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SINOPSIS DE LOS CUENTOS DE CRISTINA FERNÁNDEZ CUBAS

MI HERMANA ELBA
LÚNULA Y VIOLETA
La narradora es Violeta. Una chica solitaria, sensible y tímida. Parece ser que es escritora.
Empieza el cuento en una cafetería, donde conoce a Lúnula. Ésta le propone irse a vivir juntas
y abandona el piso donde vivía, piso que aborrecía. En su cuaderno de notas describe la casa
de campo de Lúnula. Allí se instala en una habitación. Lúnula le causa una buena impresión,
aunque físicamente es desfavorecida y obesa. Tiene un carácter que atrapa y es una buena
narradora. Se van de compras y Lúnula le compra un sombrero. En la casa de campo se
entretienen y Lúnula lee los escritos de Violeta. A los pocos días, Lúnula enferma. Tiene fiebre
y no se levanta de la cama. A Violeta le molesta ver que Lúnula no sólo ha leído su escrito, sino
que ha tachado y modificado párrafos enteros. Al día siguiente, Violeta tiene que hacer las
tareas domésticas, cosa que se le da fatal. Incluso tiene que matar un gallo, porque están sin
comida y el camión de reparto no pasa. La experiencia del gallo le causa impresión. Un día
después es Violeta la que se siente mareada y Lúnula parece recobrada del todo. Es ella quien
toma las riendas de las tareas domésticas. Planta un jacarandá, una flor exótica que florece
una vez al año y por un tiempo muy breve, en el jardín, poco fértil para este tipo de flores.
Violeta rompe definitivamente su bloc de notas. Piensa que Lúnula es mucho mejor narradora
que ella. Relee las anotaciones de Lúnula. Por la tarde, Lúnula se marcha a la ciudad. Unos días
para arreglar unos asuntillos y volverá, dice. Violeta se queda al cargo de la casa. Tiene mucho
trabajo. Se queda “como perro guardián”, vigilando las gallinas y esmerándose por que
florezca el jacarandá, privándose si era necesario de beber.

Nota del editor. Los papeles anteriores fueron hallados en el suelo de una granja, al lado de un
cadáver de una mujer. Vestía ropa con iniciales VL. Falleció por inanición. Nada pudo
identificarla. Preguntando a los vecinos, uno identificó a una tal Victoria como inquilina de la
casa. Otros, como el cartero, a una tal Luz. Incluso a alguno le sonó el nombre de Victoria Luz.
Nadie recordaba los nombres de Lúnula ni de Violeta. Un biológo confirmó que nunca había
visto el florecimiento de un jacarandá por allí, “le parecía imposible”.

La ventana en el jardín.
El protagonista es amigo del instituto de los Albert. El hijo de éstos, parece que tiene una
enfermedad mental. Le deja una nota en la que las palabras se unen sin sentido aparente a
través de la ventana del jardín. . Los Albert decidieron vivir en una granja apartada de todos. El
protagonista determina ir a visitarlos, interesado por la salud del joven hijo. Tras coger un taxi,
se presenta por sorpresa. Allí es recibido fríamente por el matrimonio. Tras una situación
incómoda, finalmente le invitan a entrar. Es Josefina, la esposa de José Albert, la que
finalmente le invita a comer. La mesa estaba puesta para tres comensales, pero el joven Tomás
Albert no aparece. Cuando pregunta por él, le dan excusan y comentan con pena que no
puede ni ver visitas. Está mal, muy mal… Tras ausentarse en el lavabo, se sorprende al ver los
cepillos de dientes con los nombres de “escoba”, “olla” y “cuchara”. La comida transcurre
incómoda. De postre, Josefina saca una tarta. Parece que era el decimocuarto cumpleaños de
Tomás. Al ver tanta intriga, el protagonista decide fingir que no hay taxis hasta el día siguiente.
Les obliga a invitarlo a dormir. Durante la cena, Tomás tampoco aparece. Nuestro personaje
piensa que han enloquecido y que Tomás ha muerto, pero finalmente le preguntan si quiere
verlo. Él accede y lo visitan en una habitación acolchada. Aparentemente parece normal, pero
lo acuestan enseguida. Tras salir de la habitación, el protagonista inspecciona el cuaderno de
Tomás, que ha conseguido ocultar bajo su ropa. En él nada tiene sentido. Josefina entra de
sorpresa en su habitación, como buscando algo. A medianoche, abandona su habitación y va a
buscar a Tomás, pero la puerta está cerrada. Decide entonces ir a la ventana del jardín que da
a su habitación. Tomás aparece, y al hablar con él se da cuenta de que su lenguaje y el de
Tomás no son el mismo. “Amigo” significa “vaso de noche”, o “Olla” “Tomás. Cuchara y Escoba
eran sus padres. Tomás le pide que lo libere. Finalmente, consigue hacerle entender que a las
9 vendrá el taxi y que entonces huirán. A las 9, después de desayunar espera el taxi con
impaciencia. El taxi no venía. El chico sale cojeando, y al llegar a él se aferra a sus hombros.
Parece enfermo. Sus padres salen gritando con un frasco de líquido azul que se lo administran.
El protagonista piensa en llamar a un médico, pero los padres parecen no oír. Él grita “Luna”
(cuyo significado no desvela) y los padres entran con el joven. Él sale corriendo hasta cruzarse
con el taxi. Ya en él, el taxista le pregunta por los Albert y en particular por Tomás. Se refiere a
él como “pobre Ollita”.

