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l nombre de Philippus la ciencia y los fenómenos sociales,
Theofrastus Bombast von porque permite la difusión de la pa-
Hohenheim posiblemente a la labra escrita a más amplios sec-
gran mayoría de lectores no les su- tores de la población. En 1492, se
Soledad Esteban Santos
giera nada. Pero sí el de Paracelso, Dpto. de Química Orgánica y Biología- descubre América, lo cual también
que corresponde a uno de los per- Facultad de Ciencias -UNED influyó muy sensiblemente en todos
sonajes más sobresalientes y tam- C/ Senda del Rey, 9-28040 Madrid los aspectos sociales, políticos,
bién más controvertidos de su tiem- email: sesteban@ccia.uned.es
económicos y culturales. Y en cien-
po. Pocos hombres de ciencia cias naturales, concretamente, es
habrán sido objeto de tantos estu- fácil imaginar el impacto provocado
dios, ensayos y textos biográficos,
SOBRE SU ÉPOCA por los numerosos minerales, vege-
en los que muy a menudo se mez- tales y animales encontrados en
clan leyenda y realidad. Y, en gene- esas nuevas tierras. Comienza así
ral, puede afirmarse que no se suele El Renacimiento representa un
período en el que se producen pro- lo que en arte, literatura y cultura se
tratar a este curioso e interesantísi-
mo personaje de manera imparcial.
Para unos es un revolucionario de la
fundos cambios en la vida del hom-
bre, en su forma de pensar y de
conoce como Renacimiento porque
representa un renacer cultural y 53
encarar la realidad, lo cual se plas- científico, y que se extiende desde
ciencia, precursor de la farma- el siglo XV hasta finales del siglo
cología y de la medicina moderna, ma no sólo en el ámbito político y
sociológico, sino también -y sobre XVI o principios del XVII. El espíritu
brillante alquimista. Para otros, es del hombre occidental empieza a
simplemente un iluminado, un hom- todo- en su cultura y en sus expre-
siones artísticas y literarias, y tam- despertar; siente una curiosidad por
bre extraño y pintoresco, rodeado todo, una curiosidad universal. En
de misterios, más próximo al mundo bién en la ciencia. A la Edad Media
le sucede la Edad Moderna, cuyo definitiva, uno de los más impor-
de la magia que al de la ciencia. tantes efectos de esta etapa es un
Realmente, es una mezcla de comienzo se viene a señalar a
mediados del siglo XV, concreta- giro a la razón del mundo clásico.
ambas visiones: dio un vuelco a la Se aceptan nuevos cánones en
medicina y a la farmacopea y creó mente en 1453, cuando se produce
la toma de Constantinopla por los arquitectura; el hieratismo propio de
una rama de la química, la iatro- la escultura y pintura medievales va
química, que contribuyó a que fuer- turcos y, con ella, la caída del
Imperio Romano de Oriente. Los derivando hacia la expresión del
an desapareciendo sus rasgos realismo renacentista; en literatura
alquímicos para tomar un sesgo griegos se ven obligados a reple-
garse hacia Occidente, al que trans- se abandona el latín como lengua
científico. Pero también hay que "internacional" y van forjándose las
considerar la dimensión esotérica miten de esta manera su erudición y
el saber depositado en los antiguos distintas lenguas nacionales.
de Paracelso, que marcó de forma También en el terreno religioso se
notable sus ideas y su compor- textos de sus bibliotecas.
producen profundos cambios, una
tamiento. Es, pues, un típico reflejo verdadera revolución teológica ini-
de la corriente cultural e intelectual Asimismo, en esas fechas también
tienen lugar otros acontecimientos ciada en 1517 por Lutero con la
de su momento histórico, el Reforma Protestante.
