Professional Documents
Culture Documents
Perfectos Desconocidos
A veces, la amistad no es maá s que una farsa
Oscar Guzmán
Una reunión de reencuentro entre un grupo de amigos, quienes no se ven desde que terminaron el colegio,
plantea un reto muy intenso cuando los secretos mejor guardados de sus épocas escolares y vida actual, se
ponen sobre la mesa, develando que las cosas no son como las recuerdan y despertando los peores fantasmas y
miedos que los han acompañado toda la vida
Personajes:
Jorge.- Actor, entusiasta y burlón, es el más alegre del grupo, le gusta mucho bromear y conversar, pero se retrae
cuando el blanco de las bromas es él. Esconde su identidad sexual ante sus amigos, quienes creen que es el macho
alfa mujeriego. Usa el disfraz de soltero empedernido para no desentonar en su grupo social
Rodrigo.- Novio de Jorge, es idealista, calmado, abogado de profesión y entregado por completo a la defensa de la
comunidad LGTBI. Es abiertamente homosexual, siendo muy cariñoso con Jorge. Pasa de la calma a la indignación
rápidamente al ver que ha sido ocultado por Jorge
Romina.- Hermana melliza de Ximena, es la más retraída del grupo, ha vivido secretamente enamorada de Mario
desde que estudiaban juntos, reviviendo sus sentimientos por él, durante la reunión. Ha tenido encuentros
sexuales ocasionales con Fernando, quedando embarazada de este sin saberlo. Es muy decorosa en su conducta y
suele ponerse nerviosa con frecuencia
Graciela.- Mujer explosiva, desinhibida, impulsiva, rencorosa y manipuladora. Actual novia de Mario, trata siempre
de aparentar lo que no es, buscando impresionar a todos cuantos la rodean. No es egocéntrica, sin embargo ella
siempre debe estar presente en el tema de conversación. En su momento fue la líder del grupo de chicas. No
controla su lengua cuando quiere hacer daño y recurre a las indirectas y sarcasmo para lograrlo
Mario.- Calmado, reflexivo, pacífico. Es el intelectual del grupo, siempre lógico y sereno. Es quien trata de poner
orden cuando el caos estalla. No sospecha el secreto que Graciela oculta. Es junto con Graciela, uno de los
anfitriones de la reunión de reencuentro
Ximena.- Conquista ocasional de Pablo, es algo ingenua pero sin llegar a ser tonta, está totalmente deslumbrada
por la personalidad que Pablo le muestra e incluso renuncia a su amor propio con tal de seguir a su lado
Micaela.- Esposa de Fernando, madre de sus dos hijas, es deslenguada e impulsiva, conforme aumenta la tensión,
devela un problema de adicción al alcohol. Considera que es la voz de la razón entre el grupo de amigos
Pablo.- Mujeriego presumido, seductor, con arranques de prepotencia. Es siempre seguro de sí mismo. Es el
primero en reaccionar con asco, cuando se descubre la identidad sexual de Jorge. Proyecta la imagen de macho
latino para engañar a los demás
Fernando.- Hombre de familia, estresado, es adicto a la pornografía y vive ocultando sus infidelidades a su esposa.
Es el único del grupo que ha sentado cabeza, asumiendo su rol de padre de familia. Por momentos es inseguro,
pero lo trata de esconder entre broma y broma
Luis.- Amigo de Pablo, joyero que trabaja exclusivamente de forma clandestina. Aparece todo el tiempo en of
Sandra.- Amante de Pablo, mujer joven de voz suave, casi inocente, que desconoce la vida real de Pablo. Aparece
todo el tiempo en of
Adrián.- Amante de Micaela, es casado, atrevido y casado, padre de 1 niña. Aparece todo el tiempo en of
***
Escena I
(La escena comienza en la sala de un pequeño apartamento, donde Graciela está maquillándose. Se aprecia un
pequeño juego de sala, una alfombra, una lámpara de pie, una mesita de centro y una mesa esquinera con un
teléfono encima. Mario ingresa caminando algo apresurado, buscando algo que ha perdido)
Mario.- (Revisando incluso debajo de los cojines) ¿Graci, has visto el cargador de mi celular?
