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IlinVillaci
IlinVillaci
Paradise Summerland
Mew Rincone
Logan Mitchell es un hombre que siempre ha estado más que feliz de tomar lo que
quiere. Es una filosofía que ha demostrado ser muy lucrativa en su vida profesional y
personal, y nunca fue más evidente que la noche en que puso sus ojos en Tate Morrison.
Después de sacar toda su artillería y lograr convencer al camarero sexy para que le diera
una oportunidad… Logan, está enganchado.
Ahora, Logan se encuentra en una situación que exige más de él que una respuesta
inteligente y su capacidad innata de alejarse cuando las cosas se ponen demasiado
profundas.
Él tiene solo una opción, y ésta lo obligará a hacer algo que nunca ha hecho antes:
arriesgarse... tomar el riesgo.
Tate Morrison sabe todo sobre tomar un riesgo. Tomó la mayor de su vida la
noche que apareció en el apartamento de Logan para explorar su inesperada reacción
ante aquel hombre.
Está empezando a echar un vistazo a lo que sería su vida con Logan, y es una
llena de emoción y satisfacción, muy lejos de lo que había tenido en el pasado con su
prontamente ex esposa.
Porque a tu alrededor, todo lo que quiero hacer es dejarme llevar sin pensar.
-Tate
Cuando Logan despertó en una habitación distinta a la suya, era por lo general por
una de dos razones. Ya sea que había bebido demasiado y se había ido a casa con
alguien que no debería haberlo hecho, o que deliberadamente había ido a casa con
alguien, que cogió su cerebro y lo hizo volar, y se había encontrado demasiado cansado
para arrastrarse hacia fuera en la madrugada. Pero ninguna de estas dos razones aplicaba
para esta mañana mientras estaba sentado en el sofá de dos plazas pequeña junto a la
ventana.
No. La razón por la que todavía estaba allí era simple —o tal vez no era tan
simple en absoluto. Tate Morrison. El sol comenzaba a subir y deslizarse a través de las
cortinas, fluyendo a través de la piel en tonos miel de la espalda de Tate. Logan tenía el
intenso deseo de subir a la cama, besar todo el camino hasta la columna vertebral de
Tate, y luego acariciar con su nariz por debajo de aquellos rizos castaños que amaba.
¿Espera… amor?
La noche anterior había cambiado la dinámica entre ellos dos, y Logan sabía que
había decisiones—grandes decisiones—que debían ser tomadas.
Tate rodó sobre su espalda y estiró los brazos por encima de su cabeza antes de
incorporarse, por lo que estuvieron cara a cara con sólo pulgadas que los separaban.
—¿Estás seguro?
Logan negó con la cabeza y puso sus manos sobre la cama. Él apretó los labios
contra los de Tate y luego se echó a reír.
Logan lo empujó hacia adelante, y volvieron a pegar sus labios mientras Tate
bajaba de nuevo al colchón.
—Imagínate eso.
—Sí. Excepto que el Logan que yo conozco sé de seguro como el infierno que no
estaría en mi cama con los pantalones puestos.
Todo lo que una vez había soñado estaba justo allí a su alcance. Todo lo que tenía
que hacer era extender la mano y tomarlo.
** *
Más tarde esa mañana, Logan salió del ascensor y se abrió paso a través del
vestíbulo de mármol del piso de Mitchell y Madison.
Cole.
—Es una increíble mañana, ¿no es así, Sherry? ¿Sería posible darle la
información? —señaló a su hermano—. Creo que se la está perdiendo.
Él sonrió a su asistente legal de mediana edad cuando tomó los sobres que estaba
sosteniendo.
Sin molestarse en preguntarle a Cole lo que quería, Logan se dio la vuelta y abrió
la puerta de su oficina, dando un paso alrededor del hombre formidable. Él entró y dejó
el maletín sobre la mesa y luego se desabrochó la chaqueta del traje gris, se encogió
fuera de él, y lo colgó en su perchero.
—¿Y?
—Fue de parte de la Señora Cline, llamo para retirar su caso de este bufete.
La sola mención del nombre de Tate, puso a toda velocidad los latidos del corazón
de Logan.
Dios, sólo recordar la expresión de su cara esta mañana cuando él le había dicho
que se reuniría con su familia.
—¿Hola? —Cole hizo un gesto con la mano alrededor—. Tierra de Logan ¿Estás
escuchándome?
Logan piensa en lo dicho por Cole con los labios apretados y una expresión seria.
—Como si no supiéramos que eso se veía venir. Deja que retire el caso. Buena
puta hasta nunca, digo. Y él no es mi…
—¿Novio?
—¿Y qué carajo? Estábamos juntos después de los hechos, no antes. Aunque,
seamos sinceros, nunca habría tenido una oportunidad contra mí. Tengo mi cabeza muy
bien puesta.
Cole frunció el ceño, pero no dijo nada. Logan pensó en la mujer engreída del día
anterior. Eso, por supuesto, le hizo pensar en la hermana de Tate y su reacción, y sintió
que le corría un escalofrío por la columna vertebral.
Balanceándose hacia atrás en su silla, Logan dio unos golpecitos con los dedos
sobre su brazo.
—Contesta la mía.
* **
Dos horas.
Habían pasado dos horas desde que Logan había dejado su cama y Tate ya lo
echaba de menos. ¿Cómo era eso posible?
Ese abogado arrogante, con boca inteligente se había abierto camino en la vida de
Tate y logrado tomar posesión de su corazón—que en la actualidad martilleaba como un
taladro en su pecho ante la idea de hablar con él.
No era como si ésta era la primera vez que había hablado con Logan hoy. Ni
siquiera era la primera vez que habían despertado en la misma cama. Era, sin embargo,
la primera vez que estaban reconociendo que las cosas estaban cambiando, sobre todo
de forma muy espectacular desde que Logan había acordado encontrarse con su familia.
La noche anterior había sido... increíble. Logan había sido increíble. Había estado
tan controlado y suave pero luego feroz y apasionado cuando le había dicho que estaba
listo para más. Logan había tomado de Tate, todo lo que Tate había temido entregar, y
lo hizo aceptable. De hecho, Logan lo había dejado deseando más.
Tate ni siquiera podía empezar a explicar a Logan cómo se sentía, por lo tanto se
tendió en la cama, recordando la forma en como se habían enrollado el uno alrededor
del otro en la misma cama hacía tan sólo un par de horas. Ahora, él se quedaba entre las
sabanas vacías que olían a Logan, y él tenía una furiosa erección que era un recordatorio
punzante de lo mucho que el chico había calado en él.
—¿Estás tratando de decir que si puedes? Porque si es así, no cabe duda que
deberíamos probar esa declaración esta noche.
La voz de Logan era suave. Tan suave que se posó sobre él como una brisa, y Tate
se deslizó hacia abajo debajo de la sábana.
Logan se rio entre dientes, y Tate se rindió y se rio junto con él.
—¿Así que, qué edad tienes? Puesto que piensas que soy prácticamente un
anciano...
—Treinta y cuatro es apenas viejo. Excepto para alguien en sus veinte algo... —
señaló.
Era curioso que un tema como la edad nunca había surgido entre ellos antes, y él
estaba teniendo muchísima diversión con el hecho de que nunca se le había ocurrido
preguntar ese pequeño detalle a Logan.
—Quiero decir, obviamente tengo más de veintiún años desde que puedo vender
alcohol. Y lo que hicimos anoche todavía sería legal, incluso si tan solo tuviese veintiún
años. Entonces, ¿por qué es importante?
—Tate.
—¿Sí, Logan?
—Hijo de puta.
Cuando Tate se dio cuenta de lo que acababa admitir, cerró la boca. Entonces la
voz de Logan lo rodeó en su habitación que ahora se sentía vacía.
—¿Tate?
Tragó saliva y colocó su palma sobre su pecho, tratando de calmar los latidos.
—¿Sí?
—Yo ni siquiera me detuvo a pensar qué edad tenías. Yo sólo tenía que tenerte.
Eso debería decírtelo todo.
* **
Jesús, era necesario que hablaran para conocerse mejor, lo anterior era una
llamada de atención. Estaba claro para Logan que era el momento para que los dos
empezaran a llegar a conocerse de verdad. Ni siquiera sabía qué edad tenía Tate. Eso era
jodidamente malo, incluso para él.
Había algo más pasando aquí en este momento, y Logan no era ningún tonto.
Podía decir por el tono de Tate que algo más estaba en su mente, y si fuera un hombre
de apuestas, habría supuesto que era…
—Acerca del Domingo... —Sí, que había acertado—. No quiero que vayas porque
te sientas obligado a hacerlo.
Como Tate se quedó en silencio, Logan volvió la silla de modo que estaba
mirando por la enorme ventana del piso al techo. No estaba seguro de lo que sentía con
esa última afirmación.
—Es decir, lo que hay entre nosotros es realmente nuevo, y yo estaba molesto
después de todo lo sucedido con Jill…
—¿Sí?
Logan se imaginó la seria mirada de Tate lo cual le pareció muy divertido y sintió
que un lado de su boca se levantaba en una sonrisa.
Él sabía que si era directo con aquello el hombre en el otro extremo del teléfono
siempre sería brutalmente honesto, y Tate no lo defraudó.
La risa de Tate se hizo eco a través del teléfono, y el sonido alivió un poco su
mente.
—Cielo prohibido. ¿Logan Mitchell en una iglesia? Podría ser alcanzado por un
rayo. No me gustaría eso.
—No. Sin duda nunca lo has pretendido —Hizo una pausa y luego preguntó—:
¿No eres para nada religioso?
—Ahhh, aquí vienen las grandes preguntas. ¿Te das cuenta de que, hasta hace
sólo unos minutos, yo ni siquiera sabía qué edad tenías?
Sherry asomó la cabeza por la puerta, y Logan sintió que su boca caía abierta
mientras las palabras de Tate penetraron en su cerebro.
Fue muy tarde. Tate o quién demonios estaba en el otro extremo del teléfono le
había colgado, dejándolo curioso y jodidamente confundido.
Fue sin duda una conversación donde empezaron a conocerse el uno al otro.
* **
Tate seguía estando muy divertido horas más tarde, pero cuando entró en el
trabajo y se dirigió a la parte trasera al mirar su móvil sintió como un puñetazo. Logan
había llamado una docena de veces y había dejado varios mensajes de textos, cada uno
sonando un poco más molesto que el anterior.
Logan: No duermo con personas cuyo nombre no sé. Estoy reformado. Tenga eso
en cuenta, Morrison.
Tate sabía que en cualquier momento Logan podría escapar de la oficina y estaría
en el bar para interrogarlo, y honestamente, él lo estaba esperando. Había tenido
demasiado tiempo para sentarse y pensar en la tormenta de mierda acontecida el día
anterior, y lo único que seguía volviendo a su recuerdo era la cara de disgustado de su
hermana.
Ver en el rostro de Logan así tenga estampado un gran enojo sería un alivio, por
no hablar de que había desarrollado la gran fantasía de poder ver a Logan
desenvolviéndose en el modo de abogado de manera real y completa.
Una sonrisa se dibujó en la comisura de los labios de Tate, pero ella parecía
dudosa.
Tate miró de nuevo a Logan que se abría camino con toda su musculatura a través
de los clientes y del piso de madera hacia ellos. Luego sacudió la cabeza.
—No tengo duda al respecto. Te dejaré con él, pero si me necesitas, solo grita.
—Buenas noches —Tate comenzó, pero antes de que llegara más lejos, Logan
puso sus manos sobre la barra y ladeó la cabeza.
—¿Morrison, eh? Esta es la segunda vez que me llamas así hoy. Tengo que decir,
que no estoy muy entusiasmado.
Tate estaba teniendo un momento difícil, esto parecía ser grave acorde a la
irritación en la cara de Logan.
—Bueno, eso no es del todo cierto. Me hiciste un montón de preguntas. Pero ellas
por lo general sólo giraban en torno a conseguirme desnudo y en tu cama.
Logan levantó una mano agitadamente y se pasó los dedos por el pelo negro
azabache, moviendo la cabeza con incredulidad o disgusto, Tate no podía decir cuál.
Había querido jugar un rato con él, pero no molestarlo, por lo que Tate se inclinó sobre
la barra y colocó su mano sobre la de Logan.
Así de fácil, las cosas cambiaron con una sonrisa sensual que dividió los labios de
Logan y él tiró de Tate hacia adelante a través de la barra, con una promesa en voz baja:
—Oh, yo sé cuándo alguien me está jodiendo. Pero hacia el final de esta noche,
me dirás tu nombre completo.
Tate sabía en ese momento que Logan ya no estaba enojado. Pero él fue desafiado
y molestado de una manera que Tate no podía recordar, y Tate no tenía ninguna duda de
que iba a ir a la guarida de Logan y que iba a terminar contándole todo lo que él quisiera
al final de la noche.
—Bueno, me gusta tu confianza, pero tengo que decirte que yo no voy a ir sin
luchar.
—¿Quieres una copa? Si no es así, ¿Puedes irte, por favor? Tengo trabajo y tú eres
una gran distracción.
Tate se preguntó si la palabra sí había sido alguna vez más fácil de pronunciar
para él, y como Logan esperó su respuesta, sabía la respuesta a esa pregunta en
particular pero no se la dio. Él asintió con la cabeza y comenzó a alejarse, pero en el
último momento, se dio la vuelta para ver que todavía estaba siendo vigilado por detrás
de esas gafas sexy como el infierno y simplemente dijo:
—Sí.
Varias horas más tarde, unos golpes en la puerta del apartamento de Logan lo
despertaron. Al abrir los ojos, vio un comercial en TV para los implantes de pelo. Él
extendió la mano y se pasó los dedos por su propio cabello grueso, que de inmediato le
hicieron pensar en—toc, toc, toc—Los rizos de Tate.
Con un bostezo y estirando sus brazos, quitó sus pies de la mesa de centro de
cristal y se abrió paso a través de la sala de estar y por el pasillo hasta la puerta
principal. Mientras abría, vio a Tate de pie al otro lado con su mano levantada como si
estuviera a punto de golpear de nuevo.
Vestido sólo con sus gafas y pantalones de chándal grises, Logan mantuvo la
puerta entreabierta y se rascó el pecho desnudo. Su polla tembló por la forma en que los
ojos de Tate se arrastraron por toda su piel, pero antes de asumir la invitación en ellos,
él quería algo.
—Puede ser, pero ya ves, no tomo ese tipo de ayuda de extraños. Ya no lo hago.
—Somos apenas extraños. Pero entonces, es posible que haya olvidado todos los
detalles sucios a su edad.
Gilipollas.
—Recuerdo todos los detalles, muchas gracias. Pero creo que puedes haber dejado
de decir algo importante mientras estabas ocupado haciendo cosas sucias.
—Estoy bastante seguro de que no dejé de decir o hacer nada importante cada vez
que hemos estado juntos.
—Adivina.
—Adivinar, ¿eh?
Logan se dirigió descalzo hacia el sofá en el que había estado antes y se sentó,
mientras Tate se quitaba la chaqueta.
—Harry.
—¿Cómo diablos voy a saberlo? Para mí te ves como un Tate —Logan hizo una
pausa y pasó sus ojos por el chaleco negro de Tate, su corbata y camisa blanca—. Mi
Tate.
Después de lanzar su chaqueta sobre el respaldo del sofá, Tate se sacó también sus
zapatos.
—No. He dicho que no trates de serlo. No es justo. Lo haces mejor cuando estás
tranquilo y sin pretensiones.
Logan se burló.
—Sabelotodo.
—Tal vez sea así, pero eso es mejor que ser un mudo, ¿no te parece?
—Está bien, está bien. Déjame pensar en el nombre que quiero gritar, mientras tú
eres…
Logan cerró los ojos y pensó en varios nombres, pero por su vida, que él no podía
recordar el nombre del archivo de Tate, y eso lo estaba molestando.
Cuando el sofá junto a él se hundió, giró la cabeza por lo que ahora estaba
mirando a los ojos expectantes y la barba de tres días que quería trazar con su lengua.
—Lo siento, me importa una mierda como te llamen los demás. Para mí, siempre
serás Tate.
—Me gusta eso —admitió mientras se acomodaba en el sofá y cerró los ojos,
vencido por el cansancio del turno.
Logan se recuperó de un gran bostezo, y tiró del brazo de Tate, atrayéndolo hacia
él y aprisionándolo contra su costado.
—¿Qué te gusta?
—No, no y no. Venga. ¿De verdad crees que mi madre me llamaría Todd Tate?
Logan retorció sus dedos en las ondas de rizos que acariciaba y las apretó cuando
él bajó su boca a la Tate.
—Oblígame.
Tate cayó sobre su espalda y Logan tomó ambos lados de su cara antes de bajar su
boca y presionar firmemente sus labios contra los suyos, trazando con su lengua a través
de las comisuras de su boca. Cuando Tate abrió sus labios, Logan se deslizó dentro y
sintió su sabor.
Ahh. Allí estaba el sabor de la canela. Allí estaba el toque de tabaco. Y cuando
Tate empujó sus caderas hacia arriba para moler contra él, Logan gimió. Ay, Tate.
Sin embargo, antes de que fueran más lejos, Logan se echó hacia atrás y se obligó
a alejarse del sofá. Tate se levantó lentamente sobre sus codos y ladeo la cabeza con
ojos interrogantes.
—Te lo dije —explicó Logan—. No tengo relaciones sexuales con alguien cuyo
nombre desconozco.
—¿Así que me estás diciendo que vas a estar en la cama toda la noche y no me
vas a tocar? ¿No vas a tener sexo conmigo?
Los dedos de Tate se desplazaron hasta la parte superior de los bóxer de Logan.
Luego le acarició el elástico cuando él le regalo una sonrisa de presumido come mierda
y admitió:
Logan hizo una mueca y se frotó la enorme erección que tenía. Él sabía que el hijo
de puta le iba a hacer volar su maldita cabeza antes de ceder, porque cuando a Tate se le
metía algo en la cabeza, era obstinado como el infierno.
* **
Tate no estaba seguro de que era lo que quería decir, pero sabía que tenía que
hacerlo, y pronto. No podía ocultarse para siempre, incluso si hubiera hecho un gran
plan para dejar todo arrinconado a un lado.
Con esas pocas palabras Tate cayó en cuenta de, ¿Cómo podría negar lo que
siento?
—¿Lo hago?
Él nunca había sido atraído tan fuertemente por alguien como se sentía por el
hombre que estaba actualmente mirándolo. Pero él tenía muchas cosas en la cabeza, y
arrinconarlas no le haría bien. Lo mejor era simplemente dar la cara... Bueno, tal vez en
un minuto.
Logan empujó el pantalón de sus caderas y se dispuso a quitarse las gafas. Antes
de quitárselas sin embargo, Tate se puso de lado y le dijo:
—No lo hagas.
Logan las dejó en su lugar y empezó por retirar las mantas, se acostó sobre su lado
de manera que se enfrentaban entre sí, con la cabeza apoyada en su mano.
—¿Sí?
Al volver la cabeza sobre la almohada, Tate atrapó los ojos azules
inmovilizándolo con una mirada intensa.
—¿Así que las gafas me hacen menos atractivo y más fácil de hablar? Bueno
saberlo. Estoy pensando que necesito comprarme algunas lentillas.
—No —Tate gimió. No había nada que hacer, tener a Logan desnudo y
presionando contra él hizo muy difícil poder hablar. Se acababa de volver todo muy
excitante.
—Tus gafas hacen que sea menos probable que te metas en problemas... No sé...
de hacer cualquier locura.
La profunda risa junto a él tuvo a Tate con ganas de darle un empujón a Logan por
su hombro.
—Sí, puedo ver eso —contestó Logan cuando dejó de reír—. Tu estado de ánimo
ha dado un giro total de ciento ochenta grados.
Acorde a la forma como lo preguntó Logan, Tate sabía que estaba muy nervioso
de escuchar la respuesta que le iba a dar.
Efectivamente cuando había llegado, juguetea con Logan había sido la primera
cosa en su mente. Él deseaba poder decir: "Al diablo con mis preocupaciones", las
cuales jodían con sus sesos, pero en realidad, lo que Tate realmente quería era tomar en
serio todo este asunto, y quería que Logan también lo quisiese así. Él sabía, sin
embargo, que quererlo y conseguirlo no iba a ser tan fácil, y se preguntó cómo diablos
su vida había llegado a ser tan complicada.
—¿Tate?
—No. No la llamé.
—Sólo digo…
—Bueno, para. No voy a mentirles. Sólo necesito un poco del puto tiempo para
resolver qué decir —Tate cerró los ojos y trató de pensar.
Logan fue el más sorprendido, cuando sus palabras susurradas de apoyo a Tate
resonaron en la habitación. Tate puso una mano vacilante sobre el pecho de Logan y
sintió el latido regular de su corazón, y dijo en voz baja:
—Es William —Logan se apartó ligeramente, y Tate ladeó la cabeza para quedar
mirando hacia él—.William Tate Morrison.
Sin decir una palabra, Logan levantó la mano y se quitó las gafas. Se estiró, y las
puso en la mesa auxiliar, y encendió la lámpara. Cuando regresó y se instaló en la cama,
Tate sintió una mano acariciar su pelo otra vez, un nuevo hábito que se hacía muy
familiar de Logan.
—Ese es un nombre muy adecuado, señor Morrison. Me gusta.
—¿Oh, sí?
—Sí, me gusta —Murmuró Logan. Y justo cuando Tate pensó que le daría vuelta
al tema para caerle encima por más, Logan lo sorprendió de nuevo—. Ahora descansa
un poco. Ya es muy tarde.
A medida que se fue quedando dormido, Tate sintió por primera vez que estaba
exactamente dónde se supone que debería estar, y que no le importaba lo que pensaran
los demás.
* **
—¿Logan?
Sexy.
Se volvió a ver Tate paseando fuera de la habitación con sus vaqueros desgastados
y desabrochados.
—¿Hmm? —Fue todo lo que logró decir cuando se enderezó la corbata azul y
Tate se detuvo a su lado.
—Te has levantado muy temprano, incluso para ti. Ni siquiera ha salido el sol
todavía allá fuera.
Logan gira de nuevo hacia a la máquina de café y pulsa el botón del aparato de
acero inoxidable un poco más fuerte de lo que se requiere.
