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EL AGUA EN LA ATMÓSFERA

Introducción
El aire de la atmósfera se considera normalmente como una mezcla de dos
componentes: aire seco y agua. El agua es la única sustancia de la atmósfera que puede
condensar (pasar de vapor a líquido) o evarporarse (pasar de líquido a vapor) en las
condiciones ambientales que conocemos en la Tierra. Este hecho justifica la división del
aire atmosférico es aire seco y agua, y además provocan una gran cantidad de
fenómenos meteorlógicos como la lluvia, el rocío, las nubes etcétera. Además de todo
esto, el estudio del agua en el aire atmosférico es esencial para la sensación de bienestar.

La temperatura ambiente es uno de los factores que más condicionan la comodidad


humana en un recinto pero no el único. ¿Cuántas veces asociamos la sensación de calor
a la temperatura medida en el termómetro?

Sin embargo la sensación de calor, de acaloramiento, no sólo depende de la temperatura


sino de la capacidad de cuerpo humano para transpirar. Esencialmente el proceso de
transpiración es la evaporación de agua a través de la piel humana. Al evaporarse el
agua, el cuerpo humano necesita suministrarle una cierta cantidad de calor (llamada
calor latente). Esa pérdida de calor nos hace sentir un cierto frescor.

Este fenómeno se denomina enfriamiento evaporativo y se presenta muchas veces en la


naturaleza. Por ejemplo sustancias como el alcohol, la colonia o la acetona se evaporan
fácilmente; por eso cuando las tocamos con las manos nos parecen frías aunque
realmente estén a la temperatura ambiente

También está muy relacionado este fenómeno con la realidad sociológica de Andalucía
puesto que nuestros veranos se caracterizan por ser calurosos y secos (al menos fuera de
las zonas costeras). Utensilios tan cotidianos como el popular botijo se basan en este
fenónemos. Los botijos se hacen con materiales arcillosos que son muy porosos y
permiten el paso de aire atmosférico. Al pasar el aire atmosférico evapora parte del agua
del recinto y al evaporarla absobe calor de recinto y lo enfría.

También se usa este fenómeno en los jardines de Andalucía que se basan en una
adecuada combinación de agua y sombra. La evaporación del agua en un ambiente seco
reduce la temperatura del ambiente y aumentar la sensación de confort y frescor en
nuestros cálidos veranos.

El hecho es que para poder transpirar es necesario que la atmósfera admita el vapor de
agua que soltamos. Realmente la atmósfera no puede contener todo el vapor de agua
que queramos sino que a partir de un cierto punto lo rechaza. Si esto llega a ocurrir el
cuerpo humano no puede transpirar más y la sensación de calor aumenta.

La capacidad de la atmósfera para recibir vapor de agua se relaciona con los conceptos
de humedad absoluta y humedad relativa:

 humedad absoluta
es la cantidad de agua presente en el aire por unidad de masa de aire seco. Es un
concepto que no influye en la comodidad humana.

 humedad relativa

es el cociente en la humedad absoluta y la cantidad máxima de agua que admite


el aire por unidad de volumen. Se mide en tantos por ciento y está normalizada
de forma que la humedad relativa máxima posible es el 100%.

Una humedad relativa del 100% significa un ambiente en el que no cabe más agua. El
cuerpo humano no puede transpirar y la sensación de calor puede llegar a ser asfixiante.
Corresponde a un ambiente húmedo. Una humedad del 0% corresponde a un ambiente
seco. Se transpira con facilidad.

Cuando la humedad alcanza el valor del 100% se produce fenómenos de condensación


que observamos en la vida diaria. El fenómeno del rocío en las mañanas de invierno se
debe a que la humedad relativa del aire ha alcanzado el 100% y el aire no admite ya más
agua. Entonces el agua condensa en forma líquida en superficie metálicas, hojas, flores
etc. También se alcanza el 100% de humedad cuando usamos agua muy caliente en un
reciento cerrado como por ejemplo un cuarto de baño. El agua caliente se evapora
fácilmente y el aire de la habitación alcanza con rapidez el 100% de humedad. El
resultado es de todos conocidos... se empañan (se humedecen) los espejos del lavabo.