Graciela.- ¿Se te perdió otra vez? (sin apartar la vista de su espejo personal)
Graciela.- (mal disimulando una mueca de fastidio) Ya, no te quieras hacer el gracioso
Mario.- Lo siento, fue inevitable (suspira frustrado al darse por vencido) préstame el tuyo. A estas alturas, voy a
terminar gastando más en cargadores, que lo que me costó el celular
Graciela.- Tú nunca recuerdas donde dejas las cosas, no pierdes la cabeza porque la tienes pegada al cuello (duda
un segundo) ¿No lo habrás dejado en la oficina?
Mario.- No creo… estoy seguro que lo traje a casa y cargué mi celular… aunque es posible (duda un momento) no…
no es… (Pausa) ¿O sí? (duda nuevamente) no… yo creo… ¿o quizá si? (suspira desanimado) en fin… ya no importa,
luego compraré otro
Graciela.- (terminando de maquillarse) Oye ¿te das cuenta que por primera vez en 10 años, nos reuniremos todo el
grupo de nuevo?
Graciela.- Ni tanto, mira que terminamos emparejados entre nosotros mismos. Por ejemplo, nosotros terminamos
juntos y a punto de casarnos. Fernando y Micaela se casaron en Cartagena hace poco más de 2 años. Pablo…
bueno… él sigue siendo un mujeriego de lo peor (ríe por su comentario) aunque según me dijo Romina hace unos
días, la cosa con su novia pinta para que siente cabeza
Mario.- Ese nunca va a sentar cabeza. Pablo piensa usa más los testículos que el cerebro
Mario.- Bueno, nunca dije que fuesen perfectos. Por cierto, hablé con Jorge hace unos días. Me dijo que ya anda
enamorado
Graciela.- (sorprendida) ¿Jorge? ¿En serio? ¿Al fin dejará el celibato y se formalizará?
Mario.- La verdad, ni idea, solo sé que anda enamorado y que parece que ahora va en serio
Mario.- Bueno… es actor… siempre ha sido así. Tiene sus cosas, si, pero es un buen tipo
Mario.- Si y me dijo que le hablaría para que lo acompañase hoy (repara en los pendientes que lleva puestos
Graciela) ¿Y esos pendientes?
Graciela.- (duda un segundo) Si, los compré por catálogo hace cosa de una semana ¿Se ven bien?
Gracias.- (ríe sarcástica) Bueno, pero no creas que no noté el cambio de tema ¿has oído lo que te he dicho?
Mario.- Si, si claro ¿Pero qué quieres que te diga? A mí también me da curiosidad conocer a la mujer capaz de
aguantar a Jorge (suena el timbre) Y ahí están
Graciela.- (Emocionada) ¡Hola Mica! ¡tanto tiempo! (abraza efusivamente a su amiga) ¡Fernando! (lo abraza
igualmente, ambos corresponden al saludo) pasen por favor
Fernando.- ¡Mario! ¡Viejo renegón! (le da la mano y lo abraza) Mírate, no has cambiado nada (Micaela también
saluda a Mario) ¿Somos los primeros en llegar?
Micaela.- ¿Cómo así te has dado cuenta amor? (ríe divertida y besa tiernamente a Fernando) Ya, ya, no te molestes
Mario.- El día que Fernando deje de picarse, ese día se acabará el mundo
Mario.- (ríe sonoramente) creo que ese es un romance que tiene desde el colegio ¿no?
Escena II
Escena III
Escena IV
Escena VI
Escena VII
Graciela.- (entre risas) Pero que espacialito es el Rodrigo ese… ¿cómo es que lo aguantas Fernando?
Fernando.- (Hace un gesto, como si no le importase) He lidiado con situaciones peores… esto no pasará a mayores,
pero espera, se lo dejaré en claro para que no moleste más (Toma el celular de la mesa y ante todos va a enviar un
mensaje) Estoy en una reunión con mis amigos, hablamos mañana (Jorge lo mira con gesto de preocupación) Listo
Escena IX
Micaela.- ¿Desde hace cuánto estás con ese Rodrigo? (Fernando guarda silencio, visiblemente incómodo. Micaela
empieza a alzar la voz mientras intenta contener las lágrimas) ¿Me lo vas a decir o qué?
