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PARA CONOCIMIENTO DE TODAS/OS LAS/LOS TRABAJADORAS/ES DE LA

ACTIVIDAD NUCLEAR ARGENTINA

POSICIÓN DE LA APCNEAN RESPECTO A LA CANCELACIÓN DE LA CUARTA


CENTRAL NUCLEAR Y POSTERGACIÓN DE LA QUINTA

A raíz de la SUSPENSIÓN DEL ACUERDO CON LA REPÚBLICA POPULAR CHINA


PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA CUARTA Y QUINTA CENTRALES NUCLEARES, que
conlleva a la peor de las combinaciones: 1) cancelación de la cuarta y postergación (por
varios años) y “compra llave en mano” de la quinta central, la Asociación de Profesionales
de la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Actividad Nuclear (APCNEAN), el
pasado 20 de julio, envió una nota con un anexo (2+ 8 páginas) al Señor Presidente de la
Nación, Ing. Mauricio Macri. La misma fue recibida en Balcarce 78 (Presidencia de la
Nación – Documentación Presidencial).
El 31 de julio nos informaron desde Casa de Gobierno que la nota y anexo fueron
derivadas, ese día(bajo un número de expediente que nos suministraron) al Ministerio de
Energía. Los próximos días esta Asociación tomará contacto con dicho Ministerio.
Más abajo trascribimos el texto de la nota y anexo dirigidos al Ing. Macri.
Asimismo, informamos que estamos efectuando la mayor divulgación posible enviando
una nota “cabeza”(ver texto al final) a los que se detalla a continuación. A la misma se le
adjunta fotocopia de la nota y anexo enviada al Ing. Macri.
1) Senadores de la Nación: a) a las autoridades de la Cámara de Senadores (son 5); b) a
todos los integrantes de la Comisión de Ciencia y Tecnología (son 17) y de la Comisión de
Minería, Energía y Combustibles (son 19); c) a los presidentes de Bloques (son 20).
2) Diputados de la Nación: a) a las autoridades de la Cámara de Diputados (son 4); b) a
todos los integrantes de la Comisión de Ciencia y Tecnología (son 31) y de la Comisión de
Energía y Combustibles (son 35); c) a los presidentes de los interbloques (son 34) y de los
bloques (son 33).
3) Funcionarios del Poder Ejecutivo. 4) Medios de comunicación. 5) Dirigentes de la
Unión Industrial Argentina y ADIMRA. 6) Confederaciones, Federaciones y Gremios. 7)
Otros. En principio son más de 200.
Buenos Aires, 1 de agosto de 2018.
Firmado: Ing. Agustín Arbor González – Secretario General de la APCNEAN

Buenos Aires, 20 de Julio de 2018. (SNAC 62/18)