Mi hermana Elba.
La narradora recuerda a partir de un diario. Recuerda el verano del año 1954. Sus padres
deciden separarse y enviar a las dos hijas, la narradora y su hermana Elba, a un internado. Una
vez allí, aborrece las clases y especialmente a su compañera de pupitre y habitación, una obesa
desaseada. Conoce a Fátima, una alumna repetidora con muchos conocimientos, pero con
unos resultados muy negativos. A pesar de ello, las compañeras sienten una atracción cercana
a la devoción por ella, aunque su comportamiento es inestable. Un día, tiene que salir de la
habitación después de dormir a su hermana Elba porque su compañera se tira pedos, y ve a
Fátima que se adentra en la zona reservada para las novicias del internado. Ésta la invita a
seguirla, y ella accede. Transgreden las normas adentrándose en la noche en las dependencias
privadas de las monjas, y una vez allí, son sorprendidas, que no descubiertas, por dos novicias
que entran a sus habitaciones. Fátima le dice dónde esconderse. Tras pasar momentos
angustiosos, regresan. La protagonista no puede dormir. Al día siguiente la aborda y le
pregunta cómo es que no las descubrieron, si estaban a la vista. Fátima le habla de sitios o
“escondites” “donde se está y no se está”. En el cole hay cinco. Se los enseña. Su hermana Elba
también los conoce, incluso parece conocer atajos “misteriosos” que la hacen aparecer y
desaparecer rápidamente. Llega el verano y todas se van con sus respectivos padres. La
devoción por Fátima continúa por cartas, pero un día dejan de llevar. Cuando las vacaciones
llegan a su fin, le comunican a la protagonista que Elba no volverá a internado, sino que por su
naturaleza deficiente, debe acudir a una escuela especial.
Contrariada, la protagonista regresa al internado. Fátima no ha vuelto. Todo le aburre. Un día
regresa Fátima, pero no parece otorgarle la misma amistad que antaño. Se junta con alumnas
de cursos superiores, habla con desgana de los escondites y juegos pasados e incluso estudia.
La protagonista se siente aislada, y además el recuerdo de Elba la atormenta hasta el punto de
oír su voz constantemente pidiéndole ayuda. Acaba siendo un martirio. Poco a poco hace
amista con una nueva compañera de clase, cuyos padres son conocidos de los suyos. Se
ilusiona con un primo de ella, Damián, al que pretende enamorar. Y el verano vuelve a llegar,
ahora con Elba. Elba ha progresado, incluso dice el nombre de su hermana, pero se comporta
de manera extraña, y la protagonista se avergüenza en parte cuando tienen que venir sus
amigos, entre ellos Damián, a verla. Parece que Elba nota, desde su mundo, su animadversión.
Un día la niñera la va a buscar. Elba ha perdido el equilibrio en la terraza y ha caído. El padre la
descubre. Muere. En el funeral, la protagonista acaba desmayándose. Es 7 de agosto. Entre sus
amigos, Damián le da sus condolencias. En su diario escribe: hoy es el día más feliz de mi vida.
Hoy Damián me ha besado. El mismo día en el que muere Elba.

El provocador de imágenes
El protagonista habla de la primera vez que se cruzó con su amigo José Eduardo Expedito, en la
universidad. Fue en una cola de secretaría. Sin querer, al girarse, acaba quemándole su
gabardina. Son recuerdos lejanos. Una historia de amistad y de encuentros por toda Europa.
Él, José Eduardo, un estudiante becado de condición humilde, y el protagonista, H.J.K., todo lo
contrario, un estudiante de familia bien con resultados mediocres. Un tipo peculiar, José
Eduardo, porque muchas veces fingía situaciones irreales para poner a prueba a sus
semejantes, a veces se hacía pasar por inglés, por tartamudo… Un día cuenta cómo enamoró a
dos mellizas hasta enemistarlas. Estudió sánscrito, cocina francesa… Esto le provocó
admiraciones y odios de manera igual, porque juzgaba críticamente los restaurantes y
cocineros de la zona. A pesar de que posteriormente sus vidas conducen a caminos diferentes,
mantienen el contacto. Descubre, por medio de cartas, que su amigo sigue con sus pasiones
extrañas, como los escorpiones o aquello que él llamaba “imágenes”. Le explica también que
contraería matrimonio con una mujer. En la siguiente misiva, la mujer yacía en el hospital
víctima de una venenosa picadura, Eduardo emigraba a Francia y le ofrecía su terrario de
escorpiones. Coincide con él más tarde en París. Conocen en el tren a una extraña joven que
se llama Ulla Goldberg. Cuando se despide, no era aún consciente de la importancia de Ulla
para Eduardo. Acaban viviendo juntos. En otra ocasión, cuando el protagonista se dirige a
Alemania, les visita. Se da cuenta de que Eduardo la humilla, incluso públicamente. Por la
noche oye ruidos y aullidos que entiende cuando éste le muestra una colección de objetos y
revistas sadomasoquistas. Decide abandonar la casa. En un bar, es Ulla quien le acerca el
equipaje. ¿Cómo sabía que estaba allí? Borracho, acaba vomitándole encima. En otra ocasión,
esta vez en Hamburgo, se topa con Eduardo. Estaba borracho. Le cuenta que Ulla le ha
engañado. Le explica que Ulla no era dócil ni sumisa, sino que era otra provocadora de
imágenes, le había estado estudiando. Toda la historia la cuenta en diversos idiomas. Ulla
anotaba sus reacciones en una libreta. Hasta que Eduardo la descubre. Más tarde, el
protagonista acaba en Estrasburgo. Una noche, en un bar, descubre a Ulla. Ulla le explica que
Eduardo se ha convertido en alcohólico. El protagonista, dolido por las declaraciones sobre su
amigo, le increpa a Ulla que Eduardo es un experto en bebidas y desconocía la cerveza. Por eso
había ingerido últimamente grandes cantidades, para conocerla mejor. Ahora era un
especialista y renombrado cervezólogo.

