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De la misma manera, nos parece algo ex- de su sector dominante, la minería de la pla-
cesivo pensar el espacio colonial hispanoame- ta, sector que asimismo la cohesiona interior-
ricano como si fuera un bloque uniforme y mente o, de otra manera, la integra regional-
hom ogéneo. P or supuesto que hay tenden - mente. Este espacio económico se superpone
cias y procesos generalizables, una cierta his- coherentemente, con la zonificación política,
toria común, pero se corre el riesgo de sub- en tanto se extiende sobre el ámbito real del
sumir condiciones específicas que marcan, en virreinato del Perú 2 . Actualmente compren-
muchos casos, diferencias zonales de enver- dería Ecuador, Perú, Bolivia, Chile Argen-
gadura. tira y Paraguay.
Según nuestro parecer, la América espa- 1.2. Las características significativas del
ñola de comienzos del siglo XVII se halla espacio peruano en el siglo XVII son su alto
fracturada en grandes zonas económicas que grado de autosuficiencia económica 3 y su
se adelantan a la zonificación política-admi- máximo nivel de integración regional. El
nistrativa o son expresadas por ella. Cada una grado de autosuficiencia queda en evidencia
de estas zonas conforma un verdadero y com- descomponiendo las importaciones en sus ru-
plejo espacio económ ico cuyo diseño m ás bros principales: a) textiles de calidad para
simple sería el siguiente: 1. La estructura se el grupo español, vale decir, para un mercado
asienta sobre uno o más productos dominan- socialmente discriminado b) esclavos ne-
tes que orientan un crecimiento hacia afue- gros, manera de enfrentar la crisis demográ-
ra y sostienen el intercambio con la metró- fica indígena buscando en el exterior ofertas
poli; 2. En cada zona se genera un proceso adicionales de ruano de obra; c) hierro, en
que conlleva una especialización regional del barra y manufacturado 5 . Las importaciones
trabajo, estructurándose un sistema de inter- son saldadas exclusivamente con plata, pro-
cambios que engarza y concede a cada re- ducto que conecta este espacio con el exterior.
gión un nivel determinado de participación
2 Los cronistas del siglo XVII percibieron la unidad de
y desarrollo dentro del complejo zonal; 3. La este espacio: "Pero, en rigor y propiamente, Perú se en-
metrópoli legisla un sistema para comunicar- tiende y dize todo lo que ay desde este río, enterrando en
se directamente con cada zona, al tiempo que él a Quito y sus provincias, hasta más allá de Pasto, y
corriendo la costa hasta Chile por los llanos y por la sierra,
veda el acceso de las otras potencias europeas; hasta entrar en la gobernación de Tucumán...", es decir,
4. La metrópoli regula, interfiere o niega la la jurisdicción de las audiencias de Quito, Lima, Charcas
relación entre estas grandes zonas coloniales. y el reino de Chile. Fray Martín de Murúa, Historia general
del Perú. Madrid, 1964, tomo II, pág. 144.
A una de estas grandes zonas distintivas 3 "Sólo le falta al Perú seda y lino, para con ello tenello
proponemos reconocer con el término de todo de sobra, y no ayer necesidad de mendigar ni esperar
nada de otro ningún reyno ni provincia del mundo (porque
espacio peruano. Constituye, sin duda alguna, hierro, si lo buscasen, sin duda, hallarían minerales de
la pieza fundam ental del im perio en la se- ello)...". Ibid., pág. 164.
gunda mitad del siglo XVI y gran parte del 4 En Lima, en "la esquina prinsipal de la plaça que lla-
man de los mercaderes, salen dos calles, las más ricas que
XVII, nivel a que accede por la gravitación ay en las Yndias, porque en ellas están las tiendas de los
mercaderes, donde se benden todas las cosas preçiosas y de
de la apertura comercial decretada en 1810. Los historiado- estima, que Ynglaterra, Frandez, Françia, Alemania, Ytalia
res revisionistas sostienen que ello liquidó las manufacturas y España produzco, labran y tejen, porque todas las embían
textiles del interior del país, quebrando un proceso de in- y han a parar a esta ciudad, de donde se distrybuyen por
dudable gravitación en el desarrollo económico e industrial todo el Reino, de suerte que, quanto el hombre pudiere
de la nación. La verdad es que concluido su primer ciclo desear de thelas, brocados, terciopelos, paños finos, rajas,
económico la manufactura del algodón, y desplazándose la damascos, rasos, sedas, pasamanos, franjones, todo lo halla-
actividad dominante al sector ganadero, ese interior depen- rán aquí a medida de su boluntad, como si estubiera en
de, ya en el siglo XVII, de la producción de tejidos bastos las muy ricas y frequentadísimas ferias de Anheles, Londres,
de otras regiones del espacio pensarlo. Pero siendo éste un Leon, en Francia, Medina del Campo, Sevilla y Lisboa...".
