe el ojo reflejada
por superficies que poseen un alto grado de reflexión. (Fig1uras 8-7 y 8-8
véanse en página 105).
.
El valor máximo tolerable de luminancia para la visión directa es de 7 .500
cd/ m 2 (nits).

Los factores determinantes del deslumbramiento son:

O La luminancia de la fuente de luz o 1de las superficies iluminadas. A mayor


luminancia corresponde mayor des lumbramiento.

O Las dimensiones de la fuente de luz en función del ángulo subtendido por


el ojo a partir de los 45° con respecto a la vertical. Un área grande de baja
luminancia como un panel luminoso; o varias lámparas en conjunto como
en la figura 8- 9 (véase página 106) cada una de ellas con baja luminancia,
1

puede producir el mismo deslumbrramiento que una fuente pequeña de


mayor luminancia.

O La situación de la fuente de luz. Cuanto más lejos se encuentre la fuente en


la línea de visión menor deslumbramiento produce. Por otra parte, también
disminuye el deslumbramiento a medida que la fuente queda más por
encima del ángulo visual normal.

Fig. 8 .9.
Deslumbramiento
producido por
grandes superficies
luminosas.

106 •
O El contraste entre la luminancia de la fuente de luz y la de sus alrededores.
A mayor contraste de luminancia, mayor deslumbramiento.

O El tiempo de exposición. Una luminancia de bajo valor puede producir des-


lumbramiento si el tiempo de exposición es largo.

Las máximas relaciones de luminancia admisibles en el campo visual del


observador, al objeto de evitar el deslumbramiento, son las siguientes:

Entre la tarea visual y la superficie de trabajo . . . . . . . . . . . . . 3: 1


Entre la tarea visual y el espacio circundante ... .......... 10:1
Entre la fuente de Iuz y el fondo .. ..................... 2 O: 1
Máxima relación de luminancia en el campo visual . . . . . . . . 4:1

(Figura 8-10 véase página 107).

8 .6 . Ambiente cromático
Los colores facilitan extraordinariamente el reconocim iento de cuanto nos
rodea. Los efectos psicofisiológicos que producen constituyen el ambiente
cromático, de gran influencia en el estado de ánimo de las personas.

Un buen ambiente cromático es aquel en el cual los colores están perfecta-


mente armonizados y adaptados a la función visual o trabajo a desarrollar.

Fig. 8.1 O
Relación de
iluminancias
muy favorables
enla
iluminación de
una oficina.

107
r 1
Fuentes de luz
• • •
y sus pr1nc1p1os

9 .1. Generalidades

Según vimos en el capítulo 2, la luz se compone de radiaciones electromag-


néticas en forma de ondas, luego para su obtención será preciso móver cargas
eléctricas. Estas radiaciones pueden producirse de forma m uy variada, según
las causas que las provoquen. Si la causa se debe exclusivamente a la tempe-
ratura del cuerpo radiante, se habla de " termorradiación"; en todos los demás
casos de " luminiscencia" .

El siguiente cuadro da una idea general sobre los principales agentes físicos
que intervienen en la producción de la luz y sus respectivas fuentes.

PRODUCCION DE LUZ

Termorradiación Luminiscencia

Combustión Descarga en el Radiación de un


1ncandescencia seno de un gas cuerpo sólido
-....
ID
..,
::::,
m
z
Sol Rayo Luciérnaga

Llam a Lámpara d e vapor Sustancia luminiscente


Luz de gas met álico Placa luminosa
-·-
l'O Arco eléct rico Lámpara de g as Lámpara de cuerpo
o
Lámp ara incand escente noble sólido
·-<{l.:t : Lámp ara relámpago Lámpara de Fuent e de luz
efluvios radiactiva
Limpara Xenón

.. 109

9.2. T ermorradiación

Se conoce con esta denominación la radiación (calor y luz) emitida por un


cuerpo caliente.

La energía de esta radiación depende única y exclusivamente de la capacidad


calorífica del cuerpo radiante. Con ello la intensidad y la distribución espectral
energética están en función de la superficie total del cuerpo y de su tempera-
tura absoluta (grados Kelvin = grados centígrados + 273 ºC). y sólo de la
temperatura si se trata de un cuerpo determinado.

En la termorradiación, la luz que se obtiene va siempre acompañada de una


cuantiosa radiación térmica, que en algunos casos particulares se puede utili-
zar si se desea como medio secante o curativo, pero que por lo general consti-
tuye una. fuente de pérdida de energía cuando de lo que se trata es de produ-
cir luz.

Al calentar un trozo de carbón, hierro, oro, wolframio o cualquier otro mate-


rial, se obtiene una radiación visible que se aprecia por el color de incandes-
cencia que adquiere el cuerpo y que varía según la temperatura, tal como pue-
de verse en la tabla 9- 1.

Tabla 9 - 1. Colores de incandescencia a distintas temperaturas.

- .
Temperatura ºC Color de incandescencia

400 Rojo-gris incipiente


• •
700 ro¡o- grrs

.900 ro¡o-oscuro
1100 rojo- amarillo
1300 rojo-claro
1500 rojo-blanco incipiente
2000 en adelante rojo-blanco

Las leyes de la radiación estudiadas y formuladas por Kirchhoff, Plank, Ste-


fan/Boltsmann y Wien, para el radiador ideal (cuerpo negro). pueden resumir-
se en una sola: " El porcentaje de radiación visible aumenta en función de la
temperatura del radiador".

La representación gráfica de la figura 9-1 (véase página 111) corresponde a


los porcentajes de radiación visible comprendidos en la radiación total respec-

11 O
to a la temperatura. Puede observarse que a los 6.500 ºK se obtiene el máxi-
mo rendimiento y sería inútil aumentar la temperatura del radiador con la pre-
tensión de conseguir un rendim iento mayor del 40%.

9.3. Termorradiaci6n natural

En la propia Naturaleza encontramos un ejemplo palpable de "producción de


luz a gran escala" mediante la termorradiación que nos brindan el sol y las
demás estrellas fijas similares a él.

El sol es una enorme bola de hidrógeno en estado incandescente, en la que,


desde hace millones de años, una reacción nuclear está transformando cons-
tantemente hidrógeno (H 2 ) en helio (He). en cuyo proceso se liberan tremen-
das cantidades de energía que, con una temperatura superficial de 6.500 ºK,
son proyectadas a todo el universo.

De la radiación total emitida por el sol, cerca del 60 % nos llega transformada
en energía calorífica y en otras radiaciones .. invisibles.. , siendo el porcentaje
de radiación transformada en luz visible de un 40 % aproximadamente, el cual
corresponde al máximo "rendimiento óptico" a 6.500 ºK como se observa en
la figura 9- 1 .

En este ejemplo de la naturaleza, la mayor parte de la energía emitida por ter-


morradiación constituye siempre una fuente de calor, y la menor una fuente
de luz.

..
.
! 50
1 'l6
.!! 40
.o
·¡¡;
·5
¡,'
e 30
....
-o
·¡;
'o 20
/
..,
~

"O
-~ 10
Fig.9.1.
Radiación . .o
!!!
e
::!
ti!./
visible en
función de la
temperatura.
~ 10 5.000
Temperatura
__.,.. K 10.000

11 1
..

9.4. T ermorradiación artificial

Se obtiene luz por termorradiación artificial, calentando a una elevada tempe-


ratura cualquier materia o cuerpo sólido, bien sea por combustión o incandes-
cencia.

9.5 Luz de la llama de alumbrado


El radiador térmico más antiguo de la Historia y también el más primitivo, fue
la llama de alumbrado producida por la combustión de una tea o antorcha
encendida, siguiéndole la lámpara de aceite, la de petróleo y la vela de cera,
que fueron las fyentes de alumbrado más utilizadas en la antigüedad.

A principios del siglo X IX comenzaron ya a emplearse combustibles gaseosos


para obtener una llama de alumbrado en lugar de las hasta entonces sustan-
cias sólidas (cera, sebo) y líquidas (aceite, petróleo). El principal combustible
gaseoso que se introdujo rápidamente fue el gas de carbón mineral (hulla). del
que en un principio la luz se obtenla de su llama directa y , más ta rde (en
-
1892). mediante la camisa incandescente de Auer, que consistía en un tejido
de materia textil impregnado con una " tierra rara" que, bajo el efecto de la lla-
ma directa del gas, se ponla incandescente adquiriendo u na temperatura rela-
tivamente elevada (aproximadamente 2000 ºK) que daba lugar a una emisión
de luz clara, blanca y radiante. Desde entonces esta fuente de luz se vino utili-
zando durante decenas de años, principalmente en el alumbrado público.

9.6. Luz del arco eléctrico


Si dos barras de carbón en contacto, por las que circula una corriente eléctri-
ca, se separan rápidamente hasta una determinada distancia, se produce
entre sus puntas un potente arco eléctrico permanente, como demostró el
inglés Davy en el año 181 O.

El arco eléctrico en si, sólo produce un 5 % de la luz emitida, correspondiendo


el resto a los cráteres incandescentes formados en sendas barras de carbón,
cuya temperatura alcanza los 4 .300 ºK, que alimentadas con corriente conti-
nua el 85 % de la luz emitida proviene del cráter del ánodo (polo positivo) y el
1 O% del cráter del cátodo (polo negativo). Hay que observar que el arco eléc-
trico no se mantiene en el vacío, sino en contacto directo con el aire, lo cual
provoca una determinada combustión de las barras de carbón que obliga a
cambiarlas frecuentemente. Esta clase de arco cuy~ intensidad de corriente es
bastante elevada no debe confundirse con los arcos de descarga gaseosa en

11 2
el vacío, como puede ser el de una lámpara de gas Xenón y el de otras lámpa-
ras de descarga que veremos más adelante.

9 .7 luz de un cuerpo incandescente en el vacío. (Lámpara incandescente)

A l circular una corriente eléctrica por una resistencia (óhmica) ésta se calienta
y si ello tiene lugar en el vacfo, se pone incandescente adquiriendo un color
rojo- blanco a temperaturas comprendidas entre los 2000 y 3000 ºC, en cuyo
caso emite luz y calor al igual que un perfecto termorradiador.

El primero que puso en práctica este principio fue el alemán emigrado a Amé-
rica y procedente de Springe, Henrich Goebel, que en 1 854 construyó, valién-
dose de unas botellas de agua de colonia vacfas, en las que encerró herméti-
camente un filamento hecho con fibras de bambú carbonizadas, las primeras
" lámparas incandescentes" eléctricas para iluminar su taller de relojería
neoyorquino, aunque no hizo uso de su descubrimiento con fines industriales.
Este mérito le correspondió más bien al americano Thomas Alva Edison, que
en 1879 "posdescubrió" la lámpara incandescente con filamento de carbón y
le dio una utilidad práctica como artículo de serie. (Figuras 9-2 y 9-3 véanse
en página 113).

