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La religión

en los textos históricos


del marxismo
Enrique Miret Magdalena

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La ColecciólI Agora, de Ediciones Sigueme, de textos marxistas que, dada su int eligente se·
Salamanca, publica dos tomos de textos sobre lección, son superiores, como documentación
la religión que son de impol'tanc ia decisiva y representatividad, a la obra publicadaen
para el esclarecim ien to del problema 1"Cligio~ Moscú. Por eso merecen estas obras un dete-
so, El primero contiene textos de Marx y En~ nido aná li sis, una reflexión personal y una
gels, y el segundo de Jaurés, Lenin, Gl'amsci y s incera matización con algunos comentarios.
otros 1, No se trata por lo dicho de una mera traduc-
En España no teníamos nada semejante. Lo ción O adaptac ión, s ino de una reelaborac ión
único disponible era el tomo publicado en que ha ll evado muchas horas y cavi laciones a
Moscú de textos de Marx y Engels acerca de la sus autores para ser amén ticamente represen-
religión. Pero dos teólogos católicos, e l lati~ tativa. ¿Lo han conseguido? Yo creo que sus-
noamericano Assmann y el españo l Reyes Ma~ tanc ia lm ente sí, au nque cada uno podría
te, han emprendido esta ingente y paciente aportar alguna observación de matiz que me-
labor de renovar y amp li ar es ta co lección de °
jorase rectificase determinados puntos, Pero
e l hec ho está ahí para ay uda deestudiososode
aq uellos s impl emente preocupados por el te-
ma.
Muchas veces estamos hartos de leer interpre-
taciones, comen tarios y divagaciones que en
ocasiones desconocen la religión, y en otras el
marxismo. Olvidan la riqueza de la una y del
otro por el cómodo exped iente de ser ingenio-
sos, inventando hipótesis que no tienen base y
son sólo el ucu braciones más o menos arb itra-
rias,
Estos a utores, aunq ue sean de pensamiento
ca tó lico, no se dejan llevar de ningún arán de
in gen io O notoriedad, sino que se limitan a la
paciente labor de escoger lo más desapasiona-
damente que pueden los textos que direc ta O
indirec ta mente se refieren a l tema, enmar-
cándo los históricamente. No se olvide que, a
veces, dice más respecto a la religión lo indi-
rec to que lo directo, lo que se reflexiona sobre
e ll a s in nombrarla que nombrándola concre-
tamente, yeso pasa con a lgunos textos escogi-
dos para esta co lección.

OPIO DEL PUEBLO


Interesa subrayar, a propósito de esta obra,
que la ce leb re frase de Marx «la religión es el
opio del pueblolol suele ser muy mal en tendi da.
No es un ataque gl'Osel'O contra la religión, tal
y como la han comprendido en general los
cl'istianos, sino que la re li gión para Marx es un
necesario consue lo para el proletario que no
tiene-y no tenía, sobre lodo en el sig lo XIX-
otro c1a\'o a donde cogerse, por más que este
clavo ardiese, «Exigir --dice en sus primeros
escritos- que renuncie a las ilus iones sobre su
A lo 1";0 de lo. do. Import.nt.. tomo. publlc.do. si tuación, es exigi¡' que renuncie a una situa·
h .. l •• 1'10 •• PO' L. coletelón Agora (Ed. Sl g~me).
pueden re'".,..e ,.. Ide.. que tobre l. rellgl6n h.n ción que necesita ilus iones .•
m. nl.nldo lo. !MOlido,.. m.nel.I ... detde el Pt"opIo
Mane --en el gl'lb.do de •• Izqule,d_ h .. l. lo. de Es, según eso, la religión un lenitivo,y no trata
nu.ellro. di ••, con ello de criticar Marx a l pueblo por usarlo, ~
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sino de mo\'er las conciencias para compren- zando el proceso de conocimiento de la praxIs
der la ambigüedad de tal procedimiento que revolucionaria ... Por eso «la religión es consi-
si. por un lado, es sedante de una situación derada -por este últ im o-- como una teoría
insoportable, no deja hacer, sin embargo, bas- que se opone a la teoda marxista de una forma
tante para salir de ella. Marx dice tambien directa», oposición radical que estaba ausente
muy claramente que si «la religión es la expre- del pensamiento de Marx.
