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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE ICA

SALA MIXTA DE CHINCHA

EXPEDIENTE : 2009-394

DENUNCIANTE : MINISTERIO PÚBLICO

INVESTIGADO : Y. A. C. M. (4 AÑOS DE EDAD)

MATERIA : ABANDONO MORAL Y MATERIAL

Resolución Nº 19

Chincha, quince de septiembre

Del año dos mil diez. –

VISTOS, la causa número dos mil nueve – trescientos


noventicuatro, seguidos por la representante del Ministerio Público con
la menor de iniciales Y. A. C. M. de cuatro años de edad, en
AUDIENCIA PÚBLICA, observándose las formalidades establecidas por
el artículo 138º del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial; interviene como Ponente el señor Juez Superior César Ronald
Páucar Zamudio.

MATERIA DE RECURSO DE APELACIÓN, es la


sentencia contenida en la resolución número 14 de fecha doce de mayo
del dos mil diez, folios noventa y uno al noventa y tres, mediante la cual
en su parte resolutiva declara el abandono moral y material de la menor
Y. A. C. M. y dispone que la menor prosiga con la medida de protección
otorgada y ordena que sea trasladada del Hogar Camino a la
Solidaridad al Albergue Nuestros Pequeños Hermanos – Perú.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE APELACIÓN A


folios noventa y seis al noventiocho, obra el recurso de apelación
interpuesto por María Elena Cordero Murillo contra la sentencia, quien
señala como pretensión impugnatoria que se anule la sentencia y
reformándola se dispone se le entregue a su menor hija, fundándose en
los siguientes argumentos:

1. Que nunca ha ejercido violencia en contra de la menor y menos lo


ha abandonado; siempre le ha prodigado de amor y cariño.

2. El certificado médico legal fue observado oportunamente, pues


nunca empujó a la menor por las escaleras, pues de haberse dado
dicha situación, la menor no sólo se hubiera lastimado la cabeza,
sino también las piernas, rodillas, brazos y todo el cuerpo; que los
hechos fueron otros y de manera fortuita.

3. La menor sólo cuenta con cinco años de edad, se encuentra en


una etapa de desarrollo psicoemocional y solicita se le conceda la
protección y cuidado familiar de su menor hija, disponiéndose la
colocación en su hogar bajo las supervisiones necesarias.

4. La referida medida de protección se dicta como último remedio y


cuando los hechos revistan gravedad y pongan en peligro la vida o
integridad física de la menor, lo que no ha ocurrido en el caso de
autos.

CONSIDERANDO:

Primero: MARCO NORMATIVO

El Código de los Niños y Adolescentes se aplica a todos los niños y


adolescentes del territorio peruano, sin ninguna distinción por motivo
de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política, nacionalidad,
origen social, posición económica, etnia, impedimento físico o mental o
cualquier otra condición, sea propia o de sus padres o responsables, así
lo prescribe el artículo Primero del Titulo Preliminar de dicho cuerpo
legal, y en su interpretación y aplicación debe tenerse en cuenta los
principios y las disposiciones de la Constitución Política del Perú, la
Convención sobre los Derechos del Niño y de los demás convenios
internacionales ratificados por el Perú, aplicándose en forma supletoria
el Código Civil, Código Penal, Código Procesal Civil y Código Procesal
Penal.

Segundo: DEL RECURSO DE APELACIÓN

El recurso de apelación tiene por objeto que el órgano jurisdiccional


superior examine a solicitud de parte de o de tercero legitimado la
resolución que le produce agravio con el fin de que sea anula o
revocada, total o parcialmente, recurso que contiene intrínsicamente el
pedido de nulidad, así lo prescriben los artículos 364ºy 382º del Código
Procesal Civil.

Tercero: DEL ESCRITO DE DEMANDA

Conforme se advierte del escrito de demanda de ABANDONO MORAL Y


MATERIAL de folios veintiuno al veinticuatro, presentada por el
representante del Ministerio Público ésta se ampara legalmente en los
literales b) y c) del artículo 248º del Código de los Niños y Adolescentes,
el mismo que establece que el Juez Especializado podrá declarar en
estado de abandono a un niño o adolescente cuando:

b) Carezca, en forma definitiva, de las personas que conforme a ley


tienen el cuidado personal de su crianza, educación o, si los hubiera,
incumplan las obligaciones o deberes correspondientes; o carecieran de
las calidades morales o mentales necesarias para asegurar la correcta
formación;

c) Sea objeto de maltratos por quienes están obligados a protegerlos o


permitir que otros lo hicieran.