Renacimiento. Contradictorio, que resultaron trascendentales para
extravagante, pero en cualquier la evolución de la cultura y de la
ciencia. En 1450 se inventa la Sin embargo, estos cambios no
caso, singular e importante figura de ocurren mediante un salto brusco,
la ciencia. Asomémonos primero, imprenta, que dio la posibilidad de
divulgar el conocimiento a través de sino que se van dibujando ya desde
aunque sea brevemente, a su comienzos del siglo XV -años que
época. los textos impresos. De esta mane-
ra, se extiende la lectura de obras constituyen, pues, una bisagra entre
pertenecientes al mundo clásico, ya la Edad Media y la Edad Moderna-,
aunque la transición es lenta. Si
bien la época del medioevo se aso- cambiar de residencia y se Siguiendo una tradición claramente
cia a un periodo de oscuridad, mis- trasladan a la región minera de medieval de viajar por las universi-
terio y barbarie, en los siglos XIII y Carintia, al pueblo de Villach, en el dades de diversas ciudades y pai-
XIV empieza a haber indicios de un Tirol, donde el padre trabaja como ses, continua su desplazamiento
movimiento en un sentido que médico en las minas propiedad de por muy distantes zonas europeas
podríamos llamar pre-renacentista: los Fugger, la tan conocida familia (aunque su presencia real en
se van creando universidades; se de banqueros y comerciantes. Este muchas de ellas no está totalmente
producen copias en papel de los hecho va a tener una enorme probada), desde España y Francia,
manuscritos en pergamino; muchos trascendencia en la futura obra de hasta Holanda, Inglaterra,
textos clásicos se conocen y Paracelso, cuya inclinación científi- Dinamarca, Hungría, Polonia,
enseñan en las universidades, ca comienza ya en su primera Rusia...y se dice que llegó incluso
aunque a través de las traducciones juventud. Así, ayudando y obser- hasta la India. Y allí también,
de los árabes. Va forjándose un vando a su padre se va interesando aunque muy probablemente forme
deseo por saber más y se crea la por la medicina, la minería y la me- parte de sus leyendas, fue hecho
costumbre de estudiosos itinerantes talurgia, y recibe directamente de prisionero por los tártaros durante
a lo largo de las universidades de aquél instrucción sobre los funda- ocho años (de 1513 a 1521), tras lo
las ciudades europeas, donde se mentos de alquimia, medicina, cual viajó a Constantinopla, donde
utiliza el latín como lengua que cirugía y mineralogía, así como amplió sus conocimientos en la
traspasa todas las fronteras y distin- conocimientos sobre plantas y rudi- ciencia hermética e, incluso, habría
tos pueblos (Taton, 1989). Así, mentos del latín. tenido contacto con la filosofía
cuando llega el Renacimiento, su hindú...y recibido la Piedra Filosofal
nuevo espíritu repercute en todos Su formación a partir de entonces la de manos de un importante
los ámbitos de las ideas. Por tanto, va completando a lo largo de una alquimista. Por esta razón, y conti-
también en las ciencias. Y en medio continua vida itinerante. nuando con la leyenda, se decía
de ello, como principal propulsor de Primeramente, en un convento de que poseía la panacea universal,
la medicina y de alquimia de su monjes en el valle del Savón. por lo que algunos aseguraron
tiempo está Paracelso. Después, estudia en un monasterio haberlo visto vivo a finales del siglo
de Würzburg con dos personajes XVII.
SOBRE EL HOMBRE muy conocidos en la época como
grandes maestros en las ciencias Entre los años 1521 y 1524 parece
Nuestro personaje, Philippus ocultas, que le introducen en ser que viaja por las regiones del
54 Theofrastus Bombast
Hohenheim, nace en 1493 según la
von astrología, magia, conocimiento
hermético y cábala, lo cual influirá
Danubio, deambulando siempre por
tabernas, hosterías y posadas,
mayoría de los historiadores. En enormemente en su pensamiento y entre vagabundos, nigromantes y
pleno Renacimiento, por tanto, si actividad, ya que siempre sentirá gentes de vida marginal. Lo que sí
bien en unos años aun no muy gran atracción por las ciencias ocul- se sabe con más certeza es que
lejanos a la Edad Media. Su lugar tas. Se sabe que poco después, en después, en 1524, vuelve a Italia y
de nacimiento es un pequeño 1509, acude a Viena a estudiar, en trabaja como cirujano militar en el
pueblo suizo cercano a Zurich, este caso con un famoso humanista ejército imperial, en Venecia, ya que
Einsiedeln, cuando esos territorios suizo y amigo del reformador reli- hacia 1522 había empezado a prac-
estaban dominados por los austria- gioso Zwinglio, Vanadius, -quien le ticar la cirugía, entonces separada
cos y formaban parte del Sacro introduce a la lectura de los textos de la medicina y relegada a un
Imperio Germánico. El nombre de de Platón, Plotino Pico de la segundo plano por ser considerada
Bombast pertenecía a una antigua Mirándola y Hermes Trimegisto-, y como una simple actividad manual.