—Y ahora yo.
—Yo no lo creo.
Logan se olvidó por completo del café, ya que se puso delante de Tate, haciéndole
girar por lo que su culo se presionó contra el mostrador. Metió los dedos a través de los
lazos de la correa de los vaqueros, y con sus ojos conectados, Logan empujó hacia
adelante sus caderas con fuerza contra él.
Mientras empujaba la mano en los pantalones vaqueros de Tate y cerró los dedos
alrededor de la erección que encontró, los labios de Tate se abrieron y su cabeza la
apoyo contra el mueble de cocina. Incapaz de sostenerse, Logan se inclinó hacia delante
y lamió un camino desde la mandíbula hasta la oreja de Tate.
—Quizás esta noche. Pero, por ahora, es posible que desees recuperarte.
Logan besó el hueso de la cadera de Tate y luego mordisqueo con sus dientes a lo
largo de la piel tensa.
Una de las manos de Tate se adelantó y luego tiró la cabeza hacia atrás para que él
se viera obligado a mirar hacia arriba.
La otra mano de Tate acunó su rostro y lo dirigió hacia adelante a su varilla rígida.
Joder sí. Utilízame, pensó Logan, y él no pudo evitar el rugido bajo de aprobación
que dio cuando Tate cogió ritmo con sus caderas.
Logan deslizó sus manos hacia arriba a la parte posterior de los firmes muslos y
apretó su culo cuando Tate continuó empujando hacia adelante a la parte posterior de la
garganta. Logan clavó los dedos en las mejillas que eran fuertemente musculosas y
deleitado con la forma en la que Tate ahora se dejaba llevar por él al ciento por ciento.
Tate tenía una mano en la parte posterior de la cabeza de Logan ahora, y sus otros
dedos seguían acariciando a lo largo de su cara, como si le diera masajes para
asegurarse de que no tuviera espasmos, pero no tenía nada de qué preocuparse.
***
Logan se encontraba haciendo ociosidades con Tate antes de que fueran incluso
las 07 a.m.
Tate miró hacia abajo una vez más, sólo para estar seguro de que no lo estaba
imaginando, y comprobar si él no estaba.
Allí, arrodillado a sus pies en su prensado vestido de camisa blanca, pantalón gris
y una corbata azul claro, era Logan, el cual lo estaba chupando como si tuviera todo el
tiempo del mundo para estar allí.
—Sí —Tate siseó cuando el dedo de Logan empujó contra su pasaje de vuelta y
luego se deslizó por la piel tensa entre sus bolas.
—Justo como me... ahh —él gimió cuando Logan lo acarició y lo chupó hasta que
él finalmente se perdió.
Tate se quedó mirando al hombre que miraba hacia él. Quería decirle a Logan
cómo se sentía. Que desde que había entrado en su vida, todo parecía más intenso, más
devastador. Logan hace un chasquido con su boca y se coloca en pie, presionando la
palma de su mano contra su erección, Tate sabía que ahora no era el tiempo.
Tate tiró de sus pantalones hacia arriba y se subió la cremallera, mientras Logan le
daba un beso rápido en los labios. Él sintió una pizca de su propio sabor allí y se
preguntó cuándo él se había convertido en un putón encendiéndose con su propio sabor.
Se las arregló para pasarle a Logan el termo personal que utilizaba y lo vio agarrar
la cafetera y llenarlo.
—Así que... —comenzó Tate, su voz se apagó cuando Logan lo inmovilizó con
una mirada ardiente.
—¿Sí?
Tate arrastró sus ojos sobre el casi perfectamente arreglado abogado e inclinó la
cabeza lentamente.
—Sí, me gustaría.
Logan reajustó su corbata cuando trajo la taza de café a la boca y retrocedió, con
los ojos todavía en él. Cuando bajó la taza, se lamió los labios y le hizo un guiño.
—¿Sí?
Tate dijo nada mientras trataba de pensar en una respuesta. Esta era la primera vez
que Logan daba a entender que podía permanecer más allá de la mañana siguiente, y se
sentía muy... bien.
Por suerte para él, Logan nunca tuvo ningún problema para llenar los silencio.
—En lo personal, creo que sería un infierno mucho más especial si te quedas —
Logan abrió la puerta, y cuando salió, dijo—: Pero si te vas, simplemente tira de la
puerta y ella se cerrará detrás de ti. Nos vemos Esta noche, ¡William!
El cabrón y su boca inteligente, Tate pensó con una sonrisa que no pudo evitar.
¿Qué quiso decir con eso? ¿Qué me quedara durante el día? ¿Durante la
noche? ¿Por siempre?
Jesús. Él tenía que dejar de sobre analizar la mierda o iba a volverse loco. Todo
iba muy bien antes... Antes de que su hermana los hubiese pillado besándose en la
oficina de Logan, y antes de que él hubiese dejado que Logan lo tuviese, y Logan
definitivamente lo tenía.
Desde entonces, Tate había estado sintiéndose... ansioso, fuera del centro.
Él sabía que quería Logan, y no se iba a mentir a sí mismo, por lo que fue lo
suficientemente honesto para admitir la idea de decirle a su familia acerca de con quién
estaba, esto le hacía sentir un poco de náuseas.
Se sirvió una taza de café y se abrió paso hasta quedar de pie en la puerta
corredera que daba hacia balcón de Logan. El mismo balcón que había pisado aquella
primera noche que había estado allí cuando Logan había volado su cabeza, entre otras
cosas.
El sol por fin brillaba a través de todos los rascacielos circundantes, y cuando Tate
se pasó una mano por el pelo, se acordó de la forma como Logan jugaba con él.
A algunos no le gustaría eso, pero para Tate, fue... del tipo entrañable.
Había pasado una hora más o menos desde que Logan se había ido, y Tate había
terminado su segunda taza de café de la mañana. Mientras descargaba la taza en el
fregadero, su teléfono comenzó a sonar con una melodía familiar. Él miró su chaqueta,
donde se encuentra el teléfono, y decidió que era el momento de ser hombre de una puta
vez.
Cerrando los ojos, Tate tragó saliva y asintió, y al no obtener respuesta, se dio
cuenta de que él no había dicho nada realmente.
Hubo una pausa, y luego Tate oyó algún crujido. Se preguntó si su madre se
movía de una habitación a otra buscando intimidad.
El silencio que se extendió entre ellos era tenso mientras esperaba su respuesta, y
cuando ella finalmente habló, sabía que el veneno de Jill y de Diana ya había empezado
a extenderse.
La piel del cuello de Tate se erizó como piel de gallina al oír el suspiro de su
madre, y luego ella le preguntó algo que nunca había pensado que iba a oír de los labios
de su madre.
Maldita Diana. Él no podía creer ni pensar que su propia hermana sería un ser tan
malévolo, pero Diana... Oh, sí. Esto tiene sus huellas por todas partes.
—¿Es eso cierto? —preguntó de nuevo, interrumpiéndolo. Su voz era fría, su tono
implacable.
—¿William?
—Sí, mamá —por fin lo consiguió, pero la suerte no estaba de su lado en este
instante, él no se hizo entender claramente y ella preguntó de nuevo.
Como era de esperar, no recibió respuesta. Todo lo que Tate podía oír era la
respiración de su madre y su sangre corriendo alrededor de su cabeza. No dijo nada más
mientras se abría camino hacia la puerta del balcón, la deslizó hasta abrirla, y salió.
Joder, hace frío. Casi tanto frío como la recepción en el otro extremo del
teléfono.
Tomó la única opción que se le ocurría para poder fumar, se sentó con las piernas
cruzadas delante de la puerta corredera y abrió una pequeña grieta. Trajo un cigarro a su
boca y lo encendió, y él seguía envuelto en un tenso silencio.
—¿Mamá?
—¿Por qué haces esto? —preguntó ella, y antes de que pudiera responder,
continuó —: No lo logro entender, hijo.
Ahora sabía que ella estaba molesta. Las palabras William e hijo eran utilizados
solamente cuando ella estaba muy enojada, y su voz tenía un ligero temblor. En realidad
él podía imaginar su ritmo al caminar de ida y vuelta.
—¿Qué quieres decir con, por qué? Yo no tenía intención de que me sucediera
esto de ésta esta manera. Acaba de sucederme.
Tate cerró los ojos y echó el humo a través de la rendija de la puerta. Mientras
estaba sentado allí, pensaba en la sensual sonrisa de Logan, y en los cabellos gruesos y
negros que había tenido en sus manos esta mañana.
Tate estaba bastante seguro de que si Jill hubiese llevado a Logan a casa de su
madre, ésta hubiese adulado el increíble cuerpo de Logan, pero el hecho de que
fuese él quien quería llevar a casa a Logan era harina de otro costal. Luego se preguntó
cómo se habría sentido si Jill hubiese llevado a Logan a casa. ¿Hubiese sentido ese
mismo intenso deseo de tocar al hombre?
—No te hagas el listillo conmigo. Es sólo que no entiendo lo que está pasando
contigo últimamente. Primero, te divorciáis Diana…
Sí, el buen chico católico que nunca defrauda a sus padres. Wow, qué broma de
mierda que era esa afirmación por estos días.
—Ya no soy un chico, mamá. ¿Por qué nunca puedes tratar de ver las cosas desde
mi punto de vista? —preguntó Tate, lamentándolo inmediatamente.
Se había dicho a sí mismo de nuevo que desde que él y Diana se habían separado
no podía contar con su familia para nada.
Al parecer, estaba bien joder hasta la mierda a todos los que te rodean, siempre y
cuando vayas a la iglesia el domingo para arrepentirte.
Tate no tenía idea, y estaba bastante seguro de que su silencio transmitió eso.
—¿Bien? ¿Qué esperas? —ella exigió de nuevo, y esta vez, sonaba molesta—.
Primero, Diana me llama…
—¿Por qué diablos sigues hablando con ella?
—Está bien, respóndame. Ella es mi ex mujer. ¿Por qué ella la sigue llamando?
Tate había querido hacer esa pregunta a su madre desde hacía tanto tiempo que no
podía recordar, y dejo su maldito orgulloso a un lado para finalmente hacerlo.
—Siempre he estado cerca de Diana. Desde que ella y tu hermana eran niñas.
Tate tomó otra profunda inhalación del cigarrillo y echó la cara hacia la puerta
abierta para exhalar.
La familia de Diana se había mudado al lado cuando él había cumplido los ocho
años. Casi al instante, su hermana y Diana se unieron al club de las amigas del tatuaje
de la cadera, mejores amigas para toda la vida, y seguro como la mierda no estaba en
los planes de ellas dejar de serlo en un corto plazo.
Sin embargo, era mejor no pensar en eso ahora, no con su madre enojada en el
otro extremo del teléfono.
Diana era un puto problema, uno que aún se inmiscuía en los asuntos familiares a
pesar de que estaban en el proceso de hacer su separación de manera permanente. Ya
era hora de que su madre se diera cuenta de que no apreciaba para nada su amistad con
ella.
—¿No te das cuenta de lo incómodo que es esto para mí? Todavía hablas con mi
ex mujer.
—¡Y yo soy de la familia! Jesús. ¿Por qué diablos le pasa ella información de mis
asuntos personales?
—Estaba herida. Ella dijo que estabas besando a un hombre. Eso lastimaría a
cualquier mujer que hubiese estado alguna vez involucrada contigo. Es este...
este hombre la razón por la que los dos…
—¡No! —Tate negó rotundamente—. ¿Eso fue lo que te dijo? —el silencio que le
siguió fue respuesta suficiente, y esto hizo que Tate quisiera salir a buscar a Diana y
estrangular a la muy bruja—. Yo conocí a Logan hace un par de semanas.
—¿Ese es su nombre?
—Sí. Ese es su nombre —Tate hizo una pausa y luego decidió, qué demonios—.
Él quiere conocerte.
—¿Cómo dices?
Y tal como predijo, la respuesta no fue una que él estuviese preparado para
escuchar.
***
—Sabes que odio la organización de esta clase de mierda. ¿No podemos contratar
a un organizador de fiestas? Sé que podemos pagarlo. O mejor aún, ¿tú esposa?
—Siento mucho que armar un festejo para nuestros clientes sea una carga tan
pesada para ti. ¿Ya terminaste de gimotear?
Logan sacó la silla frente a Cole, se desabrochó la chaqueta del traje, y plantó su
culo en el asiento.
—Supongo. Sólo siento que tiene que haber alguien más calificado para hacer
esto.
—Todo lo que tienes que hacer es aprobar la lista. No te llevará más de un día.
Cole deslizó sobre la mesa tres páginas hacia él, y Logan se acercó a recogerlo. Él
escaneaba los nombres de la primera página.
—Tenemos que hacer una lista de los tres tipos de clientes que tenemos y así
pasárselo a Jane, ella se encargará de conseguir y enviar las invitaciones. Tenemos
clientes VIP, clientes actuales y nuevos.
—Estoy bien.
—Sí, puedo ver eso —se burló Cole.
—Cierra la boca.
Cole se rió.
—Eso no quiere decir nada. Excepto que me gusta el sexo y sé que no puedo
comprometerme.
—¿Y qué si lo hago? No creo que él esté listo para llegar a una fiesta conmigo
siendo mi acompañante. Él fue repudiado por su hermana, y todavía estamos lidiando
con ello. Estoy pensando que situaciones de ese tipo una vez al mes son más que
suficientes para él, y también para mí.
—¿Eh?
—¿Qué pasa si vienes a pasar algún tiempo conmigo y la familia de Rachel como
pareja? Eso puede ayudar a que se vaya acostumbrando a la idea de estar en público
contigo.
—Confía en mí cuando te digo que no moverán una sola pestaña cuando los vean
a los dos juntos.
—Pensé que habías dicho que su hermano quiso matarte cuando se reunieron la
primera vez. Suena como un culo estrecho.
—Lo hizo, pero él estaba en todo su derecho, acababa de casarme con su hermana
después de una semana de conocerme con ella.
Logan suspiró.
—No.
—¿Entonces?
—Noche de juegos.
—¿Noche de Juegos? ¿Hay que usar pijamas y trenzar el pelo de cada uno
también?
—No lo sé ya que nunca he tenido el deseo de hacer o ir a una. Para qué planteas
la pregunta si no piensas que vaya a ser tan malo, ¿por qué estás tan insistente en que
vayamos?
Cole asintió.
—Ella piensa que sería bueno para Tate después de todo lo que pasó.
Logan se apartó de la mesa y se puso en pie, odiando que ahora se sentía culpable
y empezó a ceder.
—Viernes.
—Está bien. Se lo preguntaré, pero no prometo nada. Ah, por cierto, ¿qué pasó
con la señorita Cline?
—Ella se llevó su caso de divorcio a otra parte. Tate debe recibir información en
su correo en cualquier momento. A menos que tú te sientas cómodo informándole.
—Y no te olvides…
Ya fuera porque finalmente demostraba que podía confiar en alguien que no fuese
él mismo o era solo el hecho de pensar en tener Tate en medio de todas sus
pertenencias, él no podía estar seguro.
Él sabía que Tate se había ido a trabajar porque su turno había empezado a las
cinco, pero estaba seguro que tendría un poco de compañía alrededor de la una de la
mañana, y ya estaba esperando con impaciencia la llegada de Tate.
Mientras se abría camino por el pasillo principal hasta la sala de estar, se detuvo
en seco cuando vio a Tate sentado en su sofá, vestido exactamente como lo había dejado
en horas de la mañana.
No había ninguna luz encendida, sólo el resplandor silenciado de los edificios que
lo rodeaban el cual se filtraba a través de las ventanas del balcón y la puerta. Los
pantalones vaqueros de Tate todavía estaban desabrochados, no se había colocado
camisa, y él estaba solo sentado allí, mirando al vacío.
Tate volvió la cabeza hacia él, y Logan podría decir que los ojos vidriosos de Tate
parecían tratar de enfocar tres hojas al viento. Al no obtener respuesta, Logan se quitó la
chaqueta y la sostuvo en una mano.
—Pero se me acabó.
El único whisky que tenía en su piso era un Sello Negro del cual solo había
consumido un poco más de un tercio de su capacidad, y cuando miro a su isla de la
cocina y vio que ahora estaba vacía, Logan se preguntó cómo era posible que Tate
todavía estuviese despierto.
—¿Entonces, qué hay de nuevo? ¿Pensé que tenías que trabajar esta noche?
—Hmm —reflexionó Logan—. ¿Así que has estado aquí todo el día?
—Sí, lo hice.
—Sí, quiero eso —admitió Logan, al darse cuenta de que el rechazo no era algo
que pudiera ayudar a la situación actual.
Había sabido que después de la primera vez de Tate, él debía ejercer un poco de
paciencia, Logan había estado esperando que él estuviera nuevamente curioso, pero no
de esta manera, no como una reacción instintiva a lo que demonios haya pasado hoy.
Ahh, Tate tentándome —nada era más difícil para él que resistirse.
Tate levantó una mano y se balanceó ligeramente mientras colocaba sus dedos
sobre sus labios, y Logan tuvo que recordarse a sí mismo permanecer donde estaba. Él
podría tocar... eventualmente.
—¿Un juego?
—Sí. Voy a hacerte una pregunta, y cuando me des una respuesta con la que
quede satisfecho, yo me quito alguna prenda.
Maldición. Él era más que consciente de que los ojos de Tate se concentraron en
el material tenso tratando de ocultar con dificultad su carne endurecida.
—Entonces, te voy a joder.
Cuando la mirada de Tate se encontró con la suya, la excitación que tenía paso de
semidura a una completa roca; en estado duro.
―¿De acuerdo?
Tate levantó una mano del sofá, y Logan no podía hacer nada más que ver como
se agachaba y ahuecaba con su mano el dril de algodón que estaba acunando su
erección.
―De Acuerdo.
Tate puso los ojos en blanco antes de echar la cabeza hacia atrás mirando el techo,
dejando al descubierto su garganta.
―Diez.
Bueno, eso significaba que había estado bebiendo durante aproximadamente las
últimas siete horas. Mierda.
―No.
―¿Disculpa?
—Estaba cabreado.
Aquella respuesta vaga no iba a cortarlo, por lo que Logan puso las manos en la
parte baja de sus caderas y esperó. Estaba seguro de que ya sabía la respuesta, pero la
quería escuchar de Tate. Logan quería que confiara en él con respecto a todo lo que le
estaba pasando, y si tenía que ir a la cama con las bolas azules por segunda vez en dos
días... entonces él sería un hijo de puta muy desgraciado y se metería a la cama fría.
***
La imagen de Logan con solo sus pantalones de vestir y las manos en sus caderas
tenía el pene de Tate pulsando dentro de sus pantalones vaqueros.
Después de que su madre había colgado en él, Tate había pasado un par de horas
inhalando la totalidad del paquete de cigarrillos, y cuando estos se habían agotado,
había buscado hasta que encontró uno de los hombres de Logan, Johnnie Walker, que lo
había hecho sentir muy relajado y muy caliente, como una puta.
—Hablé con mi madre esta mañana después de que te fuiste. ¿Contento? Ahora
quítate los pantalones.
Sin una sola palabra, Logan se desabrochó el cinturón y tiró de ella a través de los
pasadores. Tate observó ávidamente mientras se bajaba la cremallera de sus propios
pantalones vaqueros y los empuja hacia abajo de sus caderas de manera que al fin pudo
agarrar su pene.
Pero antes de que pudiera decir nada, Logan se inclinó y se quitó el bóxer,
haciendo que Tate perdiese toda su capacidad mental para centrarse en poder
permanecer en posición vertical, un problema que su polla no parecía tener.
—¿Así es, verdad? ¿Me querías así?
El hombre estaba jodidamente espectacular, y Tate quería ser tocado por él—
ahora.
Esta mañana cuando su madre le preguntó cómo había sucedido su relación con
Logan, no había sabio qué responder. Sin embargo, cuando se puso de rodillas en el
sofá, acariciando su erección para este hombre, lo sabía.
Cuando Logan se dirigió hacia el sofá y se detuvo directamente delante de él, con
la cabeza inclinada hacia Tate para poder mirarlo a los ojos. Logan agarró la parte
posterior de su cuello y lo atrajo hacia sí, se inclinó hacia abajo hasta que sus labios
estaban a sólo pulgadas de distancia.
—¿Qué dijo que fuese tan malo para que te fumaras un paquete de cigarrillos y
consumieras suficiente licor hasta llegar a oler como un bar barato?
Tate cerró los ojos mientras el cálido aliento de Logan entró en su boca. Se agarró
duro su polla y se levantó sobre sus rodillas, tratando de conseguir que su boca estuviese
más cerca de la de Logan, pero él tiró de sus labios fuera de su alcance, Tate entonces
habló.
—No importa.
Cuando una lengua tocó su labio inferior, sus ojos se abrieron y se conectaron con
el azul intenso de los ojos de Logan que buscaban su rostro.
Sin embargo, bajó su mano, y Tate sintió que él envolvió sus dedos alrededor de
su erección. Un silbido de placer salió de sus labios, y esa boca persistente se movió de
su mejilla a su oído.
—Dime que puedo llevarte a mi habitación y tenerte.
—Sí.
¿Y si él dice las palabras y Logan se las cree? Pero peor aún, ¿y si él dice las
palabras y él ya sabía que eran ciertas?
Pero la fuerte mano de Logan masturbó su polla y sus cálidos labios ahora se
encontraban succionándole el lóbulo de la oreja, Tate decidido que si quería encontrar
su liberación necesitaba responderle a Logan lo que quería, y ahora mismo, y ésta sería
su respuesta final.
Tate movió su cabeza y llevó ambas manos a la cara de Logan. Al tocar sus
mejillas forradas de barba, le mantuvo inmóvil. Él quería ser testigo de todo
pensamiento que pasara por la cara de Logan, y se quedó mirándolo fijamente.
Él parpadeó de nuevo para poder enfocar mejor a Tate y se dio cuenta de que él
estaba esperando una respuesta, pero por primera vez, no tenía ninguna. Se quedó
inmóvil en el silencio—aturdido y herido.
—¿Logan?
Él volvió a parpadear varias veces cuando Tate presiono sus labios sobre él.
No era una combinación muy atractiva, pero cuando los labios de Tate se
abrieron, Logan no pudo resistirse a empujar su lengua dentro. Él enrosco sus manos en
el pelo que rodeaba su cara, él se hacía cada vez más adicto y se agarró fuertemente
como si Tate pudiese desaparecer.
