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Un niño: 2 Samuel 12.15-23; 1 Samuel 1.27,28; Apocalipsis 21.3-5; Mateo 18.1-6, 10-14.
Un joven: Juan 14.1-3; Lucas 7.11-15; Lucas 18.18-30; Mateo 25.14-23.
Una joven: Marcos 5.22,23,35-43; Mateo 25.1-13; Mateo 11.28.
Un adulto: Santiago 4.13,14; Job 14; Salmos 103.15,16; Salmos 39.4,5.
Un anciano(a): Salmos 90.9,10; Eclesiastés 12; Números 23.10; 2 Timoteo 4.4-6.
- El Predicador
Volumen II No 4, 1972
Durmiendo en Jesús
Conclusión: Si somos cristianos fieles como lo fue nuestro hermano que ha muerto,
podremos dejar a los nuestros la misma herencia de esperanza que él nos ha legado.
- Dialegomai
Volumen I No. 3, 1968
Otros esquemas:
Valor para vivir y fe para morir
Texto: "Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra
del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano" (1 Corintios
15.58).
Introducción: La primera palabra de este versículo es una conjunción conectándolo con el
capítulo entero, pero valor en la vida y fe en la muerte, es la conclusión del mensaje.
A. Es nuestro deber en Cristo, quien es Señor de la vida y victoria sobre la muerte, ser:
1. Constantes
2. Firmes
3. Creciendo en la obra del Señor siempre.
B. Es nuestro deber en Cristo encarar a la muerte victoriosamente.
1. Por que sabemos... (Salmo 23; Romanos 8.38,39).
Conclusión: No debe ser olvidado que la vida victoriosa es a través de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo (1 Corintios 15.57).
Sobre la muerte de un niño