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CIENCIAS POLITICAS

TRABAJO DEL TERCER PARCIAL

Señores estudiantes investigar y desarrollar las siguientes preguntas que corresponden al tercer
parcial de la materia Ciencias Políticas, el mismo que debe ser entregado el día Domingo 28 de enero
del 2018, por la plataforma LMS de la Universidad; fecha determinada por el Sistema de Educación
a Distancia. Señores estudiantes tomar en cuenta el texto de consulta universitario sugerido. Es
obligatorio citar la fuente o bibliografía DESARROLLO

1. Al hablar de los Derechos y Obligaciones Fundamentales del Individuo, examine los


Derechos de Segunda Generación; Emita su opinión sobre el tema planteado.(Págs. 206-
207)

Los derechos de segunda generación se incorporan a partir de una tradición de pensamiento


humanista y socialista; son de naturaleza económica y social, e inciden sobre la expresión de
igualdad de los individuos. Mientras los derechos de primera generación defendían a los ciudadanos
frente al poder del Estado, ahora se exige cierta intervención del Estado para garantizar una acceso
igualitario a los derechos anteriormente citados, es decir, para compensar las desigualdades
naturales creadas por las ventajas y desventajas de clases, etnia y religión que caracterizan las
diferencias sociales de los individuos desde su propio nacimiento. Se pedía así, que el Estado
garantice el acceso a la educación, el trabajo, la salud, la protección social, etc., creando las
condiciones sociales que posibiliten un ejercicio rea) de las libertades en una sociedad donde no
todos los hombres nacen iguales. La universalización del sufragio y el reformismo social permitieron
que las constituciones liberales del siglo XIX pudieran encajar estos derechos. El movimiento obrero
y las ideologías de corte internacionalista impulsaron definitivamente la conciencia de la necesidad
de extender a todos los ciudadanos, y de forma progresiva, el derecho de educación, al trabajo, a
una salud garantizada por el Estado, etc. Con la inclusión de los derechos económicos, sociales y
culturales, a la Declaración de 1948, los Estados de Derecho pasaron a una etapa superior, es decir,
se volvió un: Estado Social de Derecho. De ahí el surgimiento del constitucionalismo social que
enfrenta la exigencia de que los derechos sociales y económicos, descritos en las normas
constitucionales, sean realmente accesibles y disfrutables. En esta Generación de Derechos se
demanda al aparato gubernativo un estado de bienestar que implemente acciones, programas y
estrategias, a fin de lograr que las personas los gocen de manera efectiva. Para el efecto, las
premisas en las cuales se asientan estos derechos son: 1. Toda persona tiene derecho a la seguridad
social y a obtener la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales. 2. Toda persona
tiene derecho al trabajo en condiciones equitativas y satisfactorias. 3. Toda persona tiene derecho
a formar sindicatos para la defensa de sus intereses (libertad sindical). 4. Toda persona tiene
derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure a ella y a su familia la salud, alimentación,
vestido, vivienda, asistencia médica y los servicios sociales necesarios. 5. Toda persona tiene
derecho a la salud física y mental. 6. Durante la maternidad y la infancia toda persona tiene derecho
a cuidados y asistencia especiales. 7. Toda persona tiene derecho a la educación en sus diversas
modalidades. 8. La educación primaria y secundaria es obligatoria y gratuita.
Comentario.

Los derechos humanos son innatos, todas las personas nacemos con derechos que nos pertenecen
por nuestra condición de seres humanos. Todos y cada una de las personas tienen derechos, sean
hombres, mujeres, niños y niñas, no importa el lugar donde vivan, cada persona tiene la misma
dignidad y nadie puede ser discriminado de disfrute de sus derechos.

2. Investigue los llamados Derechos de Cuarta Generación, y formule un comentario.(Págs.


210 - 213)

Este conjunto de derechos está en proceso de construcción y discusión a nivel doctrinal y


académico, sin embargo es importante mencionarlo por las implicaciones que, incluso en lo político,
tendrá en el futuro cuando se consolide la tipificación. Al respecto existen varios e importantes
estudios doctrinales que intentan crear una categoría para el efecto; y entre los más destacados
investigadores y estudiosos de esta nova clasificación, es el profesor de Ética y Sociología de la
Universidad Complutense de Madrid, Jorge Bustamante Donas315 , que en sus estudios relaciona
profundamente la ética con la tecnología.

En este sentido, en su ensayo "Hacia la cuarta generación de Derechos Humanos: repensando la


condición humana en la sociedad tecnológica"316 , sugiere la necesidad de continuar pensando en
nuestra condición humana para que, al ser reconocida como tal, pueda ser respetada, revitalizando
el discurso ético sobre los derechos humanos en una era en la que la tecnología aparece como
condición esencial de posibilidad y como característica definidora de nuestra sociedad. Como afirma
Graciano González, existe "(...) una consideración filosófica de los valores de razón, dignidad,
libertad, igualdad, solidaridad y paz, que expresan dicha condición, debe realizarse a través de un
discurso que considere los derechos humanos como exigencias morales de realización tanto en el
nivel personal como en el comunitario. Introducir la tecnología en este contexto significa atender a
la necesidad de traducir dicho discurso en términos que puedan también abarcar a la ciencia y a la
tecnología como elementos que modifican el concepto de espacio o ámbito en el que se
manifiestan, profundizan, y desarrollan los derechos humanos. Este nuevo ámbito está abriendo
nuevas perspectivas para entender, de una forma sustancialmente más amplia, la declaración
universal de los derechos humanos de 1948. Son esas consideraciones y el reconocimiento de la
existencia de problemas éticos y jurídicos que tienen que ver con dichos derechos -y que están
urgidos de una respuesta-, que el ejercicio de una reformulación discursiva tiene que encaminarnos
hacia una cuarta generación de los derechos humanos. Como hemos visto la importancia e
implicaciones de esta nova visión de los derechos humanos, huelga hacer, simplemente en términos
ilustrativos, una aproximación teórica y entender la necesidad de crear la cuarta generación. En ese
sentido hay que entender que el desarrollo social y moral del ser humano no ha sido nunca opaco
al desarrollo de las realidades técnicas científicas; realidades que se constituyen en condición de
posibilidad para el cambio social, la emergencia de nuevos valores, la aparición de nuevos
paradigmas éticos y, en definitiva, el advenimiento de nuevas formas de organización social. Es por
esta razón qué) resulta necesario reflexionar constantemente y sobre el sentido de la relación entre
los desarrollos técnicos y el entorno humano, puesto que resulta evidente constatar que la tecno-
ciencia está presente como uno de los hechos configuradores de la realidad actual, y que el mundo
ha cambiado de forma sustancial a partir de ese impulso. Pero también debemos entenderlo como
un fenómeno multidimensional que proyecta su influencia de una manera directa sobre las
realidades morales, psicológicas y sociales. Por ello es que, según el profesor Manuel Maceiras, es
necesario considerar dos programas de acción distintos pero convergentes: el primero, de carácter
teórico, que estudia la forma en que la tecno-ciencia está modelando la identidad y la conciencia
humanas; y, el segundo, de carácter político pragmático, que nos previene frente a la necesidad de
elaborar políticas coherentes que reconozcan las nuevas necesidades humanas para aprovechar
dichos medios, y los nuevos derechos que son inherentes al hecho mismo del vivir en una sociedad
tecnológica, las llamadas exigencias políticas de la tecno-ciencia”.

Esta nueva clasificación nace del análisis de este nuevo marco social que vivimos, que nos obliga a
mirar a los derechos humanos como un proceso en construcción y evolutivo, de manera que los
derechos civiles y políticos, correspondientes a la primera generación, que inciden sobre la
expresión de libertad de los individuos, proceden de la tradición constitucionalista liberal, que están
recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y los Pactos Internacionales
de 1966, a saber, el de los Derechos Civiles y Políticos, y el de los Derechos Económicos, Sociales y
Culturales; se articulan con el derecho a la dignidad de la persona, y a su autonomía y libertad frente
al Estado, su integridad física y las garantías procesales. Son derechos que tienen como soporte la
filosofía de la ilustración y las teorías del contrato social. Fueron el constitucionalismo y el
liberalismo progresista quienes impulsaron la inclusión de dichos derechos en las constituciones de
los Estados Nacionales europeos durante siglo XIX, favoreciendo así la universalización de los
derechos civiles y políticos básicos, limitándose así el poder del Estado frente los individuos,
estableciendo un equilibrio entre institución y ciudadano 319 . Este conjunto de derechos va
tomando forma en las últimas décadas, y abre el camino para un gran reto añadido en el siglo XXI:
las nuevas formas que cobran los derechos de primera, segunda y tercera generación en el entorno
del ciberespacio, es dock, la cuarta generación de los derechos humanos.