El reloj de Bagdad
La protagonista dice no temer a las almas que, de vez en cuando, ve. Recuerda su infancia con
las dos viejas niñeras, Olvido y Matilde. LA que más le llama la atención es Olvido, la más
anciana. Recuerda cómo esta les explicaba cuentos e historias de misterio. De pronto, trajeron
un viejo reloj, fabricado en Bagdad. Lo colocan en el descansillo de la escalera, desde donde
luce majestuoso. Olvido se negó a limpiarlo por su avanzada edad y empieza a desconfiar,
recelosa de todo. Un día, mientras Matilde sacaba brillo al reloj, se desmaya y cae desde la
escalera. Desde entonces, Matilde se suma a la desconfianza de Olvido. Murmuran y rezan
entre susurros. Los padres del protagonista se van de viaje y dejan a los niños solos con las
ancianas. Mientras están de viaje, Matilde se marcha. Alega que a casa de una hermana
enferma. Olvido enferma. Los padres deciden que los niños se vayan unos días, augurando el
fin de la anciana, y sube a despedirse de ella. Sus últimas palabras fueron de advertencia para
ella. Siete días después, cuando la protagoista regresa, la habitación está vacía. La desgracia se
cierne sobre ellos. Un día, un olvidado brasero, prende fuego a la casa. Logram escapar, y
fuera, mientras observan el incendio, la protagonista cree escuchar unas risas maléficas.

Deciden cambiar de casa. El anticuario se niega a comprar el reloj. LA noche de San Juan,
cuando abandonaban el pueblo, la niña ve, entre las hogueras donde danzaban los niños, el
reloj. También ve, jugando y danzando, al alma de Olvido. Su padre atiza el fuego y regresa al
coche. Fue la última vez que vio las almas.

En el hemisferio sur
Una amiga escritora del narrador, Clara Galván, le cuenta que está muy asustada e histérica
porque hace días que la Voz, una especie de inspiración personificada, le dicta sus obras
demasiado rápido, sin tregua ni descanso. Ha llegado a la redacción totalmente desaliñada y
vestida casi… como una prostituta. Al narrador ya le gustaría tener esa inspiración… Después
de pasar unos días casi delirando, se da cuenta de que la voz tiene acento extranjero. Clara
intenta distraerse y sale a pasear, pero entra en una librería y descubre un libro que narra…su
vida. Narra precisamente lo que le está pasando con la Voz. Se titula Humo denso. Su autora,
Sonia Kraskowa. Lo compra y descubre que todo lo que escribe ya está escrito. Tira el libro a la
basura. Decide ir a casa y dormir. Despejándose en el lavabo de la redacción, se fija en los
remolinos del agua y decide que lo mejor será un viaje al hemisferio sur para “desremolinar el
remolino”. Cuando se queda solo, el narrador sigue pensando en la historia de Clara. Piensa
que es una historia muy buena para escribir. Al llegar a casa, Clara le llama por teléfono y le
cuenta que, al llegar a casa, hay un nuevo ejemplar del libro en su mesita de noche. Dice que
saben que es una impostora. Clara se ha instalado en un hotel porque la novela lo indicaba. El
narrador deja una lista a la secretaria para que le proporcionen toda la obra de Sonia
Kraskowa. Acude a cenar con Clara, y le entrega un sobre con información sobre Sonia.
Cuando llega a casa, el teléfono suena insistentemente, pero no lo coge. Decide pasar el fin de
semana en casa de la tía Alicia. El lunes, al llegar a la redacción, recibe todas las novelas de
Sonia y la secretaria le cuenta la noticia de la muerte de Clara en el hotel. Le envía un ramo de
flores con la inscripción de “Clara Sonia Galván Kraskowa”. Vuelve a la lectura de Humo denso.
Reconoce la autoría de Clara, y recuerda que le ganó en un certamen universitario con un
relato peor que el suyo. Duda si hizo bien al entregar el dossier Sonia Kraskowa. Era, en
realidad, una serie de fotos y recortes que demostraban que Sonia era Clara. Parece que el
narrador se ha decidido a escribir acerca de este asunto. La secretaria le trae la obra póstuma
de Sonia, Tornado. Le pide el director unas notas que acompañen su edición. En esta novela,
Sonia le dirigía la dedicatoria: A mi mejor amigo. Incluso le revelaba que ocultó su relato al
jurado en el certamen universitario. Se da cuenta de que ha caído en su juego. Acude al lavabo
y descubre que el remolino de agua gira en sentido contrario, como en el hemisferio sur. Se
despide de la editorial y se va a casa de la tía Alicia.