familia procedente del castillo de que en 1511 obtiene el grado de Por eso estuvo presente en muchas
Hohenheim, localidad próxima a bachiller. Tras lo cual, sus viajes se campañas militares. Es así que
Stuttgart, en el antiguo estado hacen aun más incesantes, carac- durante más de diez años viaja, tra-
alemán de Wurttemberg. Su padre terística que va a ser casi una cons- baja, enseña y, asimismo, aprende
-quien, al parecer, era hijo natural tante en su existencia. En esta sobre todo de alquimia y magia. Y
de un Caballero de la Orden de San etapa puede decirse que recorre va recogiendo recetas, secretos y
Juan- aunque originario de prácticamente toda Europa: estudia trucos -muchas veces del saber
Alemania, se traslada en 1492 a ese en Alemania y en Italia, en ciudades popular, de curanderos, brujas y
pueblecito suizo para ejercer su pro- como Tübingen, Heidelberg, Munich barberos- que contribuyeron en
fesión, la medicina. Allí se casa muy o Ferrara. En la universidad de esta gran manera a los espectaculares
poco después con la administradora ciudad italiana aprende las teorías éxitos de sus tratamientos.
del hospital perteneciente a la de la medicina clásica, de la que fue
abadía del lugar. Al año siguiente un gran conocedor -si bien tuvo Se sabe que estuvo cierto tiempo en
nace Paracelso, pero al poco tiem- siempre una actitud muy reticente y Salzburgo y también en Estrasburgo
po se produce la muerte de su crítica hacia ella- y también allí y que tras este largo periodo itine-
madre. Cuando Paracelso contaba obtiene, si no el grado de doctor en rante, en 1526 se traslada a
sólo siete años su padre decide medicina como muchos opinan, al Basilea, donde Johann Froeben (o
menos algún grado intermedio. Froebenius, como también se le
llamaba, según la costumbre de anduvo por Colmar, Esslingen, otros aspectos, cae dentro del te-
aquellos tiempos de latinizar los Nurenberg, Munich, Regensburg, rreno de sus leyendas (Meier,
nombres), conocidísimo editor - Amberes, Merano... Probablemente 1993). Lo mismo que el calificarle
entre sus publicaciones se encuen- en esa época empieza a tomar el de impotente e, incluso, de homo-
tran las obras de Erasmo de sobrenombre de Paracelsus o sexual, motivado por el hecho de
Rotterdam, del que era amigo-, Paracelso, elegido tal vez por él que no se le conoció ninguna
acude a él como paciente a causa mismo en alusión al famoso médico relación afectiva. También se decía
de padecer una grave enfermedad romano Celso ("superior a Celso") y de él que llevaba siempre una gran
en una pierna. Con este influyente después añadirá el de Aureolus, en espada (como se le representa en la
personaje Paracelso ejecuta una de referencia al oro alquímico. En Fig. 3), en cuya empuñadura
sus maravillosas curaciones y gra- Nurenberg precisamente le acusan escondía píldoras de láudano, pro-
cias a este hecho logra uno de los de charlatán y prohíben la publi- ducto elaborado a base de opio. Y
momentos más brillantes de su ca- cación de sus trabajos sobre la sífi- en cuanto a sus costumbres, su
rrera y de su vida. Le proponen para lis. Y sigue por Saint Gall y Zurich, temperamento contestatario y
el cargo de médico municipal y tam- llegando hasta Hungría en 1535, provocador le llevaba a mantener
bién para el de profesor de medici- hasta que el obispo de Salzburgo, siempre una postura casi extrava-
na en la Universidad de Basilea, y Ernst de Wittelsbach, gran aficiona- gante que acabó por llevarle a una
los consigue ambos (Pagel, 1982). do a la alquimia y artes ocultas, le vida aventurera y un tanto desorde-
Como esto suponía que impartiera invita a esa ciudad, iniciándose para nada, rodeado lo mismo de
asimismo enseñanza de alquimia, él un periodo de estabilidad y alquimistas, boticarios y médicos,
se ha llegado a decir que ocupó la reconocimiento público. Poco tiem- que de campesinos, astrólogos,
primera cátedra de química del po le quedó, desgraciadamente, mineros, gitanos y gentes dedi-
mundo. Sus lecciones alcanzaron para gozar de esta nueva situación cadas a la magia y al ocultismo. Su
una enorme fama, con gran canti- de calma y prosperidad, ya que constante errar no terminó ni
dad de discípulos y seguidores, muere en 1541, cuando sólo tenía después de muerto, pues sus restos
introduciendo además innovaciones 48 años. Su muerte, como tantos fueron desenterrados gran número
muy significativas. Por una parte, aspectos de su vida, está rodeada de veces y en parte saqueados.
