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ACETA
JURIDICA
ESTUDIOS SOBRE LOS I,IEDIOS II,IPUGNATORIOS EN LOS
PROCESOS LABORALES Y CONSTITUCIONALES
BIBLIOTECA DE MEDIOS IMPUGNATORIOS
ACETA
JURIDICA
AV, ANGAI\IOS OESTE 526 IV BAFLORES
8' (01)¡08900 r IETEFM:i01124 2323
G49ET4
JURIDICA
ESTUDIOS SOBRE
LOS IVEDIOS IMPUGNATORIOS
EN LOS PROCESOS LABORALES Y
CONSTITUCIONALES
PRIMERA EDICIÓN
NOVIEMBRE 2011
4,740 ejemplares
PROHIBIDA SU REPRODUCCION
ÍOTAL O PARÓIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. NO 822
La Ley N" 29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo (NLPT), publi-
cada en el diario oficial El Peruano el 15 de enero del 2010, ha entra-
do ya en vigencia en 1 I distritos judiciales del país. No obstante, la Ley
N' 26636, Ley Procesal del Trabajo, aún mantiene su vigencia en buena
parte del país y, sobre todo, en el distrito judicial de Lima.
INTRODUCCIóN
1+.¡ "En el proceso el tiempo no solo es oro. es also más: justicia" ((iouture).
(**) Abogado laboralista asociado a Muñiz, Ramírcz, Pérez-Taiman Olaya Abogados - Tmjillcr
11
Il( )RIS SI:11.\STI.\\l .\R.\L I( )
't2
l-,\,\(-TL.\(.1()\ l)lr 1-:\ SL\1'llN.-(.1,\ l{lr(-L-RRID,\ 1r\ l:l . PI{(X.l:S() I .\1}()R,\I
13
ts( )RIS SLII¡\S'IL\N t .\R,-\U | ()
14
I-,\,\C]UA(-ION DF, I,A SE,NTF,N(-IA RE,CURRIDA E,N E,L PROCE,SC) I,\BOR.{L
15
-
BoI{IS S}-]I]ASTI,\NI AR,\L ]O
(l) COUTURE, Eduardo. Estudio.s tle De r¿t lto Pncesal Clll1. Tomo III. Depalma, 1971. p. 373.
(2) ALLORIO, Enrict¡. Prt¡hlentus de Derechr¡ Proce.sol. Tonio II, Ediciones Jurídicas Europa-América,
p.385.
(l) El Dr. Luis Caballol Angelats cs uno de los pocos procesalistas que lra escrib un libro tratando la figura
de la ejecución provisional de la scntencia a erclusividad.
(4) CABALLOLANGELATS, Luis. l.¿¡ Elecutión Protisionol en el Proc¿so Clrl/..It¡sé María Bosch Editor,
I 993, p. 33 y ss.
16
7
I
Lr\ ACTtlr\(lI()N DIr I-,\ SF.NTII\(.I¡\ RIICL'RRIDA Il^N lil- PR()(-F,S() l.AB()tu\L
I
(5) Por ejemplo autores como Eduardo Couture, Lluis C-'aballol Anqelats y Osrvaldo Gozaíni.
(6) CABALLOL ANGELATS, l.uis. Ob. cit., p. 35.
(7) Cfi. COZniNt. Osu,aldo Alfredo. "La ejecución provisional de la sentencia en el proceso civil". En:
Revista P¿ntana de Dere¡:ho Proce.val. Torno lll, Mehr Licht. p. ti7.
17
B()RIS SI'-]II\STIANI ;\R¡\U I C)
(8) CHIOVENL)A. lns¡itut'iones de L)erecho Procesttl Cllil. Volumen II, Rcvista de Derecho Privado.
pp. 348 y 349.
(9) CHIOVENDA, José apud CABALLOL. Ob. cit.. p. 35.
(10) COLOMtsO apud HINOSTROZA lliNCUeZ, Alberro. Medios imptrynuk¡rir¡s en el proceso Cñ'i/. Ga-
ceta Jurídica, Lima. p. 88.
TB
1.,\ AC'IL],\C-i( )N l)Ir. Lr\ SITNTIIN(-1,\ RF.CLRRID,\ l'.N f il. PR( X-F-.S() I-AB()R,\l-
(ll) Francisco Carnelutti citado porOslalclo Gozaini cn "La ejecuci(rn prorisional cn el proceso cilil". En:
Retista Pentttnu tle [)erecho f'rocesol. Tonto Ill. N'lehr Lucht, pp.'191 y ti7.
r l2l HUGO RU( CO aputl GOZAiNI. Oh. cit.. pp. xó \ x-.
19
ts( )l{IS Sl :R/\STL\NL\RA LT T( )
20
L¡\ \(-TL-.\(-l()\ t)l: I--\ Sl:Nl'I1N(-lA RE(.L RRIDT\ EN IrL PR(X-L.S() l-,\B()R,\l-
21
ll()RIS SIrI3r\STIr NI 1R,\LiT()
(14) Enciclopedia Jurídrca Omeba. Tomo IX, Buenos Aires, 1980. p. 823.
(15) MONTEROAROCA,Juan.DerechoJurisdiccional II.TirantloBlanch.Valencia,1997,p.475.
(16) OLCESE, Juan. "El Nuevo Código General del Proceso de la Rcpública Oriental de Uruguay". En Libro
Itomenaje al XXV ani¡ersetrio del Colegio de Abogutlos de San Isidro de Argenlina. Editorial Estudios
de Derecho Procesal, p. 320.
)',
L\ ACTL-.\CI()N DI1 L,\ SF,NTIjN(-L\ RI1(-L.RRIDÁ L,N F]I. PR()CF,S() I-,\BOR,\t.
Por ello, la ASI solo puede ser aplicada en sistema procesal que con-
tenga la institución de la pluralidad de instancias, pues en el supuesto de
(I7) MORENO CATENA, Yíctor. Derecho Proc.esal Cly¿l. Tirant lo Blanch, Madrid. 1995, p. 367.
(18) ROCCO UGO. Tratado de Derecho Procesal Civil. Volumen III. Pctrte Especial. Proce.so de Cognición.
Temis de Palma, Bogotá, 1976, p 198.
(22) LORCA NAVARRETE, Antonio María. La Teoría t Practica del Procesr¡ Civil .t, su concordancia con el
proceso laboral ¡'contencioso administutiro. Dykinson, Madrid, 1997, p. 879.
23
R()RIS SE,R \5TI \NI ,\R \I-T(.)
(23) PRIETO CIASTRO FERfuANDEZ, Leonardo. Trabaios y' Orientaciones de Derecho Procesal Civil.
Revista de Derecho Privado. Madrid. p. 517.
(25) M.A. GURVICH. Derecho Ptocesal Ciril Sot'iético. lnstituto de lnvestigaciones Jurídicas, México, 1971,
p. 336.
(26) GOLDSCHMIDI James. Derechc¡ Prc¡cesal Cllll. Labor S.A., Barcelona. I936' p 542.
(27) CABALLOL ANGELATS, Luis. Ob. cit., p. 47.
24
t- f ,A,\C]'1 'A(-I(IXONI,AST|NTF]N(-1,\RI]CLIRRIDI\I']N}II,PROL-I:SOL¡\BORAI
(28) Ut supra.
(29) DE GREGORIO L,qVlÉ,:rlio. Cócligo Procesal Civil .t Comercial de la A'a¿lón. Tomo ll, Ediar, Buenos
Aires, 1987, p. 566.
(30) Cuanclo el autor hace relerencia a título ejecutivo, se rcliere la generalidad de la sentencia que es ejecuta-
ble y no al título ejecutivo quc es propio de los procesos ejecutrvos.
(31) MONTERO AROCA, Juan. Ob. cit., p. '176.
25
BORIS SI],B,\STI-\.- I \NL\L: I O
26
a
1..\ .\(lTl-.\(.i()N I)L'. 1.,\ SllNl-llN(ll ,\ RF.(-L,RRIl)A I:N tlI. PR()(-lrS() I-,\B()R,\1.
(i6) ORTELLS RAIVlOS. ('om?ntdrios u lu re/t¡rnn tie l¿ le.t clt'tnjuitiurniento ¿'ilrl. Tc'cnos. 1985, p. 281).
27
BORIS SEBASTIT\\I :\tu\t'Io
28
Li Á(-TL-A(.I()-'r.- t)l: l-.\ S}INTIlN(.1r\ Itt:(-L.rRRIl),\ trN I:l- PR(X-frs() l-.\BORr\L
(41) CARNELUTTI, Francisco. lnslituciones del Prr¡ceso C'¿r'i/. Ob. cit.. p. 137.
(42) Por ello, Ugo Rocco, señala que la ASI evita que el retardo haga inútil o gravosa la ejecución de la sen-
tencia. ROCCO UGO. Trolado de Derecho Proce.sal Clvrl. Vol. III. Ob. cit., p. 200.
29
B()RIS Sirll.\STL{\1 .\R,\1. l()
Quinto. Garantía
En principio cabe precisar que la ASI implica la posibilidad de
que la sentencia sea revocada. Esta eventualidad hace que no
siempre se conceda la ejecución provisional, pero también no
30
I-,\ i.C'IL'¡\(-I()N DTI I..\ SI:NTII\(.lA Rti(.1'RRIDT\ I:N l:l- PRO(.i:.S() 1-.\R()R/\l-
(46) lbídem, p. 2l l.
31
B()RlS SIrllr\S'fIrU.\I r\R UI()
el proceso laboral, no sin antes hacer la ASI una escala en los procesos de
amparo.
32
lz\ ACTU;\CI()N DE, I.A SENTENCIA RII,CURRIDA trN EI- PR()CES() I-¡\B()RAI-
33
BORIS SEtsASTIANI AR.A.UIo
1. En primera instancia
Primera. La sentencia estimativa de alimentos: El artículo 566
del Código Procesal Civil regula la ejecución provisional de la
sentencia estimativa de alimentos. De esta forma es posible eje-
cutar la sentencia apelada en este tipo de pretensiones, disponién-
dose el pago inmediato de la pensión desde el momento en que es
expedida la sentencia.
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L\,\CTL,\CI()N l)Ii I-A SENTIiNCIA RF,CURRIDÁ IrN EI- PROCITSO L\B()RA.L
35
BoRIS SF,tsASTIANI Afu\LIIo
2. En segunda instancia
Primera. La ejecución de Ia sentencia de vista estimativa en
los procesos constitucionales: Sucede que el recurso extraordi-
nario regulado por el Código Procesal Constitucional se puede
interponer cuando no existe sentencia estimativa, de tal manera
que la sentencia de segunda instancia es, por regla general, irre-
currible y por ende ejecutable.
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LA.\C]'UA(-I()N DFI L:\ SFINTIINCIA RI:.(ll-'RRIDA IiN III- PR()CES() L,\B()tu\L
37
t]oRIS SE,BASTIANI Afu\UJO
38
LA A(ITIIACION Dli LA SENTI1NCIA RE(IURRIDA IIN III- PROCL.S() I-AB()tuAL
CONCLUSIONES
39
BORIS SL,BASTIANI AR,\UI o
EPÍLOGO
40
I
INTRODUCCIÓN
(*) Juez Superior Titular Presidente de la Sala Laboral Transitoria de Lima y catedrático de la Facultad de
Derecho Unidad de Post Crado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, catedrático de la
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas (sección de pre y post grado) de la Universidad de San Martín de
Porres. Profesor principal de laAcademia de la Magistratura. Asociado ordinario de laAsociación Peruana
de Derecho Constitucional y delegado en Perú de la Asociación Latinoamericana de Jueces de Trabajo.
41
( )trt.\R T( )LED( ) 1( )RlBl( )
Todo el debate concluyó con la dación de la Ley N" 27021 (El Perua-
no 2311211998) en cuyo artículo segundo se establece que los Juzgados
de Trabajo son competentes para tramitar las demandas sobre nulidad de
cosa juzgada fraudulenta laboral a que se refiere el artículo 178 del Código
Procesal Civil, en vía de proceso ordinario laboral. Esta disposición legal,
que esencialmente coincide con el acuerdo llegado en el Pleno Jurisdiccio-
nal Laboral del mes de julio de 1998, clarificó el panorama acerca de lo
42
I-A NULID¡\D DF. (-()SA IUZGAD,\ FRAL:DL-T.llNT,\ IIN NL\TERIA I-ARORAI-
( l) TOLEDO TORIBIO, Oman Lo nulidad de cosa.juzgoda frautlulenfa en moteria luboral. Griljey, Lima
2009.
43
I
I
()II;\R T()I-F,D()'1'()RItsI( )
del valor justicia se propugna que los fallos inicuos o injustos deben ser ma-
teria de revisión. De manera pues y como sostiene Jorge Andujar Moreno:
"La Doctrina contemporánea trata de conciliar ambos extremos establecien-
do la indiscutible necesidad de dar seguridad jurídica a los fallos firmes, pu-
diéndolos revisar solo en determinados casos de dolo, fraude, colusión que
violen las normas de un debido proceso" (En: Revista Jurídica Magistri Et
Doctores, L|NMSM - Unidad de Post Grado, Lima, 1995,p.94).
44
L,\ NULIDAD DL (-()SA JtlZ()r\D;\ IrRr\UDUI-ljNTA EN NIATI:RL\ LAll()Itr\L
I. CONCEPTOS GENERALES
1. Definición
La nulidad de cosa juzgada fraudulenta tal como se concibe en nues-
tro ordenamiento procesal cir il. artículo 178. constituye un remedio de
carácfer extraordinario. excepcional y residual. que tiene por objeto res-
cindir (declarar la nulidad) una sentencia o auto definitivo por haberse se-
guido el proceso primigenio con fraude o colusión cometido por una, o
por ambas paftes, o por el juez o por este o aquellas, siempre que ambos
casos, implique violación del debido proceso.
(2) ¡lvÉNf:2, Nelson. "La cosa jugada liaudulenta". En: Revista El Jurista.
ir,q.UtÍnez N' I, Nueva Epoca,
Huancayo, novicmbre. 2002. p.72.
( )NL.\R 1'()1.llDO T()RlIlI( )
2. Naturaleza jurídica
La nulidad de cosa juzgada fraudulenta no constituye un recurso.
Constituye un proceso autónomo cuyos elementos característicos esen-
ciales serán materia de análisis más adelante.
(3) NAVARRO CARMA. Arturo. "Pretensión nulificante de la cosa juzgada lraudulenta en el proceso civil".
Tomado de Nulidad de co.su juzgada.fiuudul¿nta. Tomo II, Instituto de Investigación y Dcfcnsa del De-
recho de acccso a lajusticia, Lima.200l, p. 10.
(4) HUI{TADO REYES, Martin. "Accrca de la pretensión impugnatoria contra Sentencia afectada por frau-
de". Tomado de Nulidad de cosa juzgada.fraudulenta. Tomo II, Instituto de Investigación y Def'ensa del
Dcrecho de acceso a lajusticia. Lima. 2001, pp. 40 y,{1.
46
a
i.A NLt-lDAD DII (.()SA ILZCAD,\ IrR,\tll)t'l-h\lTA EN \IIYIl'.RL\ l.r\B()Rr\l-
(5) VESCOVI, Enrique. Teoría general del proceso. Temis, Bogotá. 1984, p. 313.
(6) HURTADO REYES. Martín. "Acerca de la pretensión impugnatoria contra sentencia af'ectada por
fiaude". Ob. cit., p. 42.
47
OT\IAR ToLEDO TORIBIO
(7) MONTERO AROCA, han. Derechr¡ jurisdictional. Tomo I[, Tirant lo Blanch, Valencia, 2000,
pp.478 y 479.
(8) Citado por MAURINO, Alberto Luis. "Revisión de la cosa juzgada .. Acción autónoma de nulidad (An-
tecedentes y Derecho Comparado)". Revista de Derecho Prot:esal, Medio.s de Impugnación Recursos.
Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 1999, p. I I I.
Ibídem.pp. llly l12.
48
t,A NLILIDAD DII C()SA )UZGr\D,\ FRr\tlDl-l.tl,NTA llN NII\TL,RIA I-¡\BORAI-
49
O\Ir\R TOI-ED() TORIBI()
4. Nulidades procesales
La nulidad de un acto procesal lo convierte en ineficaz ya sea por au-
sencia de requisitos formales nulidad por vicios extrínsecos o por falta
de elementos sustanciales -nulidades por vicios intrínsecos-.
Maurino, citando a Alsina sostiene que se puede decir que los medios
impugnatorios de las nulidades procesales son: "el recurso, el incidente,
la excepción y la acción"(rr).
(10) SERRA DOMINGUEZ, Manuel. "Nulidad procesal". En: Revii¡a Peruana de Derecho Proce.sal ll
Tomo II, Año I 998, pp. 562-564.
(II ) MAURINO, Alberto Luis. Nulidades prot'esales. Astrea, Buenos Aires, I 999, p. 2 I 0,
l-A NLILIDAD Dti (-()SA TUZCI,\Dr\ FRAUDULITNT,\ IIN trf,\TLRIA LAB()RAI-
a) Recurso, esto es, el que se puede hacer valer dentro del mismo
proceso.
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ONIAR TOI,F]I)() TORTI]TO
5. La cosa iazgada
En virtud del instituto de la cosa juzgada las resoluciones que hayan
adquirido tal autoridad (resoluciones consentidas o ejecutoriadas) son in-
mutables, es decir, que estas no pueden ser materia de variación o altera-
ción alguna; asimismo, respecto de los hechos materia de pronunciamien-
to no cabe debate alguno en el procedimiento en el que se ha expedido la
resolución ni en ningún otro procedimiento.
Juan Montero Aroca(ra) señala que el efecto más importante del pro-
ceso es la cosa juzgada, tanto que su existencia es elemento determinante
( l4) MONTERO AROCA. JLtan. Derccho Jurisdiccionul. Ob. cit., pp. 457 y 458
52
Lr\ NL,I-IDAD DII C()S/\.JUZ(;ADA FRAUDLiLF,NTA IIN IL\TI-RI^ L,\RC)RAI
a) Presunción de verdad
(15) ARCE VILLAR, César. "Cosa.juzgada fiaudulenta". Tomado de Elfraude procesal. Fundamentos doc-
trinarios pard un estudio del artículo 178 del CP('. lnstituto de lnvestigación y Def'ensa del Derecho a la
Justicia, Lima. 1997, pp.228y229.
(16) ZORZOLI, Óscar A. "Cosa juzgatla. Mutabilitiad". En: Rei,¡s¡a Peruana de Derecho Procesal. Año
1998, p. 1.15.
53
OI\IAR TOT,I,],Do TORIBIO
Por otro lado, Montero Aroca precisa que esta concepción era asumi-
da en el Código Civil español, cuando decía en el derogado arlículo 1.251
que "contra la presunción de que la cosa juzgada es verdad solo será efi-
caz la sentencia ganada en juicio de revisión". Esta presunción iuris et
de iure es residuo histórico de carácter netamente medieval (se llegaba a
decir que res iudicata facit de albo nigrum), que hoy no se admite(l7).
b) Teoría materialista
Por su parte Montero Aroca precisa que los cir ilistas del si-slo XIX.
principalmente la pandectística alemana. estimaron que la cosa juzgada
material justifica su fuerza vinculante porque la sentencia establece en
cada caso cuál es el derecho entre las partes; el tribunal del proceso pos-
terior queda vinculado a la cosa juzgada porque las relaciones jurídicas
son como las sentencias las declaran. La cosa juzgada produce efectos
novatorios en el ámbito de las relaciones jurídicas materiales; estas que-
dan constituidas en la realidad según lo decidido en la sentencia.
c) Teoría procesalista
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I,A NLI,IDAD DFT, (-OSA ITiZGAD,\ FR\UDL]LE,NTI\ I-N NIATIIRiA I,ABORAI,
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ONfAR TOI-F,DO ToRIBIo
Por su pafte, Montero Aroca señala que "la cosa juzgada formal es
un efecto interno de las resoluciones judiciales, en cuanto que se refle-
re al proceso mismo en el que la resolución se dicta, en virtud del cual
las partes y el tribunal, en el desarrollo posterior del proceso, no podrán
desconocer lo decidido en la resolución que la ha producido, es decir,
en la resolución que ha pasado en cosa juzgada formal". Por otro lado,
el mismo autor considera que "la razón de ser de esta cosa juzgada for-
mal debe buscarse en la seguridad jurídica y en que el proceso se desa-
rrolle de un modo ordenado. Al valor justicia puede convenirle que en
cualquier momento del proceso pudiera volverse a decidir sobre 1o ya de-
cidido en las resoluciones que van dictándose durante su curso, con la es-
peranza de lograr un mayor nivel de adecuación a la legalidad procesal,
(20) ARRARTE ARISNABARRETA, Ana María. "Apuntes sobre los alcances de la autoridad de Ia cosa
juzgada en el proceso civil peruano". En: Proce.so & Justicia Revista de Derecho Procesal, N' l, Año
2001, p. I l.
(21) ZORZOLI,ÓscarA. "Cosa juzgada. Mutabilidad". Ob. cit., p. t47.
56
I-\ NULIDAD Dll COSA IUZGADA FRAUDUI_ENTÁ EN ]\ÍATF,RIÁ LAts()RAI
Por su lado, Montero Aroca señala que "la cosa juzgada material es
otro proceso distinto y posterior. y supone la vinculación, en ese otro
proceso, al contenido de lo decidido en la sentencia sobre el fondo del
asunto del primer proceso, es decir, la estimación o desestimación de la
pretensión. Los efectos de la cosa juzgada material, pues no tienen ca-
rácter interno, sino externo; no se reflejan en el proceso en el que se dicta
la sentencia que produce la cosa juzgada material, sino en otro proceso
posterig¡"(2+).
(22) MONTERO AROCA, Juan. Derecho Jurisdiccional. Ob. cit., pp. 459 y 460
(23) ARRARTE ARISNABARRETA, Ana María. Ob. cit., p. 12.
(24) MONTERO AROCA, han. Derecho Jurisdiccional. Ob. cit., pp. 460 y 461
J/
ONL\R TOLEDo TORItsIO
1. Remedio excepcional
"Solo procede su utilización frente a causales señaladas específica-
mente en el ordenamiento jurídico, las cuales no pueden ser interpretadas
extensivamente o integradas analógicamente"(25).
(25) ARRARTEARISNABARRETA. Ana María. "Alcances sobrc la nulidad dc cosa juzgada fiaudulenta".
En'. lus Et tr/erl¡d.s. Revista de Derecho N" 13. Lima, 1996, p. 178.
(26) VILELA CARVAJAL, Karla Patricia. "Medios de impugnación y nulidad procesal". En'. Revi.sto Jurídica
del Perú. No 53, Norrnas Legales, Trujillo, 2003.
(27) MONTERO AROCA, Juan. Derecho Jtu'isdiccional. Ob. cit., p. 477.
if,\ NLILIDAD Dil C()SA.JUZGADA Ftu\UDLILENTA I-lN NIATERIA LAB()RAL
2. Carácter residual
Implica que la acción de nulidad de cosa juzgada fraudulenta debe
ser utilizada como última ratio o último recurso, esto es, procede cuan-
do el fraude o la colusión que impliquen la afectación a un debido proce-
so no pudieron ser, en su caso, removidos no obstante haberse utilizado,
en tiempo y forma debida, los recursos impugnatorios dentro del proceso
primigenio.
59
oI\fAR ToI,F]IX) ToRIRTo
3. Carácter extraordinario
Significa que el fraude o la colusión alegada para sustentar la acción
nulificante debe ser de tal magnitud que implique violación del derecho a
un debido proceso, principio de la función jurisdiccional de rango consti-
tucional y una afrenta al sentimiento de justicia.
(28) VERA CACHO VASQUEZ, Giusseppi. "Principales conceptos en tomo a la revisión civil por fiaude
procesal y cuestionamientos a su aplicación en sede nacional". En: R¿r,ls¡¿ Jurídica del Perú N' 18.
Normas Legales, Truj illo, 200 I .
(29) HURTADO REYES, Martin. "Acerca de la pretensión impugnatoria contra la sentencia af'ectada por
fiaude". Ob. cit., p. 42.
60
t,\ NLII-]D,\D DT] COSA JUZGADA F.RAUDULE,NTA EN NÍATF,RIA I-ABoRAI-
4. Efectos limitados
La nulidad de cosa juzgada fraudulenta está afectada por límites subje-
tivos y límites objetivos.
61
ONIAR TOI-EDO TORII]Io
Por otro lado, Nelson Ramírez Jiménez hace referencia a que la ley
nacional establece que el efecto de la sentencia es anular el fallo denun-
ciado de fraudulento, reponiendo las cosas al estado que corresponda, al
igual como lo regulan las leyes procesales de España, Italia y Costa Rica.
Por consiguiente, vuelve el proceso a manos del juez original, sin consi-
derar la hipótesis de que sea este el causante del fraude. La recusación y
la abstención por decoro impedirían su avocamiento, pero hubiese sido
preferible que la ley disponga en forma expresa cómo debe procederse en
cada caso concreto(33).
62
-
I-A NUI-ID,\D DE C()SA IUZGADA I--RAUDLILENTA IIN N{ATIIRIA L\BORAL
1. Fraude
El concepto fraude proviene del latín fraus, fraudis y significa con-
forme al Diccionario de la lengua española: engaño, inexactitud cons-
ciente, abuso de confianza que produce o prepara un daño generalmente
material.
(34) ZORZOLI, OscarA. "Cosa juzgada. Mutabilidad". Ob. cit., pp. 148 y 149
63
oMAR ToI,trDO TORItsIo
(35) PEYRANO, Jorge W. "Fraude procesal y problemática conexa". Tomado de Elfraude procesal. Funda-
menfos doctrinarios para un esludio del artículo 178 del CPC. lnstituto de Investigación y Defensa del
Derecho a la Justicia, Lima, 1997, p. I13.
(36) LEDESMA, Angela Esther. "La revisión de la cosajuzgada írrita y el fiaude procesal". En: Revisla Pe-
ruana de Derecho Procesal. Tomo II, Lima, 1998, p.470.
1fZ¡ VÉSCOVI, Enrique A. "Fraude. Fraude procesal: Sus características, configuración legal y represión".
Tomado de El froude prutces¿l. Ob. cit., p. 9l .
64
I-,\ NULID,\D Dtl (-OS,\ Jt,ZGr\DA [;RAUDt'i.l:NT,\ I'.N IiATF,RIA LAt]()tu\l-
2. Colusión
Según Cabanellas, se entiende por colusión el "convenio, contrato o in-
teligencia entre dos o más personas, hecha en forma fraudulenta y secreta,
con el objeto de engañar y perjudicar a un tercero".
(38) ARRARTE ARISNABARRETA, Ana María. "Alcances sobre la nulidad de cosa juzgada fraudulenta"
En lus Et Zerllas. Revista de Derecho N" 13, Lima, 1996, pp. 173-18'{.
(39) DE BERNARDIS, Marcelo. La gorantítr procesal del debido proce.so.Lima, 1995. pp. 386-397.
65
OII.\R TOI,EDO TOR]BIO
IV CONDICIONES DE PROCEDIBILIDAD
(10) PEYRANO,.lorge W. "Fraude procesal y problemática conexa". Tomado de El .fraude pro¿¿'.s¿r/. Ob. cit.,
p. 145.
66
l,\ NLILIDAD DIi C()S,\ [UZ(;AD.\ FRAL]DLII-IINTI\ EN l.L\ThRl,\ L\B()R'\L
que no ponga fin a la controversia. Se exige que deba tratarse de una sen-
tencia o el acuerdo de partes que ponga fln al proceso.
67
( )NL\R t ()LIitx) T()RIRI()
68
l-'\ NL'l-lD.\D D1-. (.( )S.\ f LiZCl,\I)r\ lrR,\L'I-)[-LIINT,\ f rN \l¡\TfiRI.\ L,\B( )R,\l-
nulidad tiene por fin no solo el interés legal en el cumplimiento de las for-
mas y ritualidades que la ley fija para los juicios, sino la salvaguardia de los
derechos de las pártes"(arl.
(41) VESCOVt. Enrique A. "Nulidades procesales: Clases y electos". Tomado de iíuleriale: de l,ecÍura del
l'rt;grantu de Fortnación de A.spirontas de lo.lt'odemio de la .lftrgislraluro. Módult¡ 4. p.,{58.
(12) ARIANO DEIIO. ELrgenia. "La llamada'Nulidad de cosa juzgada fiaudulcnta'. Una impugnación llena
de dudas". Tomado de Nuli¿lud de cosu.ju:gctdu.fi'uudulento. N'44. Gaccta Jurídica. Lirna,200-5, p. 7.