sión de la miseria real», también en algún
modo es .protesta por la miseria rea].: dos LA SUPERESTRUCTURA RELIGIOSA
aspec tos, pasivo y activo, dignos de tenerlos en
cuenta. En otra ocas ión habló positivamente Muchos autores cató licos suelen con evidente
del .fondo humano del cristianismo», como simplismo inlerpretarcl marxismo dandouna
recuerda Garaudy en varios libros suyos:, y caricatura de la teoría de Marx sobre «infraes.-
Engels en su «Conlribucióll a la Historia del tructura - superestructura»-que aplica a la
Cristianismo Primitivo» ) reconoce, a pesar de religión-, considerando como si sólo fuese la
las cri ticas aceradas que dirige a la religión, infraestructura la quedererl11illase la superes-
Que «el cristianismo es una fase completa- tructura. PCI'O en Marx realmente no es así; la
mente nueva de laevo/ución religiosa, estando infl'aestnlctura cOlUlicio/w, no detcl'mina, la
llamado a convertirse en uno de los elementos superestructura como recuerda Goldman 11,
mas revolucionarios en la historia del espíritu Enu'c ambas ha\' una relación dialéctica, v no
humano». Eso es lo que actualmente está de- sólo una accion de abajo a arriba como se suele
mostrando la n:ligión después de muchas épo-
cas de amodorramiento y pasividad soc ial.
y de Lenin dice uno de sus mayores crít icos, el
Padre Bochenski, O. P., Que era un hombre
excepciona lmente inteligente en el que «lo
más admirable enél esel hecho de que era, a la
vez que hombre de acción, pensador que con
inigualable fuerza penetraba el significado de
la doctrina, cosa prácticamente desconocida
en otros grandes revolucionarios» ~. Esto es lo
que tenemos que acostumbrarnos a reconocer
espontáneamente los católicos, superando
oposiciones ingenuas. Por eso este homb,,-' lk
acción y pensamiento tenía que comprendl.!/"
como comprend ió realmente, que «en el cris-
tianismo primitivo existía un espiritu revolu-
cionario democrático» (citado por R. Garau-
dv) '.
Lenin modificó. con su agudo sentido crítico,
la frase de Mal'x, Que era una simple constata-
ción sociológica, para convenida en un ata-
que a aquellos que promovían este «opio»
para su personal, interesada y egoísta ventaja. pretender, La infracsu'uctura económica con-
.. La religión ----decía Lenin- es opio para el diciona la superestructura religiosa, y \'ice-
pueblo.» Es el opio que le suministran al pue- \-ersa también, Y si alguien no está de acuerdo
blo los poderosos para vivir ellos cómoda- con la tcor'ía marxista (o más bien, tcona:-;)
mente tranquilos en su egoísmo 1>. ace,'ca de la religión, que -al menos- criti-
Esta frase nos recuerdan los autores de esta que lo que de vCI'dad dice e l marxismo, y no el
selección, que ya fue dicha durante el sig lo fantasma que como nuevo Don Quijote se in-
XIX por los especialistas en estudios cnticos ventan muchos para mejor atacado. Procedi-
de las I'cligiones asiáticas, antes de Marx. Sin miento bien usual ent,'e clérigos hasta hace
embal'go, expresa ---en sus dos versiones- bien poco yque hoy, gl'acias a estudiosos como
pcñectamente la posición de Marx y de Lenin, Assmann v Reves Mate, se ha superado.,. se
por la fuerLa concisa que tiene 7. llega a coñclui;' que hay necesidad de estaO b le-
Respecto a Marx, dicen los autores que «En- cer diversos niveles en la crítica marx iana de
gcls endurecc su posición», y esta posición la religión, que se resumen en cuatro: 1) la
más endurecida es .. la que ha influido en la crítica de la Iglesia; 2) la crítica del cristia-
histor-ia comunista». «Rompe Engels la uni- nismo; 3) la crítica de la religión mágica,) 4)
dad mal'Xiana enu'e teoría-praxis, ¡ndependi- lacrítica total de la ,·eligión.Assmann v Reves
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Engels (rs lrslo de Is
pjglns Izqulerd s) endurece
le posición de Jb lll el
c:onMcMrsr q\MI III rell,16n
se opone cM une form e
dlrecle s Is t "rl s
men lsle. Pere Lenln --f oto
sdJunt_, le r.lIg l6n lIen.
su o ngen en le _opresl6n
soclel _ '1 no en .c:t1tud.s
prlvedss sub/.tI"e •.

