Libertad 

Memorias de Ofelia

Por el Dr. Gerson Villa González

Todos pensamos que somos libres, libres para decidir sobre las mejores opciones
existentes y obtener con estas una vida de bienestar.

Desde el nacimiento de cada individuo nos están diciendo que somos únicos y
especiales destinados a grandes logros y por lo tanto no hay dos seres iguales.

- No lo creemos –

Cuando la realidad es todo lo contrario, aunque lo neguemos.

Una libertad engañosa y amañada.

1. Desde el nacimiento nos etiquetan por sexo y estrato social, partiendo de esta
premisa podemos decir:
De bebe a niño
a) Tener una buena alimentación
b) Un entorno adecuado
c) Servicio medico
d) Un buen comienzo educacional

De adolescente a adulto

a) Seguir con una buena alimentación servicio médico, educacional, así

como un buen entorno.
b) Obtener un buen empleo y bienes y servicios.

Este tipo de bonanzas las van a obtener la clase privilegiada.

En contraste al grueso de la población es tener una deficiencia en todos los aspectos

de la vida y pelear duro por cada punto obtenido que creemos merecer por el hecho
de estar vivo y que proclaman las leyes elaboradas por el mismo hombre.

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 - Pero –

Sabes que esas leyes hermosamente redactadas NO son para todos y aun de haberlas
comprobado en carne propia seguimos creyendo en ellas.

Todo esta diseñado para favorecer a la clase privilegiada porque estudio – carrera –
trabajo tiene un solo fin llenar las necesidades de empresas o negocios de ellos.

La libertad nunca la hemos tenido siempre las opciones que ofrecen son planeadas y
encasillan a ciertos parámetros a la gente.

Te dejan crecer hasta ciertos límites aunque tu tercamente sueñes en volar a grandes
alturas dejando en el paso del tiempo tus mejores años y cuando te das cuenta de la
triste verdad ya no hay vuelta atrás.

- Que obtuviste –

NADA

De lo que debiste haber cultivado con esmero lo relegaste y eso no se olvida, ni se

perdona.

No te preocupes casi todos estamos.

- Pero –

A pesar de ver al vecino cometer los mismos errores una y otra vez, caemos en lo
mismo.

¿Por qué?

No lo se probablemente estamos acondicionados a hacerlo.

Tu qué piensas.

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