SEÑOR PRESIDENTE DE LA NACIÓN


Ing. Mauricio MACRI
Nos dirigimos a usted en nombre de la Asociación de Profesionales de la Comisión
Nacional de Energía Atómica y la Actividad Nuclear (APCNEAN)(*) con el objeto de
remitirle un documento anexo con algunas reflexiones respecto de la suspensión del
Acuerdo de nuestro país con la República Popular China para la construcción de la cuarta
y quinta centrales nucleares.
Sería ingenuo no pensar que muchas veces las decisiones políticas se adoptan en
función de relaciones internacionales o de parámetros ajenos al tema que se trata, lo que
no quita que ellas deban someterse al más riguroso trabajo de detalle en profundidad para
determinar su acierto o equivocación.
En el documento anexo, se puntualizan los antecedentes del quehacer nuclear en
nuestro país y las consecuencias aciagas que se derivarán de la postura tomada por el
gobierno nacional.
Llama profundamente la atención la forma abrupta en que se efectuó la que por
precaución llamamos “suspensión” y no “caída definitiva” del acuerdo con China. Va de
suyo que ni siquiera entramos en distintos análisis que obligatoriamente deberán
efectuarse en diversas áreas y nos limitamos sólo a algunos de los aspectos más
importantes del problema suscitado.
Sin embargo no podemos dejar de subrayar, además de lo inconsulto (en toda la
polisemia de la expresión) de la medida, la falta de transparencia en la comunicación, así
como el desconocimiento de las razones que impulsaron a semejante decisión, a nuestro
entender, errónea, sin dar explicaciones y sin atender lo que opinan quienes han dedicado
una vida a esta temática y son directamente afectados por lo resuelto.
No es nuestro propósito extendernos en explicaciones suplementarias, ya que usted
encontrará que pretendemos introducir, en el texto del documento, los elementos
necesarios para volver a meditar y revisar lo resuelto ya que los intereses y derechos en
juego son muchos y muy importantes, máxime teniendo en cuenta que la Argentina no
tiene esbozada una matriz energética, con fuentes de generación “de base” que mitiguen
el efecto invernadero y ni tampoco se ha abierto un debate imprescindible sobre este
tema.
Por todo lo expuesto, le solicitamos quiera tener a bien leer y reflexionar sobre los
aspectos consignados en el documento anexo. Apelamos a usted, como máxima
autoridad de la nación, para que tenga a bien reconsiderar la decisión de la suspensión
del acuerdo nuclear con China, en el entendimiento que la decisión de dicha suspensión
producirá un retroceso -prácticamente imposible de recuperar- de la actividad nuclear de
nuestro país y además repercutirá negativamente sobre otras actividades relacionadas
directamente con el desarrollo de la ciencia y la tecnología y su aplicación en la industria
nacional.
(*) La APCNEAN fue fundada el 18/04/1966 con el objeto de atender todo lo concerniente
a los asuntos laborales y profesionales de los científicos y tecnólogos nucleares, así como
apoyar a todas aquellas actividades relacionadas con la energía nuclear para usos
pacíficos y seguros que contribuyan a satisfacer tanto el desarrollo de las áreas científico-
técnicas, como a las necesidades básicas de la sociedad. La Asociación siempre ha
tenido una participación sustantiva en el desarrollo nuclear de nuestro país.
Saludamos a usted muy atentamente.
Firmado: Ing. Agustín Arbor González, Secretario General; Lic. Nélida Serdeiro,
Secretaria de Hacienda

ANEXO
SUSPENSIÓN DEL ACUERDO CON CHINA PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA
CUARTA Y QUINTA CENTRALES NUCLEARES
SÍNTESIS DE LA SECUENCIA TEMPORAL DE LOS HECHOS. ANÁLISIS
PRELIMINAR SOBRE LAS CONSECUENCIAS DE LAS DECISIONES TOMADAS POR
EL GOBIERNO NACIONAL.

PEDIDO DE RECONSIDERACIÓN AL SEÑOR PRESIDENTE DE LA NACIÓN, ING.


MAURICIO MACRI.

Después de la exitosa terminación, puesta en marcha y entrada en operación, de la


