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INTEGRACION Y DESINTEGRACION REGIONAL

EN EL ESPACIO COLONIAL. UN ENFOQUE HISTORICO

C ARLOS S EMPAT A SSADOURIAN *

Esta comunicación intenta plantear algunas I. La integración regional dentro


de las formas que han asumido las relaciones del espacio peruano
espaciales dentro de la historia latinoameri-
cana. Atendiendo a este objetivo restricto in- 1.1. Los límites geográficos impuestos a
tentaremos formular un modelo sumamente nuestro campo de observación requieren una
simplificado, deteniéndonos en ciertas parti- breve explicación. Hemos esquivado el vi-
cularidades de una realidad infinitamente más cio tan frecuente de aplicar al tiempo co-
compleja. Por lo mismo se privilegiarán al- lonial la noción moderna de espacio na-
gunos mecanismos y formas de funcionamien- cional que corresponde ciertamente a otra
to del espacio elegido y se desatenderán, circunstancia histórica. El uso de esta ar-
conscientemente, numerosos elementos y pre- bitraria noción de espacio lleva a confu-
cisiones que cobrarían especial relieve en un siones notables. Es que al levantar vallados
trabajo animado por otros propósitos. Para y parcelar equívocamente los espacios reales
realizar el análisis concreto tomaremos como de la historia colonial, los fenómenos econó-
ejemplo el espacio colonial peruano del si- micos se vuelven ininteligibles a fuerza de
glo XVII. La elección del espacio y del pe- ser circunscritos a extensiones geográficas que
ríodo tiene sus razones. Sobre todo porque resultan inadecuadas para aprehenderlos en
muestran un movimiento de vaivén: punto de su totalidad. Recordemos a manera de sim-
llegada de un proceso, originado en el siglo ple ejemplo una forma de desvirtuación: en
anterior, de formación de un mercado a un ni- los análisis sobre la economía colonial se trans-
vel de macroescala regional; punto de arran- forman en variables y factores extornas aque-
que de su desintegración, al llegar a un ni- llas que única y cabalmente son variables y
vel crítico las contradicciones internas, a las factores internos. Teniendo en cuenta la tras-
cuales se suma la presión directa de ciertos cendencia que conceden los interesados en los
países europeos en una etapa avanzada de problemas del desarrollo a la distinción en-
desarrollo capitalista. También por encon- tre externo e interno, disipar la confusión no
trarse allí formas económicas y sociales que implica un amanerado cambio de palabras si-
sorprenden por su larga duración y cuyos no una precisión fundamental para detectar
residuos aún pueden detectarse en el pre- correctamente los procesos concretos 1.
sente. Queremos creer, asimismo, si no es
demasiado aventurado, que esta forma de * Profesor investigador del Departamento de Historia Econó-
análisis puede significar otra perspectiva dis- m ica y Social de A m érica Latina. U niversidad Católica de
Chile.
tinta para comprender el proceso de crea- 1 La confusión se proyecta sobre la historia del siglo XIX;
ción y configuración de los estados naciona- p o r e j e m p l o , l a e n c o n a d a d i s c u s i ó n en la Argentina s o b r e
les que surgen en el siglo XIX. los efectos de la invasión de los comerciantes ingleses luego
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De la misma manera, nos parece algo ex- de su sector dominante, la minería de la pla-
cesivo pensar el espacio colonial hispanoame- ta, sector que asimismo la cohesiona interior-
ricano como si fuera un bloque uniforme y mente o, de otra manera, la integra regional-
hom ogéneo. P or supuesto que hay tenden - mente. Este espacio económico se superpone
cias y procesos generalizables, una cierta his- coherentemente, con la zonificación política,
toria común, pero se corre el riesgo de sub- en tanto se extiende sobre el ámbito real del
sumir condiciones específicas que marcan, en virreinato del Perú 2 . Actualmente compren-
muchos casos, diferencias zonales de enver- dería Ecuador, Perú, Bolivia, Chile Argen-
gadura. tira y Paraguay.
Según nuestro parecer, la América espa- 1.2. Las características significativas del
ñola de comienzos del siglo XVII se halla espacio peruano en el siglo XVII son su alto
fracturada en grandes zonas económicas que grado de autosuficiencia económica 3 y su
se adelantan a la zonificación política-admi- máximo nivel de integración regional. El
nistrativa o son expresadas por ella. Cada una grado de autosuficiencia queda en evidencia
de estas zonas conforma un verdadero y com- descomponiendo las importaciones en sus ru-
plejo espacio económ ico cuyo diseño m ás bros principales: a) textiles de calidad para
simple sería el siguiente: 1. La estructura se el grupo español, vale decir, para un mercado
asienta sobre uno o más productos dominan- socialmente discriminado b) esclavos ne-
tes que orientan un crecimiento hacia afue- gros, manera de enfrentar la crisis demográ-
ra y sostienen el intercambio con la metró- fica indígena buscando en el exterior ofertas
poli; 2. En cada zona se genera un proceso adicionales de ruano de obra; c) hierro, en
que conlleva una especialización regional del barra y manufacturado 5 . Las importaciones
trabajo, estructurándose un sistema de inter- son saldadas exclusivamente con plata, pro-
cambios que engarza y concede a cada re- ducto que conecta este espacio con el exterior.
gión un nivel determinado de participación
2 Los cronistas del siglo XVII percibieron la unidad de
y desarrollo dentro del complejo zonal; 3. La este espacio: "Pero, en rigor y propiamente, Perú se en-
metrópoli legisla un sistema para comunicar- tiende y dize todo lo que ay desde este río, enterrando en
se directamente con cada zona, al tiempo que él a Quito y sus provincias, hasta más allá de Pasto, y
corriendo la costa hasta Chile por los llanos y por la sierra,
veda el acceso de las otras potencias europeas; hasta entrar en la gobernación de Tucumán...", es decir,
4. La metrópoli regula, interfiere o niega la la jurisdicción de las audiencias de Quito, Lima, Charcas
relación entre estas grandes zonas coloniales. y el reino de Chile. Fray Martín de Murúa, Historia general
del Perú. Madrid, 1964, tomo II, pág. 144.
A una de estas grandes zonas distintivas 3 "Sólo le falta al Perú seda y lino, para con ello tenello
proponemos reconocer con el término de todo de sobra, y no ayer necesidad de mendigar ni esperar
nada de otro ningún reyno ni provincia del mundo (porque
espacio peruano. Constituye, sin duda alguna, hierro, si lo buscasen, sin duda, hallarían minerales de
la pieza fundam ental del im perio en la se- ello)...". Ibid., pág. 164.
gunda mitad del siglo XVI y gran parte del 4 En Lima, en "la esquina prinsipal de la plaça que lla-
man de los mercaderes, salen dos calles, las más ricas que
XVII, nivel a que accede por la gravitación ay en las Yndias, porque en ellas están las tiendas de los
mercaderes, donde se benden todas las cosas preçiosas y de
de la apertura comercial decretada en 1810. Los historiado- estima, que Ynglaterra, Frandez, Françia, Alemania, Ytalia
res revisionistas sostienen que ello liquidó las manufacturas y España produzco, labran y tejen, porque todas las embían
textiles del interior del país, quebrando un proceso de in- y han a parar a esta ciudad, de donde se distrybuyen por
dudable gravitación en el desarrollo económico e industrial todo el Reino, de suerte que, quanto el hombre pudiere
de la nación. La verdad es que concluido su primer ciclo desear de thelas, brocados, terciopelos, paños finos, rajas,
económico la manufactura del algodón, y desplazándose la damascos, rasos, sedas, pasamanos, franjones, todo lo halla-
actividad dominante al sector ganadero, ese interior depen- rán aquí a medida de su boluntad, como si estubiera en
de, ya en el siglo XVII, de la producción de tejidos bastos las muy ricas y frequentadísimas ferias de Anheles, Londres,
de otras regiones del espacio pensarlo. Pero siendo éste un Leon, en Francia, Medina del Campo, Sevilla y Lisboa...".
espacio política y económicamente integrado y con una di- Ibid., pág. 195.
visión regional del trabajo, resulta superflua una discusión 5 Sobre el hierro: "No falta tampoco este necessario mi-
que versa justamente sobre una región que no tenía la es- neral en aquestas provincias fertilisimas de todo genero de
pecialización textil. Para una crítica precisa del "imperialis- ellos, aunque nadie se ocupa en su labor, o beneficio; por-
mo inglés" hay que trasladar el reforme y analizar debida- que todo lo que es Plata no se estima y a trueque de ella
mente sus efectos en las regiones que, por esa división del tra- se trae, y gasta en grandisima abundancia el hierro del no-
bajo, tenían una especialización textil: Quito, los centros y bilísimo Señorío de Vizcaya...". A. A, Barba, Arte de los
"bolsones" textiles de la sierra peruana y los Andes bolivianos. metales. Madrid, 1770, pág. 57.
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La composición de las importaciones deli- y desemboque de cada sector externo regional