Micaela.- (bebe un trago de vino) ¿Cuántos de esos ha habido antes que él?
Fernando.- Ninguno…
Fernando.- (Exasperado) Tú no te metas en esto (A Micaela) Micaela, ya está bien, ya ha sido bastante espectáculo
(se pone de pie y toma el abrigo de Micaela, colocándoselo a ella sobre los hombros) Vámonos a casa (Pausa) Lo
discutiremos en casa
Micaela.- (Bebiendo otro sorbo de vino) Si… delante de las niñas… (sonríe burlona confrontando a todos) Las
sentamos en la cama y les decimos: “Niñas, papá tiene que decirles algo muy importante… eso sí, no le digan a su
profesora que a papá le gusta tirar con otros hombres, si no, no podrá volver a asomarse por el colegio ni asistir a
ninguna actuación”
Fernando.- Drogadicto, alcohólico, maricón, terruco, secuestrador, pedófilo, comunista, fujimorista, fan de Star
Wars ¿qué más hay que me apunto? Total… ya bastante tengo con este… secreto
Escena X
(Micaela se sienta al lado de Graciela, quien trata de tranquilizarla. Suena el teléfono de Pablo)
Ximena.- Contesta, vamos… (Pablo duda ligeramente antes de contestar) ¿Tú también tienes algo que ocultar?
Pablo.- (fastidiado) Escucha para que te quedes tranquila (contesta el celular y pone el altavoz) Hola Lucho,
Lucho.- (en of) Dime ¿a tu flaca le gusto el anillo? (Ximena presume el anillo que le dio Pablo)
Pablo.- No, no, si le va como anillo al dedo (se ríe más relajado, pero al ver a su alrededor los rostros de Fernando,
Micaela y Jorge, recupera la compostura) Oye… no es un buen momento ahora ¿te parece si te llamo luego?
Lucho.- (en of) ¿Ves como no fue tan difícil el tema de anillo?
Pablo.- Si, si
Pablo.- Oye, te dejo, estoy en una reunión con amigos del colegio
Lucho.- (en of) Bueno, está bien, pero me debes un par de whiskies por lo menos eh
Lucho.- (en of) Pablo ¿me escuchaste? ¿le gustaron los pendientes a tu flaca? ¿hubo algún problema?
Ximena.- (incómoda) Tú nunca me has dado pendientes… de hecho… no tengo perforadas las orejas (pausa) pero…
eso tú ya lo sabes Pablo…
Pablo.- (empezando a exasperarse) Bueno, ya basta de tanto drama ¿ven lo que pasa cuando se sacan
conclusiones? Las cosas se tergiversan y parecen lo que no son
Pablo.- (incómodo) Bueno, mejor nos vamos Ximena. Ya es muy tarde (suena nuevamente el celular de Pablo)
Pablo.- (dudando) es Sandra, me llama del trabajo, seguramente para que le cambie de nuevo el descanso (ríe
nervioso)
Pablo.- Ximena… (Ximena le arrebata el celular, Pablo intenta sujetarla por la muñeca, pero esta se aparta y se
aleja de Pablo, poniéndose fuera de su alcance) ¿Qué haces Xime? (Pablo intenta recuperar su celular rodeando a
sus amigos, pero Ximena lo evade) Xime por favor, dame el puto celular por favor… (Ximena contesta la llamada y
la pone en altavoz)
Pablo.- Xime… (Ximena se aleja de Pablo hacia el otro extremo del escenario, sentándose lo más lejos posible de
él) Xime, por favor, déjame explicarte
Pablo.- Ximena, Sandra no significa nada, por favor… escúchame, te lo puedo explicar, no pasó de una noche, fue
una tontería, estábamos los dos muy ebrios y…
Ximena.- (lo mira por un breve momento antes de soltarle una furibunda cachetada)
Micaela.- Vamos… es mejor que te laves la cara… (Micaela se acerca a Ximena, tambaleando ligeramente, la abraza
