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Resumen de 1984 de George Orwell

1984 sitúa su acción en un Estado totalitario. Como explica O'Brien, el astuto y misterioso miembro
de la dirección del partido dominante, el poder es el valor absoluto y único: para conquistarlo no
hay nada en el mundo que no deba ser sacrificado y, una vez alcanzado, nada queda de
importante en la vida a no ser la voluntad de conservarlo a cualquier precio. La vigilancia
despiadada de este Superestado ha llegado a apoderarse de la vida y la conciencia de sus
súbditos, interviniendo incluso y sobre todo en las esferas más íntimas de los sentimientos
humanos. Todo está controlado por la sombría y omnipresente figura del Gran Hermano, el jefe
que todo lo ve, todo lo escucha y todo lo dispone. Winston Smith, el protagonista, aparece
inicialmente como símbolo de la rebelión contra este poder monstruoso, pero conforme el relato
avanza queda cada vez más atrapado por este engranaje, omnipresente y cruel. Un magnífico
análisis del poder. Una de las novelas más inquietantes y atractivas del siglo XX.
Resumen corto
1984 sitúa su acción en un Estado totalitario llamado Oceanía, el cuál, ha sido implantado tras una
revolución de la población contra el sistema capitalista. Dicho estado es gobernado por un único
partido, cuya ideología se denomina INGSOC (Socialismo Inglés). Éste, ejerce un control absoluto
sobre sus súbditos, a través de diversos instrumentos de control, y sobre los aspectos que
conciernen a las personas, tales como su pasado, presente y futuro. En consecuencia, dicho nivel
de control ha acabado con asomo alguno de libertad y de verdadero afecto humano.
Winston Smith, el personaje principal de la novela, a pesar de ser miembro del partido, es disidente
con la doctrina del partido.
En la primera parte de la novela, vemos cómo toma conciencia sobre la manipulación de la cuál, es
víctima. Esto provoca en él, ansias de conocer el modo de vida existente antes de la revolución.
Además, medita acerca de su vida, plasmando todo aquello que siente en un pequeño diario. Es
decir, piensa en todo aquello que puede poseer y que no posee, debido a que el Gran Hermano
(concreción que el partido presenta al mundo) quiere mantener el poder a cualquier precio. Éste
sacrifica todo valor humano con el fin de poseer el poder absoluto. Por tanto, dijéramos que
Winston, en última instancia, comprende cómo vivir en dicha sociedad, sin entender por qué vivir
así y no de una manera diferente. No encuentra sentido alguno a su modo de vida. En la segunda
parte, el descontento existente en su persona le impulsa a rebelarse contra el partido, llevando a
cabo actos que el partido considera delictivos. Así, mediante Julia (otro miembro del partido), de la
cuál se enamora, infringe la doctrina del partido, puesto que, según esta, el único amor que un
miembro del partido
debe manifestar, es aquel que debe dirigirse única y exclusivamente hacia la figura del Gran
Hermano. Para evitar la presencia de los instrumentos de control, Winston alquila una habitación
en una casa de un proletario (clase social menos controlada) para los contactos con Julia. Sin
embargo, Winston y Julia son detenidos aquí, ya que dicho alquiler constituye una trampa de la
Policía del Pensamiento (instrumento de control social) para detenerlos. Además, Winston junto
con Julia decide alistarse en las filas de la Hermandad (grupo que intenta conspirar contra el
partido), la cuál, resulta ser una tapadera perfecta para detener a los disidentes, ya que antes o
después todo disidente intenta ponerse en contacto con ella. Durante esta parte, a través del libro
de Goldstein, el cuál, es proporcionado a aquel que intenta ponerse en contacto con esa hipotética
hermandad y que, lógicamente, ha sido editado por el propio partido, Winston descubre el único y
verdadero objetivo del partido: el poder absoluto.
En la última parte, vemos cómo Winston es detenido y torturado, con el fin de su reciclaje. Para
ello, es sometido a una descomunal tortura, tanto física como psicológica, la cuál, trastornan los
sentimientos y principios que posee hacia el partido. Dijéramos que sus principios heréticos son
borrados, quedando sólo en él, sentimientos de amor hacia la figura del Gran Hermano.
Personajes
Winston Smith. 39 años, mantiene una marginalidad notoria frente al sistema. Paranoico, con
mucho odio guardado y sobre todo, con una permanente sensación de que algo no marcha bien.
