El odio, la rabia, la violencia, son las formas por
antonomasia para nosotros, patéticas y enloquecidas masas. Aquí podemos mostrar nues- tra miseria, untada de fotos hermosas y comentarios hirientes. Una sociedad estresada que requiere agotar sus energías monstruosas que desde Adán, buscan entregarse al extremo place de la hiper-violencia. De comentario en comentario se describe esta decadente masa que somos todos. El rostro falso que se me representa del otro: presidentes, estrellas y "amigos" facebookeros es la mejor imagen que puedo tener de esta cultura patas arriba. No sólo ataco a los golpes en la realidad de la calle, ahora insulto, exprimo toda mi amar- gura, echo mi verborrea como lo estoy haciendo a través de mi pantalla mágica. Cada vez entiendo más porque el suicidio resulta ser un bálsamo refrescante ante lo insoportable. Cada vez que abro mi pantallita, y miro a mis hermanitos, me recuerdan, lo tanto que apestamos. Y por cierto, no estoy siendo paradójico.