Central Nuclear Atucha II durante el gobierno anterior, presidido por Cristina Fernández de
Kirchner, en los últimos meses de dicho gobierno se firmó un acuerdo con China para la
construcción de una cuarta y quinta centrales nucleares de 740 y 1150 MW(e) de
potencia, respectivamente. Debemos recordar que la oferta inicial e interés de China era
proveerle a Argentina sólo una central del tipo PWR, llave en mano, de origen chino, con
financiación del país asiático.
La “aparición” de dos centrales en vez de una, ambas financiadas en un 85% por un
crédito de China, fue el resultado de la negociación propuesta por Argentina, que tenía
como objetivo que la cuarta central fuera del tipo Candu (combustible de uranio natural y
agua pesada como moderador) y la quinta un PWR (combustible de uranio enriquecido y
agua liviana).
Esto tenía varias ventajas a destacar:
a) Aprovechar la experiencia que se estaba obteniendo de la participación nacional en el
proyecto de extensión de vida útil de la Central Nuclear Embalse (PEV) del tipo Candu,
como así también la experiencia acumulada por la participación nacional en la
construcción y montaje de dicha central (1974 a 1983), su operación y mantenimiento
durante más de 30 años, de la Central Nuclear Atucha-I, durante más de 40 años y de lo
ya mencionado de Atucha II, entre otros.
b) Aumentar el “horizonte de vida” de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) ubicada
en Arroyito, Neuquén, proveedora del agua pesada de la mejor calidad del mundo, donde
se desempeñan más de 400 trabajadores: profesionales, técnicos, asistentes,
administrativos; es decir: conocimiento, experiencia, fuentes de trabajo calificado.
c) Lograr la participación de la industria nacional en un porcentaje significativo sobre la
totalidad de la central nuclear tipo Candu (creación de miles de puestos de trabajo
calificado).
d) Afianzar el crecimiento del aporte de la generación nuclear a la matriz electro-
energética, necesitada de aumento de generación de base.
e) Mejorar la distribución porcentual de las distintas fuentes de generación de la matriz y
del cuidado del medio ambiente (disminución del efecto invernadero) por aumento de la
generación nuclear.
f) Contribuir significativamente a la disminución de importación de energía.
La financiación china de la cuarta central nuclear argentina incluía gran parte de los
fondos necesarios para cubrir la participación de la industria nacional. Esto era lo
novedoso y más ventajoso para nuestro país, dado que todo proveedor que financia un
proyecto (de esta u otras características) lo hace solamente para la adquisición de
equipamiento, productos, ingeniería, servicios de los proveedores de su país, etc. Es
decir, financia lo que su país provee. No financia, lo que el país comprador pueda proveer
por sí mismo.
China terminó aceptando financiar la cuarta central tipo Candu, con la condición que la
quinta central nuclear fuera un PWR de origen chino, y que ambas centrales iniciaran su
construcción al mismo tiempo. Todo esto debía estar “atado” en un mismo acuerdo.
En el primer semestre de 2016, ya en el Gobierno de Mauricio Macri, un grupo
multidisciplinario de profesionales de la actividad nuclear, analizó la propuesta técnico-
financiera de las dos nuevas centrales nucleares chinas que podía resumirse en dos
alternativas. Alternativa a): cuarta central nuclear tipo Candu y quinta tipo PWR.
Alternativa b): dos centrales tipo PWR.
Nota: Que las dos centrales nucleares fueran tipo Candu nunca estuvo en consideración
dado que China financiaba ambas centrales nucleares, cuarta y quinta, con la condición
que esta última fuera tipo PWR de origen chino.
Finalmente, el grupo multidisciplinario, luego de un número importante de reuniones y
debates, presentó un informe (se estima que no era vinculante para la toma de
decisiones) con las ventajas y desventajas de ambas alternativas.
El tiempo fue transcurriendo y las negociaciones chino-argentinas fueron avanzando.
Hace poco tiempo, desde el Gobierno se anunció que se había conseguido una
importante reducción del costo de la oferta china (del orden de 1600 millones de dólares).
Todo parecía indicar que finalmente el acuerdo se había alcanzado: la cuarta central
nuclear sería del tipo Candu y la quinta central sería del tipo PWR, con un desfasaje en el
inicio de la construcción entre una y otra central nuclear de dos años.
Esto aparecía en nuestra interpretación, además del menor costo de la oferta china, como
una mejora para Argentina dado que esos dos años de desfasaje entre el inicio de
construcción de una y otra central nuclear podía aportarle a la industria argentina una
oportunidad de prepararse para su participación como proveedor en la quinta central, a la
luz de la experiencia ganada en la terminación de Atucha II, su participación en el
proyecto de extensión de vida de Embalse y la que tendría en la cuarta central. Es decir,
en la quinta central nuclear la industria nacional sería el proveedor mayoritario en la obra
civil y caminos (ambos prácticamente en su totalidad) y minoritario en la provisión de
componentes, equipos, ingeniería, etc. “haciéndola menos llave en mano”.
En la reunión mantenida por representantes de la Asociación de Profesionales de la
Comisión Nacional de Energía Atómica y la Actividad Nuclear (APCNEAN) con el Ministro
de Energía y Minería el 19 de diciembre de 2017, el Ing. Juan José Aranguren expresó
que desde el gobierno actual eran respetuosos de acuerdos establecidos en la gestión del
gobierno anterior, máxime si esos acuerdos fueron alcanzados con países relevantes y
que además son potencias en el campo nuclear. Señaló además, que en el caso de la
cuarta y quinta centrales nucleares, al haberse tratado en forma bilateral y con una
potencia nuclear como China, se ha respetado la relación establecida.
