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DERECHO: lecturas selectas
EL DERECHO SE TRANSFORMA
CONSTANTEMENTE... , SIGUE SUS
PASOS, NO ESPERES MÁS...
23 DE SETIEMBRE DE 2017
CUESTIONES PROCESALES
CUESTIONES DE FONDO
BIBLIOGRAFÍA...........................................................................................................16
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pág. 2
Expediente N° : 2017-001-0-2007-JC-CI-2
Cuaderno : Principal
Escrito N° : 01
I. APERSONAMIENTO:
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1. Sobre el proceso constitucional de hábeas data.
1
No [es] acción, sino proceso constitucional, porque la acción es algo abstracto, que sirve para iniciar algo,
pues la acción en sí misma no es nada. En: GARCÍA BELAUNDE, Domingo (1997). Derecho PUCP. N° 51,
Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, p. 51.
2
Ídem. P. 15.
pág. 4
6. Sin embargo, la estructura interna del derecho al acceso de la información
pública configura su contenido y límite. Así el artículo 2 inciso 5 de la Constitución
Política del Perú exceptúa las informaciones que afectan la intimidad personal
y las que expresamente se excluyan por Ley o por razones de seguridad
nacional. Por lo tanto, para determinar el contenido y límite del derecho al
acceso de la información pública se tomará en cuenta la estructura de los
derechos fundamentales.
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11. “De acuerdo con el principio de máxima divulgación, la publicidad en la actuación
de los poderes públicos constituye la regla general; y el secreto, cuando cuente
con cobertura constitucional, la excepción de ahí que las excepciones al derecho
de acceso a la información pública deben ser interpretadas de manera restrictiva
y encontrarse debidamente fundamentadas”4
ANÁLISIS DE FONDO
12. En este punto se analizará, con los hechos y derechos provenientes del caso, el
conflicto que existe entre los derechos fundamentales. En ese sentido partiremos
por establecer los ámbitos protegidos de los derechos fundamentales
confluyentes en el caso.
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a) Derecho a la intimidad
15. En el presente caso, el ámbito de la vida privada que estaría siendo objeto de
violación es la intimidad personal, zona que también merece protección
superlativa a través del tipo penal descrito en el artículo 154° del Código Penal.
En ella, la persona puede realizar los actos que crea convenientes para
dedicarlos al recogimiento, por ser una zona ajena a los demás en que tiene uno
derecho a impedir intrusiones y donde queda vedada toda invasión alteradora
del derecho individual a la reserva, la soledad o el aislamiento, para permitir el
libre ejercicio de la personalidad moral que tiene el hombre al margen y antes de
lo social. Como lo señala este Colegiado en su sentencia del Expediente N.°
1797-2002-HD/TC, es el poder jurídico de rechazar intromisiones ilegítimas en
la vida íntima o familiar de las personas.6
16. Así, sobre la base del right to be alone (derecho a estar en soledad)7, se ha
estimado apropiado afirmar que es el ámbito personal en el cual un ser humano
tiene la capacidad de desarrollar y fomentar libremente su personalidad. Por
ende, se considera que está constituida por los datos, hechos o situaciones
desconocidos para la comunidad que, siendo verídicos, están reservados al
conocimiento del sujeto mismo y de un grupo reducido de personas, y cuya
divulgación o conocimiento por otros trae aparejado algún daño8.
Por lo mismo que afirma que su protección implica “excluir el acceso a terceros
de información relacionada con la vida privada de una persona, lo que incluye
las comunicaciones, documentos o datos de tipo personal. De esta forma, la
intimidad se presenta como una libertad en un sentido negativo, en tanto excluye
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o impide que terceros -entre ellos, claro está, el mismo Estado puedan acceder
a determinados contenidos que la propia persona desea resguardar”10
19. De aquí que la doctrina ha entendido que el derecho bajo análisis comprende la
facultad de toda persona de controlar la divulgación de la información sobre sí
mismo; y por otro lado, el deber de terceros -la comunidad en general así como
el Estado- de respetar la intimidad (Segura 2015: 4).
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electrónicos institucionales, dicha atribución no opera de manera irrestricta, lo
único que sería objeto de dicha atribución tendría que estar relacionado con
aspectos estrictamente profesionales (Segura 2016: 16).