69
ONL\R'I'oLEDo ToRItsIO
Por otro lado, Nelson Ramírez Jiménez señala que el artículo 178
cumple con precisar quiénes son los legitimados activos para demandar,
señalándose que lo son la parte y el tercero ajeno al proceso que se consi-
deren directamente agraviados con la sentencia. Sin embargo, omite toda
referencia a la legitimación pasiva. 1o que ha ori-einado que se comprenda
como demandados a todos los inten'inientes en ei proceso original. inclu-
yendo peritos. auxiliares judiciales. juec.-s. etc. La omisión es criticable 1'
hay que subsanarla. proponiendo que el emplazamiento tiene que dirigir-
se solo contra aquellos a quienes se imputa alguna de las conductas confi-
gurantes del proceso fraudulento. esto es, fraude. dolo o colusión(aa).
Por su parte Arturo Navarro Garma(45) señala que pueden ser de-
mandados en el proceso nulificante los sujetos procesales que cometie-
ron el fraude dentro del proceso que es objeto de nulidad de cosa juzga-
da fraudulenta. Pudiendo ser alguna de las partes, también los terceros
intervinientes, los testigos, los peritos, incluyéndose también al juez que
dirigió el proceso viciado, el secretario del juzgado, relator o auxiliares
jurisdiccionales, siempre que su conducta funcional sea reputada como
(43) ARRARTE ARISNABARRETA. Ana María. Ob. cit., pp. 173- 184
70
I;\ NLI-ID.\D 1)ll (.()S;\ IL'Z(;Al),'\ ITRAUI)Lll.l'.NT,\ [N \II\TIIRI:\ I-r\B()L]\I-
(46) Concltr.siones plenos.juri"'tliccit¡ttules 199,!. Publicación Ollcial de Ia Comisión Ejecutiva del Poder Judi-
cial, Lima, agosto, 1999, p. tlti.
(47) TOLL-DO TORIBIO. Omar. "La accitin de anrparo en nrateria laboral". En: Reli.r¡a de la ('orte Superior
de Justic'io del ('ono Norte de l.ina. N" l. cliciembre. 1998, pp. 73 a 76.
71
ONII\R'fOI-T]DO TORI}]Io
9. Caducidad o prescripción
Nuestra norrna, el artículo 178 del Código Procesal Civil exige que
la demanda debe presentarse hasta dentro de seis meses de ejecutada o de
haber adquirido la calidad de cosa juz-eada. si no fuere ejecutable.
72
i-A NLILII)r\D l)F, {J{)Sr\ JUZ(}ÁDÁ ITRAUDLILENTA F,N I\IATII,RIT\ I-ABORA.L
(48) ARIANO DEHO, Eugenia. "La llamada 'Nulidad de cosa juzgada fraudulenta'...". Ob. cit., pp. 8 y 9.
(49) HURTADO REYES, Martín. "Acerca de la pretensión impugnatoria contra sentencia alectada por fiau-
de". Ob. cit., p. 46.
73
oNL{R TOI-E,DO ToRItsIo
(50) RAMIREZ JIMENEZ, Nelson. "La cosa jugada fraudulenta". Ob. cit., pp. 73 y 74.
74
I-A NULIDAD DE CoSAJUZGADA FRÁUDULENTA E,N N{ATE,RIA LABofu\L
V ASPECTOS PROCEDIMENTALES
1. fuez competente
El juez competente para el conocimiento de la acción de nulidad de
cosa juzgada fraudulenta es el juez especializado en lo civil y se tramita
bajo las norrnas del proceso de conocimiento.
(51\ Conclusiones plenos jurisdiccionales 1998. Publicación Oficial de la Comisión Ejecutiva del Poder Judi-
cial, Lima, agosto, 1999, pp. 89 y 90.
75
O\tAR T()l-hD() 1 ()RIRI( )
(52) Conclusbnes plenos.jurisdiccionales /99,9. Publicación Oficial de la Comisión Ejecutiva del Poder Judi
cial, Lima, agosto, 1999, p. ll7.
76
Lr\ NLII-IDi\D DE C()Sr\JL'Z(i,\l)r\ I-'RAUI)L I-llNTÁ IIN NL\TIIRL\ L,\B()RAl-
Todo el debate concluyó con la dación de la Ley N" 2702 | (El Perua-
no 2311211998) en cuyo artículo segundo se establece que los Juzgados
de Trabajo son competentes para tramitar las demandas sobre nulidad de
77
oMARTOI,F,DO TORIBIO
cosa juzgada fraudulenta laboral a que se refiere el artículo 178 del Có-
digo Procesal Civil, en vía de proceso ordinario laboral. Esta disposición
legal, que esencialmente coincide con el acuerdo llegado en el Pleno Ju-
risdiccional Laboral del mes de julio de 1998, clarifica el panorama acer-
ca de lo que se estuvo debatiendo de un tiempo a esta parte, siendo que la
Nueva Ley Procesal de Trabajo N" 29497 viene a ratificarlo en el artículo
2, inciso 1, párrafo k.
2. Acumulación
A la acción de nulidad de cosa juzgada fraudulenta se pueden acu-
mular pretensiones que resulten compatibles con la naturaleza de esta
acción.
78
l-A NULIDAD DE C()SAJUZG;\DA ITRAUDLII-ENT'r\ llN NIATIIRIA I.ABORAL
79
ON{AR ToLE,Do TOzuRI(')
CONCLUSIONES
80
LA NULIDAD DE C()SA IUZ(;AD,'\ FRAUDULIjNTA F-.N NL\TIIRIA I-AB()tu\l-
PROPUESTA LEGISLATIVA
81
-
ON{AR ToLE,Do TORIBIC)
82
El recurso de apelación en la
Nueva Ley Procesal de! Trabajo
A MANERA DE INTRODUCCIóN
El recurso de apelación constituye una manifestación del derecho a
un debido proceso y a obtener tutela jurisdiccional efectiva, pues es a tra-
vés de dicho medio impugnatorio que toda persona puede obtener una
confirmación sobre la legalidad o ilegalidad de los autos y sentencias
emitidos por los magistrados.
(*) Abogado por la Pontiñcia Universidad Católica del Perú. Miembro de la Sociedad Peruana de Derecho
del Trabajo y de la Seguridad Social.
(**) Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Peru.
83
(-I]SAR PUNTRI,\No ROSI\S / CJUII,i,F,RNÍO (iONZAI-I]S ZII\AI,1-oS
Actualmente se encuentra vigente en Tacna desde el l5 dejulio de 2010, en Cañete desde el l6 de agosto
de 2010. La Libertad (l de setiembre dc 2010), Arequipa (l de octubre de 2010), Lambayeque (2 de
novicmbrede20l0)Cusco(l dcdiciembrede20l0), Moquegua,(l de juliode20ll), Ica(8de juliode
20l l), Junin (19 dejulio de 201 l). Santa (22 dejulio), Cajamarca (26 dejulio de 201 l).
(2) peSCO COSUÓPOLIS, Mario. "Objetivos, bases y medios en la Nueva Le1' Procesal del Trabajo en el
Peru". En: Derecho Laboral. Tomo LIII, N'240, octubre-diciembre 2010, p. 625
(3) PRIORI POSADA, Giovanni. "Las tareas pendientes para la aplicación de la Nueva Ley Procesal del
Trabajo". I2 de abril de 20I0. En: http://uu,u,.enfoquederecho.com/?q:node/3069.
84
ljl- Rtr(-LIRS() DE APIII-,\CI()N F.N 1-r\ NUII\i\ I-F.Y PROCEST\L DEL TRABAIo
con particular énfasis en la Nueva Ley Procesal del Trabajo, para lo cual
echaremos un vistazo a las legislaciones española, venezolana, argen-
tina y chilena, para finalmente plantear algunas conclusiones sobre el
particular.
Correctamente indica Arér'alo Vela que: "Como quiera que los jue-
ces son seres humanos, sus decisiones judiciales pueden ser equivocadas
o deficientes, por ello la ley pone a disposición de las partes instrumen-
tos procesales que les permitan lograr que un mismo juez o su superior en
grado emita un nuevo pronunciamiento que suprima o corrija los defectos
que afectaban una decisión superior"(4).
Es por ello que, frente a esta posibilidad de yerro por parte de la au-
toridad judicial, surge el derecho de los justiciables de impugnar el
pronunciamiento.
1O¡ fÁVene CÓnOOVe, Francisco. Ios recursos procesales civiles. Gaceta Jurídica, Lima, 2009, p. 14.
12) ÁVelOS JARA, Oxal. Comentarios a la Nuevo Ley Prucesal del Trabajo. Jurista Editores, Lima, 201 l,
p.448.
86
L,L RECURSO DE APELACION EN I,\ NUEVA LI]Y PROCE,SAL DEI,TRABAJO
1O; elÍlS MANTERO, Femando. Los medios impugnatorios en lo Nueva Ley Procesal del Trabajo. Gacela
Jurídica, Lima, diciembre, 2010, p. 48.
87
CES^R PUNTRIT\NO ROSAS / GUILLIjRXIO C;()NZALIIS ZEVALL()S
(10) CABANELLAS DE TORRES, Guillcrmo. Diccionario de Derecht¡ Labr¡ral. Heliasta, Buenos Aires,
2001, p. 57.
88
,
IjI- RllCLr'RSO DII APL,LA(-ION trN LA NUtl\'A LEY PRO(-ESAL DEL T-L\BAIo
(ll) COUTURE, Eduardo. Fundamenfcts del Derecho Prt¡tesal Ciur1. Dc Palma, l3'edición, Buenos Aires,
2005, p. 367.
89
CES,\R PUN-I'RI,\N() ROSAS / (;Ull-l-ER\I() GONZ.\i.trS ZIIVAI-I-()S
90
F.l. RECURSO DF. APIILT\CI()N I1N L,\ NUI'-\',\ LEY PROCES¡\I- DIIL TR-\B,\[()
91
CIISAR PLINTRI^N( ) R( )S.\S / G Lr ll-i-IlRll( ) C;( )tr- Z.\LLS ZIi\ AI-I-OS
Si bien esta norma estableció que los autos solo serían apelables con-
juntamente con la sentencia, ello no tenía diferencia práctica alguna con
el otorgamiento de la apelación de autos sin efecto suspensivo (como
efectivamente reconoció posteriormente la Ley N' 26636), pues final-
mente el pronunciamiento de dichas apelaciones estaría sujeto a 1o que se
indique en el pronunciamiento sobre la apelación de la sentencia. Sin em-
bargo, es importante mencionar esta referencia a la norma procesal labo-
ral anterior, de tal forma que podamos advertir el desarrollo de la institu-
ción procesal del recurso de apelación en los procesos laborales.
(15) Es importante indicar que la Primera Disposición Transitoria de la Ley Procesal del Trabajo dispuso que
"los procesos iniciados antes de la ligencia de esta Lcy continuarán su trámite según las normas proce-
sales con las cuales se iniciaron, salvo en lo relativo al recurso de casación, aplicable a todo proceso no
sentenciado en segunda instancia. Los que se inician a partir de su vigencia, se tramitan confirnne a sus
disposiciones".
92
F.l . RF.CURS() l)Il ÁPIrl;\CI()N EN L-.\ NLltj\'r\ l-EY Plt()CL,SI\L DtrL TRAtsAl()
93
(]ÉSr\R PUNTzu,\NO RoSAS / (;UII,I,F,RNIo (IONZAI-E,S Ztr\'AL]-OS
Entre los autos impugnables distingue a los que ponen fin a la ins-
tancia (cuya apelación es lógicamente concedida con efecto suspensivo)
y a los autos emitidos en el curso del proceso y después de dictada la
94
IrI- RE(-URSO DL r\PI:l;\(.I()N IIN LA ¡-UE\A I-FIY PR()CIrSAl- DF,LTtu\tsr\f ()
95
(-ES;\R PLTNTRIT\NO ROSAS / CIL.ILLIIR-\I() CIONZALIIS ZE\/ALL()S
i) Resoluciones apelables
96
I]L RE,CURSo DE APEI-ACIÓN NN I-a NUE,VA LE,Y PRoCE,SAI, DE.LTfu\BAIo
97
C[-.SAR PT.NTRIANO R()Sr\S / (lL'Il-LI|RN{() C;()NZALLS Zh\ALI-()S
9B
l I.]I- RI]CURSo DI], API],I-ACIoN 1]N I-A NUE,\'A I,I]Y PRoCESAI- DF,I, TR.A.I]IUO
"Artículo 188
L Las Salas de lo Social de los Tribunales Superiores de Justi-
cia conocerán de los recursos de suplicación que se interpon-
gan contra las resoluciones dictadas por los Juzgados de lo
Social de su circunscripción.
2. Procederá dicho recurso contra las resoluciones que se de-
terminan en esta Ley y por los motivos que en ella se
establecen.
Artículo 189
Son recurribles en suplicación:
1. Las sentencias que dicten los Juzgados de lo Social en los
procesos que ante ellos se tramiten, cualquiera que sea la na-
turaleza del asunto, salvo las que recaigan en los procesos re-
lativos a la fecha de disfrute de las vacaciones, concreción
horaria y determinación del periodo de disfrute en permi-
sos por lactancia y reducción de la jornada por motivos fa-
miliares, en los de materia electoral, en los de clasificación
1ZO) H4enf íN VALVERDE, Antonio. Derecho clel Trubajo. I 9' edición, Tecnos, Madrid, 2010, p. 876.
99
CIISAR PL]NTRI¡\NO RoSAS / (}UILLI]R\To CoNZALE,S ZEVALLoS
100
E,I- RI.CURSo DE, APEI-ACIoN T],N I.A NUF,\A LE,Y PRoCE,SAI, DI]L Tfu\BA.Jo
Artículo l9l
El Recurso de Suplicación tendrá por objeto:
a) Reponer los autos al estado en que se encontraban al momen-
to de haberse infringido norrnas o garantías del procedimien-
to que hayan producido indefensión.
b) Revisar los hechos declarados probados, a la vista de las
pruebas documentales y periciales practicadas.
c) Examinar las infracciones de norrnas sustantivas o de la
jurisprudencia".
101
CE,SAR PUNTRIANo RoSAS / GUII,I,I,,fu\{O C}oNZALE,S Zb,VAI,]-OS
"Artículo 1 l7
La apelación contra las sentencias y resoluciones interlocutorias
se deberá deducir, sin necesidad de fundarla, en el plazo de tres
días contados desde el día siguiente al de la notificación. La ape-
lación se deberá mantener -mediante el solo requisito de expre-
sar los agravios correspondientes- cuando se dicte sentencia defi-
nitiva, dentro del mismo plazo fijado parala apelación de esta.
Artículo 106
Artículo I l2
La apelación con efecto diferido no impedirá el cumplimiento de
la sentencia o resolución interlocutoria apelada, excepto cuando
se trate de la aplicación de sanciones. En este último caso, la sola
interposición del recurso tendrá efecto suspensivo.
Artículo 1 13
102
I'.1- RECURS() DII APFII-A.CI()N I jN LA NLIIIV;\ I-EY PR( )CESAL DtrL'i'RAIl,U()
"Artículo 161
103
CL.SAR PUNTRIANO ROSAS / GUILLE,RN{O GONZALES ZL,VAILoS
104
lll- zujCLlRS( ) DF, APELI\CI( )N I'lN I-A Ntlll\ A I-llY PR(XIESr\l- DL,l- TRAllr\|()
CONCLUSIONES
105
-
I
INTRODUCCIóN
(*) Abogado del Estudio Muñiz. Ramírez . Pérez - Taiman & Olaya Abogados - Arequipa. Magíster en Dere-
cho Social (Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social) por la Université Libre de Bruxelles (Bélgica).
Docente universitrario del curso de Derecho del Trabajo.
107
NIr\Lr RI(-l ( ) NI¿\T()S ZF.G,\RRA
(I ) Cas. Prev. N" 3 907-2006- Pl U RA, publ icada en el diario ofrctal EI Peruano el 5 de agosto de 2009
108
tr] RII(-URS() DII (-ASA(-I()N IIN LA NUEVA LhY PR()Clasr\l- l)EL TRABAI()
(2) PRIORI POSADA, Giovanni y otros. (:omentarios o la Nueva Ley, Procesal del Trabajo. ARA Editores,
Lima,20ll,p. 195.
(3) CALAMANDREI, Piero. la Casaciitn Civil. Tomo I, Vol. l, Ed. Bibliográfica Argentina, Buenos Aires,
p-26.
(4) LEDESMA NenVÁEZ, Marianella. Comentarios al Cóttigo Procesal Civil.2 edición actualizada au-
mentada, Gaceta Jurídica,2009, p. 800.
(5) LATORRE FLORIDO, Cecilia Paz. "El Recurso de Casación Civil. Antecedentes Históricos y Perfil
Actual". En: <http'//portal.cde.cllwps/wcm./connect/l69fe9004fbf8a678ae4aM6ce4e7365/7.pdflMOD=
AJPERE>. Ultima consulta cl 2l de octubre de 201 l.
109
\,,f AURICIo NIAToS ZE,GARRA
(6) QUIROCA LEON, Aníbal. La Casación en el C(tdigo Pru¡cesal Civil: Pro-,'ecto Modificatorio. En: <http://
revistas.pucp.edu.pe/derechoprocesal/la-casacion-en-el-codigo-procesal-civil>. Ultima consulta el I 8 de
octubre de 20 I I .
110
EL RL,(IURSO DI1 CASACION EN I-A NUtrVA I-EY PR()CI-ISAI- DF,L TRAB¡\IO
111
NII\U RIC tO \IATOS ZE,(}ARRA
112
Iil. RI'ICL'RS() DII CÁSA(-ION I1N LA NUIIVA Lh,Y PROCIIS,\I- DF.I TR\ts,\l()
113
X,f-\U RICI o N{AToS ZE,GARRA
Es por esta razón, que las causales para interponer el recurso de ca-
sación en la LPT estaban destinadas a denunciar: a) la aplicación inde-
bida de una norrna de derecho material; b) la interpretación errónea de
una norrna de derecho material; c) la inaplicación de una norrna de dere-
cho material y d) la contradicción con otras resoluciones expedidas por la
Corte Suprema de Justicia o las Cortes Superiores, pronunciadas en casos
objetivamente similares, siempre que dicha contradicción estuviese refe-
rida a una de las causales anteriores.
(9) Consideramos que la denominación de normas materiales de carácter previsional y de seguridad social es
redundante, la denominación "previsional" comprende a la seguridad social.
(10) PRIORI POSADA, Giovanni y otros. Ob. cit., p. 199.
(ll) TARUFFO, Michele. El tértice ambigtu.t. Ensayos sobre la Casación Ciull. Palestra Editores, Lima,
2006, p.226.
114
F,i, RECURSo DiI C,\SACION EN I,A NUEVA LE,Y PROCF,SAI- DEL Tfu\BA]C)
115
NfAUzu(-I( ) If ATOS ZI.GI\RRA
116
IlL RT1CLIRSO DiT, C'\ST\CI(iN I]N I,A N[-III\/¡\ I,F,Y PROCE,ST\J, DI]LTRABAJT)
117
]\TAURICIO NLA.TOS Z E,GARRA
(15) TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge y VINATEA RECOBA, Luis. Comentarios a la Nueva Lev Procesal
del Trabajo. Gaceta Jurídica, Lima, 2010, p. l8l.
118
EL RL,C-URS() DII CASACION I1N I-A NUEVA LEY PROCFISAI. DEL TR-\tsAX)
Por otro lado, las noffnas laborales y de seguridad social son casi
en su totalidad noñnas imperativas, es decir, norrnas de las cuales nadie
puede disponer, al ser a su vez norrnas de orden público. En este senti-
do efecto, en la Cas. N'3702-2000-MOQUEGUA, publicada en el diario
oficial El Peruano el 1 de octubre de 2001 se ha señalado que fdebe en-
tenderse] por orden público al "conjunto de normas jurídicas que el Esta-
do considera de cumplimiento ineludible, y de cuyos márgenes no puede
escapar ni la conducta de los órganos del Estado. ni la de los particula-
res", por lo que la labor de control de las infracciones normativas no solo
va a depender de la posibilidad de la partes de denunciar la misma, sino
también de una tarea mucho más delicada de control por parte de la Corte
Suprema de la República.
(16) NEVES MUJICA, Javier. Introducción al Derecho del trabajo. Fondo Ed. PUCB Lima, 2009,p. 126.
(I 7) TOYAMA MIYACUSUKU, Jorge y VINATEA RECOBA, Luis. Ob. cit., p. I 8l .
119
l\f AURICI( ) N{r\T( )S ZIC;ARtu\
Estado tienen el carácter normativo sino también las que provienen del
acuerdo de las partes.
120
EI- RECURSC) DF, CASACION EN I-A NUE,VA LEY PROCI]SAL DEI,TLI\BAJC)
(19) RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Juridico: lntroducción al derecho.8" edición, Fondo Ed. PUCP
Lima, 2000, p. I 7l .
121
\,f AURICIo I{ÁToS ZF,C}ARRA
122
hl- RtrCLlRS() D!. (-.{SA(-I()N F-N LA NUEV,\ LF.\' PR(X-ESAL DIrl.I'RABAft)
123
\ÍAURICIo NIATOS ZEGARR,\
124
t]I- RI,CURSo DE (-ASACIoN E,N I-A NUII\A LE,Y PROCI-]SAI, DIII, TRABAJO
125
I ]\fAURICIo TL\ToS ZIJ(IÁRR,\
2. Requisitos de procedencia
El recurso de casación, es eminentemente técnico, y es con el cum-
plimiento de cada uno de los requisitos de procedibilidad donde se apre-
cia si este ha sido correctamente elaborado reuniendo cada uno de los re-
quisitos para su examen de fondo. De acuerdo a la NLPT son requisitos
de procedencia del recurso de casación:
126
iil- RL(-L'RSO D}T. (-ASAC]ON F]N I-A NL:E,\"\ I,tr,\] PRoCESAI, DF,I, TRAB,\.I()
127
t--
N,f AURICIO N,LTToS Zt]GARfu\
128
EI- RLCURS( ) Dti CASACI()N liN LA NUF.\'A LllY PR( )a-hsl\I.. DEL 'IR\BAIO
(20) STC Exp. N" l[)490-2(Dó-AAiTC (caso MonsaNe Rornero c./. SDCSCS) y STC Erp. N'072tt9-200-5-
-fercera
AA/TC (caso Princeton Doler Corporation cl. Sala Civil de Lima).
129
\I,\I'RI( -IO ]\I,\TOS ZI:( ;.\ItR,\
juzgador resuelva cada caso concreto sin ornitir, alterar o exceder las pre-
tensiones formuladas por las partes.
130
ITL RECURSO DE, CASACION L,N I,\ NUE\.4 LI],Y PROCF,SAI- DE,I- TRABAJO
131
N{AT]R]CIO NLA.TOS ZF,( },A.RRA
132
F,I, RE,(-LIRSo DT] CASA(-ION E,T*I LA NUE,VA LE,Y PROCE,SAL DELTfu\BAJC)
133
NLA.URIClO NÍ,\TOS ZEGARRA
CONCLUSIONES
134
t.
INTRODUCCIóN
(+) Abogado por la [rnir ersidatl de I'iura. Abogado dcl Estudio lsabel Hcrrera Abogados.
135
F,I,TIIIR HL ANI-\\ IISTRI\DA
(| ) El resaltado es nuestro
136
EL RECURSO DE CASACION POR APARTAMIENTO DE PRECEDENTES
(2) STC Exp. N' 0024-2003-AI/TC, publicada el 3111012005, primera consideración previa.
(3) Por ejemplo, pueden consultarse: CARPIO MARCOS, Edgar y CnÁNOgZ CASTRO, Pedro (coor-
dinadores). Estudios al precedente constitucional vínculante. Primera edición, Palestra, Lima 2007; el
especial denominado "La fuerza vinculante del precedente constitucional y de lajurisprudencia constitu-
cional". En: Jus Constitucional. N'l, Grijley, Lima, enero de 2008, pp. 25-126;el especial "El preceden-
te constitucional". En: Justicia constituc¡onal. N" 5, Palestra, Lima, 2009, pp. 29-122; y finalmente, el
especial "El precedente constitucional y su dinámica en lajurisprudencia. Establecimiento, modiñcación
y vigencia de los precedentes". En: Gaceta Constitucional.N" 17, Gaceta Jurídica, Lima, mayo, 2009,
pp. l7-60.
1+¡ AOntÁN CORIPL,NA, Javier. "La jurisprudencia vinculante de los altos tribunales como límite al prin-
cipio de independencia judicial". En: CARPIO MARCOS, Edgar y GRÁNDEZ CASTRO, Pedro (coor-
dinadores). Estudios al precedente constitucional vinculante. Primera edición, Palestra, Lima,2007,
p. 121.
137
E,LMER HLTAMAN E,STRADA
precedente alcance no solo a los demás poderes del Estado sino también
a los particulares, pues lo que se establece en el caso que se sienta prece-
dente deberá aplicarse para casos idénticos"(s).
Castillo Córdova nos dice que "a través del precedente vinculante re-
ferido a una norrna iusfundamental, el Tribunal Constitucional formula
una determinación o concreción del contenido constitucionalmente pro-
tegido del derecho fundamental, de modo que el juez se vincula al prece-
dente como si se vinculase a la Constitución misma"(7).
(s) LANDA ARROYO, César. "Los precedentes constitucionales". En: Justicia constitucionol. N' 5, Pales-
tra, Lima, 2009, p.53.
(6) DONAYRE MONTESINOS, Christian. "Precedente constitucional vinculante a la peruana. Algunas ob-
servaciones a la regulación del precedente constitucional vinculante en el Código Procesal Constitucio-
nal".En'.Justicia constitucionaL N'5, Palestra, Lima 2009, pp. 104-105.
(7) CASTILLO CÓnOOVA, Luis. "Configuración jurídica de Ios precedentes vinculantes en el ordenamien-
to constitucional peruano". En:Ju,s Constitucional.N" l, Crijle¡ Lima, enero de 2008. p.63.
138
E,L RECURSO DTJ CASACI()N POR APARTANÍIE,NTO DE, PRECEDENTES
Agrega este autor que existe una pluralidad de agentes que interpre-
tan la Constitución y de todos ellos "hay que reconocer que el principal
papel de concreción se encuentra asignado tanto al Tribunal Constitu-
cional --en los ordenamientos jurídicos en los que se encuentre previs-
to- como a los jueces del Poder Judicial"(e). Siguiendo a García de Ente-
rría, Castillo Córdova señala que dentro de los distintos intérpretes de la
Constitución, será el TC quién ostente una posición superior como Supre-
mo Intérprete de la Constitución(r0).
(8) CASTILLO CORDOVA, Luis. E/ Tribunal Constitucional y su dinámica jurisprudencial. Primera edi-
ción, Palestra, Lima,2008, pp. 89-148.
(9) Ibídem, p.94.
(10) Ibídem, p. 95. En otra investigación, Castillo Córdova defiende la calidad del TC de órgano supremo de
interpretación constitucional debido a que "la Constitución llama expresamente controlador de la Cons-
titución solo al Tribunal Constitucional". Ver en: CASTILLO CORDOVA, Luis. Ios derechos consritu-
cionales. Elementos para una leoría general. Tercera edición, Palestra, Lima,2008, p. 212.
(ll) La definición de norma constitucional adscripta nos la da Alexy: "una norma adscripta vale y es una
norma de derecho fundamental si para su adscripción a una noÍna de derecho fundamental estatuida
139
E,I,N{ER I{UAT,ÍAN E,STRADA
Del mismo modo, Abad Yupanqui nos señala, y con base en lo que el
propio TC señala en la sentencia al Expediente N" 0024-2003-AI/TC, que
el precedente tiene carácter normativo(r5). En esta sentencia, el TC esta-
bleció que el precedente: "(...) tiene por su condición de tal efectos simi-
lares a una ley. Es decir, la regla general externalizada como precedente
a partir de un caso concreto se convierte en una regla perceptiva común
1tZ¡ nOOnÍCUEZ SANTANDER, Roger. "El precedente constitucional en el Peru: entre el poder de la histo-
ria y la razón de los hechos". En: CARPIO MARCOS, Edgar y CRÁNDEZ CASTRO, Pedro (coordina-
dores). Es¡¡rdlos al precedente constitucional. Primera edición, Palestra, Lima, 2007, p. 55.