Winston no es ningún héroe, es un hombre solitario –ni siquiera Julia se interesa en sus
especulaciones y sospechas- que busca razón y sentido a su existencia.
O' Brien. Más de 50 años, el objeto de deseo de Winston reside en su sospecha de que se trata en
el fondo de otra persona. O Brien sin embargo, resulta un miembro de elite del partido. Cruel y
convencido, es la representación del aparato totalitario que rige en Oceanía.
Julia: alrededor de 27 años. Julia pasa de ser una extraña odiada a amante de Winston. De
carácter rebelde, y amorosa, tendrá la misma suerte de su amante. Personaje de apoyo y motivo
de perdición para el protagonista.
Temas que aborda la obra
La libertad, que están totalmente privados de ella.
La manipulación, que se ve en todo su esplendor ya que nada es real ni siquiera el pasado, todo
a sido modificado por el Partido en su beneficio.
La organización, ya que toda la sociedad está dividida en clases perfectamente diferenciales.
Incluso su vida transcurre en zonas separadas y raras veces se mezclan, y que llevan
indumentarias diferentes regidas por el Partido.
El enfrentamiento desigual del individuo contra el sistema. Winston en solitario, jamás va a
conseguir vencer al Gran Hermano. Sin embargo, si se une con el resto de ciudadanos que
piensen lo mismo que él, sí podrían hacer frente al Partido e incluso vencerle. Esto también lo sabe
el Gran Hermano y por eso no está permitido que se reúnan grandes grupos, y con pocos que
sean ya está mal visto y levantan sospechas.
El amor, que surge entre Winston y Julia a pesar de todo lo que hace el Partido por impedir este
tipo de manifestaciones.
La confianza, que en la sociedad en la que viven no se pueden fiar de nadie. Ejemplo claro de ello
es que Winston confía en Charrington y O'Brien, que resultan ser Policías del Pensamiento.

1984, Crítica y análisis de la obra


1984 es una novela política de ficción distópica, escrita por George Orwell entre 1947 y 1948 y
publicada el 8 de junio de 1949. La novela introdujo los conceptos del omnipresente y vigilante
Gran Hermano o Hermano Mayor, de la notoria habitación 101, de la ubicua policía del
Pensamiento y de la neolengua, adaptación del inglés en la que se reduce y se transforma el
léxico con fines represivos, basándose en el siguiente principio: Lo que no está en la lengua,
no puede ser pensado.
Muchos analistas detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo de 1984,
sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha conocido como sociedad
orwelliana. El término orwelliano se ha convertido en sinónimo de las sociedades u
organizaciones que reproducen actitudes totalitarias y represoras como las representadas en la
novela. La novela fue un éxito en términos de ventas y se ha convertido en uno de los más
influyentes libros del siglo XX.
Se la considera como una de las obras cumbre de la trilogía de las distopías de principios del
siglo XX (también clasificadas como ciencia ficción distópica), junto a la novela de 1932 Un
mundo feliz (Brave new world en inglés), de Aldous Huxley, y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury.
Algunos consideran a esta novela un plagio de la obra Nosotros escrita por Yevgeni Zamiatin
en 1921. Por su parte Orwell reconoció la influencia de la misma en su novela.
Historia de la novela
La novela fue escrita por George Orwell bajo el título de trabajo de El último hombre de Europa
(The Last Man in Europe en inglés). No obstante, los editores tanto en el Reino Unido como en
Estados Unidos, en donde fue lanzado el libro de forma simultánea, cambiaron el nombre a Mil
novecientos ochenta y cuatro por motivos comerciales. En ese año transcurre la acción
narrada en el libro. Publicado inicialmente el 8 de junio de 1949, el grueso de la novela fue
escrito por Orwell en la isla de Jura en Escocia en 1948, aunque Orwell había estado
escribiendo pequeñas partes desde 1945.
El título 1984 es el resultado de intercambiar la posición de los dos últimos dígitos del año en el
que se escribió el libro, 1948.
Sociedad descrita en la novela
En la novela, la sociedad localizada en una futura Inglaterra, parte del Imperio de Oceanía, y
se encuentra dividida en tres grupos. Los miembros “externos” del Partido Único, los miembros
del Consejo dirigente, o círculo interior del partido, y una masa de gente marginada que vive
atemorizada y aislada de la política, los plebeyos.