espacio política y económicamente integrado y con una di- Ibid., pág. 195.
visión regional del trabajo, resulta superflua una discusión 5 Sobre el hierro: "No falta tampoco este necessario mi-
que versa justamente sobre una región que no tenía la es- neral en aquestas provincias fertilisimas de todo genero de
pecialización textil. Para una crítica precisa del "imperialis- ellos, aunque nadie se ocupa en su labor, o beneficio; por-
mo inglés" hay que trasladar el reforme y analizar debida- que todo lo que es Plata no se estima y a trueque de ella
mente sus efectos en las regiones que, por esa división del tra- se trae, y gasta en grandisima abundancia el hierro del no-
bajo, tenían una especialización textil: Quito, los centros y bilísimo Señorío de Vizcaya...". A. A, Barba, Arte de los
"bolsones" textiles de la sierra peruana y los Andes bolivianos. metales. Madrid, 1770, pág. 57.
INTEGRACION Y DESINTEGRACION REGIONAL 13
1726). Al mismo tiempo —¿causa o conse- tuaciones de los precios del sector externo
cuencia de lo anterior?— encontramos la pre- descienden a un nivel que apenas compen-
sencia directa del comercio ilegal francés e san o dejan de compensar los costes de pro-
inglés llenando el vacío dejado por el espa- ducción, llegando a su mínima expresión a
ciamiento de las flotas. El contrabando co- desapareciendo la tasa de rentabilidad de
mienza a marcar una serie de trizaduras en cada unidad económica.
los circuitos tradicionales del espacio perua-
Tomemos a Chile para ejemplificar regio-
no y termina por voltear la rígida estructura
nalmente la crisis general del espacio perua-
comercial que privilegiaba a Lima.
no. Los productos del sector externo han ido
Paralelamente a estas declinaciones se pro- "...reduciéndose a tan bajos precios que se
duce en Lima y Potosí un movimiento de an puesto los vecinos en animo de no ve-
desconcentración demográfica. En el centro neficiarlos este año por no poder resarcir el
minero, "con la decadencia sucesiva, volvie- c o s t o n a t u r a l que tiene . . . " 2 4 . D e l a m i s -
ron a los empleos de la agricultura y del co- ma manera, según el testimonio de alguien
mercio innumerables gentes que, con la sed "...que ha cuarenta y dos años que conoce
de la plata, estaban como estancadas en esta este Reyno de Chile y sus fronteras donde
Villa" 21 . De tal modo, la población de Potosí ha militado continuamante, y no se acuerda
baja de aquellos posibles 150.000 habitantes haber visto este dicho R eyno en el estado
que pudo tener en los momentos de máximo miserable de pobreza en que hoy se alla...",
auge a 70.000 hacia finales del siglo, a tanto, que aún comparándolo con el duro
56.000 en 1720 y a 25.000 habitantes en años golpe del alzamiento general indígena de
posteriores. Potosí deja de ser aquel merca- 1655, "...no estuvo respectivamente tan
do multitudinario de altos precios. En Lima consumido y pobre y acabado como al pre-
opera el mismo fenómeno desconcentrador sente, cuya calamidad atribuye este testigo
aunque con una intensidad menor, ya que a que no tiene balor ni precio alguno los ge-
de 50.000 habitante; que habría tenido a neras y frutos de la tierra con que se abas-
mediados del sigla XVII desciende a 37.000 t e c e e l R e y n o d e l P e r u . . . " 25.