nea, por oposición, un conjunto complejo de dibujan tanto los circuitos comerciales como
producciones que se crean y consumen en el las variadas formas de engarce e interdepen-
interior de dicho espacio. Tendríamos forma- dencia de las diferentes regiones del espacio
do, por consiguiente, un extenso mercado in- peruano. Y queda claro que éste se define
terno (minado, es cierto, por contradicciones por otro rasgo dominante; la de ser un campo
estructurales), el cual descubre, mirando con donde, con la excepción de Lima, la intensi-
cierta atención, una división y especialización dad del intercambio que mantiene cada re-
regional del trabajo. Dejaremos de precisar gión con otras regiones del mismo espacio es
aquí la localización de esta división regional superior a la intensidad del posible intercam-
del trabajo. Basta en cambio, para fijar cierta bio con cualquier otro espacio exterior. Re-
imagen de ella, con mencionar las produccio- calquemos: posible, puesto que la inexisten-
nes principales que animan la circulación ge- cia de intercambios con puntos situados fuera
neral: de él conforma la regla general.
Textiles de lana y algodón. Medios de trans- 1.3. Ahora bien, ¿cómo se arribó a este
porte, marítimo y terrestre. Manufacturas de espacio integrado y casi autosuficiente? La
cobre, vidrio, barro, madera y cuero. Trigo, respuesta demandaría una larga explicación;
maíz, coca, ají, tabaco, yerba mate, papas, aquí la vamos a simplificar y parcelar jerar-
caña de azúcar, vid, olivo; cáñamo, frutas se- quizando la influencia de elementos internos
cas y en conserva, arroz, grana, manteca, pes- al espacio, es decir, a Potosí y Lima. Potosí
cado, sebo, cueros, cecinas, maderas. Ganado como centro de la minería de la plata, sector
vacuno, mular, lanar, porcinos, caballos, lla- dominante de todo el conjunto productivo
mas. Oro y plata. Mercurio, cobre, estaño, del virreinato 6 . Lima como centro político
sal, brea, etc. de autoridad máxima dentro del espacio y
Casi todos los artículos nombrados presu- como centro privilegiado por el monopolio
ponen una serie de actividades derivadas que comercial metropolitano para asumir una fun-
pueden realizarse dentro de la unidad de ción comercial monopólica dependiente en el
producción (hacienda de cáñamo-obraje de interior del sistema colonial. Justamente por
jarcia, hilo y cuerda; estancia ganadera-sebo, estas funciones Potosí y Lima irradian impul-
cecina, cordobanes; estancia lanar-obraje tex- sos claves para la dinámica de estructuración
til) o que implican nuevas relaciones dentro del espacio peruano; un aspecto del proceso
y fuera de la región. Mencionemos por ejem- desencadenado por dichos centros puede vi-
plo los efectos que pueden fluir de la misma sualizarse adjudicándoles la función de polos
actividad textil, de la construcción de navíos, de crecimiento.
de la elaboración de la caña de azúcar o de Con este concepto de polo queremos sig-
la vid, etc. nificar la localización de determinadas activi-
Digamos también que esta especialización dades y de aglomeración demográfica en Li-
regional no aparece de una vez en un solo ma y Potosí 7 , las cuales por su capacidad de
tiempo para quedar inalterable; si bien la es- mercados de consumo masivo y la posible
pecialización reconoce las permanencias de compra de insumos originan efectos que se
larga duración —sería lo dominante—, cómo
dejar de reconocer las apariciones y sustitu- 6 Los documentos de la época se refieren siempre a Potosí
ciones, los cambios de orientación y contenido usando términos corno polo, centro, nervio principal, motor
de la maquinaria del Perú, etc.
de las relaciones interregionales. Estamos 7 "Pues vemos que las provincias roas estériles y de más
frente a un espacio lento y pesado en sus aspero y riguroso tem ple de este reino, cuales son las que
movimientos, pero no estático; un análisis se incluyen en el distrito de la Real A udiencia de los Char-
c a s , s o n e l d í a de hoy las m á s p o b l a d a s d e e s p a ñ o l e s y
diacrónico nos dirá de sus modificaciones y bastecidas de cuantas cosas se requieren para el sustento y
reordenamientos, de la importancia de las regalo de los hombres, y esto por la incom parable riqueza
coyunturas. de minas que hay en ellas, mayormente las del famoso cerro
de Potosí y de la villa de Oruro...". Bernabé Cobo, Historia
Señalemos, por último, que las diferentes del Nueva Mundo. En Biblioteca de Autores Españoles. Tu-
redes que se van armando para la circulación mo XCI, Madrid, 1956, pág. 136.
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transmiten y extienden a otras regiones, en- él se podrán ir marcando relaciones de grado