Los altillos de Brumal


La narradora recuerda su pasado y a una enfermedad que tuvo, la escarlatina. Narra su
infancia, y de cómo sus compañeras se burlaban de ella el primer día de colegio. Vive con
vergüenza el venir de una aldea pequeña y atrasada. A su madre le dice que el colegio le ha
ido bien. “Madre”, como la llama ella, la ha apuntado al colegio en un intento de que escape
de la miseria. Una figura materna triste, supersticiosa y poco cariñosa. Pero se esmeraba en el
cuidado de la niña, más que de sus dos hermanos. Odiaba a su familia y siempre los maldecía
diciendo que eran “cucarachas”. Su padre está muerto. La madre se empeñó en que la chica
fuera a la universidad, y ésta estudió Historia. Cuando se licenció, “Madre” se murió. No
obstante, no sigue con la línea que su madre le procuró. Como le encantaba la cocina, se
dedicó a ella. Consiguó renombre y una colaboración con una revista. Recibía muchas cartas de
lectores. Recibe la oferta de un amigo editor para publicar un libro. El editor le propone un
viaje por el Bajo Rhin para incorporar recetas. Un día recibe una mermelada de fresa
buenísima. En el tarro lee “Brumal”. Su pequeña aldea. Rememora su pueblo, pobre y
aburrido, y cómo un día al año iban en un desfile hacia un pueblo costero. Su padre, originario
de la playa, compraba y gastaba en abundancia para todo el año. Su madre también era
natural de la playa, pero odia a su familia. Decide ir a Brumal. Recuerda a su tía Rebeca,
encarrada por su enfermedad en un altillo entregada a hacer mermeladas y conservas. Coge
un tren y se baja en la aldea de la playa. Allí pregunta cómo ir a Brumal. Cuando consigue llegar
parece un pueblo fantasma. En un banco, encuentra a un anciano. La iglesia es muy grande.
Allí la sorprende el párroco, un joven que se excusa por el desorden en el que está todo, la
ama de llaves ha muerto. La invita a aguardiente de fresas. En medio del sopor del licor, la
conduce a un cuarto para enseñare la mermelada de fresas y la deja a solas. Allí escucha voces
infantiles, que la transportan a su infancia, cuando era Anairda en vez de Adriana. Escucha a
sus compañeras de colegio. Parece que la encierran en la casa del párroco. Adriana no sabe
cómo consiguió escapar de allí. Despierta en un hospital psiquiátrico. La habían encontrado de
madrugada, en un camino. Llaman a sus hermanos, a los que cuentan que es alcohólica. Les
dice que no volverá a beber. Cuando llega a su casa, el editor había dejado un mensaje en el
contestador por su desinterés y la ausencia de noticias. Se dirige al obispado para comprobar
que Brumal no pertenece a ninguna diócesis y que no hay constancia de ningún párroco.
Decide emborracharse para intentar llegar al subconsicente y liberar así sus más íntimas
preocupaciones. Pasan días, y malvive en un piso descuidado y lleno de platos apestosos y sin
fregar. Es el día del viaje. Empieza a culpar a su madre de sus traumas, y conversa con un
retrato de su madre. Está loca. Cuando viene el editor no encuentra a nadie, Adriana ha dejado
de existir para convertirse en Anairda, que regresa a Brumal.

La noche de Jezabel
La protagonista y narradora es una mujer. Empieza con una narración de Arganza, un amigo
suyo médico. Cuenta que una vez, años atrás, estando en un pueblo ejerciendo la medicina, le
llamaron por la noche. Eran dos policías que querían que les acompañara para testificar una
muerte. Encuentran el cadáver con una nota que pide que no culpen a nadie, y un puñal en la
mano. Se ausentan un momento y al volver ven que no está el cadáver. Lo buscan y lo
encuentran a la entrada de un caserón, vestido de forma diferente a como lo habían
encontrado antes, con una americana y olor a perfume. Al suicida se le enterró fuera del
camposanto, y con el tiempo, empiezan a correr rumores sobre el muerto y la mujer del
alcalde que aseguraban que había habido algo entre ellos. La mujer acaba abandonando el
pueblo, y Arganza se encuentra con ella en el tren, pero ella se muestra dolida y ofendida. Éste
es el relato. Sigue diciendo que deciden reunirse en casa de la narradora, junto con Jezabel,
una vieja compañera de colegio de la protagonista. Le presenta a Arganza y reacciona como si
se hubieran conocido de toda la vida. Quedan en ir a casa de la protagonista, una casa de
alquiler. Jezabel dice que quizá tiene que cargar con su prima. Por su parte, Arganza dice que
invitará a un joven inglés que vagabundea por la playa. Se llama Mortimer.