9.8. El filamento de carbón

Las lámparas eléctricas utilizadas en los años de 1880 a 1 909, eran de fila -
mento de carbón, compuesto de fibras de bambú o papel " coquizadas"
mediante calcinación a cubierto del aire.

Fig. 9.2. Fig. 9.3 .


Primeras Lámpara
lámparas incandescente
incandescentes fabricada
construidas por por Edison
Goebel ( 1854) (1879).

1 13
El punto de fusión de este filamento era aproximadamente de 3 .700 º C, pero
debido a su elevado Indice de vaporización, las lámparas sólo podlan cons-
truirse para una temperatura de servicio de unos 1900 ºC, de manera que la
luz emitida poseía un ligero matiz rojo-amarillento. El rendimiento luminoso
no llegaba a ser realmente de más de 3 a 5 lm/W.
El diámetro del filamento y su disposición ligeramente elástica, en forma de
" lazo" , le daban a la lámpara una relativamente buena resistencia antichoque .

Estas propiedades no resultaban todavla del todo satisfactorias, por lo que a


principios de siglo se inició una búsqueda con el propósito de encontrar meta-
les que tuvieran un punto de fusión muy elevado y que pudieran sustituir ven-
tajosamente al filamento de carbón. (Figura 9-4 véase en página 114).

9.9. El filamento metálico


Entre los metales diflcilmente fusibles, los que mejor se prestan a sustituir al
filamento de carbón son el osm io, tántalo y principalmente el wolfram io.

El punto de fusión del wolframio es de aproximadamente 3.400 ºC, con un


índice de evaporización notablemente inferior al del carbón.
Hacia el año 191 O se estudió la forma de someter al wolframio, de por sí gra-
n1.1loso y quebradizo, a un proceso de estirado para convertirlo en finos y lar-
gos filamentos que tuvieran una reducida resistencia eléctrica específica, de
manera que sólo hubiera necesidad de mo~tar en cada lámpara una longitud
de filamento relativamente grande. Primeramente se hizo esto mediante sus-
pensión en zig-zag, más tarde se dio al filamento de wolframio la forma de
espiral sencilla y de doble espiral.

Flg. 9.4 .
15 · 11
Primitivas lámparas 16 ·2:20
incandescentes
con filamento de
carbón

1 14
Con una duración de la lámpara de aproximadamente 1000 horas, la tempe-
ratura de incandescencia del filamento llegaba a los 2.400 ºC y con ello se
obtenía un rendimiento luminoso de 8 a 1 O lm/W. {Figuras 9 - 5 y 9 -6 v,é anse
en página 11 5 ).

9.1 O. Luz por la combustión instantá.nea de un metal (Lámpara relámpago)

Cuando se trata de obtener una luz nítida en un corto espacio de tiempo,


como en el caso de las lámparas relámpago para fotografía, se provoca enton-
ces la combustión de finas laminillas o hilos de metal en el interior de una
ampolla de vidrio insuflada con oxígeno, mediante un encerndido eléctrico o
mecánico. (Figura 9 - 7 véase en pági na 115).

9.111 Luminiscencia

Con este nomb1re se conocen aciuellos fenómenos luminosos cuya causa no


obedece o al menos no exclusivamente, a la temperatura de la sustancia lumi-
niscente. Dichos fenómenos se caracterizan en que sólo ciertas partículas de
los átomos o meléculas de la materia es decir sus electrones, son incitados a
producir ondas electromagnéticas.

Para comprender' el fenómeno de la luminiscencia hemos de ,estudiar sucinta-


mente la estructura del átomo, tal como la pres.anta el modelo atómico de
Bohr. según se ind ica en la figura 9 - 8 (página 116) .

..

Fi g . 9 . 6 . Lámpa r a Fi g . 9 . 7 . Lámpara
Fig . 9.5.Lámpara incan- incandescente con fila- relámpago de combus-
descente con filamento mento de w olframio en tión i nstantánea para
de w olframio estirado. forma de espiral. fotografia.

..

115
Según este modelo, cada átomo está formado por un núcleo atómico positivo
y por una envoltura de electrones negativos distribuidos en capas que giran
alrededor del núcleo siguiendo órbitas determinadas como un sistema plane-
tario. Entre el número de cargas positivas del núc leo y el total de cargas nega-1

tivas (electrones) existe normalmente un e(1uilibrio eléctrico, es decir, que el


número de cargas positivas es igua l al número de cargas negativas; este equi-
librio se denomina " estado fundamental" del electrón E, y que para los elec-
trones de la órbita más interna, se identifica con l a línea de base f en la figura
9-8 (página 11 6 ).

Si desde el exterior se suministra al átomo una determinada cantidad de ener-


gía, es decir, se " excita", el electrón E es desplazado (" elevado") de su órbita
normal a la siguiente o a otra más externa, lo cual significa que ha asimilado

("absorción" ) la cantidad de energía suministrada, ascendi endo a un rango
superior de energía (nivel de energía), representado en la figura 9-8 por las
..
líneas de nivel e, , e2, e3 , etc. Tras un brevísimo tiempo de permanencia en.
este nivel, el electrón salta de nuevo a s_u posición inicial (línea de base f),
cediendo la cantidad de energía absorbida en un principio ("emisión") y que la
mayoría de las veces se transforma en radiación electromagnética.

Si la cantidad de energía suministrada es mayor, el electrón E puede llegar a


alcanzar instantáneamente una órbita más externa ; a consecuencia del mayor
rango de energía conseguido, la radiación cedida (al volver el electró'n a la
base f) será más rica en energía (véase el caso 2 en la figura 9-8).

Rangos de energla de los electrones

.------.:::::~- - - IJ

• •
'l

.. w
-
-,. ...
. -~- - . .m- .
ft 2 .... \ ..
(l) @ ® © @ ®
0-- -
E = Electrón A = Absorción S = Eml$ión

(J) Excitación débil (J) Emisión energética forzada (16ser) ® Fosforescencia


(l) Excitación fuene @@ Emisión IIIClllonada, W con cesión m = Nível de acumulación
de calor
Fig. 9.8. Modelo atómico de Bohr .

1 16
Las distintas capas _de la envoltura electrónica corresponden, pues, a un nivel
de energía perfectamente determinado y por ello no pueden existir estados
intermedios. De aquí se deduce como principio que, para excitar un átomo, se
necesita una cantidad de energía exactamente determinada, la cual es emiti-
da en forma de radiación al recuperar el átomo su forma fundamental, (casos
1 a 4 en la fig. 9-8 página 116) y también con desprendimiento de calor en el
caso 5 ).

La emisión de la energía transformada en este proceso, considerada desde un


punto de vista atómico, tiene lugar en porciones o partes discontinuas llama-
das " cuantos" de energía. Sin embargo, en el campo de la Luminotecnia prác-
tica, la " luz" obtenida en esa transformación se considera emitida de manera
continua en forma de ondas electromagnéticas, lo cual resulta suficientemen-
te aceptable para los casos normales de su aplicación.

Mediante esta " teoría de los cuantos" formulada por el físico Max Plank, se
demuestra que, los distintos elementos qufmicos, al ser excitados, no emiten
un espectro continuo debido a la diferente estructura de sus capas electróni-
cas, sino solamente longitudes de onda muy particulares (" llneas") dentro de
todo el espectro electromagnético; a estos espectros se les conoce con el
nombre de "espectros de líneas" . Cada sustancia posee su espectro de líneas
característico; lo cual ocurre también con los gases luminiscentes, como por
ejemplo el vapor de sodio cuyo espectro está compuesto por una doble línea
amarilla cuya longitud de onda corresponde a 589 nm.

Según el procedimiento físico empleado para excitar los átomos, el tipo de


radiación y la forma en que se emite se distinguen varias clases de luminis-
cencia.

9.12. Luz de la descarga eléctrica en el seno de un gas


En todos los gases, principalmente en los que contienen las lámparas de des-
carga, además de los átomos de gas neutrales, se encuentran siempre algu-
nas cargas eléctricas libres (electrones E), bien por naturaleza o desprendidas
del cátodo K.

Si en un tubo de descarga como el de la figura 9-9 (página 118) se aplica una


corriente continua al ánodo A (+) y al cátodo K (-), se crea entre A y K un
campo eléctrico que acelera las cargas negativas (electrones) y las precipita
hacia el ánodo. Al alcanzar un electrón una determinada velocidad, posee ya
energía cinética suficiente para "excitar" un átomo de gas en la forma descri-

ta en 9- 11 . Si la velocidad del electrón al chocar con el átomo de gas es aún

• 117
.
mayor, el impacto puede provocar incluso el desprendimiento de un eléctrón
de la corteza atómica, con lo cual el átomo queda con un electrón menos en
su configuración, es decir se obtiene un ión positivo; a este fenómeno se le
denomina " ionización por choque". De esta forma aumenta aún más el núme-
ro de electrones libres, pudiendo llegar incluso a aumentar torrencialmente si
la corriente eléctrica por ellos producida no se limita mediante una resistencia
apropiada (estabi lizador).

Junto con los electrones (-) libres o desprendidos, se encuentran también


iones positivos que se desplazan en sentido contrario al de los electrones, es
decir hacia el cátodo (-), aunque debido a su pequeña velocidad no puedeñ
provocar ninguna excitación de otras partículas gaseosas, sino que, por el
contrario, transcurrido un breve espacio de tiempo, toman de nuevo un elec-
trón a cambio de una emisión de energía .
Conforme al gas noble o vapor metálico con que se llene el recipiente ae 1a
descarga, se obtendrán mediante la excitación atómica anteriormente citada,
los espectros de líneas o colores de luz característicos del elemento químico
elegido, por ejemplo gas neón color rojo y vapor de mercurio color azul pálido.

Todos estos fenómenos tienen lugar dentro de un volumen comprendido


entre los dos electrodos, que queda limitado por la pared del recipiente de
~

descarga. Este volumen forma una columna gasesosa de descarga, pero no


toda ella produce luz sino que se pueden distinguir distintas zonas (fig. 9-1 O
en página 119). En la mayor de estas zonas que recibe el nombre de " colum-
na luminiscente positiva" es donde realmente tiene lugar la producción de luz
mediante la descarga. La manifestación luminosa del cátodo junto con la zona
más próxima al mismo, recibe el nombre de " efluvio negativo", constituyendo
el fundamento de las lámparas de efluvios.

'

.. E • @-.. ~

-
~

/;
-+
. .0, .

A ~
.... ,
. E .. . K

Fig. 9.9. Tubo de descarga de gas.

118
Si la alimentación del tubo de descarga se hace con corriente alterna en vez
de continua, los electrodos cambian periódicamente su función, actuando
unas veces de ánodo y otras de cátodo; por lo demás el fenómeno de la pro-
ducción luminosa sigue siendo el mismo.

