You are on page 1of 29

El Ahorro es una

elección saludable
Él cumple un papel fundamental dentro de una economía, ya que es el motor del crecimiento
económico de un país. Del ahorro provienen los recursos con los cuales los sectores
productivos de la economía invierten en proyectos de desarrollo.

Para una persona el ahorro no debe ser un esfuerzo inconstante, ya que este generará los
beneficios deseados siempre y cuando lo transformes en un hábito y lo asumas con responsabilidad.

Ten presente que la clave para hacer estos sueños realidad está en el ahorro. Al realizar un
presupuesto, podrás conocer tu capacidad para ahorrar, sin dejar de lado las obligaciones.
Aumento del poder adquisitivo en el futuro
El crédito educativo, una herramienta
para cumplir tus sueños
El crédito educativo es un instrumento financiero para el fomento social de la educación, el cual se
otorga al estudiante con el fin de financiar el acceso, la permanencia y la culminación de los
programas de los diferentes ciclos de la educación. El crédito le permite al ICETEX diferenciarse del
sector bancario, brindar recursos a poblaciones vulnerables y mantener la inversión del talento
COLOMBIANO.

Lo que debes saber sobre términos de créditos:


Realizar un proyecto de vida
IMAGINA: Confía en ti y sueña a dónde quieres llegar.

DEFINE: Cuales son tus proyectos para tu futuro o Planes de acción.

ESCRIBE: Actividades específicas para desarrollar el proyecto.

IDENTIFICA: Las prioridades para cada una de las actividades


(Importancia alta, importancia media, importancia baja)

ESTABLECE: Fechas límite para cada una de las actividades


(Corto plazo 1 año, mediano plazo 5 años, largo plazo 10 años)

DESARROLLA: Trabaja para hacer cumplir este proyecto de vida.


Tu eres lo que quieres ser.

HERRAMIENTA: Ayudarle a Jorge a realizar su proyecto de vida


Etapas de la vida
En la que podrás determinar en qué etapa te encuentras y hacia dónde quieres direccionar tu
vida. Los seres humanos estamos sometidos a permanentes cambios durante las etapas de la vida,
podemos identificar que todo tiene un proceso en el cual debemos identificar. Un conjunto de
principios fundamentales para tomar decisiones financieras como la comprensión de la
importancia del ahorro en los primeros años de vida contribuye a generar una conciencia de
administración responsable de las finanzas personales.

La adolescencia es el periodo de transición entre la niñez y la vida adulta.

Los cuales en esta etapa se preparan para enfrentar la vida y el mundo de los adultos.
Realizar tu Presupuesto
En el que podrás identificar los ingresos, las obligaciones como tus gastos fijos y variables, lo que vas a
ahorrar y lo que deseas para futuro:
DEFINE: Cuanto dinero recibes y cuanto puedes gastar.

IDENTIFICA: Gastos fijos y gastos variables.

ORGANIZA: Tus cuentas dando prioridad a lo que necesitas.

HACER: Un balance. Los ingresos se le restan a los gastos.

EVITA: Gastos innecesarios para poder ahorrar.

REALIZA: Plan de ahorros y con el dinero que ahorres podrás invertirlo en el futuro.

GENERAR EXCEDENTES: El objetivo del presupuesto es que los ingresos alcancen a cubrir los gastos. Pero si no
los cubre, se debe reducir los gastos y si es posible aumentar los ingresos.

HERRAMIENTA: Realiza tu presupuesto.

Etapas de la educación
Primaria
Secundaria
Universidad pregrado
Universidad posgrado
Especialización
Maestría

{
identifica en qué etapa te encuentras y hacia donde quieres guiar tu vida, teniendo en cuenta que
la educación es desarrollo. Los ingresos laborales dependen de los estudios. Nuestro éxito
depende de la dedicación y de nuestras prioridades.