sanchando paulatinamente el radio de influen- distinto, o las direcciones más complejas que
cia hasta abarcar prácticamente todo el es- suelen trazar los circuitos comerciales de cier-
pacio peruano. Aun cuando nuestra versión tas producciones regionales, o adicionar otros
de polo es restricta, resulta cierto que en los polos de rango jerárquico inferior al mismo
siglos XVI y XVII "…el crecimiento no apa- tiempo que se mide la intensidad y extensión
rece en todas partes a la vez; se expande por de sus flujos. Y recordar las producciones que
diversos canales y con efectos terminales va- partiendo de un solo punto se dispersan por
riables por el conjunto de la economía..." 8 . todo el espacio peruano, como ese fascinante
Vale decir, Lima y Potosí "crean efectos de ejemplo de la yerba mate.
arrastre sobre otros conjuntos definidos en el 1.4. Los elementos hasta ahora reseñados
espacio económico y geográfico", originando proveen nada más que una idea fragmentaria
un crecimiento regional polarizado con de- de los mecanismos actuantes que conducen
terminadas características históricas. Lo con- a la integración del espacio peruano. De ahí
firman las citas que van en nota 9. la necesidad de bosquejar algunos aspectos
Al tiempo y por el hecho de generar efectos que tengan relación con un análisis más cir-
de arrastre directos, Lima y Potosí provocan cunscrito, el regional. A este nivel nos parece
una segunda onda cuyos flujos llevan a la perfectamente aplicable la llamada teoría de
estructuración general del espacio peruano, "dar salida al excedente" 1 0 . Con ella quere-
o sea, se integran aquellas regiones que sin mos decir, por el momento, que acceder al
m antener una relación directa con L im a y comercio interregional significa para cada re-
Potosí se relacionan, en cambio, con las re- gión remontar un nivel estacionario de pro-
giones previamente polarizadas. De manera ductividad, debido a que las formas de do-
más gráfica: sobre la base y porque existe minación del grupo español y el escaso desa-
una relación de primer grado, polos de creci- rrollo de la división social del trabajo apenas
miento/regiones polarizadas, se estructuran permiten esbozar una suerte de simulacro de
relaciones entre estas últimas y otras regiones mercado interno en la región. Proveer una
nuevas. Hasta aquí el diseño simple. Sobre salida externa para la producción conlleva
una especialización regional del trabajo, un
8 F. Perroux, La economía del siglo XX. Barcelona, 1964, cierto grado de transformación de la estruc-
pág. 155.
tura productiva como efecto de la demanda
9 Son relaciones muy parciales. A Lima, "de Huayaquil,
de los valles de Trujillo y Saña vienen navíos con miel, externa y conforma, desde el principio, el
açúcar, javón, cordobanes, harina y sebo. De la Barranca, único modelo posible que guía el crecimiento
de Guaura, de Santa con trigo. Del puerto de Pisco y de económico regional 11.
la Nasca y Camana con muchos millares de botijas de vino.
De Arequipa y Arica, barras y tejuelos de oro que viajan Esta cuestión del sector externo regional
de Potosí. Del reyno de Chile mucha madera y tablas y, nos conduce a otro problema, que no que-
antes de la destruición dél, cordobanes, sevo y trigo, de
manera que a este puerto contrybuyen todos los del reino remos transitar sin referirlo al modelo que W. A.
sus riquezas, y a él bienen a parar, y allí se consumen…". Lewis formulara para las economías atrasa-
Murúa. Obra citada, pág. 205. das 12. Lewis distingue dos sectores que de-
En Potosí, "las Canchas que son corno mesones que sir-
ven de almasenes llenas de valijas de vino, donde se venden 10 Cuyo principio se encuentra en La riqueza de las na-
cada año mas de millon y medio de solo este genero. En ciones, de A. Smith. Ver de H. Mynt, La "teoría clásica"
pimiento, que llaman ucho, que suben de los valles de del comercio internacional y los países subdesarrollados, y
Arica, y en coca que es la yerba que gastan los indios, y de R. E. Caves, Modelos de comercio y crecimiento basados
en chicha... se gastan en estos tres generas, que son mas en "dar salida a los excedentes". Ambos en J. Theberge, comp.
para el uso de los indias, mas de dos millones de ducados. Economía del comercio y desarrollo. Buenos Aires, 1971.
Consumense en esta villa de carneros de Castilla meri- 11 La capacidad productiva excedente previa requerida
nos… vacas que traen grande cantidad de las provincias del para lograr la salida externa, la obtiene el grupo español
Tucuman, Paraguay y Buenos Aires, y en ganado de serda aumentando compulsivamente y al extremo el tiempo de
y mucho de la tierra, que es la mas ordinaria comida de trabajo excedente que el Estado Inca requería de las an-
los indios se gastan mas de 800 mili ducados cada año. tiguas comunidades agrarias.
Sin el azucar conservas pescado fresco... y en el seco... 12 W. A. Lewis, Economic development with unlimited
que es en grande cantidad el consumo que de todo se haze supplies of labour. En The Manchester School. May, 1954
en esta Babilonia...". A. Vázquez de Espinosa, Compendio (incluido en Agarwala-Singh, La economía del subdesarro-
y descripción de las Indias Occidentales. Washington, 1948, llo. Madrid, 1963), y Teoría del desarrollo económico. Méxi-
pág. 587. co, 1958.
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nomina sector de comercialización y sector tador con el nombre de encomienda, en sus


de subsistencia, superior y dinámico uno, to- dos modalidades: prestación personal de ser-
talmente estancado el otro. La única línea de vicios o pago de tributos en especie.
contacto entre ambos sectores está represen-
Los dos primeras aspectos implican bási-
tada por la oferta ilimitada de mano de obra
camente la práctica de una economía de sub-
del sector de subsistencia al de comercializa-
sistencia por parte del grupo indígena. E l
ción. Justamente para desvanecer el equívo-
tercer aspecto podría aparecer virtualmente
co que puede aparejar el modelo de Lewis
como una forma disgregadora de esa prácti-
es que nos detenemos a señalar que en nues-
ca, pero es el que combina verdaderamente
tra formación existen claramente los dos sec-
en una misma estructura de producción al
tores, sin que ello signifique concebirlos co- sector de subsistencia con el sector de comer-
mo signos de una oposición dual o de coexis-
cialización. La encomienda en su forma de
tencia de formas económicas distintas, cada
prestación personal de servicios contempla
una con mecanismos propios. Sector de sub-
una división estacional del trabajo indígena,
sistencia y sector de comercialización compo-
tanto tiempo de dedicación para sus activi-
nen una misma estructura de producción y
dades de subsistencia y otro tanto para la
la reasignación de recursos de un sector a
producción del sector exportador en bene-
otro depende de las tendencias generales y
ficio del encomendero. La encomienda en su
de las coyunturas concretas. Este tipo de es-
forma de pago de tributo en especie señala,
tructura podría explicarse teniendo en cuen-
idealmente, que es la comunidad quien orga-
ta el carácter específico del cálculo econó-
niza dentro de su ámbito la división del tra-
mico del empresario español, de la inciden- bajo teniendo en cuenta sus necesidades co-
cia del alto coste del transporte que traba lectivas y las cargas tributarias que comer-
la importación de alimentos básicos. O pen-
cializará el encomendero 14. En este punto
sar que dicha estructura permite, en primer
habrá que discutir la forma que asume el
lugar, a los campesinos cubrir por completo
tributo en la época colonial: si habrá de con-
su posición y asegurarse su mínima susbis-
siderarse como un mero valor de uso 1 5 o, a
tencia antes de enfrentar los riesgos del co-
la inversa, considerado como una mercancía,
mercio; en segundo término, les ofrece la po-
ya que los productos que componen la car-
sibilidad de considerar los bienes importados
ga tributaria son seleccionados de acuerdo a
que obtienen del comercio como una clara
la dem anda del m ercado y que el valor de
ganancia neta, asequible a cambio del mero
coda encomienda se estima según el precio
esfuerzo que representa el trabajo extra rea- de cambio que alcanza el producto-tributo
lizado para cosechar el cultivo de exporta-
en el mercado 16.
ción...", lo que daría a la economía de sub-
sistencia el empuje extranecesario para faci-
litar su prim er salto hacia la econom ía de 14 Debe destacarse que uno de los principales recursos
esgrimidos por el empresario no encomendero para atraer,
exportación 13. localizar y retener mano de obra indígena es la oferta de
Sin embargo, creemos que el origen de uso de tierra para cultivos y actividades de subsistencia.
Ver este aspecto en uno de los cultivos comerciales de
nuestra estructura debe buscarse por el lado máxima importancia, la coca, en Juan de Matienzo, Go-
de las contradicciones y adecuaciones que re- bierno del Perú. 1567. París, 1967.
s u l t a n d e l h e c h o d e l a c o n q u i s t a c o m o e x- 15 "Para producir mercancías no basta producir valores
presión de la hueste privada y los intereses de uso, sino que es menester producir valores de uso para
otros, valores de uso sociales", dice Marx. F. Engels agrega
económicos y políticos del Estado español. a continuación de este texto: "...Para ser mercancía, el pro-
Las más importantes, para nuestro tema, se- ducto ha de pasar a manos de otro, del que lo consume,
rían: a) La asignación discriminada de tierra por medio de un acto de cambio...". Y luego acota a pie
de página: "He añadido lo que aparece entre paréntesis
entre los grupos indígenas y español; b) La para evitar el error, bastante frecuente, de los que creen
formulación de una política que mantiene, que Marx considera mercancía, sin más, todo producto con-
aunque modificada, la comunidad indígena; sumido por otro que no sea el propio productor...". K. Marx,
El Capital, tomo I. México, 1964, pág. 8.
c) El premio o merced otorgado al conquis-
18 Ver este aspecto en los repartimientos hechos por la
Gasca. En R. Loredo, Los repartos. Lima, 1958. Y dos vi-
13 H. Mynt, artículo citado, pág. 229. sitas de gran valor publicadas hace pocos años; Visita hecha
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1.5. Los conceptos de autosuficiencia, in- 3) Mantención de niveles favorables de