hacia 1700, o sea una pérdida de población
del orden del 25% 2 2 . Baja en la producción 2.3. Un período de crisis puede ser un
y circulación de plata, desconcentración de- excelente mirador para testimoniar acerca de
mográfica, rompimiento de la estructura co- la fortaleza o las falencias de una estructura
mercial monopólica, unos pocos elementos económica social. Algo de esto veremos ana-
que sugieren la declinación de Lima y Potosí lizando someramente los posibles movimien-
como polos de crecimiento, la mengua de su tos y estrategias que pueden manifestarse en
capacidad estructurante del espacio peruano. nuestro espacio para remontar la crisis.
2.2. La crisis de los centros dominantes Podemos comenzar interrogándonos sobre
tiene sus reflejos más visibles —al menos los una posible opción regional, la de alterar la
que pueden medirse mejor— en el compor-
tamiento del régimen de precios y del volu-
men físico de producción de cada sector ex-
el virrey Toledo en 1569, "...halló en la tierra mucha dis-
terno regional. Los precios también trazan minución de la potencia de plata que había tenido, por
(como la producción minera de Potosí) una haberse acabado los metales ricos de este cerro. Y con esta
larga onda descendente que no conoce pau- f a l t a e s t a b a t r o c a d a t o d a l a t i e r r a . Y esta r u i n a y d a ñ o
tan general íbase cada día sintiendo más, por la poca plata
sas durante todo el siglo XVII y que alcanza, q u e h a b í a y e l p o c o p r e c i o y mala e x p e d i c i ó n q u e t e n í a n
con seguridad, sus puntos más bajos en las todas las mercaderías, en especial le ropa y frutos de
la t i e r r a , y sus c o m i d a s y m a n t e n i m i e n t o s , c o n t r a t a c i ó n
últimas dos o tres décadas 23. Allí las fluc- de coca y ganado, que es muy importante, con que se habían
rebajado las tasas del reino...". L. Capoche, Relación ge-
21 P. V. Cañete y Domínguez, Guía de la provincia de neral de la Villa Imperial de Potosí. Biblioteca de Autores
Potosí. 1787. Potosí, 1952, pág. 56. Españoles. Tomo CXXII. Madrid, 1959, pág. 115.
22 R. Vargas Ugarte, Historia general del Perú. Virrei- 2 4 A r c h i v o N a c i o n a l de Chile. C o l e c c i ó n G a y - M o r i a .
nato. Tomo IV. Lima, 1966, pág. 46 Volumen 24, folio 193.
23 Comparar los efectos de esta crisis con los efectos de 25 Archivo Nacional de Chile. Colección Vicuña Mackenna.
la primera gran depresión potosina del siglo XVI. Al llegar Volumen 300, folio 5.
INTEGRACION Y DESINTEGRACION REGIONAL 19
composición del sector externo desplazándolo no más bien la evasión de metálico. De ahí
hacia una nueva producción. Para ello habría que esta forma ilegal de relación con econo-
que superar un primer obstáculo, la anterior mías desarrolladas situadas fuera del orden
adaptación de la estructura productiva para colonial sólo origina en el espacio peruano
satisfacer un tipo especializado de demanda, los siguientes efectos: 1) no dinamiza ni in-
adaptación que puede ser o no fácilm ente cita al crecimiento de los sectores externos
reversible. Luego, cabe la pregunta del sen- regionales; 2) al ocupar el lugar que deja la
tido de dicho m ovim iento si la alteración crisis del sistema mercantil monopolista es-
significa volcarse hacia una nueva produc- pañol mantiene la tendencia al consumo sun-
ción que también está envuelta en la depre- tuario del grupo social dominante; 3) a tra-
sión general de precios. Sin embargo, cómo vés de la evasión de oro y plata habría agu-
encaja en el esquema la conocida reconver- dizado —o mantenido— la tendencia descen-
sión productiva de Chile, cuya concurrencia dente de los precios, si es que dicha tenden-
a la apertura del mercado triguero de Lima cia se explica en parte por factores moneta-
desplaza la tradicional actividad ganadera rios; 4) constituye un elemento disruptivo
y convierte en dominante al sector agrícola con respecto a las formas de integración re-
cerealero. Si bien el ejemplo tiene una tras- gional del espacio peruano al dislocar la es-
cendencia notable para Chile, en cuanto al tructura de los circuitos comerciales externos
espacio peruano no es más que eso, un ejem- e internos. Fundamenta el ascenso de Buenos
plo excepcional fundamentado sobre la crisis Aires y la hegemonía del puerto atlántico so-
de los valles trigueros situados arriba de Li- bre el interior del espacio peruano en com-
m a. P or otra parte, luego de una breve co- petencia con Lima.