140
EL RE,CURSO DE, CASACIÓN PORAPARTI\\NI:NTo DIl PREC}]DIINTi]S
que alcanza a todos los justiciables y que es oponible frente a los poderes
públicos".
(ló) GARCIA TOMA, Victor. "La sentencia constitucional". En: Diálogo con la Jurisprudezcia. No 100, Ga-
ceta Jurídica, Lima, enero, 2007 , p. 17 .
(17) ARIANO DEHO, Eugenia. "Precedentes vinculantes y pirámide normativa. Los frenesies de poder del
Tribunal Constitucional". En: Diálogo con la Jurisprude¡rc¡a. N" 96, Gaceta Jurídica, Lima, setiembre,
2006, p. 87.
141
ELIUER HUAMAN ESTRADA
142
,
(21) MONROY CÁl-vpZ, Juan. "Poder Judicial vs. Tribunal Constitucional". En: GARCÍA BELALINDE,
Domingo (coordinador). ¿Guerra de las cortes? A propósito del proceso competenciol entre el Poder
Ejecutivo y el Poder Judicial. Palestra, Lima,2007 , p. 41.
143
E,LME,RHUAMAN ESTRADA
Por otra parte, el artículo que nos encontramos comentando, esto es,
el artículo 34 de la NLPT, establece que procede el recurso de casación
cuando hay un apartamiento de los precedentes del TC. Así, parece ser
que el legislador laboral ha intentando darle un realce y mayor notoriedad
al precedente constitucional vinculante en la solución de los juicios labo-
rales. Sin embargo, somos de la idea de que aun si no se hubiera señalado
(22) Al respecto, ver: CASTILLO CÓnOOVe, Luis. "pzls custodit custodes. Los riesgos que implica la jus-
ticia constitucional". E¡ Actualidad Jurídica. N' 149, Gaceta Jurídica, Lima, abril, 2006, p. I 33- I 39.
144
EL RECURSO DE CASACIÓN POR APARTAN{IE,NTO DE PRECEDENTES
(23) Al respecto, Castillo Córdova señala que "(...) la interpretación que de la Constitución *y de las dispo-
siciones infraconstitucionales constitucionalizadas- formule e[ TC, vincula a quienes en el ejercicio de
la labor interpretativa están colocados en un nivel inferior al del Supremo Intérprete". En CASTILLO
CÓnOOVe, Luis. "El adiós al precedente vinculante a favor del precedente". En'. Gaceta Constitucio-
nal. N" 17, Gaceta Jurídica, mayo, 2009, p. 97.
145
ELN{ER TIUAI,IAN E,STRADA
146
E,L RECURSO DE CASACIÓN PORAPARTAMIENTO DE PRECEDENTES
Este dispositivo guarda gran similitud con el actual artículo 400 del
Código Procesal Civil:
Sobre lo primero, cabe señalar que la Ley Orgánica del Poder Judi-
cial establece en su artículo 32 que la Corte Suprema conoce de los pro-
cesos en vía de casación con arreglo a lo establecido en la ley respectiva,
(24) Sobre este llamado primer pleno casatorio, se puede consultar el especial AA.W "El primer pleno casa-
torio civil: problemática y eflectos". En: Diálogo con la Jurisprudencia.N" 116, Gaceta Jurídica, mayo,
2008, pp. l7-84.
(25) Sobre este llamado segundo pleno casatorio, se puede consultar AA.W. "¿Procede la usucapión de los
cooposeedores? Segundo pleno casatorio". En'. Diálogo con la Jurispntde¡¿cia. N" 132, Gaceta Juídica,
setiembre, 2009, pp. 17 -59.
147
ELMER HUAMAN ESTRADA
148
EL RECURSO DE CASACION PORAPARTAMIENTO DE PRECEDF-NTES
149
E,LMER HUAMAN ESTRADA
150
t- E,L RI]CURSo DE, CASACION POR APARTAMIENTO DE PRECEDENTES
REFLEXIóT\¡ ETUAI,
151
EI-N4ER HUAI\,LA.N ESTRADA
152
t
PRESENTACIóN
(+) Abogado por la Universidad de I-ima. Especialista en Derecho del Trabajo. Seguridad Social y Derecho
Empresarial. Con estudios completos de maestría con mencitin en Derecho del Trabajo y de la Seguridad
Social en la Escucla de Posgrado de la Unirersidad Nacional Mayor de San Marcos. Socio del Estudio
Ár,alos Jara. Abogados & Asociados.
r53
( )x:\t. \'t(..f( )lt .\\'.\j.()s l.\tt.\
Y consideramos que ello será así en la rneclida qtre la NLPT permite una
mejor y más eficaz protección de los derechos sustantivos como de aque-
llos que se deriven de la transgresión dc normas adjetivas, al ampliar fbr-
malmente y flexibilizar las causas por los que uno pr"rcde reciu'rir cn casa-
ción -y con ello facilitando el acceso a la justicia-, lo cLtal evidcntcmcntc
es más acorde con la estructura principista cle nuestra ConstitLrcicin Política
y con los principios que son parte del rnanto tutelar del Derecho del trabaio.
154
RIICURSO DIi C,\S;\(.I()N Sfr(;L'N I-r\ NUtr\'A LEY PR()CLS,\L DIIL TRAB,'\I()
(l) DEVIS ECHEANDIA. Hernando. Teorío general del proceso. Tomo ll, Editorial Universidad, Buenos
Aires, 1984, pp.642 1" 643.
(2) HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. Medios impugnatorios en el proceso clvil. Gaceta Jurídica, Lima"
2002, p. I ti3.
155
( )\ \1.\ l( T( )R \\ \¡ r': | \R \
156
Rlr(.1 lts( ) t)1 . (-.\S.\(.1( )N SI r(;t'\ i- \ \t.l:\'\ Ll rY Plt( X.F.S.\I. t)lll. ]'RAB,\I( )
(4) DONGO ORTE(}A. Darid. 1-¿ casot ión luht¡ral. Aclrus. Arcquipt.2(X)7. pp. 29 y 30.
(5) íden,.
(6) Otros fines son los siguicnlcs:
a. Fin clikeliigico: en mérito a cstL' se husca obtener.justicia para cl c¿rso concrcto, sicndo quc dc csta
manera se pcrcibc quc cl recurso tlc cas¿ciirn un r¡cdio inrpuenatorio quc rer iste interés solo para cl
agraviado con la sentencia cuestionada. I--n esencia, sc busca obtener.justicia solo para el caso concreto,
sin concebir la existcncia de un interés público.
b. Fin dc control de las resolucioncs.judiciales: en virtucl a este fin se pretende verificar que la resolucitin
cuestionada o la cluc la cueslion¿r se cncucntren detridamentc mot.iradas y en ellas sc apreeie una aprr)-
ptada ratio decidendi que sustentc la legitinridad del lallo. [rsta concepción se sustenta en que no solo el
agraviado puede controlar las actuaciones.judiciales. sino tantbién la sociedad.
c. Fin pedagógico: en tanto quc con el recurso de casacion se bLrsca la adecuada aplicación e intcrpre-
tacitin del Derecho objetivo y la unilbrnrrdad de la.jurisprudencia, con la pr"rblicación de las sentencias
casatorias sc quiere. pur un lailtr. qLle los potenciales usLtarios del sen,icio de adnrinistración dejusticia
157
OXAI- VICT()R A\AL()S lr\RA
Si bien es cierto que dentro de los supuestos por los cuales procede el
recurso de casación contemplados en el artículo 54 de la Le,v N" 26636.
no se encuentra la contravención al debido proceso. también lo es que
nuestra Constitución señala en el inciso 3 de su artículo 139 que: "Son
principios y derechos de la función jurisdiccional: (...) La observ.ancia
del debido proceso y la tutela jurisdiccional".
conozcan en qué forma podrán ser resueltas sus controversias o incert¡dumbresjuridicas y, por otro lado,
que los propios administradores dejusticia y los prof'esionales del Derecho optimicen, según sea el caso,
sus fórmulas, mecanismos y estrategias que hagan más eficiente la obtención de la justicia. En suma, con
la predictibilidad se pretende educar a la comunidad jurídica.
d. Fin de control de la abstracción y valoración probatoria: lo que se busca con este fin es controlar la
actividad lógico-jurídica desarrollada por los administradores dejusticia en lo que respecta a la determi-
nación de los elementos probatorios y al valor de ellas como sustento de su fallo. Este fin no es para nada
coherente con nuestro modelo casatorio puro, pues en sede casatoria no se busca una nueva revisión de
los hechos ni de los rnedios de prueba.
158
l{i:(.t l{S() l)l : (..\S.\(-l()\ SI-l(;LrN 1.,\ \t'lr.\'.\ LI:\'PR(XlllS,\L I)iil-TRABAJ()
('t ) A cstc respccto. es nrer)cs1er inclicrr c¡ue dich¿t ¡rornra adietira civil establecia c¡ue constituyen causales
para inlerponer recurso de casación: a) la aplicacirin indcbida o la interpretación errónea de una norma
de l)erecho matcrial, asi como dc la doctrina.jurisprudcncial; b¡ la inaplrcación dc una noma de derecho
rnaterial o tlc la doclrina.jurisprudencial: o c) la contrarcrrción dc las normas que garantizan el derecho a
un dcbido proceso. o Ia inliaccion cle las lirrmas esenciales para la eficacia y i,'alidez de los actos proce-
sales. Sin enrbargo. a raíz de la nrotlilicacitin protlucto dc t.c1 N' 2936,{. vigente desde el 29 de mayo de
1009. sc adopta un tc\to nllls flerible qLre señala que: "[:l recurso tle casacitin se sustenta en la infracción
nornralira que incida directamente sobrc la dccisicln ct¡ntenicla en la resolución irnpugnada o en el apar-
t¿rnricnto inlrotiradti dcl prececlente jLrclici¡1". ( t¡mo es lácil achertir se trata cle un texto muy similar al
del articulo 3.1 cle la Nuer a [-cv Proccsal dcl Trabajo.
I'ueclcrr rerse. por e'jcrlplo, ias ('asaciones N"s Il.ll-l(X)6-Tacna; 2166-2003-Lima; 953-2004-Tacna-
Moquegua; ltl6-2(X)5-Tacna y 2095-200.{-l-oreto. publicaclas en El Peruano el 3l de marzo de 2008,
el I de setiembre de 2005. cl I dc agosto de 2(X)6. cl ll de¡ulio de 2006 y el 3l dejulio de 2006,
respecti Van]entc.
159
()Xr\l- \'l(l'l( )R ¡\\',\L()S IARA
Pues bien, en este escenario resultaba absurdo pensar que los jue-
ces laborales no son susceptibles de cometer errores en el proceso; ade-
más, persistir con el hecho de que al no encontrarse regulada la causal
de la contravención de las norrnas que garantizan el derecho a un debi-
do proceso, o la infracción de las formas esenciales parala eficacia y l'a-
lidez de los actos procesales, implicaba vulnerar abiertamente el derecho
fundamental al debido proceso de las partes. Incluso, no corregir esta de-
ficiencia era convalidar el desfase y lo arcaica que resultaba ser la Ley
N' 26636, ello en comparación con otras normas procesales y procedi-
mentales que sí reconocen la contravención del Derecho adjetivo como
causa de revisión extraordinaria.
(9) AREVALO VELA, Javier. Derecho protesul del trubujo. Grijle1,, Lirna, 2007, p. 168.
(I 0) Nuestra apreciación resulta redundante porque al ser cl debido proceso un derecho fündar¡ental es tnhe-
rente siempre a toda persona; sin embargo, creemos que es preciso hacer tal acotación por Ia confusión
quc se pudiese generar.
160
RECURSO DE CASACIÓN SEGÚN I-A NUEVA LEY PROCESAL DF,L TRABAJO
Por estas r¿vones consideramos que la Nueva Ley Procesal del Tra-
bajo resulta de suma importancia a estos efectos, pues a diferencia de la
Ley N" 26636, sus causales de casación no son cerradas ni estrictas, por
el contrario, al ser más abierta o genérica, no niega la posibilidad de que
por la vulneración de otros derechos, sobre todo de carácter fundamental,
como sería el derecho al debido proceso y ala tutela jurisdiccional efecti-
va, se declare la procedencia del recurso de casación.
(II ) A este respecto es importante recalcar que con la Ley N' 26636 solo se adoptaba el primero en la medid¿
que dicha establecía que solo eran fines esenciales del recurso de casación, por un lado, la correcta apli-
cación e interpretación de las normas materiales del Derecho laboral previsional y de seguridad social y,
por otro lado, la unificación de lajurisprudencia laboral nacional por la Corte Suprema de Justicia de [a
República.
161
(»LAL VI CTOR AVALOS JARA
162
RE,CURSO DE CASACIÓN SEGÚN LA NUI1VA LEY PROCI1SAL DL,I, TRABAJo
(12) MONROY GALVEZ, han. Teoría general del proceso. Palestra, Lima, 2007, p. 235
( I 3) Texto perteneciente al tercer párrafo del artículo I 2 I del Código Procesal Civil.
163
()xAL VÍCTOR ÁVALOS JARA
Algo muy similar a lo narrado ocurre con los autos expedidos por
las salas superiores que, como órganos de segundo grado, ponen fin al
proceso.
Hay que recordar que, mediante los autos, el juez resuelve la admisi-
bilidad o el rechazo de la demanda o de la reconvención, el saneamiento,
intemrpción, conclusión y las formas de conclusión especial del proceso;
el concesorio o denegatorio de los medios impugnatorios, la admisión,
improcedencia o modificación de medidas cautelares y las demás decisio-
nes que requieran motivación para su pronunciamiento(ra).
(14) Texto perteneciente al segundo párrafo del artículo l2l del Código Procesal Civil.
164
RECURSO DE CASACION SEGUN l-,^\ NUF.\n ] I:\. PR(i( l:s,\1. i)Fl. TR,\B,\|()
Como se aprecia del texto citado, los autos también pueden dar por
concluido el proceso; no obstante, debe precisarse que hay autos que dan
por concluido el proceso antes de la expedición de la sentencia, no por-
que las partes así lo han deseado, sino porque se configuran supuestos le-
gales que determinan su conclusión anticipada.
En buena cuenta, los autos que ponen fin al proceso y que han sido
sujetos de un recurso de apelación, podrán ser impugnados mediante el
recurso de casación cuando la infracción normativa incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada.
(15) Una Unidad de Referencia Procesal (URP), equivale al l0% de una Unidad Impositiva Tributaria (UIT).
Para el año 201 I el valor de la Unidad Impositiva Tributaria es de S/. 3600.
165
o)LAr. vicTOR AVALOS JARA
166
RECURS() DL, CASACION SE(;LIN LA NLTUVA Ltr\ PR()CIISAL DtrL TRABT\IO
Por otro lado, y esta vez refiriéndonos a los autos, es menester indi-
car que deben cumplir con dos condiciones para su admisibilidad: prime-
ro, que sean expedidos por las salas superiores en calidad de órganos de
segundo grado, y, luego, que se trate de autos que le pongan fin al proce-
so. En estos casos no interesa la cuantía del derecho reclamado ni ningún
otro aspecto adicional o diferente de los mencionados.
167
oxAL vÍcroR AVALOSJARA
(16) Lo que se da a pafir de la modificación del artículo 387 del Código Procesal Civil por el artículo I de la
Ley N' 29364, publicada en el diario ofrcial El Peruano el 28 de mayo de 2009.
(I 7) El numeral 2 del artículo 35 de la NLPT establece literalmente lo siguiente:
*Artículo 35.- Requisitos de admisibilided del recurso de casación
El recurso de casación se interpone:
(. ..).
2. Ante el órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada. La sala superior debe remitir el
expediente a la Sala Suprema, sin más tnírnite, dentro del plazo de hes (3) días hábiles.
(...)".
168
RilCtrRS() DIr (.,\Sr\(-l()N SF,(;UN I-A NUF,\'A LEY PROCESAL DEL TRABAJC)
(18) ALSINA, Hugtt. Tratado teórico.t ¡tráctit'o de l)eretho ¡troc'esol citil 1'comercial. Ediar, Buenos Aires,
1956, p. 762.
169
()x,\L Yi(jToR A\At-()S l;\lL\
170
RITCL RS() DL (.r\Sr\(lI()N SEC;[.N LA NLlljYA I-EY PR(X-F.SAL DL,L TR-{tsAIO
171
( )\ \1. \'l( T( )R \\'\1.( )s | \R \
172
RF,(-URSO Dt., CI\SI\(]IoN SII(;TIN I,,\ NUtiYA ]-F,\'PRoCI]SI\]- DF,I, TRI\B'\JO
173
OXAL \'Í(]ToR Á\AI,OS JARA
Este requisito tiene que ver con Ia legitimidad del impugnante para
recurrir en casación. Si la resolución de primera instancia no le fue adver-
sa al recurrente en casación, la ley no le exige a este, como es obvio, re-
currir previamente dicha resolución de primera instancia, por cuanto no
le ha causado perjuicio o agravio alguno sino más bien ha satisfecho sus
intereses.
174
RIICt.RSO DIr (lr\SA(-lON SIi(;LlN LA NUF.\H LF,Y PROCIiST\l- I)ill- Ttu\B¡\lo
175
()>-\L VI(-TOR r\\'r\l-()S l;\RA
176
tttiCURSO Dlj (-ASACI()N SE.GLIN Lr\ \L.l:.\H LI'IY PR(X-F.S,\I. I)lrl-'IR-'\BAIo
177
O,\\L \¡ICToR A\']\LOS JARA
modo en que debe pronunciarse, vale decir, cómo es que debe resolver el
caso concreto puesto en su conocimiento.
178
RL,CURSO DE (-AS,\CI(iN SIrG[]N I;\ NI.II-\'A I,EY l'R(X-trS,\I- D}II, TRAts]!O
'179
OXAI- \'ICTOR Á\¡AI,OS JÁRA
2. La vista de Ia causa
Verificados en su integridad los requisitos de admisibilidad ¡- de pro-
cedencia del recurso de casación. el máximo Tribunal declara su admi-
sibilidad y procedencia. y se-quidamente debe señalar dia v hora para la
realización de la vista de la causa.
Debe precisarse que el hecho de que se señale día y hora para la rea-
lización de la vista de la causa no significa que ya de por sí se autoriza
la participación de los abogados en ella. Teniendo en consideración que
los jueces no pueden suplantar a las partes en el ejercicio de su voluntad,
son ellas las que deben solicitar el uso de la palabra para tal momento.
Si se desea informar oralmente, las partes deberán solicitar ello median-
te un escrito el cual deberá ser presentado dentro de los tres días hábiles
siguientes a la notiflcación de la resolución que fija fecha para vista de la
180
RF-,(-URSO DF, CI\SI\(-i(-)N Sir(}ÚN I-A NT-'I]\A T,tr,Y PROCESAI. DIII- TR\B,\jO
(20) El artículo 375 del Código Procesal Civil establece literalmcnte lo siguientc:
"Artículo 375.- Vista de la causa e informe oral
En los procesos de conocimiento y abreliados, la designación de la f'echa para la vista de la causa se
notifica a las partes diez días antes de su realización.
En los demás procesos, se notifica con anticipación de cinco días.
Solamente procede inlbnne oral cuando la apelación se ha concedido con et'ecto suspensiro.
Dentro del tercer día de notificada la fecha de la vista, el abogado que desee informar lo comunica-
rá por escrito, indicando si la parte informará sobre hechos. La comunicación se considera acepta-
da por el solo hecho de su presentación, sin que se requiera citación complementaria. No se admite
aplazamiento.
Las disposiciones de cste artículo se aplican a todos los órganos jurisdiccionales civiles que cumplen
lunción de segunda inslancia" (resaltado nuestro).
Aclemás, el artículo 37 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo indica expresamente lo siguiente:
"Artículo 37.- Trámite del recurso de casación
()
Las panes pueden solicitar infbrme oral dentro de los tres (3) días hábiles siguientes a la notificación de
la resolución que fija fecha para vista de la causa.
(...)".
181
OX¡\I- \'ICTOR r\\ AI,OS |r\fu\
182
R|.(-L-RS() DIr CASACi()N SE(;LrN LA NUF,\r^ LEY PROCEST\1- DFIL TRABAI()
- Los intereses del capital, los que para su cálculo deberán ser de-
terminados tomando en cuenta como referencia la fecha en que
se presentó el recurso de casación y no antes.
- Los costos del proceso, que están constituidos por los honorarios
del abogado de la parte vencedora, más un cinco por ciento desti-
nado al Colegio de Abogados del Distrito Judicial respectivo para
su fondo mutual y para cubrir los honorarios de los abogados en
los casos de auxilio judicial.
183
()Xr\l- \'ICT()R i\\AL()S T,\RA
184
RECURSO DE CASACION SEGUN I.{ NUEVA LEY PROCE,SAL DEL TRABAJO
185
oxAL VICTOR AVALOSJARA
(21) DE BERNARDIS, Luis Marcelo, citado por TICONA POSTIGO, Yictor. Análisis y Comentario al Códi
go Procesal Civil, 3'edición, Grijley, Lima, 2005, p. 8.
186
-
RECURSO DE, CASACION SEGUN I-A NUEVA LEY PROCESAL DEL TRARAJo
pueda verse este último materializado con una mínima y sensata dosis de
eficacia"Q2).
187
oxALÚcToRÁVALOSIARA
El artículo 176 del Código Procesal Civil establece que los jueces
solo declararán de oficio las nulidades insubsanables, mediante resolu-
ción motivada, reponiendo el proceso al estado que corresponda. Este
mandato es de obligatorio cumplimiento a la luz del numeral 3 del ar-
tículo 139 de nuestra Constitución que exige que en el ejercicio de la fun-
ción jurisdiccional todos los administradores de justicia deben velar por
garantizar y proteger los derechos al debido proceso y ala tutela jurisdic-
cional efectiva.
Siendo así, si un proceso estiá afectado por uno o más vicios que lo
invalidan, "cualquier órgano jurisdiccional por el solo hecho de serlo
tiene lo que en doctrina se llama potestad nulificante del juzgador y que
ha sido acogido en el último párrafo del artículo 176 del Código Procesal
(Z¿) ÁVelOS JARA, Oxal Yictor. Precedentes de observancia obligatoria en materia laboral de la Corte
Suprema. Grijley, Lima, 2008; también ÁvelOS JARA, Oxal Yícton Precedentes de observancia obli-
galoria y vincalanles en materia laboral. Comentarios, aruilisis y crítica a la jurkprudencia de la Corte
Suprema de Jwticia de la República y del Tribunal Constitucional. Jurista Editores, Lima, 2010.
188
RECURSO DE, CASACIÓN SEGÚN T,{ NUEVA LEY PROCESAL DEL TRABAJO
Civil, entendida como aquella facultad de declarar una nulidad aún cuan-
do no haya sido solicitada, si considera que el acto viciado (incluido el
proceso todo) puede alterar sustancialmente los fines abstracto y concreto
del proceso y la decisión que en él va a recaer"(2s).
(25) Cas. N' 532-2005-La Libertad, publicada en el diario oficial El Peruano el 3l dejulio de 2006.
189
OXAI VÍCTOR ÁVALOSJARA
(26) DEVIS gCHpeNpie, Hemando. Tboría general del proce,so. ob. cit. Tomo Il, pp. 515 y 516.
190
RECURSO DE CASACION SEGUN I-A NUEVA LEY PROCESAL DEL TRABAJO
(27) En la Cas. N" 1059-2006-Lima, publicada en el diario oficial Ei Peruano el I de octubre de 2007. El
mismo criterio ha sido recogido también en la Cas. N' 1774-2005-Lima, publicada en el diario oficial E/
Petaano el 3 I de octubre de 2006.
(28) NEVES MUJICA, Javier. Introducción al Derecho del trabajo. PUCR Lima, 2009, p. l0l.
¡zs¡ iaem.
191
OXAIVÍCTOR ÁVALOSJARA
(30) CHIPOCO, Carlos, "Análisis del concepto de 'precedente vinculante'en lajurisprudencia del Tribunal Cons-
titucional". En: <www.monografias.com/trabajos34/precedente-vinculante/precedente-vinculante.shtml>.
(3 1 ) NEVES MUJICA. Introducción al Derecho del trabajo. Ob. cit., p. I 01.
192
RF.(-L,RS() Dil CI\SA(-I()N SiiGLlN 1;\ NL'F,\A I-tiY PR()CESAL DIIL TP-\BAJ()
(32) Recordemos que el numeral 2 del artículo 139 de nuestra Constitución, establece que uno de los princi-
pios de Ia lirnción jurisdiccional es la "independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional".
193
()Xr\L VICT()R AVr\I-{)S JARA
(33) RIVERARODRICUEZ,HeinerAntonio."Precedentesvinculantesenmateriadedespidos".En:<urvx.
justiciayderecho.org/revista3/articulos/ I 0PREC EDENTES%20VINCULANTES%208N%20MATE-
RIA%20DE%20DES PIDOS%20Heiner%20Rivera.pdl).
194
RF,(-URSO DI: C;\SI(,lON SE,G[-N I-A NUF,\H I-E,Y PRoCESAL DIjL Tfu\tsÁJo
Sin embargo, es preciso decir que no hay consenso entre todos los
magistrados, ya unos consideran que el trato diferenciado al no ser discri-
minatorio es totalmente legítimo,y en muchos casos beneficia con mayor
eficacia y alcance a quienes ven merrnados sus derechos(34).
(34) A este rcspecto, resulta lundamental revisar la STC Erp. N" 06387-2007-PA/TC.
195
()x,\I- \'t(_T()R ,\\',Al_()S IAR\
196
RI:CTIRSO I)}I (,'\S,\(-I(1N STIC}{ N I-.\ NL]IJ\'¡\ I-IIY PR(X-ES;\I- I)III- Tfu\B,\]O
"197
oxAI- \¡ICT()R A\TALOS IARA
198
RF.CLIRS() Dtr C,\S¡\(-ION SIIGL N I-A NUEYA LtrY PROCtrSAI- DIII- TR\BAIo
199
())L\1_ \/IC_T()R A\/AI_()S IARA
ser resuelta su controversia. En este sentido, debe quedar claro que una
de las virtudes de la publicidad de las sentencias es la seguridad jurídica
200
Amparo contra resoluciones
judiciales en materia laboral
INTRODUCCION
(*) Abogado laboralista por la Pontificia Unn,ersidad Católica del Perú. Prof-esor de Derecho del Trabajo en
la Facultad de Derecho de [a mencionada universidad. Miembro de la Sociedad Peruana de Derecho del
Trabajo y de la Seguridad Social.
20'l
PILiI- CA\i\I-lir f-lgRtrR¡
tienen por objeto discutir, dentro del mismo proceso, 1o decidido por el
juez, con la finalidad de lograr una revisión de dicha decisión que satisfaga
la pretensión contenida en la demanda, si se asume la postura del deman-
dante. O que vía revisión de lo decidido se rechace la pretensión acogida
total o parcialmente en la sentencia, si asumimos el lado del demandado.
202
\r\lPAR( ) C( )NTR'\ RtlS( )LUCION I1S l UDIC- I ALIIS hN I\{ATF.RIA LAB( )RAL
especial, por los derechos fundamentales que ella reconoce, protege y cuya
efectiva vigencia garantizaf,t). No hay prácticamente algún ámbito de la vida
política(2), económica(l)y/o socialt*,qr", de una u otra manera, no lo refleje.
(l) El artículo 44 de la Constitución de 1993 establece que: "Son deberes primordiales del Estado: (...) ga-
rantizar la plena vigencia de los derechos humanos". Si bien el texto constitucional citado alude a la
expresitin "derechos humanos", de suyo se entrendc que la alusión es a los derechos lundamentales.
(2) Clasos emblemáticos, si acaso, los siguientes: el control constitucional de las resoluciones del Jurado
Nacional de Elccciones (STC Exp. N" 007-2007-PI); la banera electoral (STC Exp. N'0030-2005-PI);
relorma constitucional (STC Exp. N'014-2002-AI); inmunidad parlamentaria (STC Exp. N" 0026-
200GPI), etc.
(3) Casos como los del SOAI (STC Erps. N"s 0010-2(X)3-AI y N" 001-2005-PI)l regalías mineras (STC
Erp. N'0048-200.{-4I); deuda agraria (STC Exp. N" 009-2004-AI) y refbrma del régimen de pensiones
del Decreto Ley N'20530 (STC Exp. N'0050-200,+-A[ y otros acumulados), entre otros.
