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JONÁS MOISÉS

5 ENSEÑANZAS DE JONÁS
A. A Jonás , el juicio que vendría sobre la gran ciudad de Nínive no le preocupó. ¿Nos
preocupa a nosotros el estado perdido de nuestros familiares, amigos y vecinos? ¿Qué
estamos haciendo para advertirle de su condición sin Dios? (Rom.3:23).
1. Jonás estaba dispuesto a servir a Dios, pero no en labores tan complicadas, por eso
huyó.
2. ¿Estamos más preocupado por nuestra comodidad que de las almas perdidas, por las
cuales también Cristo murió? ¿Qué esfuerzo hacemos para cumplir las órdenes de nuestro
Señor? La incógnita es una manera de huir.
1. ENSEÑANZA: DEBEMOS APRENDER A SER PREOCUPADOS Y SER
RESPONSABLES ANTE DIOS
B. Jonás no estaba dispuesto a sacrificar la comodidad de su religión. ¿Ir a Nínive y
pregonar que serían condenados por sus pecados? ¿decirles que se arrepintieran? ¡eso es
muy peligroso!
1. Es cómodo tomar la Biblia e ir a los servicios de la iglesia cada domingo. Pero ¿eso de
acompañar a los hermanos a evangelizar? ¿decir a los amigos y familiares que están
perdidos? ¡Es muy complicado!
2. ENSEÑANZA: DEBEMOS APRENDER EL SACRIFICIO POR LA RELIGIÓN, A DEJAR
NUESTRAS COMODIDADES POR DIOS
C. Jonás durmiendo, mientras los paganos de rodillas rogaban a sus dioses
(Jon.1:6).
1. Los grupos sectarios invaden plazas y calles con un evangelio distorsionado, mientras
muchos cristianos duermen.
2. Hermanos vivimos en un mundo que está muriendo perdido. ¿Qué haremos?
3. ¿Seremos como Jonás, en buscar como escapar de nuestro deber?
3. ENSEÑANZA: NO DEBEMOS SER HOLGAZANES COMO JONAS, DEBEMOS SER
TEMEROSOS Y OBEDECER A DIOS
4. EL ARREPENTIMIENTO
5. FIDELIDAD
5 ENSEÑANZAS DE MOISÉS
1. Era perseverante a pesar de la adversidad. Se presentó ante el Faraón 1, 2, 3…9 veces
antes de que el Faraón accediera a dejarlos ir cuando se presentó la décima vez. No
desmayó en el propósito, insistió, fue perseverante e insistente, porque tenía un objetivo
claro. (Éxodo 5:1-2)
2. Tenía un objetivo y una meta clara. Él tenía que llevar a ese pueblo, con la quejadera y
todo, hasta el lugar donde Dios le había dicho. Estaba claro en cuál era el resultado final
que debía de alcanzar, tanto así que cuando el Faraón “negociaba” con él y le ponía ciertas
condiciones para dejar ir a algunos, él se mantenía firme en su objetivo. (Éxodo 10:8-11)
3. Tenía claros sus Principios y Valores. Él sabía muy bien a quien obedecía y en quien
creía. Si Dios decía que iba a hacer algo, él confiaba. Él era el líder del pueblo, pero estaba
subordinado a la voluntad de Dios, y lo obedeció en todo. (Hebreos 11:24-27)
4. Delegó funciones. Cuando fue necesario hacerlo, designó jefes por grupos de personas
que tuvieran principios y valores similares a los suyos, que le ayudaran con la tarea de
manejar al pueblo y él poder optimizar su tiempo y energías para cumplir con el objetivo que
se le había planteado. (Éxodo 18:13-27)
5. Buscaba y aceptaba el consejo. Siempre que el pueblo se revelaba y se ponía difícil, él
iba a Dios para pedir consejo. Adicionalmente, fue de parte de su suegro Jetro que recibió
el consejo de delegar funciones y esto le ayudó a poder supervisar todas las
responsabilidades del pueblo que debían de ser atendidas. (Éxodo 18:24)

