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TIPOS DE LECTURA.
A lo largo de nuestra vida universitaria, nos serviremos de una LECTURA
INFORMATIVA para abordar temas propios de nuestra carrera; sin embargo,
para acceder a este tipo de lectura, debemos comenzar por dominar de alguna
manera la LECTURA RECREATIVA y así poder ejercitarnos en el manejo de las
lecturas.
LECTURA RECREATIVA.
Este tipo de lectura actuará como un acicate o
motivación que nos permita encontrar y degustar
el “placer de leer”.
Leer con deleite un conjunto de cuentos,
poemas o novelas marcará sin duda la
diferencia con aquellos que gozan con un vulgar
programa de televisión. Nos permite saltar cualitativamente, formarnos de otra
manera, ser distintos.
La lectura placentera recrea el espíritu. Gracias a él podemos explorar
mundos de fantasía o sensibilizarnos. La televisión nos ofrece una secuela de
imágenes que se estructuran con patrones totalmente predecibles: crímenes que
son resueltos, sexo, droga, violencia. Esto a la larga inhibe nuestra capacidad
imaginativa, nos traslada a un mundo artificial donde todo está pensado y hecho.
Una telenovela que maneja personajes forzados, situaciones irreales,
personajes que hacen del azar una filosofía (la doméstica que se casa con el
rico, galanes que se vuelven ricos de la noche a la mañana) donde campea el
chisme y el pleito, y que también manejan un final predecible; nos deja tan
ignorantes en cuanto a manejo de valores, a grandeza de ideales, metas de
compromiso. La telenovela no recrea, distrae; nos aísla del mundo.
En cambio, la literatura hace que conozcamos el mundo tal como es, nos
acerca a sociedades complejas, nos presenta diversos perfiles sicológicos con
grandes posibilidades de identificarnos con ellos, nos transporta a otras
dimensiones, nos hace soñar en la acepción más noble del término, permite que
conozcamos nuestra realidad. Y todo esto nos ayuda a juzgarnos mejor o peor,
redimensiona nuestra personalidad, nos renueva.
LECTURA INFORMATIVA.
Esta lectura nos proporciona información de carácter científico o
técnico, y la necesitamos para ahondar aspectos de tal o cual
ciencia. Por lo tanto, ya no se trata un texto literario, sino un texto
expositivo.
Una lectura informativa nos proporciona datos. Debemos precisar
que en este tipo de textos no basta tener la predisposición, ni la
espiritualización que da la sensibilidad; es necesario dominar
técnicas que nos permitan entender la esencia del texto. Saber la
información científica de estos textos comporta dominar el tema, y sobre todo
entender y comprender el contenido.
NIVELES DE LA LECTURA.
La lectura informativa o expositiva
comprende tres niveles de concreción: el nivel
inicial o de lectura literal, el nivel intermedio o de
entendimiento y el último nivel o de
conclusión.
Cuando leemos un texto
superficialmente o sólo decodificamos su
estructura, entonces estamos abarcando el nivel
inicial o de lectura literal. Aquí leemos lo que el texto dice y nada más. Es
importante identificar este momento, puesto que la mayoría de lectores de este
tipo de textos sólo llegan hasta este nivel.
El segundo nivel o de comprensión es aquel donde el lector capta la idea o
esencia del texto. En este nivel, es donde interactúan con mayor dinamismo el
sujeto y el texto.
El siguiente nivel es cuando se pone de manifiesto la habilidad del lector para
trascender más allá de lo textual. El sujeto debe aplicar procesos de
razonamientos e inferencias para destacar aquello que en el texto no figura, pero
que por su naturaleza está inmerso y sobreentendido.
PRÁCTICA DE COMPETENCIA LINGÜÍSTICA
(Precisión léxica)
10.Sustituya la (s) palabra (s) resaltada (s) en los siguientes enunciados por
una que representa el significado de aquella.
a) No sacó cara por ella en ese problema.
b) No se pica si lo insultan.
c) Trabaja duro en su casa.
d) Es puntilloso en la escritura.