daba sus clases no en latín, sino en de misterio y también, como casi
la lengua del pueblo, el alemán en siempre, sumergida en la leyenda.
este caso. Por otra, atacaba dura- Le encontraron muerto, acurrucado
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mente a la medicina académica, en un banco, según se dice, en una
que seguía las doctrinas médicas posada de Salzburgo al lado del río,
clásicas de Galeno, Avicena y al- llamada "El Caballo Blanco".
Razi, Y llegó a quemar pública- ¿Envenenamiento? ¿Muerte por
mente los escritos de éstos el día de herida? Nunca, al menos hasta
San Juan de 1527, en sus tradi- ahora, se ha llegado a saber toda la
cionales festejos con hogueras. verdad. Lo que sí se conoce con
Además, según señala el famoso certeza es que fue enterrado con los
químico Boerhave, lo hizo por un máximos honores en el cementerio
procedimiento muy químico, arro- de la iglesia de San Sebastián de
jando esas obras a un caldero de Salzburgo, haciendo en su tumba
cobre y echando después sobre un túmulo en forma de pirámide. Su Figura 1.- Paracelso pintado por
ellas nitro (como se llamaba epitafio es fiel asimismo a esta su Rubens
entonces al nitrato potásico) y última etapa de brillante fama: cuen-
azufre (Partington, 1961-70). ta como curó gran número de enfer-
medades y cómo dejó su dinero a
Estos violentos ataques a la medici- los pobres.
na oficial le granjearon obviamente
el odio y la enemistad de los "otros" En cuanto a su físico, era de aspec-
médicos, los que sí la seguían. Y to frágil y enfermizo, bastante bajo
estos sentimientos fueron agui- de estatura -de un metro cincuenta,
joneados por los brillantes éxitos de aproximadamente- y grueso, imber-
sus tratamientos, que con tanta fre- be (como puede apreciarse en la
cuencia le proporcionaban cura- pintura que de él hiciera Rubens,
ciones casi milagrosas. Todo ello, Fig. 1), calvo (Fig.2), con un cráneo
unido al hecho de la muerte de que por su forma correspondería
Froebenius, condujo a que no sólo más al de una mujer que al de un
perdiera su trabajo en la universi- hombre. Por ello se ha dicho que
dad, sino a que le expulsaran de la siendo muy pequeño había sido
ciudad de Basilea en 1528. Y aquí castrado, bien por un accidente for-
se abre en su existencia una nueva tuito, bien a manos de un soldado Figura 2.- Retrato de Paracelso rea-
etapa errante. Entre ese año y 1530 borracho. Pero esto, como tantos lizado por Hirschvogel en 1531
SOBRE EL MÉDICO estrechamente ligadas a la vida del médicos hermetistas. Lo cual está
paciente. Según este médico en íntima conexión con la alquimia,
Durante el medioevo la medicina griego, sería pues necesario aten- por lo que es aquí cuando hay que
seguida y practicada era la clásica, der siempre al estado general del volver hacia Paracelso.