Los miembros “externos” constituyen la burocracia del aparato estatal (de ahí la necesidad de
la estricta vigilancia), viven sometidos a un control asfixiante y a una propaganda alienante que
los desmoraliza y les impide pensar críticamente. El estado suprime todo derecho y los
condena a una existencia poco más que miserable, con riesgo de perder la vida o sufrir
vejámenes espantosos si no demostrasen suficiente fidelidad y adhesión a la causa nacional.
Para ello se organizan numerosas manifestaciones donde se requiere la participación activa de
los miembros, gritando las consignas favorables al partido, vociferando contra los supuestos
traidores, dando rienda suelta al más desaforado fanatismo. Sólo con fervor fanático se puede
escapar a la omnipresente vigilancia de la policía del pensamiento.
La novela es una descripción analítica de los regímenes totalitarios, muy en particular del
régimen stalinista. El título que se le da al gran dictador así lo sugiere: “Gran Hermano”. Una
alusión inequívoca a Stalin. Además se ridiculiza el derrotero político de éste ante la agresión
nazi en la Segunda Guerra Mundial: Stalin pasó de ser virtual aliado de Hitler, a ser su más
enconado enemigo. Y ese tremendo acto fallido pesaría sobre la credibilidad de los comunistas
del mundo entero.
El personaje principal de la novela es Winston Smith, que trabaja en el Ministerio de la Verdad
(uno de los cuatro ministerios que hay). Su cometido es reescribir la historia, ironizando así, el
ideal declarado en el nombre del Ministerio.
Los ministerios son los siguientes:
El Ministerio del Amor (en neolengua Minimor) se ocupa de administrar los castigos y la
tortura.
El Ministerio de la Paz (Minipax) se encarga de asuntos relacionados con la guerra y se
esfuerza para lograr que la contienda sea permanente. Si hay guerra con otros países, el país
está en paz consigo mismo. (Hay menos revueltas sociales cuando el odio y el miedo se
pueden enfocar hacia fuera, como señala la psicología social).
El Ministerio de la Abundancia (Minindancia) encargado de los asuntos relacionados con la
economía y de conseguir que la gente viva siempre al borde de la subsistencia mediante un
duro racionamiento.
El Ministerio de la Verdad (Miniver) se dedica a manipular o destruir los documentos
históricos de todo tipo (incluyendo fotografías, libros y periódicos), para conseguir que las
evidencias del pasado coincidan con la versión oficial de la historia, mantenida por el Estado.
Winston Smith vive en el Londres de un virtual 1984, en un mundo dividido en tres
superpotencias:
Oceanía, donde impera el Ingsoc, acrónimo inglés para “socialismo inglés”. Oceanía
comprende el Reino Unido, Irlanda , toda América, Australia, Nueva Zelanda y el Sur de África.
Eurasia, donde impera el neobolchevismo. Eurasia comprende la Unión Soviética (incluida la
parte asiática) y Europa (excepto el Reino Unido e Irlanda).
Estasia (Asia Oriental), donde impera la “Adoración de la Muerte” o “Desaparición del Yo” .
Estasia comprende China, Japón y Corea.
Además, hay diversas zonas del mundo que están siendo disputadas entre las diversas
superpotencias.
El Gran Hermano suple a todo personaje político: él es el comandante en jefe, el guardián de la
sociedad, el dios pagano y el juez supremo. Él es la encarnación de los ideales del Partido, el
Partido ubicuo, único y todopoderoso que vigila sin descanso todas las actividades cotidianas
de la población, al punto que inclusive en las calles y casas hay dispositivos de vigilancia para
conocer todos los actos de cada individuo (“telepantallas”). Irónicamente, Orwell insinúa la
posibilidad de que el Gran Hermano ni siquiera sea una persona real, sino un mero icono
propagandístico.
El Partido es la organización a la que han de pertenecer todas las personas, a excepción de
los “proles”, que con todo, constituyen la inmensa mayoría de la población. Estos últimos están
mantenidos en la miseria más abyecta, pero se les entretiene de diversas formas por parte el
Partido para preservarlos contentos en su situación. Prácticamente sólo saben obedecer
órdenes y se los considera incapaces de rebelarse; se les conceden los mismos derechos que
a los animales y, de hecho, la Policía del pensamiento apenas los vigila: “a los proles se les
permite la libertad intelectual porque no tienen intelecto alguno”.