tratando de reconfortarla, pero Ximena solo llora angustiada. Micaela obliga a Ximena a ponerse en pie y la
conduce al baño, saliendo de escena ambas. Fernando repara que Micaela ha dejado el celular a la vista en su
cartera y lo toma, solo Jorge se percata de ello)
Mario.- Fernando, Jorge, vamos, creo que nos hace falta algo sin alcohol para tratar de aligerar la tensión… (Salen
de escena dirigiéndose hacia la cocina)
Graciela.- (Toma a Pablo por la camisa y lo tira contra una silla) ¿No hay una sola mujer con la que no hayas tirado
pedazo de mierda? (se quita los pendientes y se los tira en la cara antes de alejarse furiosa de él)
Graciela.- ¿Y qué esperabas? Que tuviésemos una aventura no me importa… pero que además embaraces a una
secretaria… no jodas
(Mario reingresa con una botella de agua, Jorge lleva una gaseosa y Fernando una pequeña fuerte con bocaditos
diversos)
Graciela.- No amor, nada… es solo que todo esto me está alterando demasiado… creo que no fue buena idea el
reunirnos
Mario.- Por hoy no discutiré contigo… nos enteramos de cosas que no hubiésemos querido saber
Escena XI
(Micaela reingresa a escena, llevando del brazo a Ximena quien no deja de llorar)
Ximena.- (al ver a Pablo impasible) ¡Dime! ¿Por qué? No tenemos ni un año de casados y tiramos todos los días…
incluso varias veces al día… ¿Por qué?
(El teléfono de Micaela suena al recibir un mensaje de texto. Esta, alarmada busca en su blusa y su bolso)
Fernando.- (con tono gélido) ¿Buscabas esto? (empieza a revisar los mensajes del teléfono) Es un tipo que quiere
saber si ya no te duelen las tetas luego de lo que hicieron ayer…
Fernando.- ¿Te las mordió? ¿Te golpeó? ¿O solamente te las apretó? (Pausa) Te pregunté, si ya no te duelen las
tetas… (Pausa, Fernando empieza a perder la compostura) ¡Respóndeme! (Pausa larga) ¿Quién mierda es Adrián?
Fernando.- ¿Ah no? (sigue revisando los mensajes) pues parece que este “Nadie” te conoce muy bien
Micaela.- No es nada, solo nos hemos visto una que otra vez… (intenta arrebatarle el celular, pero Fernando lo
impide)
Fernando.- Bien, pues así a lo tonto lo vamos a llamar a ver qué tiene que decir Adrián (marca el número de
Adrián, ante la desesperación de Micaela)
Micaela.- (Angustiada) No, no… nos vamos a casa (intenta salir de escena, pero Fernando la obliga a retroceder de
un empujón
Micaela.- No hagas una tontería, él también está casado ¿qué quieres que le diga? (el teléfono empieza a timbrar)
No, no, no por favor…
(Fernando deja caer el celular sobre la mesa, haciendo un gesto de asco. Graciela se adelanta e intenta imitar la
voz de Micaela lo mejor que puede)
Adrián.- (en of) Hola Mica, que sorpresa. Pensé que no nos íbamos a ver hasta la próxima semana
Adrián.- (en of) está bien, déjame ver que excusa le meto a mi mujer para escaparme y vernos hoy mismo si
quieres
(Micaela rompe a llorar silenciosamente mientras Fernando continúa acumulando rabia a un lado del escenario)
Adrián.- (en of) Dime donde nos vemos, sabes que a mí también me gusta mucho hacer el amor contigo
Adrián.- (en of) ¿Mica? (extrañado) ¿sucede algo? (pausa) noto rara tu voz
Fernando.- (se adelanta y toma el celular de Micaela, ya sin poderse contener) ¿Y esta voz te gusta hijo de puta?
