You are on page 1of 2

HOMILÍA DE MONS.

PEDRO CANDIA POR LA BENDICIÓN DE

LAS OBRAS EN LA CAPILLA SAN LUCAS EN EL INSTITUTO

JUAN PABLO II

17 de diciembre de 2010

Damos gracias a Dios por haber terminado una etapa en la restauración de esta

antigua capilla dedicada a San Lucas en el Instituto Juan Pablo II del Obispado

Castrense.

Viene bien repasar el concepto del Templo como lugar sagrado de la presencia

de Dios entre nosotros, santuario de adoración, estratégico faro de luz y oasis para

nuestras almas.

Desde antiguo el templo es lugar sagrado, diseñado y construido especialmente

para rendir culto a Dios. Es muy importante este concepto de “consagración”.

En los tiempos primitivos de la revelación de Dios a los patriarcas, ellos

levantaban un altar para ofrecer sacrificios. Allí era el templo.

Cuando el pueblo de Israel se organiza bajo el liderazgo de Moisés y peregrina

por el desierto por orden de Dios, se construye el tabernáculo. Se va inculcando en la

conciencia del pueblo que Dios habita en medio del pueblo.

Cuando Israel es ya una nación formalmente instalada en la tierra de Canaán y

con un gobierno establecido, Salomón construye el Templo de Jerusalén. Destruido por

los babilonios, reconstruido después del cautiverio y destruido nuevamente en el año 70

de la era cristiana por los romanos.

Con la encarnación del Verbo, Cristo es el Templo del Dios vivo, donde habita la

plenitud de la divinidad.
También es doctrina de Cristo que nosotros somos templos de Dios, templos del

Espíritu Santo; expresada así por el Apóstol San Pablo: “¿o ignoran que nuestro cuerpo

es templo del E. Santo, el cual está en ustedes?”

Particularmente este templo está en un instituto de formación: el Instituto Juan

Pablo II, de allí la doble importancia que para nosotros tienen las condiciones y la

dignidad de este lugar sagrado, como lugar público de adoración y culto, como cátedra

de la predicación del Evangelio y de enseñanza de la doctrina de la Iglesia y espacio

donde nos reunamos para vivir nuestra fe en la caridad.

Agradecemos a los benefactores.

You might also like