Las condiciones de la descarga eléctrica en el seno de un gas, para la produc-


ción de luz, dependen de la presión del gas o vapor que exista en el interior del
tubo de descarga, de ahí que se distingan dos tipos de descarga:

O descarga a baja presión y


O descarga a alta y muy alta presión
Cuanto más elevada es la presión, las lineas espectrales se ensanchan for-
mando bandas cada vez mayores, con lo cual se mejora el espect ro cromático,
como ocurre en los espectros de las lániparas de sodio a baja y alta presión;
cierto es que, a presiones más altas se necesitan mayores tensiones de
enc.endido.

En las lámparas de vapor metálico se requiere además vaporizar primeramen-


te el metal, que en frío se encuentra en estado sólido o líquido; por ello se lle-
nan estas lámparas con gas noble que, después de efectuada la conexión, es
el primero que se inflama, suministrando el calor necesario pa ra la vaporiza-
ción del metal.

9.13. Descarga eléctrica a alta tensión entre electrodos fríos (Tubos de gases
nobles)

Para suministrar la cantidad suficiente de electrones libres en este tipo de

1 1
1~ 1
+=-l----1_=
A
--1
= =
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-= -= --=. -=-=--
-= --=-~"==.
-
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'== -
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- 1-
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- - - - - :::¡
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I
1-
~
a.,

=- =--
-
-
1=-
-= 1=-= -~--
--~=-= -
- 1 1-
~=
1
1f 1 .
'
1. Luz anódíca
2. Columna positiva
'
4. Columna negativa
5. Espacio oscuro
3. Espacio oscuro de Faradav 6. Luz catódica

Fig. 9. 1 O. Distribución de zonas luminosas en un tubo de descarga de gas.

119
..
descarga, se utilizan electrodos fríos construidos la mayoría de las veces de
chapa de cromo-níquel.

El llenado del tubo de descarga se hace con gases nobles como es el neón,
que emite una luz intensa de color rojo anaranjado, o como el helio que emi-
te una luz de color rosa-claro, y también con vapores metálicos, especialmen-
te el vapor de mercurio que emite una luz blanco-azulada y, mezclado con el
gas neón una luz de color azul intenso.

Las tensiones de arranque y de funcionamiento son elevadas, necesitándose


de 600 a 1000 voltios por metro de longitud.

El consumo de potencia media también por metro de longitud, es de unos 33


W , con un rendimiento luminoso de 2,5 a 5 lm/VV.

Debido a ese bajo rendimiento luminoso, los tubos de gas noble apenas
encontraron aplicación en el alumbrado de interiores, pero sí jugaron un papel
importante durante mucho tiempo para los anuncios luminosos, por la facili-
dad de poder ser modelados en forma de letras para rótulos. Actualmente van
siendo sustituidos en este empleo por otros tubos que, mediante una radia-
ción ultravioleta, producen el color deseado a través de una sustancia luminis-
cente, según el principio descrito más adelante en 9 .16.

Las lámparas para flash electrónicos, empleadas en fotografía, funcionan


según el principio de la descarga a alta tensión entre electrodos fríos.

9.14 Descarga eléctrica a baja tensión entre electrodos calientes (Lámparas


de vapor metálico)

Si se introduce en un tubo de vidrio previamente evacuado, una cierta canti-


dad de sodio sólido o mercurio líquido, el gas noble con que se ha llenado,
logra transformar el metal en vapor al producirse la descarga eléctrica, obte-
niéndose entonces una descarga de vapor metálico en el seno de un gas. que
puede incluso provocarse y mantenerse a una tensión baja normal (220 V),
con electrodos precalentados o calentados (cátodos calientes). Según este
principio funcionan las lámparas de vapor de sodio y de vapor de mercurio.
.
De todo lo expuesto hasta ahora, se deduce que; la luz emitida por las lám-
paras de vapor metálico depende de forma decisiva del espectro de líneas de
vapor metálico elegido; así, pues, la lámpara de vapor de sodio da una luz
monocromática de color amarillo anaranjado, y la de vapor de mercurio una
luz verde-azulada.

Los espectros discontinuos de estas lámparas se mejoraron por distintos


medios:

120
..
En las de mercurio: O Por combinación con luz incandescente
(Lámparas de luz mezcla).

O Por combinación con una capa fluores-


cente (Lámparas de vapor de mercurio
color corregido). ·

O Añadiendo halógenos metálicos (Lám-


paras de vapor de halogenuros metáli-
cos)

En las de sodio: O Por combinación con luz de mercurio


en un recipiente de metal transparente,
a alta presión de llenado. (Lámparas de
vapor de sodio a alta presión) .

9.15 Radiación por emisión forzada (Láser)

Como puede verse en la figura 9-8 (página 1 16) al excit ar un átomo para pro-
ducir una luminiscencia, los electrones permanecen siempre durante un tiem-
po determinado en un nivel. de energía superior, hasta que, poco después,
descienden "espontáneamente" a su posición inicial, con lo que la energía
absorbida vuelve a ser liberada convi rtiéndose en radiación luminosa. Si
durante el tiempo que permanecen los electrones
. en ese nivel, son intercepta-
dos por un potente rayo luminoso (de su misma longitud de onda) procedente
del exterior (caso 3), este rayo induce (obliga) a todos los át omos excitados en
ese momento a emitir luz. El rayo de luz incidente no se debilita por ello, sino
que experimenta una int ensificación continua, propagándose en su misma
dirección. A este fenómeno físico se le denomina en inglés "Light Amplifica-
- -
tion by Stimulated Emission of Radiation"; las iniciales subrayadas en estas
- - -
palabras componen la abreviatu ra " Láser" aceptada internacionalmente como
un concepto particular (que en español significa "intensificación luminosa
mediante la em isión de radiación forzada").

En el láser de gas se somete una mezcla gaseosa a una desca rga eléctrica,
con lo cual se " bombea" la mezcla a un nivel de energía superior. Con el láser
de gas se obtiene una intensa y coherente radiación lu minosa. Por luz cohe-
rente se entiende aquella que partiendo de un mismo punto de luz dentro de
una misma fuente lumi nosa, sus radiaciones tienen las mismas longitudes de
onda, fase y plano de oscilació n. Debido a su gran concentración, los rayos lá-
ser poseen una intensidad lum inosa muy alta.

En el láser de cuerpo sólido se utiliza, la mayoría de las veces, como resana-

• 121
.
••

dor el rubí, cristal que contiene iones de cromo en una malla de corindón; éste
se " bombea" con la luz blanca de una potente lámpara de flash electrónico, y
adquiere una fluorescencia de elevado rendimiento cuántico, emitiendo simul-
táneamente dos lineas espectrales nftüdas de color rojo.

Deb,ido a su gran intensidad de concentración, l a luz del láser tiene ya una


múltiple aplicación para microsoldaduras, microtaladros (por ejemplo diaman-
tes, diamantes especiales para hileras de trefilar) y en la 1microcirugía (por
ejemplo soldadura de retina).

9 .16 Fotoluminiscencia. (Lámparas fluorescentes de baja tensi6n)

Fundamentalmente se entiende con esta denominación, la excitación a la


luminiscencia de determinadas sustancias, mediante una radiación, la mayo-
ría de las veces radiación ultravioleta de onda corta. Las sustancias luminis-
centes empleadas sólo emiten luz mientras son excitadas por la radiación
ultravioleta de onda corta, para lo cual se utiliza la línea de resonancia del
vapor de mercurio cuya longitud de onda es de 253, 7 nm. Ya que este fenó-
meno equivale a transformar una radiación de onda corta en otra de onda lar-
ga, resulta, pues, que las sustancias luminiscentes empleadas son transforma-
doras de rádiaciones, (transforman longitudes de onda y frecuencias).

Como sustancias luminiscentes se emplean, entre otras, el volframato de cal-


cio, volframato de magnesio, silicato de zinc, silicato de cadmio, borato de
cadmio, así como los halofosfatos, que tienen una estructura cristalina.

Cada una de estas sustancias luminiscentes emite un determinado color de


luz. Mediante una mezcla apropiada de estas sustancias, se puede obtener
~ .
prácticamente cualquier color de luz ,c ompuesto que se desee. Si además ·se
consigue que las bandas de emisión de cada uno de los componentes cromá-
ticos se superpongan, se obtiene entonces un espectro continuo que va desde
el azul al rojo (igual a blanco), que además, puede variar desde el blanco luz
día hasta el blanco cálido.

Se entiende por "fluorescencia" todos aquellos fenómenos de luminiscencia


en los que la radiación luminosa permanece mientras dura la excitación. Su
caso contrario es la fosforescencia.

9 .17 Fosforescencia

La fosforescencia tiene lugar cuando en determinadas sustancias luminiscen-


tes persiste la radiación luminosa, aun después de cesar la excitación, que,

122 •

...
según el material y temperatura, puede durar desde fracciones de segrund_o
hasta meses. Este fenómeno corresponde al caso 6 representado en la fig. 9- 8
(página 116) y se debe al hecho de que, por debajo de uno de los niveles de
energía (perteneciente a las capas electrónicas) de algunos componentes quí-
micos, como los sulfuros, seleniuros U1 óxidos de los metales alcalinotérreos,
existe aparte un "n ivel de acumulación" que impide que los electrones vuel-
van rápidamente a su posición inicial.

Los electrones que por su excitación lleguen a este nivel de acumulación sólo
pueden recuperar lentamente su estado fundamental, siendo entonces cuan-
do la sustancia sigue emitiendo luz.
Este procedimiento de obtención de luz se aplica a esferas y agujas lumino-
sas de relojes o a pantallas, también luminosas, sometidas anteriormente a
una radiación.

9.18 Electroluminiscencia

Para producir este fenómeno, en lugar de una radiación excitadora, se puede


utilizar también directamente un campo eléctrico para "eleva r" electrones a
un nivel de energía superior, tal como se muestra en la figura 9.8 (página
116). Esto se consigue insertando una sustancia luminiscente entre dos capas
conductoras y aplicando al conjunto una corriente alterna lo mismo que si se
tratara de un condensador de placas.

Esta forma de obtención de luz (ma nifestada por un centelleo de moderado


resplandor) se ha realizado en las llamadas "placas luminosais" de aplicación
en salas de enfermos, numeración de porta les de edificios, iluminación de
escalas, etc.

9.19 lnyectoluminiscencia
Se trata aquí, en cierto modo, del caso contrario al principio fotoeléctrico en
que se basan los fotómetros que se emplean para medir la luz en la fotografía.
Pero mientras que en el fotómetro tierne lugar 'una transformación de energla
luminosa en energía eléctrica (en forma de una microcorriente), al aplicar la
inyectoluminiscencia a la lámpara de cuerpo sólido (figura 9- 11 en página
124), de una energía eléctrica, se produce recíprocamente una energía lumi-
nosa (radiación cromática), que tiene muy buena aplicación para procedi-
mientos sencillos de pequeñas señali.zaciones.

