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DESOBEDIENCIA CIVIL Y
OBJECIÓN DE CONCIENCIA
1. INTRODUCCIÓN
- -- - .. - - -- - -·- -- - -- -------------
60 ESTUDIOS DE FILOSOFÍA JURÍDICA
I
No se trata, sola111ente, de una disputación acaclé1nica de vieja lo
data que evidencia las relaciones intensas y las pugnas tenaces entre dil
ética, poi ítica y derecho, sino de un probletna que dese1nboca en con- de
secuencias prácticas que cornpron1eten e) proceso y destino de la di ~
convivencia en sociedad, Ja eficacia de los derechos hun1anos, la so- SI ~
: vteJa los sectores dominantes en la socicdacJ civil, que necesitan <le la ohc-
; entre diencia para protegerlos, mediante el uso legitimado de la violcnciéi
ncon- del Estado. Al respecto, cabe decir que el asunto del acatamiento o
de la disidencia al derecho oficial, depende del momento hist6rico y del
la so- sistema político-jurídico imperante en la sociedad civil, ya que es
:r echo completamente diferente en la Edad Antigua, Media, Moderna o
olitis- Contemporánea, o bajo un Estado absolutista, dictatorial, democrá-
tico, totalitario, o en una sociedad atrasada, desarrollada, cétpitalista
·1duce o social isla.
VICIO No es el presente un trabajo exhaustivo de investigación que dé
~Jem
cuenta de todo lo escrito sobre sumisión o insumisión al derecho del
Dtible
1
Estado, sino una breve fonnulación propedéutica del problema para
111an- una audiencia de personas dedicadas a la judicatura que precisan de
~ stran una consulta rápida y de pronto para otros trabajadores de ciencias
ega a sociales que estén en las mismas condiciones. Pero, este trabajo, sí
~ ncia,
es deudor de rnuchas aportaciones de importantes filósofos y juristas
y que contemporáneos, que tuvimos muy en cuenta en nuestro escrito sobre
~ taen el asunto publicado recientemente en su segunda edición, escrito que
ni dad seguimos ahora de rnanera integral introduciendo modificaciones.
te»" 1• Únicamente vamos a tratar la obediencia al derecho oficial y la de-
enc1a sobediencia civil junto con la objeción de conciencia, dejando, por
cuan- tanto, a un lado otras forrnas de resistencia al derecho oficial de suma
1mera importancia, como la revolución, el anarquismo, el delito político, el
:eptos golpe de estado, el tiranicidio, la guerra, la lucha armada.
as, ét-
mente 2. Ü13EDIENCIA AL DEr~ECI 10 OFICIAL
o.
1ficial, Poco se desconoce la obediencia al detecho oficial , porque a
1nte la partir de su instauración en la sociedad humana, las norn1as jurídicas
supe- se hacen valer por la violencia legitimada de los aparatos del Estado
dende que las hacen cumplir (jueces, rnagistrados, cárceles, autoridades) .
Pero, como acaban1os de ver, la pregunta clave del asunto es: ¿porqué
~duardo se debe obedecer el derecho? Este interrog¡u1te y sus respuestas han
dado origen a muchas tesis e hipótesis en todos los tie1npos históricos
62 ESTUDIOS DE FILOSOFÍA JURÍDICA
por parte de los filósofos, juristas, sociólogos, rnoral is ras, antropólogos pon
o teólogos, sin que podatnos pasar revista a todas ellas en esta opor- cow
tunidad, ni siquiera a su rnayoría, lirnitándonos a reseñar unas pocas clas
que han tenido resonancia en el inundo occidental. liza e
Los antiguos griegos son en Occidente los primeros en concep- eStll '
tuar sobre la obediencia al derecho del Estado, porque constituye la
base misma de la polis. Según un pasaje de HERODOTO, Jos griegos 3. E:
ten1blaban ante las leyes más que frente al ejército persa2 . Para HE-
RÁCLITO hay que defender el derecho como las mural1as de la polis, y
SócRATES sacrifica hasta su propia vida en aras de la ley. Este es el solai
punto de partida de toda reflexión acerca del derecho oficial y del pnv<.