Los invitados acuden. Hace frío. La protagonista deja una capa-manta a Mortimer. Cuando
sube a buscar más jerséis, se encuentra con una mujer que se pone un kimono suyo. Es Laura.
Bajan a cenar. Arganza empieza a contar el relato anterior. Cuando acaba, es Mortimer quien
empieza un relato. Y luego es Jezabel la que empieza un relato. Su bisabuelo pinta a su
bisabuela y cuando acaba el retrato ella está muerta. Es una historia de Edgar Allan Poe.
Arganza está ensimismado con Jezabel. La narradora le guarda recelo. La úñtima vez que la vio
en un supermercado, ella le contó por extenso su vida, y al irse le llevó la compra de la
protagonista, dejándole la suya a ella. La protagonista duda de si fue queriendo. El relato que
acababa de explicar estaba en un libro que le regaló la propia protagonista… Laura ríe, y
participa en la conversación. Mortimer vuelve a explicar un relato. Explica que una vez vio a
una persona muy blanca que merodeaba por la casa. Se lo dijo a su madre y esta le avisó de
que era una especie de espíritu, que visten de blanco o de negro. Laura sigue riendo, y
Mortimer se molesta. La tormenta arrecia. Un invitado más (¿quién coño es?) le critica el
relato a Mortimer. La protagonista empieza a estar a disgusto. Se va la luz y también el
teléfono. Arganza dice que está de guardia y que se tiene que ir. Laura se anticipa y decide
marcharse. Cuando se va, Jezabel le pregunta si hace tiempo que la conoce. Pero ella pensaba
que era su prima… ¿Entonces, quién es? En el porche, encuentran el kimono que le habían
prestado a Laura junto con una nota que dice “Gracias por tan magnífica noche, nunca la
olvidaré”. El teléfono suena. Es para Arganza, se tiene que ir. Al cabo de unos días, se
encuentra con Mortimer. La protagonista regresa a Barcelona. Se encuentra con el joven
demacrado (al que no hace referencia de dónde sale…). Se llama Óscar Pérez. También se
encuentra con Jezabel. Acaba diciendo que Nunca alquiló una casa junto al mar, ni que nunca
recibió invitados…

Mi hermana Elba y los altillos de Brumal, Cristina Fernández


Cubas

He hecho una recopilación de búsquedas por internet y he encontrado estos resúmenes. Los cuelgo juntos porque en ninguna web están, y sé que a más de
uno le servirán para estudiar. El mérito no es completamente mío, pues he escrito tal vez un cuarenta por ciento de lo que contiene este post.

La idea central que tienen en común los cuentos de esta recopilación de relatos son las enfermedades mentalesque sufren todos los personajes en algún momento u otro, nos
enseña lo frágil que es la mente del ser humano que al ver una cosa un poco fuera de lugar puede cambiar por completo, son personas con problemas al interpretar la realidad, y
sufren trastornos como la dobles personalidad, las depresiones o las paranoias.

Uno de los rasgos originales y curiosos de los cuentos de esta autora se basa en tratar de indagar en los trastornos psíquicos de sus personajes siguiendo parcialmente las ideas
psiquiatras como Sigmund Freud. Busca información sobre esta persona y sintetiza en cada cuento cuál es el trastorno que posee el personaje (desdoblamiento de personalidad,
autismo, esquizofrenia, recreación de la infancia, miedo ante la llegada de la adolescencia...)

Lúnula y violeta: El trastorno de este cuento es la doble personalidad generada por el sentimiento de soledad que siente Victoria Luz.

La ventana del jardín: Aquí parece ser que nos quiere decir que el pequeño Tomás es autista.

Mi hermana Elba: aquí se puede ver más de un trastorno, empezando porque Elba debe tener alguna especie de desorden y al final la protagonista acaba adaptando una actitud
esquizofrénica.

El provocador de imágenes: Este relato trata de una persona narcisista y con complejo de sodomizador.

El reloj de Bagdad: Trata de las alucinaciones que tiene la protagonista con las animas así que debe ser una clase de esquizofrenia debida a la perdida de Olvido y de la casa a la
vez, en un periodo de tiempo tan corto.

En el hemisferio sur: su trastorno es una doble personalidad que debe de venir de no saber cómo llevar su fama.

Los altillos de Brumal: El trastorno que sufre Adriana es la recreación de la infancia al buscarse a sí misma.

La noche de Jezabel: En cuanto a Laura, todos la ven, así que, en principio, no debería haber ningún trastorno en cuanto a eso. Lo que sí cabe destacar es la inferioridad que
siente la narradora dentro de cualquier situación, y los complejos que tiene. Piensa que Jezabel es todo lo que a ella le gustaría ser y se siente atacada por ella.

Para ver los resúmenes de cada cuento, click en más información

Lúnula y Violeta:

Violeta es una mujer solitaria, desesperada, con una vida rutinaria que se encuentra en un bar de una ciudad que no es de su agrado, donde conoce a Lúnula, que la invita a pasar
un tiempo en una casa ubicada en el campo. Entusiasmada por haber encontrado a alguien con quien hablar, acepta inmediatamente. Violenta cuenta que Lúnula era una
excelente narradora de historias, cosa que admiraba mucho. A partir de ese momento, su amistad iba aumentando por momentos, lo que las unía era la soledad que las dos
tenían.
Mientras estaban en la casa del campo de Lúnula, Violeta le contó que aceptó su invitación porque no le gustaba la casa en la que estaba antes, ya que en ella no podía
concentrarse para escribir y, además, quería que ella leyera sus escritos. Lúnula aceptó leer su manuscrito, pero no solo lo leyó, sino que, sin permiso, editó los textos tachando y
añadiendo partes con bolígrafo, cosa que a Violeta le disgustó. Más tarde, Lúnula enferma y Violeta tiene que tomar las riendas de la casa: hace la comida, limpia, recoge agua
del pozo, etc. Pero cuando Lúnula mejora, es Violeta la que cae enferma y es en ese momento en el que los papeles se intercambian. Lúnula le informa de que tiene que ir a la
ciudad a solucionar unos asuntos al ver que ya se encuentra mejor. Cuando se va, Violeta vuelve a encargarse de la casa, dejándolo todo preparado para que, al volver, Lúnula lo
encuentre todo perfecto. En un momento, nos confesa que incluso dormirá en la puerta como un perro guardián esperando su regresa, vigilando que los zorros no se coman las
gallinas.
Finalmente, en el capítulo llamado “Notas del editor”, se escribe el hallazgo de un cadáver en un grado de descomposición avanzado que está tirado al lado de la puerta, a su
lado hay hojas que contienen el manuscrito que Violeta había escrito y, gracias a los vecinos y a otras personas como el carnicero que hacía domicilios a la casa y a un cartero,
se sabe que ahí no vivía nadie más que una persona que se llamaba Victoria Luz.
Cristina Fernández ha querido transmitirnos cómo la soledad puede perjudicar a las personas. El hecho de que Violeta tenga una vida solitaria y, en medio de su desespero,
encuentre a Lúnula en su imaginación, una amiga que se convierte en su única compañía, su confidente y hasta su razón para vivir, la hace sentir llena, pero cuando esta se
marcha, Violeta se pone a la altura de una mascota que espera el regreso de su amo, podríamos decir que muere en un mundo al que no pertenece, un mundo imaginario causado
por su soledad.
Que el título sea “Lúnula y Violeta” nos muestra que la autora trata a Lúnula como a un personaje real, queriéndonos mostrar que las dos protagonistas están unidas por lo
mismo: la soledad.

El jardín de la ventana:

Este cuento, narrado en primera persona por un protagonista de nombre desconocido para los lectores, cuenta la historia de una familia progenitora de un niño algo especial.
El protagonista, amigo de la familia, un buen día decide presentarse en la casa sin previo aviso.
De primeras, todo transcurre con la normalidad habitual, hasta que se anima a preguntar por el hijo que el matrimonio tiene en común. Los dos, rápidamente, se apresuran a
excusar a su hijo quién, al estar muy enfermo, no podrá acompañarlos para comer.
A partir de aquí el protagonisma idea en su cabeza disparatadas paranoias acerca de la realidad de los hechos que envuelven al niño de la familia, y él mismo decide que quiere
llegar al fondo del asunto y descubrir la verdad.
Con la excusa de que no puede volver debido al transporte, decide quedarse a cenar, y también a dormir. Pero el niño sigue sin dar señales de vida alguna.
Cuando el protagonista empieza a temerse lo peor, los padres acceden a llevarlo a la habitación del enfermo.
Pero el protagonista no tiene suficiente y espera a que todos duerman para visitar al niño por la ventana del jardín, y hablar a solas con él.
Gran sorpresa se lleva al darse cuenta de que éste ha sido educado con un lenguaje equivocado: hace llamar a su padre es escoba, su madre, cuchara, y él, olla.
El matrimonio amigo no sólo ha estado privando a su hijo del exterior durante todos los años de su existencia, sino que también le ha inculcado un idioma falso, con el que le
imposibilita comunicarse con las otras personas.
El protagonista decide tomar cartas en el asunto y huir con el niño a la mañana siguiente, tras la aceptación de éste.
Sin embargo, a la mañana siguiente, el niño Tomás, que la noche anterior se le había antojado sano y completamente normal, se presentaba taciturno y perdido. Finalmente cayó
de bruces al suelo. El protagonista finalmente, decide huir ante tal situación creada por él mismo.

Mi hermana Elba:

Por problemas entre el matrimonio, los padres de nuestra protagonista deciden mandarla a un internado junto a su hermana Elba que parece sufrir algún tipo de deficiencia
mental. Allí conoce a Fátima, una chica mayor que ha repetido bastantes veces y que consigue ser siempre el centro de atención gracias a su actitud pasiva. Una noche la
protagonista sale de su cuarto y se encuentro de lleno con Fátima y ella le explica que solo es una de sus incursiones habituales por el internado y le enseña sitios maravillosos
en los que están a salvo y no hay nadie que les vea. La protagonista, la pequeña Elba y Fátima pasaron la mayoría del curso jugando en sus nuevos escondites secretos que
estaban en algún punto de una habitación pero nadie parecía verlas. Cuando acabó el curso y llego el verano, la protagonista y Fátima se comunicaban por cartas pero la
comunicación fue disminuyendo paulatinamente. Los padres de las protagonista le dijeron que Elba iría a una escuela especial, para alumnos de su condición y a su hermana no
le gusto nada esa decisión sin consultarla con nadie. Cuando empezó el nuevo curso y Fátima llego de sus vacaciones ya no era ella, ya no era la niña desaliñada y rebelde que
conoció, ahora vestía como las demás niñas y parecía con intenciones de estudiar y sacarse el nuevo curso. Gracias a eso, nuestra protagonista se sintió más sola que nunca y le
parecía oír la voz de Elba a todas horas. Eso hizo que la terminara aborreciendo y en las siguientes vacaciones que hubo, cuando por fin podían estar juntas de nuevo, las dos
notaron esa falta de comunicación y aunque a veces la pequeña Elba buscaba a su hermana, esta le tenía una especie de sentimiento de rabia por haberla molestado tanto tiempo
dentro de su cabeza. Un espantoso día, Elba murió cayendo de la terraza y el día de su entierro un joven llamado Damián ( por el que la protagonista sentía un cariño especial) le
besó en la mejilla y, pese a la muerte de su hermana,, ese fue el día mas feliz de su vida.