Comentario.

La humanidad se encuentra viviendo una verdadera revolución tecnológica, el hombre ha creado


cantidades de herramientas y aparatos que han alterado de manera significativa su desarrollo en el
paso por la historia, o sea que se han transmitido y mejorado de generaciones a generación nuestra
condición de vida, dando como resultado el desarrollo de la tecnología actual.

3. Dentro de los Derechos y Obligaciones Políticas, analice y transcriba cada uno de los
principios que enmarcan el Derecho; (literales a hasta h) (Págs.217-219) Manifieste su
criterio sobre cada uno de los derechos y obligaciones descritas.

Los principios que enmarcan el Derecho Político, entendido éste como el conjunto de reglas que
ordenan la vida política de un pueblo -como sujeto colectivo de derechos y obligaciones-, y
encargado de regular k estructura, organización, funciones y cumplimiento de los fines del Estado,
se traducen en derechos exigibles y concomitantes obligaciones, como los siguientes324:

a) Elegir y ser elegidos.- Como el derecho que tiene toda persona, en el marco de sus libertades
individuales, de escoger por una opción política determinada; o bien, transformarse en dicha opción
política y por ende presentarse en el marco de la ley para terciar en las contiendas electorales.
b) Participar en los asuntos de interés público.- Como miembro de una comunidad políticamente
organizada, los individuos tienen el derecho de involucrarse en aquellos temas que hacen relación
al interés colectivo, y en ese marco emitir sus opiniones.

c) Presentar proyectos de iniciativa popular normativa.- Derivación de la participación en asuntos


de interés público, el individuo tiene el derecho, el mismo que está garantizado por el propio Estado,
en formular propuestas legales para normar la vida de la colectividad a la que se debe.

d) Ser consultados.- Como sujetos activos de una comunidad política, y objetos de las decisiones
gubernativas, los individuos tienen el derecho de exigir ser consultados sobre temas que se
consideren de interés nacional.

e) Fiscalizar los actos del poder público.- En su calidad de sujeto de derechos, el individuo tiene la
facultad de solicitar, en su calidad de mandante, la fiscalización de las actuaciones públicas de su
mandatario.

f) Revocar el mandato que hayan conferido a las autoridades de elección popular.- Bajo el principio
de que en derecho las cosas se deshacen como se hacen, y amparados en la lógica jurídica por la
cual el mandante tiene la facultad de quitar el mandato a su mandatario, este derecho político se
articula como medida político-social para efectuar un nivel de control/sanción sobre aquellas
autoridades gubernativas que hayan perdido el apoyo de sus electores.

g) Desempeñar empleos y funciones públicas con base en méritos y capacidades, y en un sistema


de selección y designación transparente, incluyente, equitativo, pluralista y democrático, que
garantice su participación, con criterios de equidad y paridad de género, igualdad d? oportunidades
para las personas con discapacidad y participación intergeneracional.- Al ser el individuo parte activa
de una estructura político-social como el Estado, éste tiene derecho a formar parte del aparato
administrativo, en cualquiera de sus funciones y formar parte del Estado.

h) Conformar partidos y movimientos políticos, afiliarse o desafiliarse libremente de ellos y


participar en todas las decisiones que éstos adopten.- Con base al principio de libertad de
asociación, el individuo está facultado a crear estructuras que tengan naturaleza política, para
participar, en el marco de las normas vigentes, en la arena política que es consustancial a toda
convivencia social.

Comentario.

Derechos políticos como elegir y ser elegidos, ser consultados, afiliarse o desafiliarse libremente de
movimientos y partidos políticos, así como participar en todas las decisiones que estos adopten;
intervenir como veedores u observadores en los procesos electorales; exigir la rendición de cuentas
y la transparencia de la información de los sujetos políticos, entre otros, cobran vigencia en estos
días, por lo que resulta importante recordar que los derechos políticos expresan el compromiso de
la legislación y de las instituciones públicas para posibilitar la participación de los ciudadanos en el
ámbito de la vida pública o política.

4. Estudie y exprese su criterio sobre los Principios y Mecanismos del Poder Constituido.
(Págs. 227).
Subsecuente con lo expuesto en el ítem anterior, partiendo de la base de que la Constitución emana
del poder constituyente, el cual organÍ2a a los demás poderes del Estado, la determinación del
orden jurídico fundamental señala las facultades, atribuciones y competencias del poder
constituido. Es, pues, éste un primer y básico requisito que lo identifica como tal. El segundo nace y
se deriva a partir de la etapa de continuidad de un Estado ya existente, que se ve precisado -como
ya indicáramos- a renovar o modificar las normas de su Constitución, con apego a las propias
disposiciones constitucionales. En efecto, para ejemplificar, la Constitución ecuatoriana de 2008,
elaborada por la Asamblea Constituyente (poder constituyente) y aprobada mediante referéndum
(democracia directa), en su Capítulo tercero, de las reformas a la Constitución (Arts. 441 a 444)
establece el procedimiento y requisitos que deberán observarse para enmendar uno o varios
artículos de la misma, y transfiere a la denominada Asamblea Nacional (poder constituido) la
potestad para aprobar reformas constitucionales. Una nueva Constitución -agrega- deberá ser
sometida a la aprobación mediante referéndum. Es claro, por lo demás, que la Asamblea Nacional
tiene entre sus atribuciones y deberes: "5. Participar en el proceso de reforma constitucional" (Art.
120). "La reforma constitucional, efectuada por el parlamento ordinario y según sus métodos
constitucionales previstos, no implica el ejercicio del poder constituyente, sino del poder
constituido"336 . A manera de contrapunto, consideramos ilustrativo recoger una importante
reflexión que, en esta materia, deja abierto el debate académico e incluso doctrinario. El tratadista
Bernaschina337 anota que "Desde un punto de vista puramente jurídico, no es aceptable la teoría
del poder constituyente, pues, su fundamento no es otro que el de exigir trámites especiales -
aprobación de dos congresos, referéndum, asamblea especialmente elegida- para la determinación
del orden jurídico fundamental". Al alinearse a este razonamiento, el citado constitucionalista
chileno manifiesta que (esa teoría) "Se justificó en una época en que el desenvolvimiento
constitucional no había alcanzado el desarrollo que ahora tiene el Derecho Político, pero hoy día (su
libro fue publicado en 1958) no puede aceptarse, porque violenta el principio democrático o, si se
quiere, el principio de las mayorías" (lo entre paréntesis es nuestro).

Comentario.

La voluntad política creadora del orden, que requiere naturaleza originaria, eficacia y carácter
creadora y como la voluntad originaria, soberana, suprema y directa que tiene un pueblo, para
constituir un Estado dándole una personalidad al mismo y darse la organización jurídica y política
que más le convenga. De todos modos, existen concepciones que consideran que el poder
constituyente originario puede recaer en el pueblo o en la nación.

5. Estudie ¿Qué es la Democracia Directa: Principios y Aplicación? Pronuncie su opinión


personal sobre el tema planteado.(Págs. 228-243)

El carácter histórico, su evolución y la acogida brindada a las nuevas tendencias en torno al concepto
y ejercicio de la democracia han permitido la incorporación de importantes elementos. En ese
contexto se identifican las concepciones de los anarquistas, por un lado, y de los liberales, por otro,
dos corrientes que, en este punto específico, coincidían en señalar que el Estado no debía existir y
que, no obstante, admitido como un hecho, era un "mal necesario" al cual había que atribuirle
"exclusivamente las facultades de juzgar y de resguardar la propiedad". La burguesía triunfante en
la Revolución Francesa sostendría que "Las normas generales creadas por el pueblo vendrían a ser
una expresión de su libertad; los representantes actuarían por el pueblo, en su interés y en
resguardo de sus libertades". En ese marco conceptual encajaría el célebre discurso de Abraham
Lincoki en cuanto proclamó que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el
pueblo, "la más lúcida definición de democracia (que) no pasa de ser un acierto retórico", advierte
Borja338, tras lo cual discurre en un análisis desmitificador de la aseveración del mandatario
norteamericano. De cualquier manera "la democracia pasa a tener como fundamento político la
libertad de los individuos, pero no una libertad absoluta, sino una libertad compatible con el interés
social", a partir de lo cual "la libertad debe conciliarse con la actividad del Estado, como orden social
coactivo"339. No abarcó, es evidente, el aspecto económico de los individuos en el ámbito de una
sociedad asimétrica, materia que sería cubierta por la llamada democracia económica al proponer
que, además de la libertad, se incorpore un compromiso para "conseguir un mínimo de bienestar
colectivo", tal fue el antecedente y fundamento, por ejemplo, del concepto de "la función social de
la propiedad". Borja es categórico: "La riqueza es un instrumento de la libertad. Por tanto, la injusta
distribución de ella implica también una injusta distribución de la libertad".

