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SANACIÓN A TRAVES DE LA MISA

FRAY JAVIER ANDRÉS ORJUELA CADENA·QUINTA-FEIRA, 10 DE DEZEMBRO DE 2015


«Jesús sana a través de la Adoración Eucarística y en la Eucaristía», afirma sacerdote Ghislain Roy
En una entrevista, Ghislain Roy revela no sólo inéditas y extraordinarias experiencias que ha vivido
durante la Adoración Eucarística, sino el por qué es urgente reavivar esta oportunidad de encuentro
directo con Dios.
Como en visitas anteriores de este sacerdote, fueron llegando informaciones que hablan de experiencias
de renovación en la fe, sanaciones de diversa índole y otros sorprendentes eventos vividos por quienes
participaron de aquellos encuentros centrados en el misterio eucarístico.
Fuimos entonces a reunimos con Padre Ghislain, pocas horas antes de su partida, para conversar sobre
lo que aún es lejano o poco frecuente para muchos católicos… descubrir el misterio que contiene la
Adoración eucarística y el participar de la Eucaristía con fe.
SANACIÓN CON LA EUCARISTÍA (SANTA MISA)
Señal de la Cruz
Nos reunimos en la Presencia de la Santísima Trinidad
Acto Penitencial
El proceso de perdonar comienza con la oración “Yo confieso a Dios Todopoderoso y a vosotros
hermanos… etc.”
El arrepentimiento por nuestros pecados conduce al perdón que es el conducto de la sanación! Es el amor,
el dejar ir la dureza en nuestro corazón contra otra persona, dejando ir así aquello que tenemos contra
ella, rompiendo las cadenas de rencor y resentimiento con que atamos a los demás. Eso es perdonar.
En este momento de esta oración penitencial debo:
1) Pedir a mis antepasados ya idos que me perdonen incluyendo por mi falta de oración por ellos.
2) Yo debo perdonar a todos por aquellos pecados y efectos negativos contra mí. Puedo decir: Yo te
perdono por el daño que me hiciste y que todavía me afecta.”
3) Ahora debo pedir perdón a Dios por los pecados de mis antepasados y otros familiares que todavía
viven.
Gloria
Aquí entro en la alabanza de Jesús que está delante del Padre. Su oración se convierte en mi oración y
mi oración en la suya. Las dos oraciones se convierten en una en el Cuerpo de Jesús, en la congregación.
Cuando alabamos estamos reconociendo al Señor como creador y su participación activa y continua en
nuestras vidas. Él es el alfarero y yo el barro. Mientras más yo alabo al Señor, más me abro a la sanación
de cuerpo, mente y espíritu.
Oremos
En su oración el sacerdote recoge todas las oraciones y necesidades de la congregación y se las presenta
al Señor. Aquí yo presento todos los pecados conocidos y desconocidos de mi árbol genealógico y se los
doy al Padre para que los sane de sus efectos negativos.
Liturgia de la Palabra
El Evangelio
Hay un poder de sanación en la Palabra de Dios; así pues, necesitamos oír y responder a lo que Él nos
diga. Debo esperar sanación cuando oigo la Palabra. El Sacerdote y la congregación antes de la lectura
del Evangelio invocan el toque sanador de Dios en sus mentes, en sus labios y en sus corazones. Debo
recibir la Palabra y permitirle que me cambie, que me nutra y me llene de energía.
La Homilía
El mensaje del Evangelio se explica y expande en la homilía. Este es un tiempo para yo contemplar la
bondad de Dios.
El Credo
Es un resumen de la renovación de mi fe y creencia en Jesucristo y en todo lo que me ha enseñado. Esto
me une más profundamente a Él y así me abro para recibir su presencia sanadora para mí, mi familia y
antepasados a través de todas las generaciones.
Oración de los fieles
Una de mis funciones como cristiana es ser intercesora por mi familia y canal a través del cual pueda
fluir la sanación de Dios. Además dice Gálatas 6:2 “Ayúdense mutuamente a llevar sus cargas y así
cumplirán la ley de Cristo.” Así pues, como intercesora, no sólo rezo sino que además estoy de acuerdo
en soportar y llevar la carga del otro hasta que ésta desaparezca, lo cual sólo puedo hacer con la gracia y
poder del Señor y el apoyo amoroso de los fieles en la congregación.