Tate se dejó llevar hasta que su parte delantera se presionó a ras contra el respaldo
del sofá. Cuando el gimió como si estuviera en agonía y arrancó sus labios y puso
distancia, Logan pensó que la fricción de la piel contra su pene se sentía jodidamente
increíble.
—¿Logan?
Desde el cuerpo delgado pero musculoso y su carne hinchada, Tate era el sueño
húmedo que Logan alguna vez hubiese deseado, un hecho que fue solidificado cuando
él, Tate, agarró su propia erección y la acarició varias veces.
—Tú no me has obligo a hacer nada que yo no quisiera, ¿de acuerdo? Yo podría
haber dicho que no.
—Si eso es lo que quieres... —Logan dejó escapar una exhalación temblorosa
cuando los dedos de Tate lo encontraron y rodearon su longitud.
—No importa.
—¿Estás bien? ¿Así que ahora es cuando debería pedir todo lo que he querido?
Tate sacó su puño del eje de Logan y le dio una sonrisa que casi hicieron flaquear
las rodillas de Logan. No podía recordar a nadie nunca colocar tal confianza en él.
Logan sacudió la cabeza y tragó grueso, la respuesta era simple pero también
compleja: “A ti”, y se decidió por:
El suspiro suave de Tate llego a sus oídos cuando él caminaba por el borde de la
cama.
Logan abrió el cajón de su lado y sacó un condón y lubricante. Los colocó sobre la
cama antes de ponerse de rodillas sobre el colchón y se movió hasta que se tumbó de
lado junto al cuerpo de Tate.
—Gracias.
—¿Por?
Tate se empujó hacia arriba apoyándose en sus manos y llevó su boca hacia la de
Logan, tomo los labios de Logan en un beso que hablaba de plena confianza.
—Lo hago.
Logan cerró los ojos, tratando de mantener una manija en su control, y le dijo en
voz baja:
—Gírate sobre tu lado izquierdo, para que tu espalda esté contra mi pecho.
Con un dedo, Logan trazó una línea recta hacia abajo de la columna vertebral y
sintió tensar a Tate que se arqueo sobre sí mismo y comenzó a relajarse. Cuando llegó a
la grieta de su culo, Tate le sorprendió desplazando su pierna derecha orientándola hacia
delante, para abrirse por completo a él.
Joder. Logan nunca lo había querido más, pero sabía que esta vez era para Tate,
no para él.
Alcanzo detrás de él, el condón y lubricante, apretó un poco para esparcir por sus
dedos. Cuando se trasladó de nuevo detrás de Tate, bajó sus labios hasta tocar su
hombro, y le tocó con los dedos lubricados la parte superior de la grieta.
Oyó inhalar a Tate mientras le deslizaba dos de sus dedos por entre la grieta cálida
de sus mejillas, y cuando las yemas de los dedos presionan el pequeño agujero caliente,
preguntó:
—¿Estas bien?
Por supuesto, esta no era la primera vez de Tate, pero si era su segunda vez, y
Logan necesitaba asegurarse de que esto era lo suficientemente bueno para él, para que
compensara de alguna manera todo lo que le estaba sucediendo. Así que cuando Tate
volvió la cabeza y empujó sus caderas hacia atrás, Logan imagino que ésta respuesta era
tan buena como un sí.
Siguió frotando las yemas de sus dedos sobre la pequeña arruga y una vez más
tomó la boca de Tate. Logan no pudo evitar el sonido que se le escapó cuando Tate con
avidez lo encontró con los labios entreabiertos y agarró su cabeza. Acarició a lo largo de
la grieta de Tate con los dedos resbaladizos, luego paso a acariciar suavemente con su
palma de la mejilla de su culo a su cadera, tirando de él hacia atrás para poder alinear su
propia polla contra toda esa piel desnuda.
—Maldita sea, Tate —Logan gimió cuando los labios de Tate lo liberaron y él
metió las caderas hacia atrás, presionando su redondo culo con mucha fuerza contra su
carne dolorida.
—Sí —se quejó Tate, y Logan alcanzó a vislumbrar de él alcanzando hacia abajo
para agarrar su erección.
Logan se sentía más que bien con lo que estaba sucediendo. Había querido a Tate
en esta posición en particular desde que lo conoció. Puso una mano firme en la cadera
de Tate y lo presionó hacia abajo, por lo que su estómago ahora estaba sobre el colchón.
Sin hacer ruido, Tate levantó sus caderas y empujó aquel trasero perfecto hacia
él. Logan se descubrió sonriendo como un tonto con el descarado movimiento, y él no
pudo evitar moverse por todo el camino hacia abajo del cuerpo de Tate, y bajando la
cabeza para tomar un bocado de esas curvas suculentas.
Logan trazó con su lengua un círculo sobre la carne firme y luego se trasladó al
centro del cuerpo de Tate. Él le dio un beso a su coxis antes de arrastrarse muy
lentamente con su lengua a lo largo de la espina de Tate. Cuando llegó a la cima, frotó
la nariz en el pelo de Tate y encajó su polla palpitante entre los pliegues de sus mejillas.
Tate gruñó y reaccionó con un rápido empujón de sus caderas, conectando sus
cuerpos más firmemente mientras trabajaba su propia carne.
Logan plantó sus manos a cada lado de la cabeza y levantó la parte superior del
cuerpo para poder arrastrarse a lo largo de su espalda y hacia atrás entre los globos
apretados ahora acunándolo.
Logan agarro el condón y lo abrió con los dientes, y se inclinó para rodarlo sobre
su polla. Mientras su mano estaba allí abajo, su dedo encontró el agujero de Tate y
siguió hacia dentro. Vio a Tate apretar la mandíbula y sintió el tirón de su cuerpo
ligeramente encima de la cama.
—Dime —preguntó Tate con los ojos cerrados, y Logan tenía problemas para
concentrarse.
Él sabía que Tate era precioso, ¿pero en este momento? ¿Aquí? Él era exquisito a
la vista.
—Lo sé.
Logan no estaba seguro si para cada uno de ellos este momento significaba lo
mismo, pero cuando retiró los dedos del ajuste perfecto del cuerpo de Tate y se movió a
lo largo de él, se sentía como si estuviera finalmente en donde se suponía que debía
estar.
La cerradura que había mantenido su corazón firmemente encerrado por fin había
encontrado su clave.
***
La respiración de Tate se aceleró rápidamente al sentir a Logan posicionarse
detrás de él. Él estaba increíblemente encendido y sorprendido por lo mucho que quería
a Logan dentro de él nuevamente.
La primera vez había dolido, y sabía que esta segunda vez—joder, probablemente
cada vez—le dolería un poco, pero cuando la polla de Logan se frotó sobre su abertura,
Tate clavó un codo en el colchón debajo de él y esperó.
Se acarició el eje febrilmente cuando Logan rodó sus caderas, y cuando una mano
agarró su costado y tiró de él hacia atrás, Tate gimió por todo el contacto cuerpo a
cuerpo.
Los poderosos músculos, el pelo del cuerpo, y los sonidos procedentes de los dos
se combinaron para hacer de su unión un momento abrasador, y cada vez, era de esa
manera.
Él seguro como la mierda nunca había experimentado tal necesidad de estar tan
cerca de alguien, de tenerlo dentro de él y ser una parte de su cuerpo. Sin embargo, con
cada beso, tacto, y cada palabra de la boca de Logan, Tate anhelaba esa conexión íntima
con él.
Cuando finalmente tocó fondo y se quedó quieto encima de él, Tate abrió los ojos
y movió la cabeza ligeramente.
Tate observó cómo unos dedos largos agarraron la almohada junto a su cabeza, y
él no pudo evitar gemir de placer cuando Logan se retiró. No dejó su cuerpo,
simplemente se echó hacia atrás, y cuando él empujó de nuevo hacia delante, Tate
estaba listo y se reunió con él con impaciencia.
La sincronía entre los dos era impecable, pese al cuerpo musculoso de Logan se
movía sin problemas encima de Tate, y con cada golpe, Tate estaba mucho más cerca de
su propia liberación.
Él bajó la frente hasta la almohada del simple placer de ser follado tan bien, y
cuando una de las manos de Logan se enredó en su pelo sosteniéndolo en su lugar, Tate
sintió todo su cuerpo temblar de las emociones que estaba sintiendo.
Nunca nadie lo había hecho sentir tan centrado como lo hacía sentir Logan,
incluso cuando su mundo estaba fuera de control.
Cuando Tate se dio la vuelta, Logan se preguntó lo que estaría pasando por detrás
de esos ojos. A continuación, una relajada sonrisa curvó su boca y él asintió.
—Has hecho mucho más que ayudarme. Has superado todas mis expectativas.
Tate echó la cabeza hacia arriba, y cuando sus ojos se encontraron, él levantó una
ceja.
Logan no pudo evitar tocar los labios de la boca de Tate con la punta de su dedo.
—Sí, lo recuerdo.
—No. No ofendido...
—¿Pero?
¿Cuál era la palabra que estaba buscando? No podía precisarlo, pero de repente, le
pareció importante que Tate sintiese que podía confiar en él, que le permitiera compartir
su carga.
—Creo que sólo quiero que sepas que puedes hablar conmigo.
Logan apenas resistió el impulso de poner los ojos en blanco ante la sonrisa de
impacto en la boca de Tate, y cuando él se desplazó para hacérsele encima y lamió con
sus labios la boca y toda su barbilla, Logan cerró sus ojos.
Había estado allí antes, hace mucho tiempo, y mira lo mal que había terminado.
Logan abrió la boca y juró que estaba a punto de responder, pero en el último
minuto, agarro a Tate y les dio la vuelta a ambos, ahora él estaba acostado encima del
hombre.
—¿Quieres ir a cenar?
Logan rodó sus caderas, rozando sus pollas juntas, y besó la comisura de la boca
de Tate.
—Sí, tienes que ir. Creo que es una buena idea poner algo dentro de ti.
Logan gimió y dejó caer la cabeza hacia adelante, al interior del cuello y el
hombro de Tate.
Los dedos de Tate agarraron el cabello que estaba acariciando, y tiró de su cabeza
hacia atrás.
—Siempre he sido sucio —él movió las cejas y empujó sus caderas hacia arriba—
. Simplemente no soy tan verbal como tú.
Logan se movió para arrodillarse entre las piernas dobladas de Tate. Sus ojos
examinaron el cuerpo que se extendía ante él, y él no pudo evitar arrastrar los dedos por
las espinillas de Tate. Cuando llegó a las rodillas, pasó las manos por debajo de ellas y
luego tiró de Tate levantando así sus caderas del colchón. Mientras bajaba la cabeza y
llevaba su boca golosa al cuerpo de Tate, dibujó un camino húmedo y caliente con su
lengua a través de la polla de Tate.
Tate todavía sabía y olía a sexo, y cuando Logan lo succionaba, sabía que Tate
tenía razón: él era mucho más sucio de lo que imaginaba. Ni siquiera había arañado la
superficie de lo que quería con Tate, y tenía la sensación de que la persona que pudiera
compartirlo todo con él, era la que actualmente está empujando su erección en su rostro.
—Es bueno ver que ya no tienes ningún problema en pedir lo que deseas. Pero…
necesito que comas primero. Entonces, si eres amable conmigo, te comeré.
—Si sigues haciendo esto, sólo vas a estar muy duro y sentirte miserable.
—¿Antes o después?
—Sí. Sí lo es.
Tate amplió sus piernas y, puto infierno, bombeado su pelvis hacia arriba una vez
más. La visión era casi demasiado para Logan cuando él bajó los ojos para observar el
desempeño erótico. No había nada que deseara más que chupar a Tate con la boca y
tragar, pero en primer lugar, Logan iba a cuidar de él.
***
Tate se sintió atrevido cuando volvió sus labios al cuello de Logan y le preguntó:
—¿Qué pasa si no quiero más tarde?
Esta vez, cuando Logan se levantó por encima de él, su expresión estaba llena de
malicia.
Tate sintió un escalofrío que lo recorrió por toda su columna vertebral hasta sus
pelotas cuando la boca de Logan le tocó los labios y le susurró:
—Si no deseas mis labios alrededor de tu polla y mi mano metida dentro de tus
pantalones vaqueros, entonces todo lo que tienes que decir es... —Logan interrumpió
sus palabras cuando arrastro sus labios a lo largo del rastrojo de la mandíbula de Tate—
… no.
Sus bocas se abrieron y sus lenguas se retorcían, sus gemidos se oían como uno
solo entre ellos, Tate intentó entender sus emociones.
Con la mezcla de sus emociones más las caricias y los besos excitantes, fue difícil
para él determinar cuál le estaba haciendo acelerar su corazón al límite.
Todo lo que sabía era que el hombre que le estaba devorando su boca tenía el
poder para hacerle daño, y no era que fuese una aterradora revelación.
Este nuevo silencio que se instalaba entre ellos últimamente no era incómodo,
pero si era pesado. Los dos sabían que lo que se estaba moviendo entre ellos iba mucho
más rápido de lo que esperaban, pero a menos que ellos decidieran detenerlo, no había
nada más que pudieran hacer, tal solo dejarse llevar por lo que sentían.
Lo que había entre ellos era como una gigante onda en la cual quedaron atrapados
en su fuerza de atracción, lo mejor que podían hacer era simplemente rendirse y dejarse
llevar a donde los quisiera llevar. Todo lo que podían esperar era mantener la cabeza por
encima del agua y recordar respirar.
***
Había desaparecido el ligón relajado, y otra vez veía al hombre que había
encontrado sentado en su sala de estar una hora más o menos antes. Se encontraba lejos
encerrado en sus pensamientos, y Logan quería estar allí con él. Su problema era que no
sabía si Tate estaba listo para dejarlo entrar.
—¿Oye?
Tate miró en su dirección, y Logan le dio lo que esperaba fuese una sonrisa
tranquilizadora.
Los ojos que se estrecharon ante él, hicieron a Logan consciente de que lo que
había acabado de decir, no lo había dicho de manera correcta. Tate estaba enojado.
—Justo lo que dije. Quiero que hagas lo que tengas que hacer para que esto sea
adecuado para ti.
—¿Para mí?
—Sí, por ti. No te preocupes acerca de cómo esto pueda llegar afectarme.
Logan se sentó donde estaba, aturdido. ¿Qué me jodan? ¿Qué demonios hice?
Sacó las llaves del encendido y abrió la puerta del coche. Después de salir, la
cerró, se dirigió hacia donde Tate que estaba apoyado con su culo contra el lateral del
coche, y exigió:
La expresión irritada en el rostro de Tate debería haberle advertido que estaba que
se lo llevaban los mil demonios, pero fiel a su forma de ser, lo ignoró.
—Yo sé lo que has dicho —Tate lo interrumpió, se enderezó y dando un paso más
cerca de él le pincho con un dedo contra su chaqueta en el pecho y le escupió:
—Estoy harto y cansado de que me des permiso para largarme de tu lado de una
maldita vez. Si quiero mandarte a la mierda, soy muy capaz de abrir la boca y decir las
palabras.
Wow, está bien. Logan no había sido consciente de que así era como se veían las
cosas desde la perspectiva de Tate.
—En primer lugar me dices que si quiero negarlo, soy libre de hacerlo. Ahora me
dices “Tate, has lo que sea necesario”. ¿Ya sabes lo que necesito? Necesito que cenes
conmigo, y allí puedo contarte lo que me sucedió, y luego vas a chuparme la polla como
prometiste. ¿Está bien para ti?
—Está bien, señor Morrison. Escuche con atención —llevo el dedo índice hasta la
parte delantera del cuello de la chaqueta de cuero de Tate, donde la agarró y tiró de él
hasta que sus labios se tocaron.
—Está bien.
Logan llevo una de sus manos a la nuca de Tate, tiró de él, y le plantó un beso
feroz en los labios. Cuando se separaron, sus ojos bajaron a los labios hinchados de Tate
y agregó:
Tate no dijo nada, sólo se lamió la boca y Logan no podía apartar la mirada de sus
labios, por lo que lo empujó más cerca de él.
Tate asintió, pero no había manera en el infierno de que Logan lo dejara ir sin que
dijera las palabras de aprobación.
—Dilo.
Logan sintió la mano de Tate en el pecho haciendo un recorrido hacia abajo hasta
llegar al círculo de su cintura debajo de la chaqueta.
Logan no era un idiota, sin embargo, y cuando terminó de leer el menú lo tiró
sobre la mesa, y entrecerró los ojos.
—Ya sé eso.
—¿Lo sabes?
—Sí.
—Buenas noches. ¿En qué puedo ayudarlos a los dos esta noche?
El camarero los dejó con sus menús, y ya que ambos pretendían leerlos, Tate no
pudo evitar mirarlo por encima de su menú con recelo, al hombre que se encontraba
sospechosamente tranquilo frente a él.
Los ojos de Logan encontraron los suyos, y cuando se arrugaron en los lados
detrás de sus gafas, Tate supo que Logan se reía de él.
La risa ruidosa y en auge que vino de Logan, tenía a Tate con el ceño fruncido y él
se sentó hacia atrás en su asiento.
—Me gusta este restaurante. Vengo con mucha frecuencia. Pero tengo que decir,
que él no es mi tipo. Todo este lado posesivo tuyo es putamente caliente.
—Estás loco.
Tate sabía lo que quería y trataba de decidir cómo empezar. Al final, por el
principio parecía la mejor opción.
Logan cogió su cerveza, pero antes de que se encontrara con sus labios, murmuró:
—Perra.
La frente de Logan volaba hacia arriba como si lo dudara. Luego tomó un sorbo
de cerveza y la bajó a la mesa.
—Bueno, ya que estamos en el tema de ella, debes saber que retiró su caso de
divorcio con Cole. Así que, es probable que te llegue mucho papeleo a tu correo
electrónico dentro de algunos días, pero básicamente significa que tendrás que empezar
de nuevo.
Tate se quedó mirando el vaso de agua delante de él. Cristo, él deseaba que fuera
vodka o tequila algo que no fuese solamente la puta agua.
—Yo nunca follaría con nadie como ella, si la hubiese llegado a conocer
casualmente, nunca lo hubiese hecho.
Cuando las palabras de Logan se reunieron en sus oídos, Tate no pudo evitar su
sonrisa.
Una vez más, Logan le había sorprendido. Ahora Tate se preguntaba ante los ojos
de Logan, hasta donde lo comparaba con Diana, y al mirar al otro lado de la mesa, no
pudo evitar preguntar.
—Así que si ella y yo estuviésemos sentados en una mesa junto a la tuya, a quien
tú…
—¿Tate?
—¿Sí?
—No hay duda. No ha habido ni una puta duda desde que te vi —cuando no pudo
encontrar más que decir, Logan le preguntó—: ¿Dudas de lo que te digo?
Tate se llevó el vaso de agua a la boca, se sentía avergonzado, hasta que el pie de
Logan encontró el suyo debajo de la mesa, y hubo conexión entre los dos.
Tate se burló.
—Bueno saberlo.
—Sí. Por ahora, estás a salvo. Pero esa regla sólo se aplica al interior del
restaurante. En el estacionamiento... eres un blanco legítimo.
Ese pequeño recordatorio, hizo que el cuerpo de Tate se tensara y él cerró los ojos
por un minuto para recoger y reorganizar sus pensamientos.
Al abrir los ojos para encontrarse con Logan se sentó cómodamente con los brazos
cruzados. Tate sabía que tenía que empezar a hablar si querían avanzar más allá, y él
quería seguir adelante, para dejar todo lo sucedido atrás y continuar con sus vidas.
—Exacto. Así que estoy asumiendo que tu madre no se lo tomó bien, ya que ella
piensa que te corrompí. Que yo…
Logan esperó en silencio, y Tate podía decir que no encontraba las palabras para
expresarse hasta que por fin él dijo:
—Me preguntó si yo estaba saliendo con un hombre. Le dije que sí —sus ojos se
quedaron fijos en Logan, como si lo desafiara a estar en desacuerdo, pero cuando él no
dijo nada, Tate le dijo bravuconamente—. ¿Está bien?
—Tú no le dijiste eso a tu madre. Aunque debo reconocer que fue un buen intento.
El humor de Tate desapareció tan rápido como había aparecido cuando recordó su
verdadera respuesta y la reacción de su madre.
—Ella no entiende cómo sucedió. ¿Cómo puedo estar con un hombre cuando solía
estar casado a una mujer?
Cuando las palabras cayeron de su boca, incluso Tate tuvo que preguntarse cómo
se había producido tal cambio.
¿Cómo fue que él era capaz de aceptar y entender que ahora estaba con un
hombre?
—Bien, chicos —dijo el camarero cuando se detuvo junto a la mesa, por suerte lo
salvó. El camarero colocó una bolsa de papel delante de Logan y un plato blanco
delante de él.
Cuando ambos indicaron que no, se dio la vuelta, lo que les dejaba una vez más en
el pesado silencio familiar.
—Realmente no da lo mismo.
—Yo le dije que quería que ustedes dos se conocieran, ¿y sabes lo que me dijo?
—cuando Logan no respondió, Tate continuó—: Ella dijo que nunca quería
conocerte. Nunca. ¿Quién dice algo así?
—¿Tate?
—¿Qué? —espetó cuando su tenedor golpeó el borde del plato con un sonido de
golpeteo.
—Está bien.
***
De hecho, había un desastre escrito por todas partes, y por eso no había querido
reunirse con ellos en un primer momento. Sólo había acordado hacerlo para apaciguar a
Tate, pero en este momento, Tate parecía cualquier cosa menos apaciguado.
—¿Qué dijiste?
Observó como Tate se embutió algo más de comida y otras cosas más en la
boca. Él masticó como si estuviese tratando de matarlo y luego lo señaló con el tenedor.
—Es lo mismo.
Logan se inclinó hacia delante y fijó a Tate con una mirada que gritaba, “Cállate
la boca” Después Logan le dijo en una voz grave:
—Si yo no quisiera ir, no habría dicho que lo haría. ¿Lo tienes? Sólo estoy
diciendo que las cosas pueden no salir de la forma que deseas. Incluso después de que
me conozcan.
Tate miró al otro lado de la mesa donde estaba Logan, y luego suspiró sentado en
su asiento.