25. Que en el año 1997 la Organización Internacional del Trabajo con su Repertorio
de recomendaciones prácticas sobre la protección de datos personales de
trabajadores provee ciertas pautas para el tratamiento de la intimidad de los
trabajadores sin desconocer la facultad de vigilancia del empleador como sigue:
27. Por otro lado, el empleador en ningún extremo puede revelar aspectos
relacionados a la salud del trabajador, ya que ello acarrea que el trabajador sea
objeto de discriminación o segregación ya sea en el ámbito del desenvolvimiento
de sus funciones o para efectos de permanencia en el puesto ocupado.
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30. De aquí que el Tribunal ha precisado que lo trascendental para considerar cierta
información como pública es la posesión y el uso que le imponen los órganos
públicas en la adopción de decisiones administrativas13.
31. Siguiendo esta línea, la Corte Constitucional Colombiana diferencia cuatro tipos
de información: la pública, la semiprivada, la privada y la reservada. La primera
de ellas, a la que nos referimos en este apartado no tiene reserva alguna
pudiendo ser conocida por cualquier persona, dentro de la cual puede por
ejemplo encontrarse la información relativa a un acto administrativo o a una
sentencia judicial. Por otro lado, la semiprivada es manejada solo por
autoridades competentes, pero podría ser suministrada al público en ciertos
casos; mientras que la privada solo puede ser conocida de manera excepcional
y la reservada solo puede ser de conocimiento de su titular, lo contrario
acarrearía una violación a sus derechos.
32. Nuestra justicia constitucional concuerda con lo anterior, pues si bien es cierto
toda entidad estatal tienen el deber de facilitar el acceso a la información pública
el Tribunal Constitucional peruano ha destacado que “(...) esto no significa que
en nombre del ejercicio de este derecho el Estado tenga el deber de atender
pedidos caprichosos o abusivos, y menos aún aquellos que sean lesivos de otros
derechos o bienes constitucionales”14.
34. Toda persona tiene derecho a que sus comunicaciones y documentos privados
sean adecuadamente protegidos, así como a que las mismas y los instrumentos
que las contienen, no puedan ser abiertas, incautadas, interceptadas o
intervenidas sino mediante mandamiento motivado del juez y con las garantías
previstas en la ley. En buena cuenta, este derecho prohíbe que las
comunicaciones y documentos privados sean incautados, interceptados o
intervenidos, salvo que exista una resolución judicial debidamente motivada que
lo autorice. Asimismo, garantiza que el contenido de las comunicaciones y
documentos no sea difundido o revelado, así como la identidad de los
participantes en el proceso de comunicación. Lo que se prohíbe es toda
injerencia arbitraria o abusiva en la vida privada de las personas,
13 EXP. 02579-2003-HD/TC, FJ 12
14 EXP. N. 0 04865-2013-PHD/TC FJ. 6
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específicamente, en sus comunicaciones, independientemente de su
contenido15.
35. Reseñadas estas posturas, consideramos que tanto el correo electrónico como
el comando programa de mensajería instantánea que proporciona el empleador
a sus trabajadores, son formas de comunicación que, al igual que la
correspondencia, se encuentran protegidas por el derecho al secreto y a la
inviolabilidad de las comunicaciones.
40. A pesar que el Sr. Marqués viene laborando para el Ministerio de Transportes y
Comunicaciones y se podría entender que está obligado o puede ser obligado a
poner a disposición de la institución cierta información en su poder, ello no puede
exceder los límites de lo que estrictamente correspondería a sus funciones,
siendo inviable la injerencia en su intimidad, ya que la misma a pesar de su
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calidad de trabajador se constituye en un derecho laboral inespecífico que limita
los poderes de control de este Ministerio.
41. Habiéndose dado a conocer la calidad de paciente portador de VIH del Sr.
Marqués por la filtración del correo personal de fecha 9 de diciembre de 2016 se
hace aún más urgente proveerle una protección especial, dado que su condición
lo hace vulnerable a diversos escenarios de discriminación.
Como dicta la Ley de contrataciones con el Estado, aprobada por Decreto Legislativo
N° 1017, en su art. 40° literal b, el Ministerio incluyó como cláusula obligatoria en el
contrato que hizo con MGF una en la que indicaba que la solución de controversias
posibles, se daría mediante conciliación o arbitraje. Dado el devenir de los hechos
se atuvo el Ministerio en un proceso arbitral, en el que resolvió con la empresa bajo
el deber de confidencialidad, y del cual hoy la demandante exige conocer “el
expediente y los videos” a lo cual nos negamos, por los siguientes fundamentos,
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el derecho al debido proceso”19. Ello sin perjuicio de que sea cuestionada por
infracción de la tutela procesal efectiva de una de las partes.