sobre todo la de Galeno, y así se enfermo. Se trataba así, de una
enseñaba en las universidades. No visión en conjunto de los problemas, Medicina de Paracelso:
obstante, se aceptaba de forma siendo por lo mismo una teoría
dogmática, tal y como aparecía medica sintética (Sarton, 1959). Paracelso fue el iniciador del llama-
descrita en los textos, pero sin Galeno, médico romano cinco siglos do arte espagírico o "ars spagyrico",
intentar su análisis experimental. posterior a Hipócrates, tiene una cuyo nombre tiene su origen en los
Por esta razón las recetas médicas visión totalmente distinta de la términos griegos spao, separar, y
resultaban cada vez más compli- enfermedad, aunque continúa con ageiro, juntar. La medicina espagíri-
cadas y extrañas. Al llegar el la teoría de los humores. Rechaza ca o espagirismo suponía que de la
Renacimiento surge la posibilidad la idea de aquél de la similitud y lo materia se podía separar una mate-
de leer los textos clásicos de medi- que hace es combatir las enfer- ria sutil o energía. Una vez que esa
cina directamente de sus versiones medades con medicamentos de energía se separaba de las sustan-
originales y no como ocurría en la naturaleza opuesta a la misma (con- cias curativas -minerales, vegetales
Edad Media, a través de sus tra- traria contraria curentur). Para o animales- podía unirse a la
ducciones del árabe, que frecuente- Galeno la enfermedad estaría pro- energía propia del hombre y pro-
mente contenían deformaciones y ducida por una disminución local de ducir su curación. De ahí, pues, ese
errores de transcripción. Y con esa la resistencia, por lo que sus nombre de espagírico. Por su parte,
lectura, algunos comienzan a medicamentos irían destinados a hay que tener en cuenta el her-
reestudiar estos textos y aplicar la combatir los síntomas. La causa de metismo o doctrina hermética,
razón, en lugar de aceptarlos la enfermedad será ahora local, denominación que proviene del
automáticamente, sin cuestionarlos. accidental y su concepción es pues nombre de Hermes Trimegisto,
Entre estos "algunos" destacó, y analítica, frente a la sintética del forma griega de Tot; éste era el dios
con mucho, Paracelso. Eran tiem- individuo como totalidad, propia de egipcio de todo el saber escrito y al
pos de rebelión: rebelión en cultura, Hipócrates (Multhauf, 1966). De ahí que se atribuían los libros llamados
rebelión en religión, rebelión tam- surgieron dos corrientes diver- herméticos, recopilados en
bién en medicina, con Paracelso. gentes de la medicina, la hipocrática Alejandría en el siglo II a.C., y que
Por ello, no sin razón, se le ha lle- y la galénica, en oposición, que constituyen unas de las bases del
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56 gado a llamar el Lutero de la medi-
cina.
dieron lugar a grandes conflictos y
controversias. Éstas son reflejo en
conocimiento de la alquimia griega.
El hermetismo concebía al mundo
realidad de algo mucho más profun- como una unidad, estando todas
Pero antes de avanzar, conviene do que simples discrepancias en sus partes en gran armonía, en una
hacer una breve revisión de las prin- teorías médicas: revelan una actitud relación perfecta entre el individuo
cipales ideas de esa medicina espiritual ante la enfermedad total- (microcosmos) y el universo u orden
greco-romana. El griego Hipócrates mente diferente. superior (macrocosmos). Aplicando
(500 a.C.), postulaba una teoría de esta doctrina a la medicina,
los elementos adaptada a la medi- La practica médica romana se va Paracelso sostenía que, lo mismo
cina: de forma análoga a los cuatro separando cada vez mas de la que en el universo existen los cuatro
elementos de la naturaleza, exis- visión sintética hipocrática y así el elementos, en el ser humano habría
tirían cuatro humores en el cuerpo médico romano del siglo II d.C., cuatro elementos o humores, y tam-
humano (sangre, flema, bilis amari- Celso -de quien nuestro Teofrasto bién su evolución sería análoga. La
lla y bilis negra). De sus acciones von Hohenheim toma precisamente enfermedad sería así un accidente
combinadas resultaría la vida, su famoso sobrenombre- continúa en esa evolución que le haría tomar
existiendo siempre un equilibrio con la idea de la terapéutica de los una dirección equivocada, con-
entre ellos, roto por la enfermedad. contrarios. Este distanciamiento de sistiendo la curación en una vuelta
Para él la enfermedad era un la visión sintética se acentúa con la al camino correcto mediante la apli-
esfuerzo de la naturaleza tendente medicina árabe, de la que son cación del remedio adecuado.
a la curación, por lo que el médico claros ejemplos la práctica terapéu-
ayudaría a la curación si intensifica- tica de Avicena y de Averroes: Paracelso en su terapia seguía el
ba esa reacción. Así, por ejemplo, la proclaman la importancia de los principio de la similitud, es decir se
tos se curaría con un con algo que humores, pero sus recetarios van regía por la máxima de que "lo simi-
produjera tos. Es decir, lo seme- haciéndose complejos y faltos de lar cura lo similar". Además, aplica-
jante se cura con lo semejante. Para una cohesión general. Sin embargo, ba dosis mínimas, según expresaba
Hipócrates una determinada enfer- el espíritu de síntesis hipocrático va en una de sus famosas frases:
medad tendría su origen en un a perdurar en cierto modo, aunque "Nada es veneno, todo es veneno.