Liturgia de la Eucaristía
El Ofertorio
Este símbolo de ofrecer el pan, vino, agua y diezmos al Señor también incluye mi ofrecimiento de mi
árbol genealógico con todas sus distorsiones y pecados, toda falta de amor entre sus miembros y toda
enfermedad de cuerpo, mente y alma. Aquí debo re-dedicarme y entregarle al Señor todas mis heridas
dentro de mí, conocidas y desconocidas, las cuales son un reflejo de mi historia familiar. Debo en este
momento esperar recibir todo el amor de Dios por el que necesité de mis familiares y que no recibí.
La Consagración
Al transformarse el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Jesús, ocurre una transformación espiritual
en los miembros de la congregación. Debo cerrar mis ojos e imaginarme la luz blanca del Padre bajando
y tocando mi corazón e impregnándose en mi árbol genealógico a través de todas las generaciones como
un gran río que fluye en todos los afluentes y riachuelos familiares. Aquí puedo observar cómo esta luz
toca y funde corazones duros que no perdonan y como yo y mi familia nos liberamos de todos los vínculos
negativos al ser lavados por la Sangre de Jesús, aceptados en su amor y nutridos por su Cuerpo y Sangre.
El Padre Nuestro
Es una oración de relación. En ella reconozco la Santidad del Padre, me rindo, pido por mis necesidades;
en ella se me pide responsabilidad, que perdone y me libera al pedirle al Señor que me libere del mal…En
este momento puedo decir:
“En Nombre de Jesucristo rompo ahora toda la herencia psíquica y cualquier vínculo demoníaco
sobre mi línea familiar como resultado de desobediencia de mis antepasados.” También debo cortar
todo vínculo entre los miembros de mi famlia, vivos y muertos (si lo hago, puedo evitar por ejemplo
transferir a un esposo lo que recibí de mi padre).
Comunión
Después de la Comunión debo ofrecer mi árbol genealógico a Jesús.
Rito final
En la última bendición del sacerdote, él nos envía para que seamos testigos del amor de Jesús, para amar
al otro, servirle, ayudarle. Debo recordar que durante la Misa mi amoroso Padre me ha bendito y sanado
más allá de mis expectaciones, y que por lo tanto Él espera usarme como un instrumento de su Amor
sanador.
Nota: Este sumario está basado en el libro Sanación del Padre Robert DeGrandis.
Verdad Bíblica: cuando Adán y Eva pecaron, este pecado original se ha transmitido y se transmitirá por
toda la vida en cada ser humano que nazca. Si esto aparece en la Biblia y la Iglesia usa el Sacramento del
Bautismo para traer el Espíritu Santo a lavarnos de ese pecado original, es obvio que otros pecados de la
raza humana, especialmente de Cristianos bautizados, nos afectará a todos nosotros. En esto se basa la
necesidad de usar otro Sacramentos, como la Eucaristía y la Confesión para lavar, para sanar todos esos
pecados de tantas generaciones desde Adán y Eva. Por ello, es conveniente arrepentirnos de nuestros
pecados y confesarlos, y de vez en cuando, quizás mensualmente, ofrecer la Santa Misa en la forma
explicada para sanarnos de pecados de generaciones presentes y pasadas aun dentro del mismo Cuerpo
de Cristo (la Iglesia) aunque no haya relación de sangre, sino relación de familia espiritual: hijos
adoptados de Dios y hermanos de Jesucristo. En lugar del árbol genealógi-co tipo humano y único para
cada uno de nosotros, podemos presentar toda la familia de la Iglesia cristiana, muertos y vivos.
SANACIÓN CON LA EUCARISTÍA (SANTA MISA)
de los pecados la Iglesia Católica (mencione país)
Señal de la Cruz
Esto indica que nos reunimos en la Presencia de la Santísima Trinidad
Acto Penitencial
El proceso de perdonar comienza con la oración “Yo confieso a Dios Todopoderoso y a vosotros
hermanos… etc.”
El arrepentimiento por nuestros pecados conduce al perdón que es el conducto de la sanación! Es el amor,
el dejar ir la dureza en nuestro corazón contra otra persona, dejando ir así aquello que tenemos contra
ella, el que permite romper las cadenas de rencor y resentimiento con que atamos a los demás. Eso es
perdonar y el inicio de la sanación espiritual de todos nosotros.