45. De esto último, se desprende que al no haber inconformidad de las partes con
respecto a la solución de la controversia, tal proceso estuvo revestido de las
garantías correspondientes, por lo mismo no tendría por qué ser objeto de
cuestionamiento por parte de terceros ajenos a la controversia; pues el virtud del
principio de no intervención desarrollado por nuestro Tribunal Constitucional
se ha dejado sentado que “Los tribunales arbitrales, por consiguiente, dentro del
ámbito de su competencia, se encuentran facultados para desestimar cualquier
intervención y/o injerencia de terceros –incluida autoridades administrativas y/o
judiciales– destinada a avocarse a materias sometidas a arbitraje, en mérito a la
existencia de un acuerdo arbitral y la decisión voluntaria de las partes”20
47. Es un deber propio de la jurisdicción arbitral, debido a que el mismo cesa cuando
el laudo va en anulación al Poder Judicial, donde la jurisdicción arbitral no se
encontrará presente. Este deber de confidencialidad se delimita a la materia
controvertida conocida en un proceso arbitral, es decir al contenido del proceso
y se extiende a la perpetuidad21.
María Julia, se pronuncia respecto a la procedencia del amparo arbitral (…) c) Cuando el amparo sea
interpuesto por un tercero que no forma parte del convenio arbitral y se sustente en la afectación directa y
manifiesta de sus derechos constitucionales a consecuencia del laudo pronunciado en dicho arbitraje.
Consideramos que el laudo no ha afectado ningún derecho de la demandante. Además lo que el proceso
que haría de ser el caso usaría el recurso de amparo mas no un hábeas data.
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3. En todos los arbitrajes regidos por este Decreto Legislativo en los que
interviene el Estado peruano como parte, las actuaciones arbitrales estarán
sujetas a confidencialidad y el laudo será público, una vez terminadas las
actuaciones”.
48. Arribamos con una clara respuesta al cuestionamiento interno que puede tener
nuestra demandante como cualquier persona que se inmiscuye inicialmente en
este ámbito del derecho; y es que lo dispuesto en la Ley de Transparencia y
Acceso a la Información Pública (Ley N°27806) en su Art. 3 inc. 1: Toda
información que posea el Estado se presume pública, debe de diferenciarse del
postulado: Toda información que se crea con la participación del Estado y un
privado, en un proceso privado23, definitivamente no es per se pública.
49. El tema de la confidencialidad es parte del convenio o del contrato que celebran
las partes y los árbitros; por ello la disposición legal regula la
confidencialidad de terceros. Pues el contrato es res inter alias acta, solo
para las partes, no obliga a los testigos ni a peritos, ni a ningún tercero24. Es
decir, en virtud de la ley se obliga al deber de confidencialidad de quienes no son
obligados por el contrato mismo25; así vemos que tratamos una actuación
realizada en un ámbito del Derecho privado, en el que el Estado no mantiene un
rol imperante, sino que se subsume a lo que acuerda como parte. «El arbitraje
[…] constituye una necesidad, básicamente [para] la solución de conflictos
patrimoniales de libre disposición y, sobre todo, para la resolución de
controversias que se generen en la contratación […]»26. Por eso concluimos que
el expediente no se sujeta al principio de publicidad.
50. Por otro lado advertimos que aún de recurrir la demandante a la empresa en
exigencia del expediente en controversia, alegando que ésta es por lo dispuesto
en la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General. Art. I.8
entidad pública por calificar en “personas jurídicas bajo el régimen privado que
prestan servicios públicos o ejercen función administrativa, en virtud de
concesión, delegación o autorización del Estado, conforme a la normativa de la
materia.” Estaría igualmente incurriendo el supuesto de excepción de la Ley de
transparencia y acceso a la información pública en su Artículo 15 literal c) La
información protegida por el secreto bancario, tributario, comercial, industrial,
tecnológico y bursátil. Ateniéndose específicamente a la comercial.
51. Debe tenerse en cuenta que no existe norma alguna que obligue a grabar las
audiencias en un proceso arbitral. Asimismo, no existe un deber de las partes o
el árbitro de conservar dicha filmación. Por el contrario, los reglamentos de los
principales centros de arbitraje27 disponen que existe discrecionalidad acerca del
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registro las audiencias e, inclusive, admiten la posibilidad de disponer de su
eliminación.
52. Sin perjuicio de lo señalado, aun cuando existiesen dichas grabaciones, debe
tenerse en cuenta que su acceso se encuentra sujeta al mismo impedimento que
lo dispuesto para el expediente arbitral, por ser parte integrante de este.
POR TANTO:
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BIBLIOGRAFÍA
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