yuntura de precios altos y apenas la produc- Además de las alternativas mencionadas
ción de C hile com ienza a adecuarse al vo - puede pensarse en otra tercera, formalmente
lumen de la demanda del nuevo mercado, el muy cercana a algunos proyectos contempo-
trigo cae, con toda probabilidad, en la ten- ráneos de desarrollo económico. En efecto,
dencia general de baja de precios. La renta- si la crisis minera presupone una aguda dis-
bilidad de la hacienda triguera chilena debe m inución de la capacidad de im portar del
haber sido mínima luego del primer y corto espacio peruano, de ahí a concebir un even-
momento de bonanza. tual proceso de sustitución de importaciones
Otra alternativa hipotética consistiría en hay un tramo muy pequeño que se recorro
la aparición de un nuevo centro dinámico de con un paso. Para encarar esta alternativa de
la economía del espacio peruano. Sólo se con- la sustitución debemos particularizar las im-
cibe ubicado fuera de él y del dominio es- portaciones y tomar únicamente en conside-
pañol; por lo tanto, dicho movimiento esta- ración a los textiles de calidad. El camino
ría negado de base por los propios moldes para este proceso también está cerrado. Su-
de relación espacial forjados por la política pongamos que aquel espacio podía afron-
metropolitana. Es sabido que una parte de tar positivamente la primera traba, capital
estos moldes se rompen con la irrupción del para invertir en el equipamiento industrial,
contrabando, pero de ninguna manera se especialización técnica de la mano de obra.
pueden confundir los efectos del contraban- Restan todavía dos cercos insuperables. El
do en este período con la teoría de "la ex- primero, la permanente y sistemática nega-
pansión del comercio y la trasmisión del cre- tiva de la metrópoli a permitir la locali-
cimiento económico que plantean algunos zación de ese tipo de manufacturas en His-
economistas para el siglo XIX 2 6 . El contra- panoamérica. La racionalidad del sistema
bando estuvo lejos de significar el surgimien- restrictivo aparece cuando reconocemos uno
to de una fuerte y continua demanda de ma- de los elementos constitutivos principales
terias primas (aunque podrían haber sido ex- de la dominación colonial: para maximi-
cepción es el cacao de Guayaquil, el cobre de zar la captación del excedente, la metrópoli
La Serena y los cueros de Buenos Aires), si- se reserva el privilegio de proveedor absolu-
to de los textiles de calidad que consume el
26 Nurkse, Equilibrio y crecimiento en la economía
espacio dominado. El segundo cerco lo le-
mundial. Cap. II Madrid, 1964. vanta el contrabando y su oferta sustitutiva
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dos esquemas que han reinado en el interior 4) la regulación estricta de las relaciones
de la disciplina histórica y que conciben al de intercambio con los otros espacios colo-
Estado español como el Hacedor de la es- niales de la América española.
tructura colonial. La sobrevaloración mítica
de este elemento radica tanto en la calidad 3.2. La captación del excedente
de las abstracciones como en los propios as- Una de las premisas de la larga historia
pectos técnicas del trabajo histórico. Se han colonial reside en que las posesiones domi-
contentado con las apariencias, con el plano nadas deben alcanzar un nivel tal de renta-
de las manifestaciones explícitas, sin pene- bilidad que asegure el financiamiento de la
trar en el sistema de relaciones subyacentes. administración y de la defensa militar, satis-
Valga la advertencia, en tanto la redefini- faga —en alguna medida— las pretensiones
ción dialéctica del rol del E stado se sitúa sociales y económicas del grupo dominante
más allá de las intenciones de nuestra co- interno y genere una corriente de excedente
municación. Aquí señalaremos sólo dos as- hacia la metrópoli.