En este momento de esta oración penitencial debo:
1) Pedir a todos lo miembros bautizados de la Iglesia, muertos y vivos, que me perdonen por cualquier
cosa que dije, hice en su contra o que dejé de hacer, incluyendo mi falta de oración por todos ellos.
2) Yo perdono a la Iglesia por aquellos pecados, escándalos y efectos negativos contra mí. Puedo decir:
Yo perdono a la Iglesia Católica (chilena, mexicana, etc.) por cualquier escándalo que me haya
dado o acto hecho en contra mía y que todavía resiento.”
3) Ahora debo pedir perdón a Dios por los pecados de los miembros de la familia católica _________,
sacerdotes y laicos.
Gloria
Aquí entro en la alabanza de Jesús que está delante del Padre. Su oración se convierte en mi oración y
mi oración en la suya. Las dos oraciones se convierten en una en el Cuerpo de Jesús, en la congregación.
Cuando presento con la congregación este sacrificio de alabanza estoy reconociendo al Señor como
creador de su Iglesia y su participación activa y continua en su vida. Él es el alfarero y nosotros el barro.
Mientras más yo alabo al Señor, yo abro más
a la Iglesia a una mayor sanación de cuerpo, mente y espíritu.
Oremos
En su oración el sacerdote recoge todas las oraciones y necesidades de la congregación y se las presenta
al Señor. Aquí yo presento todos los pecados conocidos y desconocidos de los miembros muertos y vivos
de la Iglesia Católica ________ y se los doy al Padre para que los sane de sus efectos negativos.
Liturgia de la Palabra
El Evangelio
Hay un poder de sanación en la Palabra de Dios; así pues, necesitamos oír y responder a lo que Él nos
diga. Debo esperar sanación cuando oigo la Palabra. El Sacerdote y la congregación antes de la lectura
del Evangelio invocan el fuego sanador de Dios a través de su Palabra en sus mentes, en sus labios y en
sus corazones. Debo recibir la Palabra y permitirle cambiarme a mí y a todos los miembros de la Iglesia,
nutriéndonos y dándonos energía espiritual.
La Homilía
El mensaje del Evangelio se explica y expande en la homilía. Este es un tiempo para yo contemplar la
bondad de Dios, muy especialmente por haber establecido esta Iglesia que ha mantenido viva La Palabra
de Dios y los Sacramentos para hacerme hijo/hija adoptiva del Padre, heredero/a del cielo y manantial
de nutrición espiritual. Debo aquí darle gracias a Dios por esta madre de mi alma.
El Credo
Es un resumen de la renovación de mi fe y creencia en Jesucristo y en todo lo que me ha enseñado. Esto
me une más profundamente a Él y así me abro para recibir su presencia sanadora para mí y para todos
los miembros de la Iglesia Católica __________ a través de todas las generaciones.
Oración de los fieles
Una de mis funciones como cristiana es ser intercesora por otros y canal a través del cual pueda fluir la
sanación de Dios. Además dice Gálatas 6:2 “Ayúdense mutuamente a llevar sus cargas y así cumplirán
la ley de Cristo.” Así pues, como intercesora, no sólo rezo por la Iglesia _______, sino que además estoy
de acuerdo en soportar y llevar la carga de ella hasta que ésta desaparezca, lo cual sólo puedo hacer con
la gracia y poder del Señor y el apoyo amoroso de los fieles en la congregación.
Liturgia de la Eucaristía
El Ofertorio
Este símbolo de ofrecer el pan, vino, agua y diezmos al Señor también incluye mi ofrecimiento de la
Iglesia Católica con todas sus distorsiones y pecados, toda falta de amor entre sus miembros y toda
enfermedad de cuerpo, mente y alma. Aquí debo re-dedicarme y entregarle al Señor todas mis heridas
dentro de mí, conocidas y desconocidas, y todas las heridas que la Iglesia ha producido las cuales son un
reflejo de los problemas de la Iglesia Católica universal. Debo en este momento esperar recibir todo el
amor de Dios para mí y para toda la Iglesia en cambio del amor que necesitamos de unos por otros y que
no recibimos.
