Professional Documents
Culture Documents
Transferencia de Calor
El Sol es la estrella más cercana a la Tierra y está catalogada como una estrella enana amarilla. Sus
regiones interiores son totalmente inaccesibles a la observación directa y es allí donde ocurren
temperaturas de unos 20 millones de grados necesarios para producir las reacciones nucleares que
producen su energía.
En función de cómo reciben la radiación solar los objetos situados en la superficie terrestre, se
pueden distinguir estos tipos de radiación:
- Radiación directa: Es aquella que llega directamente del Sol sin haber sufrido cambio alguno
en su dirección. Este tipo de radiación se caracteriza por proyectar una sombra definida de
los objetos opacos que la interceptan.
- Radiación difusa: Parte de la radiación que atraviesa la atmósfera es reflejada por las nubes
o absorbida por éstas. Esta radiación, que se denomina difusa, va en todas direcciones,
como consecuencia de las reflexiones y absorciones, no sólo de las nubes sino de las
partículas de polvo atmosférico, montañas, árboles, edificios, el propio suelo, etc. Este tipo
de radiación se caracteriza por no producir sombra alguna respecto a los objetos opacos
interpuestos. Las superficies horizontales son las que más radiación difusa reciben, ya que
ven toda la bóveda celeste, mientras que las verticales reciben menos porque sólo ven la
mitad.
- Radiación reflejada: La radiación reflejada es, como su nombre indica, aquella reflejada por
la superficie terrestre. La cantidad de radiación depende del coeficiente de reflexión de la
superficie, también llamado albedo. Las superficies horizontales no reciben ninguna
radiación reflejada, porque no ven ninguna superficie terrestre y las superficies verticales
son las que más radiación reflejada reciben.
- Radiación global: Es la radiación total, es decir, la suma de las tres radiaciones (Directa,
difusa y reflejada).
En un día despejado, con Cielo limpio, la radiación directa es preponderante sobre la radiación
difusa. Por el contrario, en un día nublado no existe radiación directa y la totalidad de la radiación
que incide es difusa.
Los distintos tipos de colectores solares aprovechan de forma distinta la radiación solar. Los
colectores solares planos, por ejemplo, captan la radiación total (directa + difusa), sin embargo, los
colectores de concentración sólo captan la radiación directa. Por esta razón, los colectores de
concentración suelen situarse en zonas de muy poca nubosidad y con pocas brumas, en el interior,
alejadas de las costas. Los colectores solares planos pueden colocarse en cualquier lugar, siempre
que la Insolación sea suficiente.
La tasa de irradiación depende en cada instante del ángulo que forman la normal a la superficie en
el punto considerado y la dirección de incidencia de los rayos solares. Por supuesto, dada la lejanía
del Sol respecto de nuestro planeta, podemos suponer, con muy buena aproximación, que los rayos
del Sol inciden esencialmente paralelos sobre el planeta. No obstante, en cada punto del mismo,
localmente considerado, la inclinación de la superficie respecto a dichos rayos depende de la latitud
y de la hora del día para una cierta localización en longitud. Dicha inclinación puede definirse a
través del ángulo que forman el vector normal a la superficie en dicho punto y el vector paralelo a
la dirección de incidencia de la radiación solar.
LEY DE PLANCK
Siendo:
[W/m2]
[m]
- Efectos en la salud:
La mayor parte de la radiación ultravioleta que llega a la Tierra lo hace en las formas UV-C,
UV-B y UV-A; principalmente en esta última, a causa de la absorción por parte de
la atmósfera terrestre. Estos rangos están relacionados con el daño que producen en el ser
humano: la radiación UV-C (la más perjudicial para la vida) no llega a la tierra al ser absorbida
por el oxígeno y el ozono de la atmósfera; la radiación UV-B es parcialmente absorbida por
el ozono y solo llega a la superficie de la tierra en un porcentaje mínimo, pese a lo que puede
producir daños en los organismos vivos. La radiación UV es altamente mutagénica, es decir,
que induce a mutaciones. En el ADN provoca daño al formar dímeros de pirimidinas
(generalmente dímeros de timina) que acortan la distancia normal del enlace, generando
una deformación de la cadena.