Mate dicen que las tres primeras criticas son cristianismo que -PO'"su estructura misma-
aceptadas por cristianos, aunque -como e~ c~tá abierto a los demás y a sus problemas,
nawral- la cuarta no lo cs. En el segundo tomo de esta obra, que constara
Hace falla que volvamos a la concepción mar- de tres -y que es el mas novedoso de los dos
xiana de la religión que está dentro de la pra- publicados- se p lantea el mismo tema; pero
xis, y no a la más ideológica de Engels; y lo desde el punto de \ista del marxismo posterior
único que debemos hacer los cristianos es de- a Marx y Enge ls, Los autores seleccionan una
mostrar enlonces con hechos y no con PUl"as ~eric de pensadore-lio por demás importantes,
especulaciones, que la religión no es alienado- para conseguir dar una visión amplia de las
ra. Los cristianos hemos de adoptar un eficaz posturas del marxismo más cercano a noso-
.compromiso por la remoción de estos tres tros ante el fenómeno religioso.
p.-esupuestos opresivos», si es que quel'emos Coleccionan los lcxtos en tres g,"Upos: 1) los
que se tome en serio nuestra religión 9. que corresponden a la «lradiciónlcnil1;sralll; 2)
En Engels -a pesar de su acerada crítica al lo~ de aqucl lo!<. qUl' se podrían llamar «prácti-
cristianismo-- se encuentran, sin embargo, c'o,/It'({'rmloHJ \ , \ qlh.' nl.\lltl';II1l.'¡ prohh:md
dos dementos positivos que desprende del superando interpretaciones rígidas doctrina-
cristianismo (y no de otras religiones). Que el rias, prefiriendo enfocarlo en forma práctica)'
cristianismo es . Ia primera religión mundial en relación con su contexto histórico - social;
posible»; y que. ademas, en el hombl-e . y bajo 3) la tradición de aquellos «teáricos» que
su responsabilidad, esta la raíz de los males adoptan una postul'a Critica renovadora de los
que :lquejan al mundo, tanto de entonces planteamientos que eran u-adicionales en el
como de hoy. No son, según dice Engels, el marxismo acerca de la religión.
fatalismo ni el evasionismo religioso las ca-
racterísticas del cristianismo en su origen, LEN I N, ¿ APREC IO
co mo, sin embargo. lo fueron después, sino la AL C RISTIAN ISMO ?
responsabilidad personal en conseguir el me-
joramientodel mundo; responsabilidad social Para Lcnin y sus seguidores,. la religión sin l ' lit.
quc se encuentra en la raíz pcrsonalista del de legitimación del poder., aunque tambien ~
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tiene su contrapartida: «es compensación de
las frustraciones de los oprimidos». Por eso es
HISTORIA
- ambigua fa religión, pero para el marx is mo n o
está al bajo nivel que la pusieron a lgunos a n-
DE ESPANA tropólogos de la época, a l opinar que nace del
miedo o de la ignoranc ia. No: en la concepción
leninista la religión tiene su origen en la
ALFAGUARA «opresión social», proviene hoy de los pro-
blemas del m u ndo social y no de act itu des
privadas subjet ivas.
Dirigida por Otro aspecto interesante del len in ismo es su
táctica contra la relig ión. Sus ataq u es a la
Miguel Artala misma no son d irectos, au nque sí más act ivos
en la p,-áctica que en Marx. La superación del
fenómeno re li gioso no se alcanzará, segú n é l,
NOVEDAD por la vio lenc ia d irectamente d irigida con t ra
e ll a, sino sobre todo pOI" e l cambio de la in ·
Gonzalo Anes fraestructura económica de la sociedad ... Se-
ría absurdo creer -dice- que los prejuic ios
IV/ El Antiguo Régimen: re li giosos puedan ser d is ipados sólo por la
Los Barbones propaganda.» De ahí que el Estado socia l ista
proclame, más o menos ampliamente, la Ube¡-·
AV 44, 320 ptas . tad re li giosa. Incl uso «e l part ido no se decla.-a
alea. ¿Por qué? Porque su enemigo no es la
rel ,i gión, sino e l capitalismo». Esa es la gran
Resto de los títulos de la serte diferenc ia, por ejemplo, con el materia li smo
burgués: éste es antirrel igioso, aqué l, en cam·
1/ Condicionamien tos geográficos . bio, no lo es. Su post ura bás ica es anlicapila·
lista y de ahí, creen los leninistas, vend "á la
Edad Antigua superación de la re li gión. Su ateísmo no debe
Angel Cabo y Marcelo Vigil ser m ililante (aunque en algunas épocas
-como la sta li n ista-Io haya sido Rusia); e l
11/ La época medieval problema es más profundo. Según Len in, 1« la
J. A. Garda de Cortázar religión es la necesaria ideología de la 0p l-e-
sión, de i cap ita li smo». Por eso lo que hay que
111/ El Antiguo Régimen: atacar fundamen talmen te es el capitalismo, y
Los Reyes Católi~os y los Austrias así queda"á superada la alienación re lig iosa (
Por último, es de gran interés e l plantea-
Antonio Domínguez Ortiz miento que hace de l materia li smo e l punto de
V/ La burguesía revolucionaria vista leninista. Generalmente, se da en los
ambientes cató li cos un fa lso planteamie n to de
(1808-1874 ) este punto; se identifica len in ismo con mate·
Miguel Artola rialismo vulgar. Pero Lenin defin ió la materia
como «la realidad obje tiva».