De la mano con la Constitución ecuatoriana de 2008, pasemos revista a los principios básicos que
caracterizan a la democracia directa, para luego revisar sus mecanismos de aplicación. La premisa
mayor la descubrimos cuando se consagra que: "La soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es
el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas
de participación directa previstas en la Constitución"

(Art. 1, inciso segundo). Para el ejercicio de los derechos ciudadanos de participación directa se
reconocen, entre otros, los siguientes principios (Art. 11):

• Numeral 1. Los derechos se podrán ejercer, promover y exigir de forma individual o colectiva ante
las autoridades competentes (...).

• Numeral 2. Todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y
oportunidades,

• Numeral 4. Ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los derechos ni de las garantías
constitucionales.

• Numeral 6. Todos los principios y derechos son inalienables, irrenunciables, indivisibles,


interdependientes y de igual jerarquía.

• Numeral 9. El más alto deber del Estado consiste en respetar y hacer respetar los derechos
garantizados en la Constitución. La Carta Política, al apuntar los derechos de participación, en el
Capí- tulo quinto del Título II, expresamente dispone que las ecuatorianas y los ecuatorianos gozan
de los derechos (Art. 61) de:

1. Elegir y ser elegido.

2. Participar en los asuntos de interés público.

3. Presentar proyectos de iniciativa popular normativa.

4. Ser consultados.

6. Analice los Mecanismos de Control de los Órganos del Estado. Exponga su criterio sobre estos
temas.
7. Hable sobre los tres objetivos fundamentales que deben tener los Partidos Políticos, según el Dr.
Burbano Portilla. Emita un comentario. (Págs. 266-269).

8. Investigue y analice “Los Partidos Políticos y Clases Sociales”; formule un comentario.

9. Dentro del tema Democracia y Sociedad estudie el Rol de los Poderes. Emita su criterio personal.

10. Analice “El Constitucionalismo en el Ecuador: Breve Visión Histórica”; presente su criterio
personal sobre el tema propuesto.

11. Al investigar sobre la Elasticidad Constitucional: el caudillismo. Estudie al Floreanismo y el


Velasquismo.

12. Analizar la Constitución de 2008: Génesis y Proyección. Finalmente emita su criterio personal
sobre el tema planteado.

Comentario.

La democracia directa o pura es el poder ejercido directamente por el pueblo en una asamblea.
Dependiendo de las atribuciones de esta asamblea, la ciudadanía podría aprobar o derogar leyes,
así como elegir a los funcionarios públicos. La democracia directa se ejercía en la Antigua Grecia, y
en la actualidad testimonialmente en la asamblea anual de los ciudadanos de algunos cantones
suizos de alta montaña

6. Analice los Mecanismos de Control de los Órganos del Estado. Exponga su criterio sobre
estos temas.(Págs. 253-257)

"Todo Estado, por la sola razón de su existencia, supone un gobierno y también el derecho u
ordenamiento jurídico, impuesto a los gobernados por los gobernantes. Pero lo que caracteriza al
Estado de derecho es un orden jurídico fundamental y estable, impuesto normativamente al
gobierno ya k sociedad; a los gobernantes y gobernados.- En el Estado de Derecho, el orden jurídico
comprende, por igual, al gobierno, a los gobernantes y a los gobernados.- En el Estado de Derecho,
los gobernados se hallan bajo el amparo y protección de la sociedad, contra el gobierno y contra los
gobernantes, mediante normas impuestas a todos por igual, en las cuales reside el principio de
autoridad, y cuya inobservancia priva de validez a los actos gubernativos. Por eso afirmamos que no
hay Estado de Derecho sin Constitución, ni puede revertir otra forma de gobierno que la republicana
democrática, que nace de la soberanía popular y que asegura los derechos del hombre y del
ciudadano"364 . "Estado de derecho. En su más simple acepción, es el Estado sometido al derecho,
o sea el Estado sujeto a la acción omnicomprensiva de la ley.- La característica fundamental de este
tipo de Estado es su entera sumisión a normas jurídicas, es decir, la total racionalización de su hacer
político con arreglo a un esquema lógico-jurídico que regula imperativa y minuciosamente la
actividad del Estado, las competencias de sus órganos gubernativos y los derechos de las personas,
de modo que la autoridad no puede requerir ni prohibir nada a sus ciudadanos más que en virtud
de un precepto legal previamente establecido"365 . Ambos conceptos, evidentemente, apuntan en
la misma dirección. Ligados a tales concepciones debemos anotar y destacar que: "El Estado es un
orden jurídico coactivo y positivo; no necesita plantearse 'para qué' y 'por qué es'.- No se puede
identificar al Estado con un fin específico determinado, porque sería restringir su concepto; sería
circunscribir el ordenamiento jurídico a un punto fijo, lo que importa es reconocer su calidad de
ordenamiento jurídico supremo, no sujeto a otro orden o voluntad superior", afirma
Bernaschina366 . Al margen de la doctrina, reproducimos a manera de ejemplo lo que ocurre en
diversos ordenamiento constitucionales, tal el caso de la Constitución ecuatoriana del año 2008,
que trae la siguiente definición y finalidades del Estado: CÍE1 Ecuador es un Estado constitucional
de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural,
plurinacional y laico" (Art. 1, inciso primero). Añade, al precisar los deberes primordiales del Estado,
o, dicho de otro modo, las finalidades que se asignan al Estado (Art. 3): "1. Garantizar (...) el efectivo
goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales (...)? 2.
Garantizar y defender la soberanía nacional; 3. Fortalecer la unidad nacional en la diversidad; 4.
Garantizar la ética laica (...); 5. Planificar el desarrollo nacional (...); 6. Promover el desarrollo
equitativo y solidario (...); 7. Proteger el patrimonio natural y cultural del país; y, 8. Garantizar a sus
habitantes el derecho a una cultura de paz..."

Dos ideas complementarias que dan sentido de unidad a cuanto dejamos señalado. La primera: "no
se puede fijar un límite a la competencia estatal, sea máximo o mínimo. Sin embargo, grandes
autores -reconoce Bernaschina- sostienen que el Estado tiene un fin jurídico, ya sea para declarar,
garantizar o proteger el derecho, o, en otras palabras, el poder del Estado estaría limitado por el
derecho". La segunda: apropiándonos del pensamiento de Kelsen, el Estado es el derecho, es la
cultura, es el poder y es la libertad, es el orden jurídico mismo, "es una forma del poder político
institucionalizado", dice Burdeau. Otro elemento concurrente son los mecanismos de control de los
órganos del Estado, y su directa vinculación con el reconocimiento de la supremacía constitucional,
en cuanto (es el caso ecuatoriano) "El orden jerárquico de aplicación de las normas será el siguiente:
la Constitución; los tratados y convenios internacionales; las leyes orgánicas; las leyes ordinarias; las
normas regionales y las ordenaras distritales; los decretos y reglamentos; las ordenanzas; los
acuerdos y las resoluciones; y los demás actos y decisiones de los poderes públicos" (Art. 425). Tal
precisión, en extremo valiosa en un Estado de derecho, desde el punto de vista doctrinario
encuentra su sustento en el hecho de que: "El derecho, al cual el Estado debe someterse, se
manifiesta a través de normas que, en conjunto, forman un ordenamiento jurídico escalonado -
descrito por algunos juristas como pirámide jurídica- en cuya cúspide está la Constitución y en cuyos
planos inferiores, cada vez más amplios y diversificados, están las leyes generales, las leyes
especiales, las ordenanzas, los reglamentos y las demás normas de rango inferior ."