(4) Casos como los del régimen laboral agrario (STC Exp. N" 0027-2006-PI); la ley marco del empleo públi-
co (STC Exp. N" 008-2005-PI)t sobre el derecho a la pensión (STC Exp. N" l4l7-2005-PA); sobre crite-
rios de procedencia del amparo en materia laboral (STC Exp. N" 0206-2005-PA), entre muchos otros.
(s) El propio legislador ha reconocido tal estatus a la jurisprudencia constitucional medjante las disposicio-
nes de los articulos VI (doctrinajurisprudencial) y VII (precedente constitucional vinculante) del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional y la Primera Disposición Final de la Ley Orgánica del
Tribunal Constitucional, Ley N' 2830 I (r'inculación de los jueces a la interpretación del Tribunal Cons-
titucional). que si bien tenían antecedentes cn el artículo 9 de la derogada Ley N'23506 Ley de Hábeas
Corpus y Amparo, así como en la Primera Disposición General de la Ley N" 26435 (anterior Ley Orgáni-
ca del Tribunal Constrtucional), no ha sido sino hasta tiempo reciente que lajurisprudencia constitucio-
nal ha alcanzado ribetes protagtinicos en la vida nacional.
(6) FAVOREU. I-ouis. "La constitucionalización del derecho". En: Revls/¿ de Derecho. Volumen 12, N' 1,
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Austral de Chile, Valdivia, agosto,2001,
pp. 3l-43, disponible en: <http://mingaonline.uach.cl/pdf/revider/v12nl/art03.pd}, revisado el l2 de oc-
tubre de 20 I I .
203
P;\L' l . (-,§HLII r (.;\llRIiRA
En nuestro país, acorde con lo sostenido por Guastini, basta con revi-
sar los diarios de mayor circulación nacional así como la prensa radial y
televisiva, para darnos cuenta de que contamos con una Constitución (o
"cuestiones constitucionales") invasiva de la vida pública y privada.
Del mismo modo, el texto constitucional cuenta con una fuerza jurí-
dica vinculante, tanto para el Estado como para los particulares, siendo
las normas que reconocen derechos fundamentales derecho directamente
aplicable a los casos concretos, dejando atrásla tesis de la indispensable
intermediación legislativa o reglamentaria para lograr su eficacia prácti-
ca. Consecuencia de lo señalado es que no exista hoy un ámbito de la ac-
tividad pública y privada qlre no pr-reda ser objeto de un control jurisdic-
cional por pafte de los jueces corlstitucionales del Poder Judicial (PJ) I
del TC.
(7) GUASTIN[, Riccardo. "La constitucionalización del ordenamiento jurídico: el caso italiano". En'. Estu-
dios de teoría ct¡nstilucional. Fontamara, México, 2001. pp. 153-164. También disponible en: <http:,'i
bibliojuridicas.unam.mx/librosili22lll.pdÉ.consultadoel l2deoctubrede20ll.
a
ANIP.\R() (-()NTR.\ RljS()l.L'(.i()Nt:S lL'I)I(-I;\I-ES IlN NL\TLR1,\ I..{R()Rr\l-
(8 ) CAR BON E.LL, \,1iguel. "¿,Se pucdcn haccr r aler krs dcre chos flndamentales tie nte a particulares'1". En:
C4RCÍ,q R,qUÍREZ. Sergio (Coordinador): Estudios.Jurídict¡.s en l{omenaje a Olga lslas de Gonzolez
Muriscol. Tomo I. UNANl. México, 2007. p.201.
PAUI, (-A\ AI-i}l C,\BRF,RA
(9) MENDOZA ESCALANTE, Mijail. "La eficacia de los derechos lundamentales en las relaciones entre
particulares". En: Pensamiento Constitutir¡nal. Año XI. N" ll, Lima.2005, pp. 220-234.
206
l-
A\{PARO CONTR'\ RiiS( )LUCI( )N L,S l UDiCIAI-ES riN IL\T}'.RI A LAB( )tu\L
En cambio, entre nosotros, las cosas han ido por otro rumbo. A partir
de la Constitución de 1979, que consagra por primera vez al amparo, se
reconoce su procedencia frente a agresiones a los derechos fundamenta-
les provenientes del poder público y de los particulares (artículo 295¡oot,
situación que con ciertos matices y mayores precisiones es reproducida
en la vigente Carta Constitucional de 1993 (artículo 200, inciso 2).
(10) Constitución de 1979, artículo 295: "(...) La acción de amparo cautela los demás derechos reconocidos
por Ia Constitución quc sean vulnerados o amenazados por cualquier autoridad. luncionario o persona
( ..)".
(ll) MENDOZA ESCALANTE, Mrjail. Ob. cit., p. 251.
207
PAIIL C,§'ALItr (-ABRF,RA
(12) Sentencia que resuelve la Acción de Amparo interpuesta por Pedro Amillas Gamio, en 1991 contra el
Club de Regatas Lima, por considerar que en el curso del procedimrento disciplinario instaurado por
el Club contra su persona! y por cl que se le aplicó la sanción de expulsión, se violaron sus dercchos de
defensa, a la presunción dc inocencia y al honor.
(13) En este caso, seguido por Francisco William Palomino Mendoza contra laAsociación del Centro de Es-
parcimiento Lima "El Potao", el actor reclamaba, en lo sustancial, su reposición como Secretario del
Consejo Directivo al haber sido destituido de dicho cargo, expulsado de la asociación e impedido dc
ingresar a las instalaciones de la misma. La sentencia estimó f'avorablemente su reclamo, al considerar
que en ninguna de las disposiciones del Estatuto de la Asociación demandada se cstablccía la fácultad
del Consejo Directivo para destituir a alguno de sus integrantes. como habia ocurrido. pues tal atribucitin
correspondia a la Asamblea General Extraordinaria.
(1,{) Con una redacción n'rás depurada y en un lenguaje más consolidado, dice el Tribunal: "(...) resulta inob-
jetable que el derecho al dcbido proceso y en particular, el derecho de defbnsa, son cn su mismc esencia
atributos perfectamente inr,'ocables en cl ámbito de las corporaciones privadas o de particulares, care-
ciendo de toda relevancia el que su regulacitin a dicho nir,el sea solo estatutario, pues la Constitución es
una normajurídica que no solo vincula a las autoridadesjurisdiccionales y administrativas, sino a todas
las personas, según se está a lo dispuesto por el artículo 3ll dc la Constitución Política del Estado".
208
;\NIP¡\R( ) (-()¡-'fR,\ RllS()l.UCI()Nt-S ILDiCL\l.irs l:N \f .\TilRL\ L,\B()R.\L
209
1,.\t l. (. \\ \l.tE (_AtsRI-.R-\
(15) "En el caso peruano. si Ios derechos tienen una eficacia directa o indirecta en las relaciones entre par-
ticulares. es un asunto quc la misma Constitucirin se ha encargado implícitamente de resolver. En ef'ecto,
aunque la Norma Suprema no contenga una cláusula e\presa que lo prescriba, tal eficacia directa puede
deducirse de los preceptos constitucionales a los que se ha hecho ret-erencia en el fundamento jurídico
N'6 de esta sentencia, y, además, del inciso 2 del artículo 200. donde se preceptúa que 'la acción de am-
paro, (...) procede contra el hccho u omisión, por pafte de cualquier (...) persona'. Que cualquiera pueda
interponer un amparo contra acciones u omisiones provenientes de una persona (natural o jurídica de
derecho privado), quiere decir que los derechos constitucionales vinculan directamente esas relaciones
ínter prii,atos y, precisamente porque rinculan, su lesión es susceptible de repararse mediante csta clase
de procesos" ( Exp. N' 976-200 I -AA, L j. tt ).
2'lo
\\IP¡\R( ) (-( )NTR\ RI:S()1-U(.1()NtrS IUDI(-IALIIS frN IL\]'L-]RI'\ I-¡\lX)R¡\1.
211
remuneración equitativa y suficiente, dignidad del trabajador, derecho al
descanso (semanal y anual), igualdad de oportunidades sin discrimina-
ción, el derecho a la adecuada protección contra el despido arbitrario, de-
recho a la libertad sindical, negociación colectiva y huelga, el derecho a
parlicipar en las utilidades de la empresa; además se reconoce el carácter
irrenunciable de estos derechos y de aquellos creados por la ley.
212
\\IP,\RO (-( )\Ttu\ RIIS( )l,UCI( )NIrS IUDICL\I-ES IrN IL\TIIRL\ L,\B( )R.\I
213
la del despido o cese colectivo). Así entonces, se evaluaba que el despido
o cese colectivo se hubiera realizado siguiendo las formalidades previstas
en el D.S. N'003-97-TR (TUO de la Ley de Productividad y Competiti-
vidad Laboral) y con todas las garantías propias de un procedimiento san-
cionador (tipicidad de las causas del despido, prueba del hecho constituti-
vo de la falta y proporcionalidad entre la falta y el despido).
214
ANÍPAR() (-()NTRA RI]SOLUCI()NIjS IUDICIAi-IIS IrN \I,\TITRIA I-AB()R;\I
(16) Los procesos previstos para la protección de estos derechos son, de un lado, el hábeas corpus, para el
caso de [a libertad personal, y el hábeas data para los otros dos.
215
P,\Lrl- CA\i\Li ti (1,\B RIIR{
216
A\Il']r\R() C()NTR,\ RF.S()LU(-I()NIaS lUDICI,\I-F.S IrN IIATI-]RI,\ i.AB()R\l-
217
PAUI- C,\\'ALIlr CABRIT.RA
(17) En palabras del Tribunal Constitucional: "Descartada una lectura de dicho precepto constitucional en cl
sentido de que no cabía la interposición de un amparo contra resolucionesjudiciales, existe consenso en
admitirse que, más que una prohibición, en realidad, dicho precepto contiene una limitación, cuyo ámbi-
to de actuación opera en aquellos casos en los que la resolución judicial emana de un proceso 'regular',
pero no en aquellos otros donde esta se erpide en el seno de un proceso'irregular"'(sentencia del Exp.
N' 03 I 79-2004-PA, caso Apolonia Ccollcca Ponce, t-. j. 5).
1ta¡ SA,ÉNZ OÁVRI-OS, Luis: "Los Procesos Constitucionales como mecanismos de protección frcnte a re-
solucionesjudiciales arbitrarias". En: AAVV. Derecho Procesol Cottsfitttcional. Tomo 2, Jurista Editores,
Lima,2004. p. 740.
218
A\IP'\R() (-()NTtu\ RtrS()l-trClONF.S IUDICI'\t-IrS l'.N NIATIIRL\ L.,\BOR'\I
219
a
Pr\I. L (1,\\'ALI Il C,\RRF.R A
(19) El artículo 44 del Código Procesal Constitucional señala que: "(...) Tratándose del proceso de amparo
iniciado contra resolución judicial, el plazo para intcrponer la demanda se inicia cuando la resolución
queda firme. Dicho plazo concluye treinta días hábilcs después de la notificación de la resoluciírn que
ordena se cumpla lo decidido".
r\i\lPAR() (l()NTRA RIjS()lf CI()NES JUDICL\LI:S IlN XL\TliRlA LAB()*L\L
(20) El aficuto 5.1 del Código Procesal Conslitucional prccisa que: "No proceden los procesos constitucio-
nales cuando: Los hechos y el petitorio dc Ia demanda no están ref'eridos en forma directa al contenido
constitucionalmente protegido del derecho invocado".
(21) NINO, Carlos S. Éfica 1'derechos humaruts. Lin ensat'o de.fundamentaclón. Segunda edición, Astrea,
Buenos Aires. I 989.
(22) Salvo el recurso de reposición. mediante el cual se cuestiona un decreto de mero trámite que se plantea
ante el mismo juez con Ia finalidad de que sea revocado (Cfi. artículos 362 y 363 del Código Proccsal
Cii'il).
221
P,\UI, (-,\\'AI-I E C ABRI]fu \
222
ÁNI P,\R( ) (- ( )NT-L\ RIIS ( )l-L'( -I ON IlS I LIDI (- L\I-E S IlN Nf ATIIRI;\ i-r\B () Rr\l-
223
constitucional parajustificar un pronunciamiento sobre el fondo (con in-
dependencia de si el mismo estima o no la pretensión). Por lo que el Tri-
bunal ha señalado que a fin de evaluar la procedencia de un amparo con-
tra resolución judicial corresponde efectuar un juicio o canon compuesto
de tres partes: examen de razonabilidad, coherencia y suficiencia.
(24) En palabras del Tribunal: "Dada la naturaleza excepcional de los procesos constitucionales el 'amparo
contra amparo' se configura como una excepción dentro de la ercepción, por lo que los jueces deben
lalorar la intensidad de la af'ectación y el nivel de acreditación que se presente a elcctos de no permitir
que cualquier alegación pueda merecer una nueva revisión de los procesos constitucionales" (STC Erp.
N"4853-200.1-PA, caso Dirección Regional de Pcsquería de La Libcrtad, f'.j. 7).
(25) STCExp.N"200-2002-A4,casoMinisteriodePesquería,f. j. lliteral "c": "(...)Ental sentidolainter-
posición de una demanda de amparo para enenar Io resuelto en otro proceso de amparo. comunmenle
224
ANf PARo (-()NTtu\ RISOLUCIONtrS J UDICIALES E N IL¡LTE RIA i.AB()tu\L
llamada 'amparo contra amparo', es una modalidad de esta acción de garantía ejercida contra resolu-
ciones judiciales, con [a particularidad que solo protege los derechos constitucionales que conforman el
debido proceso y la tutela jurisdiccional efbctiva". En doctrina puede verse: SAÉNZ OÁV¡I-OS, Luis.
"El amparo contra amparo en la jurisprudencia constitucional peruana". En Revista lberoomericana de
De re c ho P rc¡c e s a I C ons tituc io nal. N' 9, enero-j unio, 2008, pp. 237 -286.
225
PAL'T. (-r\\'Ál-Ifr C;\BRF.RA
226
\NIPI\R() C()NI'RA RtlS()l-Ll(-i()NIiS.JL'DICI.\LES [,¡.- II.\TERL\ LAB()RA].
La otra parte del proceso laboral, y que resulta siendo la parte ven-
cedera de este, también figuraría como demandada en el proceso de am-
paro. En el supuesto que esta no haya sido incluida en la demanda, co-
rresponderá al juez constitucional, en aplicación del principio iura novit
curia, a hacerlo de dicha manera emplazándolo con esta. Caso contrario,
estaría provocando una lesión del derecho constitucional de la otra parte
procesal, en la medida en que estaría impedida de ejercer los derechos
procesales (básicamente el derecho de defensa) que 1e corresponden.
227
PAUr, cAVALTÉ cAsRnRA
228
l
I
ANIPARO CONTRA RESOLUCI()NES |UDICIT\I-ES riN r.L\TilRIA LAB()tu\L
proceso de amparo, siendo el caso que la mayor parte de las veces dicho
proceso paraliza la ejecución de la sentencia del primer amparo. En ese
escenario el Tribunal, en el precedente citado, señaló que a efectos de la
procedencia del segundo amparo, iniciado por los empleadores que pre-
tendan cuestionar la orden de reposición del trabajador, primero deberán
acreditar el cumplimiento de la sentencia que ordena su reposición. De lo
contrario, el segundo amparo deberá ser declarado improcedente.
(27) Et concepto de norma adscrita de derecho fundamental parte de la distinción analítica entre los conceptos
de disposición y norma. En dicho sentido tenemos que la "disposición" es la formulación lingüística
presente en las fuentes de derecho (leyes, reglamentos, constitución), en tanto que la "norma" es el resul-
tado de la interpretación de las disposiciones. En ese orden, tenemos que una disposición puede contener
229
PAL'I- (-A\ALI F, Cr\llRhtu\
más de una norma. y que una norma puede scr el resultado de una o más disposiciones interpretadas
(según los criterios y principios adoptados por la doctrina). Trasladando estos conceptos al ámbito dc los
derechos constitucionales Alexy distingue cntrc disposición y norma iuslundamental. La disposición ius-
fundamental l'endría a ser la fbmulación lingüística de los derechos en la Constitucitin (en otras palabras
el texto sin interpretar). Por su parte las nomras iusiundamentales serían las diferentcs interprclaciones
que se puedan dcsprcnder de las disposiciones. (ALEXY Il.obef' Teoría de los derechos fundamenÍales.
Segunda edición, CEPC, Madrid, 2008, pp. 48-55).
230
I
\\ÍPAR() C()NTR,\ R[S()LL.Cl()NtrS ILDI(-1,\l.tls IIN ]L\TI:RIr\ 1..\B()R'\l
A MODO DE CONCLUSIóN
La Constitución y su contenido iusfundamental son norrnas jurídi-
cas que vinculan tanto al Estado y los particulares. En dicho sentido, los
derechos constitucionales laborales ya no son considerados como meras
norrnas programáticas carentes de contenido jurídicamente vinculante.
231
PAL I- CA\/ALIT, CABR]]RA
232
t.-
PARTE II
PROCESOS
CONSTITUCIONALES
a
I
INTRODUCCIóN
(*) Profesor de Derecho Constitucional (Universidad de Piura) y prof'esor en la maestría de Derecho Consti-
tucional (Pontificia Universidad Católica del Peru).
235
Ltrts C.\s]'il-t.( ) C()RD( )\',\
(l) CASTILLO CORDOVA, Luis. "La intcrpretación iusllndamental en el marco dc la persona eomo inicio
y fin def derecho". En: SOSA SACIO, Juan Manuel (coordinador). Pautas para interprefat'la Oons¡itu-
ción .t los derechos ./itndatnenÍales. Gaceta Jurídica, Lima. 2009, pp. 3 1 -72.
(2) Al respecto, cfr. HERVADA, Javier. Lect'ione.s propedéutico.s de Filosofia del Derecho. EUNSA, Pam-
plona. 1992, p. 165 y ss.
236
I-lL RIr(.t'RS() (-()\l() Il1.tr\lliNT() IlSilN(.1.\l.l)l] l-;\ l']LL R,\l-1D,\D DI: INST.\NCI;\
237
I-UIS ( -,\STILLo CORDOVA
238
F,], RE,CURSo CONIO E,I-L,NIL,NTO trSF,NCIAI, DE, I-A PLURAI-IDI\D DL, INSI'ANCI,\
(3) CASTILLO CORDOVA, Luis. "El significado iusfundamental del debido proceso". En: SOSA SACIO,
Juan Manuel (coordinador). El debidoproteso. GacetaJurídica, Lima,2010, pp.9-3l.
239
LL' iS ( lr\S'fil-l-( ) (l( )RD( )\¡,\
240
I]I- RF,CL'RSO (-O}f0 IJI,},-,NII],NTo ESF-,NCII\L DF, I-'\ PLUR.\LIDAD DI] INST]\N(-I,\
(4) En esta misma Iínea. se ha escrito con acierto que "entre el derecho a la tutelajurisdiccional y el dereclro
a un debido proceso, existe la misma relación que se presenta entre la anatomía y la fisiología cuando se
estudia un órgano vivo, es decir, la difcrencia solo reside cn Ia visión estática y dinámica de cada disci-
plina, respectivamente. El primero cs el postulado. Ia abstracción; en carnbio, el segundo, es la nranifes-
tación concreta del primero, es su actuacitin". MONROY GALVEZ, Juan. Teoría general del proceso.
Palestra. Lima. 2007, pp.459 ¡,460.
(5) Exp. N" 03075-2006-PA/TC, flj.4.
(6) Exp. N" 00s17-1007-PA/TC, f. 1. lzl.
(7) Exp. N' 1049{)-2006-PA/TC, f. j. 2.
241
LUIS CASTiI-Lo CORDO\/I\
242
EL RIICURSO CO].f() Irl.F,IÍI1NT() EStrNCIAL DF, I-A PLURr\LID,\D DE INST]\NCIA
243
LLIIS C AS'f I I-I,o (]oRI)O\'J\
Esto quiere decir que la doble instancia viene exigida por la naturale-
za jurídtca del derecho humano al debido proceso y no por la convención
positivada. Al formar parte de la naturaleza que lo define, la pluralidad de
instancias es una exigencia de justicia natural; brota como elemento con-
figurador de lo que le es debido a la persona por ser tal a la hora de resol-
ver las controversias: un proceso justo o debido. La pluralidad de instan-
cias, pues, vincula desde la consideración misma de la persona como fin.
Llegados a este punto es posible dar un paso más para sostener que
esta exigencia de justicia tiene una entidad tal que le permite considerar-
laala vez como un derecho humano. En efecto, es posible sostener que
la triada justificativa necesidad humana -bien humano- derecho huma-
no, se verifica también respecto de la exigencia de pluralidad de instan-
cias. Así, es posible sostener que existe la necesidad humana de neutrali-
zarlo más posible las negati\as consecuencias de la falibilidad hunlana a
la hora de resolver una controversia. Esta necesidad humana se satisface
con la previsión de una procedimental pluralidad de instancias a la hora
de formular una decisión definitiva, este vendría a constituir el bien hu-
mano. En tanto este bien humano es exigible por la consideración de fin
de la persona que reclama la satisfacción de la mencionada necesidad hu-
mana, entonces, es posible sostener que a la persona le es debido proce-
sarla con un proceso que considere una pluralidad de instancias; y al serle
debido, esto ya configura derecho, definido este como la cosa justa debi-
da. De esta manera, está justificado el derecho humano a la pluralidad de
instancias.
244
t. trl- RIICLTRSO (-()NIO Iil-trNIrlNT() LISEN(-lAi. DII I-¡\ PLI.IRALIDAD DIa INS'I',\N(-],\
Pues bien, de modo general es posible sostener que forman parte del
contenido esencial del derecho humano a la pluralidad de instancias la
245
I,I]IS CASTILLO (]ORI)( )VA
El mecanismo de revisión debe ser uno tal que permita evaluar el de-
sempeño procedimental como material del órgano que conoció un con-
flicto determinado y para cuya solución ha emitido la decisión. Por eso,
y sin pretender un enunciado exhaustivo, exige al menos los siguientes
componentes. Primero, que se prevea la posibilidad de pedir la revisión
de una decisión. A esta posibilidad normalmente se le conoce con el nom-
bre de "recurso". Así, es mediante un recurso que se activa la etapa revi-
sora de un proceso. Segundo, que un tal recurso habrá al menos una etapa
procesal más para que un órgano distinto y en una instancia distinta, re-
vise la decisión inicialmente adoptada. Tercero, exige que a la etapa de
revisión concuffan las partes del proceso y no solamente quien alega el
vicio o irregularidad que supuestamente hace injusta a la decisión recu-
rrida. Se trata de conseguir en una instancia distinta la confirmación o la
modificación de la decisión inicialmente tomada por el órgano decisor, y
en ella ha de intervenir no solo la parte que solicita la revisión.
246
I EL RtiCLRSO COX.I() f'.1.F.\IENT() I1Si1N(llAL DE LA PLU*L\LIDAD DF-. INSTANCIA
247
J,T.TS (-,\STILT,() (-L)RDO\' \
248
F,], RE,CURSO CONIO E,I-E,NIE,NTO E,StrNCIAL DE I-A PLL]RAI,IDÁD Dtr INSTANCIA
249
LUlS Cr\STiLl-() (-( )RD( )\'A
250
lil. RITCURS( ) (-()\l() F.t.[II]'.NT() FISITNCIAI. Dtr l.A PI-L'R.ll.II)r\D DI: INSTAN(Ilr\
251
LUIS CASTILLO CORDOVA
2s2
t.-
F,I, RF,CT]RSO CON{O ELE,I!{ENTO ESENCIAL DE, LA PLURAT,IDAD DE INSTANCIA
(32) La referenciaa esta acción constitucional será indirecta siempre, en la medida en que, en estricto, se trata
de una acción constitucionalizada antes que una constitucional, debido a que su objeto de protección es
infraconstitucional (leyes y actos administrativos). CARPIO MARCOS, Edgar. "La acción de cumpli-
miento". En: CASTAÑEDA OTSU, Susana y ofros. Derecho Procesal Conslitucional. Tomo II, Jurista
editores, Lima, 2004, p. 963.
253
a
254
III- RII(.URS() (.()II() I:LEi\II:NT() F-SLIN(.1'\1. DIr L,\ PLUR,\LIDAD Dil I\S'fr\NCL\
255
LLIIS CASTILLO CÓRDOVA
256
l'.I. RLCL'RS() (-()trt( ) ELIrlllrNT() IISL'INCL\I- Dtl I-A PLL'R,\I-lDr\D DII lNS1'AN(-IA
257
LUiS (-i\STILI-() (l()RD( )\¡A
(37) Cfr. CASTILLO CORDOVA. Luis. "El Tribunal Constitucional como creador de Derecho Constitucio-
nal". En: SÁENZ OÁVUOS, Luis. El nuetp régimen procesal del amparo contra amparo en la juris-
prudencia conslifltcional. Cuademos de análisis y crítica a la jurisprudencia constitucional. N" 3. Pales-
tra, Lima, 2007 , pp. 48-7 4.
(38) Exp. N" 03908-2007-PA/TC. f. j. 8.
1:o¡ Íaem.
(40) Cfr. CASTILLO CÓRDOVA, Luis. "El adiós al precedente \.inculante a lavor del precedente". En:
Gaceta Cons¡ihtt'ional.Tomo 17, Gaceta Jurídica. Lima. mayo de 2009, pp. 95-109.
258
lrl. Rl'.(ll-RS() (.()Nl() L,l-l-INIUNT() l:SlrN(-1,\l- Dli I-A PI-L'R,A.l .ID,\D DIi INST,\NCL\
1a2) Dijo el Tribunal C--onstitucional que: "en la scntcncia recaída cn el Exp. N'02748-2010-PHC/TC, este
Tribunal Constitucional estableció que los procuradorcs pucden interponer el recurso de agrario consti-
tucional contra la sentencia estimatoria de segunda instancia en cualquier plazo. Al respecto, cabe señalar
que ello tue establecido en viftud dc posibilitar la revisión por pafte de este Tribunal Constitucional de
aquellas sentencias que indebidarnente fueron dcclaradas fundadas contra procesos judiciales o inves-
tigaciones prclimrnares en materia de tráfico ilícito de drogas. Sin embargo, esta regla no puede per-
maneccr sine die, sin el peligro de atentar scriamentc contra Ia seguridad jurídica. Es así que, habiendo
transcurrido un plazo prudencial dcsde la publicación de la relerida sentencia este Tribunal Constitucio-
nal adviefie que dcsde la techa de publicacion dc la presentc sentencia el plazo para la intcrposición del
rccurso de agrario es el previsto cn el aftícLrlo l8 del CP('onst.". Lxp. N. 032,+-5-201O-PHC/TC. f. j. 5.
(43) Con acicrto se ha expresado que "resultaría una rerdadcra paradoja que el Tribunal. que tanto criticó en
su día el recurso de agrar io a far or del precedente ). ahora pretenda imponer una postura mucho más
(.. .
radical que la promovida por su antecesora". SAENZ DAVALOS, Luis. "Dos instituciones procesales
novedosas en la jurisprudencia del Tribunal Constrtucional. El recurso de agravio especial en def-ensa
del artículo 8 de la Constitución ¡, cl recurso de apelación por salto a fbvor del cumplimiento de senten-
cias del Tribunal Constitucional". En. Gac'eto Conslitucional. Tomo 37, Gaceta Juridica, Lima. enero de
2l)ll.p.4l.
259
I,LIIS (-ASTII,I,o (-oRDo\A
Aunque sea muy someramente. merecen ser atendtdas las tres si-
guientes situaciones especiales. La printera tiene que \ er con la cuestión
de si una resolución de se_sunda instancia que declara nula la resolución
apelada debe ser o no considerada como una resolución denegatoria a
efectos de la interposición del recurso de agravio constitucional. La res-
puesta a esta pregunta admite la siguiente regla general: si se ha produci-
do efectivamente una situación de nulidad, no tiene justificación jurídica
que tal situación pase a ser conocida por el Tribunal Constitucional, de-
bido a que no podrá pronunciarse sobre algo que efectivamente no exis-
te por ser nulo. Sin embargo, y de modo general, es posible plantear la
siguiente excepción a la regla general: cuando sea posible justificar su-
ficientemente con base en razones fuertes que la segunda instancia ha
errado al decidir la nulidad de lo actuado, entonces, se ha de permitir la
(44) Esta deficlente argumentación presentada por el Tribunal Constitucional, permrte exclamar justificada-
mente: "Qué dil'erencia con aquella empleada cuando [el Tribunal Constitucional] creó el RAC a favor
del precedente en la sentencia recaída en el Exp. N" U4851-2004-PArfC". nUiZ MOLLEDA, .luan
Carlos. "El desarrollo jurisprudencial del RAC". En: Gacetd Constifttcionol. Tomo 37, Gaceta Jurídica.