El provocador de imágenes:

En el siguiente relato, el personaje principal es un tal H.J.K y su compañero José Eduardo, al cual conoce en la Facultad. José Eduardo era un tipo extraño y con un cierto
complejo narcisista que le hacía creerse superior a los demás y toda la gente que le rodeaba, incluso su compañero, eran sus conejos de indias. Este sujeto que se sentía dueño y
señor de todo y todos por ser más inteligente un día conoce a Ulla, la mujer que acabara siendo su pareja. Pero lo que ignora José Eduardo es que Ulla es alguien exactamente de
su misma calaña y así el cazador es cazado; José Eduardo descubre una libreta donde Ulla parece controlar y anotar cada movimiento como su propia cobaya. H.J.K. y José
Eduardo tienen una ardua pelea donde el segundo es echado del local y el protagonista entiende el motivo por el cual su amigo repentinamente se volvió alcohólico. Pasado un
tiempo a H.J.K. no se le ocurrió otra cosa que presentarse frente a Ulla y contarle que a José Eduardo le iba todo muy bien y que estaba muy orgullo de su nuevo trabajo de
catador de cervezas. Ulla parecía destilar rabia por cada poro de su piel y se marcho. Al final acabas descubriendo que José Eduardo, en realidad, sigue destrozado rondando
bares pero por un momento H.J.K. consigue hacer que te creas su propia mentira.

El reloj de Bagdad:

Nuestra protagonista esta vez vive con su familia y dos niñeras felizmente hasta que el padre de la familia adquirió un extraño objeto. Un reloj fabricado en Bagdad, el reloj más
maravilloso que habían visto nunca que tenia hasta un pequeño cielo con sus respectivas estrellas. Todos parecían realmente encantados con el reloj menos Matilde y Olvido, las
niñeras. Las situaciones cuando se encontraban con ellas eran cada vez más tensas y Olvido apenas hablaba, solo miraba el reloj a veces esperando que no estuviera allí. Un día
mientras Matilde limpiaba el reloj se desmayo y para Olvido fue la confirmación de su pesadilla. Los padres de la protagonista se fueron de viaje y les dejaron un tiempo a cargo
de las niñeras y todo el mundo en la casa parecía compartir la misma angustia, el mismo miedo. Al regreso de los padres Matilde desapareció de casa un día alegando en una
carta que su hermana la necesitaba. La protagonista y sus hermanos se fueron unos días a una casa de sus familiares y cuando se despidieron de Olvido parecía una mujer
demacrada y desconocida y unas de sus últimas palabras hacia nuestra protagonista fueron que se guardara y que se protegiera y que no se descuidara nunca. Siete días después,
al retornar a casa, Olvido ya no estaba allí. Pero este no iba a ser el único disgusto, desde ese día parecía que todo iba de mal en peor, al no tener la ayuda de Olvido en la casa la
familia parecía estar desorientada y perdida y muchas veces sufrían descuidos, pero una de las noches un pequeño descuido hizo arder toda la casa y cuando algunos de los
objetos y la familia fueron rescatados un extraño ruido inquieto a la chica. Era la melodía del reloj.
Después de ese infortunio el padre de familia intento retornar el reloj al anticuario del cual lo había cogido pero este afirmaba que jamás había poseído dicho reloj, que carecía
de gusto y que era algo espantoso y le aconsejo que lo vendiera o que lo tirara lo antes posible. El cabeza de familia hizo caso omiso al anticuario pero al final el reloj ardió en
una hoguera y fue entonces cuando la protagonista vio, al fin, al ánima de Olvido.

El hemisferio sur:

En el despacho de nuestro nuevo protagonista aparece Clara, su amiga que está muy preocupada porque tiene una voz en la cabeza que no para de dictar ideas y le obliga a
escribirlas. Al principio, el hombre se queda entre la estupefacción y la incredulidad pero al ver la constante preocupación de su amiga le hizo, sin quererlo, preocuparse en
exceso. La chica continúo relatando y dijo que lo que más le había asustado fue encontrarse en una librería las mismas cosas que ella había vivido, que ella había escrito, en un
libro llamado HUMO DENSO bajo el nombre de Sonia Kraskowa. Después de esto Clara le explica a nuestro protagonista que el hemisferio sur del agua va en los desagües en
dirección inversa, así que ella haría como el agua y quizá lo que necesitaba era un viaje para aclararse. Esa noche Clara encontró un ejemplar de HUMO DENSO que ella jamás
había comprado así que pensó que se lo había puesto alguien para mostrar que lo que ella escribía ya lo había escrito alguien antes y que lo suyo solo eran burdas imitaciones así
que esa noche ella se quedo a dormir a un hotel. Al día siguiente de contarle esto a su amigo por teléfono quedaron en un bonito restaurante en el que le confesó que era la única
persona que tenia al lado realmente y que no le gustaría que le fallara jamás. La acompaño al hotel y le paso una carpeta. Una carpeta que hablaba de Sonia Kraskowa. Esa
noche, Clara estuvo llamando al protagonista hasta altas horas de la madrugada pero el necesitaba tiempo para sí mismo así que no le cogió el teléfono y se marcho unos días a
“su hemisferio sur” que es casa de su tía Alicia. Al regresar del fin de semana, el protagonista recibe la noticia de la muerte de Clara, es ahí cuando el lector conoce al fin el
autentico nombre de Clara; Clara Sonia Galván Kraskowa y de las múltiples personalidades que desarrollo súbitamente. Al protagonista le otorgan la tarea de hacer la
contraportada del último libro de Clara Sonia y cuando lo ojea se encuentra con la sorpresa de que ella tenia escrito algo que parecía una especie de predicción del futuro, de ella
hablándole a el de la voz que no callaba y de la reacción de él ante ese extraño suceso que ella le relataba pero acaba suponiendo ser solo un sueño del que despierta ya cansada
de escribir la vida, ahora quería que la vida le diera algún motivo que la contradijera o confirmara sus sueños. Primero le dedico el libro a su mejor amigo (el protagonista) y por
último se disculpo con el porqué en una concurso de cuentos ella amaño las votaciones. El se dio cuenta que lo único que había hecho era formar parte de un juego espantoso y
decidió volver a “su hemisferio sur”.