tegración, especialización regional que veni- precios en el intercambio. Los métodos pues-
mos manejando no tienen por qué definir ne- tos en práctica varían: regulación de la pro-
cesariamente una quieta convivencia regional, ducción, medidas monopolistas, estancos. Las
de relaciones puramente armónicas. Al revés, políticas regionales para mantener los pre-
las contradicciones componen un fondo per- cios de su sector externo son cada vez más
manente y entran en escena, con vigor y ru- nítidas a medida que avanza el siglo XVII
deza, en múltiples ocasiones. El crecimiento con su declinación general de precios.
económico del espacio colonial peruano no Y a la par de las contradicciones las domi-
es uniforme sino que origina desequilibrios. naciones regionales. Las formas polarizadas
Concentra y desconcentra inversiones, mano que caracterizan el crecimiento económico del
de obra, acelera, frena, retarda el crecimien- espacio indican la dominación de Lima y
to regional; un mero cambio en la circulación Potosí sobre las otras regiones del conjunto.
condena a los viejos nudos de tránsito y ele- La manifestación más alta corresponde a Li-
va otros distintos. Avizoramos, en consecuen- ma y radica esencialmente —además de su
cia, un cam po de fuerzas, signado por las función de polo y centro político— en ser
oposiciones; las principales serían tres: el único puerto de com unicación con el exte-
1. Disputa de la mano de obra. La larga rior, controlando la exportación de plata y
crisis demográfica de los siglos XVI y XVII las importaciones legales. Es que el bilatera-
agota la oferta interna de mano de obra in- lismo monopólico impuesto por la metrópoli
dígena y enardece la puja por ella. H abrá requiere jerarquizar regiones y grupos socia-
migraciones aparentemente calmas que son les del espacio dominado que se declaran,
dirigidas por las alzas y depresiones regiona- en consecuencia, como firmes sostenedores
les y muchas otras en las cuales se perciben del orden colonial 1 8 . El manejo exclusivo de
formas organizadas para el despojo violento. las importaciones ultramarinas abre al capi-
El caso más conocido de flujos migratorios tal comercial de Lima el control sobre la
de mano de obra (dirigidos hacia el sector región de Potosí y su decisiva producción de
m inero) se enm arca dentro de m inuciosas plata. Monopolizando la distribución de las
disposiciones legales, las cuales revelan el in- importaciones y regulando los stocks y flujos
terés preferencial de la metrópoli por un tipo monetarios Lima comanda todas las plazas
determinado de producción. comerciales redistribuidoras de artículos ul-
2. Captación y permanencia en los mer- tramarinos, con lo cual extiende su domina-
cados principales. Por ejemplo, la concurren- ción. De tal manera, en forma directa o a
cia de Chile al mercado del trigo y sebo de través de sucesivas plazas redistribuidoras,
Lima, enfrentando a los valles cerealeros de va desembocando en la capital comercial y
la costa peruana y a la apertura de la pampa política del virreinato una alta cuota de los
ganadera argentina hacia las posibilidades excedentes regionales.
comerciales en el Pacífico 17. 1.6. Las consideraciones anteriores per-
miten esbozar ya algunas conclusiones. Que-
a la provincia de Chueuito por Garci Diez de San Miguel daría demostrado, por lo menos en principio,
en el año 1567. Lima, 1964, y Visita de la provincia de que sector de subsistencia y sector de comer-
Huánuco en 1562. Huánuco, 1967.
17 Y, naturalmente. el padre Cappa recupera esta forma de
cialización conforman una misma estructura
oposición y defiende la prohibición real de plantar viñas en de producción. Luego, sería erróneo un en-
América con el argumento de que tales prácticas no eran foque analítico que sobreentendiera que la
ajenas al proteccionismo y rivalidad entre las regiones ame-
ricanas: "Lo mejor del caso es, que este exclusivismo que
expansión del sector externo regional obedece
la metrópoli vindicaba para sí... fue muy pedido por los a una oferta ilimitada de mano de obra des-
c r i o l l o s para hacerse m u t u a c o m p e t e n c i a . L a s h a c e n d a d o s de y a costa de la destrucción del sector de
vinícolas de Moquegua (bajo Perú) pidieron con grande in-
sistencia al Consejo de Indias que de ningún modo se per-
subsistencia. Según nuestra opinión, la cons-
mitieran las plantaciones de viñas en la Paz (alto Perú),
y que se cortara á todo trance la introducción en Potosí 15 La percepción del fenómeno, por parte de Murúa, es
de las aguardientes de Chile". Estudios críticos acerca de idílica. Las importaciones ultramarinas, de Lima "se repar-
la dominación española en América. Tomo VI. Madrid, ten para las ciudades de todo el Reino, como de madre
1890, pág. 25. común que biste sus hijos e hijas...". Obra citada, pág. 198.
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tante es reducir, al mínimo indispensable, el 1641-1650: 589.824 "