La familia es apenas tolerada por la ideología del Partido; es una práctica común la denuncia
de traición al Partido por parte de hijos pequeños a sus padres.
Los lemas del Partido, de cuya inversión de significado habla O’Brien, son:
Paz es Guerra: Cuyo significado invertido sería guerra es paz, ya que la guerra produce el
miedo en los ciudadanos haciendo mucho más difícil que se rebelen por temor a la invasión del
país enemigo.
Libertad es Esclavitud: Invertido sería esclavitud es libertad, pues el esclavo se siente libre al
no conocer otra cosa.
Ignorancia es Fuerza: Cuya inversión daría como resultado fuerza es ignorancia, debido a
que la ignorancia de los “proles” también evita su rebelión contra el partido.
Argumento
Tras años trabajando para el Ministerio de la Verdad, Winston Smith se va volviendo
consciente de que los retoques de la historia en los que consiste su trabajo son sólo una parte
de la gran farsa en la que se basa su gobierno, y descubre la falsedad intencionada de todas
las informaciones procedentes del Partido Único. En su ansia de evadir la omnipresente
vigilancia del Gran Hermano (que llega inclusive a todas las casas) encuentra el amor de una
joven rebelde llamada Julia, también desengañada del sistema político; ambos encarnan así
una resistencia de dos contra una sociedad que se vigila a sí misma.
Juntos Winston y Julia creen afiliarse a la Hermandad, un supuesto grupo de resistencia
dirigido por Emmanuel Goldstein —un personaje casi tan ubicuo y omnipresente como el
propio Gran Hermano, el Enemigo del Pueblo y escritor de El Libro, el cual Winston lee hasta
llegar a comprender los mecanismos del doblepensar, herramienta base de dominación del
Partido—, y que es en realidad uno más de los instrumentos de control del Partido.
A través de una historia intrincada, con temas como el lavado de cerebro, el lenguaje, la
psicología y la inventiva encaminados al control físico y mental de todos los individuos, la
educación totalitaria de la juventud, etcétera, Orwell relata la historia trágica y aparentemente
emancipadora de Winston Smith y Julia, quienes tratan de escapar de un sistema donde la
intimidad y el libre pensamiento están prohibidos.
Al descubrir que los presuntos “miembros de la resistencia” formaban parte también del
mecanismo represor, los protagonistas son encerrados por la Policía del pensamiento y
sometidos a tortura en el Ministerio del Amor. Winston es obligado a reconocer que un
enunciado evidentemente falso como 2+2=5 es en realidad verdadero. Su fortaleza sorprende
a los torturadores en la Habitación 101, pero todo no es más que parte de una alienada
pesadilla. Winston acaba, tras largos e inhumanos meses, aceptando interiormente que la
verdad es lo que el partido dice y no lo que su intelecto deduzca, o ni siquiera lo que sus
sentidos perciban. Al final Winston reencuentra a Julia, que ha sido también torturada, pero
ambos son incapaces de mantener en sus mentes alguna sensación de cercanía y se separan
como dos extraños; se indica entonces que la finalidad del Partido Único se había cumplido
pues de hecho el amor entre Winston y Julia ha desaparecido, reemplazado por el amor hacia
el Gran Hermano, único sentimiento afectuoso tolerado por el régimen. No obstante, lo único
que Winston sabía era que desaparecería, de la noche a la mañana, sin dejar ni una huella o
algún conocido, incluso alguna evidencia de haber existido. Sabía también como sería su
muerte, siendo lo único que tuvo certeza en toda la historia.
Contexto histórico de la novela
1984 presenta una extrapolación de prácticas de la Unión Soviética y del Fascismo, además de
experiencias de Orwell en la Guerra Civil Española (especialmente los sucesos de mayo de
1937, que él describe en su obra Homenaje a Cataluña) al conocer el horror de las checas del
Frente Popular que visita en Barcelona, algunas con crematorio como la de Sant Elies.
El Ingsoc, la ideología del estado totalitario en el que transcurre la novela, es una corrupción de
English Socialism.
La “V” del emblema del Ingsoc es una parodia de la “V” de la Victoria utilizada por los aliados
en la Segunda Guerra Mundial. Esta “V” se utiliza también en el envase de los Cigarrillos de la
Victoria y de la Ginebra de la Victoria.