La Consagración
Al transformarse el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Jesús, ocurre una transformación espiritual
en los miembros de la congregación. Debo cerrar mis ojos e 1) Imaginarme la luz blanca del Padre
bajando y tocando mi corazón e impregnándose en todos los miembros bautizados de la Iglesia ______
a través de todas las generaciones, como un gran río que fluye en todos los afluentes y riachuelos de esta
familia espiritual. 2) Aquí puedo observar también cómo esta luz toca y funde los corazones duros que
no perdonan. 3) Cómo mi Iglesia y yo nos liberamos de todos los vínculos negativos al ser lavados por
la Sangre de Jesús, aceptados en su amor y nutridos por su Cuerpo y Sangre. 4) Aquí me veo yo en el
vientre de la Iglesia que me hace familia de la Santísima Trinidad, de la Santísima Virgen y de todos los
Santos y Ángeles, y todo debido al Sacrificio del Cordero en el Altar; por lo tanto aquí bendeciré su
Santo Nombre.
El Padre Nuestro
Es una oración de relación a través de la cual, nosotros como Iglesia reconocemos la santidad del Padre,
nos rendimos a hacer su voluntad, pedimos por nuestras necesidades; en ella se nos pide responsabilidad,
que perdonemos y nos libera al pedirle al Señor que nos libre de todo mal… Aquí puedo romper con toda
cadena y pactos que el Demonio haya hecho con miembros de la Iglesia, vivos o muertos, y nunca
disueltos. En este momento puedo decir:
“En el Nombre de Jesucristo rompo ahora toda la herencia psíquica y cualquier vínculo demoníaco
sobre todos los miembros de la Iglesia Católica ______ que es producto de su desobediencia.” Aquí
debo recordar que estoy diciendo esta oración en unión de muchos otros miembros que están asistiendo
a la Santa Misa en el mundo entero.
Comunión
Después de recibir la Santa Comunión, debo formalmente ofrecer todos los pecados cometidos de la
Iglesia a Jesús, especialmente aquellos que no hayan sido confesados, identificados, o que no se hayan
amendado, etc.
Rito final
En la última bendición del sacerdote, él nos envía para que seamos testigos del amor de Jesús, para amar
al otro, servirle, ayudarle. Debo recordar que durante la Misa mi amoroso Padre me ha bendito y sanado
más allá de mis expectacio-nes, y que esta gracia la debo aplicar para ser un instrumento de Su Amor
sanador para el resto de la miembros de la Iglesia. Siga con la siguiente oración:
Oración:
Espíritu Santo, sigue iluminando mi corazón y en el corazón de todos lo miembros de la Iglesia Católica
(universal o de este país_______) con el entendimiento de lo que significa el regalo de la Eucaristía.
Permite que la maravilla de este regalo continúe creciendo en nuestros espíritus. Permite que nuestra fe
crezca en nosotros para conocer y creer en el poder sanador de la Misa y así poder ser fieles a celebrarla
para sanar el resto de los miembros que no creen o practican su fe religiosa. Esto lo pedimos en el Nombre
de Jesús. Amen.
Nota: Este sumario está basado en el libro sanación del Padre Robert DeGrandis à “Intergenerational
Healing” más adaptaciones personales. Magon519, 06-07-05
El 2 de junio de 2013 Papa Francisco convocó a una Adoración Eucarística a todo el orbe católico. Hecho
histórico. Por primera vez los católicos del mundo en adoración simultánea. ¿Es la Adoración Eucarística
tan relevante para la vida de fe?
El Papa nos enseña que la Adoración Eucarística es la vida de la Iglesia. Cuando la Iglesia se pone
alrededor de Jesús para adorarlo en la Eucaristía, esto da comunión y fuerza. Si queremos más comunión
y unidad en la iglesia tenemos que empezar poniéndonos a los pies de Cristo a través de la Adoración.
Él quien nos dijo «que todos sean uno»… primero tenemos que estar unidos a Él, para poder hacer
realidad esa unidad de todos. Esto sólo lo permite la Adoración eucarística.
¿Es la Adoración Eucarística una fuente de sanación?
Sí. En la parroquia donde yo estoy (Beauceville, Canadá) tengo una capilla de Adoración Eucarística
Perpetua, con más de doscientas personas que se turnan día y noche, todas las semanas. Ellas testimonian
liberaciones, sanaciones, solución de problemas entre las parejas, sanación del corazón, sanación entre
jóvenes que vivían dificultades importantes. También algunos que recibieron liberación de ideas suicidas.