Los altillos de Brumal:

En el siguiente cuento nuestra protagonista llamada Adriana llega a clases después de sufrir una enfermedad que la postro en la cama durante un largo tiempo y le dejo un
cuerpo largo y delgado. Las burlas de sus compañeras y algún que otro percance con alguna maestra hacia que la estancia en la escuela fuera detestable pero ella no pensaba en
eso porque su madre le solía decir “Huimos de la miseria pero recordarla es sumergirse en ella”. Su madre era una persona sumamente reservada que amaba de una forma
extraña y especial a su hija, ya que a diferencia de sus hermanos, qua cuando enfermaban la madre llamaba al médico, cuando la pequeña protagonista enfermaba la madre se
quedaba la noche en vela orándole y espantando los males. El carácter de su madre viene a raíz de la muerte de su esposo, el padre de la protagonista. La madre decidió
consiguió vender todas las propiedades del su familia difunta y guardo el dinero con un objetivo: que la pequeña fuese a la Universidad. A la pequeña protagonista le iba muy
bien los estudios y su madre estaba por fin, curada ya de los viejos fantasmas que parecía poseerla a veces. La madre murió el día de su graduación, como quien termina una
misión y se va porque ya no tienen nada más que hacer. Después de su muerte, ella no quiso enviar ninguna solicitud para ejercer de profesora ni nada parecido, prefirió
inclinarse en eso que siempre la había apasionado pero nunca pudo hacer porque su madre no creyó que fuera lo correcto. Eso era la cocina. Como por fin era libre se dedico
plenamente a ello y pronto sus recetas se hicieron famosas. Su editor pronto sintió interés por ella y le pidió que hicieran un viaje al Bajo Rhin donde se excusaba diciendo que
podrían hallar nuevas recetas. Antes de irse y a toda prisa estuvo mirando platos y comidas exóticas de algunos oyentes hasta que en una caja de cartón encontró una extraña
mermelada de fresa que parecía que no llevaba ni fresa ni azúcar. Cuando consiguió descifrar lo que ponía en el cartón se asombro y le embargo una sensación realmente
extraña, de volver al pasado ya que el nombre de la mermelada es mermelada de Brumal, la aldea de la cual es originaria y paso los peores años de su infancia. Por un repentino
impulso Adriana decide hacer una visita a Brumal y cuando llego conoció un párroco que la llevo a un altillo donde le dio un mantel y utensilios de cocina después de haberle
dado unas cuantas copas de aguardiente. Comenzó a darse cuenta de que cuanto más oscurecía más gente se congregaba en la Plaza y que el párroco era algo extraño así que se
sumió en el miedo. Adriana, completamente ebria consiguió escapar de Brumal, pero al escapar se había llevado algo mas especial de ese pueblo que cualquier aguardiente o
cualquier mermelada, se había llevado a Anairda su antigua yo censurada entonces por su madre. Anairda se recupero en un hospital favorablemente y emprendió rumbo al Bajo
Rihn.

La noche de Jezabel:

En este relato un grupo de seis personas se reúnen; la narradora, Mortimer, Laura, Jezabel, Arganza y Óscar. La narradora y Arganza son dos amigos que se encuentran con
Jezabel, una amiga de la infancia de la narradora, y esta les dice que va a hacer una fiesta así que Arganza se trae a Mortimer y Jezabel dijo que traería a Óscar y a su prima.
Después de contar algunas historias de terror (y entre ellas una de Edgar Allan Poe). Laura dice que se va y cuando por fin se marcha Jezabel pregunta a nuestra narradora si
conocía a Laura desde hacía mucho, porque tenía una actitud un tanto extraña. La narradora contesto que como la iba a conocer si era su prima a lo que Jezabel contesto que esa
no era su prima, que su prima al final se quedo en casa. Se pusieron a buscar a Laura por toda la casa y lo que encontraron fue un mensaje en el suelo que decía que nunca
olvidaría esa noche y gracias por todo. Después de tan extraño suceso todos quedaron petrificados por el miedo pero después de eso cada uno continuo su vida normalmente y
jamás mencionaron nada respecto al tema.

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