(Sugerencia de título):

La digitalización es también una herramienta más para combatir la desigualdad y acortar

la brecha digital entre los chilenos

Por Raúl Ciudad, Presidente de ACTI.

Toda iniciativa que nos permita avanzar hacia un Chile tecnológico y digitalizado, es una buena
noticia. Como la ley que de Transformación Digital que firmó el Presidente Piñera, y que busca
“impulsar la obligatoriedad del soporte electrónico para los procedimientos administrativos y
darles validez jurídica a los documentos originales en papel digitalizados”. Como el mismo
Mandatario explicó que los objetivos son hacer “más fácil, más económico, más simple la relación
entre el Estado y los ciudadanos, para los ciudadanos y también para el Estado, y de esa forma
ayudar a nuestros compatriotas a cumplir sus sueños, a resolver sus problemas, a desarrollar sus
talentos y a aprovechar las oportunidades”.

Además, se creó el Consejo Asesor para la Modernización del Estado, organismo asesor en esta
materia. Este será el que entregue los lineamientos, definiciones, urgencias y visión de largo plazo
para organizar el trabajo. Como industria hemos estado preocupados y trabajando desde hace ya
mucho tiempo en este aspecto, de manera paralela y tangencial, por lo que podemos aportar
desde nuestra experiencia en esta materia, ya que en 100 días más, deberá entregar un paquete
de medidas para la modernización del estado. Es imprescindible entender que la visión de
transformación digital implica el rediseñar los servicios públicos de cara al ciudadano, con mayor
eficiencia, transparencia, portabilidad, seguridad, interoperabilidad y simplicidad. Ésa es la base
del ecosistema digital.

Como gremio nos alegramos que se le otorgue la importancia que tiene el avanzar en este sentido,
ya que hablamos de un camino largo, y que no es posible sin el compromiso real de las personas
toman las decisiones importantes en el país. Hemos reiterado siempre, que ésta es la senda que
nos llevará a convertirnos en una sociedad que incorpora la tecnología en todos sus ámbitos y lo
suficiente como para que áreas como la economía, la modernización del Estado, la conectividad
regional y humana, la transformación digital de la empresa, el gobierno digital, el capital humano,
el emprendimiento y la innovación puedan desarrollarse y funcionar de manera mucho más
fructífera, creando oportunidades y beneficios para todos.

Esperamos que ésta vez las acciones sean mirando el largo plazo, ya que desde hace algunos años,
los diferentes gobiernos han promovido una serie de iniciativas para lograr un estado más simple y
eficiente respecto a la digitalización de procesos. También sabemos que los esfuerzos han sido en
torno a la digitalización: en la firma electrónica, en simplificación administrativa, el uso de los
datos y la generación de plataformas que hagan esto posible.

Sabemos que es la digitalización la que permite simplificar procesos que mejoran la calidad de vida
de todos, y que van desde la reducción de procesos burocráticos y de costos, hasta tener la
posibilidad de contar con documentos e información inmediata en todo momento y lugar. Y es
que aún nos queda camino por hacer, y la verdad es que la tecnología no se ha incorporado lo
suficiente a la economía ni a la conectividad regional y humana.

Quienes ahora tomen las decisiones, deben entender que la digitalización es también una
herramienta más para combatir la desigualdad y acortar la brecha digital entre los chilenos, pues
el acceso universal a documentos, información en línea, a una mejor salud, educación, al
transporte van en esa vía. Sólo así se logrará un trato más igualitario, mejorar la calidad de los
servicios ofrecidos, la calidad de vida de ciudadanos y además es un aporte al crecimiento del país.