VI/ La burguesía conserv adora Algullos filósofos católicos, como R. Vancou rt .
(1874-1931 ) han analizado cuidadosame n te este p lantea·
miento y, al igual que Assmann y Reyes Ma te,
Miguel Martínez Cuadrado han encontrado una c ierta contradicción a l
identificar Lenin materia y realidad. «Allí
VII/ La República _ La Era de Franco donde Len in emp lea la pa labra ma teria li smo
Ramón T amames -dice Vancourt- podríamos sustituir, si n in·
- conveniente alguno, la pa labra reali smo»,
porque part iendo de su defin ición no se puede
identificar ,-ealidad obje tiva con materia fís i·
ALIANZA ca_ Porque las dos cond ic iones fundamenta les
que pone Lenin: que la rea lidad es indepen-
EDITORIAL diente del conocimiento, y que la materia es
anleriOl- a la concienc ia, son verdades bás icas
en todo rea li smo, aunqu e no sea mate r ia li s·
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La concepción del hombre, dentro de este ma-
terialismo burgués, era «a bstracta _; hacía
abstracción de las realidades sociales que in-
ciden en el hombre. y que --en alguna manc-
I"a- lo constituyen. De ahí que olvidase el
materialismo burgués la oc praxis., la com-
plementaria conexión existente entre idea v
acción. que ya se había descubierto germi-
nal mcnte en la concepción bíblica de la vida,
hace más de ve inti c inco siglos, como ha de-
mostrado el filósofo católico Tresmontant 1~.
El hombre no está hecho -lo mismo para el
mat"'(ismo que para la Biblia- sólo para con-
templarel mundo, sino para transformarlo. El
hombre es acción; yen su origen está la acción,
como vis lumbró Goethe en su Fallslo, v como
desarrolló el filósofo católico Maurice Blondel
a fine~ del siglo XIX en su obra. cada vez mas
estimada filosóficamente , «L'Aclioll •.
Quizá la teoría más discutible del leninismo
pam muchos - incluso los autores de esta
obm- es la teoría del conocimiento como re-
flejo. Llevada a su extremo--como yo creo que
también hicieron muchos filósofos católicos
escolásticos que la defendieron antes y des-
pués de Lcnin-lIeva paradójicamente al má-
ximosubjetivismo, porque identifica «mi» re-
P.lmlro Togli.ttl, corno otro. dlngent •• m.n:I.t •• presen lación de la realidad, con «la. represen-
de .u tIempo, pl.nl ••• 1 problema rellglolO a un tación de la realidad, y no es posible, por tan-
nlv.1 puramente pr'ctlco: el de una ell.nza con
lo. cltóllco. p". con.egulr un. mlyor .lIcacll to, ,"ectificar los inevitables errores que son
.ocl.' transformador., producto de nuestra condición oc perspcctivis·
ta _, la que descubrió nuestro Ortega y Gas-
set IJ. Si «mi. perspectiva no tiene el corree·
tivo de saberse «una» perspectiva, identifico
ta 10, Es dificil hacc," es te acercamiento que falsamente la realidad co n mis impresiones
pretendió Lenin, porque muchos físicos. bió- particulares, y caigo así en el más cerrado
logos y pSicólogos (Pascua l JOI"da n, Teilhard subjetivismo, sin darme cuenta y creyendo
de Chardin y M. Pradines. por ejemplo) pien- que soy el más objetivo de los hombres. Es
san que tras la matcria física hay algo il-reduc- necesario el correct ivo de saberse parcial en
tibie y que no es lo que se ha llamado mate- nuc!:>tros planteamientos, en conocerse como
ria I L, Se asemeja al transfondo que también «relativo», pam acercarnos paciente y progre-
-pero en se ntido inverso--sc manifiesta en lo sivamente a lo absolut o lo más que podamos,
espidlLlal. En una palabra, el problema es aunque nunca Ileguemosa e llo perfectamente,
mucho más complejo de lo que supuso el ma- Es lo que en física cons iguió Einstein , y que lo
terialismo decimonónico, del cual en parle se alcanzó revolucionando la ciencia de princi-
impregnó Lcnin en su obra «Materialismo y pios de siglo con sus teorías de la relatividad
empirocriticismo., a pe'ia,"de su!:> critica.::. a lo.::. general y restringida.