El Ing. Aranguren en aquella oportunidad, agregó: en el campo energético también se han
mantenido con China los contratos del Complejo Hidroeléctrico La Barrancosa-Condor
Cliff (provincia de Santa Cruz), optimizando algunas cuestiones a través de haber logrado
modificaciones en los contratos.
De información suministrada verbalmente por autoridades de conducción de distintos
organismos nucleares se tomó conocimiento que, durante el fin de semana largo del
pasado mes de abril, se había firmado con representantes de China (en la empresa
Nucleoeléctrica Argentina S.A. - NA-SA), después de largas, agotadoras y difíciles
reuniones de negociación, los contratos de detalle para la construcción de la cuarta
central nuclear. Es más, durante la tercera semana del mes de mayo, autoridades de la
empresa NA-SA viajaron a China para finiquitar los últimos detalles. Dicha empresa
depende del Ministerio de Energía.
Poco más de 24 horas después se tomó conocimiento, a través de noticias periodísticas
de distintos medios, de la suspensión del acuerdo nuclear con China. Esto es un
“mazazo” aplicado a la actividad nuclear nacional que cancela, no sólo buena parte del
presente y el futuro de nuestra actividad, sino también buena parte del futuro argentino.
El mismo día que apareció la noticia periodística, viernes 18 de mayo, intentamos tomar
contacto a través de distintos medios con autoridades oficiales del sector nuclear. El
silencio fue la única respuesta. Pasaron las semanas y feriados patrios y el silencio se
hizo más sonoro cada día.
Es por todo esto que cuesta entender la racionalidad y conveniencia de esta decisión.
Por una parte las autoridades de gobierno recurren al Fondo Monetario Internacional
(FMI), en la búsqueda de un crédito por varias decenas de miles de millones de dólares,
para atender el déficit financiero de nuestro país y por otra parte no se aprovecha el
crédito blando de 9-10 mil millones de dólares, por un plazo de 20 años, con un período
de gracia de 8 años, que ya había sido acordado con China para construir dos centrales
nucleares y que no condiciona el acuerdo con el FMI ¿o existen otros compromisos o
elementos que lo condicionan?
Entendemos que es una medida errónea, de parte del Gobierno nacional, suspender un
acuerdo ventajoso, dirigido a obra pública y de infraestructura, como son dos centrales
nucleares, que involucra tecnología avanzada (tanto argentina como china) y produce un
efecto “derrame”, sobre gran parte de la industria nacional y nos coloca ante la posibilidad
futura que a partir de contar con cinco centrales nucleares en operación (Atucha I, II, III y
IV y Embalse) se estaría en condiciones de financiar nuevas centrales con recursos
propios provenientes de la explotación comercial de dichas centrales.
Iríamos en el camino que propone el Gobierno, seguridad energética, y en el camino que
sostiene la APCNEAN, alcanzar la soberanía energética. La energía no es solamente un
“commodity”, como se expresa desde el gobierno, es fundamentalmente un bien
estratégico y un bien social, es además un problema de todos y el acceso a la misma es
un derecho humano.
El desarrollo nuclear argentino ha sido y continúa siendo una herramienta que potencia a
la política exterior de nuestro país. La actividad nuclear nacional ha sido “de hecho” una
política de Estado desde la creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)
en 1950.
Análisis de algunas de las consecuencias de la suspensión del acuerdo con China:
1) Al anular la construcción de la cuarta central nuclear del tipo Candu, esto trae
aparejado:
a) La desactivación a corto plazo de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP)
de Arroyito, Neuquén (pérdida de más de 400 puestos de trabajo calificado).
b) La desactivación de los sectores nucleares de las empresas nacionales
involucradas como proveedores de ingeniería, componentes, equipos, montaje,
etc. Y lo más importante, desactivación del capital intelectual nuclear: de
dichas empresas y de organismos nucleares, institutos y laboratorios, entre
otros, que costó años de formación. Es en este último aspecto (capital
intelectual) donde radica el secreto del desarrollo de un país, en la formación y
desarrollo de sus recursos humanos.
c) La pérdida de creación de unos 5.000 nuevos puestos de trabajo calificado.
d) La cancelación del crecimiento que la generación nuclear podría aportar a la
matriz electro-energética, necesitada de aumento de generación (sobre todo
de base).
e) La cancelación de la mejora en la distribución porcentual del aporte de las
distintas fuentes de generación de la matriz, como así también la cancelación
de la mejora del comportamiento de la misma, en relación al cuidado del medio
ambiente, al contribuir a la disminución del efecto invernadero si se aumenta la
generación nuclear.
f) El aumento de dependencia debido a la necesidad de importar energía.
En síntesis, la cancelación de la construcción de la cuarta central nuclear conlleva costos
sociales, científicos, tecnológicos y económicos para nuestro país.
2) Si se retoma sólo el proyecto de la central PWR de origen chino (o de cualquier
otro origen), en el año 2022, se llevará a cabo mediante una compra “llave en
mano” lo cual, en ese caso, nos pone en gran dependencia del país proveedor y
además se producirían efectos no deseados, como por ejemplo:
a) La pérdida de los recursos humanos que se están especializando en estos
últimos años en este tipo de centrales nucleares, que aunque la tecnología sea
china o de otro origen, la continuidad de la disciplina fomenta la transmisión de
la tecnología para los años futuros, en la construcción, montaje, puesta en
marcha y operación, entre otros.
b) La disolución de la Unidad de Gestión Proyectos Nucleares de NA-SA.
c) La pérdida de interés de la industria nacional en ser proveedor del sistema o
actividad nuclear.