Una lámpara de cuerpo sólido se obtiene incrustando ("inyectando") en la


malla de un semiconductor (véase fig. 9 -11) determinados átomos extraños,

• 123
de forma que éste quede dividido en dos partes, una con exceso de electrones
y otra con defecto o "vacantes de electrones" po.sitivas. Si en tales condicio-
nes se aplica a este cristal semiconductor una corriente continua, de manera
que la zona donadora N aparezca cargada negativamente con respecto a la
zona aceptara P, se producirá entonces el paso de una mini-c,orriente eléctrica
a través del semiconductor (cuerpo sólido); esto es un movimiento de electro-
nes libres que pasan a través de la conjunción P- N de la zona N a la zona P,
donde tiene lugar una recombinación entre electrones y vacantes de ele.ctro-
nes. En este proceso se libera energía radiante transformada en luz (cromáti-
ca).

9.20. Radioluminiscencia. (Luz producida por sustancias radiactivas)


En este caso, la emisión luminosa se basa en la irradiación de una sustancia
luminiscente con rayos ot , f3 • y y que resultan de la desintegración natural
de una materia radiactiva, como por ejemplo el uranio y sus isótopos. Este
principio de la producción ,de luz se aplica a la llamada lámpara de isótopos.
que no necesita en absoluto ser alimentada con corriente eléctrica.

9.21. Bioluminiscencia

Finalmente y como complemento a la descripción de las fuentes de luz y sus


principios, aludiremos también a este tipo de fenómeno luminoso que se
manifiesta débilmente en la Naturaleza: el destello emitido por los gusanos de
luz, algunas clases de peces, algas marinas, madera podrida y similares.

Este fenómeno se debe al proceso de oxidación de algunas sustancias quími-


cas u orgánicas especiales como pueden ser las, luciérnagas y las bacterias
fotógenas en contacto con el oxígeno del aire o del agua.

Hasta ahora no se ha logrado reproducir artificiallmente este fenómeno de la


Naturaleza.

Semiconductu, P Luz

o o o o o o
Vacantes o o
+
-
Fig. 9. 11.
Principio de
funcionamiento
Elec1rones

••••••••
• • •
de la lámpara de
cuerpo sólido.
Semicondu~lur N

124
o Condiciones que deben reunir

las fuentes de luz

1 0.1 Generalidades
En el capítulo anterior hemos visto las distintas fuentes de producción de luz
existentes, así como los principios físicos en que se basan. Ahora trataremos
d.e las condiciones que deben reunir éstas en orden:

O luminotécnico
O económico
O técnico de funcionamíento y
O tecnológico de fabricación

10.2 Distribución espectral de la radiación total


Hemos visto que las fuentes de luz son transformadoras de energfa . Para que
estos transformadores pudieran trabajar con un alto rendimiento, casi toda la
energía absorbida tendrían que transformarla en radiación visible, lo cual
quiere decir que no deberían emitir ninguna o casi ninguna radiación invisible
ultravioleta e infrarroja (ésta térmica), ya que las mismas no contribuyen a la
visión. Por otra parte su luz debería ser blanca como la del dia y con buena
reproducción cromática, lo cual exige un esp!3ctro continuo que contenga
todos los colores desde el violeta al rojo, pero como la sensibilidad del órgano
visual es máxima para la radiación verde-amarilla (valor máximo de la curva
V X en el párrafo 3.6), lo más favorable en cuanto a rendimiento luminoso se
refiere, será obtener el porcentaje mayor de radiación en la zona de 555 nm,
correspondiente a dicha radiación.

10 .3 Escala de potencias eléctricas

La construcción de cualquier fuente de luz tiene que permitir mediante la


125
..

adaptación del cuerpo luminoso -que puede ser una espiral, un recipiente de
descarga o quemador-, el disponer de una amplia escala de potencias en
vatios, desde pequeñas a altas potencias, de acuerdo con las necesidades de
uso. Esta escala de potencias no consta siempre de los mismos valores nor-
malizados en vatios para todas las fuentes de luz. Estos varían según la nece-
sidad y la posibilidad de desarrollo respecto a la naturaleza física y tecnológi-
ca de la fuente de luz en cuestión.

10.4 Luminancia

La luminancia de las fuentes de luz interviene sobre todo en el deslumbra-


miento y en la efectividad de los sistemas ópticos de las luminarias, tales
como espejos y lentes.

Las fuentes de luz que. se emplean preferentemente al descubierto (desnu-


das), no han de tener una luminancia (cd/ m 2 ) elevada, con el fin de que su
efecto de deslumbramiento se mantenga dentro de unos límites soportables.
El valor de la luminancia admisible depende del tipo de aplicación (por ejem-
plo, será distinta en una iluminación de trabajo y en otra festiva).

Por el contrario, las fuentes de luz que se utilizan en luminarias pueden tener
grandes luminancias, ya que éstas amortiguan el efecto de deslumbramiento .

,soº 160º ,1e0º


110° 160° 1<40º
200r-i~ ~t"""":~ ~ ~
120•

....t
IOO'
OOº
•o
-... '
! 100
SOº
""'
(-/)O

200 L...,1,i;;;,;;l...,Q,..,:;..;i,'-';_j o•
ºº 20º "°º
Fig. 1O. 1. Curva de distribución lumi-
Fig. 10.2. Curva de distribución lumi-
nosa de una lámpara Xenón XBO
nosa de una lámpara DP.kolux~ 40 W . 15kW.

126
...
.
Allí donde la radiación luminosa ha de ser más dirigida, como en los radiado-
res intens,ivos, proyectores y faros, es precisamente donde interesa que las
lárm paras tengan una luminancia lo más ellevada posible, ya que la intensidad
luminosa (ed) y alcance (m) del proyector aumentan proporcionalmente con la
luminancia de las lám¡paras. Al mismo tiempo la concentración y dirección de
la luz serán tarn to más exactas cuanto más puntual sea la fuente (compárense
las lámparas Fluorescentes con las de Xenón de arco corto).

En general, la luminancia que se puede obtener en una lámpara depende del


sistema adoptado para la producción de luz, es decir, de la naturaleza física de
la fuente y de si ésta es puntual, lineal o plana. La l um inancia de las lámparas
nunca puede ya aume•ntarse mediante cualquier stistema óptico y sí debilitar-
se, por ejemplo con capas difusoras (compárense las lámparas incandescen-
tes claras, mate interrior y sílilca).

10.5 Distribución de la intensidad luminosa

La radiación luminosa de una lámpara no es igual en todas las direcciones del


es,pacio, siendlo afectada por la posic.ión ,del casquillo, por los soportes del
cuerpo luminoso, por la estructura de éste, etc., lo cual determina que cada
tipo de lámpara posea una distribución típica de su intensidad luminosa. Asi-
mismo, las lámpa ras aizogadas tienen una distribución luminosa muy particu-
lar.
Las curvas de distribución1luminosa (véase párrafo 4.6.) son esenciales para

90º
a:'00 &oº ,.. ,... ,w ...
, ...
10º
6000
fil)º

10000 'jOO

,oº
1'--=?!;;::...- zo~..:::::..I Fig. 10.4 . Curva de distribución
Fig . 10.3. Curva de distribución lumi- luminosa de una lámpara Fluo-
nosa de una l~mpara Concer.itra~ 300 rescente. L sin reflector. R con
W (Medium Flood). reflector incorporado.

127
proyectar instalaciones de alumbrado, así como para el diseño de luminarias,
porque su sistema óptico - como pueden ser reflectores, lentes o prismas- ha
de ser ajustado de tal forma a la curva de distribución luminosa de la lámpara,
que la luz sea dirigida al lugar o punto de máxima necesidad.

Partiendo de la curva de ·distribución luminosa, puede calcularse la iluminan-


cia en un punto situado a una distancia d respecto a la luminaria, según una
dirección dada, como por ejemplo en las lámparas Concentra, aplicando la ley
de la inversa del ·cuadrado de la distancia E = ~2 (véase párrafo 5. 1 ).

En la mayoría de los tipos de lámparas la distribución luminosa es simétrica.


En estos casos es suficiente con representar la curva de distribución en un
semiplano, como puede verse en la figura 10.1 y 10.2 (página 126). Cuando
es asimétrica, como en el caso de las lámparas Fluorescentes y algunas Con-
centra, puede resultar interesante la representación de dicha curva en dos pla-
nos adyacenes ~orno puede verse en las figuras 10-3, 10-4 y 10-5 (pági-
nas 127 y 128).

1 0.6 Efecto biológico de la radiación emitida

Es preciso conseguir - según los criterios actuales para la protección del


ambiente- que las fuentes de luz no emitan ninguna radiación que pueda
resultar peligrosa para el hombre, bien sea de inmediato o a largo plazo. Con
los radiadores térmicos como son las lámparas incandescentes, esta condi-
ción se cumple ya desde un principio.

Algunas descargas de gases, principalmente las de vapor de mercurio, contie-


nen por naturaleza un porcentaje de radiació n ultravioleta {onda larga =
UV -A,onda med ia ~ UV- B y o nda corta = UV-C). {Figura 10-6 véase en pági-
na 1 29.)


15()0

Fig. 10.6.
Curva de diatrlbución
luminosa de una lámpara
Fluorescente en dos
planos adyacentes. o

12 8 •

..
El efecto permanente de las radiaciones UV-B o UV-C produciría quemaduras
en la piel desnuda y una conjuntivitis en los ojos que no están protegidos. En
las lámparas para alumbrado general esto puede evitarse con el empleo de
clases de vidrio apropiadas que absorban la radiación crítica. La ampolla tubu-
lar de la lámpara fluorescente tiene esta función protectora; el quemadór de
cuarzo de las lámparas de mercurio a alta presión (HQL, HWL y HQI) está
cubierto adicionalmente con una ampolla envolvente que absorbe la radiación
ultravioleta (véase figura 10- 7 en página 130). Por el contrario las lámparas
especiales con ampolla de cuarzo (como las HQI-TS o XBO). deben funcionar
en luminarias provistas de pantalla de cristal protectora contra tales radiacio-
nes. •

La radiación ultravioleta resulta beneficiosa en las lámparas Ultra~Vitalux



y en
las Germicidas. En las primeras se utiliza una ampolla protectora especial que
no deja pasar la radiación ultravioleta de onda corta, siendo además necesario
dosificar las sesiones de irradiación.

En las lámparas Germicidas, la radiación necesaria está comprendida entre


los 200 y 280 nm para eliminar los microorganismos contenidos en el aire o
en el agua y, en algunos casos, también la radiación de unos 185 nm para la
producción de ozono (desodorización).

1 O.7 Color de luz apropiado para cada aplicación

El color de luz de una lámpara se determina por su composición espectral


(véase capítulo 7). La norma DIN 5035 establece para las fuentes luminosas
"casi blancas" empleadas en el alumbrado general, los tres grupos siguientes
de colores de luz:

...

Fig. 10.6 . Espectro de las radiaciones ultravioleta.