fí s icos del materialismo burgues como cl'an Lo que Lenin queda es que lo objetivo fuese la
Mach y Avcnarius. Hay una r~\í7 común en medida de nuestro conocimiento, y noque di-
lodo; o bien en todo se manifiestan dos aspec- vagasemos en e lucubrac ion es s in sent ido. Por
tos, el matcrial .v el espirilOal, lo mbmo en lo eso hemos de hacer un esfuer-L.Q por entender
físico que en lo biológico o en lo pstquico. mejor su teoda del reflejo, que tan ingenua-
Resulta ilustrativo recordar las críticas de Le- mente presentaron como el co l mo de la objeti-
nin al ma terialismo burgués, actitud que fue vidad muchos pensadores cató li cos s in darse
un gran paso hacia las posturas científicas ac- cuenta de su origen leninista. Lenin parte de
tuales , El viejo materialismo de los aleas del dos bases muy i mportantcs, un poco olvidadas
siglo XVIII v XIX era «mccanicista ., sin \i:oo,- en el libro de Assmann y Reyes Mate: que
lumbral' una gt"an conqui!:>1a de la cie ncia mo- _nuestra captación del ser es progres iva . (R. lIrrrrr...
derna: la idea de la cvolucion, del dcsalTollo , Vancourt); y, en segundo lugar, que la reali- r
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dad no c!'. estática. sino dialéctica y, por tanto. al primitivo cristianismo .." entra en la dialéc-
d . renejolO no es puramente contemplatho. tica de la opre!'.ión durante siglos, Pero toda\"ía
sino activo y e\-olutivo. Lenin adopta la po!'.- ~e apreciaDa este espidtu-a pesar de la nega-
tUl-a de J. Dietzgen: • Podemos conocer la ver- lh'a influencia social Que dominaba en el am-
dad absoluta, pero sin integrarse totalmente a biente- en algunos grandes pensadore'\' de
nuestro conocimiento.» Añadiendo. además: aquellos siglos iniciales dd cristianismo,
_ Los límites de la aproximación de nucstro~ como son S. Gregorio Magno, San Basilio,
conocimientos a la verdad objetiva absoluta San Juan Crisóslomo. El Papa San Gregorio
.son históricamente relativos ... Los contorno~ \1a1!no dice: .. Quien acapare para SI lo qUL'
del cuadro son históricamente relativos. pero pudiera servir para el mantenimiento de los
no se puede dudar' que este cuadro represen la pobres, puede decir que comele dia a día tan-
un modelo existiendo objetivamente.» No los a~esinatos como pobres pudieran \"hir de
deja de usar por eso el criterio de la • praxis »; sus excedentes.» Es un planteamiento !'adical
del progreso dialéctico en alcanzar la vel-dad. !:.in duda; pem en el plano mOl-al solamente,
adema~ del nucleo objetivo bá~ico que capta- Ese es el defecto de aquella época bieninten-
mos. Pero sin caer en el pragmatismo que cionada: carece de un instrumentoestl'uctural
tuntocombatc Lenin en los idealistasocciden- que plasme eficazmente ese deseo morali-
tales. o en aquellos que como W. Jame~, estan z.ante que toda,ía estaba \"i,"o entonces en al-
más cerca de nuestro camino, La . praxis » es guno:; para perderse poco después en casi 10-
un instl-umento de acercamiento a la rcalidad. dros. De ahí que el cristianismo-yen eso tiene
no un método único _CO IIIO "'ji» la realidad loda la I-azón Rosa Luxemburgo-- sólo es un
fuese nada más que apariencia. pel"Q sin sabe,· .espiritu lO , nunca una solución, Por eso dice
realmente como es" Hace suya Lenin la frase que, con ello solamentc,.una yez mas se de-
de Engels: . El éxito de nuestras acciones de- muestra que los condicionamientos económi-
muestra la cOITespondcncia de nuestras per- cos son ma~ fuerles que brillantes prédica:s ...
cepciones con la naturaleza objeti,"a de las Hemos de transformar también las estructu-
cosas percibidas, . Esta es la dificil \' progre- ras sociales (y no sólo las institucionalc-'\'. sino
si,a objetividad que e~ta en la base de la "er- también la costumbre social) para conseguir
dadera teoda del renejo, de la que lo peores el la transronnación eficaz de los corazones,
nombre con queL.enin la llama, Sólo dirigirse al corazón no es bastante para
La teoría del !'enejo tan aparentemente discu- lran.\,fol-mar a la generalidad de los hom-
tibie queda aSI bien matintda porel ,"erdadero bres 1".