3) En el sector nuclear no se pueden, ni se deben tomar medidas coyunturales


basadas en motivaciones económico-financieras, porque los beneficios que
produce dicho sector para el país son a largo plazo y la pérdida del capital
intelectual, por cese o interrupción de la actividad durante varios años, implica
largos períodos de recuperación (varios años). La experiencia con la central
nuclear Atucha-II lo demostró.

4) Tomar este tipo de decisiones nos lleva a situaciones similares a las del Reino
Unido, donde en la actualidad está planteando la instalación de varios miles de
MW(e) de origen nuclear, dependiendo del conocimiento extranjero (Francia,
China y Japón) cuando en el pasado fueron uno de los pioneros de la generación
nucleoeléctrica.

5) Todas estas acciones no parecen casuales. Por el contrario, todo indica que
reflejan una clara política de desactivación del plan nuclear argentino.

Señor Presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri:


Argentina es reconocida internacionalmente en el campo de la energía nuclear para usos
pacíficos y seguros por su desarrollo propio y sostenido, llevado a cabo a lo largo de 68
años (desde la creación de la CNEA en 1950) por el esfuerzo de profesionales,
tecnólogos, técnicos, asistentes, etc. (trabajadores todos) de la actividad nuclear de
nuestro país. Estos, los trabajadores, son los verdaderos artífices de haber logrado
alcanzar, a lo largo del trabajo sostenido por varias generaciones, la posición reconocida y
relevante que ostenta Argentina en este campo de la ciencia y tecnología en el mundo.
Señor Presidente, usted mismo ha sido testigo y partícipe del reconocimiento
internacional del desarrollo nuclear de nuestro país, al exponer en la reunión de la
Cumbre de Seguridad Nuclear en marzo de 2016 en Washington, acerca del trabajo
desarrollado por Argentina en materia de energía nuclear con fines pacíficos y seguros.
Frutos de este reconocimiento al desarrollo de la actividad nuclear argentina son, sin ser
ordenados ni exhaustivos, el:
a) Formar parte (con una banca permanente) de la Junta de Gobernadores del
Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), desde su creación.
b) Haber conducido varios años la Junta de Gobernadores del OIEA, a través de
profesionales argentinos elegidos por pares, representantes de estados miembros
del OIEA. Esto sólo lo lograron muy pocos países.
c) Haber conducido el Gabinete Asesor del Director General del OIEA, a través de un
diplomático de nuestro país.
d) Ocupar cargos de conducción del OIEA con profesionales argentinos.
e) Haber presidido y vice-presidido, en más de un período, la Comisión Internacional
de Protección Radiológica (ICRP por su sigla en inglés), a través de profesionales
argentinos.
f) Haber conducido la Secretaría del Comité Científico de Naciones Unidas para el
Estudio de los Efectos de las Explosiones Nucleares (UNSCEAR por su sigla en
inglés) y participado de dicho Comité, a través de profesionales argentinos.
g) Contribuir al OIEA con gran cantidad de profesionales argentinos como expertos
en proyectos de cooperación técnica de estados miembros de dicho organismo;
normas de seguridad radiológica y nuclear; salvaguardias; protección física,
dosimetría, entre otros.
h) Haber capacitado (y continuar haciéndolo) a un número importante de
profesionales del país, de Latinoamérica y de otras regiones del mundo a través
de los institutos especializados de la CNEA (Balseiro, Sábato y Beninson) y de la
carrera de pos-grado en seguridad radiológica y nuclear de frecuencia anual desde
1980 a través de la Autoridad Regulatoria Nuclear-Facultad de Ingeniería de la
UBA-OIEA, como así también en el área de suministros nucleares que va, desde
la exploración de uranio hasta la fabricación de combustible, entre otros. Estos
recursos humanos, especializados en Argentina, actúan como “factor de
multiplicación y penetración” en sus países, al demandar bienes y servicios