Radiación ultravioleta

. lll'l 'lT'~'l "1l¡l,.l11¡·¡1·11


,

1
, > I 1 1
i , ·1 1
11i::1 J,11·111 1 ' ,;, : ,,, ,,
, ,,,
-
, '
' •' ,' . ' . '
:¡ 1
.
Rayos Rontgen Oz,onffera 1 Bactericida f"tirraqultlJ..iironceadora 1 Luz Infrarrojo
1

• 129
Color de luz Temperatura de color aproximada

Blanco Luz Día 6 .000 °K


Blanco Neutral 4 .000 ºK
Blanco Cálido 3.000 ºK

M ientras que las lámparas incandescentes, por su alto contenido en rojo (a


excepción de las lámparas de color). sólo pueden radiar un color b lanco cálido,
los colores de luz de las lámparas de descarga están determinados por los
gases o vapores para ellos elegidos, por ejemplo el color amarillo de la descar-
ga del vapor de sodio o el azul pálido de la de vapor de mercurio. Se pueden
obtener otras variantes cromáticas, combinando diferentes vapores metálicos
(lámparas de halogenuros metálicos HQI) o modificando la presión de vapor
(lámparas de vapor de sodio a baja presión Na y a alta presión Na V).

Con las lámparas fluorescentes se ofrece la posibilidad de conseguir c ualquier


matiz que se desee, mediante la selección o mezcla de una gran cantidad de
sustancias luminiscentes conocidas, para adaptarlas a cada tipo de aplicación,
como es la iluminación ambiental o de trabajo respectivamente.

10.8 . Calidad da reproducción cromética (Valoras de R )


9
Mientras que un color de luz se puede reconocer iluminando superficies de
color blanco neutral o gris, la reproducción cromática se refiere al aspecto de
color que presentan las superficies iluminadas. Su calidad reproductora no
solo depende de la tonalidad de la luz incidente, sino fundamentalmente de su
composición espectral (véase 7 .8).

Flg. 10 .7.
Umpara de vapor de
mercurio a alta
presión tipo HQL con
ampolla envolvente.

130 •

...
En la figura 10- 8 (página 1 31 ) puede verse una comparación de dos lámparas
Fluorescentes. " Blanco Frío (20)" con 4.100 ºK, y " Blanco Frío de Lujo (22)"
con 3.900 ºK. que pertenecen al mismo grupo de color de luz (blanco neutral),
pero que por su diferente distribución espectral no ofrecen la misma repro-
ducción cromática.
La mayoría de las veces lo que se exige de una fuente de luz es una buena
reproducción cromática, lo cual requiere una distribución espectral diferente a
la que se necesitarla para conseguir un elevado rendimiento luminoso.
Si como en el caso de las lámparas Fluorescentes " Blanco Frío (20)" se des-
taca en su espectro la radiación amarillo-verdosa (aproximadamente 520 a
600 nm) para la que el ojo tiene mayor sensibilidad, entonces se obtiene un
ren·dimiento luminoso proporcionalmente elevado. Por el contrario, las lámpa-
ras Fluorescentes " Blanco Frío de Lujo (22)". que presentan una buena repro-
ducción cromática no alcanzan un rendimiento luminoso tan elevado. Esto
explica el porqué existe una gama tan amplia de tonos de luz dentro del grupo
de las lámparas fluorescentes.
Si lo que se pretende es un equilibrio entre el rendimiento luminoso y la repro-
ducción cromática, se recurre al color de luz " Blanco Universal (2 5)"' y última-
mente a una de mayor rendimiento luminoso como es la lámpara Fluorescen-
te de tres bandas " Lumilux".
Para caracterizar la calidad de reproducción cromática, se utiliza el índice
general Rg. que en el caso ideal puede alcanzar el valor 100 (Véase 7 .8).

1 0.9 Potencia luminosa en funci6n de las condiciones de funcionamiento

Los valores de flujo luminoso dados en los catálogos de lámparas OSRAM se

1
/'\
f '
1
1
1 /
/
1
1
1
Le~ 1
I L20 \
Le 1
'' 1

' 1
1 L22

//
- ..
Fig. 10.8. T
// '••
,' l ••
Curvas de distribución• 1

espectral de las lémparas


1
1
..•
1 •
•••
\ 1
Fluorescentes L 20 y L 22 y \
de sensibilidad del ojo a las T I ' •
:v()J ..\ \
\
' •
• .\ ' ' \
radiaciones
monocrométicas. -~_,, •'
••
.'\. ' ..... ....
......... -----
5()() 600 ,00 nm IOO

131
refieren por regla general (en tanto no se indique lo contrario) al funciona-
miento a la tensión de la lámpara (tensión de construcción o a la tensión
nominal) y a una temperatura ambiente de 25 ºC. En las lámparas Fluorescen-
tes Indio-Amalgama, el flujo luminoso se mide a una temperatura ambiente
de 35 ºC.
En la práctica, las condiciones de funcionamiento son muy diferentes por lo
que el flujo luminos~ no corresponde a los valores dados en catálogo. En las
lámparas incandescentes, éste depende en g ran medida del valor de la ten-
sión de alimentación y apenas de la temperatura ambiente. Por el contrario,
en las lámparas de descarga, la tensión de alimentación tiene poca influencia
sobre el flujo luminoso, dependiendo más que nada de la intensidad de
corriente y de la potencia eléctrica.
La temperatura ambiente ejerce una gran influencia en el flujo luminoso de las
lámparas fluorescentes a baja presión, ya que la presión de vapor de mercurio
depende mucho de la temperatura. Debido a ello el flujo luminoso desciende
considerablemente tanto a bajas temperaturas (por ejemplo en cámaras frigo-
ríficas), como a altas (por ejemplo en luminarias cerradas para interiores),
según puede verse en la figura 1 0-9 (página 132).
Las lámparas Fluorescentes Indio-Amalgama tienen una aplicación muy
general debido a que la presión de vapor y con ello el flujo luminoso se man-
tienen casi constantes en un amplio margen de temperatura, como . muestra la
figura 10-9.

10.1O Datos luminotécnicos constantes en toda la duración

El mantener un valor del flujo luminoso de un 100 % en toda la duración de

, 00 r----...---

"'
80 t---+-l--+-1---4-1-...3,,,,+-----I
o
1
_, ____ -'
.:!: J M1,gen pMCll)ll par, 1
ñi , 1 1 k.Jminefiet en •xt•riorn
e eo t---r-1....Jo.........,.~-•"---+J'-__.
i / 1
o I L--- ----
..: I I Me,v.n prlnci~I ~,. 1
Fig. 10.9.
~
1

Flujo luminoso de una


40 t---1- -1---~...-'·~,:!"!ños!'_'"!~.,.-----4
lámpara Fluorescente de
o
·;;-
¡¡;
I ,
I
40 W en función de la
temperatura ambiente con '
2o t+---~----tf------+---+----4
márgenes de temperatura de
funcionamiento en
luminarias para interiores y o___..__ ___...__ ___.____.,___,
exteriores. - 20 o 20 40 so •e so
Tempe<atura ambiente

132
una fuente de luz, no es posible conseguir en la práctica, porque se tienen en
contra motivos físicos y tecnológicos.

En las lámparas incandescentes-halógeno se pudo redu~ir considerablemente


la pérdida de flujo luminoso gracias al ciclo del halógeno que evita casi total-
mente el ennegrecimiento de la ampolla de esta fuente de luz (de un máximo
del 20 % se redujo a un 3 % aproximadamente).

También en las lámparas de descarga se ha reducido la pérdida de flujo por


las mejoras introducidas en su tecnología .

Los flujos luminosos nominales que se indican en los catálogos OSRAM se


refieren, en el caso de las lámparas incandescentes, a lámparas que no han
funcionando todavía y en el de las de descarga, a lámparas con 100 horas de
funcionamiento.

10.11 Rendimiento luminoso

Según se vio en 3.6 y 4.4, el máximo rendimiento luminoso que se podía con-
seguir en el caso más favorable, es de 680 lm/W (color de luz amarillo-
verdoso). Constantemente se investiga con el fin de conseguir unas fuentes
de luz económicas que posean unos valores de rendimiento luminoso lo más
elevados posible.

Los adelantos conseguidos hasta ahora son relativamente importantes. De 8


a 20 lm/W en las lámparas Incandescentes Standard, pasando por las Fluo-
rescentes con 40 a 80 lmM y las de Sodio a alta presión " Vialox" con 100 a
130 lmM, se ha llegado hasta 175 lmM en las lámparas de Vapor de Sodio
a .----
bala- presión (Valores específicos de tas lámparas). Como resultado actual-
mente-se pueden obtener unos niveles de iluminación elevados de forma rela-
tivamente económica.
Como ya se ha visto en 10.8, resulta contradictorio pretender conseguir un
elevado rendimiento luminoso al mismo tiempo que una buena reproducción
cromática. Por lo tanto hay que decidir cual es la propiedad de la lámpara que
resulta más valiosa, si un elevado rendimiento luminoso (por ejemplo lámpa -
ras Fluorescentes L 20 y L 30) o una reproducción cromática extraordinaria-
mente buena (L 22, L 32 y L 39).

10.12 Duración media y duración útil

En primer lugar hemos de aclarar los conceptos " duración media" y " duración
útil " de las fuentes de luz.

..

133
La " duración media" es un concepto estadístico que representa la media arit-
mética de la duración en horas de cada una de las fuentes de un grupo sufi-
cientemente representativo del mismo modelo y tipo.

La " duración útil" es una magnitud referida a la práctica, dada igualmente en


horas, a la cual el flujo luminoso de una determinada instalación de alumbra-
do ha descendido a un valor mínimo, para el que la fuente de luz no es renta-
ble aunque esté en condiciones de seguir funcionando.

La figura 10.1 O (véase página 134) muestra la pérdida de flujo luminoso que
puede llegar a tener una instalación de alumbrado respecto al número de
horas de funcionamiento. En la primera parte de la curva (hasta 9.000 horas),
..
que presenta poca pendiente, la duración útil depende fundamentalmente de
la pérdida de flujo luminoso, y en la segunda (desde 9.000 horas), con máxi-
ma pendiente, del número de fallos.

En las lámparas incandescentes se cuenta con duraciones medias cuyos valo-


res más bajos los tiene el grupo de Fotografía y Proyección de gran potencia
(3 hasta 1 00 horas); en las lámparas de Alumbrado General, normalmente es
de 1000 horas.

A las lámparas de descarga podría dárseles unos valores de duración muy


altos, pero no resultaría útil el aprovechar su capacidad de funcionamiento
hasta el final en el que el flujo luminoso es ya muy bajo. Lo que más interesa
en el alumbrado público e industrial, campo de mayor

aplicación de las lám-
paras de descarga, es conseguir unas duraciones útiles de varios miles de
horas con una pérdida de flujo luminoso todavía razonable, ya que ello consti-
tuye un dato importante a la hora de calcular los costos de reposición de lám-
paras.