lugar que ocupa en nuestro mundo filosófico. yla
Más tarde, con el cristianistno se introduce un viraje en el de u.
concepto de] derecho que se supone originado en Dios, y por ello, Esta
debe obedecerse. Gracias al advenimiento de la modernidad, se i1n- crea
tact<
prime un nuevo giro al derecho oficial y su obediencia, en el scnti.do
"má
de considerar que se trata de una obra humana, laica, para regular y
"el <..
controlar las relaciones socio-jurídicas de la persona, el Estado, la
sacr
sociedad civil, la cotnunidad internacional.
in di
En la modernidad burguesa coexiste la tendencia teológica de apa:
obediencia al derecho con la racional procedente del contrato social, · nón
que en el caso de HoBBES es un contrato de sumisión al soberano, para biér
LocKE ese "contrato social" se funda en la mayoría ciudadana y en ce e
RoussEAU en la "voluntad general"\ tesis que ha sido reeditada en la con
actual id ad por autores como RAWLS, con su "posición original" como diVl
base en última instancia de la obediencia al derecho 4 • Para muchos,
la obediencia al derecho oficial radica en el t~.mor al castigo que im- do,
5
~osa N1coLAs MAQUIAVELO, El Príncipe, trad . de Antonio Zozaya, Barcelona,
Ed. Orbis, 1985, pág. 33.
1
GEORG W. F. H EGEL, Fundamentos de la filosofía del derecho, trad. de
.' ob- '
--11. Alfredo Llanos, Buenos Aires, Ed. Siglo Veinte, 1987, .pág. 225.
7
FEDERICO ENGELS, La subversión de la ciencia por el seííor Eugen Dilhring
Mé- !Anti-Diihring), trad. de Manuel Sacristán, Barcelona, Ed. Grijalbo, OME 35, pág.
324
64 ESTUDIOS DE FILOSOFÍA JURÍDICA
tán n1uy ligadas, el Estado crea el derecho oficial que en última ins- pod:
tancia representa intereses de las clases don1inantes, así sirva igual-
tnente para la organización político-jurídica de la sociedad civil en mue
conjunto, derecho que se cutnple por obra y gracia de Ja violencia in ve
"1egítitna", pública. Por esto, Ja obediencia al derecho tiene natura- detr.
leza coactiva oficial, no procede de un supuesto origen divino ni de rec~,
un hipotético "contrato social" o "posición original" . busc
Ahora bien, conviene recordar que el Estado al producir d~re das .
cho, no es sietnpre "un Estado de derecho", en el sentido que desde tos e
la modernidad burguesa se da a esta expresión, caracterizada por el
imperio de la ley, la división del poder ·público, la juridicidad de la ción
vida pública y privada, la norrnatividad den1ocrática. El Estado ab- para
solutista, el totalitario o el dictatorial, tienen un derecho oficial que no h
puede o no sujetar a dicho Estado. En estas fonnas de Estado, la prod
~bediencia a\ derecho oficial se impone no solo por la coactividad men:
jurídica, sino por e\ terroristno, Ja violencia. La obediencia al dere-
cho oficia\ únicamente debe darse cuando las nonnas jurídicas sean dele
democráticas, justas, legítimas, populares, que no atenten contra los del "
derechos humanos, en caso contrario, prbceden todas las forn1as de la sor
resistencia civil, cles<le e\ tiranicidio hasta la revolución . Existen narse
buenas razones jurídicas, po\\ticas y n1o~ales para obedecer el dere-
cho oíicial en una sociedad democrática con un Estado Jemocnüi -
co, corno veremos enseguida. A1ianz
R., Sm
4. DEMOCnACJA Y OBt:DtENCJA AL n1 :1{1:c110 unc1i\t
1 V., Bt1
Desde los tiempos de PLAT( )N Y J\RISTÓTEtxs se define la dem~
1 cracia como el gobierno del pueblo, la niayoría, los pobres, noción Santill
. 'J
~l
\ Cl l ff:[) Ir. Ne 1¡\ /\ I_ 11 1 ll 1 e 11( ) l )1 1e 1¡\ 1 . j) 1 ~ ; () 11 (" 1)11 f\I e;¡ ¡\ CI V11
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t°' l. -
que proviene de su propia el i111olugía griega dl•111os, "pleh(.;", "<'>rde-
Cla ncs inferiores'', ''1nuchedu111hre'', población de la ¡Jo/is, y krutos,
t'C- "gobierno", "poder''K. Esta definici<'ln de d1.;1nocracia no presenta
Jiricultad conceptual. pero su rcalizaci6n prúctica sí, tanto c1uc
SARTORI dice: 'T;:s el 1101nbre po1nposo de algo que no existe'''), y
.un
~1ARITAIN expresa: "La tragedia de las dc1nocracias es que no h<.111
es-
ns- podido realizar la dctnocracia'' 1º.
