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TEORIA DE LAS EXPECTATIVAS

Pigmalión en la gerencia

Junio 2018
Un mito griego nos cuenta que Pigmalión era un rey que al no encontrar a la
mujer perfecta, decidió que no estaría con ninguna, y para llenar ese vacío,
comenzó a esculpir, hasta que hizo una estatua tan bella que se enamoró de ella,
su nombre era Galatea, cuando la diosa afrodita noto el amor que Pigmalión le tenía
a la escultura, esta le dio vida. Superando las expectativas del monarca.

Hoy en día este mito ha sido inspiración para novelas, obras de teatro,
películas, canciones y hasta teorías gerenciales, psicológicas y educativas, como
las que vamos a tratar en este análisis.

Básicamente se trata de la influencia que un sujeto pueda tener en el


desempeño de otro, mediante la expectativa que este se haya hecho; tanto
negativas como positivas. En estudios realizados se han dado cuenta que lo que el
gerente espera de sus subalternos, marcara no solo el potencial que este sujeto
alcance sino además el futuro de su carrera.

Lo más curioso del fenómeno, es que los empleados siempre darán lo que
se espera de ellos, por eso los gerentes sobresalientes, saben transmitir a las
personas bajo su cargo sus grandes expectativas, convirtiéndolos en equipos con
alta productividad.

Aunque hay excepciones a la regla, personas que hacen caso omiso a las
expectativas de otros y creen en ellos mismos, sacando a sus equipos o circulo de
influencia más allá de lo esperado.

Sin embargo, esto no es una novedad, hace más de medio siglo, el psiquiatra
Albert Moll, ya hablaba de las profecías auto cumplidas, los sujetos se comportan
de acuerdo con lo que se espera de ellos.

Hoy en día hay un interés de comprobar científicamente esta hipótesis, por


esta razón se han hecho diversidad de experimentos, por ejemplo: Robert Rosenthal
de la Universidad de Harvard, ha demostrado que la expectativa de un maestro
influencia la capacidad intelectual de sus alumnos, solamente informándole al
docente que expectativas debían tener de acuerdo a su grupo, como resultado el
grupo con expectativas altas aprendió mas rápido.
Tratar a los alumnos, los empleados o a las personas que estén bajo tu cargo
con tus expectativas es un arma de doble filo, ya que las personas sobresalientes
van a tener un alto rendimiento, pero las personas con rendimientos promedios se
verán afectados negativamente teniendo rendimientos bajos y una efectividad
deficiente. La comprensión de que las expectativas influyen positiva o
negativamente en tu entorno es una herramienta que debe ser manejada con
cautela.

Igualmente hay una inteligencia colectiva o sentido común que evita que se
trabaje en pro de las expectativas que estén fuera de la realidad, el equipo puede
intentar cumplirlas, pero cuando se da cuenta que es imposible su realización se
dedican a tratar de cumplir tareas más realistas.

La base para que los grupos acepten las expectativas de sus gerentes es la
propia habilidad del gerente para creer en si mismo, en su capacidad de enseñar,
de liderar o de descubrir los talentos de sus empleados, La convicción de una
persona en sus propias aptitudes y actitudes, determinan si su equipo de trabajo va
a confiar en ellos o no, es decir, las personas van a confiar mas en lo que dice
alguien externo, que en lo que pueden pensar internamente, sea positivo o negativo
sobre ellos mismos.

Y en este sentido, las creencias, el autoestima y la autopercepción puede ir


con los años reforzándose en la dirección desde donde haya partido, creando una
suerte de inercia acumulativa, si desde los primeros años te dicen que eres una
persona efectiva, brillante y competente hay más probabilidad que ejerzas tareas
donde destaques esas cualidades, pero por el contrario si lo que has recibido son
reproches o sentimientos de insuficiencia, también es probable que no logres salir
del foso. Ya que, aunque otras personas vean cosas buenas o actitudes positivasE
individuo no lo va a creer, como que si se hubieran cristalizado los autoconceptos.

Por eso los primeros años de una empresa son críticos, para influenciar de
manera positiva en los empleados, determinando así mismo, el rumbo de la
empresa, ya que al tener altas expectativas la calidad del trabajo ira en aumento y
las tareas que puedan cumplir los empleados efectivamente también.
En conclusión, las expectativas tienen un poder inconmensurable, positiva o
negativamente. Debemos tener en cuenta que estudiantes, empleados e inclusive
pacientes pueden verse afectados por lo que se espera de ellos, las personas
pueden ser motivadas a cumplir metas importantes si hay alguien que crea que
serán posibles. Lo que nos hace a todos vulnerables, a estar a merced de las
expectativas de alguien más, tus padres, jefes, alumnos, maestros o cualquier
persona que influencie en nuestras vidas.

Cuando las expectativas son positivas quizás, tengamos un buen desarrollo


humano, pero si es caso contrario, ¿que tanto debemos dejar que nos afecten las
expectativas de otras personas?, si alguien cree que no podemos hacer algo
debemos fortalecer nuestra autoestima y seguir adelante hasta lograr las metas que
nos planteamos.

Igualmente mantener expectativas muy altas, con ritmos de trabajo


extenuantes para llegar a lo que se espera de nosotros, con rendimientos
sobresalientes, no es una manera sana de afrontar los retos, porque el cuerpo, se
va desgastando y en algún momento pasara factura, el stress es uno de los
principales causantes de enfermedades, tanto en estudiantes como en
trabajadores.

Usada conscientemente la teoría de las expectativas es una herramienta


para motivar grupos de personas y convertirlos en equipos de alto rendimiento y
ayudar a desarrollar el potencial de individuos y organizaciones.

Referencia: J. Sterling Livingston, PIGMALION EN LA GERENCIA, Harvard Business School

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