Logan tenía sus dudas. Sabía que podía ser un bastardo con encanto, pero desde
que vio la consternación en la cara de Tate, sospechaba que ganarse a los Morrison
tomaría más de un plato de frutas y flores.
—Está bien, entonces. Así que vamos a ir, y voy a estar encantado de que se les
caigan los pantalones.
—Hilarante, Logan.
—Lo intento.
Los ojos de Tate se encontraron con los suyos, y Logan no podían creer cuan
extraño se sentía decir juntos. Hasta aquí, Tate no le había contradicho.
—Cole y yo tenemos una Cena Empresarial para nuestros clientes en un mes más
o menos —Mierda, estoy incluso hablando sobre el futuro.
Tate no respondió, y Logan pensó que tenía que precisar lo que quería decir al
chico.
—¿Ir contigo? Al igual que en una... —Oh mierda está nervioso—. Al igual que
en una cita.
—Logan... no sé…
—Está bien —se apresuró a interrumpir—. Fue una idea estúpida de todas
formas. Le dije a Cole que te lo preguntaría, y ya sé tu respuesta.
Dios, era un idiota. Conocía a Tate y sabía que no estaba preparado para esto, y
sólo escucharlo decir que él no era suficiente como para... Sí, maldito dolor en el pecho.
—Tate, está bien. No tienes que explicar nada —Y, honestamente, no quiero que
lo hagas.
Tratando de cambiar de tema para no pensar más en el rechazo de Tate, Logan
preguntó:
—¿Noche de juegos?
—Sí. Cole y Rachel tienen Noche de Juegos con la familia y necesitan dos
personas adicionales. Ella nos invitó.
La boca de Tate se torció a un lado, al parecer, más que feliz de que Logan
hubiese cambiado de tema.
—¿Cómo te obligó?
—No tengo ni idea. Pero si la estera Twister sale, yo estaré huyendo a la mierda
muy lejos de allí.
—No me digas —Tate rió. Luego señaló la bolsa de papel que se encontraba
delante de él.
—¿Sin hambre?
Logan podría mirarlo hacer esto una y otra vez y no enfermarse de la acción. Tate
lo sabía también, porque el hijo de puta se tomó su tiempo cuando él lo vio mirar y le
guiñó su ojo juguetonamente. Una vez que él tenía la cartera, sacó varios billetes, los
puso sobre la mesa, y luego se deslizó fuera de la cabina.
Logan dibujó una cruz sobre su corazón y le dijo con una sonrisa.
— Lo prometo.
Todo ésta seria charla le había dejado con un objetivo en mente, recordando a
Tate que estaba exactamente con la persona adecuada, y que acaba de pasar a ser…
Logan.
Tate estaba al tanto de los ojos de Logan sobre él mientras se dirigía a la parte
oscura del aparcamiento. Podía sentir el traqueteo de la tensión sexual entre ellos. Esa
tensión estaba allí desde el momento que había llevado su mano a la cartera en la parte
trasera de su pantalón, y los ojos de Logan habían caído en la parte baja de su
cinturón. Añadiendo a esto la sonrisa desviada de Logan y la promesa de comerse toda
su comida, Tate podía concluir que sí, que estaba seguro de que no era el único que
sentía que la temperatura fresca de ésta noche de Chicago había subido de temperatura.
Los temas tratados en la cena habían sido difíciles. Esos asuntos no eran los más
propicios para la seducción. La situación con su familia era todo un desastre. Uno que
necesitaba ser resuelto lo más pronto posible, porque cuanto más tiempo lo dejase a un
lado, cuanto más tiempo se podría complicar mucho la situación.
—¿Sabías que tus pantalones vaqueros tienen un agujero? ¿El que está en la parte
posterior de tu muslo derecho?
Tate sabía a qué agujero se refería. Sus pantalones vaqueros preferidos eran muy
gastado y tenían varios agujeros, pero en lugares en los que aún podía considerarse
decente. Ese agujero no era lo bastante grande.
—Se ha extendido, y cada vez que das un paso, puedo ver la curva de la mejilla de
tu culo —La cabeza de Tate giró mientras trataba de ver su propio culo, que era
ridículo, y luego sus ojos se encontraron con los de Logan—. Estás jodidamente
desnudo debajo de ellos, ¿verdad?
Al detenerse junto al coche de Logan, Tate se volvió y vio que Logan estaba allí
detrás de él.
—Quería que tu comida fuese de más fácil acceso.
Logan no dejó de caminar hasta que sus cuerpos se encontraron y sus pantalones
vaqueros se tocaron. Sus caras estaban tan cerca que una brisa habría tenido dificultades
para conseguir pasar entre ellos, y cuando la mano de Logan ahueco el Denim que
ocultaba su pene excitado, Tate llevó ambas manos a los brazos de Logan para mantener
el equilibrio.
Mientras que Logan lo masajeó, Tate cerró los ojos e inclinó la cabeza
ligeramente hacia atrás. En el instante en que lo hizo, los labios de Logan estaban allí,
dejando un reguero de besos por el lado de su cuello hasta que él llego a la oreja.
Logan se sentía bien, y a Tate en ese momento le importa una mierda si ellos
estaban de pie en una habitación privada o en un aparcamiento público, él necesitaba
liberación y la necesitaba ya.
—Logan —se quejó, y entonces el coche emitió un pitido y los seguros del coche
se abrieron.
Tate intentó abrir la puerta de nuevo, y esta vez, se abrió sin ningún problema. Se
subió en el interior y se encerró en el sitio que resulto acogedor, y luego rápidamente
desabrocho y bajo el Denim.
Antes de que Logan incluso llegara a su lado del coche, Tate estaba trabajando su
polla dura como el infierno con su mano. Con su cabeza hacia atrás sobre el
reposacabezas y sus ojos mirando el acercamiento de Logan, él no podía menos que
aspirar con fuerza debido a su aliento excitado. Cuando la puerta se abrió y la luz
interior se encendió, alumbró a Logan por encima y se veía con una artista del arte
sexual en toda su expresión.
Tate no estaba seguro de por qué esto le hacía temblar todo su cuerpo, pero así
era. Logan iba muy en serio, y su objetivo en este mismo segundo es chuparme la
polla. El infierno de mierda que sí... Eso fue sin duda, porque sin provocación alguna de
su parte, el sólo hecho de tener a Logan mirándole, Tate tuvo que luchar fuertemente
contra su propio orgasmo.
Sus caderas se arquearon fuera del asiento cuando la luz interior del coche se
apagó, y oyó el crujir de la bolsa de la comida de Logan cuando él lo puso en algún
lugar.
Tate pudo distinguir los ángulos y las líneas del hombre que estaba a su lado.
—Jesús, Tate. Tienes suerte de que tuve mi polla dentro ti antes, porque no creo
que hubiese sido capaz de mantenerme fuera de otra manera.
Tate podía sentir su pecho subir y bajar como si estuviera corriendo una
maratón. La instrucción explícita lo dejó sin habla, pero él no necesitaba decir nada,
sólo las acciones. Él levantó sus caderas de nuevo y saltó su carne hinchada al hacer lo
que solicitaba Logan, y al segundo era libre, la mano de Logan se envolvió alrededor de
su rígida longitud.
—Ahh...
Logan se inclinó sobre la consola hasta que sus narices se rozaban y sus labios
apenas se tocaron.
—Deja de perder el tiempo y date prisa de una puta vez. Te quiero en mi boca.
—Dios.
Logan presiono la palanca del asiento del Tate, bajándola. Luego se echó hacia
delante, haciendo que Tate casi llegara hasta él, pero en su lugar rápidamente decidió
empujar hacia abajo los pantalones de Tate. Oyó el crujido de papel de la comida de
Logan, pero Tate no tenía cabeza para pensar en nada, y cuando el vaquero fue
finalmente a parar alrededor de sus tobillos, se estiró. Antes de que su espalda estuviese
incluso contra el asiento de cuero, Logan estaba allí.
Cuando sus bocas se conectaron, Tate abrió sus labios para dejar hacer al hombre
impaciente que tenía encima de él.
Los labios de Logan volvieron a encontrarse con los suyos. Su boca se curvó
como si guardase un secreto, y claramente, lo guardaba. Una vez más, deslizo ese puño
suave, en la resbaladiza carne palpitante de Tate.
—Aceite de oliva y especias, una de mis salsas favoritas. Pero dentro de poco se
convertirá en mi salsa favorita absoluta.
Tate casi dejó de respirar por un segundo cuando las palabras cayeron en su lugar
con respecto a la comida para llevar que pidió Logan. Las Bruschetta se sirven siempre
con…
—Así que realmente ¿no quieres las bruschetta?
—No, yo solo quería el aceite. Pero pensé que pedir solo el aceite sería demasiado
obvio.
Logan dio otro tirón tortuoso a su carne, y los ojos de Tate casi rodaron hacia la
parte posterior de la cabeza.
—Mierda.
Todo el cuerpo de Tate se tensó ante la demanda, pero hizo lo que le habían dicho
y pateó a un lado los vaqueros de su tobillo y extendió sus muslos.
—Perfecta mierda.
Cristo, Tate pensó que esas dos palabras se raspaban en su oído, y escuchó
nuevamente el crujir del papel de la comida de Logan. ¿Es que hay más
aceite? resbaladizo, unos dedos juguetones se sumergieron entonces hacia abajo y
suavemente por sus pelotas. Seguro que este hombre es un puto.
***
Logan exhaló a través de la nariz y bajó sus labios sobre la longitud de espesor de
Tate.
El sonido que salió de la garganta de Tate cuando Logan lo tomó entre sus labios
hizo a su propio pene palpitar. Estaba claro para él que Tate se había soltado y estaba
disfrutando de esto al máximo. Cuando sintió unos dedos fuertes enredados en las
hebras de su cabello, Logan cerró los ojos para disfrutar de la sensación.
Añadiéndole la emoción de volar por los aires en público, y el dedo que iba
a... Ahh sí, Logan pensó mientras introducía un dedo hacia abajo más allá de las bolas
de Tate hasta su culo. Déjame entrar. Él iba a chupar los sesos de Tate a través de su
pene.
Levantando la cabeza, Logan se movió hasta que estaba en la boca de Tate, donde
se chupaba así mismo el labio inferior y luego aplastaron sus bocas. Cuando Tate agarró
su chaqueta, tirando de él más cerca, Logan empujó la punta del dedo más firme en
contra de su apretado y pequeño agujero. Entonces su lengua se deslizó en la Tate boca,
y Logan finalmente empujó su dedo dentro de Tate.
Las caderas de Tate rompieron al alza, y Logan llevó el dedo más profundo
mientras levantaba la boca.
—¿Te gusta? Yo no te puedo decir lo feliz que me hace saber que me quieres
tener en tu culo, Tate.
—No puedo esperar para darle a tu boca una razón por ser tan putamente sucia.
***
Tate no se atrevió a cerrar los ojos mientras observaba a Logan lo mejor que pudo
en el coche oscuro. Bajó sus labios sobre él y seguido metió su dedo dentro y fuera de
su culo, y el erotismo que primaba a partir de este acto junto con el riesgo de ser
descubiertos estaba construyendo en él un orgasmo que sentía seria jodidamente épico.
Las palabras que habían salido de la boca de Logan sobre chuparlo y follarlo lo
tenían utilizando hasta la última gota del poco autocontrol que le quedaba, y luego
Logan había bajado la cremallera de su pantalón, con todo esto Tate sabía que él no
duraría mucho tiempo antes de correrse.
Podía oír los sonidos de succión haciendo eco en el coche, y cuando Logan sacó
sus labios de la punta de su pene y lamió el glande, Tate agarró la cabeza de Logan
entre las manos más duramente de lo que sabía debía, y empujó su pene todo lo que
pudo en la boca golosa de su amante. Tate sintió que Logan tosió un poco, y la
vibración alrededor de su pene fue demasiado para él.
El dedo en su culo toco el lugar correcto, y Tate sintió como sus bolas se tensaban
mientras gritaba el nombre de Logan y se corrió con fuerza en su lengua.
Logan tragó hasta la última gota de mierda que le había dado y ahora estaba
ligeramente chupando su piel sensible cuando retiró su mano de entre sus piernas.
—Mierda —suspiró Logan cuando levantó la cabeza y se limpió la comisura de
los labios con el pulgar.
Tate se sentó y ajustó su asiento antes de que sus ojos se posaran en la mano de
Logan, viéndolo envolver su mano alrededor de su erección y sintió que casi le daba un
infarto.
Los ojos de Tate volaron hasta encontrarse con los de Logan, y este le dio una
puta sonrisa descarada.
—Sólo tomará un minuto, con usted sentado allí con toda la pinta de un adicto
sexual.
—¿Adicto sexual?
—Sí. Todo satisfecho de haberte corrido y de haber sido tocado. De haber tenido
mi boca y mis dedos en tu cuerpo... en ti. Te ves tan malditamente caliente como el
infierno y eso me hace querer follarte de mala manera.
¿Cómo demonios es posible que mi pene se retuerza? Tate pensó mientras Logan
continuó hablando y tirando de su propia mano.
—Tu culo apretado agarrando mi dedo, los sonidos deliciosos que haces cuando
explotas tu polla en mi garganta. Sí, Tate. Te has vuelto uno de esos tipos adictos al
sexo. Por mí.
Tate se volvió hacia la bolsa donde sabía que todavía había aceite. Ni siquiera un
policía golpeando en la ventana hubiese podido detenerlo, metió la mano en el interior,
y sí, encuentro el recipiente de plástico con el puto aceite caliente.
Metió la lengua en la boca de Logan y sintió como Logan quitaba los dedos de su
polla para tomar su rostro.
Cuando Tate apretó sus dedos resbaladizos, Logan empezó a devorar su boca.
Logan hizo tan solo una cosa apenas sintió en su pene el puño de Tate, sus
caderas encontraron un ritmo rápido antes de que él arrancara su boca de Tate, y
apoyara la cabeza en el respaldo del asiento. El lenguaje profano procedente de La boca
de Logan despertó a Tate a tal punto, que él quería oír su nombre salir gritando de la
boca de Logan cuando se corriera y él estaba muy cerca. Tate podía asegurarlo por la
forma en que su respiración se había acelerado.
Solamente se sentía atraído por Logan, no hacia otros hombres, pero ¿qué
significa eso? Tal vez era bisexual. ¿A quién diablos le importa al final? ¿Tenemos que
etiquetarlo?
Tate lo había llamado el día anterior para hacerle saber que Amelia había tomado
su turno y que podría asistir con él a la noche de juegos.
Cuando el ascensor se detuvo, Logan salió y metió las manos en los bolsillos de
su chaqueta mientras caminaba hacia la entrada principal. Abrió las puertas de cristal
que daban a la calle principal, donde habían acordaron reunirse, y luego se trasladó a un
lado para apoyarse en la pared de ladrillo de su edificio y esperar.
Habían pasado un par de días desde que había ido a cenar con Tate. Los dos
habían parecido entender que necesitaban un poco de distancia después de esa noche
explosiva en su coche, que era otra de las razones por las que Tate había sugerido su
motocicleta. Su explicación: Él no quería causar un accidente recordando a Logan la
última vez que habían estado juntos en su vehículo, como si alguna vez pudiera
olvidarse de toda esa mierda vivida en su coche.
Sin embargo todo lo vivido estaba bien para Logan, pero entendía que Tate podría
necesitar algo de tiempo. Incluso había aceptado que Tate podría estar pensando en
todas las decisiones que había estado tomando últimamente. No le gustaba, pero él
había aceptado que podría ser así.
Su línea de pensamiento pronto fue interrumpida por el ronroneo exagerado de la
Suzuki de Tate, lo vio pasar como un silbido a través de varios coches y se acercó al
lugar de parking de su edificio.
Logan se quedó dónde estaba y esperó a que Tate retirara el casco rojo de su
cabeza. Él luego sacudió sus rizos sexys como la mierda de su cara, y Logan se olvidó
momentáneamente su aversión a las motocicletas.
Cristo. Él podría morir en la parte posterior de esa cosa, pero Logan tenía que
creer fielmente que realmente valdría la pena acercarse a ese hombre. Él era puro sexo
montado a ahorcadas en esa máquina. Algo así como cuando él estaba desnudo y se
extendía sobre él.
Él quería ver esa sonrisa todos los días, y eso le asustó hasta la mierda.
—Oye.
Logan dejó que sus ojos recorrieran la longitud de la moto y luego levantó una
ceja escéptica.
—Si me quieres en la parte posterior de esta cosa, una vez más, será mejor que
tengas algo más que decir que “oye".
Tate con su pie bajó la pata del soporte de su moto y paso su pierna a través de
ella para bajarse ¿Esto es jodidamente en serio? Él está vistiendo pantalones de cuero
también. A continuación, Tate se subió a la acera por lo que estaban ahora frente a
frente y Tate llevo una mano a la parte delantera de la chaqueta de Logan.
Tate echó un vistazo abajo hacia su cuerpo y luego devolvió sus ojos para
encontrarse con los de Logan.
—Que te jodan.
—No lo creo. Esta noche me toca a mí, y he estado pensando en ello todo el día.
Tate rozó sus labios con los de Logan, y Logan sintió ese beso recorriendo todo el
camino hasta sus pies.
Bueno, ¿cómo te parece esto? Toda una puta suerte, según mi pene.
Sin decir nada más, Logan tomó el casco que Tate le entregó y se subió en la parte
posterior. Entre más pronto finalizaran sus compromisos con la noche de juegos, más
pronto ellos podrían jugar.
***
Logan había desabrochado la chaqueta, por lo que una franja de color azul se
mostró cuando metió las manos en su bolsillos. Tenía las gafas, y sus ojos eran
penetrantes, ya que lo observaban en silencio en sus estrechas fronteras.
Tate ni siquiera se había dado cuenta que estaba sonriendo, pero supuso que bien
podría ser honesto.
—Porque esa es la única razón por la que puedo pensar que estás empeñado en
torturarme esta noche.
Tate nunca lo admitiría, pero el hecho de que pudiera afectar a Logan, a él eso lo
emocionaba fuertemente; muchísimo más que todo lo que él había experimentado
alguna vez, y no estaba muy seguro de que quería que Logan tuviese ese conocimiento.
—Sí.
Que en una palabra: “sí”, no sólo estaba en acuerdo con él, sino que también le
daba permiso para que Tate continuase haciendo lo que estaba haciendo.
Tate rápidamente tomó ventaja del momento y se dirigió hacia el pasillo. Estaba a
punto de preguntar dónde tenía que ir cuando sintió una mano en su brazo.
Tate pensó en las palabras que había querido decir, en la seguridad de un espacio
seguro, pero aquí, en el aire libre, con los ojos curiosos de Logan mirándole hacia abajo,
no podía pronunciar las palabras.
—Eres un mentiroso terrible —le dijo antes de continuar hacia abajo a la sala de
color crema.
Tate se volvió y le siguió hasta el final, tomando una respiración profunda cuando
Logan levantó una mano y quedó noqueado. Estaba a punto de conocer a la familia de
Logan.
***
Logan contuvo la risa que amenazaba con explotar de sus labios cuando Mason
Langley inadvertidamente le dio a él y a Tate el peor llamado de atención para despertar
a la realidad. Ambos habían ido de puntillas alrededor de las etiquetas y el darle nombre
a lo que querían el uno del otro, pero con una sencilla palabra “novio”, Mason los había
dejado a ambos sin habla.
El tipo era alto, de al menos seis pies tres, tal vez más. Incluso podría aventurar
que tenía la misma altura de Cole.
Logan sabía que Lena era la esposa de Mason. Había oído a Cole y a Rachel
hablar de ella, pero él no acababa de localizar el otro nombre.
Logan pudo ver como Tate no se sentía amenazado por los logros de los
demás. Muchos hombres se volvían orgullosos cuando se trataba de la posición, el
dinero y el poder, pero a pesar de que Tate estaba esencialmente empezando de nuevo
tras su separación, eso nunca lo usaba para definirse como persona. De hecho, nunca lo
mencionaba en absoluto.
Logan se preguntó lo que estaría pasando por la mente de Tate mientras observaba
a la multitud que estaba actualmente mirándolos a los dos, pero antes de que pudiera
comprobarlo, Rachel saltó del regazo de Cole y se dirigió directamente hacia ellos.
—Logan —saludó con una sonrisa tan brillante que casi eclipsó la falda de
leopardo rosa que tenía puesta.
Luego miró a Tate y parecía iluminarse aún más su sonrisa, si eso era posible.
Al igual que todos los que se encontraban reunidos en la casa de Rachel, Tate
cayó inmediatamente a sus pies, por su vibrante personalidad y la manera tan cálida de
hacer que todos se sintiesen bien, como si estuviesen en su propia casa Él destelló
aquella sonrisa tolerante con la cual Logan se volvía un imbécil y contestó
bondadosamente.
—¿Ves, Logan? —Le dijo mientras le sacó la lengua y le pasó un brazo por el
hueco del brazo a Tate.
La risa de Tate llenaba la habitación de Rachel, y a pesar de que Logan sabía que
todo era por divertirse y jugar, él quería en su equipo a Tate, maldición. Por suerte para
él, y antes de llegar a decir algo que lo hiciese ver como un idiota, Cole se acercó a ellos
y se detuvo a su lado.
—Lo hiciste, has venido. Tengo que decir, que estaba casi convencido de un virus
estomacal iba a estallar en tu edificio esta noche.
—Ya sabes, oí que algo así daba vueltas por mi edificio. Pero yo sabía que si no
aparecía esta noche, yo tendría que lidiar con un dolor aún más grande el lunes.
La mirada jugosa que cruzó la cara de Rachel habría sido cómica si el comentario
sabelotodo de Tate no tuviera nada que ver con aquella maldita motocicleta y su
aversión de a ella.
—¿Por qué no van todos a tomar asiento mientras yo voy por las bebidas? ¿Qué
hay de ti, Tate? —Preguntó Cole mientras se dirigía hacia la cocina.
—Lo pillo. Rachel parece que te ha reclamado, así que los dejo para que ella haga
las presentaciones.
Logan entró en el espacio de vida que conocía casi tan bien como su propia casa y
se sentó en el sofá doble. Cuando Rachel finalmente soltó el brazo de Tate, Logan
esperó a ver dónde se sentaría, y sin vacilar, Tate se acercó al lado del asiento que se
encontraba vacío y se sentó.