ial- En la actual id ad, el prohlen1a de la dcn1ocracia se ha con1pl icado
en mucho. porque ha cxperirncntado bastantes ca1nbios, a partir de su
c1a invención griega. Sin e1nbargo, tal dificultad no itnpidc ver que la
ra- democracia es ahora la institución n1ás valiosa para proteger los de-
de rechos humanos, regular las relaciones internacionales, que intenta
buscar un equilibrio relativo entre pobres y ricos, que posibilita a to-
Te-
das las personas participar en la vida pública y privada, en Jos asun-
.~
1mp
Acaban1os de ver que el Estado es el único productor del de-
COIT.
recho oficial que lo hace valer 111ediante el uso legitin1ado de la vio-
glol
lencia, tesis predon1inante en el saber jurídico, la sociología del de-
ide2
recho y la filosofía jurídica. Se conoce esta tesis co1no "rnonismo
nocc
jurídico", que co1no indica su deno1ninación, expresa la validez legal Jaci(
de un derecho único en un detern1inado territorio, derecho creado por
rali~
Jos diferentes aparatos estatales (congreso, gobierno, jueces).
de re
A la anterior tesis se opone otra llarnada "pluralismo jurídico"~ dad.
''poi icentrisn10 legal" o "pluralidad de ordenamientos jurídicos", que com
DE SouzA SANTOS considera como característica del mal denominado este
''derecho posmoderno" 1\ tesis consistente en sostener que en la so- re ch
ciedad civil, junto con el derecho oficial del Estado, coexisten unas parh
·;¡ nonnas jurídicas creadas por otros organismos sociales. Para WoLK- tiern
!1 MER, el pluralismo jurídico constituye la negación del Estado co1no atrae.
'"~ fuente única y exclusiva de lodo derecho. Al interior de un mis1no es-
pacio sociopolítico, coexisten una n1ulli pi icidad de parácticas jurídi-
no Di
11
JEREMfAs BENTllAM,A1110/ogía, trad . de Gonzalo l lcrm\ndez O ., Barcelona,
Ed. Península, 1991 , pág. 181 . Tccnc
13
t,. SouzA SANTOS, la globaliwció11 del derecho, trad . de
BOAVENTURA DE
;t.l ·f César Rodríguez, Santa Fe de Bogotá, U. N. lisa, 1998, p<ígs. 19 y ss. 362.
" .
~·
OllE OI EN C lA AL DEHEC I 10 OF IC IAL, DESOOEDIENCI/\ C IVIL 67
I
1i- 14 A. C . WoLKMER, Pluralismo jurídico. Fundamentos de uma nova cultura
110 Direito, Sao Paulo, Ed. Alfa-Omega, págs . 34 y ss .
na, 15
IMMANUEL KANT, La paz pe11>etua, trad. de Joaquín Abellán, Madrid,
Tecnos, 1989, pág. 27.
de 16
RAMÓN S~RIANO, Sociología del derecho, Barcelona, Ariel, 1997, pág.
