You are on page 1of 4

Las 3 leyendas incas más increíbles

Dentro de la religión incaica, se podría decir que gran parte de sus mitos
proceden de tiempos anteriores; en ellos, tanto el mundo como el hombre son
construidos a la vez, siendo los dioses los únicos en poder crear del caos el
cosmos. En este sentido, las poblaciones incas utilizaban todo este tipo de
relatos mitológicos para dar explicación a hechos tan importantes para ellos
como el origen de las plantas o de los animales, así como de dónde provenían
los diferentes grupos étnicos que conformaban su sociedad.

Se conservan muchas leyendas sobre la civilización inca, aquí están las más
increíbles.

MITO INCA DE LA CREACIÓN

Cuenta la leyenda, que el dios Viracocha, creó un mundo sin luz y dio vida a
unos gigantes que no lo respetaron ni lo obedecieron. Disconforme con el
resultado de su creación, Viracocha envió un diluvio que sumergió a la tierra
transformándola completamente. Una vez que los gigantes desaparecieron,
Viracocha decidió crear hombres, pero de un tamaño semejante al suyo. Para
que los hombres pudieran apreciar su obra resolvió iluminar la tierra por medio
del sol, la luna y las estrellas. Creo también plantas árboles y animales.
Viracocha hizo aparecer a un enviado suyo, Viracochan, un hombre que
imponía respeto, para que instruyera a los hombres sobre la manera de
conducirse para vivir en paz y armonía. Él les enseñaba como cultivar y cuando
cosechar. Las hierbas que podían utilizar como medicina, y los vestidos que
debían usar. Les enseñaba con bondad y mucha paciencia.

A pesar de todos los beneficios que las enseñanzas de Virocochan les


producía, muchos hombres lo injuriaron y se reían de él porque vestía una
túnica andrajosa. Ellos fueron convertidos en piedras. Hubo quienes trataron de
escapar de su furia, pero fueron alcanzados por fuego volcánico. Solo allí se
dieron cuenta que estaban ante un ser poderoso al que le debían obediencia y
respeto.

Viracochan hizo un largo recorrido. Al llegar a un hermoso valle creó a una


persona llamada Alcaviza y a ese lugar le dio por nombre Cuzco. Luego
exclamó: Después de Alcaviza, llegarán los incas orejones. Mi deseo es que
sean respetados.

Este era un anticipo de la llegada a Cuzco de Ayar Manco y Mama Ocllo,


fundadores del Imperio Inca
PACHAMAMA, LA DIVINIDAD INCA

Pachamama, quien estaba asociada con la fertilidad y con la tierra, por lo que
era considerada una divinidad de tipo “ctónico”.Por ello, habitaba en el interior
de la tierra y en las cumbres de las montañas y, con frecuencia, era
representada con la forma de una niña.

Sus principales funciones estaban relacionadas con la producción de los


alimentos y es por ello por lo que las ceremonias en las que se le daba culto
estaban vinculadas siempre con la siembra, el cuidado de esta y con la
cosecha.

Sus ofrendas estaban, básicamente, hechas de sebo, chicha, coca y “mullu” y


estaban dirigidas asimismo a rogarle por la protección de los cultivos. De todas
ellas, la más importante era la chicha, bebida en un brindis de carácter ritual al
que se le denominaba como “tika”, pues estaba establecido que se le debía
ofrecer a Pachamama antes de la siembra haciéndosela beber rociándola por
la tierra.

Del mismo modo todo aquel que bebiera chicha debía de ofrecerle a la diosa el
primer vaso para evitar que Pachamama se enfadara y lo castigase. Se creía,
además, que ella era la responsable de enfermedades mágicas como el “huari”,
la “chapla” y el “chocho”, todas ellas producto del resentimiento.

MANCO CAPAC Y MAMA OLLO

El sol, viendo el estado penoso de los hombres, creó una pareja: Manco Capac
el varón y Mama Ocllo, su esposa y hermana; les colocó un cetro de oro y les
ordenó ir por el mundo para civilizar a los pobladores. Les encargó fundar un
reino, e implantar en él el culto al sol. Manco Capac y Mama Ocllo salieron de
las espumas del Lago Titicaca en la Isla del Sol (Bolivia), y avanzaron hacia el
norte. El cetro de oro les serviría para encontrar el lugar ideal para la fundación
del Imperio, pues en él se hundiría el bastón hasta desaparecer.Decidieron
separarse, marchando Manco Capac al norte y Mama Ocllo al sur del valle,
para convocar a la gente y someterla.

Los habitantes de todo el valle no tardaron en reconocerlos como seres


sobrenaturales. Después de un largo recorrido, el cetro se hundió en el cerro
Huanacauri. Manco Capac y Mama Ocllo se establecieron allí. Manco Capac
mandó a los que estaban con él instalarse en la parte alta del valle, que se
llamó Hanan Cuzco; y Mama Ocllo colocó a los suyos en la parte baja o Hurin
Cuzco. Ambos ayudaron a mejorar el lugar; enseñaron a los hombres que allí
vivían a trabajar la tierra, a construir canales. A las mujeres Mama Ocllo les
enseñó a hacer coser, cocinar y hacer telares.
El Lago Titicaca

Hace mucho tiempo, el lago Titicaca


era un valle fértil poblado de hombres
que vivían felices y tranquilos.
Nada les faltaba; la tierra era rica y
les procuraba todo lo que
necesitaban. Sobre esta tierra no se
conocía ni la muerte, ni el odio, ni la
ambición. Los Apus, los dioses de las
montañas, protegían a los seres humanos.
No les prohibieron más que una sola cosa: nadie debía subir a la cima de las
montañas donde ardía el Fuego Sagrado.

Durante largo tiempo, los hombres no pensaron en infringir esta orden de los
dioses. Pero el diablo, espíritu maligno condenado a vivir en la oscuridad, no
soportaba ver a los hombres vivir tan tranquilamente en el valle.
Él se ingenió para dividir a los hombres sembrando la discordia.
Les pidió probar su coraje yendo a buscar el Fuego Sagrado a la cima de las
montañas.

Entonces un buen día, al alba, los hombres comenzaron a escalar la cima de


las montañas, pero a medio camino fueron sorprendidos por los Apus.
Éstos comprendieron que los hombres habían desobedecido y decidieron
exterminarlos. Miles de pumas salieron de las cavernas y se devoraron a los
hombres que suplicaban al diablo por ayuda. Pero éste permanecía insensible
a sus súplicas.

Viendo eso, Inti, el dios del Sol, se puso a llorar. Sus lágrimas eran tan
abundantes que en cuarenta días inundaron el valle.
Un hombre y una mujer solamente llegaron a salvarse sobre una barca de
junco.
Cuando el sol brilló de nuevo, el hombre y la mujer no creían a sus ojos: bajo el
cielo azul y puro, estaban en medio de un lago inmenso. En medio de esas
aguas flotaban los pumas que estaban ahogados y transformados en estatuas
de piedra.

Llamaron entonces al lago Titicaca, el lago de los pumas de piedra.

You might also like