Lenin. y complemen13da en él por la .praxis . Esta autora, en su concepción marxista am-
realista como criterio de accn:amiento a la plia. propugna también no sólo la lucha di-
,el-dad" recta contra las injusticias sociales, sino .Ia
lucha ideológica directa, para desenmascarar
LOS HETERODOXOS lo engañoso de los ideales actualeslO. El sim-
DEL MARXISMO plismo de algunos seguidores de Marx es supe-
rado en ella, dando importancia decisiva a lo
Si pasamos a los heterodoxos prácticos. As!';- cultural, v no sólo a lo económico-social.
mann y Reyes Mate se fijan preferentemente Otros es~ritos están en una línea práctica,
en Rosa Luxemburgo. La lectura de esta gran como la postura del italiano Toglialti y la del
socialista resulta hoy de gran importancia en francés Thore¡:, que plantean todoe! problema
los paises occidentales. porque su mentalidad religioso a otro nivel: el puramente pragmá-
podría tener muchas ¡'esonancias con la nues- tico de una alianza con los católicos, que sea
\t'a en c\ legitimo art\l1 de buscarun socialismo más o menos c\"entual, pero para conseguj¡'
humano amoldado a nuestra mentalidad. con e.\,la alianza una mayor eficacia social
Rosa Luxemburgo parte sin duda de una base transrormadora.
que hoy chocará prorundamente en un mundo En realidad, éstos. Togliatti ~" Thorc/_. hacen
en el que se hace un mito de la tlseculal-i/a- tluna escisión entre teoria -" pI-axis»: están en
ción». del olvido de lo cristiano" «La soci ..d - un plano de oponunismo, pero nada más, Su
democracia pretende la realización dd t!Spl- actitud no es un moddo que difiel-a sustan-
ritu cri:o.tiano •. es la idea de Rosa Luxembur- cialmente de las rígidas interpretaciones anti-
go. Este .c~ piritu » es el que se manificMa con rreligiosas teóricas, sólo difiere en la :Jctitud
claridad en los pl'imeJ'Os cdsl ianos, aunque práctica.
luego se invierte su central influencia progre· Rosa Luxemburgo, en cambio. da pautas muy
sista, porque los ricos cristianos acaban poco importantes para un planteamiento teórico
después po,- producir la misma di\"ision di..' más amplio de otro tipo. afirmando estas tres
c!a:o.es que c:\Ístl3 en la sociedad que rodeab .. ¡ cosas: 1) la praxis. segun ella, hace rectificar'
120
Se-glin luk6c., al c.-pltall. mo .. al
va rdadaro anaml90 de la religión
ya qua la aoeildad da con.umo
8610 dala . itio al pragmati.mo y la
tecno'ogC. " Por otla fatta. cn..
que la ra llglón no a a,6 nee, ..ri a
cuando advanga el " Individuo
aoelal".

los postulados teóricos co n su cons tanc ia ex- Lo más interesa nte de los a utores de l li bro es
presiva; 2) la esponta ne idad de la masa, d iri- la aport ació n sobre u n pensador desconoc ido
gida por determinaciones obje ti vas y no porc l en tre nosotros, e l hola ndés Antón Pa nnekoek .
capricho, está po r e nc ima de la bu rocracia; 3) Hace este pe nsador u n aná lis is de la pos tura
el partido es el ejecutor de l protagonismo q ue de Lcn in e n ru nc ió n de lascond ic ionessoc ia les
ejerce e l movimiento soc ia l, la masa, y no a l que é l se e ncon tró en Rus ia en tie m po de l zar.
revés. como parece a veces que pi e n san los y saca la consecue nc ia de q ue a l ser su come-
len inistas. Está, pues, Rosa Luxemburgo con- ti do vence r a l zarismo, y lo q ue és te supo nía
tm los dogmat ismos organizativos, y con t ra socia lmen te, e r a lóg ico que to do su p la ntea-
Jos dogmat ismos ideológ icos. Por eso piensa mie nto, q ue apa re n temente era só lo teórico,
que si los cr ist ianos h ub iese n hecho de vCI"dad est u v iera in fl ui do por esta si tu ació n
una transformac ión social pmfun da, los jui- hi stórico-socia l 6, Su larea rue vencer a l za-
cios marxistas sobre e l problema rel ig ioso se ri s mo y las co ndiciones socia les creadas por é l,
rectificarían y ve ndrían rec t ificados en fun- \' «es ta tarea cond ic io nó tanto su estra teg ia
ción de esta transfo r mac ión socia l posit iva. po líti ca co mo s u vers ió n de la teoría revolu-
conseguida por los creye ntes, h acié ndosl! c ionaria», d ice n Assmann y Reyes Ma te.
también positiva la estruc tu ra re li giosa per- Para Pa nnekoek , Len in h ace un plantea mi ento
sonal. del prob le ma re li gioso de m asiado pa recido a l
del ma teria lis mo b urgués. Sin embargo, si la
L OS NUEVOS T E ORlCOS d ife re ncia p rinc ipal e n t re e l materi a li smo
Por uhimo, las teorías críticas ha n p lan teadu burgues y el marxista es tá e n el descu bri·
indudables prob lemas q ue dejó pendie n te!\. m ien to de l hombre como se r soc ial, no puede
Marx. Probab lcmenLe se puede pensar que e l pla n tearse el ma te r ia li s mo marx is ta e l pl'O-
retmsarse el cambio soc ia l q ue h ab ía p l'cvisto blema re l igioso co n a ná logas caracterís ticas a
Marx para su época, no se debía a la rea li dad l'01l10 lo h izo e l rr:a te.-ia li smo burgués.
