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Ducharse regularmente puede ser peligroso

Médicos constatan que cuando se trata de nuestra salud, es recomendable bañarse solo una o
dos veces a la semana.

Tendemos a creer que en cuanto más nos duchamos, más limpios estamos, pero bañarse todos
los días supone un peligro para nuestro cuerpo, según 'Medical Daily'.

Si una persona no suda mucho y se ducha regularmente se le seca la piel y en ella se producen
pequeñas grietas, en las cuales se acumularían gérmenes causantes de infecciones, sostiene la
publicación. Además, duchas frecuentes eliminan la grasa natural de la piel y debilitan el sistema
inmunológico, al perturbar el ciclo de las bacterias que apoyan al sistema inmunológico de la
epidermis.
Médicos constatan que cuando se trata de nuestra salud, es recomendable ducharse solo una o
dos veces a la semana. Sin embargo, una persona puede ducharse a diario si no enjabona todo el
cuerpo, sino se centra en las áreas que producen olores por el sudor.

Lavarse las manos y la ropa, por su parte, ayudará a eliminar las células muertas de la piel y la
suciedad acumulada en el cuerpo sin afectar la salud. No obstante, la química de la piel de cada
persona es diferente, por lo que la ducha diaria puede no ser tan peligrosa para algunos, pero
ser muy perjudicial para el resto.

Varios científicos indican que jabones antibacterianos y productos de limpieza no son mejores
que el jabón de toda la vida en reducir el riesgo de enfermedades infecciosas. Además, afirman
que restregar y exfoliar la piel tampoco es útil en este sentido.

Ducharse puede ser malo para la salud


Las duchas pueden ser cuna de peligrosas bacterias, descubre una investigación.

Aunque ducharse puede ser muy vigorizante y nos ayuda a mantener la higiene corporal,
también pueden ser una fuente potencial de peligrosos patógenos.

Según una nueva investigación llevada a cabo en Estados Unidos, el cabezal de la ducha se
ensucia y se vuelve cuna de bacterias que podemos respirar.

Los científicos de la Universidad de Colorado, en Boulder, utilizaron instrumentos de alta


tecnología para analizar 50 cabezales de ducha elegidos al azar en nueve ciudades del país.

Descubrieron que casi un 30% de los aparatos albergaban "niveles importantes" de un patógeno
que causa enfermedad pulmonar.

Según los investigadores, los niveles de Mycobacterium avium -que pertenece a la misma familia
de la bacteria de la tuberculosis- eran 100 veces más altos que los que se encuentran en las
tuberías domésticas de suministro de agua.

La M. avium -dice el estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences


(PNAS), (Actas de la Academia Nacional de Ciencias), forma una biopelícula (un ecosistema de
microbios) que se adhiere al interior del cabezal.

Bocanada de patógenos

Los autores afirman que el hallazgo podría explicar porqué en años recientes han aumentado los
casos de estas infecciones pulmonares.

Esta enfermedad afecta más a las personas con sistemas inmunes comprometidos -como
ancianos, mujeres embarazadas o aquéllos que sufren algunas enfermedades- pero
ocasionalmente puede infectar a personas sanas, afirman los investigadores.

Cuando el agua cae del cabezal distribuye las gotas de agua llenas de bacteria que quedan
suspendidas en el aire y que fácilmente pueden ser inhaladas por las vías respiratorias hasta las
partes más profundas de los pulmones.

"Si usted recibe una bocanada de agua cuando abre la ducha, lo más probable es que esté
recibiendo también una carga particularmente alta de Mycobacterium avium, lo cual no puede
ser muy saludable" afirma el profesor Norman Pace, quien dirigió el estudio.

La M. avium puede provocar la infección pulmonar cuyos síntomas incluyen cansancio, una tos
seca y persistente, dificultad para respirar, debilidad y malestar generalizado.

Mejor metal

Tal como señala el profesor Pace, las duchas de plástico parecen ser las que más ayudan a
albergar las biopelículas de bacteria por lo que los cabezales de metal podrían ser una buena
alternativa.
La investigación forma parte de un estudio más amplio para analizar la microbiología del medio
ambiente interno en que vivimos.

Y los investigadores creen que el aumento en las infecciones pulmonares de las llamadas
especies no tuberculosas de mycobacterias, como la M. avium, podría estar vinculado a que la
gente suele ahora tomar más duchas y usar menos la bañera.

Los expertos afirman que las duchas también han sido identificadas como una ruta de
propagación de otras enfermedades infecciosas, incluida la legionelosis o enfermedad del
legionario -un tipo de pulmonía- e infecciones del pecho provocadas por otra bacteria llamada
Pseudomonas aeruginosa.

Pero entonces, ¿debemos dejar de ducharnos?

"Probablemente no -responde el profesor Pace- "si su sistema inmune no está comprometido de


alguna forma".

"Pero aquí, como en todo, existe el riesgo asociado".

Lo cierto es, dicen los expertos, que el estudio demuestra la importancia de la forma como
debemos manejar y controlar el agua y los sistemas de suministro.

Tal como señalan los investigadores, hoy en día ya existen las herramientas y tecnología
necesarias para monitorear con más precisión el agua que utilizamos en la vida diaria y para
identificar y prevenir la formación de bacterias como la M. avium.

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