tiempo de trabajo necesario que el indígena 1651-1660: 484.848 "
dedica a la creación de sus necesidades bá- 1661-1670: 392.997 "
sicas y a maximizar el tiempo de trabajo ex-
1671-1680: 363.252 "
cedente destinado al sector exportador en
provecho del empresario, sea encomendero o 1681-1690: 405.182 "
no. Lo cual contribuye a explicar por qué el 1691-1700: 303.017 "
crecimiento del sector externo regional dejó
de motivar una profunda división social del Esta secular línea descendente de la pro-
trabajo y de disolver la relación del productor ducción argentífera continúa, a niveles más
directo con la tierra y los medios de produc- bajos, durante la primera mitad del siglo
ción. Es decir, dejó de originar una difusión XVIII. ¿Los motivos de la crisis minera? R.
generalizada del salario (en su sentido más Romano liga la baja potosina a la crisis eu-
estricto) como forma de arrancar el trabajo ropea del siglo XVII. Según su modo de ver
excedente. la estagnación económica que había comen-
En síntesis, la estructura de dominación zado en Europa tiene su reflejo en la decli-
social revierte sobre el proceso económico. nación de la producción de plata, esto es, la
Digamos que ella determina, siguiendo una crisis de Potosí sería un efecto de la calda
escala de niveles, la relativa autosuficiencia de la demanda europea de metal precioso 20 .
de cada unidad de producción, la escasa di- Con todo lo sugerente que resulta esta tras-
mensión y dinamismo de los cambios en el in- misión de efectos en la economía mundo, en
terno de cada región y, por acumulación de este trabajo nos interesa enfatizar sobre hi-
ejemplos, de las características, tipos de es- pótesis más tradicionales e internas al espa-
pecialización de los sectores externos regiona- cio: baja de la ley, con rendimientos decre-
les, ritmo y volumen de la circulación gene- cientes y costes crecientes de explotación, la
ral dentro del espacio peruano. Pero aún así, necesidad de nuevas inversiones para afron-
con esa debilidad originaria, esta estructura tar problemas técnicos de producción, la des-
tuvo la fuerza, o la virtud suficiente, para acumulación de capital infligida a la colonia
integrar económicamente a sus diversas re- por la política metropolitana.
giones, cohesionar y unificar un vasto espa- La crisis de Lima es la pérdida gradual de
cio tras una común identidad de intereses. su capacidad de dominar comercialmente to-
do el espacio y deriva directam ente de su
quiebra como centro monopólico exportador-
II. CRISIS Y DESINTEGRACIÓN
importador del virreinato. La decadencia de
2.1. Volvamos a visualizar los movimien- su posición jerárquica y hegemónica estaría
tos globales: hablaremos de crisis general causada por dos hechos principales:
del espacio peruano. Y lo haremos, esta vez, 1) La crisis de Potosí. Si la capacidad de
como una irradiación negativa de aquellos maniobra y dominación de Lima reposa en
ejes estructurantes del espacio. La crisis de el control del sector externo, la intensidad de
Potosí es, naturalmente, la crisis de la pro- su dominación decrece al tiempo y a medida
ducción de plata, expresada aquí a través de que disminuye su disposición de metálico
la recaudación del quinto y en medias de- para saldar las importaciones.
cenales 19: 2) La crisis del régimen de flotas. De re-
gularidad anual y base del sistema comercial
1601-1610: 829.930 pesos ensayados de España con el espacio colonial. La ban-
1611-1620: 720.955 " carrota del régimen de flotas queda mani-
1621-1630: 654.154 " fiesta recordando que en cuarenta años sólo
salen cinco armadas (1685, 1690, 1696, 1707 y
1631-1640: 668.936 "
20 R. Romano, Tra XVI e XVII secolo. Vea crisa econo-
19 Los datos corresponden a la investigación de Alvaro mica: 1619-1622. Rivista storica italiana, vol. LXXIV,
Jara sobre la producción de metales preciosos en el Perú, parte III, 1962, y Encore la crise de 1619-1622. Annales
facilitados gentilmente por el autor. E.C.S., Nº 1, 1964.
18 REVISTA EURE

1726). Al mismo tiempo —¿causa o conse- tuaciones de los precios del sector externo
cuencia de lo anterior?— encontramos la pre- descienden a un nivel que apenas compen-
sencia directa del comercio ilegal francés e san o dejan de compensar los costes de pro-
inglés llenando el vacío dejado por el espa- ducción, llegando a su mínima expresión a
ciamiento de las flotas. El contrabando co- desapareciendo la tasa de rentabilidad de
mienza a marcar una serie de trizaduras en cada unidad económica.
los circuitos tradicionales del espacio perua-
Tomemos a Chile para ejemplificar regio-
no y termina por voltear la rígida estructura
nalmente la crisis general del espacio perua-
comercial que privilegiaba a Lima.
no. Los productos del sector externo han ido
Paralelamente a estas declinaciones se pro- "...reduciéndose a tan bajos precios que se
duce en Lima y Potosí un movimiento de an puesto los vecinos en animo de no ve-
desconcentración demográfica. En el centro neficiarlos este año por no poder resarcir el
minero, "con la decadencia sucesiva, volvie- c o s t o n a t u r a l que tiene . . . " 2 4 . D e l a m i s -
ron a los empleos de la agricultura y del co- ma manera, según el testimonio de alguien
mercio innumerables gentes que, con la sed "...que ha cuarenta y dos años que conoce
de la plata, estaban como estancadas en esta este Reyno de Chile y sus fronteras donde
Villa" 21 . De tal modo, la población de Potosí ha militado continuamante, y no se acuerda
baja de aquellos posibles 150.000 habitantes haber visto este dicho R eyno en el estado
que pudo tener en los momentos de máximo miserable de pobreza en que hoy se alla...",
auge a 70.000 hacia finales del siglo, a tanto, que aún comparándolo con el duro
56.000 en 1720 y a 25.000 habitantes en años golpe del alzamiento general indígena de
posteriores. Potosí deja de ser aquel merca- 1655, "...no estuvo respectivamente tan
do multitudinario de altos precios. En Lima consumido y pobre y acabado como al pre-
opera el mismo fenómeno desconcentrador sente, cuya calamidad atribuye este testigo
aunque con una intensidad menor, ya que a que no tiene balor ni precio alguno los ge-
de 50.000 habitante; que habría tenido a neras y frutos de la tierra con que se abas-
mediados del sigla XVII desciende a 37.000 t e c e e l R e y n o d e l P e r u . . . " 25.
hacia 1700, o sea una pérdida de población
del orden del 25% 2 2 . Baja en la producción 2.3. Un período de crisis puede ser un
y circulación de plata, desconcentración de- excelente mirador para testimoniar acerca de
mográfica, rompimiento de la estructura co- la fortaleza o las falencias de una estructura
mercial monopólica, unos pocos elementos económica social. Algo de esto veremos ana-
que sugieren la declinación de Lima y Potosí lizando someramente los posibles movimien-
como polos de crecimiento, la mengua de su tos y estrategias que pueden manifestarse en
capacidad estructurante del espacio peruano. nuestro espacio para remontar la crisis.
2.2. La crisis de los centros dominantes Podemos comenzar interrogándonos sobre
tiene sus reflejos más visibles —al menos los una posible opción regional, la de alterar la
que pueden medirse mejor— en el compor-
tamiento del régimen de precios y del volu-
men físico de producción de cada sector ex-
el virrey Toledo en 1569, "...halló en la tierra mucha dis-
terno regional. Los precios también trazan minución de la potencia de plata que había tenido, por
(como la producción minera de Potosí) una haberse acabado los metales ricos de este cerro. Y con esta
larga onda descendente que no conoce pau- f a l t a e s t a b a t r o c a d a t o d a l a t i e r r a . Y esta r u i n a y d a ñ o
tan general íbase cada día sintiendo más, por la poca plata
sas durante todo el siglo XVII y que alcanza, q u e h a b í a y e l p o c o p r e c i o y mala e x p e d i c i ó n q u e t e n í a n
con seguridad, sus puntos más bajos en las todas las mercaderías, en especial le ropa y frutos de
la t i e r r a , y sus c o m i d a s y m a n t e n i m i e n t o s , c o n t r a t a c i ó n
últimas dos o tres décadas 23. Allí las fluc- de coca y ganado, que es muy importante, con que se habían
rebajado las tasas del reino...". L. Capoche, Relación ge-
21 P. V. Cañete y Domínguez, Guía de la provincia de neral de la Villa Imperial de Potosí. Biblioteca de Autores
Potosí. 1787. Potosí, 1952, pág. 56. Españoles. Tomo CXXII. Madrid, 1959, pág. 115.
22 R. Vargas Ugarte, Historia general del Perú. Virrei- 2 4 A r c h i v o N a c i o n a l de Chile. C o l e c c i ó n G a y - M o r i a .
nato. Tomo IV. Lima, 1966, pág. 46 Volumen 24, folio 193.
23 Comparar los efectos de esta crisis con los efectos de 25 Archivo Nacional de Chile. Colección Vicuña Mackenna.
la primera gran depresión potosina del siglo XVI. Al llegar Volumen 300, folio 5.
INTEGRACION Y DESINTEGRACION REGIONAL 19