(Adrián corta la llamada) Listo… este no vuelve a llamar y esto cambia las cosas…
Micaela.- (Tratando de recuperar la compostura) Que hipócrita eres para reclamarme algo… tú no tienes autoridad
moral para decirme nada a mí, ni a nadie más
Fernando.- Eres una puta… qué fácil fue encamarte con este y quien sabe con cuantos otros más
Micaela.- Al menos yo he tirado con alguien del sexo opuesto… no como tú (toma su bolso y se dispone a irse) Me
voy
Fernando.- (colérico) Si, vete, vete, anda, cuéntale esto también a las niñas, que seguramente disfrutarán la
historia sexual de su madre… y si, puedes inventar lo que quieras de mí… total… ni siquiera sé si soy en verdad su
padre… o es ese tal Adrián, o cualquier otro pelotudo que te hayas tirado por ahí
Fernando.- (toma bruscamente a Micaela del brazo, tironeándola hacia el medio del escenario, forcejeando con
ella) A ver, veamos las marcas que te dejó ese imbécil en las tetas, total… ya son de dominio público a estas alturas
¿no?
Fernando.- Vamos a ver si tiene o no tiene marcas en las tetas, es lo más justo ¿no? (Graciela intenta ponerse en
medio de ambos, pero Fernando la aparta de un empujón, haciéndola trastabillar)
Mario.- (Golpea con fuerza la mesa a su lado) ¡Basta ustedes dos! (todos guardan silencio ante la explosión de
Mario)
Graciela.- (A Fernando) ¿Qué te pasa? ¿Te has vuelto loco o qué? Micaela es la madre de tus hijas huevón
Micaela.- (Se quita el anillo de bodas y se lo tira a Fernando en la cara) Eres una mierda (se abre la blusa
bruscamente dejando ver marcas de chupetones alrededor de los senos) ¿contento? ¿Esto era lo que querías ver?
(pausa) Adrián si sabe cómo excitarme, al menos con él, no tengo que preocuparme que se corra a los cinco
minutos de hacerme el amor, con él no tengo que ocultar mis fantasías para que nadie se alarme (pausa) y sí,
también es casado, por si querías saberlo (pausa) Ahora ya lo sabes y puedes irte a la mierda (Toma su cartera y
sale de escena. Todos se quedan en shock por lo que acaban de presenciar)
Graciela.- (A Fernando) Eres un huevón… (Le suelta una sonora cachetada antes de salir de escena. Todos se
dispersan, ocupando las sillas libres) (suena el timbre, es Rodrigo)
Rodrigo.- Disculpe, Si, vengo de parte de Jorge, me dijo que estaría aquí. Soy Rodrigo
Mario.- (dudando un segundo al verlo) Si… Jorge me dijo que vendrías, adelante…
Pablo.- No jodas Mario, tu mujer ¿no pudo encontrar otro momento para citar a su maquillador?
Pablo.- ¿Por qué me he de callar si ya hay un cabro en nuestra reunión? Carajo… se reproducen como plaga estos,
no le vayan a aceptar nada, fácil nos contagia de sida
Rodrigo.- Que encantadores amigos tienes Jorge… y para que lo sepas (a Pablo) en esta “reunión” hay solo un
maricón… yo soy homosexual y no me avergüenza decirlo (mirando a Jorge) ¿y a ti?