Cuarto: De los fundamentos fácticos del escrito de demanda de folios


veintiuno al veinticuatro, se establece que la causal por la que se
demanda el abandono moral y material de la menor con iniciales Y. A.
C. M., es la señalada en el literal c), por lo que en el caso de autos
resulta pertinente analizar si con las pruebas admitidas y actuadas la
decisión del Juez a-quo de declarar en estado de abandono moral y
material a la nombrada menor y su permanencia en un albergue resulta
ser la más favorable.

Quinto: DEL CERTIFICADO MÉDICO LEGAL

Como prueba del maltrato que ha sufrido la menor con iniciales Y. A. C.


M., tenemos el certificado médico legal de folios ocho, con el que se
acredita que la nombrada menor al examen médico presentaba lo
siguiente:

“herida contusa cortante de 1 cm. en región parietal izquierda y otra de


0.7 cm. en región parietal derecha, excoriación ungueal en región
geniana derecha, equimosis violáceo verdoso en cara anterior del tercio
inferior en pierna derecha”.

Señala la médico legista que dichas lesiones han sido ocasionadas con
objeto contundente duro de bordes romos si punta ni filo y con uña
humana.

Sexto: DEL AUTOR DE LOS MALTRATOS

De lo actuado se ha llegado a individualizar al autor de dichas lesiones


en la persona de José Manuel Mejía Salazar, por la sindicación de la
misma menor prestada en su manifestación policial de folios seis y
ratificada en sede judicial al prestar declaración por ante el Juzgado
Especializado en Familia según acta de folios setenta, e informe
psicológico de folios ochenta y tres, corroborada con la manifestación
policial de doña Elizabeth Cordero Murillo de folios cinco, ratificada en
manifestación fiscal de folios once.

Séptimo: DE LA PARTICIPACIÓN DE LA MADRE DE LA MENOR

De lo actuado en autos no se ha llegado a establecer que María Elena


Cordero Murillo, madre de la menor con iniciales Y. A. C. M., la haya
maltratado, de lo que sí se le puede atribuir es que haya estado
permitiendo que su actual pareja lo haya venido haciendo, y dicha
conducta también constituye causal para declarar en estado de
abandono moral y material a la menor.

Octavo: DEL INFORME PSICOLÓGICO DE LA MENOR

A folios ochenta y tres obra el informe psicológico de la menor con


iniciales Y. A. C. M., practicada por la licenciada María del Carmen
Marín Alvarado, cuya evaluación fue realizada en presencia del Juez a-
quo y de la representante del Ministerio Público, conforme al acta que
obra en el folio ochenta y dos, y en sus conclusiones señala que la
separación del vínculo materno está afectando su estado emocional,
psicológico, conductual y de aprendizaje, ya que una niña privada del
afecto de su madre desarrolla conductas agresivas afectándose las
áreas antes mencionadas, y considera que la menor debe continuar en
el albergue por un tiempo prudencial no más de tres meses (debe
tenerse presente que el informe es del once de febrero del dos mil diez, y
a la fecha han transcurrido más de siete meses).

Noveno: DE LA DECLARACIÓN DE LA MENOR

A folios setenta obra la declaración de la menor con iniciales Y. A. C. M.


prestada en presencia de la representante del Ministerio Público y del
Juez a-quo, en donde señala que extraña a su madre y que deseaba irse
a vivir con ella y con su hermanito y que no quería estar en el albergue.

Décimo: DEL INFORME PSICOLÓGICO DE LA MADRE

A folios sesenta y tres obra el informe psicológico de María Elena


Cordero Murillo, madre de la menor, en donde en el análisis e
interpretación de los resultados se advierte que tiene preocupación por
sus hijos, y que la actitud negativa que presenta es asumida en forma
inconsciente, comunicación pasiva.

Décimo Primero: DE LA DECLARACIÓN DE LA MADRE

A folios cuarenta y cinco al cuarenta y siete, obra la declaración de


doña María Elena Cordero Murillo, quien refiere que a sus otras hijas
les jalaba el pelo, pero que a su hija que está en el albergue no, y que
no desea que su hija permanezca en dicho lugar.