Lima, enero de 201 1, p. 53.
tll- RICURS() (l()\I() Ilt-lillENTO Ir.SF.N(-ir\L DE L-\ PLL'tu\LIDr\D DL INSTANCIA
261
I-L IS (-,\S't]t-t_( ) (_( )RtX)vr\
(47) No acierta el Tribunal Constitucional cuando afimra que "este recurso scrá conocido por salto, lo cual
origina que la denominación propuesta en la RTC Erp. N" 000168-2007-Q/TC sea rariada por la dc
262
lil- RF.(-tlRS() (-()NIO Ill.L-\llrNT() IlSl:NCL\L Dlr L,\ PLL R¡\l-lDr\D DE INSTAN(IIA
'recurso de apelacrón por salto a favor de la ejecución de una sentencia del Tribunal Constitucional"'.
Exp. N'00004-2009-PA/TC, Lj. 11.
(4li) El recurso de agravio constitucional lc ha permitido al Tribunal Constitucional "(re)configurar su de-
rccho procesal Constitucional" (SOSA SACIO, .luan Manuel "Supuestos de procedencia del recurso
de agravio constitucional". En'. Gucetu Con.stitutional. Tomo 7, Caceta Jurídica. Lima, julio de 2008,
p. 424), reconfiguración que para su r"alidez.jurídica, cn ningún caso deberá implicar una invasión en las
lácultades del legislador orgánico.
(49) Erp. N" 0000,1-2009-PA/TC. punto -lb. dcl fallo.
(50) En este caso, el Tribunal Constitucional ha "clispensado trato prelcrente únicamente a las sentencias del
Tribunal Constitucional y no así a las sentcncias constitucit¡nales dcl Poder Judicial, cuando creemos
que cl n.ral de ejecución of'..t".n el lontlo a todas ellas". SÁENZ OÁVnlOS, Luis. "Dos instituciones
procesales novedosas en lajurisprudencia del Tribunal Constitucional. El recurso de agravio especial en
defensa del artículo 8 de la Constitución y el recurso de apelación por salto a favor del cumplimiento de
sentencias del Tribunal Constitucional". Ob. cit., p. 46.
(51 ) Exp. N' 0000.+-2009-PA/TC. punto 3c del tallo.
263
I-L]IS (_.\STII-I-( ) (_( )Rt)()V1\
264
a
tlt- RIr.(lt-RS() (-()\l() Iil-tr,\lIlNT() [SI:.\(.1'\1- Di] 1.,\ Pl-L.R'\l-ll)r\D DIl INS'l;\N(-IA
las dos salas del Tribunal Constitucional actuase como filtro de los recur-
sos interpuestos, y solo aquellos que cumpliesen con todas las exigencias
de procedencia, prosperasen para una decisión sobre el fondo(ss).
(55) Así dijo el Tribunal Constitucional: "se propone que una de las salas que lo integran se encargue de
revisar y dcterminar la proccdencia de los RAC [recurso de agravio constitucional] interpuestos. Los
magistrados del Tribunal Constitucional constituidos cn Sala o Pleno revisarán los recursos respecto de
los cuales exista duda. discordancia o impliquen un caso diflcil, asi como los casos que merezcan un pro-
nunciamiento sobre el fbndo, y aquellos recursos que flndamcnten fáctica yjuridicamente la neccsidad
dc una variación del precedente vinculante vigente. Las Salas o el Plcno resollerán, en consecuencia,
solamente aquellos recursos quc hayan pasado por este nuevo filtro de procedencia". tbídem, L j. 25.
(56) Para un análisis dc la dudosa legitimidad del Tribunal Constitucional como refbrmador de un proceso
constitucional. r'éase CASTILLO CORDO\A, Luis. "El recurso de agravio constitucional". En: Actuali-
dad.lurídit:a. Tomo 15.1, Gaccta.lurídica, Lima, setiembre de 2006, p. 147.
(57) Texo según modificatoria establecida por la Resolución Administrativa N" 031-2006-P/TC, publicada el
2 dc marzo de 2006.
265
EI recurso de agravio constitucional y
los vaivenes del Tribunal Constitucional
INTRODUCCIóN
(*) Abogado constitucionalista. Socic¡ del Estudio Jurídico Torres Buslamante & asociados.
267
I It:IIRF.RT( ) T()RRES IIL'STr\NL\\TI
(l) Con Ia prolnulgación dcl Código Procesal Constitucional (CI'Cons1.), a la acción de cumplimiento. así
como a las demás acciones constitucionales se lcs pasó a denominar procesos constitucionales (primera
disposición ñnal del CPConst.).
I
Irl- RF.CURSO DII ;\(;RAYIO (-()NS'l"lTL'(-iON,\l- Y L( )S V,\I\'[INf]S l)lll-'fRItsLINAL
269
HUNItsIIRT( ) T()RR]1S BLISTAT\IANTt:
(2) TORRES BUSTAMANTE, Humberto. "Un punto de quiebre en el Tribunal Constitucional". En: GoceÍa
Constirucional. Tomo 29, Gaceta Jurídica. Lirna, mayo de 20 I 0, p. 3 I 5.
270
I]I- RI]CURSO DF, AGfu\\'IO CONSTITUCIONAJ- Y LOS \AIVE,NE,S Dtr], TRIBUNAI,
prohibían este tipo de sentencias. Nos referimos, por ejemplo, a los due-
ños de buses camión que siguen operando pese a haberse prohibido su
uso por el propio TC; a las empresas pesqueras las cuales a pesar de no
contar con la licencia respectiva pescan en épocas de veda; a las discote-
cas que reabren sus puertas a pesar de haber sido cerradas por la autori-
dad municipal por no contar con licencia o no cumplir con noffnas de se-
guridad, etc."(3).
(3) RUIZ MOLLEDA, Juan Carlos. "Creación del recurso de agravio constitucional para garantizar el res-
peto de los precedentes vinculantes expedidos por el Tribunal Constitucional". En: Pale.stra del Tribunal
Constitucktnal. N'2. Vol. 5, Lima, p. 3.
271
HUNIBIIRT( ) T( )RRIIS BL'STA\L'\NTE
Más adelante, citando a otro autor, refiere: "Pero la esencia del Dere-
cho consiste en una interacción de principios objetivos y subjetivos que
se compenetran materialmente los unos con los otros. El derecho objeti-
vo y el Derecho subjetivo constituyen los dos polos 'que están en la es-
fera del concepto de Derecho', 'las dos dimensiones del Derecho, pura y
simplemenla"'(5).
(4) HÁBE,RLE, Peter. Za garantíu tlel conteniclo esencial de los dercchos.fundumentules en la Le¡ Funda-
menfal de Born. Dykinson, Madrid,2003.p.71.
(s) Ibídem, p. 76.
272
t--
I
hl- RII(-I 1{S( ) Dfl .\(;RAYIO (.()NSTITUCI()N,'\1 . Y LOS V]\IVE\llS DLll. TRIBUNT\I-
(6) STC Exp. N'0023-2005-AI/TC" t j. ll y STC Erp. N" 0'1853-2004-AAiTC. En: <§u'u.tc.gob.pei
j urisprudenc ia>.
273
HtrlItsERT( ) TORRITS BUSTAXIANTE
274
F.L RITCURS() I)L. .\(;-L\\'I( ) C()NSTITUCi()N,\L Y I-()S \¡,\IYIINlls DFIT. TRIBL'N,\I
I
Por esta razón, el TC se vio obligado a habilitar una Yez más las
puertas de1 Tribunal via el RAC, para conocer el cumplimiento de las
sentencias. El Derecho Laboral era un lugar común donde se podía per-
cibir el incumplimiento de las sentencias cuando de reponer a un traba-
jador en su centro de laborales se fralaba. Por ejemplo, en algunos casos,
el mandato contenido en la sentencia ordenaba que al demandante se le
reponga en su centro laboral como trabajador y a plazo indeterminado
con todos sus beneficios, mientras que la orden dada por el juez ejecu-
tor disponía la reposición como locador y sin beneficios. En otros casos,
se ordenaba la reposición de manera inmediata y el juez ejecutor, "coin-
cidiendo" con la parte empleadora, postergaba el reingreso del trabaja-
dor hasta que esta crease laplaza para su reincorporación, 1o cual muchas
veces no se concretaba. En otros casos, sencillamente el mandato cons-
titucional era distorsionado de tal manera que el trabajador se veía obli-
gado a iniciar un nuevo proceso de amparo para cautelar lo que ya había
sido cautelado.
275
HLTNIBF.RT( ) 'I ()RRI1S RL S'f,\NIANTt.l
276
F.L RtiCLIRS() Dll ACiRr§'I() C()NSTITLICIONAI- Y I-()S \',\iVF.NF,S D}IL TRItsL N.\l
277
F{L]NÍBE,RTO'TORRI]S BL]STA\L{NTTI
278
I,ll . RF,(.trRS( ) DIi AGRAVI() (-ONSTITUCIONAI- Y LOS \AIVLNES DtrI- TRIBUNAL
(13) TORRES BUSTAMANTE, Humbeno. "En defensa del abogado y de su ejercicio proflesional: A propó-
sito de una peligrosa tendenciajurisprudencial del Tribunal Constitucional". En'. Gaceta Constitucional.
Tomo 36, Caceta Jurídica, Lima, diciembre de 2010, p. 36.
( l4) Ibídem, pp. 36 y 37.
279
HL IIBIIRT( ) T()RRlr.S BtTSTANIT\N-I 11
Al
respecto, y en uno de nuestros aftículos sostuvimos que: "[L]o
primero que cabe destacar es que, en verdad, 1o que el TC denominó
como ECI fue una situación generada por una ley, lo cual fue conegido
mediante exégesis constitucional. En este caso hubiese sido más adecua-
do plantearse una autocuestión de inconstitucionalidad, como existe en
España, y declarar la inconstitucionalidad de la ley y no así recurrir a la
situación de hecho inconstitucional que, como acabamos de ver, es una
institución muy distinta y está hecha para cuestiones más trascendentales
como fallas en la estructura del sistema o de la política pública del Esta-
do, falla en la estructura interna de una entidad pública o a la manifiesta
falta de voluntad política de las autoridades"(t5).
(17) TORRES BUSTAMANTE, Humbeno. "Represión de actos lesivos homogéneos: Una institución cn
construcción". En Reyista.Jurítlictt del Pet ú. N' l2l. Gaceta Jurídica, Lima, marzo de 2011, p. t{,1.
281
[-
HUllBnRT( )'f( )RRF.S RI r ST,\ \Ir\NTF.
(18) Ya para flnales de 2008, l'echa en la que tuvo lugar el pronunciamiento sobrc el caso El Frontón, solo
quedaban dos ma-qistrados del anterior colegiado que posibilitó un desarollo en la ciencia procesal del
Derecho Constitucional: el magistrado Landa Aro¡ro, quc mantuvo una posición consecuente en esta
sentencia con su voto singular y el magistrado Vergara Gotellr, quien sí cambió de posición sin hacer
motir,'ación alguna.
282
i-ll. Rtr(.1'RS() DI: .\CIRA\¡I() CONSTITUCI()N,\T. Y I-()S \i\IYIT.NITS DIIL TRIRL:Nr\l-
283
I IU\lBhRT( ) TORR|S BUSTAI.IT\NTII
285
Ht,\IBllRT( ) T( )RRlrS BUSTAtrf ANTL
286
EL RIT.CL'RS() L)l:. A(]R,\\/I() (-()NSTII'L'Cl()r-r\l- Y I-()S \rAIYirNIlS l)lij- TRIRL'\IAL
287
I IL.I i\IRF,RTO TORRFT,S BL'ST,\ i\IAN'TII
2BB
I'll. RFI(11'RS() DIr. A(;R,\\rI() C()NSTITI-'(-I()N,\L Y l.()S \AIVIINITS I)EL TRIBL NAL
Sería legítimo acaso preguntamos del por qué del viraje. Será acaso
que descubrieron que los jueces y magistrados del Poder Judicial, en el
ejercicio de su función jurisdiccional, muchas veces, expiden sentencias
de dudosa calidad jurídica o de cuestionable raigambre constitucional,
289
HU\ltsllRT( ) T( )RRITS RUS'f,\\lr\NTE
que requieren de control constitucional. Pero de ser así, por qué limitarlo
a un solo tipo penal, cuando existen otros bienes jurídicos como la lucha
contra la comrpción o la violación de los derechos humanos o los dere-
chos de los trabajadores, de los consumidores, etc., que también requie-
ren de control constitucional, frente a la eventualidad de cuestionables
sentencias del Poder Judicial.
Sin embargo, este gran deseo dista mucho de coincidir con la reali-
dad. Conforme al Documento de Trabajo N" 45 del IDL - Consorcio Jus-
ticia Viva, más de Ia mitad de las sentencias que obtienen la condición de
firmes no se ejecutan. "Según cifras autorizadas, en el año 2003, siete de
cada diez sentencias del Poder Judicial en ejecución no se cumplieron y
en el año 2004la cifra se redujo a seis"(r6).
(26) RUIZ MOLLEDA, Juan Carlos. "EI RA(' y el derecho a la cjecución de sentencias constitucionales: A
propósito del recurso de apelación por salto a faror de la ejecución de sentcncias del TC". IDL-Consor-
cio .lusticia Vir,a, Documento dc Trabajo N" .15. En: .,lttuulidatl Juridica. Tomo 204, Gaceta Juridica,
Lima, noviembre de 2010. pp. I5-25.
290
III- RIjCURS() DE ,\GRA\¡IO C()NSTITUCIONAL Y LOS \AiVL,NES DL,L TRIBUNAL
Hay varias razones para explicar ello. En primer lugar, el rol que le
compete al TC en un Estado Constitucional de Derecho; y, en segundo
lugar, la legitimidad que va adquiriendo el TC en la sociedad a través de
sus sentencias.
(27) MONTERO AROCA, Juan. Derecho.juri.sdiccional, citado por LANDA ARROYO, César. En: Autono-
mía procesal del Tribunal Constitucional. p.78.
291
HL-:XIBT]RTO TORRF,S BL]S'I'I\\I/\NTIl
292
F.I. Rl'l(lt. RS() DI: ,\Cltu\\'I() (-()NSTITU(-I()\.\1. \'L( )S VAIVL\hS Dht- TRIBI.N,\I-
Pero no solo ello. Si bien, como acabamos de ver, el tránsito del E,s-
tado de Derecho al Estado Constitucional de Derecho supuso el paso de
la ley a la Constitución y, por lo tanto, el "sometimiento" del legislativo
y la Administración a la jurisdicción; con el surgimiento de la jurisdic-
ción constitucional no solo quedan "sometidos" estos poderes a la juris-
dicción ordinaria, sino también, y lo que es particularmente importante,
todos ellos -incluido la jurisdicción ordinaria- quedan "sometidos" a la
jurisdicción especializada, es decir, a la jurisdicción constitucional.
293
HUNIBITRT( ) T( )RRF,S tsUS"I Ar,f ANTE
294
IrL RIICITRS() DE AC}R,\\'I() CONSTITL.(-l()N/\I- Y L()S \''AIVIINLS DI:L TRIRL'NAL
que este tenga, dada su condición de poder del Estado, la facultad de de-
fender su propio presupuesto sin que el Ejecutivo tenga la posibilidad de
modificarlo, recoftándolo en muchas más veces.
Esta es, pues, la magnitud de los problemas que tiene que afrontar el
TC. Sin embargo, y a pesar de que la demanda fue estimada, en la prácti-
ca no se ha podido dar cabal cumplimiento a lo dispuesto en la sentencia,
y así podemos percibir que cada año en que se acerca el periodo de discu-
sión presupuestal, el Poder Judicial acude a tocar las puertas del Ejecuti-
vo (Ministerio de Economía y Finanzas) para poner a su consideración la
( 34) STC Exp. N' 004-2004-CC/TC, t'undamento de r oto del nragistrado Conzales Ojeda, f. j. I
295
HI-lNItsIrRl'( ) 'l ()RRtrS BtiSTI\NL\NTII
296
Irl . Rl--.(ltlRS() DE ,\C;tu\\'l() C()NSTITLICIONAI- Y I-OS \AIVtrNIlS DL,l. TRItsUNAL
(40) TORRES BUSTAMANTE. Humberto. "Un punto de quiebre en el Tribunal Constitucional. La deroga-
toria del recurso de agravio constitucional a favor del precedente". En: Gaceta Constitutionol.N" 29.
Gaceta Juridica, Lrma, mayo de 201 0, p. 32 I .
297
IILIr\IRl:RT( ) T( )RRIIS BL-STANL\NTII
298
-
t,t R.t:( t RS() l)1,. \(;R.\\'l()(.()\sTl'It (.t()\.\1.\'l.()s\'\lVlr.\l 5l)1.1.'tRIlll.\.\1.
(-1.1) Ilesolucirin .lcfirtulal \" 0l I-l(X)6-.1-()(' l\l \ P.l dcl -1 rlc ahrl dc 1006.
(.+5) 'fORRES Bl.IST\\lr\N'l ['.. IIumhcrto. 'L n pLlrto de c¡uichre'cn c'l TrihL¡nal Constitt¡cional. La deroqakr
ria ticl rccrrrs,r clc anrar ii, eonstitLtcional ¡ l:rr or tlcl preee(lcnlc". t )h. cit.. p. -i1li.
299
HUXIBF,RT() TORRIIS Bt. STI\NÍANTL,
300
t1l . RI:(lt'RS() l)l- ¡\(iR,§¡I() C()NSTITUCI()N;\l- \' L()S \rr\IYLrNlrs Dtrl. TRIBUNAI-
(46) Ampliamente tratado por el autor de este trabajo en la edición de Rells¡a Jurídica del Perú. N' 118,
Gaceta Jurídica. Lima. diciembre de 201 0.
301
Ilt \tlll .lt'I1) l'( )Rltl:S llt S'l \\l \\'l l
sentencias entre otras. que sería ya muy extenso de tratar en cste traba-
jo- logra todo lo contrario. Por ello, cada vcz son mayores las institucio-
nes de la sociedad que comienzan a rnirar con cierta desconfianza al Tri-
bunal, tendencia que de no modificarse. conllevaría a la ineficacia de sus
propias sentencias.
Pero desde el punto de'n,ista procesal, rnás allá de las novedosas insti-
tuciones de la represión dc actos lesivos homogéneos y la declaratoria del
estado de cosas inconstitucional. no existía nada realntente ef'ectivo. Se
creó, entonces -como ya se vio , el recurso de agravio constitucional a
302
IrI- Rli(-L.RS() I)Ir..\()tu\\'l() (-()\STITL'(-l()N,\l- Y l.()S \'.\iYE\l:S I)Hl-'I'RIRL'\¡\1.
303
t-
INTRODUCCIóN
305
\1.\t'l{( ) .\l.l:1.\\t)R( ) I{l\'\S .\l-\'.\
306
L \ (.l{l: \(-l( )\ l)l;1. Rtr(.t R.S() l)1,. .\PI:l. \(.1( )N lr( )R S \l-l'( )
307
NI-\L'R() AI-tilr\NI)R() zu\i\S AI-\'A
(2) Los antecedentes aqui expuestos corresponden al estudio realizado por ESPINOZA ESPINOZA. Juan.
Derecho de h responsabilidatl civil. Cuafta cdición, Gaceta Jurídica, Lima, 2006.
(3) En lo que concicrne a la inembargabilidad de los biencs del Estado, el artículo 2 de la Ley N" 26756 se-
ñalaba que: "Solo son embargables los bienes del Estado que se incluyan expresamente en la respectiva
ley". Esta norma tüe declarada inconstitucional en la parte que contienc el adverbio "solo", quedando
subsistente este con la sigurente redacción: "Son cmbargables los biencs del Estado que sc incluyan ex-
presamentc en la respectiva ley".
308
I,,\ (]Ri1,\Ci(IN Dtll- RI]CL RSo DI] APTJLA(-ION POR SAI:TO
(s) Cabe señalar que la Def'ensoría del Pueblo, mediante Resolución Def'ensorial N" 009-2002/Dt) del 6 de
marzo de 200j, exhortó al Presidente del Consejo de Ministros a promover la derogación de los Decretos
de Urgencia N"s 136-2001, 019-2001 y 055-2001.
(6) El primer párrafb del artículo 42 de esta norma también sería objeto de un proceso de inconstitucionall-
dad por parte del Tribunal, en la parte que contenía la expresión "única y exclusivamente". (Dicha norma
señaiabaque: "Las sentencias en calidad de cosajuzgada que ordenen el pago de suma de dinero. serán
atendidas única y exclusivamente por el pliego presupuestario en donde se generó la deuda (...)".
309
\l \L tt().\t.l .l \\t)R() R.l\'.\s \t.\ \
AB.'\D Yt,t'ANQLIl. Santtrel. "('uando ci Estado nu cunrple: F-l dilíci1 canrino para c'iccurar una scnlclr-
cia". En: I)cltutt, l)elan.sot l¿¿1. N" -5. [)cl'ensorí¡ tlcl Puel¡lo. ]()0-1.
Lrn análisis de la inctustitttcionaliclad clc las medidas lcuales rigentcs en el ortlcnantiento v que ¡lectan
al dereclro a Ia cf'ectrridad tle las resolucioncs.judicialcs ¡rucde errcontrarse en el Intirrntc N" I9 de la
Defénstrría del Pucblo: lncunplimit'nlo tlt' .scntt'nt iu.; ¡trtr pLtrtt tlc, lu ,ltlmini:ttut it)n ¿stutttl. [in: .-l u u.
dcfensoria.gob. pc-,.
310
L\ (.RI:.\(.1()N I)l:l- Rlr(-L RS() I)l'1 .\PIrl.,\(.1()N P()R S.\¡.T( )
Ello tendría que ver con el hecho de que, para el TC. el recurso de
agravio constitucional no solo procedería contra la resolución desestima-
toria de segunda instancia, sino también contra sentencias estimatorias
cuyos efectos no brinden protección adecuada al derecho. Más allá de
ello, 1o interesante es observar cómo el TC se ha valido de esta interpre-
tación a fin de lograr la efectividad de las sentencias.
311
NI]\L R() ALI.IANDR() Rl\i\S r\L\i\
312
l.A (-RE,\(-i( )N 1)l-ll. Ri'.(-LiRS( ) Dll ,\l)ll1-r\(-l()N P( )R S.'\l .T( )
3. Conclusiones preliminares
De lo dicho hasta aquí es posible observar que el TC ha buscado ga-
ranfizar la plena vigencia del principio-derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva mediante una serie de fallos bastante cuestionables respecto a
sus facultades interpretativas y, más aún, configurándose como un orga-
nismo creador de normas procesales. Es en este marco en el que se inser-
ta el denominado "recurso de apelación por salto".
313
NL\URO AI-trJANDRO RI\AS r\L\/r\
314
L,\ CRII,\CI(.)N DEI RIiCLTRS() Dtr APF.L¡\(-I()N P()R S,\I-T()
315
NIAL]RO ]\I -]]JANDRO RI\i\S AI,\,¡\
316
1..\ (]RI1A(ll()N Dlll. RF.CLRS() DI1 I\PIII-A(-I()N P()R SAI.T()
(ll) Prueba de ello es el hecho de que aquellosjuristas que dclicnden la autonomia procesal la presentan
corllo un concepto que siempre ha guiado Ia argumentación del TC. Así, por ejemplo: "Si bien el Tri-
bunal incorpora el principio de APC e.rprcssis verbis por primera vez cn el caso Anicama y en el caso
Hoja de coca de agosto de 2005, en realidad. tal principio ya había sido practicado antes". MENDOZA
ESCALANTE, Mrjail. "La autonomía procesal constitucional". En: Gucela del Tribunal Constifucional.
N'4, Lima, octubre-diciembre de 2006. p. 5. Disponible en la Internet en <w\\'u/.consultoriaconstitu-
cional.com>. Un razonamiento similar se desprende del amiculo escrito por LANDA ARROYO, César.
"Autonomía procesal del Tribunal Constitucional". En: Justicia ConsÍitucionttl. Revista de Jurispruden-
cia y Doctrina. N'.1. Año I[, Lima,2006; en el que se citan diversos fallos del TC] con el objeto de
ejemplificar el uso de la autonomía procesal, no habiéndose hecho mención explícita de dicho concepto
cn lodos los prununeiamicnlos.
317
XL\UR() Al-lr.lANDR() RI\AS AI,\A
Tres son las posturas que, a nuestro juicio, se deslindan como conse-
cuencia de responder de distinta manera a estas interrogantes. Pasaremos
a mencionarlas a continuación.
318
a
En esa línea, Landa Arroyo afirma que: "En suma, si bien delimitar
con precisión el contenido de 1o que se ha venido a llamar 'autonomía
procesal' no es una tarea sencilla, podemos considerar como rasgos ca-
racterísticos de la misma el que este reservada al Tribunal Constitucional,
en tanto Supremo Intérprete de la Constitución. En virtud de la cual, ante
las antinomias y lagunas del Derecho, el Tribunal tendrá la posibilidad de
desarrollar o reconsttuir las normas constitucionales, sustantivas o proce-
sales, objeto de aplicación, cuando los métodos tradicionales de interpre-
tación e integración del derecho se demuestren insuficientes para llevar a
cabo las tareas que le son propias, en el ejercicio de sus funciones como
Supremo Intérprete de la Constitución y, en última instancia, como voce-
ro del poder constituyen,."tt0) (el resaltado es nuestro).
319
r\L\LrR( ) Al -l :li\\D1{() RI\¡r\S r\l-\'A
( l8) Ibídem. p. 3.
320
L.{ (-RF.,\(-l()N l)F.l . Ril(-L RS() I)L ,\PI:l.r\(lI()\ P()R S¡\I.T()
321
NL\L R() r\t_UIANDR( ) RI\AS ,\1.\.i\
(22) ABAD YUPANQUI, Sarnuel. "La creación jurisprudencial de normas procesal". En'..lustic'ia Constiru-
¿'io¡ral. Revista de jurisprudencia y doctrina. N" 4, Palestra, Lima, 2007, p. I 3.
322
I-.\ CRI:]AC]I()N DFII- RIr(.LrRS() DF. ,\PhL,\(.I()N P()R S,\llT()
(23) AI respecto, puede verse RIVAS ALVA, Mauro Alejandro. "EI control de las omisiones inconstituciona-
les por el Tribunal Constitucional peruano: Rcflexiones en tomo a una sentencia". F.n'. Derechr¡ v Socie'
N" 32, Año XX. 2009, pp. 335-348.
¿/a¿l.
323
Nl.\L R() r\l-I!.JANDR() RIVAS ,\J-\¡r\
Por tal motivo. es necesario rer isar el firndamento juridico que ampa-
ra al TC en la instauración de este nue\ o recurso.
(24) Un recuento del contenido de cada uno de los dcrechos constitucionales Í-avorecidos por el recurso de
apelación por salto puede hallarsc en: RUIZ MOLLEDA, Juan Carlos. "El RACI y el derecho a la ejecu-
ción de las sentencias constitucionales: a propósito del recurso de apelación por salto a lavor de la eje-
cución de sentencias del TC". En: INSTITUTO DE DEFENSA LEGAL - JUSTICIA VIVA. Documento
de Trabaio. N" 45, 2 de diciembre de 2010. Disponible en Ia Internet en: <http://*,wn justrcrariva.org.pr.
wcbpanelldoc trabajo/doc02l220l0-13.101 -j.pdf}.
324
a
325
NIAt-rR() AI-IIJANDR() RIVr\S,\l-\'A
326
1-A (-Rii'\Cl()N DIrl- RI'ICL'RS() DL,\PIll.,'\CI()N P()R S,\l:f()
Dicho esto, el primer paso para llenar la laguna procesal era verifi-
car la existencia del Derecho supletorio, siendo imposible la integra-
ción en ese sentido, pues actualmente no existe norma jurídica vigente
que establezcala figura de la impugnación por salto o una figura proce-
sal similar(28). En defecto de ello, era necesario verificar si el vacío podía
ser llenado a través de una interpretación extensiva, método que tam-
poco resultaba eficaz en el caso concreto, debido a que tampoco existía
una norrna que lograse llenaq de manera cercana y satisfactoria, el vacío
(28) Debcmos precisar que si bicn el recurso dc apelación por salto se encontr(r regulado en ei artícrrlo 189
del Código Procesal Civil, este lue eliminado a raíz de las refbrmas destinadas a perl'eccionar el recurso
de casacitin. Además, aun cuando dicha nonna hubiera cstado vigentc, el tenor literal de esta no tenia
por objeto salvaguardar derecho alguno, sino clue se basaba en el acuerdo de las partes a fin de agilizar
el proceso en su beneficio. A la letra señalaba lo siguiente: "Procede el recurso de casación contra las
sentencias de primera instancia, cuando las partes expresan su acuerdo dc prescindir del recurso de ape-
laclón, en escrito con lrrmas lcgalizadas ante el secretario dejuzgado".