362.
1 SlIJl)ll)S 1ll 1"11 ( l ~ ;Cll I/\ .llJl!ll >I C/\
1
\
6. JUSTIFICACIÓN DE LA OBEDIENCIA AL DERECHO OFICIAL
cia
A1uar antes u nas pocas respuestas a 1Apregunta ¿por qué se debe ab.
obedecer al derecho oficial?, apenas enunciarnos unas tesis que tec
también pueden ton1arse co1no justificadoras de esa obediencia: la po
teológica, la contractualista y la tnarxista.
Ahora vamos a referirnos a tres aspectos que justifican el deber de1
de obediencia al derecho oficial : el jurídico, el tnoral y el poi ítico, sin co
de¡
olvidar que dicho deber depende de 1nuchos factores, entre los que
sobresalen el econún1ico, étnico, ecológico, religioso, todo esto de- fut
de
terrninado en últi1na instancia por los intereses ele las clases clon1inan-
SU)
tes.
De.
Para el posit i visn10 ele KELSFN, el deber de obediencia al derecho
es estricta1nente jurídico, procede del derecho 1nisn10 "con10 orden
.~ supre1no y soberano", sin necesidad de acudir a innecesarios adita- trad
mentos 111etafísicos, religiosos o poi ít icos . El deber, pues, es de orden
jurídico, no adn1ite un deber n1oral ni político. Ese deber tiene co1no Ed.
fuente pri 1nari a 1a Constitución Política de 1 Estado, en el can1po
nacional, y mundiülrnente en el derecho internacional de los tratados, vi tn
pactos, convenios o declaraciones. En tocio caso, la norma fundante
ta d
es la causa de la obediencia al derecho positivo, nonna que se impone
OBEDIEhlCIA AL DEllECHO OF ICIAL, DESOBEülEI ICIA CI VIL 69
ntiguas· estar abierta para servir como forma de lucha contra la injusticia de
,lítico o las normas ilegales, inmorales o contrarias a la Carta Política, los de-
diencia rechos humanos y la democracia; lucha que·, como veremos de in-
1noder- mediato, debe ser pública, pacífica, que acepta el castigo y busca el
élebres
cambio o Ja derogación de cierta normatividad jurídica no constitu-
cional.
diencia
, con un 1
igo bloqueos, acciones, eso sí, que no pueden chocar con la autoridad en
no- forma violenta.
na- d) Los actos de los desobedientes son pretneditados en un doble
sentido, porque se actúa con el convencimiento de luchar por una
~la causa justa, para defender el Estado social y democrático de derecho,
lucha que excluye la cobardía y de ante1nano acepta voluntariamen-
te la pena o castigo "por no cooperar con el mal", en palabras de
1110 24
GANDHI •
LJa
¡ue e) El objetivo central de los actos desobedientes es protestar !
\. ~ •
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1 , •.
9. LA DESOBEDIENCIA CIVIL FRENTE A OTRAS FORMAS DE INSUMISIÓN
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El desacato al derecho oficial tiene muchas modalidades que "' " ,.·11
a la .
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74 ESTUDIOS DE FILOSOFÍA JUR!DICA
25
MAHATMA GANDHI, op. cit., pág. 62.
O B ED IEN C IA AL D ERE CHO OFICI A L , DESO B EDI EN C IA C IV IL 75
)n
grave de nuestro tiempo", en materia de derechos humanos, es el
"contraste entre las solemnes declaraciones y su realización, entre la
,s,
grandiosidad de las promesas y la miseria de sus cumplitnientos" 26 .
lf, '' ';·.'.h
No compartimos la pri1nera parte de la tesis de Boss10, porque .. ¡.''\
el .. ~
~n
para proteger los derechos humanos, necesariamente deben estar fun- . i
. '
damentados en el sentido filosófico, político y jurídico. Sin embar- ,.
el 1
Ia
go, resulta cierto que el problema central de los derechos humanos
1e tiene que ver con su efectividad en todas partes, especialmente en los ' 'i ,'
'' ''. J .