desequilibrio de todo el organismo, oscuramente, en los médicos de La diferencia esta en la dosis", dosis
desequilibrio ligado a su vez a una Alejandría durante toda la Edad sola facit venenum. Es decir, ciertos
concatenación de circunstancias Media, para resurgir plenamente a venenos en pequeñas dosis pueden
finales de ésta entre los llamados
dades universales que al ser curación venía por la administración no que enlaza en cierto modo con la
depositadas sobre los cuatro ele- del producto químico adecuado. De bioquímica, si bien para Paracelso
mentos aristotélicos -que hacían las ahí que utilizara medicamentos de esas reacciones estaban gober-
veces de receptáculos- conferían la origen inorgánico. Tales eran los nadas por un espíritu vital, detrás
forma y propiedades características compuestos de metales pesados, del cual estaba Dios.
de cada sustancia (fueran éstas como los de mercurio, que resul-
metales o no, orgánicas o inorgáni- taron muy eficaces para combatir la En el macrocosmos existían los
cas). Estos tres principios eran, sífilis (tratada hasta entonces con el astra, estrellas visibles unas e invi-
pues, la sal o cuerpo, el azufre o guayano o "palo santo", planta sibles otras que, al llegar al micro-
alma y el mercurio o espíritu, según: americana) y la hidropesía (en este cosmos, impregnaban la materia y
Sal o principio de incombustibilidad caso porque conocía las cualidades le daban sus distintas formas y las
y no volatilidad; Azufre o principio de diuréticas de esos compuestos). O propiedades características de cada
inflamabilidad; Mercurio o principio el azufre, para el tratamiento del cuerpo. Las enfermedades podían
de fusibilidad y volatilidad (Wojtko- bocio. Conocía asimismo las ser curadas mediante una "esencia
wiak, 1986). El ejemplo paradigmáti- propiedades narcóticas del éter, por astral" específica, que debía ser
co de Paracelso era el de la desti- lo que lo usaba en ciertas prepara- determinada por el químico -es
lación de la madera: el mercurio ciones para disminuir el dolor y para decir, por el médico alquimista- a
equivaldría a los humos y la parte luchar contra procesos epilépticos o través de la experimentación. Para
volátil; el azufre correspondería a la para mitigar las convulsiones espas- obtener los medicamentos adecua-
luz y el destello del fuego, y la sal, a módicas del "baile de San Vito". dos el alquimista debía conseguir
las cenizas y demás residuos sóli- También demostró la precipitación esa esencia y obtenerla pura, para
dos. O de otra manera, el mercurio de los ácidos mediante la orina y lo cual la separaba de sus
era el principio de lo líquido y de lo que las aguas de los balnearios, áci- impurezas mediante el fuego y el
volátil; el azufre sería el principio de das, prevenían la formación de cál- proceso de destilación, principal-
la combustión y del calor, y la sal, el culos en la vesícula y eran benefi- mente, aunque también intervenían
de la solubilidad en el agua y la ciosas para la digestión. Y en otros otras técnicas habituales de los
resistencia al fuego. Creía en la tratamientos curativos empleó alquimistas (como filtración, ex-
vieja idea alquimista de la trans- asimismo compuestos de antimo- tracción, sublimación...). Lo que
mutación, aunque en su sentido nio, arsénico, cinc, cobre o hierro. importaba eran, precisamente, los
más amplio, ya que todo en la natu- Por otra parte, hay bastantes aspec- restos de esa destilación: así, al
raleza sufría una transformación, tos innovadores en la práctica destilar materiales orgánicos, como
58 desde los alimentos en la cocina a
cualquier proceso químico o fisio-
química debidas a Paracelso. Por
ejemplo, en sus experimentos con
eran las plantas, quedaban unos
residuos inorgánicos, lo más intere-
lógico (como la digestión). Pero, metales, aprendió a utilizar "agua sante para los iatroquímicos. Por
además, para él el fin último de la regia" para disolver muchos de esta razón, el conocimiento sobre la
alquimia no sería lograr la trans- ellos; descubrió el éter dietílico; tecnología de la destilación aporta-
mutación a oro, sino la obtención de aisló el hidrógeno; tuvo la idea de da por los alquimistas anteriores
remedios para curar las enfer- concentrar el alcohol de su con- prestó una enorme ayuda a estos
medades. tenido en agua mediante un proce- nuevos médicos (Brock, 1992). El
so de congelación; fue el primero en concepto de la quintaesencia -
Aunque no es fácil comprender sugerir que el aire no era un ele- heredado de Rupescissa y otros
siempre la distinción que hace mento simple... No obstante, su alquimistas medievales- es también
Paracelso entre todos esos elemen- mayor aportación fue en la obten- importante para Parecelso: sería
tos, dado su lenguaje complicado y ción de sus medicamentos de ori- una sustancia sumamente sutil que
un tanto oscuro, lo esencial es que gen mineral. Consideraba que la necesitaba ser separada de los pro-
continúa con la idea de principios medicina debía apoyarse en la ductos impuros que la envolvían, y
generales de la naturaleza. Es decir, química y en este sentido es el fun- consideraba que podría obtenerse
de elementos presentes en todos dador de la llamada iatroquímica de todas las cosas de la naturaleza
los cuerpos, aunque variando su (del término griego "iatros", médico), que tienen en sí vida.