objetiva, sino a la fa lta de« toma de co n ciencia Es te descu bri mi e nto del ser soc iH1cJI.'1 hom bll.'
de es ta situac ión». E nge ls, en camb io. se in - tic ne. según Pan ne koek, ci nco carac terísticas
clinó por la otra alterna tiva: que «la s ituación bás icas: 1) El m un do na tural no es a lgo .lecho,
objetiva noestaba mad u ra», y por eso es por lo si no «una cl"eación de l tI'abajo t=spiritua l del
que no se producía e l cambio socia l. Len in homb re»; objetiv ismo y su bje ti vismo se unen
siguió el planteamiento de Enge ls, haciendo e n el traba jo de l ho m bre; 2) E l hom bre es
hincapié -según los autol"es- en las condi- d iná m ico y por eso innuye su su bj e ti vi dad en
ciones objeti\'as del camb io. Cosa con la que la socieda d , y no só lo es lo objet ivo lo que
no estoy del lOdo de acuado, pues la socia l iza- in fl uye en e l homb r e; 3) La re lac ió n
ción en Rusia del pequeño comercio fue rre- «ho m bre- na tu raleza» es dialéc ti ca, po r tan to
nada por Lcnin con su nueva política cconó- no es ya e l ho m b l"e un co nte mpl a ti vo de la
mica (N. E. P.), precisamen tc porque no había rca li da d , sino un t ra nsforma dor de la m is m a
adquirido suficiente conciencia el pequeño al que rer aco pl arse a su es truc t ura dia léc ti ca.
comerciante de la necesidad de la soc ial iza- que es la q ue le ll eva a act ua r ; 4) Por eso la
<.:ión y nosolo porque las condic iones objet iva:-. objet ividad del conoc i m iento no es prop ia-
no estaban madums l~. men te la fidelidad a la rea lidad, s ino la capa- ~
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cidad nues tra para transformarla ; está esen- siones, no se les da una forma teórica a estas
cialmente en la pI"axis y no en e l refleja; 5) La expresiones positivas, que sea justificadora de
transfo l-mac ión se produce por la confluencia la posilividad de las manirestaciones religio-
de cerebro y cuerpo: de espíritu y materia, sin sas y no só lo cr iticadora de sus aspectos nega-
olvidar el uno ni la o tra _ tivos? Estas son las pl-eguntas que se despren-
Pannekoek ha plasmado es ta unión del hom- den de muchos textos recogidos por Assmann
bre con su subjetividad actuante, en formas y Reyes Mate.
políticas más democráticas y más centradas No obstante, no hay que olvida¡-que las rene-
en la base popular, dada la fuerza de la perso- xiones que hacen los direrentes marxismos,
nalidad que atribuye a los índividuos en so- plantean profundas inte rrogantes a la re ligión
ciedad: fue por eso el pI-opugnador de los con- «que no han sido s uficientemente respondi-
sejos obreros y de la aULogestión, como con- das», según Assmann y Reyes Mate; y que,
clusión coherente de sus LeOl-ías. desde luego, «exige n serios sauificios a la teo-
y su concepción de la religión no es ni mecani- logía» y a la reflexión cristiana. La s actitudes
cista ni dogmática. No cree que es un producto de triunfalismo cristiano están con ellas a
determinado únicamente por la infraestruc- punto de desapa¡-ecerdel mundo, porque estos
tura social; ni existe tampoco una teoría única triunfalismos , ni cultural ni socialmente,
para estudiar la realidad religiosa, ya que ésta puede pretender ya tenerlos un uistiano que
incide de modo muy distinto según la s épocas, sea consciente de su sentido vital y piense en
y con arreglo a su proceso de influencia va- un futuro mundo autónomo como muchos
riará la hipótesis que explique cada momento queremos . • E. M. M ,
de este proceso, sobre todo cuando resul te cua-
litativamente distinto de otro, lo que, sin du-
BIBLIOGRAFIA
da, pasará cuando la infraestructura econó-
mica valÍe sustancialmente. Entonces podrá (1) Sobre la religion: (1) Marx y Engcls; (II) Jaure:., Lenin.
venir una religión o una religiosidad más pu- Gramsd y otros. Salamanca. 1975.-(2) R. G3raud~': Dc
l"analheme au dialogue; Mar:dsmc du 20'" siccJ..:.-(3) R .
ra. Garaudy; Mar:-.:isme du 20< siecle. París, 1966.-(4) 1. M.