Etapas de la educación
Primaria
Secundaria
Universidad pregrado
Universidad posgrado
Especialización
Maestría
{ }
¿Te gustaría conocer a Dios
personalmente?
Los siguientes cuatro principios te ayudarán a descubrir cómo conocer a Dios
personalmente y cómo experimentar la vida abundante que Él prometió.

1. Dios te ama y te creó para conocerlo personalmente y


experimentar Su amor.
(Las referencias deberán ser leídas preferentemente en la Biblia, siempre que sea posible.)

Dios ofrece amor


“Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que
cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16)

Dios ofrece vida


“Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a
Jesucristo, a quien tú has enviado.” (Juan 17:3)

¿Qué nos impide conocer a Dios personalmente?

2. El hombre es pecador y está separado de Dios, por lo tanto no


puede conocerlo personalmente ni experimentar Su amor.
El hombre es pecador
“Todos han pecado y están privados de la gloria de Dios...” (Romanos 3:23)

El hombre fue creado para tener compañerismo con Dios; pero debido a su
voluntad terca y egoísta, escogió su propio camino y su relación con Dios se
interrumpió. Esta voluntad egoísta, caracterizada por una actitud de rebelión activa
o indiferencia pasiva, es evidencia de lo que la Biblia llama pecado.

El hombre está separado de Dios


“Porque la paga del pecado es muerte...” [o sea separación espiritual de Dios]
(Romanos 6:23)

Dios es santo (libre de toda maldad y perfecto en


comportamiento y actitud) y el hombre es pecador (no vive de
acuerdo al propósito para el cual fue creado). Un gran abismo
los separa. La imagen muestra como el hombre está tratando
continuamente de alcanzar a Dios a través de sus propios
esfuerzos, tales como vivir una buena vida, la filosofía o la
religión, pero siempre falla en su intento.

El siguiente principio explica la única manera de cruzar este


abismo.

3. Jesucristo es la única provisión de Dios para el pecado del


hombre. Sólo a través de Él podemos conocer a Dios personalmente
y experimentar Su amor.

Él murió en nuestro lugar


“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos
pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8)

Él resucitó de entre los muertos


“Cristo murió por nuestros pecados…fue sepultado…resucitó al tercer día según las
Escrituras…se apareció a Cefas, y luego a los doce. Después se apareció a más de
quinientos…” (1 Corintios 15:3-6)
Él es el único camino a Dios
“Yo soy el camino, la verdad y la vida,” le contestó Jesús. “Nadie llega al Padre sino
por mí.” (Juan 14:6)

Este diagrama ilustra que Dios ha cruzado el abismo que nos


separa de Él, al enviar a Su hijo, Jesucristo, a morir en la cruz
en nuestro lugar para pagar la condena por nuestros
pecados.

No es suficiente conocer estas verdades…

4. Debemos individualmente recibir a Jesucristo como Salvador y


Señor; sólo así podremos conocer a Dios y experimentar Su amor.

Debemos recibir a Cristo


“Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de
ser hijos de Dios.” (Juan 1:12)

Recibimos a Cristo mediante la fe


“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de
ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.”
(Efesios 2:8-9)

Recibimos a Cristo por medio de una invitación personal


Cristo dice: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré…” (Apocalipsis 3:20)

El recibir a Cristo significa volverse a Dios, abandonando nuestra vida egocéntrica


(arrepentimiento), confiando en Cristo para que venga a nuestra vida y perdone
nuestros pecados. De esa manera podrá hacernos la clase de personas que Él
quiere que seamos. Tan sólo estar de acuerdo intelectualmente no es suficiente. Ni
es suficiente el tener una experiencia emocional. Se recibe a Cristo por fe, como un
acto de nuestra voluntad.
¿Cuál círculo representa tu vida?
¿Cuál círculo te gustaría que representara tu vida?

A continuación se explica cómo puedes recibir a Cristo:

Puedes recibir a Cristo ahora mismo por fe, mediante la oración (orar
es hablar con Dios).