Escena XIII
Jorge.- (Tartamudeando ligeramente) Solo, una cosa… Ya, acabemos con esto, el maricón soy yo (se sirve una copa
de vino guardando un silencio incómodo)
Fernando.- (Toma el celular de Jorge de la mesa de centro y se lo lanza) Toma tu celular… ya no hay razón para
fingir que es mío
Jorge.- No, cabro no, homosexual (A Rodrigo) ¿Lo he dicho bien? (Rodrigo asiente impresionado. Jorge mira a
Pablo quien todavía permanece estupefacto) ¿Lo has oído bien? Soy homosexual, amo a un hombre, me acuesto
Fernando.- Si, no quería que Micaela se enterase de lo de la secretaría… (Mario se ríe por lo bajo al entender todo
lo sucedido) Mira, no te rías que haber sido gay por un rato nada más, me ha bastado para toda la vida. He pasado
un día de mierda, realmente no sé cómo lo soportan
Pablo.- Tú quédate callado o callada, como prefieras que te diga… ya es demasiado para una noche
Rodrigo.- Mira, tú crees que con decirnos cabros, maricas, maricones, rosquetes, putos y demás, ya solucionas tu
mundo y eres superior a nosotros
Rodrigo.- (suelta una carcajada carente de gracia, llena de sarcasmo) ¿Acaso crees que todos los gays queremos
tirar contigo? ¿Realmente crees que nos morimos por ti? Mírate, hoy te desnudaron y te destrozaron
públicamente, te despojaron de tu imagen de tipo rudo y de calle. Pero lo que quedó detrás de eso, es un pobre y
patético mediocre
(Pablo reacciona mecánicamente y le propina un puñetazo a Rodrigo derribándolo al suelo. Jorge sale al paso y
ayuda a Rodrigo a incorporarse)
Pablo.- ¡Cállate mierda! ¡Yo no soy rosquete como ustedes! (mirando a Jorge y Rodrigo) ¡Yo soy normal! ¡A mí me
gustan las mujeres!
Pablo.- ¡No! ¡Ustedes son…! (Se contiene ante lo que iba a decir y tras una breve pausa se deja caer de vuelta en
su silla) No importa…
Rodrigo.- Claro… no importa… cuando no te afecta a ti, pero a nosotros si nos afecta, porque aquí, no somos más
que números sin importancia
Pablo.- Ya déjate de lloriquear que ahora están en todos los noticieros y hasta sus marchas son cubiertas por la
prensa
(Graciela entra nuevamente en escena acompañada de Ximena, quien sigue llorosa y temblorosa)
Rodrigo.- ¿Y eso hace alguna diferencia? (mirando a Jorge) Pensé que tus amigos eran mejor que esto (mira
asqueado a Pablo) Yo me voy, ya escuché bastante por una noche y no estoy dispuesto a tolerar más (a Jorge)
¿vienes?
Rodrigo.- (Tornándose frío hacia Jorge) No, no me verás… esto ya se acabó (va a salir de escena no sin antes darle
un empujón a Pablo)
Pablo.- Pero…
Ximena.- ¿Pero qué? ¿No eres capaz de ver a tu mejor amigo siendo auténtico y feliz? ¿No te alegra siquiera un
poco?
Pablo.- Si… (Guarda silencio un momento, antes de tomar una botella de vino y beber un largo trago) Lo siento…
Jorge.- ¿Por qué creías que me botaron del colegio en cuarto de secundaria? ¿Por engordar diez kilos?
Jorge.- Porque gran parte del país piensa como tú Pablo, que si eres gay no puedes entrar en un gimnasio sin
tocarle el culo a alguien, no puedes entrar a un sauna porque le harás una mamada a cualquiera solo porque si
Mario.- ¿Por qué no nos lo dijiste antes? Podríamos haberlo llevado a juicio y al menos intentar cambiar algo
Rodrigo.- ¿Cambiar qué? ¿Esta amena reunión de insultos, verdades que ocultamos todos y mentiras a medio
contar?
Jorge.- Juicio… apenas si he tenido los huevos para contárselo a mis amigos y voy a ir a un juzgado a decirlo
públicamente, que vaya mi madre a verme y suelte algún comentario más hiriente de lo que has dicho esta noche
Pablo
Jorge.- ¿Fácil? ¿Crees que algo de esto es fácil? (se pone de pie repentinamente) ¿Quieres saber que es fácil?