composición del sector externo desplazándolo no más bien la evasión de metálico. De ahí
hacia una nueva producción. Para ello habría que esta forma ilegal de relación con econo-
que superar un primer obstáculo, la anterior mías desarrolladas situadas fuera del orden
adaptación de la estructura productiva para colonial sólo origina en el espacio peruano
satisfacer un tipo especializado de demanda, los siguientes efectos: 1) no dinamiza ni in-
adaptación que puede ser o no fácilm ente cita al crecimiento de los sectores externos
reversible. Luego, cabe la pregunta del sen- regionales; 2) al ocupar el lugar que deja la
tido de dicho m ovim iento si la alteración crisis del sistema mercantil monopolista es-
significa volcarse hacia una nueva produc- pañol mantiene la tendencia al consumo sun-
ción que también está envuelta en la depre- tuario del grupo social dominante; 3) a tra-
sión general de precios. Sin embargo, cómo vés de la evasión de oro y plata habría agu-
encaja en el esquema la conocida reconver- dizado —o mantenido— la tendencia descen-
sión productiva de Chile, cuya concurrencia dente de los precios, si es que dicha tenden-
a la apertura del mercado triguero de Lima cia se explica en parte por factores moneta-
desplaza la tradicional actividad ganadera rios; 4) constituye un elemento disruptivo
y convierte en dominante al sector agrícola con respecto a las formas de integración re-
cerealero. Si bien el ejemplo tiene una tras- gional del espacio peruano al dislocar la es-
cendencia notable para Chile, en cuanto al tructura de los circuitos comerciales externos
espacio peruano no es más que eso, un ejem- e internos. Fundamenta el ascenso de Buenos
plo excepcional fundamentado sobre la crisis Aires y la hegemonía del puerto atlántico so-
de los valles trigueros situados arriba de Li- bre el interior del espacio peruano en com-
m a. P or otra parte, luego de una breve co- petencia con Lima.
yuntura de precios altos y apenas la produc- Además de las alternativas mencionadas
ción de C hile com ienza a adecuarse al vo - puede pensarse en otra tercera, formalmente
lumen de la demanda del nuevo mercado, el muy cercana a algunos proyectos contempo-
trigo cae, con toda probabilidad, en la ten- ráneos de desarrollo económico. En efecto,
dencia general de baja de precios. La renta- si la crisis minera presupone una aguda dis-
bilidad de la hacienda triguera chilena debe m inución de la capacidad de im portar del
haber sido mínima luego del primer y corto espacio peruano, de ahí a concebir un even-
momento de bonanza. tual proceso de sustitución de importaciones
Otra alternativa hipotética consistiría en hay un tramo muy pequeño que se recorro
la aparición de un nuevo centro dinámico de con un paso. Para encarar esta alternativa de
la economía del espacio peruano. Sólo se con- la sustitución debemos particularizar las im-
cibe ubicado fuera de él y del dominio es- portaciones y tomar únicamente en conside-
pañol; por lo tanto, dicho movimiento esta- ración a los textiles de calidad. El camino
ría negado de base por los propios moldes para este proceso también está cerrado. Su-
de relación espacial forjados por la política pongamos que aquel espacio podía afron-
metropolitana. Es sabido que una parte de tar positivamente la primera traba, capital
estos moldes se rompen con la irrupción del para invertir en el equipamiento industrial,
contrabando, pero de ninguna manera se especialización técnica de la mano de obra.
pueden confundir los efectos del contraban- Restan todavía dos cercos insuperables. El
do en este período con la teoría de "la ex- primero, la permanente y sistemática nega-
pansión del comercio y la trasmisión del cre- tiva de la metrópoli a permitir la locali-
cimiento económico que plantean algunos zación de ese tipo de manufacturas en His-
economistas para el siglo XIX 2 6 . El contra- panoamérica. La racionalidad del sistema
bando estuvo lejos de significar el surgimien- restrictivo aparece cuando reconocemos uno
to de una fuerte y continua demanda de ma- de los elementos constitutivos principales
terias primas (aunque podrían haber sido ex- de la dominación colonial: para maximi-
cepción es el cacao de Guayaquil, el cobre de zar la captación del excedente, la metrópoli
La Serena y los cueros de Buenos Aires), si- se reserva el privilegio de proveedor absolu-
to de los textiles de calidad que consume el
26 Nurkse, Equilibrio y crecimiento en la economía
espacio dominado. El segundo cerco lo le-
mundial. Cap. II Madrid, 1964. vanta el contrabando y su oferta sustitutiva
20 REVISTA EURE

de textiles con un precio inferior al regulado subsistencia, aumentando el tiempo de tra-


por el monopolio español. bajo necesario que los grupos subalternos de-
A nivel regional puede percibirse la ten- dican a su mantención y - a la del grupo fa-
dencia a eliminar algunas importaciones in- miliar español.
terregionales. Pero ello es una mera reade- c) El proceso de ruralización. Numerosos
cuación operada a niveles internos y no un documentos de finales del siglo XVII gene-
proceso de sustitución de importaciones del ralizan la visión de un paisaje urbano deso-
espacio peruano. Otra vez la distinción co- lado e ingrato. La migración hacia el campo
rrecta de espacio real evita caer en interpre- sobreviene, según los testimonios, tratando
taciones apresuradas. de "evitar los gastos de la ciudad". En cuan-
to este proceso sintetiza los dos anteriores,
2.4. Luego de este juego de tanteos cabe
transcribiremos algunos documentos volvien-
pasar a los que entendernos son los ajustes
do a tomar como ejemplo las dos principales
efectivos, o mecanismos de readecuación que
ciudades de Chile.
aplican estas economías regionales durante
el período crítico. En La Serena "ay otra cosa peor y de mas
perjuisio, que an dado en despoblar la tierra
1) El ajuste de la balanza de pagos regio- y todos los que tienen estansias que son harto
nal. El mecanismo es simple: la disminución lexanas se van a vivir a ellas, dejando sola
en el ingreso por exportaciones conlleva una la ciudad con quatro pobres que por no te-
idéntica retracción de las importaciones. ner poblasiones en el campo no se van tan-
Agréguese, además, que para postergar o bien; de esta suerte falta totalmente el poco
amenguar una brusca restricción a sus pautas del comercio que avia de antes y todos estan
tradicionales de consumo suntuario, el grupo peresiendo... Y no digo lo demas por no ser
social dominante deja escurrir el metálico tan largo y porque conosco que por ningun
atesorado en el período de prosperidad. lado no ay esperansa de remedio..." 27.
2) El movimiento de reajuste estructural: En Santiago es "...publico y notorio que
hacia la ampliación de! sector de subsistencia. el colman y casi todos los besinos nobles de
Habíamos Propuesto que el sector de comer- esta ciudad no asisten en ella y biben retira-
cialización y de subsistencia conformaban dos por no poderse mantener aun con mode-
una misma estructura y que el modelo de rada desenzia dejando las casas..." y aún
crecimiento económico regional convertía en los que no tienen tierras "...para sustentarse
dominante al sector exportador. Esta relación arriendan algunas tierras y chacaras...". Las
estructural entre ambos sectores se nivela o reiteraciones se suceden. "Es notorio a este
invierte en los momentos más difíciles de la Ilustre Cavildo y generalmente a todo el Rey-
crisis general; con el fin de visualizar clara- no que sus becinos se hallan desterrados en
mente el movimiento lo descomponemos en las haciendas de campaña travajando para la
tres rasgos: manutencion de sus casas y familias". O que
a) La caída del sector externo. Hemos in- por aliarse separados de sus casas viven los
tentado esbozar una interpretación del fenó- vecinos retirados en campaña dejando soli-
meno. La realización de investigaciones em- taria la ciudad de sus pobladores y avitado-
píricas en base a documentación estadística res... " 28.
permitirán medir, con un rigor cuantitativo,
la verdadera intensidad de la caída, matizan-
do al mismo tiempo la tendencia general con III. L A D O M I N A C I Ó N D E L E S T A D O M E T R O P O -
LITANO
los grados diversos de variación regional.
b) La extensión del sector de subsistencia. Ubicar con precisión este elemento dentro
Al liberar el sector externo una cuota varia- del modelo obliga a renunciar a los conoci-
ble de mano de obra, bajo la forma de un
27 Archivo Nacional de Chile. Colección Contaduría Ma-
requerimiento decreciente do trabajo exce- yor. Primera Serie, Volumen 3886, sin foliar.
dente, queda una determinada capacidad 28 Archivo Nacional de Chile. Colección Real Audiencia.
productiva que vuelve hacia el sector de Volumen 2329. Piezas 7 y 11, sin foliar.
INTEGRACION Y DESINTEGRACION REGIONAL 21