1
..
11

Flg. 10.10.
Pérdida del flujo luminoso de
una instalación de
alumbrado respecto a las
horas de funcionamiento.
O 1500 IODO 1100 10000 h. 11000
Horas de funcionamiento

134
En las lámparas indicadoras y de señales se dan duraciones extremadamente
largas, ya que éstas funcionan durante muchas horas diarias (muchas veces
incluso ininterrumpidamente), en cuyos casos interesa más el factor seguri-
dad que el rendimiento luminoso.

10.13. Producción de calor

Una fuente de luz debe producir la. mayor cantidad posible de luz y la menor
de calor. Cuanto menor sea la cantidad
,.. de calor producida por la lámpara, que
ya de por sí constituye una pérdida constante, menor será su temperatura
ambiente, y menor por consiguiente la cantidad de calor a evacuar por la
luminaria.

El principio físico elegido para la producción de luz, juega un papel decisivo en


esta cuestión. Un radiador térmico como es la lámpara incandescente o la
incandescente-halógeno, precisa que su espiral alcance una temperatura de
incandescencia muy elevada para obtener un rendimiento luminoso acepta-
ble. Sin embargo, la columna de descarga de una lámpara fluorescente cons-
tituye un arco de " luz fría" (temperatura baja) y sus electrodos sólo se calien-
tan para producir la descarga, con lo que su rendimiento luminoso es propor-
cionalmente más elevado.

Las lámparas de mercurio a alta presión, cierto es que adquieren notables


temperaturas que obligan a utilizar el cuarzo para el recipiente de descarga,
pero su porcentaje de radiación térmica es muy inferior al de los simples
radiadores térmicos.

Las que mantienen una temperatura más favorable son las lámparas de vapor
de sodio a alta presión, que con sólo 270 ºC aproximadamente en el recipien-
te de descarga, proporcionan unos rendimientos luminosos de hasta 175
lm/W.

10.14, Coste especifico por lámpara instalada (Ptas./1000 lm) y coste efecti-
vo de la luz producida (Ptas./ Mlmh)

En una nueva instalación de alumbrado el "coste específico por lámpara ins-


talada " en ptas. por 1000 lm, se puede calcular fácilmente conociendo el cos-
te total de la misma y el flujo luminoso de la lámpara; como es natural éste
debe ser lo más bajo posible. Este coste en sf no dice nada todavía respecto a
si la fuente de luz resulta o no económica, ya que no se ha tenido en cuenta
sus horas de vida o duración útil. El criterio de la economfa de una fuente de
luz se basa primordialmente en el " coste efectivo de la luz producida" expre-
sado en pts./ Mlmh; es decir pesetas por Mega (Millones) lúmenes por hora.

135
...
Por lo tanto es necesario calcular primeramente el coste total por lámpara ins-
tala1da y en funcionamiento (Coste total de instalación más el coste total de la
energía consumida por unidad instalada). y el resu ltado dividirlo entre el tra-
bajo luminoso producido en la duración útil de la lámpara.

Los datos de partida y cálculo de este coste se indican a continuación:

Datos de partida
a) Tipo de lámpara
b) Flujo luminoso de la lámpara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . (lm)
c) Duración útil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . (h)
d) Consumo de potencia (con balasto en su caso) . . . . . . . . . . . (W )
e) Precio del kWh ... . ....... . . . .................. ~ . . . (Ptas/ kWh)
f) Coste total de insta lación por lámpara .................. (Ptas.)

Cálculo
g) Consumo total de energía .... . ..... . ... . .. . (c) X (d)
(kWh)
1000
h) Coste total de la energía consum ida ...... . .. . (e) X (g) (Ptas.}
i) Coste total por lámpara instalada y
en funcionamiento ......... . ........ .. . (f) + (h) (Ptas.)
j) Trabajo luminoso total por lámpara ..........• (b ) X (e) (Mlmh)
1.000.000
(i)
k) Coste efectivo de la luz producida ..•..••....
(j)
- (Ptas/M lmh)

Aclaración: El coste específico de instalación ( Ptas/1000 lm) representa un


coste por unidad de potencia luminosa, y el coste efecti:vo de la
luz producida (Ptas/ Mlmh). el coste por uriidad de trabajo lumino-
so.

10.1 5. Posibilidad de funcionamiento con corriente alterna y continua

Para cualquier fuente de luz, resulta una ventaja el que pueda funcionar tanto
con corriente alterna (frecuencia de 50 a 60 Hz) como con continua. Esta ven-
taja la tienen todas las lámparas incandescentes. Las lámparas de vapor
metálico podrían funcionar con corrient,e continua, aunqu,e la mayoría de las
veces con desventaja ·ya que sus dos electrodos no recibirían la misma inten-
sidad de corriente y sería necesario conectar un inversor de corriente o
emplear otros modelos de lámparas especiales, como por ejemplo lá1mparas

136

fluorescentes para funcionarnient,o sirn cebador con corriente continua, l as


cuales requieren el empleo de una resistencia óhmica en !ru gar de una induc-
tancia para limitar la corriente. Las lámparas Xenón a alta presión, por el con-
trario, van provistas de un par de electrodos desiguales y por ello están previs-
tas preferentemente para el funcionamiento con corriente continua.

10.16 Fabricación para tensiones de red normalizadas y para bajas tensiones

Para una fuente de luz que se emple,e en grandes cantidades, es necesario


que se pueda fabricar fácilmente para funcionar a las tensiones de red norma-
lizadas más usuales (6, 12, 24, 11 O, 1 25, 220 y 3 -8 0 voltios). l?~ra las lámpa-
ras incandescente·s se cumple conr esta exigen,cia, ¡porque la resistencia óhmi-
ca de la espiral se puede eleg1ir convenientemente de acuerdo con la tensión
de alimen1tación q¡ue se vaya a utilizar. En las lámp~ras incandescentes:-haló-
geno existe una limitación en este sentido puesto que algunas lámparas con
potencia inferior a 250 W sólo se pueden fabricar en la actualidad para baja
tensión, como por ejemplo OSRAM Minispot 20 W/ 12 V.

En las lámparas de descarga existe, desde un punto de vista físico, un límite


inferior de tensión que corresponde a la tensiión mínima de funcionamiento,
aunque para el arranque necesiten tensiones superiores de algunos cientos de
voltios y en ocasiones de miles (HQI, NaV) . La adaptación a otras tensiones
de funcionamiento no normalizadas ha de realizarse por medio de balastos
'
convenientemente calculados.

Como quiera que en la actualidadl se necesita una gran cantidad de lámparas


destinadas a automóviles, barcos y aviones, es preciso que éstas puedan fun-
cionar a las bajas tensiones en corriente c,ontinua de 6, 12, 24 y 2 8 V •que en
los mismos se emplean.
..

10.17.. Repercusiones en la red da alimentaci6n

De cualquier fuente de luz eléctrica mod..erria se requiere que su funciona-


mient,o no tenga una repercusión importante en la red de ali mentación.

Con las lámparas incandescentes esta repercusión queda Iimitada a una


sobreintensidad más o menos elevada en el momento de la conexión debido a
su pequeña resistencia con la lámpara en frfo. Esto es de sumo interés para
calibrar el fusible de seguridad correspondwente.

137
En las lámparas de descarga eléctrica (fluorescentes y de vapor metálico),
ocurre que como éstas funcionan gernera !mente en conexión con una induc~
tancia, que para el cÍlrcuito representa una resistencija aparente, se produce
corno consecuencia un desfase entre la tensión y la internsidad, según se vio
en 1.33. Esto da lugar a que se obtenga 1un bajo factor de po,tencia (cos. r.p ),
que representa una carga adÍlcional para la red y que por ello debe ser com-
pensado. Esta " compensación" puede realizarse de una forma rel ativamente
sencilla conectando un condensador apropiado en paralelo, según se indica
en la figura 1 0 - 11 (página 138) o mediante una conexión dúo para lámparas
fluorescentes, figura 1 0- 12 (página 1 39. Véase también 1.43).

10.18. Estabilización de fuentes de luz con característica de resistencia


negativa

Se le da el nombre de " caracterfstica de resistencia negativa" a la propiedad


que tiene una resistencia, por ejemplo la de un arco de descarga, de disminuir
a medida que aumenta la int ensidad de corrient,e que por ella circula. Esto
1

obliga en las !lámparas de descarga a estabilizar la corriente con el fin de que


no adlquiera unos valores desmesurados. Esto se realiza fáci lm,ente intercalan-
do en el circuito de la lámpara, resistencijas inductivas, capacitivas e incluso
ólhmicas (en el caso de corriente continua). De esta forma se pueden ajustar
con exactitud los respectivos valores eléctricos que se precisan para el funcio-
namiento de las lámparas..

UN

K
1i
1r
••
••

Fig. 10.1 1
Circuito de una l~mpara de
descarga con factor de
potencia compensado. • L

138
...
1 0 .19 Influencia de las variaciones de la tensión de alimentación

Las variaciones de la tensión de alime·ntación influyen en los datos luminotéc-


nicos de cualquier fuente de luz. Cuando estas variaciones se producen de for-
ma muy consecutiva o muy rápida, el ojo no aprecia las fluctuaciones de lumi-
nosidad que producen.

En las lámparas incandescentes afectan a la duración y a la temperatura de


color, y en las de descarga, a las relaciones de presión y con ello a las condi-
ciones de la descarga.

Las variaciones de la tensión nominal en las lámparas de halogenuros metáli-


cos y en las de sodio a alta presión, no deben ser superiores a ± 5 %, y en las
de mercurio y fluorescentes + 1O %. Si las tensiones de red rebasan estas
tolerancias, es preciso utilizar balastos o aparatos adecuados a las tensiones
correspondientes.

10.20. Tiempo de funcionamiento hasta que el flujo luminoso adquiere el ré-


gimen normal

La condición ideal para una fuente de luz es que al conectarfla emita inmedia-
tamente su flujo total. Esta condición la cumplen todas las lámparas i ncan-
descentes. Se consigue que las lámparas fluorescentes se comporten en este
sentido casi igual que las incandescentes, empleando cebadores de arranque
rápido (OSRAM Deos ® St 171) o conexiones Rapid-Start; de no ser así
encienden con retraso des¡pués de uno o varios intentos, con el centelleo con-
siguiente.

L L
• •
Sección inductiva Sección capacitiva
Fig. 10.12. Sr Sr
Conexión dúo de lámparas
fluorescentes con factor de
potencia compensado.

.. 139
Las otras lámparas de vapor metálic,o precisan un tiempo de " arranque" de
varios minutos, hasta que el vapor metálico adquiere la presión necesaria y el
flujo luminoso alcanza su máximo valor.

