como un ave, que borracha de cielo, parece que no vuela a ninguna parte,
que es mucha la rosa de los viento
y así nubes que mi corazón descarte no hay en las alturas ni en los valles, pero es tan cierto y escaso el tiempo
que mi suerte o castigo es bilocarme,
¿mi secreto?, te lo diré, acerca el oído, quizás me sobra a raudales el cariño pero en ocasiones me pierdo en Marte.
Por eso quiero explicarte que si te miro,
caiga en tus dos ojos o el día abrasador o la noche sin rostro, me late el corazón así como si nunca me hubiera latido.
Sabes, mis manos que enredan amor
si en tu torso hacen fresca guirnalda que si el fulgor me nace por el alma también la mirada alumbra la pasión. Así te confieso yo mirándote a la cara con mis ojos tan abierto como un "adiós" le abre, frente al largo tren en "La Estación De Las Despedidas", a una novia su alma,
que si al buscarme tu no me encuentras
y te preguntas ¿me ama o no me ama?, una respuesta me hallarás en la mirada que esta ni sabe ni entiende de tretas.