Hemos de admitir, discurriendo con lógica, que en general ninguna organización social puede tener
y expresar su voluntad unificada sino por medio de un órgano. "Entratándose del Estado - del Estado
de derecho- sus órganos realizan actividad oficial por cuenta de éste dentro de los límites de su
competencia (...) cúmulo de potestades que las leyes asignan a un órgano estatal y en razón de las
cuales los actos efectuados por éste son imputables al Estado"368 . De ello se deriva la teoría de las
responsabilidades jurídica y política; la responsabilidad de los funcionarios estatales o
responsabilidad gubernamental, con sus diversos matices y grados, a saber: políticos,
administrativos, civiles y aun penales, para poner freno a la impunidad por los actos u omisiones de
los representantes elegidos para el ejercicio de una función pública. La Constitución de 2008
establece que: "El Estado, sus delegatarios, concesionarios y toda persona que actúe en ejercicio de
una potestad pública, estarán obligados a reparar las violaciones a los derechos de los particulares
por la falta o deficiencia en la prestación de los servicios públicos, o por las acciones u omisiones de
sus funcionarías o funcionarios y empleadas o empleados públicos en el desempeño de sus cargos"
(Art. 11.9, párrafo segundo). En la indicada Carta Política, al referirse al "Control de la acción de
Gobierno", consagra la potestad de la Asamblea Nacional para proceder al enjuiciamiento del
Presidente o Vicepresidente de la República (Art. 129) por delitos, taxativamente señalados,
cometidos en el ejercicio de su mandato, cuya sanción -a través del juicio político- atraviesa por la
censura y la destitución. La facultad legislativa alcanza, además, a los ministros de Estado, a los
titulares de la Procuraduría General del Estado, de la Contraloría General del Estado, de la, Fiscalía
General del Estado, de la Defensoría del Pueblo, de la Defensoría Pública General, de las
Superintendencias, del Tribunal Contencioso Electoral, del Consejo Nacional de la Magistratura y
del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, y de las demás autoridades que determine
la Constitución (Art. 131). Tienen atribuciones de control) expresamente determinadas en la
Constitución, los siguientes mecanismos: Función de Transparencia y Control Social (Art. 204), a
través del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Art. 208.2); Contraloría General del
Estado (Art. 211-211); Superintendencias (Art. 213); Defensoría del Pueblo (Art. 215); Función
Electoral (Art. 217), a través del Consejo Nacional Electoral (Art. 219.2) y del Tribunal Contencioso
Electoral (Art. 221), sin perjuicio de sus responsabilidades sujetas al control de la Función Legislativa;
Procuraduría General del Estado (Art. 237.4). Referenck especial debe hacerse respecto a la Corte
Constitucional, convertida "en el máximo órgano de control, interpretación y administración de
justicia en esta materia" (Art. 429), cuyos miembros "no están sujetos a juicio político ni podrán ser
removidos por quienes los designen. No obstante, estarán sometidos a los mismos controles que el
resto de autoridades públicas y responderán por los demás actos u omisiones que cometan en el
ejercicio de sus funciones.- Sin perjuicio de la responsabilidad civil, en caso de responsabilidad penal
únicamente serán acusados por el Fiscal General de la Nación (sic)369 y juzgados por el pleno de la
Corte Nacional de Justicia (...) (Art. 431)

Comentario.

El control fiscal es una función pública que ejercerá la Contraloría General de la República, la cual
vigila la gestión fiscal de la administración y de los particulares o entidades que manejan fondos o
bienes de la Nación.

7. Hable sobre los tres objetivos fundamentales que deben tener los Partidos Políticos,
según el Dr. Burbano Portilla. Emita un comentario. (Págs. 266-269).

El siglo XX se constituyó en el escenario temporal más importante en el proceso de organización y


perfeccionamiento de los partidos políticos, entendidos éstos como instrumentos de intervención
política, de la comunidad, en los quehaceres del Estado. Este hecho permitió desplazar el peso de la
actividad política que radicaba en los individuos, como unidades, a estructuras colegiadas, que
pasaron a constituir los sujetos principales de la acción política de la sociedad. Los partidos políticos
como organizaciones de personas que con similar base ideológica plantean acciones y programas
de trabajo gubernativo para el manejo del Estado, juegan en una relación de confrontación y de
lucha por el poder. Muchos de estos actores partidos políticos- han alcanzado grados muy altos de
organización, que han logrado transformarse, incluso, en "(...) laboratorios de análisis y
experimentación de soluciones para los conflictos de la sociedad -siendo éstos- (...) llamados a
desempeñar el papel de custodios de la estabilidad política y el respeto a las normas democráticas
que deben regir la convivencia social"378 (los entre guiones son nuestros). Según el doctor Burbano
Portilla, los partidos políticos deben tener tres objetivos fundamentales379: a. Capacidad para
entender su rol en la demanda política, es decir el reclamo, la necesidad, la ocurrencia social que se
traducen en las aspiraciones ce la angustia de la gente para producir políticas públicas que ayuden
a solucionar los graves problemas de desigualdad, pobreza, exclusión, injusticia, falta de servicios
básicos de la población; b. Ser la efectiva representación de los grupos sociales y de la sociedad
entera que busca una mayor participación en las grandes decisiones del Estado; y, c. Ser organismos
de capacitación política, centros de estudios de las realidades nacionales e instrumentos de
representación de alternativas necesarias para llegar'al bien común, a la seguridad jurídica, la
justicia social y la libertad. Estos objetivos fundamentales que recogen algunas características
elementales y funciones de los partidos políticos, son desarrollados con mayor precisión por el
doctor Borja, al mencionar: a) Como elementos que un partido político debe reunir, tres esenciales:
1. Ideología política; 2. Plan de gobierno; y, 3. Organización permanente .establecida a escala
nacional.

En esa lógica, el elemento que caracteriza sobre todo a los partidos políticos es su organización
estable a nivel nacional, que les "(...) capacita para intervenir en todos los momentos de la vida del
Estado y el conjunto de principios doctrinales a los que ajustan su acción política y de los que deriva
su plan de gobierno"380 . Y, b) Como funciones "(...) la conquista del poder, como medio para
convertir en actos de Gobierno sus postulados y sus planes de acción, es el primer objetivo táctico
de un partido"381 . Cuando este objetivo no ha sido alcanzado, el partido político adopta una nueva
función, que lo transforma en instrumento de vigilancia de la función gubernativa, a través de una
actitud crítica sobre los actos del gobierno. Esta función la realiza a través de la supervisión de las
acciones de las autoridades públicas, y la vigilancia que se debe a las libertades ciudadanas
(Derechos Civiles y Políticos). Con base en esa lógica nace el concepto de oposición como un acto
crítico constructivo, que debe crear mecanismos de análisis de los problemas nacionales en todos
los campos, a fin de plantear soluciones concretas y cuantificables, iodo esto como producto de un
proceso dialéctico y de construcción de consensos. Ahora bien, los partidos políticos, en términos
ortodoxos, son los actores privilegiados del quehacer político en los Estados, y requieren, como
escenario fundamental para sus actividades, la democracia. Por lo tanto, debemos entender esta
forma de gobierno concebido en el marco del pensamiento aristotélico como una de las formas
buenas, por la cual el gobierno es del pueblo, es decir el gobierno de muchos, el gobierno de la
multitud, que sobre la base del pensamiento revolucionario francés en el siglo XVIII, se atribuyó al
pueblo la decisión última de los destinos sociales y forjó el concepto de la soberanía nacional.
Doctrinariamente, la palabra democracia ha sufrido "...vaivenes de la tormentosa historia política y
ha sido sometida a cambios a veces drásticos. Está, además, muy vinculada a la ideología política y
a sus distintas concepciones del mundo. Esto explica la ambigüedad de muchos vocablos que, como
democracia^ han sufrido una suerte de erosión semántica por el uso indiscriminado que de ellos
hicieron teóricos y políticos de las más diversas vertientes ideológicas. Hablaron de democracia los
fascistas, los comunistas, los grupos oligárquicos, los golpistas (.)"382 y todo aquel que quiere
legitimar sus acciones, muchas de ellas nacidas de la voluntad individual y en contra del interés
colectivo, frente al Gobierno y la sociedad que encabezan. Pero más allá de estas disquisiciones, la
democracia es una poliarquía cuya característica principal es la participación amplia en los
quehaceres públicos y la oposición positiva; por ello, la democracia es considerada un sistema
abierto. En este sentido, Karl Popper señala que: "(...) la democracia es el único de los regímenes en
el que los gobernantes cambian sin derramamiento de sangre (...)"383, lo que implica el alto grado
de predisposición, que tiene la democracia, para transformar su estructura gubernativa
pacíficamente. Según el doctor Borja, en su Enciclopedia, el concepto de democracia está
compuesto de realidades y de ideales; razón por la cual la ubica como un proceso de continua e
interminable construcción. Así, su edificación inacabada es inherente a su propia esencia y no
depende de períodos históricos ni de lugares. En cual quier época y en cualquier parte L democracia
será siempre, conceptualmente, algo inconcluso. En ese sentido, la democracia, adquiere un valor
deontológico que lo hace algo más que una simple forma de gobierno; es una forma de organización
estatal que promueve un alto grado de participación popular en las tareas de interés general 384.
La democracia se vuelve, en ese sentido, incluso, más que un modo de ordenamiento de las
magistraturas públicas o una manera de ejercer el poder en un modo de convivencia social en los
Estados modernos, en definitiva ha adquirido un valor ético universal. Con esto en mente, es decir,
la democracia como un proceso inconcluso, ético y moral en sí mismo, esta forma de gobierno se
vuelve a su vez meta y camino, incluyente (participativo), legitimada por la voluntad de las mayorías,
pero con respeto a las diferencias de las minorías; es un modelo, en cualquier caso, que fusiona
eclécticamente el deber ser y el ser, de una sociedad, estableciendo una forma de gobierno y un
objetivo a alcanzar al mismo tiempo.