proporción de unos a otros. Por que podríamos definir como una
tanto, su aportación en el terreno especie de química médica, quími- Paracelso siempre se sintió atraído
teórico de la química no puede ca farmacéutica y toxicología. El por la observación de los fenó-
decirse que sea muy significativa. fundamento de la iatroquímica menos naturales, tanto de los
Pero sí en el terreno práctico, pues puede resumirse en esta idea bási- organismos vivos como de los dis-
su teoría de los tria prima le propor- ca: los fenómenos psicológicos y tintos productos del mundo mineral.
cionaba su idea sobre las medicinas patológicos son debidos a reac- Todo lo cual le condujo a impor-
minerales. Al estar siempre pre- ciones químicas. La vida del hom- tantes hallazgos en medicina y tam-
sentes esos tres principios, cuando bre era un proceso químico y la bién en alquimia. Así, a través de su
en un organismo humano la propor- enfermedad, o alteración de ese trabajo en las minas, cuando aun
ción entre ellos -es decir, su equili- proceso, debía superarse por pro- era un adolescente, comienza su
brio- se alteraba, se producía cedimientos también químicos. conocimiento acerca de procesos
entonces la enfermedad y la Tiene, pues, un sentido muy moder- metalúrgicos, reforzado por la
enseñanza directa de su padre dad. Con estas ideas los seguidores las ondinas, del fuego, como las
sobre la alquimia. De ello probable- de Paracelso realizaron gran salamandras, de la tierra, como los
mente surja su interés por las minas número de operaciones con los gnomos, y del aire, como los silfos.
y también por los manantiales de compuestos metálicos, tales como También creía en la posibilidad de
aguas termales, como "laboratorios" disolución, oxidación, calcinación, fabricar artificialmente un ser
de la naturaleza donde podía sulfuración, reducción, ataque por humano, el humúnculo, en lo cual
analizar los procesos químicos que agentes corrosivos, fusión alcalina, se percibe claramente su ins- truc-
allí tenían lugar. En su estudio acer- aleaciones...(Taton, 1989). ción en los principios de la cábala,
ca de metales y compuestos min- Operaciones que proporcionaron pues sería un reflejo de la figura del
erales, cuyo objetivo inicial era con- evidencias que resultaron funda- golem de la tradición de la cábala
seguir obtener los medicamentos mentales para la llegada a la quími- judía centroeuropea. También creía
inorgánicos que tan famoso le ca moderna o química científica, ya en la astrología y, en relación con su
hicieron, mucho de su conocimiento a finales del siglo XVIII, personifica- medicina, asociaba con los astros
empírico lo recibió directamente de da en la figura de Lavoisier. Y de las partes del cuerpo: asociaba el
la práctica de mineros y fundidores. todas esas operaciones, fueron cerebro con la luna, el hígado con el
Y tal vez constituya esto su mayor clave en este último sentido la calci- planeta Júpiter, o el corazón con el
aportación a la química. nación de los metales al óxido cor- sol. Para él el hombre tenía una
respondiente (es decir, la calefac- triple dimensión: un cuerpo físico,
En cuanto a la naturaleza y evolu- ción del metal en presencia de aire) que le haría pertenecer al mundo
ción de los metales seguía las ideas y la descomposición del óxido a visible; un cuerpo astral (su
clásicas de Aristóteles sobre su metal (Esteban, 2001). espíritu), que le haría pertenecer al
gestación y crecimiento en el inte- mundo sideral, y un alma inmortal,
rior de la tierra. Los alquimistas Por otra parte, para Paracelso el por la que estaría también en el
pensaban que todos los metales objetivo de la alquimia no era la mundo espiritual. Suponía que el
irían perfeccionándose en el interior transformación de los metales en universo sería un flujo y reflujo de
de la tierra lentamente, hasta alcan- oro, sino crear remedios para las vida, constante y eterno, que
zar el estado de perfección, el del enfermedades. Es ante todo un pasaría de Dios a los hombres y a
oro (o el de casi perfección, la médico y su actividad en la química todas las cosas y de todos estos a
plata). Creían también que esta ha sido por y para la medicina. Y, al Dios, por lo que su doctrina ha sido
evolución podía ser acelerada o mismo tiempo, probablemente su a veces calificada como una
59
incluso provocada de manera artifi- mayor aportación a la medicina especie de panteísmo.