—¿No crees que estás algo sesgada? —Mason bromeó con su hermana.
Allí aquella palabra otra vez, Logan pensaba en esto cuando sintió el cambio de
Tate en el sofá junto a él. ¿Qué estará pensando?
Logan oyó la risa de Tate junto a él, y se volvió para ver que estaba mirando a
Mason que tenía una gran mueca de dolor.
—No hay nada peor que escuchar acerca de la vida sexual de tu hermano, ¿estoy
en lo cierto?
Mason trató de encogerse de hombros.
Logan sacudió la cabeza y se echó hacia atrás en el sofá, estirando el brazo detrás
de Tate, por lo que su dedos rozaron su espalda. Sintió a Tate envararse y habló en un
tono suave pero grave.
—Cole nunca ha sido bueno en sutilezas —Tate le dio una mirada que gritaba,
“No me digas,” por lo que continúo—: Es muy probablemente la razón por la que
hemos resultado ser tan buenos abogados: Vemos lo que queremos, y eso tomamos.
Logan observó el intercambio, se dio cuenta de que era casi tan familiar como él
mismo con su hermano Cole. Josh era sin duda parte de esta familia, y Logan se sintió
curioso de saber la forma en que se había conocido con su hermano.
—Yo sabía que tu cara me era familiar. Yo estaba tratando de averiguar de dónde.
Tate hizo un sonido junto a él, y cuando Logan se volvió a mirarlo, fingió toser,
pero no antes de Logan tomara nota.
—Ahh. En este momento voy a tratar de no sentirme insultado ya que has elegido
estar con él como abogado, cuando sabes claramente que soy el mejor abogado cuando
se trata de contratos de negocios.
—Sí. Shelly me envió un mensaje de texto hace unos quince minutos. Deben estar
por llegar.
Logan levantó la copa y estaba a punto de tomar un sorbo de ginebra con tónica
cuando Rachel preguntó de nuevo.
Logan sabía que Rachel estaba buscando la manera de integrar a Tate, y realmente
la apreciaba por eso, pero cuando vio a Tate movimiento su cabeza mostrando su
acuerdo… La odiaba por ello.
Logan finalmente tomó ese sorbo de su bebida y vio a Mason y a Josh hablando,
antes de mirar a través de la habitación a Cole, que estaba sonriendo con la mirada. El
idiota sabía que estaba celoso.
—Pictionary.
La risa de Tate se rozó contra su propio brazo, y Logan fingió una sonrisa
realmente fantástica cuando escuchó:
—No soy un gran artista —Rachel, sin darse cuenta de su irracionalidad respondió
con:
Sintió la mano de Tate en su pierna, y cuando miró hacia abajo, se encontró con
unos ojos preocupados.
—¿Todo bien?
A pesar de que era infantil y se sintió como un idiota de mierda, Logan quería
pisar el pie de Tate y decirle "No, no todo está bien" Él estaba allí como su cita, maldita
sea, y que se suponía que era su compañero en... sí, Pictionary.
—Todo está bien, pero sentí vibrar mi teléfono —gran mentira—. Voy a salir un
minuto.
Tate retiro su mano, y aunque sabía que estaba siendo un idiota, Logan dio un
paso alrededor de él.
Estaba a punto de alejarse cuando notó que Cole aún lo miraba y tocando el lado
de su mejilla de nuevo, pensó Logan, es un idiota.
Volvió a pensar en lo que acababa de decir y luego se quedó mirando al otro lado
de la habitación donde estaba Cole, el cual se encontraba observándolo de cerca. Mason
y Josh estaban discutiendo algo relacionado con sus esposas, y cuando Cole levantó una
copa hacia él en saludo burlón, le dijo algo en voz baja que podría haberse ido de culo si
hubiese estado de pie.
—Pero…
—Sé que es mi hermano, y sólo lo he visto actuar de esta manera tan ridícula una
vez antes —Cole puso una mano en la pierna de Rachel y la acarició. Ella lo miró, y sus
labios se torcieron con preocupación.
Cole pensó que era para risas. Su boca se dividió en una amplia sonrisa y su risa
resonó alrededor de la habitación.
—Oh, por supuesto que no le molesta, pero estoy bastante seguro de que acaba de
abrir sus ojos a la realidad.
Tate no entendía el significado de las palabras de Cole, pero lo que no quería
tampoco era que Logan se molestase. Él se levantó y alisó sus manos en sus pantalones,
dispuesto a ir a buscar a Logan cuando habló Rachel.
Por lo general, él hubiese guiñado su ojo y le habría dado las gracias, pero él solo
podía pensar en Logan, y ahora sólo quería encontrar al tipo. Sonrió de forma rápida y
se excusó con una cosa en mente, localizar a Logan y hacerlo entrar en razón.
***
Logan se llevó una mano a la cara y se pasó la palma de la mano sobre ella, y
después la llevo a la parte posterior de su cuello. Entonces oyó una puerta abrirse y
cerrarse detrás de él, y se volvió justo a tiempo para ver salir a Tate hacia el pasillo.
Tate no dejó de caminar y de hecho hizo retroceder a Logan hasta que chocó
contra la pared en el otro extremo del corredor.
—¿Qué fue lo que me dijiste antes? —Tate preguntó mientras colocaba su mano
derecha contra la pared.
—No lo sé.
Los ojos de Tate se movieron sobre su cara, y Logan podían sentir como su
corazón comenzaba a latir con fuerza en el interior de su pecho. Me he vuelto un idiota
por culpa de este hombre.
—Lo eres —estuvo de acuerdo, pero cerró la boca cuando la otra mano de Tate se
acercó y lo dejo enjaulado contra la pared.
Mierda. Este lado de Tate, el contundente, el lado que pone a Logan en modo de
toma lo que quieras, ese lado lo acarició en todos los lugares correctos.
—Eso puede ser cierto, ¿pero sabes qué, Logan? Tú también. ¿Por qué no me
dices Realmente el por qué estás aquí?
Logan decidió que no iba a haber un mejor momento que éste para tratar de hacer
ver su punto, sin sonar como un completo idiota. Él levantó las dos manos y las puso
bajo la chaqueta de Tate la mitad de la espalda.
—Necesitaba a… —la voz de Logan lo dejo cuando Tate bajó la cabeza y sus
rizos rozaron el costado de su mejilla.
Tate levantó la cabeza hasta que estuvieron cara a cara. Entonces Logan observó
como ensanchaba los ojos ligeramente como si no hubiese esperado que él lo admitiera.
—¿Por qué?
Bien. Si tenía que admitir que su comportamiento había sido el de un idiota, iba a
hacerlo de una manera en que Tate estuviese distraído. Se apartó de la pared y les volvió
ligeramente, empujando a Tate hasta que su espalda estaba contra la superficie
implacable.
Tate no opuso resistencia cuando Logan se ajustó a su cuerpo lo más cerca que
pudo pegando sus caderas.
—Estás celoso —Tate acusó en voz baja, pero él no se detuvo allí—. Pero no es
del tipo: me tienes herido en mi corazón, pero sí es del tipo: soy un estúpido e
ilógico. ¿Estoy en lo cierto?
Dios. Sólo escuchar las palabras de Tate, hicieron a Logan hacer una mueca de
dolor. Odiaba que fueran ciertas. Lo hacían vulnerable. Así que en lugar de admitir
nada, levanto una mano y tomó la barbilla de Tate, sosteniendo su cara todavía.
—Me haces…
—¿Sí? —Tate instó, moviendo sus caderas de la pared para volcar sus cuerpos
inferiores juntos.
Logan inclinó la cabeza ligeramente hacia arriba y tocó el labio superior de Tate
con la lengua. Cuando Tate abrió la boca, Logan aumentó la presión sobre la barbilla y
volvió el rostro de Tate ligeramente. Llevó sus labios a un lado de la mandíbula sin
afeitar de Tate y suavemente hundió sus dientes en ella.
—Juro que me haces perder la cabeza. Siento que me estoy volviendo loco.
—¿Logan?
Él puso su boca al oído de Tate.
—¿Sí?
Logan chupó la piel entre los dientes y frotó su erección contra el muslo de Tate.
—No hay ningún motivo para estar celoso —Tate intentó tranquilizarlo.
Logan estaba más allá de poder pensar racionalmente, así que cuando él presionó
sus bocas, confesó valientemente:
—Me importa una mierda. Incluso la idea de que tú estés con otra persona en un
sencillo juego de Pictionary, me vuelve loco.
Ambos se congelaron cuando las palabras se detuvieron entre ellos, y Logan sabía
que había acabado de entregar su mano entera. Finalmente, había admitido que lo que
hay entre ellos era mucho más que sexo.
Él quería que esta noche, en este momento donde todo el mundo sabía que Tate
estaba con él, pareciese ser real, ser a la manera en que su vida era realmente. No estaba
muy seguro de cómo reaccionaría Tate, pero cuando se tomaron con los labios en un
beso brutal, eso era lo suficientemente bueno para él.
Tate tiró de su boca, y cuando su cabeza cayó hacia atrás contra la pared, los
dedos de Logan excavaron en el cuero flexible. Él apoyó su frente junto a él y suspiró.
—Maldito Pictionary.
Las caderas de Tate empujaron contra él mientras agarraba sus hombros con las
dos manos.
***
Tate cerró los ojos y trató de pensar en cómo Logan había roto metódicamente
todas sus inhibiciones en pedazos. Más él aún no tenía idea de qué esperar de esta
noche, pero él había sido introducido como el novio de Logan, y no por Logan
precisamente. Así que cuando había sucedido y se había sentido... normal, Tate había
dejado que la idea se asentara más profundamente en él.
Tate llevó sus manos al pecho de Logan y las alisó sobre los pectorales duros
debajo de su camisa azul. Sintió los dedos de Logan masajear su culo, y Tate no pudo
evitar apretar cuando se ondularon su caderas con más fuerza contra el muslo que ahora
estaba encajado entre los suyos. Se agarró a la cintura de Logan para una conexión más
fuerte, y fue entonces cuando dos voces femeninas llegaron a sus oídos.
—Fíjate —él oyó, abrió sus ojos para ver a una magnífica mujer rubia golpear a
su amiga en el brazo. Mientras caminaban más abajo en el pasillo, la morena parecía
darse cuenta de que ella no solo estaba viendo a dos hombres darse el lote, sino que
estaban a punto de quitarse la ropa.
—¡Shelly!
Logan finalmente se dio cuenta de que tenían una audiencia, y Tate casi maldijo el
hecho de que había dejado de besar su cuello para hacer frente a las chicas.
Tate observó a las dos mujeres que se detenían y no tenía ninguna duda de que la
expresión de Logan en el rostro era sexualmente sugestiva. Había visto esa mirada
varias veces, incluyendo una noche en After Hours.
—Lo siento, señoras. Ustedes saben cómo es esto. Una vez que se comienza, es
difícil de parar.
Tate se mantuvo pegado contra la pared, pensando que esas palabras eran
malditamente muy precisas mientras que su miembro palpitaba y su corazón se volvía
loco.
La morena que parece casi tan mortificada como Tate estaba empezando a ser
consciente de la situación, pero la rubia no tenía ningún problema en absoluto cuando
ella pasó junto a su amiga y observó primero a Logan y luego volvió su mirada curiosa
sobre él.
Fue la batalla del dúo de ojos azules, ya que la rubia estrechó sus ojos y una
sonrisa tortuosa estiró sus labios pintados. Esta mujer era tan segura como el propio
Logan.
—Sólo he conocido a otro hombre que apenas se disculpó por tener relaciones
sexuales delante de mí, y ese es tu hermano, Cole. Yo simplemente no le creía a Rachel
cuando ella nos dijo que ustedes dos estaban prácticamente cortados con la misma tijera.
Con sólo unas pocas diferencias.
A medida que la última frase salió de su lengua, Tate observó cómo sus ojos se
movían sobre el hombro de Logan para satisfacer su propia curiosidad, al darse cuenta
de que él era la diferencia.
—Él es mío —Logan fue rápido para reclamar, y Tate no tenía ningún problema
con esa reclamación. Shelly, se refería a otra cosa. Pero ella se veía muy divertida.
—No se preocupe, él está a salvo. Josh es mío, es solo que tengo una fascinación
por los hombres de cabello largo.
Tate permaneció en silencio mientras Logan se volvió hacia él y sus ojos le dieron
un repaso por todo su cuerpo, afortunadamente dio la vuelta rápidamente.
—Yo también.
—Ignora a Shelly. Ella se perdió el curso sobre cómo ser sutil y ha saltado
directamente a ser inapropiada.
—No hay problema —aceptó, y dejó que sus ojos se encontraran con los de
Logan. Si usted piensa que esto me avergüenza.... estas muy equivocado.
—¿Ves?
Tate asintió.
Lena levantó una mano y llamó a la puerta, se encontraba abierta así que la
empujó para dejarlos entrar a todos.
Logan oyó la tos de Tate como si estuviera aclarándose la garganta, y decidió que
debía intervenir solo en el caso de que la Rubia tuviese algo más que decir.
—Está bien, está bien —dijo Josh mientras se abría camino más allá de Lena, que
estaba sacudiendo la cabeza, se inclinó y beso la mejilla de su esposa.
Josh le dio un beso tan intenso, que incluso Logan tenía dificultad para mirar
hacia otro lado.
Infiernos, con alguien tan bocazas como ella, tendría que tener una forma definida
de como cerrarle la boca, pero a Josh parecía que no le importaba lo más mínimo.
Cuando llegó a su lado, Mason se levantó y se elevó sobre ella, pero ella
cómodamente envolvió sus brazos alrededor de él y levantó la cara para un beso suave
que transmitió claramente lo mucho que la había la extrañado.
—Fue duro, pero esta noche de juegos es lo que necesito. ¿Catherine y Savannah,
quedaron bien?
Bueno, todo el mundo, pero Logan y Tate seguían en pie observándolo todo.
Logan se rió ante el desafío descarado que esta mujer fue repartiendo y luego
volvió los ojos a Tate.
—En realidad, preferiría a Tate. Pero desde que ha sido reclamado por Rachel esta
tarde, tal vez deba emparejarme contigo. De alguna manera, siento que deberíamos estar
relacionados.
—¿Y eso por qué? ¿La gente siempre te dice que eres fuerte, audaz y totalmente
inadecuado al menos una vez al día?
Eso tuvo a Cole murmurando “Mierda”. Y Logan dándole su sonrisa más lobuna.
Logan la tomó y vio a Cole moviendo la cabeza mientras él y Rachel y todos ellos
se movieron a través del comedor.
Todo el mundo se sentó, y cuando Tate se sentó junto a Rachel, Logan se aseguró
de sentarse directamente frente a él. Shelly se enganchó el asiento de al lado. A
continuación, Lena y Mason tomaron un extremo de la mesa, dejando a Josh y a Cole
uno frente al otro.
—Oh, esto es dulce —dijo Logan mientras miraba a su hermano—. Siempre quiso
tratar de entender por qué me gustaba jugar con los hombres. Ahora lo puedes descubrir
por ti mismo.
Rachel y Shelly se echaron a reír mientras Cole le soltaba un no tan buen nombre
a Logan, y Josh miraba a su esposa. Ella le ofreció un cojo: “Lo siento”
Josh puso los ojos en blanco como si estuviera acostumbrado a sus maneras y
luego se trasladó al otro extremo de la mesa y se sentó al lado de Cole.
—Si tú juegas este juego tan bien como el póker, no me importa cambiar de
equipo por una noche.
Rachel aún estaba riendo junto con Tate, pero se las arregló para hablar.
Cole la fijó con su mirada de no encuentro esto divertido, pero entonces sus ojos
se suavizaron y sus labios sonrieron.
—Está bien, ustedes dos. ¿Quieren abstenerse de hacerlo sobre la mesa? Vamos a
jugar.
Logan tuvo que morderse el labio para parar de decir algo. Se acordó de cuando
Cole le habló de la reacción inicial de Mason hacia la relación de él y Rachel, y era
hilarante que, después de tantos años, Mason todavía le estaba dando mierda a Cole por
ello. También hizo a Logan feliz saber que no era el único.
Logan golpeó sus manos y luego se las frotó mientras sonreía a través de la mesa
a su cita y anunció.
***
No estaba muy seguro, pero mientras estaba allí sentado tratando de adivinar lo
que Rachel estaba tratando de dibujar, él se reía tan fuerte que tenía lágrimas en los
ojos.
Ella asintió con la cabeza y luego hizo un gesto para seguir adelante. En el bloc de
papel delante de ella era una figura del palillo de los animales de corral común, y luego
al lado de eso, ella había garabateado algo como una versión más pequeña.
Tate frunció el ceño.
—¿Un pony?
—¿Caballo?
Una vez más, ella asintió con la cabeza, y Tate pudo escuchar el resto del grupo
riendo alrededor de la mesa, mientras ella comenzó con el marcador a dar vueltas
locamente alrededor del caballo pequeño.
—¿Caballo bebé?
No.
—¿Pequeño caballo?
Negativo.
Los ojos de Rachel se posaron en el reloj de arena y luego en él, esta vez
violentamente animados todos los jugadores cuando ella trato de hacer su versión de
un relincho de caballo.
Rachel miró hacia abajo a su hermano, que luego comenzó a reír de verdad, y Tate
oyó preguntar Logan:
—¿Hay que hacer toda esta charada? ¿Hay que hacer ruidos y actuar?
Tate se quedó mirando las dos fotos de nuevo y de repente lo golpeó la respuesta.
—¿Pony Shetland?
Tate le devolvió el abrazo y miró al otro lado de la mesa donde estaba Logan, que
bromeó al mismo tiempo:
Mason se acercó y tomó los dados. Dio la vuelta y luego se trasladó con su pieza y
miro a Lena, quedando en la Categoría - difícil.
Lena se acercó y agarró su tarjeta. Entonces ella miró hacia la mesa, donde
estaban todos ellos.
Lena empezó a pasar la tarjeta alrededor, y Tate se dio cuenta de que necesitaba
afilar la punta de su lápiz.
Él miró hacia donde estaba el afilador, Logan estaba sentado justo al lado, y estiró
el lápiz en su dirección.
—Muy chistoso, Logan. El afilador está justo al tu lado. Sólo tienes que tomarlo y
deslizarlo dentro.
Tan pronto como las palabras salieron de su boca, y los labios de Logan se
arquearon en una línea arrogante, Tate se mordió la lengua.
Tate se sentía más cómodo que nunca con Logan y este grupo de personas, Tate se
encogió de hombros y asintió. Es hora de darle a Logan de su propia medicina.
—Sabes, Tate…
—No lo hagas —Tate lo interrumpió mientras movía el pie, el que él había tenido
entre los pies de Logan durante toda la noche, por lo que la espinilla golpeó la
pantorrilla de Logan.
—¿Hacer qué?
—Decir algo sucio. Yo sé que te mueres por hacerlo, pero sólo quiero que me
afiles el lápiz.
—Jesús —murmuró Shelly junto a Logan—. Y yo que creía que Rachel y Cole
eran los malos.
Tate sonrió a través de él y sabía que esto lo iba a volverlo loco, así que se inclinó
un poco y bajó su voz.
Cuando la boca de Logan prácticamente se abrió, Tate tiró el lápiz de entre sus
dedos y se sentó de nuevo en su silla con la mejor mirada de estar muy satisfecho que
había mostrado nunca. Entonces miró alrededor de la mesa en silencio. Todos los
hombres estaban muy sorprendidos frente a ellos, y las mujeres estaban...
Eso le hizo pensar con mucha más esperanza que el domingo siguiente con su
familia iba a seguir por el mismo camino.
***
En algún lugar entre el viaje en el ascensor hasta la casa Cole y este mismo
segundo, Logan se dio cuenta exactamente de lo que quería, y todo aquello estaba
envuelto en dos palabras Tate Morrison.
—Tal vez.
—Bueno, eso es mejor que fingir que no sabes de lo que estoy hablando.
—Tienes razón. Tú lo fuiste mucho más —Cole fue rápido para responder y
volver a preguntar—. ¿Estás aterrado?
—Definitivamente.
Logan miró de nuevo hacia donde Tate estaba sonriendo por algo que Shelly
acababa de decir, y sintió que su mano temblaba cuando se reacomodaba las gafas en su
frente.
—Él es…
—¿Sí?
Cole puso sus manos sobre el mostrador, y lo inmovilizó con la más grave de sus
caras.
—Él no es para nada como Chris. Me hace pensar sobre las cosas que había
decidido que no fueran para mí —Logan se detuvo, sin poder creer las palabras que
salían de su boca—. Casi como siempre lo soñé.
Por un momento, una comprensión silenciosa se extendió entre ellos, y luego Cole
habló.
—Él se ve bastante real para mí. Tal vez es hora de que dejes que alguien entre.
Te lo mereces—. Cole cogió el vaso que parecía como si estuviera a punto de terminar
en el suelo —Mereces ser feliz.
Tate eligió ese momento para mirar por encima de ellos, y cuando él levantó las
cejas como preguntando: ¿Estás listo? Logan tuvo que preguntarse: ... ¿Me habla a mí?
—Vete. Deja que te lleve a casa. La forma en la que lo has estado mirando toda la
noche me ha sorprendido, y lo has hecho de manera muy intensa.
Logan sintió que sus labios se torcieron a un lado cuando se volvió hacia su
hermano.
—La próxima vez, me dijo Rachel jugaremos a las cartas, poker para ser
exactos. Tú siempre has perdido en ese juego.
—Te puedes sorprender. ¿No has oído a Josh antes? He mejorado desde la
universidad cuando me utilizabas para robarme mi dinero.
Logan vio como Tate se detenía a su lado, y por primera vez en muchísimo
tiempo que él pudiese recordar, se sentía nervioso.
—Póker —Cole suministra.
—Por supuesto que sabes cómo jugar al póquer. Déjame adivinar. ¿Tu
especialidad es la tira?
Logan no tenía nada que decir, para variar. Él sólo le tendió la mano. Cuando Tate
la tomó sin vacilación sintió que su ritmo cardíaco se aceleraba.
Contrólate, hombre.
—No hay problema. Rachel no lo haría de ninguna otra manera. Creo que te ha
adoptado.