10
países mal llamados del tercer mundo o países subdesarrollados o en . .. ..•t
.,
1
a
26
· NORBERTO Boemo, "Presente y futuro de los d~rechos del hombre", en El
problema de la guerra y las vías de la paz, trad. de Jorge Binaghi, Barcelona, Ed.
Gedisa, 1992, págs . 129 y ss.
76 ESTUDIOS OE ·FILOSOFÍA JURÍ DICA
~
7
De la mano de Alicia, lo social v /o político
íl<M VENT!JRA DE Sot1sA SANTOS ,
A.
rn la ¡ws111odrmidad. trnd . de Consuelo Berna! y Mauricio García, Santa Fe de
BogotíÍ. Ed. Si!!IO del Homore, 1998, pág. 214.
OBEDIENCIA AL DERECHO OFICIAL, DESOBEDIENCIA CIVIL 77
nora\ desobediencia civil es como vimos "una piedra de toque del Estado
:mni- democrático de derecho'', según la expresión de HABERMAS, una de-
dere- fensa de la democracia, Ja Carta Política y Jos derechos humanos.
También se dice que Ja desobediencia civil no subvierte el orden
1 para constitucional ni pone en peligro todo el ordenamiento jurídico de un
liber- país ni fomenta la criminalidad política, porque solamente cuestio-
dere- na una cierta normatividad legal. Fuera de estos argumentos que
o rías justificanjurídicainente la desobediencia civil, se agrega otro relacio-
as de nado con la morosidad de los procedimientos judiciales para subsa-
viles nar la injusticia, in1nor"alidad normativa, lentitud que viene a "reme-
icial, diar esta forma de insumisión al derecho oficial. Al respecto, con toda
lflO e razón, dice MARTIN Lun-IER KtNG: "La justicia detnorada es justicia
denegada" 28 •
ernt- Ante la consigna positivista que la ley es la ley, por lo cual, debe ,
'·· ~: ·.,.
11
'
2
político R MARTIN Los viajeros de La libertad, trad. de P. Medina y M.
LuTH ER KtNG,
cial que lucha contra cierta normatividad jurídica ilegal, injusta o seer
inmoral para buscar su cambio, modificación o anulación; .1novi- ciór.
·1niento cuyos miembros admiten el castigo por la insumisión. nos
? Como la desobediencia civil, la objeción de conciencia tiene tes ti
antecedentes en la antigüedad clásica, pero al igual que ella su con- ano
solidación solo es posible en Ja modernidad burguesa, cuando flore- re lit
ce la libertad religiosa, de cultos, de expresión, de pensatniento. Esta
forma de insumisión enfrenta al individuo con el Estado, a la con- paul
¡ ciencia con el poder político, obligando al derecho oficial a doble- por
garse ante el imperio de la subjetividad humana. Gracias, pues, a los orde
derechos humanos mencionados, que pertenecen a la prirnGra gene- eJen.
ración, se crean las bases históricas 'para la génesis y desarrollo de la el le
objeción de conciencia. las b
Al con1ienzo, fa objeción de conciencia aparece por motivos de 1
orden religioso co1no rechazo a la guerra, a las armas, al reclutamien-
. to tnilitar. Se trata de un acto individual, privado, pacífico, completa- 1 1993
;, j
¡
l
OBEDIENCIA AL DEREC H O Ot-I C IAL, DESOB EDIENC IA CIVIL 79
10 v moral. 33
PETER StNGER,Democracia y obediencia, trad. de Marta l. Guastavino,
351 -352. Barcelona, Ariel, págs. 108-109.