327
NL\1-R( ) .\l.l :f I\NDR{) RI\'.\S ¡\L\',\
No obstante. pese a que los tallos del TC' pLredan considerarse fuente
de Derecho, en este caso. consideramos que no es posible hablar de ana-
logía, en la medida en que a trar és del recurso de apelación por salto se
está optimizando el acceso a la justicia (al buscar un pronunciamiento rá-
pido y directo), mientras que en la STC Exp. N'05561-2007-PA/TC se
está recoftando dicha garantía. Además de ello, la STC Exp. N'05561-
2007-PAITC no tuvo por objeto crear algún mecanismo procesal, razón
por la cual la analogía no es pasible de ser usada.
328
LA CREr\(lI()N DBL RE(.URSO l)ll ,\I']El-r\(.1()\ P()R S,\Uf()
CONCLUSIONES
329
a
INTRODUCCIóN
1*) Abogada cum laude por la Univcrsidad Femcnina del Sagrado Corazón - Unilé (Lima,1003). Doctor¡do
en Derecho Politico - UNED lMadrid. 1007). Catcdr¿itica de los curst¡s dc Derecho lnternacional Priva-
do 1, Derecho Intcrnacional Público en la I'acultad de Derecho dc Ia Unilé (Lirna.20ll). Abogada dcl
Dcpartanrento de Rcgulacitin cle la Supcrintendencia de Banca, Seguros yAFl'(Linia,20l l).
331
I.ABI()I,A C;ARCIA NTtr,RINO
(l) Se denominan así a los procesos constitucionales que tienen por objeto inmediato defender los derechos
fundamentales de la persona frente a actos, omisiones o amenazas provenientes de cualquier autoridad,
funcionario o persona como ocurre con el hábeas corpus, el amparo, hábeas data y, en cierta medida, con
el cumplimiento. El proceso constitucional de la libertad es un proceso en el que prima los objetivos de
la parte reclamante. La finalidad o fondo del proceso se sobrepone en la lorma en la que este se tramita;
si hay conflicto entre la lorma y el fondo prevalece este último, porque lo principal es que los derechos
vulnerados o amenazados retornen a su estado original.
332
RECURSO DIr,\Gtu\\rIO IIN I-'AVOR DEL ORDEN OBJIITIV() CONSTITUCI()NAL
333
I;ABIOl ,,\ (I,\R(]I,\ \ItiRI\O
(2) Rccogida en el articulo VI del (iódigo f'rocesal ('onstitucional. segiur el cual "ios jucces intcrpretan y
aplican las leycs o toda norma con rango de ley 1' los rcglamentos según los preccptos y prineipios crrns-
titucionalcs, cr¡ltfbrme a la inlc.rpretaci(rn dc los nrismos que resulte de las rcsoluciones dictadas por el
propio Tribunal Constitucional".
(l) Rcconocidr¡ en el artículo !'ll del C(rdigo Procesal Constitucional. se,cún el cual "las scntcncias del
Tribunal Constitucional que adtluieren la au«rridad dt- cosa.juzeada constituyen prcccdcntcs rinculante
cuando así lo erprese la sentencia. precisando el extrcnto de su el'ecto nortnativo'^.
(4) Prc¡ceso constitucional de amparo interpLresto por el Dircctor Regional de PesqucrÍa de La Lihertad
conrr¿r la resolución experlda por la Sala de Derecho Constitucional -v Social de la Cone Suprema dc
J ustic ia.
Rccurso de agr¿lio conslitucional inlcrpuesto contra la scntcncia erpedida por Ia Scrta Sala l)enal para
Procesos con l{eos Lil¡res de la Corte Superior dc Justicia de Linla por la quc se cleclaró f'undada Ia
demanda dc hábeas colpus que solicitó se tleciare la nulidad de la Ejecutoria Suprenta en el extremo cluc
declaraba nula la sentencia que ahsohiri al (lcnrandante del iielito tlc trálico iiícito de ilrouas (TID) ¡'
orclenat¡a sc realice utt nucrojuicio oral.
334
RIi(lLrRS() l)I: r\Cllt,\\'I() lr.N Iir\\'()R DIrl- ()ltDEN ()BIETI\'() (-ONSTITL'(-I()N,\I
Este caso es quizás el que más nos devela cómo el Tribunal Consti-
tucional toma o tiene que adoptar medidas que lindan ya no con interpre-
tar o completar las nolrnas procesales, sino prácticamente con modificar
el CPConst., con sentencias que tienen rango normativo (no rango de ley,
pero sí rango normativo).
335
I.ABIOI-A C;ARCIA NÍF]RINC)
336
I RL,CURSO Dtr AC}R,\\'I() LN FAVOR DEL ()RDI1N OBJFT]'I\'() (-()NSTITL'CI()NAL
(7) Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Luis Sánchez Lagomarcino Ramirez contra la
resolución de la Cuarta Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos cn Cárcel de la Corte
Superior de Justicia de Lima, su t-echa 2l de febrero de 2005, que declaró fundada la demanda tle hábeas
corpus.
337
t:r\lJi( )1.:\ (;.\R(_1,\ \ll:l{1rr,..( )
338
Rl:(.LRS()i)l \(;lt\\'l()l\irü()Rt)Iil.()Rl)j'\()l:ili"l j|L)r'()\S'l'll'i(.1(jl\\l
339
FAR]OI,,\ C;I\RCÍ,\ \II]RINO
340
RI.ICURSO DIi r\(;R,\\'l() F.N Fi\V()R DEL ()RDti¡.- ()BIF.TI\'() (-()NST.r|UCI()N'\L
Como dice Arthur Kaufmann "una verdadera teoría del Derecho na-
tural solo es posible donde el Derecho se concibe como una realidad sub-
sistente por sí miSma, independiente por su propia esencia de nuestra vo-
luntad y nuestro pensamiento".
(S) KELSEN, Hans. Teoría General del Estado. Editora Nacional' México. 1979, p. 76 y ss
341
I,\llt( )1. \ G \it(.1.\ \il:l{tN( )
En fin. por eso cabe tantbién proponer desde un principio una pers-
pectiva diferente. ob.jetiva, a la hora de considerar los derechos funda-
mentales. Pero una pcrspectiva clue arranque no del Derecho natural, sino
de la Constitución como norma sLrprema del ordenamiento en la que se
conticnen los derechos fundarnentales. De ese modo se subordinan los
derechos, incluso fundamentales. a la objetividad prodr.rcida por el poder
constituyente. sin abrir un espacio de tensión entre el ordcnamiento ju-
rídico objetivo encabezado por la Constitución y unos derechos subjeti-
vos anclados ciertamente en ella. pero equiordenados a esta. Situados así
"dentro" del ordenarniento jurídico objetivo y, por cierto, en su cúspide,
los derechos fundamentales bien pueden tener los caracteres propios de
un derecho subjetivo: pero actuarán igualmente como normas orientado-
ras dcl ordenamiento jurídico en su conjunto.
(9) C'HA\1OR-RO UtrR)'JAL. Francisco. Ltt rtirr,lu jrrtlititrl tltt¡it'u. Bosch, Barcekrna. I994. p.303.
(10) STC Erp.\"01)15-2()()l-ALTC'. I:rp.N"l){)16-l{)01-AI'T('¡ Erp.\"00+-2(X)l-ALrl'C(acumulados). 1..1.8.
(J l) Ibidern. i..j. 9. Para fcll C'olcgiaclo. el derecho a la tutcla.jurisdrccional cs ''un atrihuto sLrb.jctiro que
cotnprcntlc una seric dc dcrcchos. entre krs que destacan el acccso a la .justicia. cs decir. el dere-
cho dc etralquier pcrson¿l tlc prot.ttoler la actividad .lLrrrsdiccional del Estado, sin que se le obstrula.
342
RL(.1-RS() l)1..\(;R \\'l() t.\ lr-\\'( )R 1)l:l . ( )Rl)1.\ ()UIl;l I\'( ) (.()\S'l l'fl (.1()\,\l
impida o disuada irrazonablemcnte; v. conro quedó tlicho. el clerecho a la el-ectividad dc las rcsolucioncs
.judicia Ies".
( ll) Constitución española
Artículo ll8,-
Es obligado cuniplir las sentencias ¡' tlcm/rs rcsoluciones llrnrcs dc krs.jueces v tribunales. así conro pres-
tar la colaboración rcquerida por eslos en el curso dei proccso y- cn la c.jccucirin de lo resuclto.
(ll) GON-ZÁLES pÉnpZ. Jcsúrs. Á/ tlctct'ho u ltt tttÍt,lt jurislittionol. Scguntla cdicitin. Ciritas. NIadnd.
lQilQ n )lr
343
Ii\BIol-A C;ARCIA \,IF,R]NO
(16) STC 3211982 del 7 de junio de 1982. Citado por CO1'-ZÁLES PEREZ, Jesús. Ob. cit., p. 228.
(I 7) STC 2611983 del I 3 de abril de I 983. Citado por CONZÁI-ES PÉREZ, Jesús. Ob. cit., pp. 228 y 229.
(18) STC 9/1981 del 3l de marzo clc 1981. Citado porGONZÁI1SpÉPp.Z, Jesús. Ob. cit.,p.229.
(I 9) STC Exp. N" 001 5-2001-AI/TC. Exp. N" 00 I 6-200 I -AI/TC y Exp. N' 004-2002-AI/TC (acumulados). f. ¡. 12
RITCURS() I)E ¡\GR-\\'1( ) I'.N Il\\¡()R DF,I- ()RDIIN ()BJITTI\'( ) (-()NSTiTL (-l()NAI
(20) CANALES, Clarolina. "La cficacia de las sentencias del Tribunal Constitucional". En'. GaceÍa del Tribu-
nal Constitucionr¡l. N' 6, abril-junio de 2007, p. 2 1.
(2I ) Resolución de aclaración de la STC Exp. N" 0006-2006-PCC/TC, f. j. 7.
345
t,AB]O],4 C}ARCI,\ \I}IRINO
Por otro lado. el ar-tículo l.l del mismo cuerpo normativo precisa que:
346
RIi(.1 RS() Dl'. ,\(lR;\\'i() F-.N I"r\\'()R DIjL ()RDIIN ()BlF.Ti\() (l()NSTITL'CI()Ni\L
(24) Sentencia de la Corte Interamcricana de Derechos Humanos cn el caso Ximenes Lopes. Ercepción prc-
liminaq srrpra nota 3, párafo .l; caso Palarnara lribarne, supro nota 25. párrafb 184; ¡', caso Acosta Cal-
derón. Sentencia del 2.1 dejunio de 2005, Serie C N" 129, pánalo 93. Citada por la sentencia de f'echa
7 de febrero de 2006 expedida por la Coftc lnteramericana de Derechos Humanos en el caso Acevedo
Jaramillo y otros. párralb 213.
(25) Sentencia de la Corte Interamericana en el caso l9 Comerciantes, supra nofa 6, párralb 192; caso Baena
Ricardo y otros. Competencia,supra nota 7. párrafo 77; y, caso Maritza Urmtia. Sentencia del 27 de
noviembre de 2003, Serie C N' 103, párrafb ll6. Citada por la sentencia <le f'echa 7 de f-ebrero de 2006
expedida por la Corte lnterantericana de Derechc¡s Humanos en el caso Acevedo Jaramillo y otros, párra-
lo 213.
(26) Sentencia dc la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Cantos. Sentencia del 28 de no-
viembre de 2002, Serie C N'97, párafbs 59 y 60; caso de la Comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni.
Sentencia del 31 de agosto de 2001. Scrie C N'79. párrafb 135; y, caso Durand y Ugarte. Sentencia del
l6 de agosto de 2000. Seric C N" 68, párralbs l2l. Citada por la sentencia de fecha 7 de febrero de 2006
expedida por [a Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Acevedo Jaramillo y otros, párra-
fbs 216.
347
I,ABIOI,A GA RCI ¡\ I\IF,RINO
además, que el Estado garantice los medios para ejecutar dichas decisio-
nes definitiy¿s"(27).
(27) Sentencia de Ia Corte Interamericana de los Derechos Humanos en el Caso Baena Ricardo y otros. Com-
petencia, supra, nota 7, párrafo 79. Citada por la sentencia de lecha 7 de lebrero de 2006 expedida por la
C--orte lntcramericana dc Derechos Humanos en el caso Accledo Jaramillo y otros, párratb 216.
(28) Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el Caso Bacna Ricardo y otros. Compc-
tencia, supra, nota 7, pámafo 73. Citada por la sentencia de f-echa 7 de lébrero de 2006 expedida por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Acevedo Jaramillo y otros, párrafb 2 1 7.
(29) Sentencia de la Corte Europea de Derechos Humanos. Caso Antoneeto Vs. Italy, N' 159llt/S9, párralo
27,20 dejulio de 2000; Immobiliare Safl] rs. ltaly [{;C], N'2277.1/93, párrafb 63, EHCR, 1999-V; y,
Hornsby vs. Greece, judgment ol l9 March 1997, ECHR, Reports ofJudgments and Decisions 1997-il.
párralo 40. Citadas por las sentencias dc lecha 7 de f-ebrero de 2006, expedida por la Corte lnterameri-
cana de Derechos Humanos en el caso Acevedo Jaramillo y otros, párrafo 2 I 9.
(30) Sentencia de la Corte lnteramericana de Derechos Humanos de lecha 7 de febrero de 2006. expedida cn
el caso Acevedo Jaramillo y otros, párafb 220.
348
RI(.URS() DIt A(;R,\\'l() EN IrA\'()R I)ll,L ORI)FI,N ()BlFITI\() (-()NSTITLI(-I()NAI
(31) LANDA ARROYO, César. E.studios sobre Derecho procesal Constirucictnal. Porrua e lnstituto Mexicano
de Derecho Procesal Constitucional, México. 2006. p. 124.
(32) Según Giovanni Priori, el derecho fundamental a la tutela judicial "tiene una doble naturaleza, pues por
un lado desarrolla una función en el plano subjetivo actuando como garantía del individuo; y por el otro,
desarrolla una lunción en el plano objetivo, asumiendo una dimensión instltucional al constituir uno de
los presupuestos indispensables de un Estado Constitucional". PRIORI POSADA, Ciovanni. "La tutela
jurisdiccional de las situacionesjurídicas materiales: hacia una necesaria reivindicación de los fines del
proceso". F,n: Revisto lus et I/eritas. N" 26, Año XIII, Revista editada por los estudiantes de la Facultad
de Derecho de la Pontificia Univcrsidad Católica, Lima, p. 282.
(33) STC Exp. N" 0005-2005-CC/TC. 1..i. 7.
349
]rABI( )I-¡\ (l'\R(.L\ IIIIRIN()
artículo 139. En todos estos casos, lo que se reconoce son derechos exi-
gibles por los particulares. La dimensión objetiva de los derechos funda-
mentales la encontramos en los artículos 1,44,45 y 51 de nuestra Cons-
titución, los que señalan respectivamente que: "La defensa de la persona
humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad
y del Estado", "son deberes primordiales del Estado: (...) garantizar \a
plena vigencia de los derechos humanos", "el poder del Estado emana del
pueblo. Quienes lo ejercen lo hacen con las limitaciones y responsabili-
dades que la Constitución y las leyes establecen" y "la Constitución pre-
valece sobre toda noffna legal".
(34) El origen de esta teoria se cncuentra en la doctrina alemana y su autor es Peter Háberle. Para é1, los dere-
chos fundamentales ticnen un doble caráctcr: el aspccto de derecho individual y el aspecto institucional.
Presentan un aspecto de derecho individual, pues son los derechos de la persona, cuyos titulares son los
indiliduos. De otro lado, caracterizados por un aspecto institucional, ellos representan la sarantía consti-
tucional de est-eras de vida reguladas y organizadas según principios de libertad. UÁgERI-E, Pe¡cr. Lu li-
bertadJundamental en el E.studo Constitut'ional. Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 1987, pp. 163 ¡- l6-{.
En esa línea, para un ex presidente del Tribunal Constitucional. los dercchos fündamentales tienen un
doble carácter constitucional: "Como derechos subjetivos de la persona y como lundamcnto valorati\o
del orden institucional. De modo que los derechos individuales son a la vez institucionesjurídicas objeti-
vas y derechos subjetivos. Ahora bien es, prccisamente, rnedianle la actuación estatal, aunque también de
los particulares, que los derechos pueden ser desconocidos, desvimuados o vaciados de contenido. ya sea
por acción o por omisión". LANDAARROYO, César. Estudios sobre Derecho Procesal Constittuir¡n¿1.
Ob. cit., p. 125.
350
t-
RL(]L]RS() DIr r\GR¡\\'l() IIN Irr\\¡C)R DIIL ()RDIIN ( )BlL.TI\'( ) r-( )\STITL'(-I()NAI-
351
FABI()I-z\ Clr\R(-L\ XIF.RIN( )
(36) CASTILLO CORDOVA, Luis. los derechos tonsliftttir¡nules. ElemenÍos para uno teoría general.Ter-
cera edición, Palestra, Lima,2006, p. 558 y ss.
(37) CIHAMORRO BERNAL. Francisco. Ob. cit.. p. 281.
3s2
RF.CURS() DE AGRAVI() EN FA\¡OR DEL ()RDEN ()BJETI\() CONSTITUCIONÁL
353
T.A1]IO],,\ C}AR(-Í,\ TIIjRINo
354
RITCURS() Dfr. .\GR.\\'l() EN F.§'()R DLL ()RDEN ()BIF.TI\'( ) (-()NSTITL-(-I()NAI-
355
I.ABIOL\ GAR(]IA I\fF,RINO
356
RIICLIRSO DE ,\GR,§'IO trN II\\¡OR DIIL ORDIIN ()BIIrTl\¡() CONSTITU(-I()NAi.
357
Fr\Bl()l;\ G,\RCIA NlllRlN ()
que tal modificación solo podía hacerse con una sentencia que entre a re-
visar el fondo del asunto, y por el Pleno del Tribunal Constitucional, cosa
que aquí no ocurrió. De conformidad con el artículo 13 de su Reglamen-
to Normativo del Tribunal Constitucional, una sala no puede modificar un
precedente establecido por el Pleno.
358
a
359
I.ABIOLA GARCIA NIEzuNo
360
,
RECURSo DE, AGR.{\IO E,N FAVoR DE,L ORDF,N otsIE,TIVO CONSTITUCIONAL
Como puede advertirse, para que proceda este nuevo RAC se deben
dar los siguientes elementos:
361
EI recurso de agravio a
favor del precedente
NOTAS PRELIMINARES
(x) Abogada por la Pontificia Universidad Católica del Perú, con estudios en 1a Maestría de Derecho Cons-
titucional de la mencionada universidad. Abogada de la Secretaría General del Jurado Nacional de
Elecc iones.
363
SOFIA I,II,IANA SAI,INAS CRUZ
364
I
F]I, RJ]CL RSO DE AGR{VIO A F'AVOR DE,L PRL,CE,DE,NTE
Estas decisiones han sido, sin lugar a dudas, muy cuestionables, tanto
por quienes están a favor de la existencia de la figura del RAC a favor del
365
SOFIA I,II-IANT\ SALINAS CRUZ
366
t I]L RF,CURSO DE, AGR-{\'IO A F-A\¡OR DE,I, PR¡CEDE,NTE,
367
SOFIA LILIANT\ SALINAS CRUZ
368
l F,L RIIa.L'RS() DE AC;tu\\']O A IrrN()R DFI,L PRIICIIDIINTII
369
S( )IrlA Ll l.l,\N,\ Sr\l.lNr\S CRLIZ
(1) Sobre el particuJa¡ consultar CASTILLO CORDOVA, Luis. "¿,Será que cl TC ha empezado a tomarse en
scrio su dcber de autt¡limitacirin.'Reflcxiones en torno al caso El Frt¡ntón". Ob. cit., pp. 75-89.
(s) Así lo deja claro ABAD YUPANQUI, Samuel. "El recurso de asravio constiti.rcional: ar,ances y retrocc-
sos. Lo succdido en el caso El Frontón". t:-n: Gut'etu ('ottstiÍucionul. N" 13. Gaceta Jurídica. Lima. enero
de 2009. pp. 9 I -99.
370
F,i. Rl-(.L.RS( ) DI1,\( ;R,\\'l( ),\ lr¡\\'( )R Dfll- PR]-.(-F.DI r\f I
Ahora bien, con relación al tema que nos convoca, en esta resolución
se cuestionó los presupuestos sobre los que Se fundamentaba el estable-
cimiento del precedente vinculante que regulaba el recurso de agravio a
favor del precedente vinculante. A tales efectos, recordó que de acuerdo
(6) RUIZ MOLLEDA. Juan Carlos. "Análisis de la sentencia del TCI en el caso El Fronlón. Cuando las fbr-
mas son más irrportantes que los dercchos". En'. G«¿lo ('t¡nstilut'iondl. N" 13. Ciaceta Jurídica. Linla.
enero de 2009, p. I 28.
371
SoIIIA LILIANA SALINAS (]RLTZ
372
F,l- RF.CURSO DII AGRr§'IO A Ii,§'OR DIIL PRII(.L,DtrNTE
De ahí que:
373
SO1]I,\ ],I].I,\N,\ S,\1-INAS (JRL-Z
374
I
Judicial, sino una relación de competencia entre estos órganos del Esta-
do. En efecto, recordemos que la propia Constitución. en su artículo 201,
precisa que el Tribunal Constitucional es el órgano de control constitu-
cional. Ello, no debería caber duda alguna. no quiere decir que se trata
del único órgano que puede intetpretar la Constitución (ciertamente, el
primer intérprete de esta es el legislador), sino que es el órgano especia-
lizado para ello y que, por lo tanto, SuS criterios interpretativos vinculan
a los demás órganos, porque es el órgano especializado en control e in-
terpretación de la Constitución. En otras materias como la penal o civil,
en estricto, el Tribunal no podría tener injerencia, pues para esas funcio-
nes no ha sido constitucionalmente investido. Lo único que sobre el par-
ticular podría hacer es determinar cuándo una norma de esas materias es
inconstitucional por sí misma o si recibe una aplicación inconstitucional.
Lo constitucional no está relacionado, en 10 absoluto, con la corrección
del Derecho ordinario.
(7) Consideramos conveniente precisar que el hecho de que el Tribunal sea reconocido, en el amiculo I de
su Ley Orgánica (Ley N'28301), como el órgano supremo dc la interpretación constitucional, no quiere
decir nada más que eso, que el Tribunal está investido para ser el órgano que determinc cómo debe inter-
pretarse una disposición constitucional, cómo debe aplicarse y cómo se asegura de que el ordenamiento
sea constitucional. No establece que será un tirgano jerárquicamentc superior.
375
SOFIA I,ILIANA SAI-INAS CRUZ
(8) Estos límites, en efecto, no solo se traducen en la parte orgánica del texto constitucional, o si se prefiere,
a la forma en que se ha estructurado el Estado, sino que implica, también, aquellos contenidos y potesta-
des que deben ejercerse respetando el contenido de los derechos fundamentales.
376
a
(9) En un proceso constitucional orgánico la detenninación de si una norma es constltucional o no, de-
termina, a su vez, su eliminación del ordenamiento. En cstos procesos también se puede convalidar la
constitucionalidad de una disposición, sca porque esta es perltctamente constitucional, o porque el in-
térprete (eljuez constitucional) ha podido dotarla de una interpretación que esté confbrme con la Nonna
Fundamental. En este supuesto. la norma pcrn.ranece en el ordenamiento de acuerdo con los parámetros
interpretativos establecidos por cJ juez constitucional. En cambio, en r.ln proceso de la libertad, no hay
forma de que una norrna legal pueda ser expulsada del ordenamicnto aun cuando su inconstitucionalidad
sea manifiesta. Lo que sí puede ocurrir en cstos casos es declarar la inaplicabilidad de una norma por
considerarla inconstitucional. Tambión puede anular un acto lesiro por considerar que se ha hecho una
aplicación inconstitucional de una norma. y establecer cuál es la interpretación conforme con la Consti-
tución de dicha norma.
377
S( )I'I ,\ I,II,I,.\\,\ S-\I-IN-\S (-RL Z
378
I:l- Itlr.(-L-RS() DF..\(iR,\\'l().\ li,\\'()l{ i)I l,l)lLl:(-l:,1)lr\TIr
2.1. Otra vez sobre los -supuestos cle procedencia del RAC
En cuanto al primer tenta ha quedado claro que el RAC es tln lrlcca-
nismo superlativo de derechos titndamentales. y' tiene por finalidad la tur-
tela del orden constitucional vttlnerado no solo por la realización de un
acto lesivo (sea acción u omisión). sino también cuatldo no Se respetan
las sentencias que se emiten para la protección efectiva y adecuada de
derechos flundamentales y. en gcneral. que tienen por objeto preservar el
orden constitucionat protegiendo o garantizando la vigcncia de otros bie-
nes con relevancia constitucional. Si esta es la finalidad del RAC, enton-
ces es fácil entender que no solo procede contra una resolución de se-
gunda instancia que declara infundada o improcedente la demanda. Y así
también parece haberlo entendido el Tribunal cuando consideró que pro-
cedía directamente el RAC a t'avor del cumplimiento de sentencias del
Tribunal Constitucional y del Poder Judicial (esto 1o analizatemos de ma-
nera comparativa en las siguientes líneas).
379
SOIIL\ LII,IÁN1\ Si\]-INAS CRL Z
380
a
Lll. RE(.URS() DIr ,\(iR¡\\'I() r\ i'r\\'()R I)}rL PRfl(.EDtrNTIl
381
S()lil:\ I-II-1.\N.\ S \l.l\ \5 (-RL'Z
que tengan un fin específico y acorde con los del proceso constitucional,
y que no atbcte o invada de manera arbitraria funciones de otros órganos
del Estado.
382
I,l .R H(.1.RS( ) Dt: .\(;R,\\' I( ) .\ Ir.-\\'( )R l)t-ll- Pltl'.(-IrDI ;\'f I
383
SOFIA I-ILIANA S,\i,INAS CRI ,Z
(15) MARTINEZ MORON. Alan. "Los recursos 'extraordinarios'desarrollados por el Tribunal Constitucio
nal". Ob. cit., pp. 55-57.
(16) STC Exp. N" 00024-2003-Al, f.j. s/n, párr. 32.
384
E,I- RI,CURSo DE AGfu\\TiO A FA\/oR DE,L PRF,CEDF,NTE,
385
SOFL\ I-II-IANA S¡\LINAS CRUZ
"[p]or un lado, aparece como una herramienta técnica que facilita la or-
denación y coherencia de la jurisprudencia' y, por otro, expone el poder
normativo del Tribunal Constitucional dentro del marco de la Constitu-
ción, el Código Procesal Constitucional y la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional".
387
SoITÍA I-II-IANA SALINAS CRUZ
(20) STC Exp. N' 1333-2006-PA/TC, f. j. I l, PV; y STC Exp. N" 03741-2004-AA/TC, f. j. 42
(21) STC Exp. N'06167-2005-PHC/TC, f.j.2.
IIL RI]CURS() DL, ACI*L\VI() A FAV()R DEL PRIT(.I1I)trNTIl
(23) Castillo Córdova ha previsto la posibilidad de que un precedente vinculante sea desconocido por cl
Poder Judicial siempré que esté justificado. CASTILLO CORDOVA, Luis. "La reduccirin al mínimo del
amparo contra amparo a través del recurso de agravio constitucional". Ob. cit., p.'{l '
389
SOFIA LILIANA SAIINAS CRUZ
1z+¡ UenfÍNfZ N¿ORÓN, Alan. "Los recursos 'extraordinarios' desarrollados por el Tribunal Consti-
tucional". Ob. cit., pp. 56-57. El autor advierte que entre los precedentes establecidos en la STC Exp.
