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passagens
janeiro 2011
Memoria, Experiencia
y Narración
apoio Leonor Arfuch
Aloisio Teixeira
reitor da ufrj | presidente
Beatriz Resende
coordenadora
Denilson Lopes
superintendente de difusão cultural
coleção passagens
Heliane Rocha
superintendente administrativa © 2011 do Autor.
Salvo casos previstos em lei, a utilização
Maria do Amparo Miranda Dias desta obra somente se dará mediante
diretora de produção autorização por escrito do Autor.
diagramação
Júlio Ferretti
palácio universitário da praia vermelha
universidade federal do rio de janeiro revisão
Av. Pasteur, 250 − 2º andar Sonja Cavalcanti
cep 22295-900 | Urca | rj
tel (21) 2295-1595
www.forum.ufrj.br
Uma tal passagem é uma cidade,
um mundo em miniatura.
passagens
a registrar e divulgar palestras,
intervenções ou conferências
que aconteceram no Fórum de Ciência
e Cultura da Universidade Federal
do Rio de Janeiro.
Texto elaborado para o lançamento do livro O espaço
biográfico (tradução de Paloma Vidal, EdUERJ, 2010),
realizado no Fórum de Ciência e Cultura da UFRJ em
parceria com a Editora da UERJ em 17 de junho de 2010.
Memoria, Experiencia
y Narración
Leonor Arfuch
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de ese “espacio biográfico”, cuyo contorno, abierto e impreciso, no ha cesado memoria – adquieren particular relevancia en relación con las narrativas del
de expandirse en el marco de la globalización. pasado reciente en la Argentina, cuyo auge está en sintonía con una preocupación
No fue desde los géneros canónicos, que delinearon la sensibilidad del memorial que también existe en otros países de América Latina.
sujeto moderno en Occidente en una larga historicidad, cuyo origen míti- El tema de la memoria, en estrecha relación con la justicia y con la afir-
co remonta al siglo XVIII – biografías, autobiografías, memorias, diarios mación ética de los derechos humanos, estuvo presente desde el inicio de mi
íntimos, correspondencias – sino de la insistente presencia y la inquisidora trayectoria, como inquietud teórica y política. Abordé así distintos temas: la
introspección que propone un género mediático mucho más reciente, la en- construcción mediática del Juicio a las ex juntas militares de la dictadura, que
trevista, cuyo territorio también puede ser acusado de expansión (ARFUCH, tuvo lugar en 1985; el peso de la confesión de represores en la escena pública;
[1995] 2010). No partí entonces de grandes obras, de emblemáticas construc- el impacto semiótico y semántico de las imágenes de los desparecidos; la rela-
ciones de la subjetividad (San Agustín, Rousseau, Goethe), terreno, por otra ción entre arte, memoria y archivo, etc. Actualmente lo que me interesa es el
parte, bastante hollado, sino que volví a ellas, podría decirse, a la invención cruce entre lo biográfico y lo memorial, la manera sutil en que se entraman la
del “yo” como centro referencial del discurso, para analizar lo que leía como experiencia individual y la colectiva en el camino de una memoria histórica.
un síntoma: esa ebullición cultural, mediática y hasta política que caracteriza Como en mi trabajo sobre el espacio biográfico, no quise, al abordar
nuestro presente – en el sentido barthesiano, en que somos quizá contem- las narrativas – el terreno clásico de mi indagación – hacerlo desde la de-
poráneos de un siglo –, que hace de la persona y su peculiar circunstancia, de limitación canónica de los géneros y entonces hablar de un “nuevo” cine
sus emociones y experiencias, de lo que acontece en el devenir de una “vida argentino o una “nueva” literatura, o de la producción artística por un lado
real”, una narrativa privilegiada, en una dispersión que va mucho más allá de y la producción académica por el otro, sino atender a las articulaciones po-
los géneros tradicionales. sibles entre esos diversos registros significantes, a la emergencia sintomáti-
Consecuentemente, ese espacio biográfico así definido, en la multiplicidad ca y periódica de múltiples formas de la memoria, a sus diálogos, hiatos y
de sus formas, géneros, estilos y soportes, que tanto remedan como contrarían confrontaciones, a las tensiones y conflictos que inevitablemente suscitan,
a sus antecesores, en sus ocurrencias mediáticas, académicas, literarias o de en definitiva, a la definición posible de un espacio memorial – o un “estado
las artes visuales, que alteran decisivamente los umbrales entre lo público, lo de memoria”, según la feliz expresión de Tununa Mercado – atravesado pro-
privado y lo íntimo, puede operar conceptualmente, más allá del análisis de fundamente por lo auto/biográfico.