Dios conoce tu corazón y no tiene tanto interés en tus palabras, sino más bien en la
actitud de tu corazón.

La siguiente oración se sugiere como guía:

“Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en


la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como
mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida
eterna. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de
persona que Tú quieres que yo sea.”

¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón?

Si es así, haz esta oración ahora mismo y Cristo entrará a tu vida tal como lo
prometió. A través de Su poder comenzarás a experimentar la clase de paz, control
y abundancia que sólo Él puede dar.

ACABO DE PEDIRLE A CRISTO QUE ENTRE A MI VIDA. A CONTINUACIÓN HAY


ALGUNA INFORMACIÓN DE AYUDA.

PUEDE QUE LE PIDA A CRISTO QUE ENTRE EN MI VIDA, PERO TENGO UNA
PREGUNTA PARA LA QUE ME GUSTARÍA UNA RESPUESTA PRIMERO. POR
FAVOR MÁNDANOS UN E-MAIL CON TUS PREGUNTAS A TRAVÉS DE
CADAESTUDIANTE.COM.

Dios te salve
Imagínate cómo es la mirada de Dios sobre la mujer que Él creó y eligió
para que fuera su madre: una mirada llena de amor, de predilección, de
gozo y complacencia. Hasta donde te sea posible, cuando comiences el
avemaría apropia la mirada de Jesús sobre su Madre y salúdala con las
palabras del Arcángel Gabriel en la anunciación (Lc. 1,28). Desde lo
más profundo de tu corazón dile: “alégrate María”.

María
Pronunciar el nombre de María te llena de amor y de confianza. María
significa la amada del Señor, Señora, estrella del mar, la que orienta a
los navegantes y los dirige a Cristo. San Alfonso María de Ligorio dice
que es un “nombre cargado de divinas dulzuras” y Tomas de
Kempis afirma que los demonios temen de tal manera a la Reina
del cielo, que al oír su nombre, huyen de aquel que lo nombra como de
fuego que los abrasara.

Llena eres de gracia, el Señor es contigo


Porque Dios está con ella María está completamente impregnada
de gracia, como una esponja bajo el agua. María está llena de
la presencia de Dios y Dios es la fuente de la gracia. El poder del
Altísimo la cubrió con su sombra (Lc 1,35), es decir, Dios descendió
para habitar en ella. María es “la morada de Dios entre los hombres”
(Ap 21,3) Dios se da por completo a María, la colma de belleza, y ella,
que desborda Gracia divina, la entrega a la humanidad.

Bendita tú entre las mujeres


Isabel fue la primera en decirle a María: “Tú eres bendita entre todas
las mujeres” (Lc 1,42) Es bendita porque Dios la eligió con amor eterno,
porque es la madre de Dios, porque es madre y virgen, porque es
inmaculada, porque fue llevada en cuerpo y alma a la gloria celeste.
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús (cfr. Lc 1,42)
María es la viña fecunda que nos entrega el mejor de los frutos, el
alimento que sacia. El fruto de su vientre es fruto del amor de Dios, de
la maravillosa y fecunda colaboración entre el Espíritu Santo y esa
pobre jovencita de Nazareth. A mí me ayuda mucho contemplar
el icono de la “Madre del signo” que nos muestra a Jesús en el vientre
de María en forma de Eucaristía: “el pan vivo, bajado del cielo. Si uno
come de este pan, vivirá para siempre” (Jn 6, 51).

Santa María, Madre de Dios


Comenzamos la segunda parte del avemaría exaltando su santidad y el
gran motivo de su dignidad. La portadora de Dios es santa. Ella creyó
en la Palabra del Señor y se entregó como la esclava del Señor, y gracias
a eso el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Como madre
alimentó a Jesús, lo protegió, lo educó. ¡Qué digna representante del
género humano que le da a Dios todo el amor que su pequeñez es capaz
de dar! Nos duele escuchar: “Y los suyos no le recibieron” (Jn 1,11) pero
María sí lo recibió y hoy nosotros, cultivando la vida de gracia,
queremos recibirlo como lo hizo ella.