Una señora que tenía cáncer vino a preguntarme qué le sugería y le contesté: «Vete a Jesús que está en
el Santísimo Sacramento, para recibir sanación». Si nosotros no proponemos esto, la gente se irá a la
Nueva Era, a prácticas de reiki, de yoga, buscando la sanación… cuando en la Iglesia tenemos todo lo
que necesitan. Somos nosotros quienes se los tenemos que proponer y también convertirnos en
adoradores. Si yo no soy un adorador me será muy difícil hablar de ello y convencer a los demás.
¿Cuál es el vínculo entre la realidad de la cruz que se exalta en Semana Santa y la Adoración Eucarística?
Cada vez que adoramos al Santísimo, en esta presencia real de Jesús, ahí se eleva particularmente la cruz,
vamos al Padre a través de la cruz, por Jesús que se da en el Santísimo Sacramento. La Madre Teresa de
Calcuta ha dicho algo que encuentro interesante… ‘Cuando vosotros contempláis a Jesús crucificado os
dais cuenta de cuánto Él os amó y cuando contempláis a Jesús en el Santísimo Sacramento os dais cuenta
de cuánto Él os ama ahora’. Así que ambos se completan. Es el misterio de la cruz y de su presencia real.
Históricamente ¿Cuándo inicia la Adoración Eucarística?
Sabemos que los primeros cristianos guardaban la presencia Real de Cristo (reserva eucarística) para los
enfermos. Entonces en ese intertanto entre la misa y llevarlo, la gente empezó a Adorar esa presencia
Real, antes de llevarla a los enfermos. Esto nos muestra además el vínculo entre Adoración y Eucaristía.
¿Cómo vas vivir la Eucaristía sin haberle antes adorado? Porque la adoración nos lleva a Jesús en la
Eucaristía. En mi parroquia por ejemplo había gente que no iba a misa y empezaron a Adorar. Eso fue lo
que les llevó a la Eucaristía.
Entre los creyentes hay muchos como el apóstol Tomás que precisan ver para creer. ¿Efectivamente
adorar a Dios presente en el Santísimo Sacramento puede sanar enfermedades de las personas? ¿Qué
pruebas puede dar?
Siempre es un acto de fe el presentarse ante Jesús, ya en la Adoración, ya en la Eucaristía. Ponernos en
su presencia abriendo el corazón, no la cabeza que razona la presencia, sino el corazón. Porque si
entramos con la cabeza, con la razón, salimos con todas las dudas. Si entramos con el corazón tenemos
la experiencia de la paz y del amor que viene del Santísimo. Esta adoración me ayuda no sólo a mí de
una manera personal, sino que abre dones para la evangelización. En una parroquia que se adora todas
las obras pastorales estarán sostenidas por esa adoración, habrá más participación de las personas y las
celebraciones eucarísticas tendrán una unción particular. Ahí donde Cristo es adorado baja el nivel de
criminalidad; y esto va en el sentido de lo que decía San Pedro Julián Eymard… que el culto del
Santísimo Sacramento es la urgente necesidad de nuestro tiempo para salvar a las personas. El mal de
este tiempo es que ya no vamos a Jesús. Le diría a cualquiera que no tenga fe… «Vete y preséntate a
Jesús, adóralo, entrégale todas tus dudas y deja que él intervenga».
Perdone que le insista… ¿Cuál es la sanación física que por realizar Adoración eucarística a usted más
le ha impactado porque ha sido testigo?
Bien, una sanación de cáncer de estómago, a una chica de Valencia. Tengo el convencimiento que cuando
hacemos este ministerio delante de Jesús presente en el Santísimo Sacramento expuesto, Él hace esas
sanaciones físicas… de los ojos, oídos, pulmón, cáncer. También recuerdo que habiendo abierto una
capilla de adoración en otra parroquia, a los pocos días se cerró un lugar cercano a ella donde se vendía
droga y alcohol… ¡Porque ahí donde está Cristo expuesto, Él expulsa las tinieblas! Existe un registro de
casos, que ahora mismo no he traído conmigo en este viaje… pero está disponible.
¿Podría contarnos su experiencia respecto a que la sola presencia del Santísimo Sacramento expuesto
para la adoración, expulsa los demonios?