8. Investigue y analice “Los Partidos Políticos y Clases Sociales”; (Págs. 272-275) formule un
comentario.

Con base a las premisas que han sido desarrollados en el inicio de este capítulo, es importante
introducir algunos elementos adicionales que nos permitirán entender la naturaleza de la relación
de los partidos políticos con las clases sociales. Entendido que el partido que se hace del poder tiene
una función administradora del Estado, y que a aquel que quedó fuera del mismo se le confía una
de las más importantes funciones que existen en el Estado democrático moderno, que es el de
ejercer la oposición; esta función reviste gran importancia en el sistema partidista, sea el bipartidista
o el multipartidista, ya que en el de partido único, esta calidad deja de existir. Pero está en la
conformación primigenia de los partidos políticos la misma relación de las clases sociales. Así
entendido, debemos comprender que esta noción, clases sociales, es muy antigua; podemos
advertir que Aristóteles ya hace una aproximación conceptual importante, en función de la riqueza
y del rango, dentro de la sociedad. En ese sentido, Aristóteles sostuvo que existían "tres elementos:
una clase muy rica, otra muy pobre y una tercera que se encuentra entre las dos"387 . Los filósofos
ingleses que se encargaron de analizar la sociedad durante el siglo XVIII utilizaron la expresión
"clase" para designar un estamento o un rango en la sociedad. Francisco Quesnay, fundador de la
fisiocracia, con base a su estudio sobre la circulación de la renta entre los diversos grupos, distinguió
tres clases sociales, que los analizó en su obra "Tableau Economique" (1758): la clase productiva
conformada por los campesinos; la clase distributiva, conformada por aquella que ostentaba la
propiedad sobre predios; y, la clase estéril, formada por los comerciantes. Jean Paul Marat, en el
marco de la Revolución Francesa, advierte que en la esfera de ese proceso se vislumbró por primera
vez una conciencia de clase, entre los actores sociales estamentales. Al otro lado del Atlántico, el
norteamericano James Madison, en su obra "El Federalista" (1788), afirma que: "(...) los propietarios
y los que carecen de bienes han formado siempre distintos bandos sociales (.. .)"388 . Para el siglo
XIX, la mayor parte de los estudiosos enmarcaron en el concepto de "clase" al conjunto de los
burgueses y al de los obreros. Claude-Henri de Saint Simón, desde una visión socioeconómica,
afirmaba que la Revolución Francesa representó la transición de una sociedad de tres clases sociales
(nobleza, burgués e industrial) hacia la sociedad bi-clasista: burgueses e industriales. Pero resulta
de lo más ilustrativo, la definición dada por Jean Baptiste Nothomb, cuando señala que la acción
revolucionaria -refiriéndose a la Revolución Francesa- eliminó la nobleza y al clero como factores de
poder dentro del Estado, para dejarnos siempre dos clases de hombres: una que vende el trabajo y
otra que lo paga389 . Sin embargo de estas aproximaciones conceptuales, que sin duda
contribuyeron con criterios como el económico para definir las clases sociales, fue el aporte de
Carlos Marx el que resultó tener el grado de precisión más adecuado, cuando señala que: "(...) son
grupos distintos que se forman y consolidan en razón del lugar que sus miembros ocupan en la
sociedad, de las tareas que desempeñan en el proceso productivo, de la relación que mantienen
con la propiedad de los medios de producción y de la proporción en que reciben los beneficios de
la faenas productivas. Sus integrantes, unificados por su común ubicación social y por el papel que
juegan en el proceso de la producción y el intercambio, asumen una determinada conciencia de
clase, que es la convicción clara de que pertenecen a ese grupo social y no a otro y de que están
unidos entre sí por los mismos intereses económicossociales (.. .)"390 . Este concepto, como
podemos ver, amalgama el criterio econó- mico y funcional de las estructuras subjetivas -personas-
que forman una sociedad, a la cual le otorga un grado de conciencia de clase, que según sostiene el
doctor Borja, es más que la identidad objetiva de intereses económicos entre los individuos;
afirmando que constituye la percepción que éstos -los individuostienen acerca de su comunidad de
origen y de destino y la identificación que hacen de su adversario común en el proceso de la
producción e intercambio de los bienes económicos.

Comentario.

La burguesía presenta a los partidos políticos como representantes de los intereses de los
ciudadanos, no de las clases sociales, y la única diferencia que establece entre ellos es de tipo
ideológico. Así que el error en torno a la relación entre partidos y clases se reparte entre la izquierda
y la derecha, la primera por simplificar la igualdad entre los partidos y las clases, y la segunda, por
reducir las diferencias de clase a diferencias ideológicas y por presentar la sociedad, no como una
sociedad dividida en clases, sino como un conjunto de ciudadanos.