Del mismo modo que las palabras fueron pronunciadas, la propia señora entró en
la cocina y envolvió su brazo alrededor de la cintura de su marido. Cole puso su brazo
alrededor de sus hombros, encajando perfectamente a su lado. Había tanta comodidad y
familiaridad en el movimiento que Logan se encontró envidiándolos. Ellos no tenían
que pensar en tocar el uno al otro. Ellos simplemente lo hacían.
Tate levantó su mano para despedirse de Rachel, y ella soltó a Cole, y envolvió
sus manos alrededor de su cuello, besando su mejilla también.
Logan se quejó.
—Igualmente.
Logan había estado pensando en visitarlos alguna noche. Había oído todo sobre el
restaurante por su hermano, y después de conocer a Mason, ya quería conocerlo. Tal vez
él asistiría con Tate en alguna ocasión.
—Lo haremos. Tengan una buena noche, chicos. Esto fue realmente divertido.
Ellos hicieron su camino en silencio por el pasillo y salieron por la puerta. Cuando
llegaron al ascensor y Logan se inclinó para presionar el botón, el silencio se
mantuvo. Podía sentir a Tate observándolo, y una vez que las puertas se abrieron y
entraron, Tate continuó dándole la misma mirada intensa que había estado en sus ojos
toda la noche hasta horas antes.
—Quiero que sepas que me gustó mucho esta noche. Gracias por compartir tu
familia conmigo.
Logan no sabía qué decir. Él sabía lo que quería decir, pero sentía que era
demasiado pronto y que estaba putamente aterrorizado de que, en el momento en que las
palabras salieran, todo se iría a la mierda.
Así que se inclinó para coger el brazo de Tate y cerró los ojos.
—De nada.
—¿Logan?
Los ojos de Logan se abrieron lentamente, y estaba convencido de que la
expresión en los de Tate era casi idéntica a la suya. Tal vez debería solo…, pero la boca
de Tate se abrió para hablar justo cuando el ascensor intervino.
Logan ni en acuerdo ni en desacuerdo. Estaba seguro de que Tate sabía que nada
en la tierra le habría hecho decir que no.
Tate estaba detrás de Logan mientras abría la puerta principal de su piso.
Desde que salieron del sitio de Cole, Logan había estado inusualmente tranquilo y
callado. No había estado quejándose de la moto, no hubo observaciones sexualmente
sugerentes cuando Tate había subido sobre su moto, y no hubo comentarios sarcásticos
durante todo el viaje dentro del ascensor.
Logan tenía el rostro más serio que Tate jamás había visto en él.
Él esperó algún tipo de señal de parte de Logan, y cuando lo vio que entró
directamente en su habitación, Tate decidió que estaba lo suficientemente claro para
él. Se quitó las botas y se dirigió a la habitación que cada vez se hacía más y más
familiar para él.
Tate dejó caer su camisa en la mesa junto a la cama, y llevó su mano al botón de
sus pantalones de cuero. Sin embargo antes de desabrocharlo y quitárselos, se acordó de
la reacción de Logan y su deseo de quitárselos, y miró a través de la cama blanca y
grande.
Se estiró y puso sus manos sobre el pecho desnudo de Logan, después las deslizó
hacia arriba para descansarlas en sus hombros.
—¿Estás bien? — él sintió como las manos de Logan se posaron para sostener sus
muñecas.
—Si no quieres…
Tate quería saber lo que implicaba esa palabra en el mundo de Logan, pero en
este momento lo que más deseaba era tocarlo.
Había sido consciente de los ojos de Logan sobre él toda la noche. Ahora, lo que
quería era sus manos sobre él.
Empujó la camisa de los hombros de Logan y la deslizó por sus brazos. Cuando se
enganchó en su muñecas, inclinó la cabeza para presionar sus labios contra el cuello de
Logan y llegar a desabrochar uno de sus puños.
Cuando Tate tenía el segundo brazo de Logan libre, la camisa cayó y golpeó el
suelo mientras llevo su boca al oído de Logan.
Tan pronto como las palabras fueron pronunciadas, Logan volvió la cabeza y
tomó su boca en un beso tan jodidamente eléctrico que Tate se sorprendió que aún
estaba en pie cuando llegaron a tomar aire. Entonces agarró la cara de Logan, hundiendo
su lengua profundamente en esa boca sexy y devolvió los mordiscos que Logan le
estaba repartiendo.
Sentía el aire frío que golpeaba sus ingles mientras Logan apartaba sus pantalones
de cuero, y luego la boca de Logan se había ido de sus labios. Sintió unos cálidos labios
que se abrían paso por su cuello hasta el punto en la base de la garganta y el centro de su
clavícula. Tate no pudo evitar el grito gutural que se le escapó cuando Logan paso su
lengua por ese lugar y luego trazó una línea a su pezón izquierdo mientras deslizaba sus
dedos en la parte trasera de sus pantalones, empujándolos varias pulgadas por sus
caderas.
Tate corrió los dedos de una mano en el cabello de Logan y maldijo en voz alta
mientras unos dientes afilados le mordieron el pezón.
—Joder.
Él puso su otra mano sobre el hombro de Logan y añadió presión, necesitando ver
lo que Logan hacía en sus rodillas delante de él. Sin lugar a dudas, las manos de Logan
se movieron más lejos dentro de su piel mientras se iba desplazando hacia abajo,
deshaciéndose de los pantalones a medida que Tate tenía la esperanza de que lo hiciera
completamente.
Tate se enderezó y dio un paso atrás con un objetivo en mente, que era dar a
Logan exactamente lo que había pedido.
—Entonces, levántate.
***
Logan no era la clase de hombres a seguir las órdenes, pero esta noche, quería a
Tate a cargo.
Hasta ahora, cuando había dejado que Tate controlara, lo había hecho para que
Tate pudiera explorar y decidir lo que le gustaba. Pero en este momento, en su estado de
ánimo actual, Logan quería ser controlado, dominado.
Él quería que se le dijera qué hacer, y en última instancia, quería que Tate tuviese
el control.
Logan se puso de pie, y cuando Tate le dio instrucciones para mantener las manos
a los costados, y luego Tate dibujó un camino tocándose así mismo con un dedo desde
su esternón hasta el ombligo, Logan tenía un tiempo difícil para hacer lo que se le
habían dicho.
La polla de Logan se puso rígida. Sí, parece ser que eso era.
—Puedo hacer eso —le aseguró Tate. Entonces él remontó aquel mismo dedo
burlón debajo de su rastro del tesoro al botón de los vaqueros de Logan.
—Quítate los pantalones.
—Súbete a la cama.
Tal vez él debería haber estudiado esto más detenidamente. Él le había dado este
poder a Tate de dar instrucciones, pero lo hizo antes de que siquiera lo tocara.
El corazón de Logan le latía con tanta fuerza que pensó que era un puto milagro
que no se hubiese desmayado mientras se movía hacia el centro del colchón y esperó.
Tate bajó la mirada sobre él, y Logan se preguntó lo que estaba pensando. Sin
embargo él no tuvo qué esperar una respuesta, porque el hijo de puta decidió decirle:
—Tu cuerpo es increíble, el gimnasio de este edificio sin duda vale la pena —Tate
reflexionó mientras envolvía su mano alrededor de su pene—. Me refiero a… mierda,
Logan. En serio, tu cuerpo es impresionante. Incluso si yo no quisiera follarte, podría
apreciar eso de ti.
—Quiero tocarme a mí mismo casi tanto como quiero tu polla dentro de mí.
—Muéstrame.
La frente de Logan se arqueó ante la demanda. Las mejillas de Tate estaban rojas
y sus labios apretados, pero luego se relajó y mostró los dientes en una jodida y salvaje
sonrisa.
Logan se volvió, sacó dos almohadas hacia el centro de la cama, y luego se acostó
en su espalda con sus piernas separadas. Tate estaba exactamente dónde había estado
Logan cuando este había estado de rodillas, pero su mano fue una vez más a acariciar su
pene.
Logan se inclinó y comenzó a frotar lentamente sus bolas. Los ojos de Tate
bajaron para verlo manipular su piel, y se mordió el labio inferior entre los dientes como
si estuviera tratando de contener un gemido. Logan ensanchó sus piernas un poco más,
bajo la atenta inspección de Tate y trajo su palma para acariciar por encima su jodida
erección, se siente increíble.
El comando ronco de Tate vino cuando Logan sintió que el colchón se hundía
entre sus pies. Sus ojos se posaron en Tate mientras este se acomodaba y se arrodillaba
entre sus tobillos.
Logan dobló las piernas en las rodillas hasta estar seguro de Tate podía ver
todo. Estaba a punto de llevar la mano a la boca y lamer para que pudiera obtener una
diapositiva dulce, pero Tate le detuvo.
—¿Por qué?
Antes de que él aún pudiera pensar en lo que Tate quiso decir, Tate se trasladó
más arriba en la cama y colocó sus manos en los muslos internos de Logan,
empujándolos hacia abajo en el colchón hasta que se extendieron de par en par.
Logan no podía apartar la mirada cuando Tate bajó la cabeza y pasó su lengua
caliente y húmeda sobre la parte inferior de su pene. La arrastró por todo el camino
hasta la cabeza hinchada, en la que claramente disfrutó limpiando el pre-venir que
encontró allí.
Logan agarró las sábanas a cada lado de su cuerpo y empujó sus caderas hacia la
boca de Tate.
Una vez más, Tate se movió de nuevo más hacia abajo, donde había querido
empezar, pero en lugar de seguir el mismo camino de mierda, él aspiró una de las bolas
de Logan entre sus labios.
—Jesucristo, Tate.
Logan estiró el cuello para ver la mata de rizos entre sus muslos, y luego el burlón
sopló una cálido aliento sobre su piel mojada. Logan sintió que se le encogía el culo
mientras bombeaba sus caderas hacia arriba.
—¿Logan?
A Logan le resultaba jodidamente difícil concentrarse, y mucho menos hablar, por
lo que todo lo que logró decir fue un:
—¿Hmm?
—Quiero ver cómo te follas tu mano y mis dedos. ¿Crees que puedes hacer eso?
Cualquier pregunta o respuesta que hubiese podido tener Logan en este momento,
había dejado su puta cabeza después de ese comentario, pero cuando Tate se cernió
sobre él esperando una respuesta, se las arregló para responder:
—¿Bien? —Tate repitió con voz incrédula. Luego bajó su boca a la oreja de
Logan—. Esto va a estar mucho mejor que bien, Logan. ¿Sabes por qué? También
puedo ser muy sucio, justo como tú.
Maldición. Estaba seguro de que Tate sería la persona que le llenaría con todo lo
que él quería. Sólo que no había contemplado que podría hacerlo de muchas maneras.
Logan cerró los ojos y trató de calmarse a sí mismo cuando Tate lamió su jodida
mejilla y cuando sus penes se rozaron entre sí, no pudo evitar el fuerte gemido que salió
de su garganta. El juego previo estaba a punto de matarlo.
Al parecer, a Tate le gusto esa respuesta, porque él gruñó y cerró sus bocas.
Logan no pudo evitar llegar a las caderas que rodaban sobre su ingle. Él clavó los
dedos en la piel caliente y empujó su pelvis con los ojos cerrados y el beso continuó.
El sabor de la Tate era siempre el mismo: Una pizca de canela y una mierda de
toneladas de sexo y Logan estaba convencido de que era adicto.
—Date prisa.
Estoy jodido, pensó Logan. A pesar de que no era del todo cierto, sin embargo,
sabía que lo estaba y mucho en este preciso momento mirando hacia el magnífico
hombre entre sus muslos, y sabía que ya no podía esperar más.
***
Tate empujó las piernas de Logan hacia los lados mientras se movía hacia abajo
en la cama, frotando su pene en las sábanas a medida que bajaba. No podía esperar a
hundirse en Logan, pero él quería enloquecerlo de placer antes lo hacerlo, y Tate sabía
cómo llevarlo allí.
Logan había insinuado varias veces que le gustaba un poco áspero y duro cuando
le tocaba su turno de estar en la parte pasiva, y Tate querido darle eso.
Cuando él estaba situado entre los muslos de Logan, y su boca a sólo pulgadas de
su pene, Tate levantó sus ojos a los abdominales y su impresionante pecho ondulante y
se recordó a sí mismo su objetivo: Tomar a Logan.
Tate extendió la mano, envolvió sus dedos alrededor de la base del eje grueso de
Logan, y le preguntó:
Logan golpeó sus caderas hacia arriba, deslizando su carne endurecida por el puño
de Tate, y logró decir:
—Me importa una mierda —murmuró Logan cuando Tate continuó dándole una
paja lenta.
Tate rió y entrelazó sus dedos, haciendo que Logan estuviese tan resbaladizo
como su propia mano.
Y a Tate le encantó el aspecto de pecado que Logan dio cuando sus dedos se
cerraron alrededor de su pene sin reservas, y apretó la cabeza sobre la almohada para
masturbarse.
Tate volvió la cabeza, lamió un punto alto en el interior del muslo de Logan, y
oyó una maldición rasgar a través de la habitación.
Logan inclino sus caderas, y Tate llevó una mano para trazar un dedo lubricado
bajo sus bolas a la sombra oscura entre sus mejillas. Empujó el dedo sobre la piel
apretada y el pliegue hasta que él encontró lo que estaba buscando.
La cara de Tate estaba tan cerca del cuerpo de Logan que no podía dejar de chupar
de nuevo una de sus bolas con sus labios, lo que tenía a Logan agarrando un puñado de
su cabello.
Tate frotó el dedo hacia atrás y hacia adelante sobre los nervios sensibles del culo
de Logan, sin dejar de lamer con su lengua mientras se retorcía debajo de él. Los ruidos
procedentes de Logan eran atractivo, crudos, y torturados mientras se masturbaba, y
Tate podía sentir su propia y pulsante erección contra el colchón.
Los ojos de Logan se abrieron, y una mirada azul hecha fuego lo encontró. Tate
podía jurar que sintió el calor que venía de ellos cuando Logan bombeaba su polla y
lamió su labio inferior.
Joder, él es precioso.
El pensamiento casi golpeó a Tate y lo dejó en un aturdimiento sexual hasta que
Logan cerró los ojos de nuevo y cortó la conexión, y comenzó un ritmo desesperado.
Tate retiró su dedo del canal apretado y cerrado de Logan y luego se deslizó
rítmicamente hacia atrás y adentro.
Él había pensado que iba a desentrañar los secretos de Logan, pero cuando añadió
un segundo dedo y el cuerpo de Logan lo succionó, literalmente le hizo una mamada a
su dedo en su interior, Tate sabía que también él estaba a punto de correrse. Estaba
empezando a darse cuenta de que él quería hacer muchas cosas, y todo lo quería hacer
con este hombre, ¿y no era esto una revelación? Tenía que hacer algo, y jodidamente
rápido.
Tate quitó los dedos y se arrodilló entre las piernas de Logan, tratando de alcanzar
su tobillo izquierdo. Él vio los ojos de Logan ensancharse cuando él colocó su pie
contra su pecho. A medida que iba bajando Tate casi partió a Logan a la mitad, entonces
Tate decidió que podía ser más valiente y osado, y quería volver a entrar.
***
Un silbido de aire salió de Logan cuando Tate metió en su grieta oscura dos
gruesos dedos hacia atrás dentro de él. Prácticamente tenía un pie en el hombro de Tate
mientras trabajaba sus dedos dentro y fuera de él, y Logan quería más.
—Joder sí.
Tate acarició con sus labios y nariz en el hueco de su hombro, y Logan no podía
mantener sus caderas quietas, no podía evitar moverlas. Podía sentir el pene de Tate
frotándolo en todo el muslo y sabía que estaba muy cerca de ser bien y verdaderamente
follado, una follada de primera.
—¿Más?
—Dámelo
Tate lamió la concha de la oreja con la lengua y sacó sus dedos lentamente de su
cuerpo.
—Me gustaría tener los cuatro dedos y tu pulgar si tuviera la maldita paciencia,
pero no la tengo. Ahora date prisa de una puta vez, Tate. Dámelo.
Sus palabras sorprendieron a Tate. Podía decirlo por la forma en que sus ojos se
abrieron, pero cuando el significado de sus palabras tomaron vida dentro de él, Tate
empujó sus dedos mucho más dentro de Logan y observó cómo sus ojos se dilataban.
—Sí, Tate. Sí —gruñó y tuvo que apretar su jodida polla para contenerse de
correrse.
Empezó a retorcerse sin control debajo Tate cuando éste toco su próstata y le dio
un buen masaje de mierda.
Logan soltó su erección y agarró el culo de Tate, tirando de él hacia abajo para
que pudieran frotar sus pollas juntas.
***
La mano que tenía entre los muslos de Logan, los dedos en su apretado canal, y su
propio bombeo de caderas, todo dejó de moverse hasta que lo único que podía oírse era
la respiración ruidosa de ambos en la habitación, de otro modo estaría totalmente
silenciosa.
Quitó lentamente los dedos y plantó las manos cerca de la cabeza de Logan, y
mientras se concentraba en el hombre debajo de él, finalmente entendió lo que estaba
pasando.
Logan se estaba dando a sí mismo otra vez, finalmente admitiendo que estaba en
esto: en realidad en esto.
—Quiero sentir tus manos sobre mí —dijo Tate. Él esperó a que Logan alisara sus
manos por cada uno de sus costados y después, hasta su culo.
—Las quiero en mí todo el tiempo —admitió y bajó la boca para besar Logan.
—Tate, te necesito…
Agarró el condón fuera de la mesa lateral e hizo un trabajo rápido de él. Entonces
estaba de vuelta entre Las piernas de Logan, que ahora estaban envolviéndose alrededor
de su cintura.
Tate bajó una mano entre ellos y pasó un dedo por encima de él, sólo para
asegurarse de que estaba…
—Listo.
Él sonrió contra la boca mandona que por fin había vuelto a aparecer y poco a
poco hundió su polla dentro del impaciente cuerpo de Logan. Tate se quejó del increíble
placer que sentía, y cuando Logan le rodeó con los brazos alrededor de su cuello y tiró
de él hacia abajo para tomar su boca, sentía que se iba.
Tate observó su rostro y se preguntó si alguna vez había visto algo tan
espectacular.
Logan en la agonía de la felicidad sexual era una puta obra maestra. Él no ofreció
disculpas cuando comenzó a moverse con su pene en fuertes sacudidas, como si nunca
tuviese una nueva oportunidad para estar dentro de Logan, y cuando Tate continuó
moviéndose fuertemente dentro de él, sintió sus bolas apretarse.
Él estaba listo. Pero quería que Logan se corriera primero, y luego él terminaría en
el hogar cómodo y caliente donde su pene se encontraba actualmente enterrándose muy
en el interior.
Sus dedos agarraron la almohada bajo la cabeza de Logan cuando una gota de
sudor rodó por su frente y cayó sobre el labio superior de Logan. Observó con
fascinación absorta como esos atractivos ojos se abrieron y Logan sacó su lengua y
lamió su sudor, lo cual fue su detonante final.
Cuando los labios de Logan se abrieron bajo los suyos, Tate barrió con su lengua
dentro, y se apartó el pelo lejos de su cara.
—Te ves tan confundido diciendo eso. Te prometo que no se lo cantaré a nadie.
—Estúpido, ¿eh?
—No, en absoluto —no estuvo de acuerdo Logan —Creo que eres muy bonito.
Jodidamente precioso para ser exactos.
Tate sintió que un rubor golpeó sus mejillas y se preguntó cómo diablos podría ser
después de lo que acababan de hacer. Se quitó lentamente de Logan, y cuando él se
levantó y se quitó el condón, dijo muy en serio,
Tate se dirigió hacia la puerta del baño para limpiarse antes de acostarse, pero
antes de llegar allí, Logan lo llamó. Se detuvo y se dio la vuelta para ver como Logan se
había acostado nuevamente y estaba mirando el techo.
—Quise decir lo que dije anteriormente. Soy tuyo, así que cualquier cosa que
necesites...
Tate quería responder y abrió la boca para hacerlo, pero se encontró con que nada
salía de ella.
En el momento en que Tate salió de la ducha, se encontró con que la cama había
sido rehecha con unas nuevas sábanas azules bajo un edredón blanco. Logan no se
encontraba por ningún lado.
Con una toalla asegurada firmemente alrededor de sus caderas, Tate salió al
espacio oscuro y lo encontró de pie en la puerta de su balcón.
Las luces de la ciudad hacían un impresionante telón de fondo, pero era el hombre
de pie en la puerta que reclamaba toda su atención. Logan se había puesto unos
pantalones de chándal, y tenía las manos descansando ligeramente en sus bolsillos.
Tate no estaba seguro de qué humor estaba a punto de encontrar a Logan, ya que
no podía ver su cara, pero pensó que el silencio en la habitación y la postura rígida eran
bastante buenos indicadores de que la pared que Logan por lo general levantaba detrás
de él, estaba de vuelta.
Logan lo miró por encima de su hombro, y Tate se dio cuenta de que tenía las
gafas en su sitio. Era algo así como un mecanismo de defensa que Logan utilizada a
manera de escudo.
Eso fue todo. Eso fue todo lo que obtuvo antes de que Logan apartara la mirada.
Tate hizo su camino más allá de la mesa de centro de cristal y se detuvo junto a él,
mirando los edificios. No estaba seguro de lo que estaba pasando por la cabeza de
Logan, por lo que no sabía por dónde empezar.
—Sabes, la última vez que estuve sentado aquí en el balcón, yo estaba hablando
por teléfono contigo.
Tate lo recordaba. Habían hablado de Chris, el idiota que lo negó y huyó cuando
Logan había estado en la universidad, provocando en Logan la inhabilidad para
comprometerse a más de una follada rápida y luego salir corriendo.
—Lo recuerdo.
—Te lo dije…
—Yo sé lo que me dijiste —Logan le corto decidido y giró su cuerpo, así que
ahora estaban de pie uno frente al otro—. Me dijiste que no querías mentirles. Entonces,
¿Qué les vas a decir?
Tate empujó una mano agitada por su pelo mojado y luego la pasó por el costado
de su cuello.
Tate observó los labios de Logan los cuales eran una línea delgada.
—¿Y cuándo te pregunten si es verdad? ¿Si me estabas besando ese día? ¿Si estás
teniendo relaciones sexuales conmigo? ¿Entonces qué?