dos esquemas que han reinado en el interior 4) la regulación estricta de las relaciones
de la disciplina histórica y que conciben al de intercambio con los otros espacios colo-
Estado español como el Hacedor de la es- niales de la América española.
tructura colonial. La sobrevaloración mítica
de este elemento radica tanto en la calidad 3.2. La captación del excedente
de las abstracciones como en los propios as- Una de las premisas de la larga historia
pectos técnicas del trabajo histórico. Se han colonial reside en que las posesiones domi-
contentado con las apariencias, con el plano nadas deben alcanzar un nivel tal de renta-
de las manifestaciones explícitas, sin pene- bilidad que asegure el financiamiento de la
trar en el sistema de relaciones subyacentes. administración y de la defensa militar, satis-
Valga la advertencia, en tanto la redefini- faga —en alguna medida— las pretensiones
ción dialéctica del rol del E stado se sitúa sociales y económicas del grupo dominante
más allá de las intenciones de nuestra co- interno y genere una corriente de excedente
municación. Aquí señalaremos sólo dos as- hacia la metrópoli.
pectos relevantes de la compleja relación en- Juan de Matienzo, un lúcido funcionario
tre espacio colonial y Estado metropolitano. de la burocracia peruana del siglo XVI, di-
buja con notable perspicacia la cadena inter-
3.1. E l encuadram iento del espacio pe -
na de apropiaciones sucesivas que siguen al
ruano primer acto de la producción de plata, y con-
Para consolidar la permanencia de su do- cluye: "Todo esto viene a parar cada año a
minación, el Estado metropolitano debe for- España, e ninguna cosa —o muy poca— que-
mular y encauzar una política de estructura- da en este Reino, lo cual se ve claro, pues de
ción interna del territorio dominado, valoran- cincuenta millones que se han sacado del ce-
do las realidades económicas y sociales pre- rro de Potosí y Porco y su contratación, de
existentes como las nuevas formas concretas veinte y dos años que se descubrieron, no
que impone el grupo privado de los conquis- parece que haya en todo el Reino cuatro mi-
tadores. Al mismo tiempo dispone los cercos llones " 3 0 . Del problema general que plan-
para evitar conexiones disruptivas con otros tea la cita de M atienzo, desglosaremos un
espacios y canaliza los intercambios entre co- aspecto: el manejo de la Hacienda Pública
lonias y metrópoli mediante un estricto sis- como método del Estado para captar una
tema de accesos. Se trata de lograr dominios parte del excedente colonial.
cerrados, sin canales de escape que le signi- Los impuestos directos de mayor enverga-
fique compartir con otros países el exceden- dura pasaron sobre el sector minero con los
te colonial. De allí cuatro rasgos distintivos nombres de cobo y quinto. Siendo la mine-
de la política de encuadramiento 29: ría el sector dominante de la economía pe-
ruana, cobas y quintos concedieron dentro
1) la jerarquización de Lima como único
de ella una posición excepcional al Estado
punto de entrada y salida del espacio.
que obtenía, sin inversiones ni riesgos pre-
2) la oclusión hacia el Atlántico portugués. vios, una participación del 21,2% de los me-
tales preciosos refinados. Los sectores agrí-
3) la resistencia y negativa al entronque cola y ganadero fueron gravados por el diez-
con el circuito Veracruz-Manila, con su es-
mo, nulo como entrada para la real hacienda
cape a China e India. aunque con la trascendencia de eximir al Es-
tado de transferir parte de sus ingresos para
29 Para este aspecto pueden consultarse algunas obras: A, solventar las actividades de la Iglesia.
Canabrava, O comércio portugués no Río da Prata, 1580- E n l o q u e h a c e a la c i r c u l a c i ó n d e m e r -
1640. Sao Paulo, 1944; G. Céspedes del Castillo, Lima y
Buenos Aires. Repercusiones económicas y políticas de la cancías, el impuesto más significativo fue el
creación del virreinato del Plata. Sevilla, 1947; W. Borah, almojarifazgo, que alcanzó al 15% del valor
Early colonial trade and navigation between Mexico and calculado de la circulación; las importaciones
Peru. Los Angeles, 1954; F. Mauro, Le Portugal et l’Atlan-
tique au XVIIe siecle (I570-1670). Etude économique. París,
1960. 30 Juan de Matienzo. Obra citada, pág. 97.
22 REVISTA EURE