1 0.21 Posibilidad de reencendido inmediato

También aquí se requiere que todas las fuentes de luz, después de apagadas,
tengan la posibilidad de un reencendido inmediato con plena emisión de flujo
luminoso. Esta condición sólo la cumplen los radiadores térmicos, las lámpa-
ras de baja presión y las de cuerpo sólido; las de vapor metálico presentan
determinadas diferencias respecto a su posibilidad de reencendido inmediato.

Na : El arranque de la lámpara de vapor de sodio a baja presión forma tubu-


lar, en conexión con cebador, es inmediato. Todas las demás lámparas
de este tipo arrancan por sí solas a tensión de red después de transcurri-
do un tiempo de refrigeración de pocos m inutos.

Na V : La mayoría de las lámparas de vapor de sodio a alta presión " Vialox"


necesitan para arrancar en frío, tensiones de 2 a 4 kV s y pa ra el reen-
cendido inmediato en caliente, tensiones de 30 a 60 kV 5 (s = amplitud
de la tensión), proporcionadas estas tensiones por los correspondientes
aparatos de encend ido (arrancadores).

HQL : Las lámparas de vapor de mercurio a alta presión normales arrancan por
sí solas a la tensión de red, después de transcurrido un tiempo de refri-
geración de algunos minutos, necesitando de cuatro a cinco minutos
hasta que el flujo luminoso alcanza su valor máximo.

HQI : Las lámparas de halogenuros metálicos (power stars) arrancan bien


mediante un cebador especial o bien mediante un aparato de encendido
que proporciona una tensión de 3 a 4,5 kVs , pudiendo reencender inme-
diatamente en cal iente con 30 a 60 kV s mediante un aparato de encen-
dido especial.

10.22 Regulación del flujo luminoso

El flujo luminoso de una fuente de luz debiera poder ser " regulado". Con las
lámparas incandescentes, esto se puede conseguir de varias formas, por
ejemplo: mediante resistencias de regulación, transformadores de regulación
o mediante " Dimmers" eléctricos. Para obtener el mismo efecto en las lámpa-
ras fluorescentes, se precisan dispositivos electrónicos especiales para el

14 0 •

.
mantenimiento del arco de descarga. En todas las demás lámparas de vapor
metálico se descarta la posibilidad de regular el1flujo luminoso ya q1,1e pQdían
producirse variaciones en el color de la Iuz.

Sólo en las lámparas Xenón de arco corto, empleadas en proyectores de cine,


se irequiere frecuentemente esta re,gulación para compensar las pérdidas de
flujo luminoso durante la vida de la lámpara mediante un rectificador de
corriente apropiado.

1 0.23 Efecto estrobosc6pico


En todas las fuentes de luz artificiales que funcionan con corriente alterna,
cesa su emisión luminosa ,c ada vez q ue la corriente pasa por el p unto cero
1

(véase 1.29). Esto tiene lugar dos veces por período, por lo que para una fre-
cuencia de 50 Hertzios (períodos por segundo) se producirán 100 instantes
de oscuridad por segundo.

El filamento de las lámparas incandescentes retiene bastante calor, por lo que


se produce un ligero descenso de la emisión luminosa por tal circunstancia,
que pasa desapercibido por el ojo, excepto cuando lámparas de poca potenci a
funcionan con redes de 2 5 Hz.

En las lámparas de descarga f1uncionando con redes de 50 Hz, el ojo no es


capaz de apreciar las variaciones tan rápidas de luz q¡ue se producen. peiro
puede dars,e el caso de que las lám paras iluminen zonas, en m as que se realicen
movimientos rápidos (objetos o máquinas con órganos móviles), observándo-
se ,e ntonces como si estos movimientos se realizaran en forma intermitente e
incluso como si estuvieran parados. Este fenómeno se conoce con el nombre
de " efecto estroboscópico" y se puede reducir hasta hacerlo insensible por
medio de montajes especiales de alimentación de las !lámparas, o donde se
dis¡ponga de línea trifásica, conectándolas de tres en tres sobre cada fase.

10.24 Interferencias radioeléctricas


Todas las fuentes cuya producción de luz artificial se basa en el principio de 11a
descarga eléctrica en el serno de un gas, pueden produci r interferencias en los
receptores de radio y televi1sión debidas a ondas de alta frecuencia que origi-
nan las, oscilaciones del arco con la corriente eléctrica.

Las ondas de alta frecuencia pu,e den causar la irnterferencia por:

O radiación directa de la lámpara a la antena del reéeptor o televisor.


• 141
O radiación de los conductores de alimentación de la lámpara a la antena
del receptor o televisor.

O transmisión di recta ,desde la lámpara fluorescente al receptor o televi-


sor, a través d,e la línea de alimentación .

En los dos pri'meros casos la interfe,rencia qu,eda elmminadJa si la lámpí;11ra y los


conduc tores están a bastante distancia del receptor, de lo contr ario es nece-
sario recurrir, según los casos, al apantallamiento de la antena, a la instala,c ión
de los conductores de alimentación de la lámpara bajo tubo metálico o a
conectar la lámpara y el receptor, respectivamente, a1 puntos d istintos de la
ried de alimentación (distintas t,omas de corriente).

En el tercer caso, se evita la i nterferencia ,empleando filtros especiales, consti-


tuidos por condensadores de capacidad adecuada.

10.25 Forma y dimensiones


La constitución básitca de cad!a fuente de luz artificial depende de las condicio-
nes físicas, del principio adoptado para la producción de luz (radiación de tem-
peratura / descarga de gas / excitaciórn de la sustancia luminiscente), de aquf
que las ex~gencias tecnológicas de fabricación determinen su forma y d imen-
siones. Ta1mbién las condüciones térmicas influy,en ,en este sentido; por ej em-
plo, de ellas depende el que la ampolla de las lámparas de v,apor de mercurio
HOIL tenga una forma elipsoidal. Dentro de: estos límites fu ndamentales se
inte'n ta adaptar la forma y dimensiones al má:s frecuente caso de aplicació n en
combirnación con la luminaria o también ai unos puntos de vista estéticos (for-
mas: standard, velai, adorno, pebetero, tubular, sofito, circualres, U, eli psoida-
les, etc.).

En el desarrollo ulterior de las formas ha surgido frecuentemente la necesidad


de incorporar tambijén elementos die luminaria a la forma de las lá1mparas, de
lo cual han resultado por ejemplo lámparas con r efl,e ctor especular o lámparas
para linterna (iluminación momentánea) con cúpum a forma de lente. También
tia e.xigencia respecto a una reducción de la luminancia de la lámpara, requiere
un mateado o silicatado.

10.26 Materiales
Los materiales empleados para la fabricación de lámparas tienen que cumpl ir
con todas las exigen cias químicas, me cánica1s, eléctricas, así como luminotéc-
1

142
nicas de la fabricación y funcionamiento de las lámparas, y además tienen que
ser fáciles de conseguir y lo más económicos posible; un ejemplo de como ya
sólo la carga térmica y la presión en los quemadores y ampollas pueden
déterminar la clase de vidrio a elegir, es el empleo de vidrio blando, vidrio
duro, cuarzo, cuarzo especial, o incluso aluminio sinterizado y cerámica de
corindón para los recipientes de descarga. lo mismo ocurre con la selección
de aquellos metales (wolframio, molibdeno y óxidos metálicos) que se necesi-
tan para las espirales, soportes y electrodos, así como para los metales vapo-
rizables: mercurio, sodio y tierras raras. Finalmente se requieren muy altas
exigencias en el grado de pureza de todas las sustancias luminiscentes
empleadas para la fabricación de lámparas y en todos los gases nobles (krip-
tón, neón, argón, helio), también en otros aditivos. Igualmente es necesario
advertir que sólo deben emplearse para la fabricación de lámparas, materiales
que después de tirar la lámpara usada, sean fácilmente destructibles (protec-
ción del ambiente).

10.27 Posición de funcionamiento y forma del cuerpo luminoso


Una lámpara eléctrica está construida generalmente para una determinada
posición de funcionamiento en la que presenta unas óptimas propiedades de
trabajo. Fuera de esta posición, las propiedades cambian desfavorablemente,
bien sea por sobrecalentamiento de la espiral del casquillo o de la ampolla de
vidrio, por desviación del arco en las lámparas de descarga o por variaciones
de calor. Por eso hay que tener en cuenta las tolerancias dadas en los corres-
pondientes catálogos de las lámpa ras, a fin de evitar el agotamiento prematu-
ro de las mismas.

1 1 Admisible
- Inadmisible

s45 s135

Fig. 10.13.
Ejemplos de posiciones de
funcionamiento.
p4 h105

143
...
Luminarias

19.1 Generalidades
Según la definición del CIE, las luminarias son " aparatos que· distribuyen, fil-
tran o transforman la luz emitida por una o varias lámparas y que contienen
todos los accesorios necesarios para fijarlas, protegerlas y conectarlas al cir-

cuito de alimentación" .
Las luminarias deben poseer una serie de características que satisfagan las
necesidades requeridas para una determinada instalación de alumbrado.
Estas características son:

Opticas

O Distribución luminosa adaptada a la función que deba realizar


O Luminancias reducidas en determinadas direcciones

O Buen rendimiento luminoso

Mecénicas y eléctricas
1
O Solidez
O Ejecución en un material adaptado a las condiciones de trabajo previstas .

O Construcción que permita funcionar la lámpara en condiciones apropiadas
de temperatura.
O Protección de las lámparas y equipo eléctrico contra la humedad y demás
agentes atmosféricos.
O Facilidad de montar, desmontar y limpiar.
O Cómodo acceso a la lámpara y equipo eléctrico.

Estéticas
r O Las luminarias apagadas durante el día o encendidas durante la noche no
deben desentonar con el medio ambiente en el cual se incluyen.

.. 237
19.2 Clasificación de las luminarias según la simetría de distribución del flujo
luminoso emitido e intensidades luminosas
Con respecto a la simetría del flujo emitido, se pueden clasificar de la siguien-
te forma :

a) Luminarias de distribución simétrica


En ellas el flujo luminoso se reparte simétricamente respecto al eje de
simetría y la distribución espacial de las intensidades luminosas puede
representarse con una sola curva fotométrica. (Figuras 19-1 y 19-2 véan-
se en página 238).

b) Luminarias de distribución asimétrica


En ellas el reparto del flujo luminoso no se hace de forma simétrica respec-
to a un eje y la distribución espacial de las intensidades luminosas sólo
puede expresarse mediante un sólido fotométrico, o por una representa-
ción plana de dicho sólido o parcialmente según diversos planos caracte-
rísticos de la luminaria. (Figuras 19-3 y 19-4 véanse en página 239).

90'

so 700

100

150
500
200

250
100 30°

Fig. 19.1.
Curva fotométrica de
Fig. 1 9.2. Iluminación de exteriores producida
una luminaria con por una luminaria con distribución
distribución simétrica.
simétrica.

..

238
19.3 Clasificación de las luminarias s_egCJn la radiación del flujo luminoso res-
pecto a un plano horizontal

Teniendo en cuenta el porcentaje de fmujo luminoso emitido por debajo de un


pla no horizonta1I que pase por el eje de la fuente die luz, las lu mina rías se pue-
den clasificar según se indica en la figura 19-5 (página 240).

