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BIBLIOGRAFÍA

La siguiente es una bibliografía de Javier Villafañe basada en las ediciones originales, que contiene las obras citadas
precedentemente. Además existen numerosas reediciones posteriores, totales o parciales de estas obras, que no se
incluyen por razones de espacio, excepto una Antología (1990), debido a que se cita en el artículo porque contiene la
Biografía del autor, escrita por Pablo Medina).

1934, El figón del palillero (en colaboración con Juan Pedro Ramos), Buenos Aires.

1936, Títeres de La Andariega, Edición Asociación Ameghino, Buenos Aires.

1938, Una ronda, un cuento y un acto para títeres, Ediciones "El gallo pin to", Buenos Aires.

1938, Coplas, poemas y canciones, Premio Municipal de Poesía, Edic. "El ga llo pinto", Buenos Aires.

1943, Teatro de títeres, obras que representó el tablado de La Andariega por pueblos y ciudades para diversión de
los niños. Ediciones Titirimundo, Bue-nos Aires.

1943, Títeres, Nova, Buenos Aires.

1944, El Gallo Pinto, canciones ilustradas por niños argentinos, Univer sidad Nacional de La Plata, La Plata.

1944, Los niños y los títeres, (Dibujos y fotografías de R. Debenham, Alberto Morena y José Luis Lanuza), El Ateneo,
Buenos Aires.

1944, El mundo de los títeres, (Conferencia del Ciclo 1943 dictado en el Teatro Nacional de Comedia Instituto
Nacional de Estudios de Teatro), Cua dernos de Cultura Teatral, Buenos Aires.

1945, Libro de cuentos y leyendas, ilustrado en colores por niños, Universidad Nacional de La Plata, La Plata.

1957, La maleta, Colección Nuevo Mundo, Perrot, Buenos Aires.

1957, Historias de pájaros, Emecé, Buenos Aires.

1960, Atá el hilo y comenzá de nuevo, Losada, Buenos Aires.

1963, Los sueños del sapo, cuentos y leyendas ilustrados por niños, Ha chette, Buenos Aires.

1963, Don Juan el Zorro. Vida y meditaciones de un pícaro, Claridad, Buenos Aires.

1965, El gran paraguas, Edic. La Rosa Blindada, Buenos Aires. *

1967, Circulen, caballeros, circulen, Hachette, Buenos Aires. La cucaracha,Hachette, Buenos Aires.

1970, Los cuentos que me contaron, 94 cuentos escritos por niños, Universidad de Los Andes, Venezuela.

1970, La jaula, Monte Avila Editores, Caracas.

1977, La gallina que se volvió serpiente, y otros cuentos que me contaron, Taller de Títeres Universidad de os Andes,
Venezuela.

1979, Cuentos con pájaros, Hachette, Buenos Aires.

1983, Maese Trotamundos por el camino del Quijote, Seix Barral, Bar celona.

1985, El caballo celoso, Espasa Calpe, Madrid.

1986, Cuentos y títeres, Colihue, Buenos Aires.


1987, Los cuentos que me contaron por el camino de Don Quijote, Alfadil LAIA, Caracas.

1990, Antología. Obra y Recopilaciones. (Contiene una Biografía escrita por Pablo Medina), Sudamericana, Buenos
Aires.

1990, Los ancianos y las apuestas, Sudamericana, Buenos Aires.

1991, El hombre que debía adivinarle la edad al diablo, Sudamericana, Buenos Aires.

1991, Los cuentos que me contaron por los caminos de Aragón, Cultural Caracola, Zaragoza.

1991, Paseo con difunto, Emecé, Buenos Aires.

1994, Teatro, Ediciones Colihue, Buenos Aires.

BIOGRAFÍA E HISTORIA

Nació en Buenos Aires el 24 de junio de 1909. Fue poeta, escritor y, desde muy pequeño, titiritero. Con su carreta La
Andariega viajó por Argentina y varios países americanos realizando funciones de títeres. En 1967, su libro Don Juan
el Zorro es objetado y retirado de circulación por la dictadura militar imperante en Argentina.

Villafañe decidió entonces abandonar el país y radicarse en Venezuela donde, trabajando para la Universidad de Los
Andes, fundó un Taller de Títeres para formar artistas de esa disciplina.