producidos por la actividad nuclear nacional.
i) Formar parte del Grupo de Países Suministradores Nucleares. (antecedente: Club
de Londres).
j) Haber presidido el Grupo de Suministradores Nucleares a través de un diplomático
de nuestro país y reelegido por primera vez desde la creación de dicho Grupo.
k) Formar parte del grupo de países participantes (máximas autoridades:
Presidentes, Primeros Ministros, etc.) de las reuniones de la Cumbre de Seguridad
Nuclear.
l) Investigar, desarrollar e innovar en la aplicación de técnicas nucleares en salud,
agro, industria, etc. (medicina nuclear, radioterapia, esterilización de productos
biomédicos, conservación de alimentos, entre otros).
m) Haber desarrollado y alcanzado la independencia del ciclo de combustible nuclear
(exploración de uranio, producción de concentrado y de dióxido de uranio y
fabricación de elementos combustibles) para reactores de potencia y de
investigación y producción de radioisótopos.
n) Haber asumido la responsabilidad y concretado la terminación, puesta en marcha
y operación de la PIAP de Arroyito, Neuquén.
o) Haber desarrollado y construido varios reactores de investigación y producción de
radioisótopos en nuestro país, desde fines de la década del ‘50. Actualmente se
está construyendo el RA-10.
p) Haber efectuado exportaciones significativas en el campo nuclear (reactores a:
Perú, Argelia, Egipto, Australia y Holanda (en curso)), ingeniería, componentes,
entre otros suministros esenciales (combustible nuclear, agua pesada).
q) Estar construyendo el primer reactor modular pequeño de potencia (small modular
reactor), desarrollado en Argentina (CAREM 25 –Central Argentina de Elementos
Modulares), con excelente futuro para explotación en el ámbito nacional y
exportación al mundo.
r) Haber asumido la responsabilidad y concretado la terminación, puesta en marcha
y entrada en operación de la Central Nuclear Atucha II.
s) Llevar adelante la concreción y pronta finalización del proyecto de extensión de
vida útil de la Central Nuclear Embalse.
t) Haber solicitado el ingreso de nuestro país a la OCDE (Organismo para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD por su sigla en inglés), con
grandes chances de ingresar, pudiendo utilizar “como puerta de ingreso” la
Agencia de Energía Nuclear (NEA por su sigla en inglés), perteneciente a la
OECD, por la participación argentina en dicha Agencia debido al desarrollo nuclear
de nuestro país.
u) Además, no puede soslayarse que la participación de Argentina en el G-20,
aunque de manera indirecta, está relacionada también con el desarrollo nuclear
argentino.
Señor Presidente:
No obstante contar nuestro país con todos estos antecedentes positivos en el campo
nacional e internacional de la energía nuclear, la cancelación de la construcción de la
cuarta central nuclear y la postergación por varios años de la quinta central, en ambos
casos por la suspensión del acuerdo nuclear con China, conllevará a un retroceso
-prácticamente imposible de recuperar- de la actividad nuclear de nuestro país.
Señor Presidente, en más de una oportunidad, en el intenso trabajo del día a día que le
lleva conducir el Poder Ejecutivo, usted destacó “…cuando cometemos errores los
corregimos…”. En este caso creemos que la decisión tomada es errónea y merece ser
corregida.
Las responsabilidades no se delegan. Se delegan las funciones en ministros, secretarios,
subsecretarios de estado, etc. Las responsabilidades son siempre del Presidente. Por
ello, apelamos a usted para que tenga a bien reconsiderar la decisión de la suspensión
del acuerdo nuclear con China, que conlleva la cancelación de la cuarta central nuclear y
posterga por varios años la quinta central. Esta decisión producirá consecuencias
negativas para nuestro país que serán muy difíciles de recuperar.
Buenos Aires, 20 de julio de 2018.
Firmado: Ing. Agustín Arbor González, Secretario General APCNEAN