No había forma de escapar al hombre intenso frente a él, y una vez más, tenía
atada su lengua. La conmocionada voz de su hermana comenzó a sonar en su cabeza, y
la negación de su madre estaba en sus oídos. Entonces la voz de Logan cortó a través de
él, rotundamente honesta y brutal como el infierno.
Tate pensó en eso y estaba a punto de contestar cuando Logan se dio la vuelta y
comenzó a caminar lejos de él.
—Sí, lo haces, y eso me molesta —La mandíbula de Logan se movió, y Tate sabía
que estaba reprimiendo algún tipo de comentario cáustico por lo que reiteró—: No soy
él.
—¡Lo sé! —Tronó Logan, y fue un shock para Tate oírle gritar, tanto que su boca
se cerró—. Joder, ya lo sé —repitió, esta vez más tranquilo.
—Pero…
—No hay peros —Tate hizo una pausa, y cuando los labios de Logan se arquearon
en una sonrisa, él no pudo evitarlo.
Logan se rio entre dientes, ésta era la intención de Tate cuando tiró de él más
cerca.
—Me asustas de verdad, joder —admitió Logan mientras colocaba una mano
sobre el pecho de Tate. Allí estaba de nuevo… el poder.
Tate agarró la muñeca de Logan que estaba cerca de su barbilla. Era gruesa y
fuerte, al igual que la de él.
Se había dicho así mismo que él tenía que ser valiente, y también sabía que tenía
que ser honesto.
Tate odiaba el hecho de que estaba preocupado por las reacciones de sus padres.
No era como si fuese un niño que necesitara su aprobación, pero sabía que el
domingo no iba a ir bien, y cuanto más se acercaba el día, más ansioso se sentía.
—Pero esto no voy a negarlo —Tate le aseguró una vez más—. Mira, ¿podemos
dormir un poco y quizás mañana simplemente pasar el rato juntos? ¿Estás libre?
Logan trató de ser el fresco y casual, pero no lo hizo muy bien. Incluso con el
guiño atractivo que le dio a Tate, él parecía incómodo.
—Por supuesto. Podemos pasar el rato.
Tate lo miró con curiosidad cuando Logan se quitó las gafas y su chándal antes de
entrar bajo las sábanas.
—Estaba pensando que tal vez podríamos ver algunas películas, o no sé, jugar
mini golf, si quieres. No me importa. Yo sólo pensé que podríamos pasar el día juntos
antes de ir a trabajar.
Tate se movió hacia abajo hasta que estaba a su lado, frente a Logan.
Tate esperaba algo extravagante de Logan, así que se rio cuando dijo:
—Yo escojo lo que vamos a hacer: ¿Las películas o meterla en el hoyo y volver a
meterla en hoyo? O de pronto el juego de: ¿Cómo no perder el empleo?
Tate se chupó el labio inferior de su boca mientras sus ojos se perdieron dentro de
los de Logan, y él puso en todo lo que le fue posible una mirada de come mierda que
esperaba fuese…
—Joder. Para. Está bien, bien. Has hecho tu punto. A mí me parece que incluso
has sido muy valiente hablando de meterla en el hoyo y volver a meterla en hoyo con
esa cara que has utilizado.
Tate rio y rodó sobre su espalda, y esperó. Allí estaba su nuevo ritual.
***
La noche anterior había sido intensa. No sólo por el hecho de que él y Tate
tendrían su primera cita un tanto pública como pareja, sino porque todo lo que estaba
sucediendo con Tate, ese chico le estaba cambiando su vida radicalmente.
Allí estaba él, alguien que había renunciado a cualquier tipo de relación
comprometedora, cayendo por Tate. Un hombre al que le había dado solamente un
beso, un hombre, y había sucedido hacia tan solo un par de semanas antes.
Había una posibilidad muy real de que Tate cambiaría de opinión. Después de
todo, había sucedido antes…
Logan subió las gafas en su nariz y estrechó sus ojos al hombre frente a él. Chris
era uno de los jugadores estrella del Lacrosse de la universidad, y como Logan se
encogió un poco cruzando uno de sus brazos, no podía dejar de mirar el pecho
musculoso que había adorado el día anterior con su boca.
Chris camino hacia adelante y le hizo dar a Logan marcha atrás hasta que su
culo estaba contra la pared opuesta, similar a la posición que él había tenido el día
anterior cuando él lo había besado.
Logan se encogió ante el despido rudo y trató de enmascarar el dolor que estaba
sintiendo. No tenía ni la estatura, ni los músculos que Chris tenía, pero lo único que
poseía era su orgullo.
—Vaya, eso no fue lo que me dijiste ayer, cuando tenías tu polla en mí….
Antes de que pudiera terminar la frase, Chris tenía su antebrazo contra su pecho
y el otro brazo levantado, listo para darle un puñetazo.
Logan sabía que estaba a punto de conseguir un puñetazo en plena cara, pero
mientras estaba allí en el pasillo con los amigos de Chris animando detrás de él, sabía
que este golpe no podría dañarlo, que éste dolor sería mucho menos comparado con el
dolor de mierda que ya tenía en su corazón.
—¿Logan?
Logan levantó la vista del papel para ver a Tate de pie frente a él y la mesa.
Tate le estaba dando una mirada insegura, y Logan no lo culpaba. Había estado
completamente ajeno a su entrada en la habitación. ¿Quién sabía cuánto tiempo llevaba
allí?
—¿Sí, por qué? Al final estuve de acuerdo con dejarte escoger el lugar,
¿verdad? ¿Cambiaste de idea?
Sintiéndose como un idiota por sus propias dudas, Logan cerró el periódico y se
puso de pie, y caminó alrededor de la mesa. Llevó una mano a la cintura de Tate y trazó
con un dedo por la piel caliente de allí. Los pantalones de cuero que Tate se había
puesto le colgaban de manera seductora bajo sus caderas.
Logan miró sus vaqueros oscuros, y su ligero suéter de color crema en cuello en
V.
Logan estaba a punto de decir algo muy impulsivo y estúpido sobre pasar tiempo
juntos y lo que conseguirían con la convivencia con el paso de los días, pero en el
último segundo, se detuvo.
—Nada. Simplemente estoy jugando. Deja que te preste unos vaqueros —Él sabía
que Tate lo miraba como un halcón, entonces él se aseguró de no mostrar nada con su
rostro—. ¿Está bien para ti que te preste unos vaqueros que no tienen agujeros, verdad?
Tan serio como le fue posible hablar ya que se desmoronaba por dentro cuando
Tate le estaba mirando intensamente-sumiso, por fin Logan pudo decir,
—Hmm —Tate reflexionó —En ese caso, ¿por qué no me muestras el lugar donde
te gustaría ser follado por tu cita?
Logan no podía recordar a nadie nunca que le dijera lo que quería hacer con él en
una cita, y en primer lugar y mucho menos hacer que él quisiera estar en una cita.
Justo cuando pensaba que el chico no podía ser más que perfecto, él tenía que
venir y demostrar que estaba en lo cierto.
Tate se puso de pie dentro de la exhibición de transporte en el Museo de Ciencia e
Industria, y observaba a Logan cuando leyó la placa de información sobre El espíritu de
América.
Ésta había sido la idea de Logan para una cita, y Tate tenía que estar de acuerdo
con él, el lugar era impresionante.
Habían llegado hacia una hora antes, y Logan les habían conducido a la
Ghirardelli Ice Cream & Chocolate Shop en la avenida Michigan.
—¿Y si no me gustan?
Logan abrió la puerta de la tienda y le hizo un guiño por encima del hombro.
Tate lo siguió dentro y tomó una respiración profunda, ya que el aroma dulce se
le hizo muy familiar.
—No es necesario que me convenzas. Mi madre solía traernos aquí una vez al
mes. Era una delicia.
Logan se giró en la tienda llena de gente y dio un paso más cerca de él.
—Mhmm.
Tate puso sus manos en los bolsillos traseros de los vaqueros que él se había
puesto antes. Él no estaba seguro de poder mantenerlas quietas y fuera de Logan
cuando estaba tan cerca de él, y mucho menos cuando Logan se comportaba tan...
Logan.
—Nunca pude decidirme entre el chocolate con leche o las copas de helado con
nueces.
Logan levantó una mano y la pasó por la chaqueta de cuero que cubría su brazo,
y luego entrelazo sus dedos juntos.
añadió—: En tu boca.
—Nunca voy a quejarme de eso - nunca —Logan dio un paso atrás y tiró de él
hacia adelante al mostrador—. Sólo estoy dando gracias a Dios que no eres alérgico a
ellos.
—Impresionante, ¿verdad?
—Déjame entenderlo. ¿Crees que esta máquina es uno de los vehículos de ruedas
más rápidos que hay sobre la Tierra, y que es impresionante; pero no te subes en la parte
posterior de mi motocicleta sin primero decir tu terrible opinión acerca de ella?
—Seguro que puedes. ¿Cómo te sientes con los aviones? —Preguntó, haciendo un
gesto hacia el Boeing 727 en la habitación.
Tate pensó en eso y luego quiso hablar, pero no salió nada de su boca. La frente
de Logan se levantó, y se rio cuando Tate finalmente consiguió hablar.
—¿De Verdad? ¿En un avión? Pero no hay lugar.
Tate sacudió la cabeza ante la arrogancia del hombre junto a él. Era una parte tan
integral de lo que era Logan y era-tan jodidamente sexy. Él extendió la mano y lo
empujó.
—Y ahora estas curioso. Admítelo. Tal vez deberíamos hacer un viaje a alguna
parte. O mejor aún, echar un vistazo al lugar en este Boeing 727 de allí.
—Si piensas por un minuto que voy a dejar que me jodas en uno de esos pequeños
baños de avión, estás loco.
Logan no podía hacer nada más que sonreír, pero se veía tan increíblemente
provocativo que lo encontró tan eficaz como cuando Logan le ponía la mano en la parte
delantera de sus pantalones.
Tate luchó por mantener el control y luego se rio, empujando a Logan lejos de él.
¿Por qué?
Tate levantó la barbilla ligeramente hasta que estaban boca contra boca.
—Porque en realidad hay que hablar y conversar. Pero una vez que la gente se
mueve a tu alrededor, lo que quieres es follar.
Logan se distanció de él, y cuando un surco apareció entre sus cejas antes de que
él diera la vuelta para alejarse, Tate sabía que él había dicho la cosas de manera
incorrecta.
—¿Oye?
—¿Sí?
Tate se rascó la cabeza y se abrió paso hasta que estuvo junto a Logan.
—No, no la tengo. La gente haría cola para salir contigo si supieran que les darías
una oportunidad. Usted me dijo el motivo por el que no tenía citas.
—¿Eso hice?
—No palabra por palabra, pero estoy asumiendo que es causa de ese tipo en la
universidad, Chris.
Logan suspiró.
Tate se puso a caminar a su lado, se quedó en silencio durante unos dos segundos,
y luego sugirió:
—Lo digo en serio. Quiero saber más acerca de ti. Esto es lo que se hace en las
citas, Sr. Mitchell.
***
—He comenzado con las preguntas suaves, para luego ir por las duras.
—Está bien —Logan arrastro las palabras—. Sí. Los he usado desde que tenía
siete años.
—¿De Verdad?
—Es verdad. Yo no estaba tan... —se detuvo mientras miraba hacia abajo a sus
propios brazos.
—¿Oh, sí?
Logan asintió, sabiendo que probablemente era difícil de creer. Él no era para
nada como el niño que había dejado atrás. Se preguntó si así como él, había sido Tate.
Tate subió las escaleras del avión delante de él. Entonces él se paró en la entrada y
dio la vuelta.
—No. No estaba en los deporte ni nada de eso. Eran los chicos populares los de
los deportes. Pero yo tenía un montón de amigos. Amaba la música y tocaba la guitarra
en la banda de la escuela. En realidad nunca me metí en problemas tampoco. Yo me
desempeñaba muy bien con las reglas- en la escuela.
Logan subió las escaleras, intrigado por la última parte de esa declaración, y se
detuvo cuando él estaba un escalón debajo de Tate.
—¿Qué pasaba fuera de la escuela, entonces? — Él tocó con sus dedos la camisa
que cubría el estómago de Tate, lo miró y le regalo un guiño.
Logan sintió una sonrisa ridículamente grande que se cruzaba por su boca.
—Imagínate eso.
Él sintió a Tate viniendo detrás de él ahora que estaban en la cáscara del avión y
Tate susurro,
—¿Cómo anoche?
—Mhmm. Y cada vez que bebes. Te vuelves muy mandón cuando bebes. Se
detuvo cuando él sintió una mano en su culo.
Los ojos marrones de Tate estaban prácticamente brillando con malicia. Él estaba
disfrutando de su propia idea.
—Sí, tienes razón —él estuvo de acuerdo y retiró la mano—. Está bien, es mi
turno. ¿Cuándo fue su primer beso?
Logan se volvió completamente hacia Tate hasta que se enfrentaban entre sí.
—Vicki Prescott. Yo tenía ocho años. Nos besamos y cambiamos nuestra ropa
interior.
Logan se dirigió por el pasillo de asientos cuando Tate dio la vuelta y se burlaba
de él.
Tate estaba tan serio con su pregunta que Logan finalmente perdió la batalla y se
echó a reír de verdad.
—¿Importa?
—Si fue antes de besarla, usted era un infierno de un niño curioso y quería saber
qué equipo tenía la niña.
—Si fue después, es obvio que no te importaba de cualquier manera lo que fuese a
mostrarte.
Logan dio a Tate un vistazo cuidadoso cuando él estuvo allí de pie, y entonces
frotó su barbilla pensativamente.
Logan estaba seguro de que debería haberlo dejado pasar, pero bueno... A la
mierda.
—No, cambió conmigo después de que nos besamos. ¿No estás desnudo en mis
pantalones vaqueros en este momento?
Logan lo dejó ir, pero antes de caminar más abajo en el interior del avión, agregó,
—Creo que te gusta llamarme así: señor. Tal vez pueda conseguir que lo uses en
la cama.
La risa de Tate retumbó por todo el interior de la habitación cuando Logan oyó a
algunas otras personas entrar en el maqueta del avión detrás de ellos. Salieron del 727 y
se dirigieron de vuelta al piso principal, cuando Logan se dio cuenta de que era su turno,
pudo sentir que también quería saber…
Tate puso los ojos en él, y Logan se encontró que estaba más relajado de lo que
había estado nunca. Pasar tiempo con Tate era muy fácil. Y, él estaba tan relajado
sintiendo la cercanía de Tate, que él quería que Tate sintiera lo mismo.
Asimismo, no fue para él molesto pasar todo el día juntos, ya que Logan sintió
que todo el día fue mucho mejor por el hecho de estar juntos.
Se acercó a la góndola donde colgaba Piccard y se detuvo para mirar hacia arriba.
—¿Qué pasa con el primer chico? —La pregunta silenciosa de Tate lo encontró
desde donde se había detenido justo detrás de su hombro. Ellos no se estaban tocando de
ninguna manera, pero Logan podría haber jurado que él lo podía sentir.
—Chris Walker.
—¿En dónde?
—¿En la cama?
—Logan...
—¿Qué? No lo fue —defendió cuando los dedos de Tate tomaron los suyos, y el
más extraño pensamiento se precipitó en su cabeza: No me hagas esto. No, a menos que
te importe.
Logan escaneó la sala de exposiciones. Vio a varias familias y parejas junto a él,
pero cuando sus ojos volvieron a centrarse en los de Tate, él parecía estar ajeno a todos
ellos. Su atención estaba centrada en él, al cien por cien.
Tate parecía tan seguro, tan firme en sus decisiones que con cada hora que pasaba,
Logan sabía que sus defensas se desmoronaban.
—¿Qué pasó entonces? Conozco el resumen, pero estoy seguro de que hay más en
esa historia.
Logan atrajo las manos unidas y los dos se detuvieron. Cuando Tate le devolvió la
mirada, le preguntó:
—Nos vamos. Usted y yo vamos a hablar de esto. Si no es aquí, será en otro lugar.
—¿Esto es por lo general una parte de lo que se habla en una cita? ¿Refrito acerca
de tu ex? A mí no me parece muy propicio para echar un polvo.
Al doblar una esquina, Tate tiró de él a una pequeña alcoba y lo empujó hasta
estar contra la pared. Logan no sabía qué esperar cuando se encontró con su espalda
contra la superficie sólida y su nariz a pulgadas del rostro de Tate.
Logan tragó, pero no podía discutir con él, así que se fue por una ruta diferente.
No con la familia, y desde luego no con los amantes. La vida era mucho mejor si
escogías algo más fácil, simple, y sin complicaciones.
—Él me hizo daño —Logan interrumpió sin querer a Tate para expresar sus dudas
acerca de él. Llevó su mano hasta la cara de Tate y acuno su mejilla—. Me beso y me
toco como nadie nunca lo había hecho. Y cuando él me dijo que yo era especial, le creí.
Logan dejó de hablar cuando Tate dio un paso hacia adelante y deslizó una mano
por su cabello.
La cruda emoción en las palabras de Tate hizo a Logan exhalar con dificultad, y
cuando Tate conecto sus cuerpos allí mismo en el museo, y le besó en la boca, se
permitió creer por un momento que Tate era realmente el suyo.
—¿Crees que estaría aquí si esto fuese sólo sexo? Que estaría pensando sobre…
—¿Un futuro conmigo? —Preguntó Logan, su boca estaba contra la curva de los
labios de Tate, hasta que empezó a reír.
Durante toda la noche había estado mirando a su ventilador del techo, pensando
en su día con Logan, por no hablar de la noche anterior.
Cuanto más tiempo pasaba con él, más complejos se volvían sus sentimientos
hacia Logan. Tate estaba despegando lentamente las capas del hombre engreído que
había conocido en el bar, y cada vez que descubría algo nuevo, él se encontraba cada
vez más y más implicado.
Logan, resultó ser alguien que quería saber todo sobre él en cada nivel. Pero Tate
tenía miedo de que, después de hoy, Logan corriera en dirección opuesta.
De pie, empezó a caminar por su sala de estar, para luego volverse a sentar.
Él sabía que Logan iba a estar muy enojado por todo lo que iba a pasar, pero era lo
único que se le ocurría hacer, y ya le había explicado a Logan lo que su madre le había
dicho acerca de reunirse con él.
Su teléfono sonó en su mano, y Tate miró hacia abajo para ver el texto que había
estado esperando.
En camino.
Estoy en shock.
***
Fantástico.
Del mismo modo como el pensamiento entró en su cabeza, él vio a Tate empujar
la puerta para abrir y salir al garaje, y hacer su camino hacia él. Si Logan pensaba que él
mostraba demasiado sus nervios, el extraño caminar de Tate hacía él, lo golpeo.
Tate parecía que no había dormido durante un mes.
Sus rizos estaban por todas partes, y el rastrojo que recubre su mandíbula era de
un par de días. Pese a que el resultado era muy caliente, éste no era Tate.
Caminó alrededor de la parte delantera del coche, abrió la puerta del lado del
pasajero, y se metió dentro. Su pierna izquierda estaba saltando arriba y abajo, y si
Logan no lo conociera mejor, habría pensado que el tipo era alto. Era un hombre
completamente diferente a la que había dejado ayer en horas de la tarde.
—Hola.
—Eres un desastre.
Logan retiró la mano y la puso sobre el apoyo para la cabeza detrás de la cabeza
de Tate.
—Sí, en el trabajo.
Logan miró a través del parabrisas y trató de calmarse, pero sabía que no
importaba cuánto tiempo estuviese allí sentado, él no iba a calmarse.
—¡Jesús, Tate! Esto ya es bastante difícil cuando sabes que está a punto de
suceder, ¿pero ni siquiera nos esperan? ¿Qué carajo?
—Yo preferiría un maldito porro, pero estoy asumiendo que no tienes uno de
esos.
Logan lo tomó, y cuando él lo colocó entre sus labios, Tate levantó la mano y
acercó el encendedor con la tapa abierta y encendida. Cuando la llama iluminó el
interior oscuro, Logan inhalado, y luego se echó hacia atrás y cerró los ojos.
Si alguna vez había un buen momento para él fumar, éste era el momento.
Logan sintió un lado de su boca curvarse cuando se volvió de nuevo hacia Tate.
Logan buscó en su coche y cogió una botella medio vacía de agua desde la parte
posterior, y se la tomó por completo. Le puso la tapa y la arrojó detrás de él antes de
inclinarse a través del coche y agarrar la nuca de Tate.
—Contrólate y dime como llegar a la casa de tus padres. Puede que sea un idiota,
pero tú ya lo sabías. Así que lidia con eso.
Tate se humedeció los labios e hizo una mueca mientras se ponía la visera de sol,
miro hacia abajo para echarse un vistazo a sí mismo.
Logan decidió que era mejor no hacer más comentarios cuando vio como Tate se
pasó una mano por la cara. Pero Tate se volvió hacia él y le dijo:
—Touché, por lo tanto nos harías un puto favor a ambos si dejas de fumar.
—Está bien —Tate estuvo de acuerdo y se dejó caer en el asiento—. Terminemos
con esto. Salgamos de aquí y gira a la derecha.
Logan puso el coche en marcha, y cuando se dirigían fuera del garaje, se preguntó
cómo demonios se las estaba arreglando para conducir.
***
Veintisiete minutos llenos de tensión después, Tate se quedó mirando las calles
familiares de Elmhurst, IL.
Desde el momento que le había dicho a Logan exactamente como llegar, Logan
había permanecido en un muy tranquilo silencio.
Esta era una idea tan estúpida, y cuanto más tiempo estuvo sentado en el coche de
Logan, más evidente se estaba convirtiendo.
¿Qué demonios iba a decir cuando sus padres abrieran la puerta de entrada?
Era fácil ser fuerte en sus convicciones cuando nadie estaba cuestionándolos de
frente.
¿No es eso lo que dijo Logan? Odiaba admitir que tenía razón.
—No. Sólo cuando traigo a casa a mis novios —Tate sabía que su voz estaba
mezclada con sarcasmo, y cuando Logan lo observó en silencio, se sentía culpable,
culpable por ser un cretino—. Lo siento.
—¿Eh?
—Entonces, déjame decirlo de nuevo de antemano por cualquier cosa que pudiera
decir este día que este mal.