También Gramsci tiene otro planteamiento Bochenski: El materi3lismo dialéctico. Madrid . 1958.-(5)
distinto del tradicional marxista acerca de lo R . G3raudy : O . c.-(6) l. Fct.scher en K, Marx und der Mar-
:tismus, citado W. Post: La crítica de la religión en K. Marx .
religioso. Piensa que «el ma¡-xismo toma el Barcelona , 1972.-(7) Ya el ateo D'Holbach dijo que . la
relevo del papel emancipador que un tiempo religión era el artc de embriagar a los hombres por medio
pudo haber asumido el catolicismo»_ Pero el del entusiasmo_ (Le Christianisme de\'oilé. París, 1761). Y
en 1841 Baueremplea la comparación con el opio, así como
cristianismo cumplió -según él- una fun- en 1843 M . Hess y bastante antes de divulgarla K.
ción socia l , que hoy tiene que ser traspasada al Marx.-(8) L. Goldman n : Scíences humaines et philoso-
phie. París. 1952.-(9) Blanquart y otros: Los cristiano:.
marxismo. frente a la revolució n . Barcclona. 1975; J . Cardonnel: L'in-
Para Lukács, es el capitalismo el enemigo de la surrectionchrctienne, Paris. 1975; J . Girardi: Cristianismo
religión, ya que «la sociedad de consumo no y liberación del hombre. Salamanca. 1973.-(10) R. Van-
court: Marxi:.me et pensée chrctienne. París, 1947.-( 11 ) P.
deja sitio ni a la ontología ni a la intelectuali- Jordan: La Física del siglo xx. México, 1950; M. Pradincs :
dad, sino sólo a l pragmatismo y a la tecnolo- Philosophie de la :.ensat ion. París, 1934; Traite de Psycho-
gía». «Claro que esto no s ignifi ca la liquida- logie génerale. París. t934, dicc que _todo el psiquismo
-incluso espil'itual- está contenido en la sensación y en
ción pura y simple de la reli gión, sino su apa- las tendencias básicas del ser vi\'o_, según transcríbe P.
rición bajo una forma nueva , que no puede ser Foulquie, Psychologie, París. 1952. Y Teilhard mantiene
explicada como lo hacía la crítica clásica de la que las dos energías, material y espiritual. son en el fondo
una: _en el rondo. de alguna manera no debe haber más que
re ligión. » El individuo privado, siempre «nc- una unica Energía que innuya en el mundo _o porque _esen-
cesita una teología » y esta reflexión I'eligiosa cialmente toda energía es de naturdleza psíquica_ (Le phe-
la precisan todos: creyentes y ateos. Pero nomene humain).-(12) C. Tresmontant: Ess...,i surla pensee
hebraique . Paris , 1953; Mao-Tse-Tung: Les transforma-
cuando advenga el individuo social ---el que tions de la l'C\'olution. París. 1970.-(13) Orteg3 yG3sSC t: El
crea el marxismo, segú n Lukács-, ya «nada tema de nuesll·o tiempo. Madrid, 1923; el cartesianismo de
la evidencia en Descartes, Discours de le méthode. 1637, Y
espera de la religión », no será és ta necesaria. en los promotores del jansenismo, A. Arnauld et p, Nicolc:
Para estos teóricos críticos, el proceso trans- La logique ou I'art de pcnser. PalÍs, 1683; el e:.colasticismo
formador de la sociedad desborda la lucha' católíco Joli\'et: Traité de Philosophic. París. 1950, y en J .
M. de Alejandro, S. J .: GnoscOI0g13. Madrid, 1969; la crítica
po lítica, porque «afecta a estructuras cultura- dc estos puntos de vista demasiado simples ver en el cató-
les y al mismo individuo». Pero se puede pen- lico J. He:.sen: Teorfa del conocimiento. B. Aires. 1951 , Y en
sar entonces que si lo intelectual y lo cuhural el profesor agnostico Ch. Perc!man: Justice el raison. Bru-
}(ellcs, 1963; para un planteamiento Critico de la evidenc;ia,
son tan importantes para los teóricos críticos, E. Husserl : Logiquc formalle et logique trasccndenlale. Pa-
¿cómo es que no aceptan el valor c ultural que rl:'. 1957.-( 14) E. Froml11 y M. Maccoby: Sociopsicoanáli.

de hecho tiene la religión?; y ¿cómo es que, :.is del campesino mexicano. México. 1973, estudian la ne·
cesidad de cambio de la estruc tu ra, del _carácter social.,
ante los hechos liberadores que aye¡- y hoy se par·a la transformación social eflcaz.-(15) N. Gourflnkel:
manifestaron en lo religioso en muchas oca- Unine. París , 1959 .

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