BUENOS AIRES, 1° de agosto de 2018 (SNAC 66/2018)


SEÑOR …….
Tenemos el agrado de dirigirnos a usted en nombre de la Asociación de Profesionales de
la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Actividad Nuclear (APCNEAN), en relación
a la suspensión del acuerdo con la República Popular China para la construcción de la
cuarta y quinta centrales nucleares en nuestro país, para la generación de energía
eléctrica (de base). Dicha suspensión cancela la cuarta y pospone por varios años la
construcción de la quinta.
La cancelación de la cuarta central nuclear, de tecnología tipo Candu (combustible de
uranio natural y agua pesada), similar a nuestra Central Nuclear Embalse,implica la
eliminación y supresión, lisa y llanamente, de las empresas argentinas proveedoras de
esta tecnología.
Nuestro país cuenta con know-how, a través de su industria nacional, para llevar adelante
la provisión de más del 70% de este tipo de central nuclear (ingeniería, fabricación de
componentes, equipos, obra civil, instrumentación, etc.). Todo esto estaba previsto que se
hiciera con un crédito blando financiado por China, a pagar en 20 años con 8 años de
gracia,que prácticamente se podía pagar con la explotación comercial de dicha central.
En la nota y anexo, dirigida al señor Presidente de la Nación - Ing. Mauricio Macri,
fechada el 20 de julio ppdo., que se adjunta, se presenta una síntesis de la
secuencia temporal de los hechos, un análisis preliminar sobre las consecuencias
de las decisiones tomadas por el Gobierno Nacional y un pedido de
reconsideración al señor Presidente.
La información periodística más reciente indica que se habría cerrado un nuevo acuerdo
con China, a firmarse en noviembre próximo, para la construcción de una central nuclear
de tecnología china cien por cien (tipo PWR, con combustible de uranio enriquecido y
agua liviana).
Es decir, que se habría consumado la peor de las combinaciones: 1) cancelación de la
cuarta central, que se hubiera llevado a cabo con aporte mayoritario de la industria
nacional y, 2) compra “llave en mano” de una central nuclear (año 2022), lo que implica
dependencia nacional del proveedor chino y ausencia de participación de la industria
argentina.
Finalmente, reafirmamos nuestra voluntad de defender la continuidad de un Plan Nuclear
Nacional independiente, para usos pacíficos y seguros, al servicio de las necesidades de
la sociedad, con la máxima participación de nuestros trabajadores (profesionales,
técnicos, asistentes, etc.), que son los que desarrollaron esta actividad y colocaron al país
entre los más avanzados del mundo en esta tecnología.
Aprovechamos la oportunidad para saludarlo atentamente y ponernos a su disposición
para cualquier aclaración que solicite.
Firmado: Ing. Agustín Arbor González, Secretario General; Lic. Nélida Serdeiro,
Secretaria de Hacienda

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