pectos relevantes de la compleja relación en- Juan de Matienzo, un lúcido funcionario
tre espacio colonial y Estado metropolitano. de la burocracia peruana del siglo XVI, di-
buja con notable perspicacia la cadena inter-
3.1. E l encuadram iento del espacio pe -
na de apropiaciones sucesivas que siguen al
ruano primer acto de la producción de plata, y con-
Para consolidar la permanencia de su do- cluye: "Todo esto viene a parar cada año a
minación, el Estado metropolitano debe for- España, e ninguna cosa —o muy poca— que-
mular y encauzar una política de estructura- da en este Reino, lo cual se ve claro, pues de
ción interna del territorio dominado, valoran- cincuenta millones que se han sacado del ce-
do las realidades económicas y sociales pre- rro de Potosí y Porco y su contratación, de
existentes como las nuevas formas concretas veinte y dos años que se descubrieron, no
que impone el grupo privado de los conquis- parece que haya en todo el Reino cuatro mi-
tadores. Al mismo tiempo dispone los cercos llones " 3 0 . Del problema general que plan-
para evitar conexiones disruptivas con otros tea la cita de M atienzo, desglosaremos un
espacios y canaliza los intercambios entre co- aspecto: el manejo de la Hacienda Pública
lonias y metrópoli mediante un estricto sis- como método del Estado para captar una
tema de accesos. Se trata de lograr dominios parte del excedente colonial.
cerrados, sin canales de escape que le signi- Los impuestos directos de mayor enverga-
fique compartir con otros países el exceden- dura pasaron sobre el sector minero con los
te colonial. De allí cuatro rasgos distintivos nombres de cobo y quinto. Siendo la mine-
de la política de encuadramiento 29: ría el sector dominante de la economía pe-
ruana, cobas y quintos concedieron dentro
1) la jerarquización de Lima como único
de ella una posición excepcional al Estado
punto de entrada y salida del espacio.
que obtenía, sin inversiones ni riesgos pre-
2) la oclusión hacia el Atlántico portugués. vios, una participación del 21,2% de los me-
tales preciosos refinados. Los sectores agrí-
3) la resistencia y negativa al entronque cola y ganadero fueron gravados por el diez-
con el circuito Veracruz-Manila, con su es-
mo, nulo como entrada para la real hacienda
cape a China e India. aunque con la trascendencia de eximir al Es-
tado de transferir parte de sus ingresos para
29 Para este aspecto pueden consultarse algunas obras: A, solventar las actividades de la Iglesia.
Canabrava, O comércio portugués no Río da Prata, 1580- E n l o q u e h a c e a la c i r c u l a c i ó n d e m e r -
1640. Sao Paulo, 1944; G. Céspedes del Castillo, Lima y
Buenos Aires. Repercusiones económicas y políticas de la cancías, el impuesto más significativo fue el
creación del virreinato del Plata. Sevilla, 1947; W. Borah, almojarifazgo, que alcanzó al 15% del valor
Early colonial trade and navigation between Mexico and calculado de la circulación; las importaciones
Peru. Los Angeles, 1954; F. Mauro, Le Portugal et l’Atlan-
tique au XVIIe siecle (I570-1670). Etude économique. París,
1960. 30 Juan de Matienzo. Obra citada, pág. 97.
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pagaron esa tasa no sobre la base de los va- dirá: "En todas las dichas mías e dicho que
lores de Sevilla sino de acuerdo a los infla- la conservación y fuerça desta tierra está en
dos precios del mercado americano. El almo- favorecerse y labrarse los minerales della, y
jarifazgo igualmente se cobró en el intercam- minorar las demás grangerías, para quien se
bio interregional. Luego estaba la alcabala, dan yndios en todo el R eyno, los quales e
un impuesto aplicado tanto a la primera co- quitado gran parte así dellos..." 3 3 . Es muy
mo a las sucesivas ventas de que era objeto conocido que la política de apoyo a la m i-
un artículo. L a recaudación fiscal aprove- nería y de sectorialización de la mano de
chó asimismo del tráfico de esclavos, paten- obra indígena desemboca en el sistema de
tes, papel sellado y otros múltiples recursos. la mita.