Estos dos fenómenos son diferentes pero ilustran las dos formas en que puede aumentar
la humedad de un recinto:

 Por disminución de la tempertura ambiental


 Por aumento de la cantidad de agua en el ambiente

El primero de los fenómenos se relaciona con el concepto de temperatura de rocío. Si se


mantiene la cantidad de agua del ambiente constante y se disminuye la temperatura
llega un momento en que se alcanza una humedad relativa del 100%. Es momento es el
punto de rocío y su temperatura la temperatura de rocío. Esto es justamente lo que
ocurre en las madrugadas de invierno. La temperatura desciende tanto que llega al punto
de rocío, en ese momento la humedad relativa del 100% hace que el agua se condense
en las superficies.

Cualquier objeto de una habitación que tenga una temperatura menor que la temperatura
de rocío presenta condensación en sus paredes por este fenómeno. Así ocurre por
ejemplo cuando sacamos una lata de refresco de un frigorífico y la situamos en una
mesa. Su temperatura es, seguramente, menor que la de rocío y observamos como la lata
se empaña de humedad.

Los que usan gafas conocen perfectamente qué ocurre cuando, en una fría mañana de
invierno, se introducen súbitamente en un recinto cerrado y caliente (por ejemplo en un
autobús). La temperatura de los cristales de las gafas es muy baja y menor que la
temperatura de rocío del recinto. Los cristales se empañan rápidamente hasta que se
calientan y se sitúan a la temperatura del recinto.

Cómo se mide la humedad relativa


Medir la humedad relativa y la temperatura de rocío de un recinto no es tarea fácil. La
forma más sencilla es medir lo que se conoce como temperatura de bulbo seco y
temperatura de bulbo húmedo.

La temperatura de bulbo seco se corresponde con la temperatura ambiental tal y como


se mide normalmente. Es decir en un lugar sombrío y al abrigo de corrientes de aire y
con un termómetro de mercurio o alcohol. El bulbo del termómetro se mantiene
directamente al aire.

Para medir la temperatura de bulbo húmedo se usa el mismo tipo de termómetro pero se
reliza la siguiente operación. Se llena en un pequeño vaso con agua. Se introduce en el
agua una sustancia porosa como una buena cantidad de algodón y un trozo de tela
natural pero siempre de forma que parte esté sumergida en el agua y otra parte quede
fuera del agua. El bulbo del termómetro se colocará rodeado de la tela o el algodón que
sobresalga del agua.

El principio de funcionamiento es similar al de un mechero de alcohol como los que


viene en los juegos de Química elemental o los que se tiene en un laboratorio. En un
mechero de alcohol la mecha se introduce en alcohol y parte queda al aire. Al acercar
una llama la mecha arde porque se mantiene impregnada por el alcohol que sube por
capilaridad desde la parte de la mecha introduciza en el alcohol. Mientras haya mecha
sumergida en el alcohol la mecha sobrante permanecerá impreganada de alcohol y
arderá.

En el caso del termómetro de bulbo húmedo el algodón o la tela que lo sustituye hace
las veces de mecha y el agua hace las veces de alcohol. Cuando rodeamos el bulbo del
termométro con el algodón o tela lo estamos rodeando de una sustancia que esta
humedecida. El aire circulante en la atmósfera 'choca' con el algodón humedecido y
evapora parte del agua (de la misma forma que la llama 'evapora' parte del alcohol en un
mechero). Al evaporar el agua debe absorber el calor latente y lo hace robado calor al
bulbo del termométro. Entonces la temperatura del termómetro desciende.

La temperatura del termometro desciende continuamente hasta que el aire de los


alrededores se satura, es decir, no admite más agua. Entonces la temperatura permanece
en un valor fijo que se denomina temperatura del bulbo húmedo.

Conociendo la temperatura del bulbo seco (temperatura normal) y la temperatura del


bulbo húmedo podemos conocer las condiciones ambientales de humedad. Para esto es
necesario una fórmula compleja que hemos implementado en la siguiente applet.

El manejo de la applet es muy sencillo. Una vez que se han medido las temperaturas de
bulbo seco y bulbo húmedo se introducen en sus casillas correspondientes. Pulsando el
botón Calcular el programa devuelve la humedad relativa, humedad absoluta y la
temperatura de rocío.

No es difícil realizar este experimento. Se nececistan:

 Dos termómetros de mercurio


 Un poco de agua
 Un vaso
 Una tela o un buen trozo de algodón
 Un poquito de paciencia

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