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Por ejemplo, es fundamental tener buenos hábitos de sueño para tener una
recuperación apropiada. En conjunto con esto, la dieta que lleves puede influir
en el tiempo de recuperación después de tu cirugía.
Lo anterior se debe a que una dieta pos operatoria apropiada, agiliza el proceso
de sanación de las heridas, mientras que disminuye las probabilidades de
complicaciones.
Si sientes nauseas puedes seguir un plan de comidas simples, que son más
fáciles de digerir.
Si comer te produce mucho dolor o es incómodo, opta por una dieta post
operatoria de nutrientes densos, que te aporte una buena base calórica.
Si sólo puedes dar algunos mordiscos por comida, asegúrate que estos te
aporten los suficientes nutrientes para no ir a tener inconvenientes futuros.
Aun así, ten en cuenta que, dependiendo de tu cirugía, igual será tu necesidad
nutricional y calórica.
Fibra
Los alimentos altos en fibra ayudan a estabilizar tu proceso digestivo, reducen el
riesgo de constipación, que es una consecuencia común después de un proceso
quirúrgico.
Proteína
Después de la cirugía, el tejido muscular se encuentra dañado y necesita
reparación. Obtener la proteína adecuada ayuda al sistema a reconstruir esos
tejidos del cuerpo.
Sin embargo, quienes lleven una dieta carnívora deberá evitar las dietas rojas.
Lo anterior, se debe a que tienen niveles muy altos de grasas saturadas, por lo
que lo ideal es consumir carne de pollo, cerdo, pescados o mariscos.
Vitamina A
La vitamina A ayuda al proceso de formación de huesos y piel. También favorece
el sistema inmune en general. La vitamina A es soluble en grasa, por lo que es
mejor consumirla con alimento con grasa saludable para optimizar su absorción.
Vitamina C
Para el proceso de regeneración estructural de las proteínas de la piel, es muy
necesario el colágeno. El consumo de alimento alto en colágeno, es vital en la
recuperación de procesos faciales.