sus géneros, como un horizonte de inteligibilidad para dar cuenta de una ver- Difícil tarea, que hace a una reflexión constantemente desafiada por
dadera reconfiguración de la subjetividad contemporánea. nuevos acontecimientos de toda índole – políticos, jurídicos, teóricos, es-
Si el estudio de la entrevista como género me llevó a esta otra arena, de téticos – y aleja la escritura del libro futuro de su conclusión… que aunque
mayor alcance, que se reveló de interés para distintas áreas y disciplinas – coin- nunca será una, espero que alguna vez pueda ser conclusivo, en el sentido
cidentemente con la propuesta del libro mismo, donde abogo por una “teoría de Bajtín (1982), es decir, llegar a un cierre provisorio que abra el espacio de
sin fronteras” (que algunos llamarán transdisciplina) – fue quizá la cercanía la lectura – y por ende, de la respuesta.
entre auto/biografía y memoria lo que me orientó hacia los temas que estoy Esa voluntad articuladora – que también podría llamarse semiótica
trabajando actualmente, donde estos significantes – biografía, autobiografía, – es ante todo teórica: desde qué lugar pensar la cuestión de la memoria,
Carri, con su polémico film Los Rubios (2002), introducía una variante donde “esa imagen” a partir de la cual poder recordar, debía producir primero aquella
fotografía que le permitiera crear el recuerdo.
la rebeldía no era sólo afectiva sino también formal: el deseo de incomodar,
de molestar las conciencias más que producir catarsis, el rechazo a recorrer
Luego ofrece su “invento” a otros amigos, también hijos de desapareci-
caminos trillados, a tratar de suplir la ausencia – del padre y de la madre en
dos, con una invitación que decía: “Ahora podés tener la foto que siempre
este caso, desaparecidos cuando ella tenía 3 años – con palabras de otros –
quisiste”. Así los hijos, ya casi de la edad que tenían sus padres cuando de-
testimonios, cartas, recuerdos –, la fluctuación entre “poner el cuerpo” y ser
saparecieron o cuando fueron retratados tal vez por última vez, aparecen
representada por una actriz – es decir, el dilema de la primera persona –, la
compartiendo en las imágenes lo que les fue negado en la vida, nuevamen-
certeza desoladora de que no hay ninguna verdad a descubrir sino quizá so-
te, el “podría haber sido”.
lamente la imaginación para suplir los retazos faltantes de la infancia – aquí,
Si la inquietud de la ausencia inspiró asimismo la obra de Gustavo Germa-
el uso de los míticos muñequitos Playmobil, animados, jugando escenas
no, su modalidad expresiva fue radicalmente diferente: mostrar justamente
profundamente conmovedoras. Más tarde, Nicolás Prividera, con M (por
esa ausencia como una anomalía del presente. Para ello volvió a su provincia
Mamá y por Memoria) se planteó una aproximación diferente, inquisitiva,
natal, Entre Ríos, contactó a distintas familias, seleccionó 15 casos, entre ellos
buscando testigos y huellas no sólo familiares sino de hechos, reacciones y
el propio, y confrontó viejas fotografías, en las que algunos de los retratados
complicidades en la desaparición de su madre, una obra en algún sentido
están desaparecidos, con nuevas fotografías que tomó, treinta años después,
(1975) – coloca la experiencia íntima en su dimensión testimonial, distan- conversación – convenientemente editada –, la falta de vacilación, de pausas,
ciándola de la tonalidad afectiva para privilegiar la reflexión teórica y políti- de silencios, de apagamientos de la voz… en definitiva, un decir “todo” que
ca, intrínsecamente ligada. El plano de detalle se torna así casi detectivesco, aparece como síntoma del no-todo, de lo que en verdad no puede decirse. Un
como intensificando el “efecto de real” barthesiano: los tránsitos cotidianos, flujo continuo de palabra que roza el umbral de lo excesivo y nos pone en esa
el reconocimiento del espacio con ojos perpetuamente vendados, lo táctil, lo incómoda situación donde nos sentimos a un tiempo masoquistas y voyeurs.
sonoro, las voces, los objetos, las rutinas, en definitiva, el “sistema periódico”
cia, que requiere de un compromiso corporal. Hay que bajar un nivel de la CALVEIRO, Pilar. Poder y desaparición: los campos de concentración en la Argentina. Buenos
Aires: Colihue, 1998.
gran explanada de entrada, dejarse introducir en un recinto subterráneo cuya
puerta se cierra herméticamente a nuestras espaldas, enfrentarse a la oscuri- HALBWACHS, Maurice. On collective memory. Chicago: The University of Chicago Press, 1992.
dad, luego, en penumbra, a centenares de contornos de rostros sin facciones GREIMAS, Algirdas J. Du Sens II. Paris: Seuil, 1983.
que se dibujan con una tenue luz sobre fondo negro y se reflejan al infinito a PROPP, Vladimir. Morfología del cuento. Madrid: Fundamentos, 1977 [1928].
través de espejos. Al cabo de un rato, súbitamente, esos contornos se iluminan SONTAG, Susan. Ante el dolor de los demás. Buenos Aires: Alfaguara, 2005 [2003].
con una luz intensa por unos segundos causando el impacto de la inmensidad.
2 Las cinco autoras: Munú Actis, Cristina Aldini, Liliana Gardella, Miriam Lewin, Elisa Tokar
(2006).