9. Dentro del tema Democracia y Sociedad estudie el Rol de los Poderes. Emita su criterio
personal. (Págs. 283-291).

Entendido como está, que la democracia es una forma de gobierno y un valor ético en sí mismo,
ésta articula las relaciones del Estado entre sus Funciones y/o Poderes, y las interrelaciones con sus
elementos constitutivos, en especial con su población. Ahora bien, la democracia se articula a través
de la lógica de la voluntad de la mayoría, y en ese sentido, la democracia es una forma de gobierno
por naturaleza dinámica y que está en permanente confrontación -no conflictividad-. Es en el marco
de esa dinámica de confrontación, resultante del ejercicio del poder -tanto del legal o legítimo, como
del fáctico-, que se cuaja la gobernabilidad en la medida en que dichos poderes alcanzan grados de
equilibrio, o bien la superposición de uno sobre el otro. Para entender aquello se analizará el papel
o rol que tienen estos poderes y quiénes los constituyen y que permiten que un Estado pueda
alcanzar niveles de Gobierno útiles para atender los requerimientos sociales. La democracia
concebida en esos términos es inseparable del surgimiento de la sociedad moderna, esto es, del
mundo de la mercancía, del capitalismo. Ese modelo jurídico-político es el ideal que el mundo
mercantil espontáneamente -algunos autores sostienen necesariamente- proyecta y lo hace surgir;
sin embargo, tratar de realizar plenamente el principio democrático supone cumplir
consecuentemente las exigencias racionalizadoras en que se basa el mundo moderno, supone
atenerse a la naturaleza del propio mundo moderno. Así, la revolución en Marx no es ni más ni
menos que la asunción, con todas las consecuencias, de esas exigencias de racionalización. En la
modernidad, volvemos a poner en el tapete el planteamiento filosófico que apareció en la antigua
Grecia, donde predomina la pregunta por el ser, es deck, la pregunta que apunta a buscar una
respuesta respecto de la naturaleza, esencia o constitución de las cosas, en definitiva renace esa
misma pregunta de carácter ontológico400 , que en la modernidad se la replantea alrededor de dos
postulados: a) El de que las "verdades universales y necesarias" -en un marco de racionalidad
matemática y pura- son sólo las condiciones constitutivas de toda verdad y toda cosa401; y, b) La
pretensión de que esas "verdades universales y necesarias" sean ellas mimas, directamente una
verdad, un absoluto, en los términos planteados por el racionalismo clásico de Descartes, Leibniz o
Spinoza. Por otro lado, en Marx, la racionalidad teórica -en el marco del materialismo científico, y el
concepto de desarrollo ilimitado de las fuerzas de producción- y la racionalidad práctica -que se
manifiesta en el derecho y el Estado- son verdades, pero sólo para el propio mundo histórico
capitalista o moderno; en terminología marxista, son las superestructuras, la proyección ideológica
del mundo burgués 402. En esta línea de pensamiento, la sociedad moderna se caracteriza por su
naturaleza revolucionaria, se basa en la liberación respecto de todos aquellos límites que
históricamente impuso la naturaleza al hombre, en definitiva, del dominio del hombre sobre la
naturaleza, bajo la premisa de que todo lo que hay, todo lo ente, sólo es en la medida en que es
reducible a parámetros objetivos; es deck, ese carácter revolucionario se basa en el principio de
racionalidad, y ello en: a) Desde su vertiente material, es deck del principio del desarrollo ilimitado
de las fuerzas productivas; y, b) Desde su vertiente política, es deck el principio de igualdad universal
de los hombres, por encima de sus diferencias cualitativas, entendidas éstas como étnicas,
sanguíneas, de creencia, etc.403 Como queda visto, la sociedad moderna y su forma de gobierno,
nos obliga a retomar cuestionamientos ontológicos, sobre la sociedad como sujeto y la democracia
como valor ético -por tanto objetivo deseable- y mecanismo práctico -estructura administrativa del
Estado-. Debiendo entenderse que este cuestionamiento tiene una variable de relacionamiento, el
mismo que está afincado en el "poder", que como sostiene el doctor Borja Cevallos, "(...) es cosa
averiguada que el ser humano está movido por la incesante búsqueda de poder, en cualquiera de
sus modalidades: mando político, prestigio, fama, riqueza, conocimiento, fuerza física, que no son
más que diferentes expresiones del poder que anhela”

Comentario.

La democracia tiene importancia fundamental en la formación del ciudadano y del estado


democrático. Ejercemos nuestro papel de derecho y deberes para con nuestro medio social. La
democracia nos da el derecho de juzgamiento sin influencia, capacidad de ir y venir y también el
derecho de escoger a nuestros representantes en la hora del voto.

10. Analice “El Constitucionalismo en el Ecuador: Breve Visión Histórica” (Págs. 303-312);
presente su criterio personal sobre el tema propuesto.
"El suceso histórico está producido", fue la categórica admonición de Galo Martínez Acosta. En
efecto, al leerla advertimos que los hechos consumados son nuestra sombra. Uno de tales hechos,
en palabras patéticas de Luis Moreno Guerra -acogidas en el diario "El Comercio", en octubre del
2006-, es que: "En Ecuador nunca ha existido Democracia, por las siguientes consideraciones
inapelables: a) Nos obligan a dar el voto, por gente que no conocemos; b) por gente, en cuya
selección no participamos; y c) que, cuando resultan elegidos, jamás rinden cuentas; todo esto es
negación de la Democracia". Otro hecho es aquel que luego de trazada y adoptada la
reestructuración jurídica del Estado, la cual fuera pergeñada a partir del año 1976, y puesta a prueba
a lo largo de los pasados 33 años, nos permite constatar —bien como actores, bien como cómplices,
sino encubridores- la aplicación de una serie de sutiles emplastos para mantener la
"gobernabilidad", en un escenario sarcásticamente crítico por el que en los últimos tiempos han
transitado siete jefes de Estado, en el lapso de trece años. Es el momento de escarbar y sacudir las
páginas de nuestra historia republicana, iniciada en mayo de 1830. Han transcurrido 179 años de un
transido período. Este ejercicio nos conduce, irrevocablemente, a penetrar en el ordenamiento
constitucional, en el cual están acomodadas 18 Cartas Políticas, y arrimada a ellas la nonata del año
1938. Otra vez, 179 años de vida republicana apuntalada en 19 constituciones, lo cual equivale a la
existencia de una constitución cada 9 años y 9 meses, como promedio. Vigencia, por cierto,
sostenida con emplastos para que de esa manera pueda subsistir la gobernabilidad, o al menos para
que ésta tenga presencia formal. Se advertirá, al final de cuentas, una imagen reveladora de
importantes avatares, atolladeros y arteros procesos institucionales incontinentes, que
desembocan recurrentemente en la convocatoria de Asambleas Constituyentes, como lo registra el
intento fallido del 30 de noviembre de 2005, y la del año 2008 que dio a luz a la actual Constitución
de la República, la décima novena en el registro histórico. En ese marco, aunque de manera aleatoria
a la puesta en vigencia de cada una de ks 19 Constituciones, nos planteamos, entre tantas, las
siguientes preguntas: ¿quiénes y de dónde procedían los miembros que integraron las
constituyentes? Hablamos, hasta inicios del año 2007, de 934 constituyentes; de ellos 120
pertenecieron a Guayas, 109 a Pichincha y 102 a Azuay, vale deck, representantes provenientes de
los tres grandes y seculares repartos regionales del país, repartos en los que -añadimosdebería
sustentarse la división político administrativa del Ecuador, y no en esa atomización territorial que,
en la actualidad, aglutina a 24 provincias, en un proceso de permanente retaceo territorial, o dicho
de otro modo en un verdadero hacinamiento provinciano. De la mano con el Derecho Político y con
el respaldo emanado de las ciencias sociales, nuestros partidos políticos se enmarcaron en la matriz
de la institucionalidad democrática y, por doctrina y en la praxis, asumieron el carácter de
mediadores institucionales entre el poder político y la ciudadanía para el ejercicio de la democracia.
En ese trajinar, que arranca desde la estructuración jurídica del Estado ecuatoriano en 1830, figuras
epónimas para la articulación ideológica y conformación de los partidos políticos y movimientos
independientes, incluso con paradojas en la conducción de sus empeños, fueron (mencionamos
alfabéticamente): Alfaro, Ayora, Flores, García Moreno, Rocafuerte, Velasco Ibarra, quienes en el
debido momento y circunstancias marcaron la impronta de su liderazgo. Se sumarían caudillos de
diversa laya, con apetitos locales en búsqueda de la ratificación de sus prebendas y la consolidación
de sus intereses, ora enancados en la estructura de un partido político determinado, ora como
padrinos de movimientos independientes. Al revisar su contenido ideológico o la orientación política
de los partidos y movimientos, con desasosiego, encontramos una dación de anhelos y ansias
excluyentes; una dación forjada en conspkaciones y conjuras sectarias; y, como consecuencia obvia,
la fragmentación y polarización política, resultado pernicioso que acentuadamente caracteriza a la
situación actual entre los actores del juego democrático, sumidos en un debate farragoso e
inconcluso. Hablamos, al 15 de agosto de 2006, de la existencia de 10 partidos políticos, inscritos y
registrados; hablamos de la extinción, durante la pasada última década, de 30 partidos configurados
en el oportunismo de alianzas electoreras; hablamos también de k sepultura de agrupaciones de
tradición histórica centenaria (PCE y PLRE); hablamos incluso de que, en aplicación de ks normas
legales de los años 1945, 1946 y 1967, cuya vigencia caducó en 1977, estuvieron inscritos y
registrados 17 partidos políticos; y señalamos que al amparo de k legislación electoral de 1978 el
Tribunal Supremo Electoral, hasta el 19 de agosto de 1983, había reconocido e inscrito a 17 partidos
políticos. Al 15 de agosto de 2006, 13 nuevos movimientos políticos tramitaban sus respectivas
inscripciones ante el Tribunal Supremo Electoral; sin credenciales oficiales, otros 37 movimientos
políticos operaban localmente en segmentos del espacio territorial, sin k indispensable inscripción
dispuesta por la ley; y en el obituario político estaban anotadas 45 agrupaciones extinguidas (30
partidos y 15 movimientos políticos). A la aparición de este Manual la nómina registra a 42
agrupaciones actualmente activas (10 partidos y 32 movimientos políticos). Con asidero ideológico
y para la canalización de sus tendencias doctrinarias, reflejadas en los textos constitucionales,
durante la etapa republicana, identificamos a los siguientes personajes más gravitantes: Juan José
Flores y Vicente Rocafuerte (período de la fundación de la República); García Moreno (período de
la tendencia conservadora); Eloy Alfaro (período de la tendencia liberal); Isidro Ayora (período de la
tendencia socialista); y José María Velasco Ibarra (período de tendencia populista). En la orilla de la
participación democrática directa se destaca, en las tres últimas décadas, la invocación recurrente
para "consultas populares" frente a las crisis del sistema de partidos, la proliferación de
movimientos y agrupaciones políticas oportunistas, los afanes autárquicos de los independientes,
así como una serie de propuestas enancadas en un farragoso debate siempre inconcluso. Cabe
añadir, para avizorar hacia dónde apuntan las tendencias del futuro inmediato, los resultados de los
comicios del 15 de octubre y 26 de noviembre de 2006. Tras las elecciones presidenciales del 15 de
octubre, alcanzaron la mayoría de votos el abogado Alvaro Noboa Pontón (PRIAN) y el economista
Rafael Correa Delgado (PAÍS), desplazando a los otros once candidatos. Una vez más hubo de
acudirse a la intermitente y persistente segunda vuelta (hasta hoy presente en todos los procesos
electorales ecuatorianos iniciados en 1978), en la cual Noboa y Correa, por su condición de
ganadores de los dos primeros puestos, electoralmente terciaron el 26 de noviembre de 2006,
ocasión en la que se eligió al 54° Presidente Constitucional en la historia republicana, en la persona
del economista Rafael Correa Delgado, guayaquileño, nacido el 6 de abril de 1963, quien logró el
56.67 % de los votos, en tanto su oponente el 43,33%, referencia necesaria en el contexto asumido
en esta obra acerca del ordenamiento constitucional y la participación de los partidos políticos y
movimientos independientes. Un primer dato: el presidente electo, duro y severo contradictor de
la "partidocracia", alcanza el poder aupado por un movimiento político, identificado con el número
35, con una oferta electoral que plantea un "cambio radical y de fondo" a la estructura misma del
país, uno de cuyos ejes es el de la "reforma política del Estado". Otro dato: su agrupación política se
abstuvo, en las elecciones del 16 de octubre, de presentar candidaturas para diputados de la
República, por estimar que la legislatura es la reproducción de los intereses de la "partidocracia" y
que, en consecuencia, las reformas no permearían a través del congreso (sustentado en reglas
vigentes excluyentes), por lo que propuso la realización de una "consulta popular", que sería
convocada luego de su posesión presidencial el 16 de enero de 2007, para que el "soberano" decida
sobre la convocatoria a una Asamblea Constituyente, recompuesta en cuanto a la representación
ciudadana y con atribuciones específicas para la adopción de una nueva Carta Política, que para
nuestros registros sería la décimo novena.

