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HISTORIOGRAFIA
PALABRAS CLAVE
Historia intelectual; Revoluciones de independencia;
América Latina. KEYWORDS
Intellectual history; Independence revolutions; Latin
America.
debe ser adquirido. Dada la naturaleza convencional de esa 1 - Uno de los líde-
res del partido libe-
normatividad positiva, ella escaparía del plano doxológico; su
ral, Agustín Argüelles,
acceso se volvería algo privativo de aquellos que se encontraban señalaría esto duran-
te las sesiones en las
en posesión de un cierto saber específico.
Cortes de Cádiz: “No
era posible adoptar
Sin embargo, por otro lado, en la península hispana, tal ninguna regla en este
punto sin promover
fenómeno se conjugará con una creciente conciencia respecto un cisma entre las ca-
de la decadencia del sistema imperial, lo que llevará, a su tegorías nobiliarias de
León y Castilla. Unas
vez, a redescubrir las antiguas libertades. La declinación del presumían tener pre-
orden monárquico se atribuirá, entonces, al apartamiento ferencia sobre las que
sólo eran conocidas
de la “constitución tradicional” española, lo que dará lugar, por privanza y favor,
a su vez, al surgimiento de la corriente constitucionalista mientras ellas alega-
ban siglos de distinci-
histórica, cuyo principal representante fue Melchor Gaspar de ón y renombre, recla-
Jovellanos. Tal corriente se dedicará a hurgar en el pasado mando otras contra
las que fundasen su
en busca de esa supuesta constitución tradicional hispana de derecho gracias a
la que el despotismo se habría apartado. Y ello marca, ahora mercedes concedidas
por asientos y empre-
sí, un quiebre fundamental respecto del pensamiento político sas de ganancia y lu-
absolutista. Encontramos aquí la segunda torsión producida en cro en épocas de apu-
ro del erario. Si antes
los marcos del pensamiento absolutista. de la insurrección ha-
bían dormido sus de-
seos y sus pretensio-
nes, a la par con los
La segunda torsión: la distinción de la nación del del resto de la nación,
no se podía prever,
cuerpo del monarca después de conmo-
vidos los ánimos, a
La definición de cuál era esa supuesta constitución dónde llegarían sus
rivalidades, sus que-
tradicional española resultará siempre problemática, puesto
jas y sus resentimien-
que dará lugar a controversias entre las distintas regiones tos, ofendidas con
clasificaciones aristo-
(cada una creerá encontrarla en el momento en que su región
cráticas, hechas ar-
particular adquiere mayor preeminencia).1 De todos modos, bitrariamente ahora,
no para arreglar el
y más allá de las disputas que generó, el surgimiento de la
ceremonial y etiqueta
corriente constitucionalista histórica señalaría la emergencia de de palacio, sino con el
fin de negar o conce-
un nuevo sujeto. La tratadística política se apartará entonces
der derechos políticos
del género tradicional de los espejos del príncipe para orientar exclusivos, de resta-
blecer una institución
su mirada hacia un nuevo objeto: la nación y su pasado,
extinguida de tres si-
desprendiéndose finalmente del cuerpo del monarca. Como glos [las Cortes], que
si había de resucitar
señala, nuevamente, Halperin Donghi (2010, p. 97), “la figura
era preciso que rena-
del Rey no se identifica ya para él con la nación toda: ésta se ciese bajo otra forma
y con diversos atribu-
sitúa en una esfera más alta y abarcadora”. Y ello quiebra, de
tos de los que tenía al
hecho, la lógica de la política del Antiguo Régimen, visto que expirar en el siglo XVI
REFERENCÍAS BIBLIOGRÁFICAS
AGRADECIMENTOS E INFORMAÇÕES
Elías J. Palti
eliaspalti@gmail.com.
Phd. in History.
UBA / UNQ / CONICET.
Santos Dumont 2355 1 A, (1426) CABA,
Argentina