pagaron esa tasa no sobre la base de los va- dirá: "En todas las dichas mías e dicho que
lores de Sevilla sino de acuerdo a los infla- la conservación y fuerça desta tierra está en
dos precios del mercado americano. El almo- favorecerse y labrarse los minerales della, y
jarifazgo igualmente se cobró en el intercam- minorar las demás grangerías, para quien se
bio interregional. Luego estaba la alcabala, dan yndios en todo el R eyno, los quales e
un impuesto aplicado tanto a la primera co- quitado gran parte así dellos..." 3 3 . Es muy
mo a las sucesivas ventas de que era objeto conocido que la política de apoyo a la m i-
un artículo. L a recaudación fiscal aprove- nería y de sectorialización de la mano de
chó asimismo del tráfico de esclavos, paten- obra indígena desemboca en el sistema de
tes, papel sellado y otros múltiples recursos. la mita.
De lo recaudado por vía fiscal, el Estado Pero la estrategia de controlar la produc-
gasta en el espacio colonial un porcentaje ción del espacio peruano, subordinándola a
variable, del 30 al 50% en épocas normales, los intereses metropolitanos, ofrece flancos
con una fuerte tendencia a agotarlo en dos riesgosos. Se puede postular rígidamente que
rubros: mantención de la burocracia y si- para maximizar el excedente y perpetuar la
tuados y gastos de guerra. dominación, "para más seguridad de estos
Ahora bien, para maximizar la captación estados que dependan de ella, es justo que
del excedente a través del método fiscal (y sean necesitados y tengan necesidad de cosas
el monopolio comercial), la metrópoli nece- y . mercadurias de esos Reynos [España], co-
sita ordenar una política económica coheren- mo lienços, paños, sedas, vino y otras cosas
te a tales propósitos. Unas cuantas notas al que por este trato es grande el comercio en-
respecto desplegarán los lineamientos direc- tre estos estados y esos reynos, y esto se pue-
trices de la estrategia metropolitana en el es- de sospechar cesara según la fertilidad de esta
pacio peruano. Lo primero, lo esencial, ha- tierra que cria y da todas cosas, yngenios, ofi-
cer valer todo el peso del Estado para prote- cias y artificios que a todo se dan ya y no
ger y desarrollar el sector minero, o sea mul- estando esta tierra necesitadas de estas cosas
tiplicar el crecimiento hacia afuera (hacia la cesara el comercio" 34.
metrópoli) del espacio: "Como vuestra ma- La última cita plantea lo complejo que re-
gestad y su real consejo de las indias tan bien sulta aplicar estrictamente la política de con-
t i e n e n e n t e n d i d o . .. " , l a s m i n a s s o n " . . . t o - trol de la producción. Si por un lado una
do el caudal desta tierra... sin las quales ni lógica preside la dependencia económica del
vuestra magestad tendra los quintos ni los espacio dominado, por el otro esa misma ló-
almojarifazgos pues los comercios de esos gica abre camino a los conflictos con los gru-
Reynos los trae la plata y oro de las minas pos agrarios e industriales locales que han
destos…" 31. surgido por el propio desarrollo de la econo-
O tro principio de la política de dom ina- mía colonial. De allí la doble responsabili-
ción exige planificar la sectorialización de la dad de los virreyes, la obligación de acudir
mano de obra y de la producción. El virrey a las necesidades de la metrópoli, por lo
T o l e d o l o e x p r e s a con n o t a b l e c l a r i d a d : "qual se embia a vuestra magestad la mayor
''...siendo el número de los yndios poco... cantidad de plata que se a podido aver por
devese considerar con el poco paño que ay todas vias", y al mismo tiempo la "no menor
dellos si es m as util que se den para la la - obligacion a conservar a vuestra magestad
var de las minas o para las grangerias lavo- e s t a h e r e d a d y no a y e n t u r a l l a … " 3 5 . E s t e
res y comidas de la tierra, de las quales se juego de oposiciones es tanto más significa-
podrían yr cercenando algunas de las que
digo en la memoria de hazienda que se pue- 33 Carta del virrey Toledo al rey del 18-4-1578. En V.
den mejor pasar aca con esperallas de M. Maurtua, Juicio de límites entre el Perú y Bolivia. Prueba
peruana. Tomo I. Barcelona, 1906, pila. 122.
alla...'' 32. Años más tarde, el mismo Toledo 34 Carta del virrey conde de Nieva al Consejo de Indias,
del 30-4-1562. En R. Levillier, Gobernante del Perú. Car-
31 Carta del virrey Toledo al rey del 8-12.-1570. En R. tas y papeles. Tomo I. Madrid, 1921, pág. 411. El subra-
Levillier, Gobernantes del Perú. Cartas y papeles. Tomo III. yado es nuestro.
Madrid, 1921, pág. 327. 35 Carta del virrey Toledo al rey del 8-2-1570. lbid.
32 El mismo documento, pág. 348. Tomo III, pág. 313.
INTEGRACION Y DESINTEGRACION REGIONAL 23

tivo cuando se recuerda y se teoriza sobre las Recapitulemos lo expuesto. Creemos que
guerras civiles peruanas de la década de en la primera sección se logró mostrar la in-
1540: "La raiz de los motines y levantamientos tegración regional del espacio peruano y
desta tierra, entiendo que es causada de cosa cuáles serían sus factores y modalidades
tan nueva para ella, como es hazer justicia o principales. Para aludir a la quiebra del pro-
de querer aumentar y beneficiar la Hazienda ceso titulamos la segunda sección Crisis y
R e a l … " 3 6 . Existiendo a n ta g o n is m o s , c o n tr a - desintegración. La crisis ha aparecido, pero
dicciones entre los intereses de la metrópoli y ¿sucede lo mismo con la desintegración? He-
el grupo social dominante del espacio colo- mos referido, en varias páginas, el declive
nial, una política excesivamente dura, rígida, de la capacidad estructurante de Lima y
puede hacer estallar la estructura de domi- Potosí, el descenso de los sectores externos
nación; para hacer dura ésta, "no aventuralla", regionales, la pérdida de intensidad y cam-
son necesarias las concesiones, las medidas bios de dirección de la circulación mercantil,
intermedias. Los intereses de los grupos de el proceso de ruralización, los efectos dis-
empresarios locales, las intenciones y la flexi- ruptivos del contrabando y el ascenso de
bilidad de la política metropolitana, he ahí Buenos Aires. Pero si entendemos por desin-
otro elemento fundamental para entender tegración un proceso rápido y tajante de rup-
este modelo sobre el crecimiento económico tura y disolución de los vínculos y relaciones
y la integración regional del espacio peruano. políticas y económicas nuestro ejemplo es-
capa a esa definición. Podríamos, entonces,
El gráfico que sigue contabiliza las reme- relativizar o modificar el planteo inicial
sas hechas por cuenta de la Real Hacienda transformándolo en visión crítica: lo vulne-
directamente desde Lima a España 3 7 . Por lo rable que era dicha forma de integración a
tanto, no incluye lo que el Estado recauda ciertos cambios y perturbaciones. Sin embar-
por derechos de almojarifazgo del vital cir- go, en el caso de introducir el concepto de
cuito Sevilla-Portobelo-Lima, que elevaría que cada sociedad histórica tiene su propio
notablemente la curva del excedente del es- ritmo de transformaciones, obtendríamos el
pacio peruano captado por el Estado a través derecho a extender la duración del análisis y
del método fiscal. sostener que el modelo planteado permite vi-
sualizar el punto de arranque de la desinte-
El gráfico resulta elocuente. El estado me- gración del espacio peruano. Que las contra-
tropolitano, con la detracción del excedente
dicciones internas desatadas por la crisis, la
que captura del espacio colonial peruano,
presión de nuevos elementos externos y el
también es alcanzado por la crisis. Y siendo
hecho de que las posibilidades de desarrollo
ese excedente el objetivo prioritario al que del modelo de crecimiento económico regio-
apunta el sistema de dominación, éste, al fin, nal hayan alcanzado su techo en ese espacio
manifiesta explícitamente su irracionalidad. limitado, siguen corroyéndolo y concluyen
* * * por romperlo. La primera partición, dentro
del orden colonial, acontece con la creación
de los virreinatos de Nueva Granada y del
36 Carta del vurey Toledo al cardenal de Siguenza del
20-3-1572. Ibid. Tomo IV, pág. 3-17. EI subrayado es nues- R ío de la P lata. Y luego la fragm entación
tro. más menuda aunque más significativa, al
37 Fuentes: C. Báncora, Las remesas de metales preciosos quebrar el orden colonial, da origen a los
desde el Callan a España en la primera mitad del siglo XVII.
R e v i s t a d o I n d i a s . A ñ o X I X , N º 75, 1959, M . E . R o d r í -
estados nacionales del siglo XIX.
guez Vicente, Las caudales remitidas desde el Perú a España
por cuenta de la Real Hacienda. Series estadísticas. 1651-
1739. Anuario de Estudias Americanos, Nº XXI, 1964.

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