De lo recaudado por vía fiscal, el Estado Pero la estrategia de controlar la produc-
gasta en el espacio colonial un porcentaje ción del espacio peruano, subordinándola a
variable, del 30 al 50% en épocas normales, los intereses metropolitanos, ofrece flancos
con una fuerte tendencia a agotarlo en dos riesgosos. Se puede postular rígidamente que
rubros: mantención de la burocracia y si- para maximizar el excedente y perpetuar la
tuados y gastos de guerra. dominación, "para más seguridad de estos
Ahora bien, para maximizar la captación estados que dependan de ella, es justo que
del excedente a través del método fiscal (y sean necesitados y tengan necesidad de cosas
el monopolio comercial), la metrópoli nece- y . mercadurias de esos Reynos [España], co-
sita ordenar una política económica coheren- mo lienços, paños, sedas, vino y otras cosas
te a tales propósitos. Unas cuantas notas al que por este trato es grande el comercio en-
respecto desplegarán los lineamientos direc- tre estos estados y esos reynos, y esto se pue-
trices de la estrategia metropolitana en el es- de sospechar cesara según la fertilidad de esta
pacio peruano. Lo primero, lo esencial, ha- tierra que cria y da todas cosas, yngenios, ofi-
cer valer todo el peso del Estado para prote- cias y artificios que a todo se dan ya y no
ger y desarrollar el sector minero, o sea mul- estando esta tierra necesitadas de estas cosas
tiplicar el crecimiento hacia afuera (hacia la cesara el comercio" 34.
metrópoli) del espacio: "Como vuestra ma- La última cita plantea lo complejo que re-
gestad y su real consejo de las indias tan bien sulta aplicar estrictamente la política de con-
t i e n e n e n t e n d i d o . .. " , l a s m i n a s s o n " . . . t o - trol de la producción. Si por un lado una
do el caudal desta tierra... sin las quales ni lógica preside la dependencia económica del
vuestra magestad tendra los quintos ni los espacio dominado, por el otro esa misma ló-
almojarifazgos pues los comercios de esos gica abre camino a los conflictos con los gru-
Reynos los trae la plata y oro de las minas pos agrarios e industriales locales que han
destos…" 31. surgido por el propio desarrollo de la econo-
O tro principio de la política de dom ina- mía colonial. De allí la doble responsabili-
ción exige planificar la sectorialización de la dad de los virreyes, la obligación de acudir
mano de obra y de la producción. El virrey a las necesidades de la metrópoli, por lo
T o l e d o l o e x p r e s a con n o t a b l e c l a r i d a d : "qual se embia a vuestra magestad la mayor
''...siendo el número de los yndios poco... cantidad de plata que se a podido aver por
devese considerar con el poco paño que ay todas vias", y al mismo tiempo la "no menor
dellos si es m as util que se den para la la - obligacion a conservar a vuestra magestad
var de las minas o para las grangerias lavo- e s t a h e r e d a d y no a y e n t u r a l l a … " 3 5 . E s t e
res y comidas de la tierra, de las quales se juego de oposiciones es tanto más significa-
podrían yr cercenando algunas de las que
digo en la memoria de hazienda que se pue- 33 Carta del virrey Toledo al rey del 18-4-1578. En V.
den mejor pasar aca con esperallas de M. Maurtua, Juicio de límites entre el Perú y Bolivia. Prueba
peruana. Tomo I. Barcelona, 1906, pila. 122.
alla...'' 32. Años más tarde, el mismo Toledo 34 Carta del virrey conde de Nieva al Consejo de Indias,
del 30-4-1562. En R. Levillier, Gobernante del Perú. Car-
31 Carta del virrey Toledo al rey del 8-12.-1570. En R. tas y papeles. Tomo I. Madrid, 1921, pág. 411. El subra-
Levillier, Gobernantes del Perú. Cartas y papeles. Tomo III. yado es nuestro.
Madrid, 1921, pág. 327. 35 Carta del virrey Toledo al rey del 8-2-1570. lbid.