N" 02877-2005PHC/TC y el establecido en la STC Exp. N'04853-2004-AA/TC, releridos a los criterios
de procedencia del RAC, el Tribunal, al expedir la segunda sentencia mencionada, parece no haberse
percatado de la eristencia de [a primera, lo cual podria llevar a la conclusión de que existen dos prece-
dentes contradictorios. Empero, descarta tal conclusión, al considerar que se trata de dos precedentes que
desarrollan y tratan temas distintos: los presupuestos ordinarios y los ertraordinarios de procedencia del
RAC, y que, por ello, no se trata de precedentes contradictorios. En segundo lugar, estima que se trata
de una modificación tácita del precedente, figura que es admitida en el Derecho Comparado y que puede
resultar plenamente aplicable en el caso peruano. Así, considera que se trata de precedentes complemen-
tarios y que han sido expedidos bajo el amparo de las atribuciones que se le han conferido al Tribunal.
Estos dos argumentos son los que utiliza el autor para apartar cualqurer duda sobre la posible contradic-
ción entre los precedentes previstos en ambas sentencias.
390
F.I- RF(-LIRS( ) Dtr A(;-L\\'I() A I-A\/()R I)l-l- PRI:.(-F,l)hNTIl
CONCLUSIONES
(25) Asi lo recuerda RUIZ MOLLEDA. Juan Carlos. "Creación del recurso de agravio constitucional para ga-
rantizar el respeto de los precedenles vinculantes expetlidos por el Tribunal Conslitucional". F,n: Pale.slra
del Tt'ibunal ('onstifucional. N' 5, Año 2. Palestra, Lima, mayo dc 2007, p. 8 0.
1
391
SOFiA LII-IANA SALINAS CRUZ
392
Recurso de queja, solicitud de
aclaración y recurso de reposición
en el proceso constitucional
A MODO DE INTRODUCCIÓN
Poco se ha escrito hasta hoy sobre el recurso de queja, menos inte-
rés aún ha suscitado la solicitud de aclaración o el recurso de reposición
de las resoluciones emanadas de los procesos constitucionales en la doc-
trina nacional, a pesar de tratarse de instituciones procesales que han ido
cobrando, con el devenir de la jurisprudencia, una inusitada importancia
en el diseño institucional de los procesos constitucionales, en razón de la
naturaleza que estos ostentan, así como de sus fines: garantizarla prima-
cía de la Constitución y, en consecuencia, la vigencia efectiva de los de-
rechos constitucionales (tal como consta en el artículo II del Título Preli-
minar del Código Procesal Constitucional).
La aparente minusvalía que exhibirían estos (en algún caso mal de-
nominado) recursos, probablemente originada en las escuetas formulas
393
(-, \TT] I,,RIN IT, ()1,(},\ S I i\'I I,I,A T'OR}I,LLO
(1) Ley N" 2t1237, vigente desde el I de dicicmbre de 2004. de confirrmidad con su segunda disposicitin
transitoria y derogatoria.
(2) Aprobado por el Pleno del Tribunal Constitucional mediante la Res. Adm. N" 095-2004-P/TC, vigente
desdeel I de diciembre de 200.{.
394
RFI(-L'RS() DL QUIrJ'\, SOLICITI-D DF. A(-L.r\R,\(-ION Y RII(-LIRS() DL RIIP()SICI()N
(3) Artículo III del Titulo Preliminar del Código Procesal Constitucional.
395
(.:\l'HIlRl NI'. ( )1.( ;.\ St:\'ll -1..\ T( )Rl rl.l.( )
AHUN'IADA RUIZ. María ,\ngeles. Lu .jurisditcir)tt ( onst¡tu('iondl en Errrc¡tu. Thonrpson. C'ir itas. lVla-
drid. 2005. p. 37. Citada por AI3AD YLiPANQUI. Sanrucl. "La crcacitln jurisprudencial dc nomras pro-
cesales: La'autitnomía proccsal'dcl 'Iribunal Constitucional". Et't'. (onstiÍutitjtt.t Prot.¿sul. Aclus tl¿l
Sentinttrio ln¡artncionul d<'D¿tetht¡ Prot'esul (ot1.\Í¡Íu(¡(;n t Prr¡tt'.st¡. Ara - Pontificia Unilersidad (la-
tólica de| Pcrú, Lima. 2009. p. 10.
(s) N4ONROY CÁt.V¡2. Ju,rn. Ltr fi»ntuión clel ¡trote.so titil. EsL'rito.s raunitlo.s. Comunidad. Lima.2(X)-1.
p.196.
(6) BURGOA, lgnacio. Illriiorleum¡turo.li"edicitin.Porrira,Mérico. 1971.p.561
396
l{lr(-L'RS() 1)l: (lL lrl.\, S()l.l(-lTL'l) l)l:,\(.1.,'\R.\(.1()N Y RI]I(-L RS() l)l: R}'.P()Sl(.1()N
Por otro lado. la acepción restringida los entiende como aquellos me-
dios que perrniten a las partes cuestionar actuaciones en el procedimien-
to, a fin de impugnar algún acto realizado en su interior y que tienen por
objetivo, básicamente, lograr la revocación o modificación de su conteni-
do. De ahí que, a dif-erencia de lo que ocurre con la acepción amplia, en
este caso la irnpugnación no procede de manera autónoma. sino que se
habilita una nueva instancia de análisis del acto impugnado'f ', sin que ello
implique la anulación de todo el proceso. Cabe precisar que este es tam-
bién un medio de defensa. por lo que respccto del anterior se trataría de
una rclación de género a cspccie
(7) [)ecintos csto cn la meclida que. aur¡ cuancftr se les entienda cort]() procesos precmincntcmcntc ob.jctivos
cucntan también con una fhz subjetir a.
(8) BL.tR(iOA, Ignacio. OLr. cit.. p. 5(r2.
(9) Íd"u.,.
r lo) Íd"rn.
397
( lÁTI IhRI N I i ( )l-Cr\ SF,\rILL,\ 1'( )RIrI-l-( )
1t:¡ Ídem
398
a-
La queja, entonces, "no puede existir por sí sol[a], por cuanto siem-
pre depende de la inadmisión de otro recurso devolutivo, que es el prin-
cipal; por ello lo más repetido en la jurisprudencia sobre este recurso es
que tiene carácter instrumental, esto es, que está al servicio de otro recur-
so, de modo que (...) no existe nunca por sí 561¿"it:r.
(15) MONTERO AROCIA, Juan y FLORS V,CtÍgS. .losé. Tra¡ddo Lle recursos en el prcce.so clyll. Tirant Io
Blanch, Valencia, 2005, P. 977.
( l6) MONROY CÁlveZ, Juan. Ob. cit., p. 2 I 9.
399
(-I\THERINE, OLGA SE,VILI-A TORI']I ,I,O
1. Generalidades
Como ha quedado demostrado, la queja es un medio impugnatorio en
sentido estricto, esto es, un recurso propiamente, pues permite que quien
vea denegado su pedido de revisión de lo decidido -vía un proceso cons-
titucional- en segunda instancia por el Poder Judicial, acuda a una nueva
instancia, que en este caso es el Tribunal Constitucional. En esa línea ha
sido este órgano quien ha señalado que se frataría de un recufso ordina-
rio, en tanto no exige causas específicas para su admisión a trámitet'".
401
(-,\TI{ F,RINF, OI-(; i\ S F,\TII,I,A ]-ORI ]I-LO
2. objeto
¿Cuál es el objeto de este recurso? Bajo la legislación anterior este
recurso tenía, eminentemente, por objeto la revisión o reevaluación de
los requisitos que habrían llevado a declarar la improcedencia del recur-
so extraordinario; empero, la situación ha variado radicalmente (situación
con la que estamos en desacuerdo). Es decir, en sus inicios nos encon-
trábamos ante un recurso dirigido exclusivamente a la garanfía de re-
querimientos formales, así como a verificar si la pretensión se vincula al
402
l RE(-URSO DII QL'F.JA, S()LICITLD DIr ,\(-i.ARACI()Nv \-RITCL RS( ) l)lr lÜr.P()SI(.1()N
403
(.,\1't I lrltlNl | ( )1.(;,\ SII\1 LL,\ 1'( )RIr.l.1 .( )
404
R]r.(-LRS() DI: (lL lll.\, S()l.l(-IT't.I) t)1r..\(.1-r\R,\(-I()N Y RIr.(-t'RS() DF' RIiP()Sl(lI()N
1. Generalidades
De conformidad con el artículo 1 de la Ley Orgánica y del Regla-
mento Normativo del Tribunal Constitucional, este órgano es el máxi-
mo intérprete de la Constitución y el def-ensor supremo de los derechos
405
(-ITHIIRINII OI-GA SEVILI-A ToRLLI-o
407
CI\TH I-Rl^v E ()L(]A SE VI LI-A T'()RI1T.L( )
mostraba una actitud más conservadora respecto de esta figura, muy dis-
tinta de la que muestra actualmente, permitiéndonos, incluso, hablar de
su redimensionamiento.
408
RE,CURSO DE QUEJA, SOLICITUD DE ACLARACIoN Y RECURSO DE REPoSICIoN
409
CATHE,RINL, oI,GA SF,VILL\ TORE,I]-O
410
RE,CURSO DII QULJA, SOI,ICITUD DIl ACI,AR*A(-ION Y RI,CURSO DE, RI,POSICION
(37) Idem.
(38) STCExps.N's015-2001-AI/TC,0l6-2001-AVTCy004-2002-AI/TC(acumulados),f.j. ll.
(39) STC Exp. N'4909-2007-PHC/TC, t.j. 8.
411
CATHE,RINE, OLGA SF,\III-I-A TORF]I,I ,O
(40) CARBALLO PINEIRO, Laura. Ejecución de condenas de dar (tratamiento proce.sal adaptado a la
nueva Ley de Enjuiciamiento Civil. Bosch, Barcelona, 2001, p. 30. Citado por ROJAS BERNAL, José
Miguel. Guía para la ejecución de sentencias en los procesos constitucionales. Gaceta Jurídica, Lima,
2011.p.21.
(4lt FERNÁ\DEZ- PACHECO VaRfiNPZ. Maria Teresa. La ejecución tl¿ las sen¡entias (n sus propios
términos y el cumplimiento equivalente. Tecnos, Madrid, 1995, p. 26. Citado por ROJAS BERNAL, José
Miguel. Grzia para la ejecución de senlencia.s en los procesos consÍitucionales. Gaceta Jurídica, Lima,
20ll, p. 22.
412
RT,CURSO DE QUE,JI\, SOLICITUD DE ACL\RACION Y RE,CURSO DE, RIIPOSICION
(43) Sobre este aspecto, el recurso de apelación interpuesto contra las resoluciones del juez de ejecución será
conocido por el TC mediante el denominado "recurso de apelación por salto a lavor de la ejecución de
una sentencia del Tribunal Constitucional". Al respecto, vide STC Exp. N' 0004-2009-PA/TC, f. j. 1 4.
(44) STC Exp. N'0728-2008-PHC/TC, f.j.6.
413
CATHERINE, OI,GA SEVILI-A TORF,I,LO
2. Finalidad y límites
Del texto expreso del CPConst. se desprende la finalidad de la solici-
tud de aclaración: (i) aclarar algún concepto dudoso u oscuro, o (ii) sub-
sanar cualquier error material u (iii) omisión en que hubiere incurrido el
Tribunal Constitucional.
414
RtrCURSO DF, QLiF,JA, SOI-ICITUD DE, ACL{RACION Y Rb,CURSO DI] RE,POSICION
415
CATHE,RINE, OLGA SE,VILLA. TORI,LLO
416
Rtj(-L-RS() l)I'l (JL-Ill.\, S()l.ICITL I) DII ,\(-1.'\R..\(.1()N Y RIl(-trRS() DI: RlrP()Si(-I()N
materia, los mismos que serán aplicados por la judicatura con arreglo a la
Constitución y en concordancia con los principios y garantías que esta re-
conocc como limite a su función jurisdiccional"(s5).
3. Trámite
El trámite que deberá seguirse a fin de aclarar, subsanar o corregir
la omisión en que se hubiere incurrido en una decisión constitucional,
ha sido escuetamente descrito en el Código Procesal Constitucional. En
Sulla, esta redacción no brinda mayores luces a los justiciables sobre los
pasos a seguir en sede del Tribunal Constitucional, o sobre aquellos re-
quisitos que deberá cumplir el pedido de aclaración, subsanación de error
r¡aterial o de omisión para su admisión a trámite y posterior procedencia.
(56) NAUPARI WO),JG. José Rodollb. Ob. cit., pp. 106 y 107
417
(-.'\TH l'.Rl N I | ( )1 .(l ¡\ SI:\'l l .l .,\ l'()ltLl-l -( )
(5tt) Íder.,.
418
RIICLIRSO DII QUIr-lr\, S()l-ICITUD i)[,,\(]1./\*L\CI()N Y RF-.CURS() DU RL,P()SI(-I()N
Por otro lado, el citado autor propone algunos casos en los que debe-
ría existir una legitimidad abiema y' -qeneral er.r los procesos de tutela de
derechos cuando: (i) Mediante una sentcncia constitucional se establez-
ca un precedente vinculante bajo los parámetros del artículo VII del Tí-
tulo Preliminar del CPConst; (ii) la sentencia constitucional se pronuncie
sobre derechos constitucionales de titularidad difusa; (iii) en la senten-
cia constitucional se establezca la flgura del estado de cosas inconstitu-
cional; (iv) mediante sentencia constitucional se establezca control difuso
de constitucionalidad de normas; y (v) cuando la sentencia constitucional
(decisum o ratio decidendi) expedida por una Sala del Tribunal Constitu-
cional resulta manifiestamente contradictoria no respecto de la argumen-
tación en su interior, sino de un precedente vinculante o de una sentencia
expedida por la otra Sala(60).
(59) RTCI Exp. N'0011-2010-PI/TC, t].jj.3 y 4. En este caso, del t-allo se advierte que el Colegiado corrigió
uno de los fundamentosjuridicos de la sentencia de fondo, proponicndo una nueva redacción que incluía
a "todos los pobladores de los asentamientos humanos y asociaciones de pobladorcs quc cuentan con tí-
tulo de propiedad". Para ello, se ordenri que el contenido de esta resolttción Jbrme parte integrante de la
sentencia. Similar situación sr: constata en la RTC Exp. N' 5761-2009-PHC/TC. i j. 5. especificamcnte
para el caso de ios procesos de lutela de dcrechos.
4'.|9
C.\',il lt..R I\ ti ( )1_(;-\ sI,.\'tLL.\ t'( )RI:t.t_( )
420
lLl:(-L RS() l)l: (lt l:J.\. S()l.l(-lT'1 1) l)l: \(ll.\R.\(.i()\ \'l{lr(-L lts() Dl: RIrP()Sl(.1()N
Dos aspectos relacionados con el plazo sobre los cuales nos gustaría
incidir son: (i) la existencia de una prórroga de este para la presentación
de la solicitud. posibilidad que queda descartada de plano si consideramos
que no existe una prescripción expresa al respecto en nuestra legislación
y que el Tribr-rnal en reiteradas ocasiones la ha denegado: y (ii) la validez
de la notificación(t-r), es decir, el acto procesal de notificar la sentencia y/o
resolución deberá realizarse debidamentc. de confbnnidad con e[ ordena-
rniento jurídico (ar1ículo l-1 del CPConst.)"'r'. elt caso contrario se tendrá
por no notificacia. lo que acarreará ulr ef'ccto procesal inrpofiante: el tiern-
po transcurrido hasta ese molrento no se contabilizará. qLredando aÚtn ex-
pedita la posibilidad de solicitar la aclaración o subsanación.
421
(.rYIFIlrRlNE ()l-G,\ SE\'ll-LA l'()RI:LI-( )
(65) LANDA ARROYO, César. Conslif ución .r'.firentes del Deret'ho. Palestra, Lima. 2006, p. 3 16.
(66) Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional
"Articulo l0-A.- \'oto decisorio
El Presidente del Tribunal Constitucional cucnt¿t con el rr¡to decisorio para las causas que son dc com-
petencia especial del Pleno en la que se produzca un empate de ponencias. Cuando por alguna circuns-
tancia cl Prcsidcntc del Tribunal Constitucional no pudiese intcn'enir para la resolución del caso. el voto
decisorio recae en el Vicepresidente del Tribunal Constitucir¡nal. En caso este último no pudiese interre-
nir cn la rcsolución del caso, el loto dccisorio seguirá la regla de antigüedad. errpezando dcl ntagistrado
nrás antiguo al menos antiguo hasta encontrar la mayoría nccesaria para la resolución dcl caso".
Sobre este polémico tcma puedc roisarsc los trabaios de ESCALANTE ROSADÍO, Silvia Milagros
Coralito. "El w¡to decisorio en la tutela de los derechos fundamentales". En: Revista Juríditu del Peni.
N' 122. Gaceta Jurídica. Lima. abril de l0ll, pp. 87-9-l; ¡ HL ANCAHUnRI pÁUC¡.n, Carin. "El voto
decisorio en cl Tribunal constitucional". F,t-t'. Gaceta Consfitttt:ional. Tomo 41. Gaceta Jurídica, Linta.
mayo dc :rr | ¡. pp. 'l-7\).
422
RII(.1 RS() I)lr (lt F.J.\, S()l-1(-ITL'I) i)F.,\(-1.,\R,\(-lON Y Rl'l(-L-RS() DI: RIrl)()SI(.1()\
que el Pleno haya resuelto. por lo que el Presidente del Colegiado sera
quien tenga la última palabra también en las aclaraciones.
4. LQUé se aclara?
Es necesario precisar que, de confonnidad con la estructura de la
sentencia constitucional delimitada por nuestra jurisprudencia, debemos
conocer con claridad cuáles son las partes que generan una obligación en
su cumplimiento, es decir, en qué casos estamos ante concretos manda-
tos de ejecución. Siendo así, el Colegiado se ha explayado detenidamen-
te sobre esta materia en la STC Exp. N" 00024-2003-AI/TC, determinan-
do que esta cuenta al menos con cinco elementos: (i) la razón declarativa
axiológica; (ii) la razón suficiente (ratio tlecidendi); (iii) la razón sub-
sidiaria o accidental, (iv) invocación preceptiva; y (v) decisión o fallo
constitucio nal (dec is n). u
423
C,\THITRINI | ( )l-C;,\ S F,\'II.L.\ T()R111.1.( )
IV RECURSO DE REPOSICIóN
7. Definición
El artículo l2l, en su tercer párrafo, establece también la existencia
de un recurso de reposición en los procesos constitucionales, que a pesar
de encontrarse regulado en el mismo dispositivo legal que la aclaración.
no compaften la misma naturaleza. Así. este recLlrso solo procederá en
aquellos casos en que se cuestionen decretos r autos enltrdos al intc-
rior del procedimiento constitucional. es decir. de aquellas resoluciones
de mero trámite o de impulso procesal.
424
-
Rtr(-LlRSO DI] QUtrJA, SOI,ICITUD DE, ACLARACI( )N Y RF,CL RSt I PP RITPOSICIoN
2. Trámite
Brevemente debemos señalar que el órgano competente ante el que
se interpone este recurso directamente es el Tribunal Constitucional, que
deberá presentarse dentro del plazo de tres días contados desde la fecha
de notificación de la sentencia y/o resolución. Consideramos que debe-
rá aplicarse este criterio a todos los actos de mero trámite o de impul-
so procesal al interior de procesos de control preeminentemente objeti-
vo y subjetivo. Finalmente, se ha precisado que el Colegiado brindará
425
(-.\Tl IERI\E -l-(
( )l.(;i\ Sl :\'l1-1.,\ )RI ll.l-( )
3. Un caso inédito
Un caso inédito en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional es el
que se ocurrió con motivo de la STC Exp N" 4104-2009-PA/TC, causa en
la que el Tribunal Constitucional entendió una solicitud de nulidad con-
tra esta decisión como un recurso de reposición (f. j. 2). En efecto, se tra-
taba de una demanda de amparo pensionario declarada improcedente por
la supuesta ausencia de un rnedio probatorio vital, el examen médico del
recurrente, documento que sí había sido anexado al expediente. Su defen-
sa, al percatarse de este hecho, solicitó la nulidad de la sentencia, pedi-
do que, como ya dijirros, fue entendido cor-r-ro Lln recurso de reposición.
que fue declarado fundado. lo quc'. finahrente. le pernritió r'ariar el tbndo
de 1o resuelto. esta r ez a trar és de una sL'ntencia que le daba la razón a\
demandante, sin mencionar siquiera la situación antes descrita, incluso a
pesar de que la fecha de vista de causa difiere en ambos casos.
426
-
(*) Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Peru. Actualmente trabaja en el Instituto de Defensa
Legal como responsable de la línea constitucional.
427
lL,.\\ (-,'\Rl.( )S Rl-'i/- \I( )l.LLI)A
(l) LEDESMA FALTNDEZ. Héctor. E/ Sislema lnl(r(tnterituno d¿ Protettión de los Derecho.s Humanos:
aspectos institucionales \'¡trocesales. Tercera edición. lnstituto Intcranrericano de Derechos Humanos,
San José, C.R., 200.+. Sobre el tema que nos interesa. un artículo que también recomendamos del mismo
autor es: "El agotamiento de los recursos internos en el Sistema lnteramericano de Protección dc los
Derechos Humanos". En: Revista IlDH.Yol..16. p. 4l y ss.
428
INIPU(;NA(-I()N DE SF.NTIiNCiÁS DIil.TzuBL'N,\1. (-()NSTITL.(-l()N,\l- ,\NTF ITL STDIJ
(2) Tanrbién se habla de un elemento político-subjetivo y del senticlo del sistema. Yer: LajustiLia directa
de los tlerechos etonómicos. sotiales r culturoles. lnstituto Interamcricant¡ de Derechos Hur¡anos. San
José, C.R.,2008, p. 6 y ss.
(3) ROORÍCUEZ RESCIA. Victor. Si.s/¿,ina lnÍeramericano de Dercchos Humanos.llDH, San José, C.R..
2009. p. 12.
429
IUAN CARI,OS RUIZ NÍOI,T,F,DA
430
l\tPL'(;\.\(.1(ix tltr sl,x't t:N(-ir\S Dlr.l.'I'iLlBLlN.\I- (.()NSTII'I (.1()N.\1..\)\',f]r. Ill- sIDlI
1. Información general
La CIDH puede recibir denuncias denominadas "peticiones", pre-
sentadas por una persona o por un grLlpo de personas, o por organizacio-
nes no gubemamentales legalmente reconocidas en algún Estado miem-
bro, por la violación dc uno o varios derechos consagrados no solo en
la Declaración Americana de los Dercchos y Deberes del Hombre o la
Convención Americana sobre Derechos Humanos; sino también cuan-
do los derechos violados están contenidos en cl Protocolo Adicional a la
431
JLrAN CARLOS RUrZ NI()]LED
(5) GALVIS, María Clara. Manual para deJender los derechos de los pttebbs indígena,s. Fundación del de-
bido procesal legal, Washington D.C., 2010, p. 54.
432
Ir\IPUC}N,\CI()N DII SL,N'IENCI¡\S DEL TRItsUNAL C()NSTITU(-I()Nr\L r\NTF, ]T.L SIDH
(6) Idem.
433
f L',\N (-¡\Rl-()S RLIIZ NI()l-l.F.DA
434
I
INIPUGNACION DI] S}JNTIiNCIAS I)i]L TRiBUN,\I, (-ONSTI'I'L'(-ION'\]- ,:\NTII E], SIT)It
(7) LEDESMA p,CÚN»fZ. Héctor. E1 Si.sÍema lnteronteric¿ttto de Protectií¡n de lo.s Derethtts Human¡:ts
dspe(los instiÍucit»tttles t' procesales. Ob. cit., p. 277
435
TUAN Cr\Ri-()S RUIZ NÍOI-LLDI\
({t) Idem.
(9) Ibídem. p 281.
(10) lbídem, p 286.
436
I\IPU(}NI\C1(IN TII:, SI,,NTIJNCII\S DIlI- TRIBUNAI- CONSTITL'CIONAI- I\NTF, I]I- SIDH
437
a
E,llo exige a los Estados, que existan sistemas judiciales que puedan
garantizar en forma efectiva la protección de los derechos de los pueblos
indígenas. Como señaló la Corte IDH en el emblemático caso Velásquez
Rodríguez, el Estado tiene la obligación de "(...) organizar todo el apara-
to gubernamental y. en general. todas las estructuras a trar'és de las cuales
se manifiesta el ejercicio del poder público. de manera tai que sean capa-
ces de asegurar jurídicamente el iibre 1 pleno ejercicio de los derechos
humanos. Como consecuencia de esta obligación. los Estados deben pre-
venir, investigar y sancionar toda violación de los derechos (...) V procu-
rar, además, el restablecimiento, si es posible, del derecho conculcado y,
en su caso, la reparación de los daños producidos por la violación de los
derechos humanos" (pánafo I66).
(12) FAUNDEZ LEDESMA, Héctor. "El agotamiento de los recursos intenios en el Sistema lntcramericano
de Protección de los Derechos Humanos". Ob. cit.. p.41.
438
a-
t l-1) lhidem, p. 4l
439
JLTAN Cr\RLOS RLrIZ XIOLLEDA
del Derecho interno, para el caso que en este no haya recursos disponi-
bles, o que los existentes resulten inadecuados o ineficaces'1r'+).
(15) Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Velásquez Rodríguez, sentencia del 29 dejulio de
I 9t38, párrafo 6 I .
(16) Cofe Interamericana de Derechos Humanos. Asunto Viviana Gallardo y otras, decisión del l3 de no-
viembre de I 98 l, párrafo 26.
(17) LEDESMA paÚNO¡,2, Héctor. E/ Sistemct lnteramericano cle Protección de los Derechos Humanos;
ospectos instiÍttcionales 1' procesales. Ob. cit., p. 301.
440
lNlPi(;\.\(.1()NI)1,sl:NTlr\(.1.\Sl)lrl.t'RItlt\.\1.(()\STl'i L(.1()\.\1. \\'tl:l:l.S1l)ll
12t)) ídem. Faú¡nclez cita. por c'¡enrpltr los c¿r5os: C()rte Intcrarnerican¿i de Dcrechos llumanos. (-aso Ircher
Bronstein. sentenci¿ del 6 dc tébrero de 2001. párralir 136: clso ('antolal l]enavidcs. sentcncia del I8
dc agosto tic- 20(X). phrrllb i6.i; r. casrr tle la Conlunidad \,lnvilsnr tSunro¡.Auas 1-rngni r:. Nica¡'irqua.
senlencia dcl 3 I tle agosto cle l()(l I. párralir I i.3.
441
It.,\N (-.\R] ,()S RL'I7- \IOI,]-I]D.\
b) Recursos efectivos
Para la Corle IDH los recllrsos internos cuyo agotamiento previo se
demanda. deben ser además "efectivos"; es decir, que sean capaces de
producir el resultado para el que han sido concebidos(rr). Para la Corte
IDH los Estados tienen "la responsabilidad de consagrar nomrativarncn-
te y de asegurar la dcbida aplicación de los recursos efectivos y las ga-
rantías del debido proceso legal ante las autoridades competentes, que
amparcn a todas las personas bajo su jurisdicción contra actos que vio-
len sus derechos fundamentales o que conlleven a la detenninación de
los derechos y obligaciones de estas"(23). Ciertamente, 1a responsabili-
dad del Estado solo concluye cuando se ejecuta ef-ectivamente la decisión
j urisdiccional(24).
(21) Idem.FaúntlczcitaalaCortclntcranrcricanadcDcrcchosllunranos.CasoVclhsquczRodrísllez.senten-
cia del 29 dc.julio dc l9tiE. párrafb 65: caso Godincz Cruz. sentencia del l0 de encro dc 191.i9. prirralir
6E: y'. caso I'airén Garbi 1 Solís C'orrales. scntencia dcl l5 dc marzo cle l9ll9, párralb 90.
(12) Ibidem, p. -308. Faúndez cita ¿ la ('orte Inter¿mericana cle l)erc-chos Hurnanos. Caso Velásquez Rodri-
gucz. del 29 dc.julio dc l9[tE, párralb 66r caso Goclínez (ruz. del ]0 de enero de l9li9. pámafir 69: r.
caso ['airén Garbi ¡' Solís C orrales. del I 5 de nrarzr¡ de I t)89. phrralir 9I .
(2-1) Cortc Intcramcricana de Dcrcchos Hunlanos. Caso Drrrancl )' Ugarlc. scntcncia clcl l6 tlc asosto de l(XX).
pirrlrlir I I l. ( illr,l,r pr)r I irundc/. [(lür]r.
(14) idem. ( li. Clorte lntcranrericana de l)ereclros Hur¡ranos. Caso Baena Ricarcio y otros (270 trabajatlorcs
vs. Panamá). Conipetencia. scntcnci¿r dcl 2u tiu noviembre de 1003. phrrafir 79.