ESCRIBE Y EXPLICA LAS PLAGAS DE EGIPTO


I - Las aguas se convierten en sangre (Éxodo 7:14-24)
La primera plaga fue la de la sangre. Dios dio instrucciones a Moisés para que levantara su
cayado sobre el río Nilo. Como consecuencia, toda el agua se convirtió en sangre, matando
a todos los peces del río y llenando Egipto de un olor nauseabundo durante siete días.
II - Las ranas (Éxodo 8:1-15)
La segunda plaga de Egipto fueron las ranas. Dios dio instrucciones a Moisés de que dijera
a Aarón que estirase su vara sobre el agua y hordas de ranas invadieron Egipto. Los
hechiceros del faraón fueron capaces de duplicar esta plaga con su magia. Sin embargo,
dado que no pudieron eliminarla, el faraón se vio obligado a conceder a Moisés el permiso
de salir a los israelitas, a cambio de que éste accediera a acabar con ella. Para convencer
al faraón de que realmente la plaga era un castigo divino, Moisés dejó que el faraón eligiera
el momento en el que terminaría la plaga.
III - Los piojos (Éxodo 8:16-19)
Dijo el Señor a Moisés: "Di a Aarón: Extiende tu cayado y golpea el polvo de la tierra que
se convertirá en piojos sobre todo el país de Egipto." Así lo hicieron: Aarón extendió su
mano con el cayado y golpeó el polvo de la tierra; y hubo piojos sobre los hombres y sobre
los ganados. Todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos sobre todo el país de Egipto."
(Éxodo 8:12-13) Éxodo 8:25
IV - Las moscas (Éxodo 8:20-32)
La cuarta plaga de Egipto fue de criaturas capaces de dañar a las personas y al ganado.
La Torá enfatiza que los ‘arob (‫עָ רֹוב‬, que significa "mezcla" o "enjambre") sólo vinieron en
contra de los Egipcios, y que no afecto la Tierra de Gosén (donde vivían los Israelitas). El
Faraón le pidió a Moisés eliminar esta plaga y prometió permitir la libertad de los Israelitas.
Sin embargo, después de que la plaga se fue, el Señor "endureció el corazón de Faraón,"
y rehusó mantener su promesa. La palabra ‘arobha causado diferencias de opiniones entre
intérpretes tradicionales.
V - La terrible peste sobre el ganado (Éxodo 9:1-7)
La quinta plaga de Egipto fue una terrible peste que exterminó a los ganados egipcios, ya
fueran caballos, burros, camellos, vacas, ovejas o cabras. El ganado israelita resultó, una
vez más, ileso. De nuevo, el faraón no hizo concesiones.
VI - Las úlceras (Éxodo 9:8-12)
La sexta plaga de Egipto fue una enfermedad cutánea que suele traducirse como "úlcera"
o "sarpullido". Dios le dijo a Moisés y Aarón que cada uno tomase dos puñados de hollín de
un horno, el cual Moisés dispersó en el cielo en presencia del faraón. El hollín provocó
úlceras en el pueblo y el ganado egipcios. Los hechiceros egipcios resultaron afectados
junto con todos los demás y murieron, sin poder sanarse, mucho menos el resto de Egipto,
pero ninguna de las plagas tocaron Israel.
VII - El granizo y el fuego (Éxodo 9:13-35)
La séptima plaga de Egipto fue una destructiva tormenta. Dios le dijo a Moisés que estirase
su vara hacia el cielo, punto en el cual la tormenta comenzó. Era incluso más sobrenatural
que las plagas anteriores, una poderosa ducha de granizo mezclada con fuego. La tormenta
dañó gravemente a los huertos y cultivos egipcios, así como a las personas y al ganado. La
tormenta azotó todo Egipto excepto la tierra de Gosén.
VIII - Las langostas (Éxodo 10:1-20)
La octava plaga de Egipto fueron las langostas. Antes de la plaga, Moisés llegó al faraón y
le advirtió de la inminente plaga de langostas. Los funcionarios del faraón le suplicaron que
permitiera que los israelitas fueran libres, ya que iban a sufrir los efectos devastadores de
una plaga de langostas, pero éste aún era renuente a ceder. El orador propuso entonces
un compromiso: los hombres israelitas serían autorizados a marcharse, mientras que las
mujeres, niños y ganado se quedarían en Egipto.
21-29)
En la novena plaga, Dios le dijo a Moisés que estirase sus manos al cielo , para que la
oscuridad cayera sobre Egipto. Esta oscuridad era tan pesada que un egipcio podía sentirla
físicamente. Duró tres días, tiempo durante el cual sólo hubo luz en las casas de los
israelitas. El faraón entonces hizo llamar a Moisés y le dijo que dejaría salir a todos los
israelitas si las tinieblas eran retiradas de su tierra.
X - La muerte de todos los primogénitos (Éxodo 11:1-10; 12:29-36)
La décima y última plaga fue la muerte de todos los primogénitos de Egipto. Dios ordenó a
los hebreos marcar sus puertas con la sangre de un cordero, ya que de esta forma no
entraría el ángel de la muerte en sus casas para matar a sus primogénitos. Primero, el ángel
de la muerte fue al pueblo hebreo para matar a algunos hebreos, pero no lo hizo gracias a
la sangre del cordero por las ambas de las puertas. Luego el ángel de la muerte se dirigió
al pueblo egipcio para matar.

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