Hay que volver a leer en particular la primera carta de San Juan cuando habla ‘el Verbo se hizo carne…
es la Luz que vino al mundo… y el mundo de las tinieblas es expulsado…’. Así es que al leer San Juan
se demuestra que la sola presencia del Verbo que se hace carne, que vino al mundo en mitad de las
tinieblas, es la Luz que vino para expulsar las tinieblas. Y porque yo creo que Jesús está ahí presente en
la hostia consagrada, es verdaderamente su cuerpo, yo creo que es el mismo Cristo que expulsa las
tinieblas, porque es la Luz que vino al mundo.
Ahí donde se expone al Santísimo la gente siente paz, pero también ve su luz. Hace algunos días en el
Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes (Santiago, Chile) hicimos una
consagración mariana ante la presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento expuesto, lo hizo el padre
Abad. Yo tenía los ojos cerrados cuando tres sacerdotes y un laico vieron una luz que se formaba en
Jesús sacramentado cuando se estaba haciendo esta consagración mariana y fue un momento con mucho
poder. El padre Abad se lo contó al padre Mauro Matthei.
Parece obvio, pero si efectivamente Dios está sensiblemente disponible, esperando, en el Santísimo
Sacramento expuesto, al alcance de la mano por así decirlo, visible, ¿Por qué los católicos y sacerdotes
no largan las campanas al vuelo proclamando… ¡Vengan Dios está aquí!?
¡Exactamente! Ocurre que no lo hacen porque muchos no han experimentado el amor de Dios,
experiencia que en especial se vive con Jesús en el Santísimo Sacramento. El año pasado durante un
retiro de sacerdotes yo llevaba conmigo al Santísimo a través de la capilla y le pedí a uno de los sacerdotes
que simplemente tocase la custodia. Él sintió una ola de amor que le invadió y trató de resistirla, pero no
fue capaz, lloró durante treinta minutos. Cuando luego dio testimonio dijo… que nosotros los sacerdotes
estamos demasiado atrapados por la cabeza y que él en su vida sacerdotal nunca había tenido tal
experiencia del amor de Dios. ¿Cómo puede ir la gente al Santísimo si no han tenido antes una
experiencia del amor de Dios? Y deben saber que la podemos tener adorando, delante de Jesús. Cuando
se vive esto en la eucaristía o la Adoración, siempre querrás volver. La gente no va a Jesús porque no
han sido tocados en un encuentro personal con Él. Aunque hablen de sí mismos como católicos. Porque
si verdaderamente hubieran saboreado a Jesús no irían a otras prácticas ocultas o de la Nueva Era
buscando sólo lo que Jesús puede ofrecernos.
¿Se requiere prepararse de alguna forma antes de hacer Adoración Eucarística?
Continúo con la experiencia de ese sacerdote que fue tocado por el amor de Dios. Luego él se preparaba,
se duchaba, decía voy a encontrar al Amado. San Pedro Julián Eymard decía que hay que prepararse para
ese encuentro. Si sabes que vas a tener un encuentro con Jesús empieza anticipando la hora en que vas a
tener ese encuentro. ¡Sólo me quedan cinco horas para estar con Jesús!... ¡Sólo me quedan dos horas!...
para alimentar el deseo. También es claro que con la oración del rosario la Virgen nos lleva a Jesús y nos
ayuda a preparar el corazón para este encuentro. Es como la mamá que prepara a sus hijos… los lava, los
peina, les pone guapos y después los pone en los brazos del papá. Es la Virgen quien nos pone en los
brazos de Jesús. Creo que la oración del rosario es muy importante. Otra cosa… cuando quienes tienen
dudas se encuentren con más personas enamoradas de Jesús en el Santísimo, con sacerdotes que lo
predican, mientras más oigan hablar de esto, más se va a encender en ellas el fuego por ir a la Adoración.
Yo, ya no soy capaz de pasar un solo día sin ver a Jesús en el Santísimo. El sagrario no es lo mismo,
porque es como si fueras a ver un médico y que durante la visita estuvieses con la puerta cerrada y detrás
de ella.
¿Es correcto hablar de misas de sanación?