La “reescritura del pasado”, trabajo de Winston Smith en el Ministerio de la Verdad, era
práctica habitual en la Unión Soviética (ver Fotografías trucadas en la URSS), además de las
mentiras habituales en la propaganda de guerra.
El Gran Hermano es una copia, hasta en los detalles físicos del personaje, del culto a la
personalidad de Iósif Stalin.
Emmanuel Goldstein, el Enemigo del Pueblo, está inspirado en Lev Trotsky, siendo comunes a
ambos personajes, el real y el creado por Orwell, las siguientes características:
Ambos participaron y fueron personajes importantes en las primeras etapas
revolucionarias.
La descripción del aspecto físico de Goldstein coincide con la de Trotsky.
Goldstein y Trotsky son apellidos judíos, pero la referencia más obvia es que el
verdadero apellido de Trotsky era Bronstein.
La persecución al trotskismo en la Unión Soviética inspira los Dos Minutos de Odio en
la novela.
El cambio de alianzas entre las superpotencias es una caricatura del Pacto Molotov-
Ribbentrop, que alió a la Unión Soviética con la Alemania Nazi, y la ruptura de este pacto por
sorpresa con la Operación Barbarroja. Los comunistas obedientes a Moscú estuvieron
obligados[cita requerida], entre agosto de 1939 y junio de 1941, a acusar como agresores a los
aliados y defender la política exterior nazi, para revertir inmediatamente esta posición a partir
de la invasión nazi de la Unión Soviética.
Winston Smith es un chiste histórico, ya que Winston, al escribirse la novela, era una alusión a
Winston Churchill, y Smith es el más común de los apellidos anglosajones.
La Habitación 101 es una referencia al despacho 101 que Orwell ocupó mientras trabajaba
para la British Broadcasting Corporation durante la Segunda Guerra Mundial.
Las bombas voladoras son una referencia a las V-1 y V-2 alemanas.
El uniforme negro del Partido Interior que viste O’Brien se debe al uniforme negro que usaban
los miembros de las SS alemanas.
El uniforme azul que usan los miembros del Partido Exterior está relacionado con el uniforme
azul que utilizaban los miembros de la Falange Española.[
Opiniones del propio Orwell
George Orwell opinó algunas veces sobre los temas tratados en su novela. En relación con la
reescritura de la Historia, Orwell decía en su libro Mi Guerra Civil Española:
Ya de joven me había fijado en que ningún periódico cuenta nunca con fidelidad cómo suceden
las cosas, pero en España vi por primera vez noticias de prensa que no tenían ninguna
relación con los hechos, ni siquiera la relación que se presupone en una mentira corriente. (…)
En realidad vi que la historia se estaba escribiendo no desde el punto de vista de lo que había
ocurrido, sino desde el punto de vista de lo que tenía que haber ocurrido según las distintas
«líneas de partido». (…) Estas cosas me parecen aterradoras, porque me hacen creer que
incluso la idea de verdad objetiva está desapareciendo del mundo. A fin de cuentas, es muy
probable que estas mentiras, o en cualquier caso otras equivalentes, pasen a la historia.
¿Cómo se escribirá la historia de la Guerra Civil Española? (…) Sin embargo, es evidente que
se escribirá una historia, la que sea, y cuando hayan muerto los que recuerden la guerra, se
aceptará universalmente. Así que, a todos los efectos prácticos, la mentira se habrá convertido
en verdad. (…) El objetivo tácito de esa argumentación es un mundo de pesadilla en el que el
jefe, o la camarilla gobernante, controla no sólo el futuro sino también el pasado. Si el jefe dice
de tal o cual acontecimiento que no ha sucedido, pues no ha sucedido; si dice que dos y dos
son cinco, dos y dos serán cinco. Esta perspectiva me asusta mucho más que las bombas, y
después de las experiencias de los últimos años no es una conjetura hecha a tontas y a locas.
También, por ejemplo, en una carta a un líder sindicalista estadounidense dice sobre su novela
1984:
Yo no creo que el género de sociedad que describo vaya a suceder forzosamente, pero lo que
sí creo (si se tiene en cuenta que el libro es una sátira) es que puede ocurrir algo parecido.
También creo que las ideas totalitarias han echado raíces en los cerebros de los intelectuales
en todas partes del mundo y he intentado llevar estas ideas hasta sus lógicas consecuencias.

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