Ruega por nosotros pecadores


Su maternidad espiritual se extiende a todas las generaciones, a todos
los hermanos de Jesús, y ella ruega por nosotros, vela por nuestras
necesidades. Como en las bodas de Caná va una y otra vez con Jesús y
le dice: “No tienen vino”, y obtiene abundantes bienes para sus hijos.
Ella protege con particular predilección a los más pequeños, a los
indefensos, a los enfermos, a los que tienen heridas morales, a los
pecadores. Vemos lo espléndida que es en los Santuarios Marianos:
Guadalupe, Lourdes, Fátima, El Pilar, Loreto, Luján, Aparecida, La
Vang, Medjugorje… Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, me
declaro pecador, necesito que desbordes sobre mí tu corazón
misericordioso.

Ahora
En el momento presente, en todo momento presente. Cuando todo va
bien y cuando no, cuando estoy en gracia y cuando no, cuando me
siento bien y cuando no, en la salud y en la enfermedad, en las alegrías
y las tristezas, en la luz y en la oscuridad: siempre. El “ahora” abarca
toda mi vida, porque el momento presente recoge el pasado, el presente
y el futuro: todo lo pongo en tus manos. En el presente reparo por mi
pasado, te ofrezco mi futuro, vivo según el Evangelio. Decirle ruega
ahora por mí, es decirle: te necesito siempre a mi lado María, siempre;
no te separes de mí.

Y en la hora de nuestra muerte


Así como estuviste junto a Jesús en la hora de su muerte (cf Jn 19, 27),
así desde ahora te pido que cuando termine mi vida terrena estés
conmigo. Si paso mis últimos días enfermo, quiero que como buena
madre me acompañes de día y de noche. Al morir quiero tener
un Rosario en la mano y sentir tu mejilla en mi frente, mientras me
dices al oído: No tengas miedo, que no te aflija cosa alguna, ten
confianza, ¿qué no estoy yo aquí que soy tu Madre? Quiero que mis
últimas palabras sean: “María, Jesús”, y que habiéndolas pronunciado
me cargues en tus brazos y me pongas en los brazos del Padre. Quiero
que tú me lleves con Jesús, y que al despertar allá en el cielo tenga mi
cabeza reclinada sobre Su pecho, y estar sintiendo tus caricias por toda
la eternidad.

Amén
Es una palabra aramea (la lengua de Jesús) que significa fuerza,
solidez, fidelidad, seguridad. Se usa para afirmar y confirmar.
Decir Amén es decir que sí, que así es, que estamos de acuerdo y
afirmamos con fuerza y seguridad lo que creemos. Decir amén al final
del avemaría es decirle: “Sí, Madre, yo sé que cada vez que te dirijo
esta oración tú trabajas mi corazón, me estás formando, me vas
modelando poco a poco, me vas ayudando a crecer en las virtudes de la
humildad, la pobreza, la caridad, la pureza, la prudencia, la
generosidad, la misericordia…. Sí, Madre, hazlo con toda libertad, te lo
suplico: amén.”

En este artículo hay algunas sugerencias de cuándo rezar el Avemaría.

Y en este otro sugiero cómo rezar bien el Avemaría.


padre nuestro, que estás en los Cielos, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu
voluntad así en la tierra como en el cielo. y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal.
Amen. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tu eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra,
ruega señora por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;


perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

Dios te salve María


llena eres de gracia
el Señor es contigo;
bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén

Señor, en el silencio de este día que nace,


vengo a pedirte paz, sabiduría y fuerza.
Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor.
Ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno.

Ver a tus hijos detrás de las apariencias,


como los ves tu mismo,
para así poder apreciar la bondad de cada uno.

Cierra mis oídos a toda murmuración.


Guarda mi lengua de toda maledicencia.
Que sólo los pensamientos que bendigan permanezcan en mi.