Comentario.

El constitucionalismo del estado es el fundamento y la fuente de la autoridad jurídica que sustenta


la existencia del Ecuador y de su gobierno. La supremacía de esta constitución la convierte en el
texto principal dentro de la política ecuatoriana, y está por sobre cualquier otra norma jurídica. La
constitución proporciona el marco para la organización del Estado ecuatoriano, y para la relación
entre el gobierno con la ciudadanía ecuatoriana.

11. Al investigar sobre la Elasticidad Constitucional: el caudillismo. estudie al Floreanismo y


el Velasquismo. (Págs. 330 a 332, y 338 a 340) emita su criterio sobre los dos temas.

EL FLOREANISMO

El poder se desplaza a los "Señores de la Tierra", frase precisa para resumir las características
centrales, político-ideológica, que identificaron a los gobiernos que ejercieron el mando de la
República desde 1830 hasta 1860, de las que rescatamos457:

• La existencia política del naciente Ecuador está signada por una marcada desarticulación;

• El fenómeno 'regionalista' aparece como una consecuencia de la segmentación del poder;

• La persistencia de 'pronunciamientos' autónomos, luchas por la descentralización y proyectos


federalistas serían las demandas durante las primeras décadas republicanas;

• La lucha política se manifiesta con varios niveles de contradicciones: antagonismos entre


explotados y explotadores; pendencias entre las fracciones dominantes en el plano nacional;
conflictos de intereses entre los terratenientes;

• El ejercicio de acciones paternalistas ético-religiosas se convierte en instrumento para la


sustentación política;

• El control político se ubica en manos de los terratenientes y sus gentes, con lo cual logran el
dominio de las Asambleas Electorales, Municipios y otros órganos de dirección regional;

• La 'gobernabilidad' y la lucha política se canalizan a través de inestables alianzas entre gamonales;

• Los reducidos niveles de cohesión interna, con un alto nivel de represión para mantener el poder,
son manifestaciones predominantes en el período;

• Los militares cumplen el papel de árbitros pendulares en los conflictos locales y regionales;

• Lo que se denominan "partidos políticos', en las primeras décadas de la .vida republicana, cuando
no son simples clientelas electorales de determinado notable, son movimientos caudillistas casados
en alianzas con el sector dominante;

• La iglesia, aunque mediatizada por problemas endógenos en el seno del poder clerical, interviene
como actor visible en defensa de los intereses propios y de las fracciones dominantes. Las tres
décadas iniciales del período republicano estuvieron subordinadas a voluntades regionales
normalmente contrapuestas, lo cual determinó una lenta construcción del Estado Nación, en una
República que en sus seis Cartas Políticas (1830, 1845, 1843, 1845, 1851 y 1852) había proclamado
su carácter y naturaleza de Estado unitario. En aquellos albores el caudillismo lo ejercitaron,
dominantemente, dos personajes: Juan José Flores y José María Urbina, ambos al redoble de
marchas militares; el primero, con acento extranjero; el segundo, con compases criollos. En lo
externo, entretanto, los signos estuvieron marcados por la búsqueda del reconocimiento
internacional para la naciente República, a través de la propuesta unidades y, por cuyo conductor,
el ciudadano, sin intermediación alguna, se expresa sobre temas de interés general.

De la mano con la Constitución ecuatoriana de 2008, pasemos revista a los principios básicos que
caracterizan a la democracia directa, para luego revisar sus mecanismos de aplicación. La premisa
mayor la descubrimos cuando se consagra que: "La soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es
el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas
de participación directa previstas en la Constitución" (Art. 1, inciso segundo). Para el ejercicio de los
derechos ciudadanos de participación directa se reconocen, entre otros, los siguientes principios
(Art. 11):

• Numeral 1. Los derechos se podrán ejercer, promover y exigir de forma individual o colectiva ante
las autoridades competentes (...).

• Numeral 2. Todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y
oportunidades.

• Numeral 4. Ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los derechos ni de las garantías
constitucionales.

• Numeral 6. Todos los principios y derechos son inalienables, krenunciables, indivisibles,


interdependientes y de igual jerarquía.

• Numeral 9. El más alto deber del Estado consiste en respetar y hacer respetar los derechos
garantizados en la Constitución.

La Carta Política, al apuntar los derechos de participación, en el Capítulo quinto del Título II,
expresamente dispone que las ecuatorianas y los ecuatorianos gozan de los derechos (Art. 61) de:
1. Elegir y ser elegido.

2. Participar en los asuntos de interés público.

3. Presentar proyectos de iniciativa popular normativa.

4. Ser consultados.

5. Fiscalizar los actos del poder público.

6. Revocar el mandato que hayan conferido a las autoridades de elección popular.

7. Desempeñar empleos y funciones públicas con base en méritos y capacidades, y en un sistema


de selección y designación transparente (...)

