3/7/2018 Cuando la crisis empaña nuestra fe | Conexión de Vida
1. Oración inicial
"Señor grande, justo y soberano, vengo humildemente a tu presencia
a pedir perdón por mi insensatez, por no entender tus propósitos y reclamarte por lo que sucede en mi vida, ilumina por medio de tu Espíritu mi entendimiento para comprender que tienes el control y que ves más allá de lo que yo veo. Enséñame a confiar en ti. Amén."
2. Lee la palabra de Dios
“Respondió Job a Jehová, y dijo: Yo conozco que todo lo puedes, Y
que no hay pensamiento que se esconda de ti. ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza”, Job 42:1-6
3. Reflexiona
El verdadero conocimiento de Dios debe conducirnos a la humildad.
Job entendió que justificarse a sí mismo era una vana esperanza, http://www.conexiondevida.org/devocionales/devocional/2018-07-02 1/3 3/7/2018 Cuando la crisis empaña nuestra fe | Conexión de Vida
esto le estaba impidiendo ser formado por Dios, ahora entendía su
culpa, especialmente por murmurar de Dios en su momento de crisis. Muchas veces nuestras propias crisis y problemas empañan los ojos de la fe y oscurecen nuestro panorama de la vida. Jesús prometió caminar a nuestro lado aún en medio de los problemas, sin embargo, a veces como a Job nos invade la soledad y podemos encontrarnos hablando un lenguaje negativo, de desesperanza, de pérdida, de incredulidad, de frustración… Necesitamos entonces que nuestro entendimiento sea iluminado por el Espíritu de gracia para que Dios revele a su Hijo Jesucristo a nosotros y nos trasforme a su misma imagen, reconociendo que somos pecadores y que necesitamos depender absolutamente de nuestro Creador, por eso es necesario abrir nuestros oídos espirituales y entender que el oír produce fe. La única manera de tener una adecuada visión de Dios es acostumbrarnos diariamente a oír su voz. Dios es omnipotente en contraste con nuestra débil naturaleza, es justo y soberano. Acerquémonos humildemente y con sinceridad a su presencia, no lo culpemos por cualquier error o adversidad que nos suceda. Encontrar dificultades forma parte de la vida y la fe siempre las vence. No olvidemos que la adversidad es como un fuego con el cuál Dios quiere purificarnos y que su mano amorosa nos sostendrá hasta que pasemos la prueba. Él tiene la palabra final en todas las cosas y tiene un propósito con todo lo que hace. Pecamos cuando nos enojamos con Dios y le preguntamos ¿por qué permites que esto me suceda? ¿Confiamos en Él aunque no veamos todavía la respuesta?