Quiero ser tan bienintencionado y bueno


que todos los que se acerquen a mi sientan tu presencia.

Revísteme de tu bondad señor


y haz que en este día yo te refleje.

Amén.

Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que


he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.

Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los
santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios,
Nuestro Señor. Amén.

Por la señal de la santa cruz +


de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +

Amén.

Bendícenos, Señor, y bendice éstos alimentos que nos vamos a


servir, y que Tú nos das por Tu infinita bondad. Te lo pedimos por
Cristo Nuestro Señor. Amen.
Después de las comidas
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos. Amen.

Acuérdate,
¡oh piadosísima, Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que
han acudido a tu protección,
implorando tu auxilio
haya sido abandonado de Ti.

Animado con esta confianza,


a Ti también yo acudo,
y me atrevo a implorarte
a pesar del peso de mis pecados.

¡Oh Madre del Verbo!,


no desatiendas mis súplicas,
antes bien acógelas benignamente. Amén

Bajo tu amparo nos acogemos,


santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien
líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén.

Glorioso san Juan Evangelista, a vos acudimos,


llenos de confianza en vuestra intercesión.

Nos sentimos atraídos a vos con una especial devoción


y sabemos que nuestras súplicas serán
más agradables a Dios nuestro Señor, si vos,
que tan amado sois de Él, se las presentáis.

Vuestra caridad, reflejo admirable de la de Dios,


os inclina a socorrer toda miseria, a consolar toda pena
y a complacer todo deseo y necesidad,
si ello ha de ser provechoso para nuestra alma.

Mirad, pues,
nuestra necesidad de conocer al Maestro,
tú que estuviste cerca de Él.

Mira nuestros trabajos y necesidades,


nuestros buenos deseos,
y alcanzadnos que aseguremos cada día más
nuestro conocimiento del evangelio
del que tu fuiste un testigo privilegiado.

Amada Santa Teresa Benedicta de la Cruz


Hija del Día del Perdón
Mártir de Auschwitz
Maestra de la Iglesia.
Abrazadora de la Cruz con un amor como el de Cristo,
Descendiente de Abraham,
Hija de Nuestra Señora del Monte Carmelo,
Tú que profundamente te gozas en los corazones del Mesías y de su
Madre,
por favor intercede por mi.

Amén.

Señor, Dios de nuestros padres,


Tú condujiste a Santa Edith Stein
a la plenitud de la ciencia de la Cruz
al momento de su martirio.
Llénanos con el mismo conocimiento;
y, por su intercesión,
permítenos siempre seguir en búsqueda de ti, que eres la suprema
Verdad,
y permanecer fieles hasta la muerte
a la alianza de amor ratificada por la sangre de tu Hijo
por la salvación de todos los hombres y mujeres.
Te lo pedimos por nuestro Señor,

¡Amén!

Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro


sonrisas de gozo por la riqueza de tu bendición.

Que mis ojos sonrían diariamente


por el cuidado y compañerismo
de mi familia y de mi comunidad.

Que mi corazón sonría diariamente


por las alegrías y dolores que compartimos.

Que mi boca sonría diariamente


con la alegría y regocijo de tus trabajos.

Que mi rostro dé testimonio diariamente


de la alegría que tú me brindas.

Gracias por este regalo de mi sonrisa, Señor.

Amén.

-Madre Teresa de Calcuta M.C.

Oh dignísimo san Valentín,


que nos diste una verdadera lección de vida cristiana
llevada hasta el heroísmo, hasta el martirio,
hasta la más plena identificación con Cristo.

Tú, que fuiste dotado de virtud y sabiduría,


y que por tu gran caridad mereciste ser llamado padre de los pobres
y angustiados, y por los prodigios y milagros
que obraste conseguiste la veneración de todos.