8. Conformar partidos y movimientos políticos, afiliarse o desafiliarse libremente de ellos.


EL VALASQUISMOS

Con contradicciones y retruécanos, el ámbito doméstico mantuvo como coordenada a la resistencia


clerical-conservadora, que "se vio obligada a enfrentar la violenta irrupción de las masas en el
escenario político nacional, encuadradas políticamente por una modalidad singular de populismo y
alentadas por la aparición de las primeras organÍ2aciones de orientación marxista"465 . En la
médula de la arquitectura de la sociedad ecuatoriana "El período (48-60) marca un viraje de
significación en la correlación de fuerzas: la burguesía liberal, pese a seguir atada al comercio
exterior y a la actividad financiera, afirmará sus posiciones, en los planos político e ideológico, no
tanto por sus propios esfuerzos como por la asimilación de su ideario, por los demás sectores
sociales, incluido el latifundista y en especial por las capas medias urbanas, cuyo alejamiento de la
influencia clerical-conservadora permitiría que -desde los 50- (...) -los liberales- triunfaran, sin
recurrir al fraude, en la mayoría de las capitales de provincia, y aun en Quito: Es decir allí donde (...)
hay una clase media cuantitativamente importante, capaz de arrastrar en política a otros sectores
por ese tejido de adhesiones, lealtades y aspiraciones que suele formarse en la frontera de las
diversas clases sociales Durante los años 1948 a 1961, coincidentes con el repunte de nuestras
exportaciones, el Ecuador vivió un período de "estabilidad democrática, alternándose en el poder
la burguesía liberal y la burguesía (antiguamente aristocracia) terrateniente"467 . A inicios de la
década del 60 se producen la caída de las exportaciones y la catástrofe de sus precios. A la crisis
económica siguió una agudización de los problemas sociales internos. Aquella situación obligó a
introducir en los años 70 varias reformas proteccionistas, al socaire del gobierno militar del general
Rodríguez Lara:

• Trasladar el eje de la acumulación capitalista desde el agro hacia la industria, a través de la


sustitución de importaciones;

• Redistribuir el ingreso a fin de ampliar una base social para el crecimiento del mercado interno;

• Impulsar el proceso de industrialización, implementado a partir de 1972, con los recursos


provenientes de la exportación petrolera;

• Generar poder y fuerza política en el sector modernizante de la burguesía dedicada al sector


industrial, en contratarse con la vieja burguesía librecambista y a la oligarquía terrateniente;

• Desarrollar una sólida infraestructura vial, portuaria, hidroeléctrica, seguridad alimentaria; y,

• Fortalecer el sector servicios en telecomunicaciones, transporte, bienes y capitales. Advino,


entonces, una suerte de reformismo proteccionista a lo largo de los años setenta, con una política
económica que propició un crecimiento muy desigual en la economía: los privilegiados fueron -dice
Pacheco- los sectores comercial, financiero, minero e industrial. Y destaca: la defensa de los recursos
naturales, la ampliación de la intervención del Estado en la economía, la acumulación del capital con
gran dependencia del extranjero; sin embargo -comenta- "la riqueza petrolera sólo mejoró las
condiciones de vida de la pequeña burguesía y de un reducido porcentaje de empleados y obreros
(...). Un hecho significativo en este período -en ello ponemos énfasis por su conexión directa con el
presente trabajo- es la desarticulación de los partidos tradicionales conservador y liberal y el
afianzamiento de nuevas corrientes políticas.

Comentario.
Cuando se habla sobre la elasticidad constitucional con respecto la reelección indefinida es
la fórmula idónea para un proyecto caudillista. Es decir, adaptar una Constitución, para que
una sola figura política se perennice en el poder.

12. Analizar la Constitución de 2008: Génesis y Proyección. Finalmente emita su criterio


personal sobre el tema planteado. Págs. (356-372).

Este proceso de reforma se desarrolló en un contexto sociopolítico determinado, en el cual el


Ecuador, desde antes de su nacimiento como República en 1830, se estructuró con base a un
proceso de dominación de carácter excluyente que respondía a una mecánica de relación de
explotación en la cual los nativos eran considerados simplemente semovientes y, en el mejor de los
casos, sujetos de menos derechos. Esta estructura social y su dinámica composicional fue heredada
hasta entrados los años treinta, cuando en el ámbito literario irrumpió el género indigenista,
sustentado en las ideas de igualdad social desde la óptica paternalista. Esto no significó una limitada
o parcial participación en la actividad política, simplemente un ejercicio de mea-culpa frente a los
abusos que la sociedad imprimía o toleraba de las castas altas hacia las más bajas. En este ejercicio
inicial, ninguno fue el involucramiento existente entre la población ecuatoriana en su conjunto y los
grupos de poder político; la relación se articulaba simplemente en términos formales, es deck,
durante los períodos democráticos, la población era utilizada para legitimar, a través de las urnas,
la ubicación de las clases dominantes en el aparato estatal. Esta situación se alteró profundamente
a inicios de la década de los noventa, cuando el Gobierno del doctor Rodrigo Borja Cevallos, de la
Izquierda Democrática, reconoció a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
(CONAIE), que asistida de movimientos sociales que moralmente se cuestionaban ante la exclusión
que sufrían estos pueblos, coadyuvaron a su inserción en la arena política nacional; este proceso lo
logró la CONAIE a través de su brazo político PACHAKUTIC, agrupación que en corto plazo alcanzó
ingresar al Parlamento Nacional y que luego, a través de una alianza con el Movimiento Sociedad
Patriótica (SP), liderado por el coronel Lucio Gutiérrez, participó en el co-Gobierno del Estado
ecuatoriano (2003). Concomitantemente a los hechos mencionados supra, el Ecuador pasó del
esquema bipartidista (1830-1920) al multipartidismo, cuando se funda el Partido Socialista
Ecuatoriano (1926) y aparecen en la actividad política, partidos y políticos populistas en la década
de los años treinta del siglo XX. Sin embargo, la fluctuante histórica política ecuatoriana, que ha
tenido el país desde los años 30 hasta finales de la década del 70, en un ir y venir de la democracia,
logró consolidar esta forma de Gobierno en 1979, cuando la dictadura militar da paso a los civiles
para que se hagan cargo del manejo y dirección del Estado. El proceso de retorno a la vida
constitucional conllevó la preparación y entrada en vigencia de normas legales tendientes a marcar
dónde y cómo se establecerían las relaciones de los partidos políticos, de manera que el
multipartidismo encontró en ese momento, su mayor cúspide y blindaje. El proceso de
fortalecimiento de la estructura partidista se dio a través de una mecánica definida, empero, esto
no se desarrolló paralelamente al obvio fomento y promoción de una cultura política que debió ser
una de las acciones prioritarias de los partidos políticos; desde entonces, la actividad política en el
Ecuador se ha caracterizado por el alto nivel de confrontación, no ideológica, sino de intereses, al
transformarse muchos de los parados políticos en empresas políticas que se caracterizaron por
establecer una mecánica de liderazgo basado en el caciquismo. Importante resulta entonces
abordar el tema del caciquismo, fenómeno característico que, incluso hoy en día, se lo puede
observar en el marco de la interrelación social ecuatonana en forma implícita; y, explícitamente, en
la mecánica articuladora de los poderes fácticos que se trasplantó e inscribió en el marco de esas
relaciones con las cuales se ha desarrollado el país. El caciquismo, fenómeno político propio del
subdesarrollo, ante la ausencia de cultura política, es para el caso ecuatoriano, la base relacional
entre el dispensador de favores y las poblaciones locales, articulada mediante el temor y la amenaza
que les infringe el terrateniente poseedor también de poder político 483 . Esta mecánica relacional
que hasta 1992 se desarrollaba bajo una lógica pendular, se articulaba a través de un frágil y des
institucional sistema partidista, que manipuló el sistema electoral durante todas las etapas
democráticas desde 1979, con el fin de atender intereses corporativos nacionales. La derecha, desde
inicios de la década de los noventa, empujando a una reducción del tamaño del Estado bajo la
influencia del "Consenso de Washington"; mientras que la izquierda emulaba una lógica que le
permitiera, tras la "Caída del Muro de Berlín", articularse nuevamente a la arena política sin replicar
las viejas formas combativas que caracterizaron a esta tendencia política desde los años 50.

Comentario.

Un análisis de coyuntura del Referéndum Constitucional 2008 en Ecuador a partir de las estrategias
y posicionamientos electorales de los actores políticos que participaron en la campaña, a favor o en
contra de la aprobación del texto de la nueva Constitución y los resultados que se produjeron. Los
datos analizados provienen de medios de prensa escrita, así como de las declaraciones hechas por
varios de los actores a través de medios de comunicación.

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