32 El mismo documento, pág. 348. Tomo III, pág. 313.
INTEGRACION Y DESINTEGRACION REGIONAL 23
tivo cuando se recuerda y se teoriza sobre las Recapitulemos lo expuesto. Creemos que
guerras civiles peruanas de la década de en la primera sección se logró mostrar la in-
1540: "La raiz de los motines y levantamientos tegración regional del espacio peruano y
desta tierra, entiendo que es causada de cosa cuáles serían sus factores y modalidades
tan nueva para ella, como es hazer justicia o principales. Para aludir a la quiebra del pro-
de querer aumentar y beneficiar la Hazienda ceso titulamos la segunda sección Crisis y
R e a l … " 3 6 . Existiendo a n ta g o n is m o s , c o n tr a - desintegración. La crisis ha aparecido, pero
dicciones entre los intereses de la metrópoli y ¿sucede lo mismo con la desintegración? He-
el grupo social dominante del espacio colo- mos referido, en varias páginas, el declive
nial, una política excesivamente dura, rígida, de la capacidad estructurante de Lima y
puede hacer estallar la estructura de domi- Potosí, el descenso de los sectores externos
nación; para hacer dura ésta, "no aventuralla", regionales, la pérdida de intensidad y cam-
son necesarias las concesiones, las medidas bios de dirección de la circulación mercantil,
intermedias. Los intereses de los grupos de el proceso de ruralización, los efectos dis-
empresarios locales, las intenciones y la flexi- ruptivos del contrabando y el ascenso de
bilidad de la política metropolitana, he ahí Buenos Aires. Pero si entendemos por desin-
otro elemento fundamental para entender tegración un proceso rápido y tajante de rup-
este modelo sobre el crecimiento económico tura y disolución de los vínculos y relaciones
y la integración regional del espacio peruano. políticas y económicas nuestro ejemplo es-
capa a esa definición. Podríamos, entonces,
El gráfico que sigue contabiliza las reme- relativizar o modificar el planteo inicial
sas hechas por cuenta de la Real Hacienda transformándolo en visión crítica: lo vulne-
directamente desde Lima a España 3 7 . Por lo rable que era dicha forma de integración a
tanto, no incluye lo que el Estado recauda ciertos cambios y perturbaciones. Sin embar-
por derechos de almojarifazgo del vital cir- go, en el caso de introducir el concepto de
cuito Sevilla-Portobelo-Lima, que elevaría que cada sociedad histórica tiene su propio
notablemente la curva del excedente del es- ritmo de transformaciones, obtendríamos el
pacio peruano captado por el Estado a través derecho a extender la duración del análisis y
del método fiscal. sostener que el modelo planteado permite vi-
sualizar el punto de arranque de la desinte-
El gráfico resulta elocuente. El estado me- gración del espacio peruano. Que las contra-
tropolitano, con la detracción del excedente
dicciones internas desatadas por la crisis, la
que captura del espacio colonial peruano,
presión de nuevos elementos externos y el
también es alcanzado por la crisis. Y siendo
hecho de que las posibilidades de desarrollo
ese excedente el objetivo prioritario al que del modelo de crecimiento económico regio-
apunta el sistema de dominación, éste, al fin, nal hayan alcanzado su techo en ese espacio
manifiesta explícitamente su irracionalidad. limitado, siguen corroyéndolo y concluyen
* * * por romperlo. La primera partición, dentro
del orden colonial, acontece con la creación
de los virreinatos de Nueva Granada y del
36 Carta del vurey Toledo al cardenal de Siguenza del
20-3-1572. Ibid. Tomo IV, pág. 3-17. EI subrayado es nues- R ío de la P lata. Y luego la fragm entación
tro. más menuda aunque más significativa, al
37 Fuentes: C. Báncora, Las remesas de metales preciosos quebrar el orden colonial, da origen a los
desde el Callan a España en la primera mitad del siglo XVII.
R e v i s t a d o I n d i a s . A ñ o X I X , N º 75, 1959, M . E . R o d r í -
estados nacionales del siglo XIX.
guez Vicente, Las caudales remitidas desde el Perú a España
por cuenta de la Real Hacienda. Series estadísticas. 1651-
1739. Anuario de Estudias Americanos, Nº XXI, 1964.