Tú que impartiste bendiciones a tantos matrimonios


y por ello es que eres el Patrono de los enamorados
y eres protector de los hogares y del amor conyugal,
quiero suplicar tu ayuda, intercede ante María Santísima
y su adorado Hijo Jesús para que bendigan mi unión y me concedan:

Que siempre estemos pendientes el uno del otro


y que nos tratemos con cariño y atención.

Que las grandes y pequeñas diferencias


no nos lleven al desamor y a la crisis.

Que entre nosotros siempre exista un equilibrio


para que no aumenten las desavenencias.

Que los disgustos y decepciones no cambien


nuestras metas y aspiraciones.

Que la pasión y la convivencia


estén siempre presentes en nuestra vida.

Que nuestros pensamientos sean positivos


para que la comunicación y la comprensión sean mutuas.

Que los celos, auténticos o infundados, no perturben nuestro amor


y nunca pensemos ni queramos ser infieles.

Que la envidia, maldad, rencor o celos de otras personas


jamás puedan separar y dañar nuestro amor.

Que los problemas materiales, laborales y económicos


no sean causa de distanciamiento, y podamos manejarlos y
resolverlos juntos.

Que gocemos de salud para vivir plenamente nuestro amor.

San Valentín haz que el amor y la unión que hoy sentimos


sea para siempre y nada nos separe jamás y en especial, dame tu
asistencia para:

(Detalla tu intención aquí)

San Valentín, pide por nosotros, tómanos bajo tu protección


y alcánzanos el camino de la verdadera vida
para que lleguemos a gozar un día de los bienes eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que contigo
y el Espíritu Santo vive y reina en unidad,
y es Dios, por los siglos de los siglos, ¡Amén!

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

En mi corazón, Señor, se ha encendido el amor por una criatura que


tú conoces y amas.
Tú mismo me la has hecho encontrar y me la has presentado.

Te doy gracias por este don que me llena de alegría profunda, me


hace semejante a Ti, que eres amor, y me hace comprender el valor
de la vida que me has dado.

Haz que no malgaste esta riqueza que tú has puesto en mi corazón:


enséñame que el amor es don y que no puede mezclarse con ningún
egoísmo; que el amor es puro y que no puede quedar en ninguna
bajeza; que el amor es fecundo y desde hoy debe producir un nuevo
modo de vivir en los dos.

Te pido, Señor, por quien me espera y piensa en mí; por quien


camina a mi lado; haznos dignos el uno del otro; que seamos ayuda
y modelo.

Ayúdanos en nuestra preparación al matrimonio, a su grandeza, a su


responsabilidad, a fin de que desde ahora nuestras almas dominen
nuestros pensamientos y los conduzcan en el amor. Amén.

Madre Nuestra:

En tu nombre hemos unido nuestros corazones. Queremos que


presidas nuestro amor; que defiendas, conserves y aumentes
nuestra ilusión. Quita de nuestro camino cualquier obstáculo que
haga nacer la sombra o las dudas entre los dos.

Apártanos del egoísmo que paraliza el verdadero amor.

Líbranos de la ligereza que pone en peligro la Gracia de nuestras


almas.
Haz que, abriéndonos nuestras almas, merezcamos la maravilla de
encontrar a Dios el uno en el otro.

Haz que nuestro trabajo sea ayuda y estímulo para lograrlos


plenamente. Conserva la salud de nuestros cuerpos. Resuelve
necesidades materiales.

Y haz que el sueño de un hogar nuevo y de unos hijos nacidos de


nuestro amor y del cuerpo, sean realidad y camino que nos lleve
rectamente a tu Corazón. Amén.

En mi corazón, Señor, se ha encendido el amor por una criatura que


tú conoces y amas.
Tú mismo me la has hecho encontrar y me la has presentado.

Te doy gracias por este don que me llena de alegría profunda, me


hace semejante a Ti, que eres amor, y me hace comprender el valor
de la vida que me has dado.