Entre los daños que los rayos ultravioletas pueden provocar a los seres humanos se incluyen
el cáncer de piel, envejecimiento de ésta, irritación, arrugas, manchas o pérdida de
elasticidad, así como afecciones a nivel ocular. También pueden desencadenar lupus
eritematoso sistémico. Los rayos UV son los causantes de las típicas quemaduras por
exposición prolongada al sol. En cantidades moderadas puede activar en algunas personas
los melanocitos, produciendo una pigmentación conocida como bronceado.
Por otro lado, una absorción moderada de los rayos ultravioleta UVB permite la síntesis de
la vitamina D en la piel, necesaria para la absorción de calcio y su deposición en los huesos.
- Índice UV:
El índice UV es un indicador de la intensidad de radiación UV proveniente del Sol en la
superficie terrestre. El índice UV también señala la capacidad de la radiación UV solar de
producir lesiones en la piel. Ya que el índice y su representación variaban dependiendo del
lugar, la Organización Mundial de la Salud junto con la Organización Meteorológica
Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Comisión
Internacional de Protección contra la Radiación no Ionizante publican un sistema estándar
de medición del índice UV y una forma de presentarlo al público incluyendo un código de
colores asociado. El código se puede ver en la siguiente tabla:
Los colores del arcoíris en el espectro visible incluyen todos esos colores que pueden ser producidos
por la luz visible de una sola longitud de onda (violeta, azul, celeste, verde, amarillo, naranja y rojo),
los colores del espectro puro o monocromáticos. El espectro visible no agota los colores que el
hombre es capaz de distinguir. Colores sin saturar como el rosa, o variaciones del púrpura como
el magenta no pueden reproducirse con una sola longitud de onda.
A pesar que el espectro es continuo no hay cantidades vacías entre uno y otro color, los rangos
anteriores podrían ser usados como una aproximación.
rojo 618-780 nm
anaranjado 581-618 nm
amarillo 570-581 nm
verde 497-570 nm
cian 476-497 nm
azul 427-476 nm
violeta 380-427 nm
Aplicaciones:
- Óptica: para poder saber la graduación y capacidad visual del ojo humano.
- Fotografía: la cual nos ayuda por medio de herramientas a estudiar la luz y aplicarla en la
impresión de imágenes.
- Energía: Para poder generar energía fotovoltaica (Energía Solar) a través de celdas
fotovoltaicas.
- Espectroscopía: Los estudios científicos de objetos basados en el espectro de luz que emiten
es llamado espectroscopia. Una aplicación particularmente importante de este estudio es
en la astronomía donde los espectroscopios son esenciales para analizar propiedades de
objetos distantes.
- Tecnología: Los dispositivos de visualización en color como pantallas, celulares, televisión,
etc., mezclan los colores rojo, verde y azul para generar el espectro de color.
La materia, por su caracterización energética (cuerpo negro) emite radiación. En general, la longitud
de onda donde un cuerpo emite el máximo de radiación es inversamente proporcional a la
temperatura de éste (Ley de Wien). De esta forma la mayoría de los objetos a temperaturas
cotidianas tienen su máximo de emisión en el infrarrojo. Los seres vivos, en especial los mamíferos,
emiten una gran proporción de radiación en la parte del espectro infrarrojo, debido a
su calor corporal.
La potencia emitida en forma de calor por un cuerpo humano, por ejemplo, se puede obtener a
partir de la superficie de su piel (unos 2 metros cuadrados) y su temperatura corporal (unos 37 °C,
es decir 310 K), por medio de la Ley de Stefan-Boltzmann, y resulta ser de alrededor de 100 vatios.
Esto está íntimamente relacionado con la llamada "sensación térmica", según la cual podemos
sentir frío o calor independientemente de la temperatura ambiental, en función de la radiación
que recibimos (por ejemplo del Sol u otros cuerpos calientes más cercanos): Si recibimos más de
los 100 vatios que emitimos, tendremos calor, y si recibimos menos, tendremos frío. En ambos
casos la temperatura de nuestro cuerpo es constante (37 °C) y la del aire que nos rodea también.
Por lo tanto, la sensación térmica en aire quieto, sólo tiene que ver con la cantidad de radiación
(por lo general infrarroja) que recibimos y su balance con la que emitimos constantemente como
cuerpos calientes que somos. Si en cambio hay viento, la capa de aire en contacto con nuestra piel
puede ser reemplazada por aire a otra temperatura, lo que también altera el equilibrio térmico y
modifica la sensación térmica.