Décimo Segundo: RAZONAMIENTO

Evaluadas y compulsadas las pruebas antes señaladas, se llega a


determinar que efectivamente la madre de la menor Y. A. C. M. ha
venido permitiendo que su pareja la maltrate, pero dicha conducta de la
madre se puede enmendar con terapias psicológicas, que en el presente
caso hay que tratarlo como problema humano conforme lo señala el
artículo X del Titulo Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes y
por consiguiente hay que entender la conducta de la madre, no se le
puede privar a la menor del derecho de vivir, crecer y desarrollarse
dentro del seno de su familia, quien en este caso ha manifestado su
deseo de estar con su madre, quien si bien ha mostrado una actitud
negativa, ello ha sido en forma inconsciente, la separación de la niña de
su madre, en la fecha viene siendo perjudicial para su salud emocional,
ello estando a su informe psicológico, por lo que dicha separación debe
cesar, y que en cuanto de que la madre de la menor no cuenta con los
medios económicos para privarle de la tenencia, ello no es suficiente,
pues de aceptar dicha premisa, también se tendría que disponer el
albergue del resto de sus hijos, por lo que de conformidad con lo que
prescribe el artículo 8 y artículo IX del Titulo Preliminar del Código de
los Niños y Adolescentes, éste último que consagra el principio del
interés superior del niño, debe revocarse la sentencia y procederse
conforme al numeral 1) del artículo 243º del citado cuerpo legal.

Décimo Tercero: DEL DICTAMEN DE LA FISCAL SUPERIOR

En cuanto a ésta acto procesal, la representante del Ministerio Público,


solicita la nulidad de la sentencia y la actuación de nuevas diligencias;
al respecto, en cuanto a la omisión de tramitar la solicitud de
colocación familiar formulada por Elizabeth Paola Cordero Murillo,
dicho pedido fue rechazado en su oportunidad mediante resolución
número 05 de folios cincuenta y ocho y la afectada con dicha resolución
no interpuso ningún recurso; y en cuanto a la aplicación del artículo
194º del Código Procesal Civil que solicita la señora Fiscal en el punto
décimo segundo de su dictamen, ello es facultad del Juez a-quo y no
puede obligársele a la actuación de pruebas de oficio, y considerando
además, que lo actuado resulta suficiente para la existencia de un
pronunciamiento de mérito.

Por las consideraciones expuestas

REVOCAMOS la sentencia contenida en la resolución número 14 de


fecha doce de mayo del dos mil diez, folios noventa y uno al noventa y
tres, mediante la cual en su parte resolutiva declara el abandono moral
y material de la menor Y. A. C. M. y dispone que la menor prosiga con la
medida de protección otorgada y ordena que sea trasladada del Hogar
Camino a la Solidaridad al Albergue Nuestros Pequeños Hermanos –
Perú, y REFORMÁNDOLA disponemos la inmediata entrega y cuidado
de la nombrada menor a su señora madre María Elena Cordero Murillo,
a quien se le ORDENA:

1) No permitir que José Manuel Mejía Salazar maltrate física y


psicológicamente a su hija,

2) Someterse a un tratamiento psicológico por ante el departamento


correspondiente del Hospital San José de Chincha, cuyo director
deberá remitir en forma mensual sobre los avances del mismo.

3) Permitir que la menor Y. A. C. M. se someta a un tratamiento


psicológico por ante el departamento correspondiente del Hospital
San José de Chincha, cuyo director remitirá un informe mensual
sobre el avance.

Todo ello bajo apercibimiento, en caso de incumplimiento de disponerse


el internamiento de la menor Y. A. C. M., en un albergue y de remitirse
copias certificadas al Fiscal Provincial en lo Penal de turno para que
proceda conforme a sus atribuciones.
Encárguese del seguimiento de las disposiciones que se adoptan en la
presente solicitud a la Psicóloga adscritas a los Juzgados de Familia de
Chincha, quien deberá informar al Juez a-quo del cumplimiento de las
referidas disposiciones, bajo responsabilidad funcional, y devuélvase lo
actuado al Juzgado de origen para el cumplimiento de la presente
sentencia. Tómese razón y hágase saber. –

S.S.

MEZA MAURICIO.-

CARDENAS MEDINA.-

PAUCAR ZAMUDIO.-

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