Haz que no malgaste esta riqueza que tú has puesto en mi corazón:


enséñame que el amor es don y que no puede mezclarse con ningún
egoísmo; que el amor es puro y que no puede quedar en ninguna
bajeza; que el amor es fecundo y desde hoy debe producir un nuevo
modo de vivir en los dos.

Te pido, Señor, por quien me espera y piensa en mí; por quien


camina a mi lado; haznos dignos el uno del otro; que seamos ayuda
y modelo.

Ayúdanos en nuestra preparación al matrimonio, a su grandeza, a su


responsabilidad, a fin de que desde ahora nuestras almas dominen
nuestros pensamientos y los conduzcan en el amor. Amén.

¡Gloria a ti, san Juan Bautista, mártir invencible!,


ángel de pureza antes de tu nacimiento
y el Profeta mas grande nacido de mujer;
amigo especial y favorito de Cristo y predicador de la Verdad
precursor glorioso del Sol de Justicia, voz del Verbo Eterno,
por tus virtudes y por los privilegios con que Dios te enriqueció
danos fuerza y valor para vencer todo temor y enemigo
y danos sabiduría para alcanzar nuestros objetivos.

Oh, Glorioso San Juan Bautista,


que durante toda tu vida con humildad y fidelidad
cumpliste la voluntad del Padre Celestial,
y como verdadero Precursor del Mesías
poco a poco, con la sencillez del deber cumplido,
fuiste desapareciendo para que Cristo Salvador
inaugurara el Reino de Dios entre los hombres:
ayúdanos a salir de problemas y adversas situaciones,
aleja todo peligro y enemigo de nuestro lado,
quita toda maldad, tropiezo y oscuridad en nuestra vida
para que nuestros caminos se encuentren despejados
y estén abiertos al amor, el trabajo y la salud
que tanto ansiamos y necesitamos,
haz que la suerte, la prosperidad y la fortuna nos favorezcan
y la paz, la armonía y la felicidad
nos acompañen en todo momento.

Protégenos, alivia nuestras cargas


y ayúdanos a conseguir la tranquilidad,
la ventura y el bienestar en nuestro hogar,
en especial alcánzanos del Señor:

(pedir ahora lo que se quiere conseguir).

Bendito san Juan el Bautista,


purifícanos y convierte en gozo nuestras penas y desdichas,
pide para nosotros al Señor misericordia y perdón,
y que guie nuestros pasos por el camino de la paz,
para que un día podamos cantar contigo
en las Mansiones Celestiales
las glorias y alabanzas de nuestro Creador.

Por nuestro señor Jesucristo.

Amén.
Bendito San Juan Bautista, que fuiste elegido para anunciar a los
hombres
la venida del reino de Cristo,
guía nuestros pasos por las sendas de la justicia y la paz,
y alcánzanos del Señor su misericordia y perdón.

Gloriosísimo San Juan Bautista,


precursor de mi Señor Jesucristo,
lucero hermoso del mejor sol,
trompeta del Cielo,
voz del verbo eterno,
consígueme del Señor su benevolencia y bendición.

Tú que eres el mayor de los santos


y alférez del Rey de la Gloria,
que eres más hijo de la gracia que de la naturaleza,
y por todas las razones
príncipe poderosísimo en el Cielo,
consígueme del Señor su clemencia y protección.

Glorioso San Juan Bautista,


hoy en mi desespero te ruego
que me ayudes en estos duros momentos,
necesito tu valioso auxilio
para solucionar mis penas y miserias,
media ante el Señor para que me conceda:

(decir lo que se necesita conseguir)

Te pido mártir invencible que no desoigas mis penas


y por los privilegios con que te enriqueció Dios
consigue que mi pedido sea concedido lo antes posible
si fuere conveniente para mi salvación;
y si no, una perfecta resignación,
con abundante gracia,
que haciéndome amigo de Dios,
me asegure las felicidades eternas de la Gloria.
Amén.

Rezar El Credo, tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.


Repetir la oración y los rezos durante tres días consecutivos.

You might also like