Las l uminarias de radiación directa y distribución simétrica pueden dividijrse a


su vez según el ángulo de abertura correspondiente a la mitad del flujo lumi-
noso total, tal como se indica en la figura 19-6 (página 240).

90°

50

150 70"

250
Fig. 19.3.
350 50° Curva fotométrica de una luminaria
con distribución asimétrica.
10• 30º

Flg. 19.4.
Iluminación de
exteriores.
producida por
una luminaria
con distribución
asimétrica.

.. 239

Fig. 19.5. Clasificación de las luminarias según la radi ación del flujo Iuminoso.

0-10,
,0-100 ..

Di rect o Semi - direc to General-difuso

• 0- 6011 90-100!(
40 60,. 0 - 10¼

Direc to - lndl1recto Semi - i ndli recto Indi recto

_J._

Intensiva Semi -intensiva Dispe,sora

Semi-extensiva Extensiva Hiper-extensiva

Fig _ 19.6 . Clasificación de las luminarias de radiación d irecta y distribución


simétrica en función del éngulo bajo el cual se irradia el 5096 de! flujo
luminoso total.

240
..

19.4 Clasificaci6n de las luminaria1s emplleadas en alumbrado p(Jblico

Basándose en que las intensidades luminosas emitidas por una luminaria en


mas direcciones de observaci'ón usual de la misma por uin conductor, pu,eden
producir mollestias visuales al mismo, la Comisión Internacional de Ilumina-
ción (CIE) ha he.cho una clasificaci6n de las luminarias para alumbrado públi-
co en tres categorías s'i guientes:

e) Luminarias "Cut-off" o da ha"Z recortado

En ellas la intensidad luminosa en la horizontal debe ser inferior al !5% de la


má1xima y la intensidad a 80° será inferior a 30 cd por 1 000 lm. Práctica-
mente suprimen las radiaciones luminosas en un ángulo superior a 75°.
Este tipo de luminaria es el más empleado en alumbrado público.

b} Luminarias "Semi cut-oW' o de haz semi-recortado

En ellas la intensidad lum1inosa en la horizontal no debe ser superior al 3%


de l a máxima y la intensidad a 80° será inferior a 100 cd por 1OQO lm.
Prácticamente suprimen las rradi'aciones luminosas en un ángulo superior a
80-85°.

IOOcd


a)
Cu t-off Semi cut- off
º"

200cd 100co 50cd 50cri 100crt 200cd

80° 80"

Fig. 19.7.
Ejemplos de curvas
fotométricas de luminarias
e) asimétricas para alumbrado
Non cut-off público, según clasificación CI E.

24 1
...
e) Luminarias "Non cut-ofF' o de haz no recortado

En ellas la intensidad luminosa en las direcciones que forman un ángulo


superior a 80° con relación a la vertical haci a abajo, no se reduce sencilla-
mente, por lo cual, la intensidad horizonta l puede ser superior a la indicada
para las lumi111arias " semi cut-off". Prácticamente no suprimen las radia-
ciones luminosas emitidas por debajo del plano horizontal. En la dirección
qu1e forma un ángulo de 85° corn su eje vertical, la intensidad luminosa es
de· 1/ 2 a 1/ 3 de la máxima. (Figuras 19-7, 19-8, 19-9 y 19- 1O véanse en
pág inas 24 1 a 244).

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................::.·i.......... .
Iluminación de
•:=:::m::mm:;~;:1:m:mm exteriores
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linterna asimét rica
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••::: ::···· ....... ::::-:.: •••••••. :::: ::: ••'" ••••••::a:::•••······.:::;::··
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242
..

19.5 Clasificación de las luminarias respecto al tipo de lámpara

Es difícil establecer una clasificación de m


as luminarias con respecto al tipo de
lámpara ya que, excepto en el caso de las lumirnarias para lámparas fluores-
centes, por lo general, una misma luminaria si rve para distintos tipos de lám-
paras. No obstante desde este punto de vista se pueden a9irupar en:

1) Luminarias para lámparas incandescentes.

11 ) Luminarias para lámparas de vapor de mercurio y luz mezcla.


1

111) Luminarias para lámparas de vapo,r de sodio y halogenuro.s metáliicos.

IV) Luminarias para lámparas fluorescentes.

Fig. 19.9.
Iluminación de
exteriores producida
por una linterna
asimétrica semi
cut-off.

243
Fig. 19 . 1O.
Iluminación de
exteriores producida
por una linterna
asimétrica no cut-off.

\\\\!\II!Il\]\\\!I\\II!\tjJ\I\I\i\\l!IIII!IIII\lt\II\j\
· · · · ..:=tti.i·.·,:-::,;::::::~:~:;::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::tt~:
m}l~ttm111Jt~1~11fü~1~mr~r1t1~mtt~tfü~
.....................................
.·.·.:-:•:•:•:•:•:•:-:-:-:-:-:•:-:-:-:,:-:-:-:-:-:•:•:-:-:-:-:-:-:-,-.•.•.•

.::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::~::::::::::::
Jii\I\\1\\l\JIJl\1\\1\}
.....:::::::::::::::::;::::::::::::::::::::::::::::::::::::::~:::
_.;.,-.·,:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:•:•:•:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
.:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::;::::::::::::::::::
~-:-:-:-:•:•:•:•:•:•:•:•:•:•:•:•:•.•.•,•,·,·=··················:·
:-:•:•:•:•:•:•:-:-:•:::::::::::::;::::::::::::::::::::::::::::,:
=::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::;:::::::::
....................... ' ... ·•·•·•·
··=::::::::::::::::::::::::::;:::~:::::::::::::::::~:::;:::

-- - -- - ,._
- --- .. -- - -
·-,,=,,,,,,,i\tI\{\!\\!\!\\\¡\\\\\\\\\\
.
'•.·=:•

244
-~- ....
- -- -
TABLA 19- 1.-Clases de protección para luminarias

GRADO DE SEGUN NORMA


PROTECCION PROTECCION CONTRA
• DIN 40050 VDE 0710

Entrada de cuerpos extra-
P 20 Contacto de los dedos
l'los de tamal'lo medio ---

P 21
'
,,, Contacto de los dedos Entrada de cuerpos extra-

' l'\os de tamal'\o medio Agua de goteo

P 22 (il [!] Contacto de los dedos Entrada de cuerpos extra-


l'\os de tamal'lo medio Agua de lluvia

Contacto de herramien- Entrada de cuerpos extra-


P 30 tas l'los de pequel'lo tamal'lo --
P 33 (i) Lt
Contacto de herramien-
tas
Entrada de cuerpos extra-
l'los de pequel'\o tamai'to Agua salpicada

,,,~ Lt Contacto de herramien- Acumulaciones de polvo


p 43
~ * tas en su Interior
Chorro de agua

p 44 1 'I", ,tc ¿t¿t Contacto de herramien-


tas u otros elementos
Acumulaciones de polvo
en su Interior
Chorro de agua sin pre-
sión

p 54 I 11,,,.' ~ 1 ~ & /4\ Contacto de herramien-


tas u otros elementos
Entrada de polvo Chorro de agua

P 55 • •
~ ' '
Contacto de herramien-
Entrada total de polvo Chorro de agua a presión

N
.i:,.
01
'
- tas u otros elementos

Exiaten otro, grados de proteccl6n para armadura, antideflagrantes


o
Alumbrado de interiores

20.1 Sistemas de alumbrado de interiores

En el alumbrado de interiores existen tres .sistemas relacionados con la distri-


bución de la luz sobre el área a iluminar. Estos tres métodos son los siguien-
tes :
Alumbrado general
Se denomina de esta forma al alu1mbrado en el cual el tipo de luminaria, su
altura de montaje y su distribución se determinan de forma que se obtenga
una iluminación uniforme sobre toda la zona a iluminar.

La distribución luminosa más normal se obtiene colocando las luminarias de


forma simétrica en fila:s. A veces cuando se emplean lámparas fluorescentes
pu,ede resultar una colocación de luminarias en líneas continuas.

Este sistema d,e alumbrado presenta la ventaja de que l a iluminació n es inde-


1
1

pendiente de los puestos de trabajo, por lo que éstos pueden ser dispuestos o
cambiados en la forma que se desee. Tiene el inconveniente de que la ilumi~
nancia media proporcionada debe corr,esponder a l as personas que precisen
mavor iluminación (ancianos), o a las zonas que por su trabajo requi,eran nive-
les más altos ( Figu ra 20- 1 véase en pági1na 248),
Alumbrado general localizado

Consiste en colocar las luminarias de forma que además de pro¡porcionar una


iluminación general uniforme, permita aumentar el nivel de las zonas que lo
requieran, según el trabajo en ellas a realizar. Presenta el inconveniente de
que si se eifectúa un cambio de dichas zonas hav aue reformar la instalación
de a1umbrado {Figura 20-2 véase en página 248).
Alumbrado localizado

Consiste en producir un nivel medio de iluminación genera l más o menos


moderado y colocar un alumbrado directo para disponer de elevados niveles
medios de iluminació111 en aquellos puestos especificas de trabajo que l o
requieran. (Figu ra L0~3 véase en pági1na 248).

.. 247
Para eliminar e·n todo lo posible las molestias de continuas y fuertes adapta-
ciones visuales que lleva consigo este sistema de alumbrado, debe existir una
relación entre el nivel de iluminación de la zona de trabajo

y el nivel de ilumi-
nación general del local cuyos. valores se dan en la tabla 20-1.

En el estudio de todo alumbrado debe determinarse para cada caso cual de


los tres sistemas citados es el más conveniente.

La experiencia ha demostrado que un alumbra.do general en locales desti111a-

.,. Fig. 20. 1.


Alumbrado general.
-

)
':..,.,. Fig. 20.2.
Alumbrado general
localizado.
T

:::m::t:::m:::::::::~:::: ::m
~·-·-··-·
·-···· ·······
.....·..... ..···········-····
•....•••••••••••u••••••••••-••••
···········
................. .' -···'.
...............
.............
......................
...........

Fig. 20.3.
Alumbrado
\. " localizado.

248
.,
dos a oficinas, talleres, etc. proporciona las mejores condiciones de visibilidad,
dando al ambiente un efecto sereno y armonioso, siendo por ello preferida.

Los alumbrados, general localizado y localizado, van siendo un tanto desusa-


dos debido a la evolución de las lámparas de descarga eléctrica, pues al ofre-
cer éstas un elevado rendimiento lum inoso, los altos niveles requeridos para
los mismos se alcanzan de forma económica con una ilu minación general. Por
ello los alumbrados, general localizado y localizado, han quedado limitados a
aquellos casos en que los lugares de trabajo, por estar desfavorablemente
situados, el alumbrado general no es económicamente aconsejable.

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