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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SANCRISTOBAL DE

HUAMANGA
FACULTAD DE INGENIERIA QUIMICA Y METALURGIA
Escuela de formación profesional ingeniería agroindustrial
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PRACTICA Nº 7

¨DETERMINACIÓN DE LA CORROSIÓN EN ENVASES DE HOJALATA¨

CURSO: AGROEMPAQUES
SIGLA: TA.342
DOCENTE: ING. HUAUYA PABLO, Percy
ALUMNA:

GRUPO DE PRACTICA: Jueves de 5-8 pm

AYACUCHO –PERU

2018
INTRODUCCIÓN

El uso de envases metálicos en diversas industrias está ampliamente generalizado y las


exigencias en cuanto a la calidad de los revestimientos protectores que se utilizan en el interior
de los mismos es cada vez mayor [G. Hayward et al, 1997]. Esta vida útil está determinada por
la interacción entre el producto envasado y el envase. La parte del envase que contiene el
producto suele ser un sistema múltiple formado por un sustrato metálico, una película
metálica protectora (opcional, usualmente estaño), una película de conversión y una película
poliméríca (usualmente un barniz horneable). La correcta evaluación de la calidad de un
envase pasa por estudiar la composición del sistema multicapa y su respuesta
electroquímica al contenido del envase. Además se hace necesario analizar los fluidos que
están en contacto con el envase a fin de determinar la presencia de sustancias
potencialmente agresivas al sistema multicapa. La falla en los envases de hojalata se produce
cuando el sistema duplex falla ya sea por espesores inadecuados de la película de estaño o
por fallas en la película polimérica. El proceso deterioro se vé agravado, generalmente,
por la naturaleza de los productos almacenados en el envase [Pezzani et al,1978].
I. OBJETIVOS

 Conocer cómo influyen los distintos ácidos en la corrosión.


 Observar la resistencia de películas de recubrimiento frente a los distintos ácidos.
 Determinar el tiempo en que se corroe el envase.

II. MARCO TEÓRICO

Hoy en día la industria alimentaria dispone de numerosos medios para acondicionar y


presentar los alimentos, entre ellos, el envase de hojalata es el de uso más generalizado. En
particular, en Jo referente a la industria conservera los envases de hojalata constituyen
más del 80010 de los utilizados. Este predominio es consecuencia de un conjunto de
propiedades que hacen a este
material particularmente útil para el
envasado de alimentos. La hojalata,
comparada con otros metales,
ofrece una combinación de
características tales como rigidez,
formabílidad, buena conductividad
térmica, resistencia al choque térmico e
impermeabilidad a gases y radiaciones,
conferidas por la base de acero, así como
un aspecto brillante y atractivo y una
relativa inercia química, consecuencia
del recubrimiento de estaño

Junto a las ventajas citadas, de indudable interés práctico, la utilización de los envases de
hojalata plantea ciertos problemas, no siempre despreciables, como son la alteración
de las características sensoriales responsables de la calidad de algunos alimentos, así como
los fenómenos de corrosión del material de envase. En los envases de hojalata en contacto con
los alimentos se desarrollan fenómenos de corrosión de naturaleza electroquímica, al
igual que sucede en toda superficie metálica expuesta a la acción de un medio electrolítico. La
hojalata es un material heterogéneo de estructura estratificada, constituido básicamente
por una lámina de acero al carbono recubierta de estaño por ambas caras. Las distintas
capas constituyentes de la hojalata presentan siempre una estructura discontinua, en mayor
o menor grado, como consecuencia de la porosidad propia o natural (porosidad primaria)
y de los daños o defectos mecánicos (porosidad secundaria) derivados de las
manipulaciones a que se ve sometido el material [R Catalá, 1979)

La falta de continuidad de las capas metálicas permite que el producto envasado entre en
contacto con los distintos metales constituyentes de la hojalata, con la consiguiente
formación de pilas galvánicas, actuando el propio alimento como medio electrolítico; la
presencia de la aleación soldante utilizada en la costura lateral del envase convencional
de tres piezas, así como el barnizado de la hojalata, con la conductividad iónica o electrónica
propia de la película de barniz, contribuyen adicionalmente a la formación de pilas galvánicas.
Las exigencias crecientes de calidad, tanto por parte del consumidor COITIO de los organismos
competentes, hace necesario reducir al máximo la incorporación de iones metálicos al
alimento y mantener, en lo posible, la correcta presentación del envase. De hecho, los
fenómenos de corrosión no pueden eliminarse por completo y siempre se desarrollan con
mayor o menor intensidad. Ahora bien, en la práctica industrial, sí puede reducirse su
extensión de forma muy apreciable, hasta límites razonables, de acuerdo

con la tecnología actual. Para esta reducción es necesario tener un buen


conocimiento de la agresividad del producto a envasar y de los factores que
influyen en el proceso de corrosión, para seleccionar, en consecuencia, el envase idóneo y las
prácticas tecnológicas adecuadas en función de la comercialización prevista para la
conserva.

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