You are on page 1of 1

Dicen por ahí que las formas de los caracoles son las estrategías que estos seres eligen

para
guardar allí como murmullos, los sonidos que acompañan sus vidas.

Cuando los ponemos contra el oído sabemos que nos dicen algo, y si entendiéramos el idioma
que ellos hablan reconoceríamos las historias que los trajeron a nuestras manos. Porque
guardan allí las tristezas, las alegrías, las esperanzas, las luchas, los sabores y sinsabores de sus
vidas.

Este pequeño manojo de distintos lugares es una invitación para que empieces a recolectar
esos murmullos que, entre tanto grito, a veces pasan desapercibidos. Como ese murmullo que
nos habla desde dentro y que cada tanto es necesario darse un lugar para escuchar. Pero
también los murmullos de esas otras voces que en distintos idiomas guardan las sabidurías de
sus pueblos.

Y cuando te sientas agobiada por algún problema podés ir al mar y descubrir en su inmensidad
que nada es tan grave como para apagar tu alegría

“El Mar: Es ancho y húmedo, salado. Se mira siempre de frente y con


entereza. Al final uno sale limpio e invencible.” Subcomandante
Insurgente Marcos

You might also like