cial por la mano del alquimista. De haya sido a través de la alquimia.
ahí el gran número primero de Como químico su papel ha sido SUS ESCRITOS
operaciones y técnicas desarro- quizás sobrevalorado. No obstante,
lladas por los alquimistas durante gracias a él se dio un giro al trabajo Su obra escrita es muy amplia,
toda la Edad Media para alcanzar eminentemente experimental de los constituida por textos autógrafos de
esa meta, la de la conversión de los alquimistas, al abogar no sólo por la Paracelso y por manuscritos de sus
metales en oro (la famosa "pro- observación sino también por el discípulos, dictados por él o toma-
yección" o la "gran obra" de los razonamiento, fuesen o no fuesen dos de sus lecciones (Paracelso,
alquimistas). El alquimista en su la- válidas las conclusiones a las que 1992). La mayor parte se publicaron
boratorio debía descubrir el secreto llegase el propio Paracelso. Sus después de su muerte: tras ser
que ocultaba las operaciones efi- sucesores, los iatroquímicos, tales cuidadosamente recopilados y
caces para lograrlo. Pero según como Libavius, van Helmont, revisados se publican en una edi-
Paracelso, esa evolución sólo Gauber, Silvio, Tachenio, Lemery... ción única en los años 1589 y 1590,
podría hacerla la naturaleza, en las escriben importantes páginas en el en la ciudad de Colonia. Esa co-
profundas capas del interior de la desarrollo de la química (Leicester, lección recoge un total de 106
tierra, gobernadas por fuerzas cós- 1968), facilitando así el camino para obras: 50 sobre medicina, 26 sobre
micas desconocidas por el hombre. la llegada de la "revolución quími- magia, 9 sobre filosofía e historia
Y lo único que podría hacer éste es ca", a finales del siglo XVIII natural, 7 sobre alquimia y 14 sobre
extraer muestras de los filones (Bensaude-Vincent, en Serres, temas varios. Entre sus obras autó-
metálicos del subsuelo y aislar de 1989). grafas hay que destacar el
ellas el metal, que sería utilizado en Paramirum y el Opus Paragranum,
el estado de evolución en que se SUS IDEAS MÁGICAS ambos sobre de medicina, lo mismo
encontrase en el momento de su que sus textos dedicados a la peste
extracción de la mina. Es por ello A pesar de sus interesantísimos o su magnífico tratado sobre la sífi-
que la "impaciencia" del minero era aciertos y observaciones, era un ser lis. También es importante su
la causante de que el metal no contradictorio, lleno de fantasías. En Chirurgia Magna, acerca de proce-
tuviera tiempo de alcanzar la dig- sus escritos alude a que mantenía dimientos quirúrgicos. Aunque la
nidad de "oro", por lo que se relaciones con el mundo del interior mayoría de sus escritos versan,
empleaba como metal grosero en de la naturaleza a través de su con- pues, sobre medicina, contienen
muy diferentes usos. Para llevar tacto con seres de las aguas, como muchas e interesantes notas sobre
esto a cabo se requería gran habili-
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