(25) Ibidem. p. 309. Faúndez cita a Ia Conrisirin Interanrericana de Derechos Humanos. Intbrr¡e N" 27,/91,
caso 11.092, C-anadá, adoptado el 6 de octubre de 1993. cn: lnforme,lnuul de lu Comisirin lnferonteri-
cana de Derethos Huntonos /99J. Secretaría (ieneral Organizaciirn de los Estados Amcricanos, \\ash-
rngton D.C.. I99,1. p. 61. párralo 2ll.
442
t. l\lPU(]Nr\(.1()N 1)l r SI:\l L\(-i.\S I)l:1. 'I'l{tBL \,\l- ( -( )NSTITI (.l( )\.\1- .\\1-ll lrl . SII)t I
(26) Idem, Faúndez cita a la Coftc Interal.nericana de Derechos Humantrs. Caso Velásquez Rodríguez. del
29 ilejulio de l98ti, párralb 6trl caso (iodincz Cruz, dcl 20 de enero de 1989, párrafb 69;1, caso Fairón
Carbi 1' Solís Corralcs. del l-s de marzo tlc 1989. párra1o 9l .
(27) id"n,. Faúndez cita ¿r la Cortc lntcranrericana de l)erechos IILrnlanos. Caso lJirnraca \"elásquez. sentencia
dcl 25 de noriembre dc 2000, párralb l9l; caso de la Comunidacl Nla¡,agna (Sumi¡)Auas Tingni vs. Ni-
carasua. sentcncia del ll de asosto dc 2001. piirratb 11.1" caso "(inco pensionistas" \s. Pcrir. sentencia
del 28 de lebrero de 2003: _v. caso Juan Humberto Sánchez rs. Honduras. sentencia clel 7 dejunio de
2003. pánafb l2l.
(2E) Íde,r"Cli.CortelnterarnericanadeL)crcchosHumanos.Caso[]ulaciors.Arqentina.scntcnciadel l8dc
seticmbre de 2003, párrafb 127.
(29) lbidenr, p.310. Faúndcz cita a la (urtc Intcran¡ericana do Dcrechos Ilunranos. Ciaso !'elásqucz Rodri-
guez. Ercepcioncs prcliminares. sentcncia del 26 dc.junio de 1987. párrafir 93. hnrbién. caso l'airén
Garbi y Solis Corrales. Ercepciones prclinrinares. sentencia del 26 dejunio dc 1987, párralb 92: y. caso
Godínez Cruz. Excepciones preliminarcs. sentencia del 26 dejunio de I987. párratb 95.
443
It-,\\ (..\RI .( )S Rr. IZ \I( )i.I.t]1),\
(-10) Ihídem.p.3ll.Faúndczcitaala(ortclntcr¿nrericunatlcl)erechoslJunranos.garantías.¡udicialescnes-
tados dc enrergencia (arliculrrs 17.1.25 1 3 (onrcncjtirr Amcricana sr¡bre Derr'chos Hurranos), Opinitin
Consultir a O('- 9i 87. del 6 de octubre de I 987. párralir 2-1.
(ll) Ibíclenr. p.312. Faúndez cita a la ('orte Inleramcricana dc l)ercchos Humant¡s. Caso Ircher l]ron:lcin
(ll¡ruch Ircher llronstein rs. Perir)" sentenciu del ó de lebrcro dc l(X)1. ptirratirs J3fi ¡ 1.j7.
444
t-- I\tPt (;N.\(ll()\l)l:Sl)\'llrN(-1.\SI)l:1.'tRlllL\,\l-(.()\STIT1.(.1()\\1..\\'ll.l.l-Sll)tl
(32) íd"nl. |aúndcz cita a la Cofte lntcranrericana de Dercchos Hulnanos. Caso Juan HuÍl]berto S1¡nchez rs.
Honduras, sentencia del 7 cle junto dc 1001. párralir I 35.
(31) Íden.r. Fa[tndez cita a la CoÍc Interalreric¿rna tle Derechos Ilumanos. Caso Genie Lacayo. sentencia del
29 de encro de 1997. párralir 77; caso Suárez Rosero. sentencia del l2 de norientbrc dc I997. piirrato 72:
y. caso Hrlaire. Constantinc ¡ Benjamin ) otros. sentencia dcl 2l de junio de 2(X)2. párralb l'1.j.
(3.+) i.l"'rr.
445
t--
Il- \N (.,\R1.( )S RL-iZ II()t.t.trl),\
(35) Idcm. Faúndez cita a la C'omisitin Interarnericana dc Dcrecht¡s Hurnanos. Dcmanda ante la Cofte
Interamericanade Dcrcchos llumanos, Caso 11.]19 (r-icholas Chapman Blakc),3 de agosto dc 1995, p.32.
(-i6) Ibídern. p. 313.
(37) idem. Faúndez cita a la C'or1e Intcramericana de Derechos Humanos. Caso Velásquez Rodríeuez, senten-
cia del 29 dejulio de )988. párratb 68: caso (iodínez Cruz. scntcncia del 20 de enero dc l9{19, párraiir
7 I ¡ 1,, caso Fairén Garbr v Solís Corrales, sentencia del I 5 de marzo de I 9{19. párafb 93.
t8) íden,.
446
illl)t'(lN,\(-l(lXt>l'.Sl':l'l't.N(llr\SDI:l-l'l{lllL\.\1.(.()NSTITI'(.t()\'\l' \\'t'l;Il!'SIDI{
en segundo lugar, se alegó que esa falta de independencia del Poder Judi-
cial también se manifestaba en 1a rotación de que eran objeto los jueces
que expedían sentencias contrarias a los intereses del gobierno: además.
se señaló que las accioncs de garantía iniciadas por las víctimas en la ju-
risdicción interna debían concluir en el Tribunal Constitucional, cuyos
miembros se encontraban impedidos de pronunciarse, de conformidad
con las normas procesales, por haber participado cn los hechos que moti-
varon la denuncia"(re).
"Arlículo 116
(.10) Ibídern, p.317. Faúndcz cita a la Corte Interanrericana clc Dcrecht¡s llumanos. Caso Velásquez Rodrí-
guez. Excepciones pretinrinares. sentencia del l6 deiunio de 1987. párralb 93. También, casr¡ Fairén
Garbi y Solís ('orrales. Excc¡.rciones prclinrinares. sentcnci¿t del 26 de.iunio de l9tt7. párralb 92: ¡'. caso
Godínez Cruz. Exce¡rciones preliminarcs. senlencia dcl 26 dejunio de I987. páratir 95.
447
It' \N (_.\Rr.( )S RL'tz \t()I_t_t:t),\
448
I\f PII(]N,\Cl()N DE SIl-\1]-.N(-IAS DI]1 . TRIBUNT\I- C()NSTITL.(-I()Nr\l- AN'I]'l III- SIDFI
449
lt--\N (_.\Iil.()s RL,tz II()l_t_t rt),\
(42) Idem. Faúndez cita la decisión de la Comisión sobre admisibilidad, caso 9213, presentado por Disabled
Pcoplcs' Intcrnation¡l ct al. r s. Estados Unidos. cn'. ln/ormt Anual tla lu Conti.sión lnferuntaritono tle
Derechos Íluntatns, 19,\6-1q37. Secretaria General de la Organización de los Estados Americanos.
Washington D. C.. 19E7, p.2l)7.
(,+3) Ídcn¡. Fairndez cila cl lnlonre l,' 1192, caso 10.1-15. Colombia. dcl 6 cle f-ebrcro de 1992. en: tn/brme
Anual de la Ct¡ntisión ltt¡eranteric'ant tl¿ Dertt'ho.s llttnt¿nos /991. \\rashington I). C'., 1992. p..12.
(.14) Ibídcm, p.319. Faúndcz cita a la Comisión Interamericana de Dercchos Humanos. lnfbrme N" l/9.1.
caso 10.473, Clolombia. adoptado el I de I'ebrero de 199.{, en lnfbrmt,,lnual de la Comisión Int¿runtt,-
ricano tle [)erechos Hunturuts /99-i. Secretaria General de la Organizacirin de los Estados Amcricant¡:.
Washington D.C.. 199,1. p. Il7. párratb -1 a) dc 1a parle consideratira.
450
I\IPLI(;N:\(-l()N DE SIINTF.N(-IAS Dt'.L TRIBLTN,\L C()NSTITLICI()NAL .\i\-'IE irl- SIDFI
Por otro lado, Faúndez anota con mucho criterio que: "Esta circuns-
tancia no implica necesariamente la ruptura o la ausencia del E,stado de
Derecho, sino simplemente la ausencia de las garantías judiciales in-
dispensables en el caso particular. Desde luego, la ruptura absoluta del
Estado de Derecho, caracterizada -entre otras cosas- por la falta de in-
dependencia del Poder Judicial, constituye una situación extrema que ob-
viamente también configura la inexistencia del debido proceso legal. En
este sentido, la Comisión ha expresado que la efectiva vigencia de las ga-
rantías judiciales se asienta sobre la independencia del Poder Judicial,
derivada de la clásica separación de los poderes públicos; porque, si se
busca proteger los derechos de los individuos frente a las posibles accio-
nes del Estado, es imprescindible que uno de los órganos de ese Estado
tenga la independencia que le permita jtzgar tanto las acciones del Poder
Ejecutivo como la procedencia de las leyes dictadas, y aun los juicios
emitidos por sus propios integrantes; de manera que la independencia del
Poder Judicial es un requisito imprescindible para la vigencia práctica de
los derechos humanos en general"l15).
(45) tdem. Faúndez cita a la Comisión lnteramericana dc Derechos LIumanos. Sétimo Inlorme .sobre la sifua-
ción de los dere(hos humano.s en Cubct. Secretaría Gencral de la Orsanización de los Estados America-
nos, Washington D.C.. 1983, p. 67 y ss.
451
IL-.\N (.,\ltl-( )S RL'l/- \l( )Ll .LD,\
sido posible por razones ajenas a las víctimas de la violación de los dere-
chos. Como indica Faúndez: "Esta circunstancia implica la existencia de
un acto del Estado. que fisicamente no permite al individuo tener acceso
a los recursos internos, o de circunstancias objetivas o subjetivas que no
hacen posible acceder a los mismos"('+6r.
Otro interesante caso, presentado por Faúndez, tiene que ver con las
dificultades de las mujeres en nuestro país y el sistema de acceso a la jus-
ticia. Se trafaba de un caso en que la peticionaria no había realizado una
denuncia ante los tribunales internos pues, corno práctica, en el Peru las
mujeres que habían sido víctimas de violación por miembros de las fuer-
zas de seguridad o de la policía no tenían la posibilidad de obtener un
(,17) Ibídcm, p. 32,1. Faúndez cita a la f'omisión Interamcricana de Derechos Humanos. Resolución N" l9/87,
caso 9..119, Pcrú. del -i0 de junio de lt)87. cn: InJornte.,lnuul d¿ lu Comi.sión lnteftimcr¡conu de Dere-
t ltr¡.s I lunttnos 1 986 - I 987 . Sccrctaría Gcrreral cle la Organ r zac irin de los Estados Amcricanos. Whsh ing-
ton[).C.,1987.p.13.1yss..párrafirsSl6dclaparteerpositir,a.ypárrafbTdelaparteconsiderativa.
(.+u) i,l"nt, Faúndcz cita a la ( omisión lnteranrericana cle Dercchcls Hunranos. Inlbrme No l0r'96. sobre adnti-
sibilidad, caso 10.636, Guatenrala, adoptado el 5 de rnarzo de 1996, en ln/ornre Anuul de la Comi.sión
lnlerunteritanu cle Dcreth¡:¡.s Humortr¡.s /99-i. Secretaría Cienelal de la Organización de los Estados Ante-
ricanos, Washington. D. C.. 1996. p. l.{3 r ss., páralbs'11.'12, ¡,'15.
452
IIIPL'(;N.\(.l( )N l)l: Sl:\'l l:\(.1.\S DLL l.ltltsL.N,\1. (.( )NS'IITL (-l()N.\l- -\\TL t,l. SIl)I I
(.19) Idem. Fairndcz cita a la Coniisitln Inter¿rrncricana de Derechos Hunranos. Inlbrmc N" 5r'96, Caso 10.970.
Perú, adoptado el I cle marzo de 1996" en'. lttfbrntt' ..1nuul dt' l¿ Co¡ni.;iótt lnt¿rantericLutu tle Derethos
Hununos 199-í. Secretaria (icneral dc la Orsanizacitin dc los Esladt¡s Amr'ricanos. \\hshington D. C..
1996. pp. 192 y 205.
(50) Ibidern, p.,125. Faúndez cita a Ia ('onrision Interanrcricana cle l)erechos Humanos. [nfbrnre N" lr'95.
Caso ll.(X)6, Per[r, adoptado el 7 dc fcbrero dc 1995. en: lrtlitt'nte .lnual de la Ct¡mi.sión lnt¿runrcritunct
d¿ D¿rethos llttntunos /991. Sccretaria (icneral de la Orqanización de los Estados.A.mcricanos. Wash-
ington D. C.. 1995. pp. 87-89.
453
JLr,\N Ci\Rl-( )S RLrIZ NI( )LI-tlt)A
(51) Ibídem. p. 326. Faúndez cita a la Comisión Intcramericana dc Dcrcchos Humanos. Resolución N' 19,'89.
caso 10.117. Surinam, del 27 de setiembre de 1989. cn ln|órme AnLral tle la Comisión lnrer¿mericuno Lle
Deret:hos Huntanos, 1988-1989. p. 136. También, las Resoluciones N" 20/89. caso 10.1 18. y 21i89. caso
l0.l 19, todas contra Surinam y con la nrisma l'echa quc la anterior en el Inlcrrme citarlo. p. 137 1'ss.
(52) Ibídem, p. 327.
(S¡) ide., Faúndez cita a la Cor¡isitin Interamcricana de Dercchos Humanos. tnfbrme N'9i9.1, casos 11.105,
ll.l07, 1l.ll0. l1.1tl. ll.ll2, ll.ll3. ll.1l4. ll.ll8. 11.120. ll.l22, y ll.l02" Haití. adoptado el I
de f-ebrero de 199;1, en: lnfr»'me Anuul de la Comisión lnÍeronericdno de Derec'hos Humanos 1993. Sc-
cretaria Ccneral de la Organización de los Estados Americanos, Whshington D. C., 1994, p. 312 y ss..
párrafbs 5, 6. ¡,' 7.
454
IIIPLT(l\.\(-l())i DI: SE\]-liN(ll,\S DLI-'11{lllL.N.\1- (.()NS-fIl'L'(.1()N,\1..\N'I}r }rl. Sli)lI
(5,1) Idem. Faúndez cita a la Ct¡rte Interamericana de Derechos [-lunranos. C'aso Hilaire. Constantinc v Benja-
min v otros rs. ll-inidad v Tobaqo. sentencia del 2l dcjunio de 2002, párafb 152. lerra b.¡.
455
a
Señala la Corte IDH que "de ninguna manera la regla del previo ago-
tamiento de los recursos intemos debe conducir a que se detenga o se de-
more hasta la inutilidad la actuación intemacional en auxilio de la víc-
tima indefensa. La razón es que en los hechos los recursos no han ido
efectivos"(56). Esto último equivale en los hechos a una denegación de
justicia. Cierlamente, en cada caso en concreto deberá de evaluarse si se
ha violado el derecho a un plazo ruzonable. En una oportunidad la CIDH
consideró que "el mero hecho de que los recursos internos estén en trámi-
te no puede significar que la Comisión no esté facultada para analizar el
caso, porque esto permitiría al Estado conducir investigaciones y proce-
sos judiciales intemos no eficaces y no efectivos, prolongándolos inazo-
nablemente con el objeto de evitar la intervención de los órganos del sis-
tema interamericano; cuando no hay acceso efectivo a los recursos de la
jurisdicción intema y hay retardo de justicia, el requisito del previo ago-
tamiento de los recursos intemos no puede impedir que un caso en el que
se aleguen violaciones de los derechos humanos llegue a la Comisión"(57).
(55) lbídem, p. 329. Faúndez cita a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Genie Lacayo, sen-
tencia del 29 cle enero de 1997, párrafo 77; caso Suárez Roscro, sentencia del 12 de noviembre de 1997,
pámafo 72; y. caso Hilaire. Constantine y Bcnjanrin y otros, sentencia dcl 2l de junio dc 2002. párratir
t43.
(56) Ibídem, p. 32ti. Faúndez cita a Ia Cortc lntcramericana dc l)erechos Humant¡s. Caso Vclásquez Rodrí-
guez. Excepciones preliminares. scntencia del 26 dejunio de 19U7. párrafb 93; caso Fairén Garbi y Solís
Corrales. Excepciones preliminares. sentencia del 26 de junio de I 987, párralb 92¡ y, caso Godínez Cruz.
Excepciones preliminarcs, sentencia del 26 dejunio de 1987" pánafb 95.
(57) Ibídem, p.329. Faúndez cita a la Comisión Interamericana de Derechos Hunlanos. Infbrnie N" 10/96.
sobre aclmisibilidad. caso 10.636, Guatemala. adoptado el 5 de marzo de 1996. cn: Infbrme Aruul cle
Is Comisión InÍeramericana de Derecho.s Huntanos 199j. Secretaria General de la Organización de los
Estados Americanos, Washington D. C.. 1 996, p. I 43 y ss., párrafbs 43 ' 41. y 45 -
456
-
INIPUGNACION DE StrNTI]NCIAS DIIL TRIBUNAL CONSTITU(,IONAi, ANTE EL SIDH
v. La carga de la prueba
El artículo 31.3 del Reglamento de la CIDH precisa que "cuando el
peticionario alegue la imposibilidad de comprobar el cumplimiento del
requisito señalado en este artículo, corresponderá al Estado en cuestión,
demostrar que los recursos internos no han sido agotados, a menos que
ello se deduzca claramente del expediente". Según Faúndez, el "peso de la
prueba relativa al agotamiento previo de los recursos internos ha sido dis-
tribuido equitativamente entre la parte actora y el Estado demandado"(se).
(5tt) Ibídem, p. 330. Faúndez, cfi. Comisión lnteramericana de Derechos Humanos. Informe No l/96, caso
N" 10.559, Perú, adoptado el I de marzo de 1996, en lnforme Anuol de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos 1995. Secretaría General de los Estados Americanos, Washington D. C., 1996,
p. 156.
457
t=-
ILlr\N (.r\RL()S RUi/. \l( )l .l.l'l,DA
458
IX[PL](]¡-r\CI()N 1)11 SIINTENCIT\S DFL TRIBUNAL C()NSTITL (-l()N,\l-,\NTH EL SIDII
artículo 46.1.c de la CADH señala que para que una petición o co-
E,l
municación presentada conforme a los artículos 44 o 45 sea admitida por
la Comisión, se requerirá "que la materia de la petición o comunicación
no esté pendiente de otro procedimiento de arreglo intemacional". Esta
disposición es reiterada en el artículo 33.1 del Reglamento de la CIDH,
cuando precisa que La Comisión no considerará una petición si la materia
o'se
contenida en ella encuentra pendiente de otro procedimiento de are-
glo ante un organismo internacional gubemamental de que sea parte el
Estado en cuestión".
459
-lL.^N C,\RL()S RUIZ NÍOLLEDT\
461
1L-AN (_ARLOS RUt7- r\IOt_LIjD,\
462
IIIPI (;\,\(.1()N l)I Sl:s-'I'l:N(-i¡\S DIr.I. TRIRL'¡\,\l- (-()\STl'l'L (-I( )\.\l- ,\NTL Irl- SII)F{
463
jLrAN C/\RL{)S RL]IZ NIOLLEDA
1800
600
1400
1200
000
800
600
400
200
0
€97 1998 1999 2000 2041 2002 2003 2004 2005 2006 2007
35
30
25
20
15 13
10
0 _w_
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Año
464
a
Peticiones en las que se ha decidido iniciar trámite durante el año 2010 por país
35
30
25
20
15
10
0
2006 2007 2008 2009 2010
18
16
14
12
10
I
6
0
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
465
a-
I
PALABRAS FINALES
(67) tnfbrmaciirn proporcionada por la abogada colombiana I\'laría Clara Galvis, quien trabajó en Cejil, una
ONG en Whshington USA. que se ha especializado en llevar casos ante la CIDH y la C'one IDII.
466
-
i ri,.
i:,lrlit ti,,
. I l.iil lll
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rlr ,' l
INDICE GENERAL
a
lndice general
Presentación
PATTTE I
PROCESOS LABORALES
Introducción 11
Introducción 4l
I. Conceptos generales 45
469
J ¡- D I (.l'. Cl I rN IlR,\1
l. Deflnición................... 15
2. Naturalezajurídica ............. 46
3. Breve reseña histórica 48
1. Nulidades procesales 50
4.1. Vías y procedimientos para solicitar la nulidad...... 50
5. La cosa juzgada 52
5. 1. Naturaleza jurídica..... 53
a) Presunción de '''erdad 53
h) Teoría materialista 54
c ) Teoría procesalista 54
5.2. Cosa juzgada formal 55
5.1. Cosa juzgada mate rial 57
II. Características de la nulidad de cosa juzgada fiaudulenta 58
l. Remedro excepcional 58
2. Carácter residual......... 59
3. Caráclerextraordinario 60
4. El'ectos limitados 6l
4. l.
Límites objetir os 6l
5. No implica la rer isión dcl t'ondo dc la contror ersia................ 63
III. Carrsa lcs de procedcnc i a.................... 63
l. Fraude.......:.................. 63
2. Colusión........ 65
3. El debido proceso r la nulidad de cosajuzgada liaudulenta 65
IV Condiciones de proucdrhiIiJaJ .. .. ... 66
l. Procede contra las sr'ntencr;l: o el ¡cur-rdr¡ d.'ilis panes hLrr-nLrlosado pL)r
el juez que pone fin al proceso (transacción ¡ conciliación )........................ 66
2. Que la sentencia ha¡a adquindo calidad de cosajuzgada. es decir, que
no procedan contra ella otros medios impugnatorios que los ya resueltos .. 67
3. Que el lallo sea producto de una conducta fiaudulenta y que además
implique af-ectación al debido proceso 61
1. Que la nulidad no haya sido saneada, convalidada o subsanada... 61
5. Que el nulidicente no haya propiciado, pemitido o dado lugar al r,'icio...... 68
6. Que el nulidicente haya sido perjudicado con el vicio denunciado, pues
no hay nulidad sin perjuicio 68
1. Legitimidad para obrar..... 69
8. Interés para obrar.............. 72
9. Caducidad o prescripción 12
q.l.
El tema del cómputo del plazo....... 12
V. Aspeclosprocedimentales................. 15
l. Juez competente '75
-76
VI La nulidad de cosajuzgada fraudulenta en materia laboral.
l. Vía procedimental 1 trámite '78
2 Acumulación 78
470
a
INDI(-ll (;lINI]RAI
[ntroducción 10'7
I. El recurso de casación y su carácter extraordinario 108
II. El recurso de casación en el Perú II0
1. El recurso de casación en el Derecho Procesal Civil ............. I l0
2. El recurso de casación en el Derecho Procesal del Trabajo II I
471
]NDI(-E, GI]NIIRA.I-
Presentación 153
Acerca de la definición del recurso de casación. 154
472
INI)I(]E (;IINIJR.\I
l. Los lines del recurso de casación según la Nueva Ley Procesal del Trabajo I 56
2. Los flnes del recurso de casación según la Ley N' 26636............ 158
3. Conclusión respecto de los fines del actual recurso de casación..'. l6l
III. Características del recurso de casación según la Nueva Ley Procesal del Trabajo 162
IV Sobre la admisibilidad del recurso de casación.... 163
X. Las decisiones judiciales que dan origen a los precedentes vinculantes 189
l. Acerca de la mutabilidad del precedente. El overruling 193
2. E,l precedente vinculante en el nuevo proceso laboral .......... 195
3. Consecuencia del precedente vinculante..... 191
473
tNI)l(ll : (ll rN[..RAI-
Introducción 20t
I. La constitucionalización del ordenamientojurídico peruano......... 202
II. Derechos constitucionales y relación de trabajo . . . 205
l. Los clerechos constitucionales laborales y su eficaciajurídica.................... 205
2. Eficacia de los derechos constitucionales fiente a terceros...... 206
3. Eficacia de los derechos constitucionalcs laborales en el ordenamienro
jurídico peruano......... 211
lll. Los procesos laborales: primer mecanismo de proteccicin de derechos laborales 215
IV E,l anrparo contra resoluciones judiciales: marco constitucional y legal ............. 2lj
V. El amparo contra resolucioncs judiciales en la jurisprudencia constitucional .... 220
VI. El amparo cont¡a resoluciones judiciales en ntateria laboral .......... 226
A modo de conclusión 231
PATR-IE fT
PROCESOS CONSTIT UCIONALE S
lntroducción 235
I. El debido proceso como derecho humano......... 236
l. Un concepto de derecho humano 236
2. Una necesidad esencial humana......... 23j
3. El bien humano que satist'ace esa necesidad humana.......... 237
4. El derecho humano originado a partir de esa necesidad humana..... 238
5. Sobre la esencia del dcrecho humano al debido proceso 239
ll. La constitucionalización del Derecho Humano en la Constitución peruana de
1993.............. 239
l. EI papel del acto de positivación de un derecho humano......... 239
2. Los clerechos fundamentales como derechos humanos constitucionalizados 210
3. La constitucionalización del debido proceso.......... 211
III. El Derecho a la pluralidad de instancias como parte del contenido del dere-
cho al debido proceso.. 243
474
l
I
l\l)l( lF. ( ;l INI rR..\l
Introducción 267
I. La creación del recurso de a ,;;;, ;i ;;;..i.,,"
r.'inculalrte...... 210
l. La doble dimensión de y de los procesos
constitucionclcs .......... 272
II La creación del precedcnte ;"";;.i;;;;i;;,;",.;;,;;;;;.,",
del Tribunal Constitucional .................... 271
III La Prueba De Fuego Del Tribunal Constitucional 216
I . El estado de cosas inconstitucional . . .......... 278
2. La represión de actos lesivos homo-eéneos.. 281
3. El viraje del Tribunal en materia procesal......... 282
475
lNl)I(.1: (;tr\lrR \l
Introducción 305
I. Un problerna generalizado: la inejecutoriedad de las sentencias en el ordena-
miento peruano 307
l. La ejecución de las sentencias por obligación de dar suma de dinero por
parte del Estado: estado de la cuestión 107
2. Mecanismos procesales instituidos por e I Tribunal ConstitL¡cional para
la rjecuciort de l:r. .elrtcne rir.......... .il(|
l. ( lLtsione: ¡rrclrrnrrr;ire .
orte -il-:
II. f I "ree urst, dc apclruiúrr n(,r ¡irll\' -tl-1
1. La ST( I'rp. \ o(l( r]-lrll r()-P\ Tt .. ..... 3 l-l
2. La creación del "recurso de apelación por salto" 3 1.1
3. Fundamcntos del recurso de apelación por salto señalados en la sentencia. 315
4. Pedi les de la nuer a institución.. 315
III. La creación de normas procesales por el I'ribunal Constitucional: comenta-
rios sobre la denominada autononria procesal ......... 316
l. El concepto de autonomía procesal 311
I.I . Su lratarniento cn la doctrina cxtran jera 3r8
1.2. Su tratamiento crrmo concepto recogido en la doctrina nacional......... 319
I .3. Su tratalniento como concepto arrtijuridico 32r
2. Conclusiones en torno a las posturas antes seña1adas.................... 3ll
IV. Análisis sobrc la r"alidez constitucional de la institución.................... J-J
l. Presen'ación de los derechos fundamentales en jrrcgo 1l1
2. Fundamentos jurídicos de la creacitin del recrLrso de ape lación por salto.... 321
Conclusiones. 329
476
INDI(.lr (il:\l:R:\l-
lntroducción 33 1
477
INI)l(.Ir C;HNI:R,\]
393
I. ¿,Medios impugnatorios lato sensu o stricto sensu?........... 396
II. Recurso de queja..... 40r
l. Gencralidades.. 401
2. Ob.ieto.............. 402
III aclaración.
Solicitud de 405
l. Generalidades............... '105
l. l. Dennición y naturaleza 40S
1.2. Vinculación con algunos derechos fundamentales............................... 4l I
2. F'inalidad y limites 414
3. Trámite 1\j
4. ¿,Quó se aclara? 423
IV Recurso de reposición. 421
l. Definicrón.................... 121
2. Trámitc ,125
3. Un caso inédito........... 426
478