En 1984 retornó a la Argentina. Fue autor, entre muchos otros libros, de Los sueños del sapo (Hachette), Historias de
pájaros (Emecé), Circulen, caballeros, circulen (Hachette), Cuentos y títeres (Colihue), El caballo celoso (Espasa-
Calpe), El hombre que quería adivinarle la edad al diablo (Sudamericana), El Gallo Pinto (Hachette) y Maese
Trotamundos por el camino de Don Quijote (Seix Barral).

En 1978, con el auspicio del gobierno venezolano, repitió su experiencia trashumante en el Viejo Continente: con un
teatro ambulante recorrió el camino de Don Quijote a través de La Mancha, en España.

El primer día de abril 1996, a los 86 años, falleció en Buenos Aires.

Javieres habrá muchos. Pero un Javier como el que vive en Buenos Aires, en la casa de Almagro, hay uno solo” (Laura
Devetach, La casa de Javier, Colihue, 1990).

Javier Villafañe nació en el barrio de Almagro, Buenos Aires. Desde niño anidó un especial gusto por la escucha de
relatos –ya fueran clásicos narrados por su madre, o populares por una empleada española–; por sentir y palpitar la
poesía callejera, y se maravillaba con el mundo de los títeres. Personajes como el clown norteamericano Frank
Brown, o como el titiritero Dante S. Verzura, impresionaron y estimularon la imaginación de un chico que soñaba en
grande.

Con un paso esquivo por los rígidos marcos de la escuela primaria y secundaria, su juventud estuvo signada por
lecturas punzantes, la visita asidua a espectáculos de títeres y marionetas en el barrio de La Boca –comandados por
artistas de origen italiano como Bastián de Terranova, Carolina Ligotti y Vito Cantone–, por sus primeras novias y el
cultivo de la amistad con individuos de la talla de Enrique Wernicke, José Luis Lanuza y Juan Pedro Ramos. Cabe
destacar que este último se irá perfilando como su primer compañero de viajes y andanza.

“Un día llegó a la ciudad un titiritero. Un hombre que tenía barba y había caminado el mundo con sus títeres” (Javier
Villafañe, El caballo celoso, Colihue, 1993).
Habiendo perfeccionado la confección y el manejo de los títeres, y con aportes artísticos de Emilio Pettorutti, Raúl
Soldi, Carybé, Enrique Molina y Norah Borges, entre otros, Ramos y Villafañe dan su primera función en un baldío del
barrio de Belgrano, el 22 de octubre de 1935.

Primero hacia el sur de la provincia de Buenos Aires, en compañía de Juan Pedro Ramos, y luego hacia el norte –
donde quedaría particularmente impactado por la gente, la fauna y la geografía entrerrianas–, acompañado
fugazmente por Justiniano Orozco López, Villafañe da comienzo a su infinito derrotero de artista ambulante. A esos
primeros viajes seguirían otros por el interior profundo de la Argentina y países como Chile, Bolivia, Paraguay y
Uruguay, en gran parte acompañado por su amigo Liberto Fridman.

Con el tiempo llegaron sus distintas nupcias, sus hijos, el oficio periodístico y una profusa obra literaria. Pero nunca
se truncó su vida andariega. Sus pies y “sus manos” hollaron Europa, África y América. En 1967 se exilia en
Venezuela, hace escuela en la Universidad de Los Andes (ULA) y desde allí se lanza a los caminos manchegos tras los
pasos de Don Quijote. En Venezuela, España y donde lo encuentre el tiempo, se dedica a recuperar cuentos e
historias de niños y reyes. “Yo les robo cosas a los niños. Aunque en realidad no debería decir robar, porque las cosas
no tienen dueño. ¿Acaso la palabra no anda en el aire y es de todos?”, supo comentar con picardía (Pablo Medina,
Javier Villafañe. Antología. Obra y Recopilaciones, Sudamericana, 1990).

“Toda mi vida fue buscar el lugar donde quería morir. Aún sigo viajando” (Javier Villafañe, “El anciano viajero” en Los
ancianos y las apuestas, Sudamericana, 1990).

En 1980 se muda a España y en 1984 retorna a nuestro país. Nunca dejó de crear, de vivir con plenitud y de viajar.
Poeta, titiritero, amigo, conversador y amante de la vida, fue reconocido por reyes y plebeyos, y supo cultivar la
amistad de grandes figuras como Federico García Lorca, Julio Cortázar y Atahualpa Yupanqui. El 1 de abril de 1996, la
muerte lo busca y encuentra, como ya había prefigurado poéticamente en “El viejo titiritero y la muerte” (en Los
ancianos y las apuestas, Sudamericana, 1990).

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