No. La misa sana, no hace falta añadir de sanación. Pero como desde hace algunos años hemos olvidado
la grandeza de la misa, donde Jesús está presente ofreciendo a todos la sanación, como para decir que la
misa sana se usa de decir misa de sanación. Es entonces porque la gente ha parado de creer que Jesús en
la Eucaristía, durante la misa, libera y sana. También se podría decir misa de liberación, misa de la paz…
hay cantidades de palabras relacionadas con los frutos espirituales que te da una misa. Pero también
como sacerdotes tenemos que permitir a la gente ponerse en disposición para acoger esa sanación. Si
celebramos una misa muy rápido y hacemos una consagración corta no dando a la gente la oportunidad
de adorar a Jesús cuando consagramos. Si no les invitamos a preguntar en silencio después de comulgar:
«¿Jesús qué quieres hacer por mi?». En Temuco cuando estuvimos en una Parroquia de la Divina
Misericordia la gente vivió esta experiencia. Y en el momento en que ellos preguntaron «¿Jesús qué
quieres hacer por mi?», después de comulgar, muchos de ellos se sintieron tocados y yo pregunté a la
gente : ‘¿quién ha sentido que ha sido tocado?’, y entre 20 a 30 personas levantaron la mano. Así es que
hay que creer en esto para acoger la sanación. Somos nosotros los sacerdotes quienes tenemos que ayudar
a la gente para que dispongan el corazón al amor de Jesús que sana y libera y otorga la paz. Para mí que
vengo aquí desde hace un tiempo, si me dijesen que ya no es posible hacer la Adoración nocturna, creo
que ya no vendría a dar más retiros. Porque estoy convencido que Jesús sana a través de la Adoración
Eucarística y en la Eucaristía.
En Chile millones de cristianos temen una posible ley de aborto, una posible ley de matrimonio entre
personas del mismo sexo y adopción de niños… ¿Podría compartir alguna reflexión al respecto?
Hace unos días cuando estuve predicando retiro a sacerdotes en Temuco vivimos, orando, la experiencia
del terremoto en Iquique y aviso de tsunami, en ese momento de oración tuve una imagen de la Santísima
Virgen María protegiendo a Chile, como si su manto cubriese a Chile. Conozco la cruzada de oración
que está haciéndose hoy en Chile, silenciosamente, con el rosario. Creo que a través de esta simple
oración, a través de las capillas de Adoración y el deseo de la gente de proteger la vida… porque cuando
adoramos orando a la Virgen su mediación, ya no tenemos necesidad de hacer más para proteger la vida,
porque la vida de Dios se manifiesta entre y en nosotros. Así ese combate ya está en nosotros luchado
por Jesús y por la Virgen. Estoy convencido que la Virgen va a proteger a Chile, sobre todo a partir de
esa oración y la adoración que se hace en las capillas que para ello se están abriendo. Será un tsunami de
gracias para Chile.
¿Qué diría a los sacerdotes que temen embarcarse en una capilla de Adoración Eucarística pensando en
que la gente no vendrá, que durante la noche puede haber robos y otros temores?
Lo primero es pedirles que vayan a Jesús. ¡Pónganse delante de Él! ¡Pregúntenle a él!… ‘¿Jesús, tú
quieres una Capilla de Adoración en esta parroquia?’ y después escuchen en su corazón, si es un sí o es
uno. Seguramente vas a oír un sí. Y ante todo lo que sube como miedo o duda, ahí escucharás: ‘Confía,
confía, estoy a tu lado’. A santa Faustina Jesús le dio la coronilla de la Divina Misericordia para que
volviese la confianza. Cuando fui a Campinhas en Brasil al Santuario de María Desata Nudos para ayudar
a que se abriera una capilla de Adoración Eucarística Perpetua en esa ciudad con un millón de habitantes,
mucha criminalidad, droga, robo al punto que te atracaban con pistola en la calle… pensaban que era
imposible hacer esto ahí. Y yo les dije que allí donde Jesús está expuesto hay pruebas de que la tasa de
criminalidad baja, las calles y las propiedades están más seguras y se instala poco a poco la paz.
Lo que pide Jesús es confianza. En nombre de Jesús les pido a los sacerdotes que dudan atreverse a hacer
este acto de confianza y hablen a la gente de esta posibilidad de abrir una capilla de Adoración. No sólo
tendrán gente que responderá dando su nombre, porque es lo que Jesús quiere, sino que en la parroquia
además se vivirá una restauración espiritual luminosa que no había antes. Se dice que ahí donde están
estas capillas, desde toda la eternidad Dios sabía que habría una en ese lugar. ¡Confianza!

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