ES fUDI OS DE FILOSO FÍ A JURÍDI CA
este
En otro escrito dcsarrollan1os unas breves reflexiones prope- res t.
deút icas sohre la desobediencia civil, precisando su concepto, rela- cac1
ciones cott' los derechos hun1anos, definición, características y dife- rnac
rencias con otras funnas de insun1isión al derecho, su justificación civi.
jurídica, moral y política\~ . habl
Por e llu, en cst a ocasión no t rataren1os tales asuntos teóricos, 1rnp1
sino de tnancra tangencial, porque ahora nuestro interés se dirige que
hacia una serie de 111nvin1it~ntos sociales que luchan en Colo1nbia, brev
su p¡
" l IJ :RNÁN A. ÜRTIZ RIVAS, OhNlil'11cia al dt·n~c/10, desobediencia civil Y
ol~it·cic511 '"° <'011ci,·11cia, 2" cd., Santa l·c de Bogotá, Edil. Tcmis, 1998 . tuno
. ·'
O BEDIENCIA AL DERECHO OFICIAL, DESOBEDIENCIA CIVIL 87
~¡
mediados del siglo XIX, con el célebre op'ú sculo de THOREAU, titulado die
precisatnente: "Sobre el deber de la desobediencia civil, que hoy los de~
especialistas lo valoran cotno un alegato 1nás cercano a otra disiden- pal
". ;
·1 cia al derecho: la objeción de conciencia". Un nuevo hito problemá- via
'
(
' tico de teorización de la desobediencia civil está en los escritos de
GHANDI con su 1novi1niento anticolonial no violento, semirreligioso,
ne:
lo e
pero tanto por Jos fines co1no por los medios del 1nis1no se aleja de la qut
i
¡, actual cotnprensión del asunto. A partir de entonces, gracias ·a la soc
lucha contra la discriminación racial de MARTIN LuTHER KING, el mo-
vimiento pro-derechos civiles y la protesta contra la guerra de Viet-
al d
nam, se han producido muchas contribuciones doctrinales a la de-
pen
sobediencia civil, hasta llegar a forjar en este tnomento su cuerpo
CIVI
teórico a fines de las décadas del sesenta y setenta de nuestro siglo
cor.
agónico, como reflejo inequívoco de estos fenómenos y de otros
" an,
acontecimientos políticos recientes, cuerpo teórico no homogéneo
re\)tesentado, entre otros, por autores como BEDAU, RAWLS, ARENDí, la n
DwoRK\N, HABERMAS, BoBBto, BA Y, S tNGER, MALEN SEÑA, PEcEs-BAR- tan t.
H/\,Es1tvr,z /-\RAú10, GARZÓN V ALOEZ, que pasamos a sintetizar en- de re
seguida.
La <lesohed\enc\a c\v\\ es una forn1a de insun1isión al derecho rec1t
p~sit\vo, p~otagon\zada por un grupo de personas que de rnanera pú- terre
blica. no v1n\cnta, luchan por frustrar una detenninada nonnatividad das e
no C(ln.;.tituciona\.(\cg\s\ac\ó.n, progranrns, decisiones de gobierno), la at
acq"'t:m~I< ) <.' l .cast. 1g~ 1:or ta\ msunüs\ón, \ucha que se justifica desde orde
el pu1110 de v~sta _1und1co, n.1oral y po\\tico, porque pretende proteger do,p
los derechos humanos. mc.1orar la democracia y fortalecer el Estado sos te
'\ social de derecho. Se trata, pues, de una paradoja entre la desobedien- que l
~ cia a una norma~ pero de lealr-ad al siste1na cuya legalidad y legitimi- cual
'
OBEDIENCIA AL DERECHO OFICIAL, DESOBEDIENCIA CIVIL 89
~ ..
1
¡
..
.
·
.,
t.
s
J
y
:l
s 36
ER1c FROMM, Sobre la desobediencia y otros ensayos, trad. de Eduardo
1-
Prieto, Buenos Aires, Edit. Paidós, 1990, pág. 4. .