(Jorge avanza hacia Rodrigo y lo besa apasionadamente) Fácil es saber que te amo, eso es fácil…
Jorge.- No, no son imbéciles… algo brutos puede ser… pero no imbéciles (Se acerca a su silla y toma su saco)
Miren, a mí, sus bromitas estúpidas me importan un comino (Pausa, toma la mano de Rodrigo) Total, yo ya estoy
curtido, pero a él pueden hacerle mucho daño y no soportaría verlo lastimado. Yo nunca quiero que lo pase mal
¿saben por qué?... Porque estoy enamorado de él ¿Saben por qué no se los había dicho? (pausa breve) No porque
fueran a hacer bromas estúpidas, total… chistes de cabros, insinuaciones sobre nuestra vida sexual, escuchamos
todos los días. La homofobia es algo con lo que lidiamos desde que nacimos… No se los dije porque quería
proteger a Rodrigo, porque creí que ustedes, al menos ustedes… nos aceptarían tal y como somos… al fin y al
cabo… todos ustedes tienen su rabo de paja y esta noche ha salido todo a flote (pausa prolongada) Que disfruten
sus problemas, yo prefiero irme a ser feliz con el hombre que amo (Sale acompañado de Rodrigo sin voltear a ver a
nadie)
Escena XIV
Graciela.- (a Mario) Algo como esto tenía que pasar para que nos diésemos cuenta de quienes somos en verdad…
(A Fernando) Micaela se ha ido en un taxi, no había manera de detenerla… si fuese tú, me preocuparía de hablarle
a un abogado para que inicie el tema del divorcio (Pausa) vaya mierda de noche (Pausa) Ojalá pudiésemos dar
marcha atrás ¿no? Hoy descubrimos que no éramos amigos en verdad, que solo esperábamos la ocasión para
despedazarnos mutuamente
Mario.- (Camina hacia Graciela y le acaricia el cabello con ternura, dejando al descubierto sus oídos sin aretes)
Igual tenías razón y debimos ir a cenar fuera… (Pausa) Así que esos eran los aretes de los que hablaba tu joyero
Pablo…
(Mario aparta a Graciela, dándole un empujándola suavemente a un lado, se acerca a Pablo, quien baja la mirada
al no poder sostener la vista en Mario)
Mario.- (A Pablo) Si, yo tampoco podría mirarte a la cara… (Pausa) Deberías irte tú también, no creo que esperes
un último trago para seguir recordando viejos tiempos (pausa) Como te vuelva a ver… te mato ¿me has entendido?
(pausa) Ahora… fuera de mi casa (Pablo sale de escena, luego de recoger su saco. Mario mira a Graciela) Espero
que también tú tengas la decencia de irte… al menos espero que eso te quede
Fernando.- (toma su saco, se levanta y se dirige a la salida) Yo también me voy… es lo único que queda por hacer…
Buenas noches (Sale de escena)
Graciela.- Mario, por favor, no perdamos más tiempo… podemos solucionar esto…
Mario.- Tienes razón… no podemos perder más tiempo… ya hemos perdido bastante (pausa) ¿Cuánto llevamos
casados? ¿Diez años? Si… ya hemos perdido demasiado tiempo, el lunes pediré a mi abogado que inicie los
trámites del divorcio (pausa breve) y ahora vete, quiero irme a la cama
Graciela.- Mario… (Mario la ignora mientras se quita el anillo de casado y lo deja sobre la mesa de centro) Adiós…
(Graciela sale de escena luego de tomar su bolso)
Mario.- (Se deja caer sobre una silla, tras unos segundos de silencio, se sirve y bebe una copa de vino, para luego
estallar en carcajadas) Y aquí estoy, pensando o queriendo pensar, porque así me conviene, sumergido en esta
mierda que quisimos creer. Es esa mentira… “piadosa” que le llaman, pero después por las noches, cuando los ojos
prejuiciosos se apartan, no hay piedad, compasión o comprensión. Ese instante en el que alguien ha dicho no y
muy interiormente sabía que en realidad era un sí. Entonces aparecen… la desesperación, la angustia, el dolor, la
decepción se apoderan de ti y en la oscuridad de la noche, a pesar de tener a alguien a tu lado en la cama, te
engañas a ti mismo, creyendo que será para siempre, que sin importar qué, te darán consuelo, ahí o en cualquier
parte de tu entorno, se refleja la puta verdad, ante la cual ni siquiera la morfina puede protegerte… Y allí quedará
la mirada de lo que nunca quisiste saber… la mirada sin respuesta, mientras la mentira acribilla tu corazón una y
otra vez (termina su copa y la deja caer. Apagón)