—No sé —admitió Tate—. Pero estoy seguro que estoy obligado a joder esto de
alguna manera, no me siento yo. Solamente quiero que lo sepas de antemano y que no lo
tengas en cuenta.
Tate observó al hombre por lo general hablador junto a él salir del coche, cerró la
puerta, y se encogió de hombros para ponerse su chaqueta. Él hizo lo mismo, y cuando
se dio la vuelta hacia el lado de Logan y se metió las manos en sus bolsillo, de nuevo se
sintió culpable....
Tate no tenía nada que decir, así que espero y espero como el infierno para ver si
Logan tenia las palabras mágicas para calmarlo de una puta vez.
—Sé que debo estar volviéndote loco, porque soy demasiado. Pero trata de
recordar que estoy de tu lado.
Tate entendió que Logan intentaba calmarlo, pero en este momento no estaba
funcionando.
—Vamos a acabar con esto —sugirió Logan—, para que podamos irnos.
Tate estuvo de acuerdo e hizo su camino por la calzada pavimentada hasta los
escalones blancos que había ayudado a pintar a su padre el año anterior. Se detuvo,
respiró profundamente, y subió con Logan de cerca.
Él levantó la mano y estaba a punto de tocar, pero luego la bajó y se volvió para
encontrarse a sí mismo entre Logan y la puerta de entrada de sus padres.
—Lo que tú quieras hacer allí, lo que quieras decir de nosotros... yo estoy detrás
de ti —Te necesito, a ti—. Haz lo que necesites hacer.
¿Qué necesito? Se preguntó Tate, y miró a Logan,
***
Logan miró por encima del hombro de Tate a la mujer en la puerta y era casi feliz
de ver a la jodida señorita Cline.
—Tate.
Logan vio visiblemente como los hombros de Tate se tensaron, y cuando sus ojos
se encontraron, Logan alzó una ceja. Es hora del show.
Tate se concentró con la mirada de Logan y se dijo así mismo que no debía entrar
en pánico.
Puede ser que se asusten al principio, pero ellos lo amaban, y sabía que, con el
tiempo todo estaría bien.
Cerrando los ojos, pensó, todo estará bien. Basta con hablar de la situación y
tratar con ella. Pero antes de que él pudiera abrir la boca, Logan lo hizo.
—Señorita Cline. Nos encontramos otra vez —La voz de Logan goteó de dulzor
azucarado y fue la única advertencia que Tate percibió antes de que él diera un paso a su
alrededor y añadiera—, muy desafortunado encuentro.
Tate se armó de valor para tratar con lo que estaba sucediendo delante de sus ojos,
pero nada podría haberlo preparado.
Allí, delante de él, estaban las dos personas que habían encendió algo fuerte
dentro de él, en algún momento fue Diana hacía mucho tiempo atrás; y ahora Logan
hacía unas pocas semanas, y en los últimos minutos y, demonios, cada segundo que
estaba de pie cerca de él. Si había pensado que su vida ya estaba complicada, viendo a
su actual amante frente a frente con su ex hizo que esta experiencia fuera totalmente
surrealista.
—¿Qué hace usted aquí? —Preguntó Diana a Logan mientras daba un paso hacia
el porche, la puerta de entrada se cerró detrás de ella. Gracias a Dios.
Logan empujó sus manos en sus bolsillos, haciendo que se extendiera su chaqueta
y se abriera, y Tate pudo notar el modo en que los ojos de Diana vagaron por todo el
cuerpo de Logan.
—Fui invitado por su ex. Que hace que me pregunte... ¿Por qué está usted aquí?
Tate decidió que era hora de tratar finalmente con el problema que representaba
Diana en su vida, y se puso al lado de Logan. Tuvo cuidado de no tocarlo, para no
añadir más leña al fuego actual.
Ella desprendía una mala disposición con las manos en las caderas y la barbilla
inclinada hacia arriba, pero en lugar de retratar la imagen con clase que ella esperaba
reflejar, parecía más bien una esnob grado-A.
Tate la miró, pero por el rabillo del ojo, vio a Logan girar hacia él.
—¿Ella siempre sacude y trata las cosas así? —Tate estaba a punto de responder
cuando Logan dijo entre dientes—: Una advertencia sobre esto yo lo habría apreciado.
—Tate nunca ha sido muy bueno para recordar detalles —Diana contribuyó, por
lo que sus dientes se apretaron en un nudo, pero Logan estaba más que dispuestos a
tratar con ella.
Sus ojos astutos iban y venían entre ellos, pero antes de que pudiera abrir la boca,
Logan se inclinó hasta que sus narices casi se tocaban y habló lo suficientemente
fuerte para que Tate pudiera escucharlos.
—Tengo que decir, que hay que tener bolas para mostrarse donde no te quieren,
por lo que tal vez no es una sorpresa que Tate me guste después de todo. Su par
es casi tan grande como las mías.
Tate estaba seguro de que había oído mal a Logan hasta que Diana volvió su
rostro y dijo:
—Usted es un asqueroso.
—¿Diana?
—¿Qué? —Espetó ella, dando un paso atrás, como si acabara de darse cuenta de
lo cerca que ella y Logan estaban parados.
Oyó la risa de Logan junto a él, pero él no era capaz de encontrar ningún humor
en su actual situación.
—Lo siento —dijo Logan bastante inocente—. Pero en realidad ella lo dijo como
si tuviesen alguna oportunidad de volver a estar juntos.
Tate sabía lo que Logan estaba pensando, y no tenía ninguna duda de que las
palabras caerían como torrentes de su boca, así que en vez de permitir que eso
sucediera, se decidió a hablar por él.
—No se trata de Logan. Esto es acerca de usted. Usted no debería venir a la casa
de mi familia. Estamos separados. Divorciándonos. Ya es bastante incómodo venir aquí
sin usted revoloteando, y honestamente, te hace ver desesperada.
—Es verdad. Pareces realmente desesperada —añadió Logan, servicial como
siempre.
—Aja —Diana se rio, y el sonido era feo mientras pasaba sus ojos sobre él. Había
habido un tiempo cuando Tate hubiera respondido al cinismo de Diana con algo que le
molestara de verdad.
—¿Piensas que parezco desesperada? Y ¿cómo crees que te ves tú? Estás saliendo
con un hombre por el amor de Dios.
Tate ya estaba más allá que frustrado y ni siquiera había puesto un pie dentro de
su casa.
¿Por qué estoy parado en este porche teniendo otra discusión con ella?
Tate frunció el ceño, pero Logan tenía un punto. No era como si ella estuviera
tratando de ser cordial.
—Sí. Junto con su hermana y Sam. Esto, no puedo esperar para verlo.
—¿Qué es lo que más la tortura? ¿El hecho de que usted ya no lo tiene, o que lo
tenga yo?
***
El padre de Tate estaba sentado sobre un sofá con su madre contra la pared del
fondo. Una vez ella los vio a los dos, la sonrisa que tenía en su cara se trenzó en una
línea cruel, e implacable.
Su pelo corto de color marrón fue abatido en una sacudida fuerte cuando lo
empujó detrás de las orejas. Estaba vestida como para ir a la iglesia. Su vestido
estampado de flores era muy respetable, y ella era justo como Logan la tenía en su
imaginación-inflexible.
La repulsión dirigida hacia él era feroz, diferente a todo lo que Logan nunca había
encontrado, y a pesar de que había jurado que no le importaría, lo hizo.
—Te dije que no lo trajeras aquí —escupió mientras sus manos se apretaban a los
lados.
Guau.
Ella ni siquiera se molestó con una segunda mirada cuando respondió en un tono
tan helado que Logan se sorprendió de que Tate no se congelara en una paleta humana.
¿Qué le importaba si ella no quiere reconocer su existencia? No era nada peor que
lo que su propio padre había hecho cuando había estado vivo.
—No le llame así —le dijo ella finalmente acercándose para estar delante de él—.
Su nombre es William.
Logan se mordió la lengua con tanta fuerza que podría haber jurado que probó la
sangre.
Se quedó allí, tratando de recordar que como adulto, se suponía que debía mostrar
respeto por sus mayores, pero que se podía aplicar cuando la mayor era una cruel,
ignorante…
Logan dio un paso atrás, no queriendo estar cerca cuando la mierda golpeara el
ventilador. Esta mujer estaba vibrando de rabia, y toda estaba dirigida hacia él.
—¿Cómo te atreves a hablarme a mí de esa manera?
Tate escupió, y Logan podía ver que sus manos estaban hechas puños a sus lados.
—¿Y qué? —Tate finalmente explotó—. ¿Lo que me ha hecho a mí, a tu hijo
bueno y puro? ¡Tengo casi treinta años joder! Estoy separado porque me casé con una
mujer que se aburrió y me fui a otro lugar porque tenía dos trabajos. ¡Sin
embargo, ella todavía se sienta a tu lado en la iglesia y se acerca cada domingo al puto
almuerzo!
La habitación estaba tan inflamable que Logan tenía miedo de respirar, pero por el
rabillo del ojo, vio de pie al padre de Tate. Nunca había visto a Tate tan furioso. Ambos
habían tenido momentos de discusión, pero no así. El temperamento de Tate lo estaba
superando.
—¡Y yo no puedo creer que tengas relaciones sexuales con un hombre y que lo
traigas a comer como si pensaras que estaríamos bien con él! Que nos gustaría
compartir una comida con este... este extraño.
La habitación estaba tan silenciosa que podría haber oído caer un alfiler.
Los ojos de Logan se movieron sobre los otros espectadores, hasta que llegó al
padre de Tate. Todavía estaba de pie al lado del sofá, pero ahora estaba mirándolo con
ojos de sospecha, eran los mismos ojos de Tate. Allí, justo en frente de él, era un
duplicado aproximado del ideal de Tate en unos veinte años a partir de ahora. Era
desconcertante.
Era un sonido extraño, sin sentido del humor que Logan no quería volver a oír
después de hoy. Era el sonido de alguien en grietas, cayéndose a pedazos, y que no
entendía el por qué.
—Fue una estupidez de mi parte pensar que tratarían de entender mi lado de las
cosas en lugar de las sandeces y de los chismes que Diana y Jill le trajeron a usted. Pero
sí, ya que todo parece indicar que este hecho necesita ser confirmado, lo confirmo:
estoy teniendo relaciones sexuales con Logan, ¿y sabes qué? Nunca he estado más
satisfecho en toda mi vida entera.
Logan estaba aturdido, y cuando sus ojos se encontraron con los de Diana, estaba
más que contento de ver que esto para ella era demasiado. Nadie le había sorprendido
más que Tate en ese momento. Estaba bastante seguro que la madre de Tate se sintió
igual, porque ella contuvo el aliento y luego se refirió a lo que parecía una puerta lateral.
—Fuera de aquí.
Tate inclinó la cabeza hacia un lado como si no le hubiese entendido, pero Logan
si lo hizo. Le dolía el corazón por lo que sabía que estaba a punto de suceder.
Logan observó a Tate de cerca cuando las palabras parecían registrar en su mente.
Parpadeó varias veces y luego levantó una mano para empujarla hacia atrás por el
pelo. Cuando él la dejó caer hacia abajo y su palma golpeó su muslo, este fue el único
sonido en la habitación, de otro modo solo habría silencio.
La boca de Tate se abrió como si quisiera decir algo, pero no salió nada. Sus ojos
parpadearon a lo largo de sus padres y aterrizó en su hermana, y cuando ella se puso de
pie, Logan podría haber jurado que vio una atisbo de arrepentimiento en sus ojos.
Tate se metió las manos en los bolsillos y asintió. Su mandíbula estaba temblando,
y desde su vista lateral Logan podía ver el rubor de la ira y el dolor que se extendía por
sus mejillas.
Tate se volvió hacia él, y cuando Logan le devolvió la mirada, nunca se había
sentido tan impotente en toda su maldita vida. Él asintió con la cabeza, tratando de
transmitir en silencio que él estaba allí, él no iba a ninguna parte.
—William.
—No he criado a mi hijo para ser gay. Eres una desgracia para esta familia, y ya
no eres bienvenido aquí.
Si la angustia tenía una cara, era el derecho de Tate para tenerla en este momento,
pero en lugar de responder, él se apartó y se marchó de la casa, sin decir una palabra
más.
Logan se dirigió hacia la puerta, pero en el último momento se dio la vuelta para
hacer frente a la familia de Tate. Él no podía marcharse sin decir algo a esta gente, y él
estaría condenado si ellos no se daban por enterados de que acababan de dejar ir por sus
puertas a un ser humano asombroso debido a su propia ignorancia.
—¿Cómo pueden tratarlo de esa manera? ¿Prefieren escuchar las sandeces de la
perra maliciosa a tratar de entender su propio hijo? Nunca he conocido a nadie como
Tate…
—No, es Tate. Ese hombre honesto y terco que acaba de dejar salir por esa puerta
de mierda es Tate. Yo espero que cuando se fijen en la silla vacía de la mesa a la hora
de la cena de esta tarde, se den cuentan de la bestialidad que acaban de hacer y entrar en
razón. Si lo hacen, él va a estar conmigo, Logan Mitchell-el pervertido. Ella sabe dónde
encontrarme.
Se aseguró al añadir lo último, señalando a Diana, que ahora estaba de pie junto a
la puerta lateral, probablemente con ganas de correr detrás de Tate.
Pues bien, ella podía irse a la mierda. Ese era su trabajo, y él no estaba dispuesto a
dejarla que se acercara a Tate a tratar de afinar y prometer que la mierda con ella sería
mejor.
Abrió la puerta y rodeó el porche hasta que vio a Tate recostado contra la puerta
del lado del pasajero.
Logan no estaba seguro de lo que iba a pasar, pero mientras se abría camino hacia
abajo y daba más pasos hacia el coche, Tate se volvió hacia él, con el rostro carente de
cualquier emoción.
Tan fresco, tan educado, y… cuando Logan abrió el coche y Tate entró, se dio
cuenta de... tan lejano.
Una cosa era cierta. Tate muy seguro de sí mismo no había negado absolutamente
nada.
***
—¿Oye?
Logan.
Esta era la primera vez que había estado consciente de que Logan había estado
tratando de hablarle todo este tiempo, pero no tenía nada que decir-ni una sola cosa.
—Hey, mírame —dijo de nuevo, y Tate se obligó a girarse hacia él—. Esto se
resolverá.
Tate no estaba seguro de que llegará a ser así, y encontró demasiado difícil
sostenerle la mirada y decir que sí. Entonces el dio la vuelta en su lugar.
¿Verdad?
Él no lo creía, y ¿Eso que quería decir? ¿Que su familia no quería volver a verlo
jamás?
El pensamiento envió una oleada de náuseas a través de él, así que abrió la puerta
y se obligó a salir fuera.
Colocó una palma al lado del coche y se dobló por la cintura, tratando de
recuperar el aliento. Él cerró los ojos cuando oyó la otra puerta abrirse, y cuando una
mano le tocó el hombro, Tate inmediatamente se echó para atrás y se enderezó.
El dolor que se deslizó por la cara de Logan rompió con él, pero mientras trataba
de mantenerse en pie, todo lo que oía en su cabeza era: no regreses, no eres bien venido.
—¿Estás bien? —Dios, ¿Desde cuándo comencé a decir las cosas de la manera
correctas?—. ¿Tate? Háblame.
No sabía qué decir, así que cuando finalmente se encontró con los ojos de Logan,
tragó grueso y dijo todo en lo único que podía pensar.
—Necesito irme.
—Sí —él empujó el nudo en su garganta. Cuando Logan cerró su coche para venir
con él, añadió—: quiero estar sólo.
Tate sabía que al segundo Logan se daría cuenta de lo que estaba diciendo, porque
él se acercó y trató de alcanzarlo para tocarlo.
Una vez más, Tate, retrocedió. Si Logan le tocaba en este momento, no estaba
seguro de lo que sucedería. Él sentía como si estuviera a punto de desmoronarse.
Tate oyó el ligero corte en su voz, y se odiaba por lo que estaba haciendo, pero
aun así siguió haciéndolo.
Él sabía que el único camino para que Logan lo escuchara y le creyera era si él lo
mirara y se lo decía a la cara. Entonces él se enderezó sobre sus pies y decidió afrontarlo
como un hombre.
Logan se llevo una mano a su bolsillo y la otra a la cara, donde se frotó barbilla.
—¿Cuánto tiempo? Como en…
—No sé —admitió. No había pensado que tanto tiempo necesitaba. Sólo sabía que
necesitaba estar solo.
Logan dio un paso más cerca, pero esta vez, no intentó tocarlo.
—¿De cuánto tiempo estamos hablando aquí? ¿Un día? ¿Dos días? ¿La semana?
—¡No lo sé! Sólo tengo que pensar, para decidir si esto vale…
Él cerró la boca a las palabras que había estado a punto de decir, pero Logan no lo
iba a dejar pasar así de fácil.
—No sé si esto vale la pena, para yo perder a mi familia. Yo sabía que estarían
molestos, pero…
—Ya veo.
Logan se apartó y comenzó a caminar con las dos manos en los bolsillos, como si
no estuviese seguro de poder controlarse a sí mismo. Cuando llegó y se paró frente a él,
le dolía, finalmente salió a la superficie en forma de ira, y Tate se preparó.
—No estás seguro de que yo valga la pena, es lo que realmente quieres decir.
—Bueno.
Tate sabía que debía dejar las cosas así, pero a medida que Logan se trasladó a
subir a su automóvil, terminó llamándolo,
—¿Logan?
Él hizo una pausa y luego miró en su dirección, era la primera vez que Tate veía
esos ojos azules llenos de dolor.
—¿Qué?
—Te llamare.
—Sí... Si tú lo dices.
Pero a medida que se metió en el coche y se marchó, Tate sabía que no le creyó ni
por un minuto. Él tampoco estaba seguro de creerse así mismo en este momento.
Cinco días más tarde...
Se asombró Logan al ver cómo una semana normal de cinco días podría
convertirse en el tramo más largo de tiempo inimaginable.
Cinco días. Ciento veinte horas. Siete mil doscientos minutos, completamente
insoportables.
Ese era el tiempo que había transcurrido desde que había visto u oído de Tate.
Se había dicho muchas veces así mismo a lo largo de todo ese tiempo que tenía
que respetar el chico, darle el espacio que necesitaba, pero a medida que cada día
pasaba y no sabía nada, estaba perdiendo lentamente su decisión de permanecer alejado.
Había llegado a su casa la tarde del domingo y pasó horas mirando el teléfono
como un idiota enfermo de amor. Cuando no pasó nada, llamó a Cole y le dijo que se
iba a tomar el lunes libre.
Sin ni siquiera un hola, Cole dio un paso adelante, y a medida que sus hombros
conectaron más o menos juntos, Logan tropezó.
Con un movimiento de su mano, Logan cerró la puerta y se volvió para ver a Cole
que ahora estaba en su sala de estar y se encontraba examinando el daño que él había
ocasionado el pasado domingo por la noche, y que aún no se había molestado en
limpiarlo.
—Si lo que quieres decir es que no eres bienvenido, la respuesta es no. Estoy muy
feliz de poderte decir que te vayas a la mierda.
—Este no eres tú, cancelando una audiencia en la corte y perdiendo varios días de
trabajo en tan poco tiempo.
—Yo no era consciente de que tenía que pedirte permiso a ti. Que yo sepa, la
tarjeta de visita en mi cartera dice “Mitchell y Madison”. Lo que significa que puedo
tomarme un par de días sin tenerte a ti detrás de mi culo.
No era frecuente que los estribos de Cole salieran a la superficie, pero cuando
sucedía, Logan trataba de tener una buena distancia de su hermano. Sin embargo, ese no
era el caso en este momento, y cuando Cole se adelantó, Logan se mantuvo firme. Él
estaba buscando una pelea, y si no podía tenerla con Tate, pues tomaría la segunda
mejor opción.
—Si sólo fuera follándotelo, me importaría una mierda de cualquier manera. ¡Pero
este no es el caso!
Inclinando su cabeza en alto, Logan miró a Cole con tanta fuerza que su cabeza
comenzó a latir con fuerza.
—Sé que nunca te has referido a alguien como tu novio. Nunca he visto que mires
a alguien de la manera y forma como lo haces con él. Y nunca te he visto volverte loco
porque alguien te lo arrebató de tú maldito equipo de Pictionary.
Levantando las manos, Logan empujó a Cole tratando de abrir distancia, pero el
hombre no quiso dar su maldito brazo a torcer.
—Fuera de mi camino.
—No. No hasta que me digas lo que pasó aquí. ¿Cómo se rompió la mesa de café?
—Yo la rompí.
Cole frunció el ceño y miró hacia abajo, obviamente tratando de ver sus
manos. Logan las levantó, mostrando sus nudillos.
—¿Dónde está?
—¿Que pasó?
Logan abrió la nevera y se dio cuenta que no tenía absolutamente nada que
ofrecerle. Cerrándola, se volvió y se apoyó contra ella.
—¿Te he pedido algo? ¿Qué tal si empiezas por darme algunas respuestas?
No era Tate.
—Me lo temía —Cole tomó asiento sobre uno de los taburetes y enrolló sus
mangas poniéndose cómodo. Umm, él no pudo evitar la pregunta—: ¿Hiciste algo?
—No. Por una vez, yo no hice nada —Logan hizo una pausa y luego se encogió
de hombros—. Sorprendente, lo sé.
—¿Y él lo hizo?
—¿Entonces?
—Entonces nos traje de vuelta a su lugar, y antes de que pudiera decir nada, él me
estaba diciendo que necesitaba espacio y tiempo para pensar.
Logan se pasó una mano por el pelo y se dio cuenta de que realmente necesitaba
lavar su cabello.
—Entonces no esperes.
—¿Qué?
Cole se levantó y se acercó a él, y Logan no tenía ni idea de lo que estaba por
hacer hasta que él extendió la mano y lo estrechó entre sus dos brazos. Cole tiró aún
más cerca, y antes de que Logan se diera cuenta, Cole lo estaba abrazando fuertemente.
Hasta ese momento, no se había dado cuenta de que estaba necesitando ese
abrazo. A medida que la seguridad ofrecida por Cole lo rodeaba, Logan lo agarró y lo
abrazó como si fuese un salvavidas muy necesario en su vida.
—Él no es Chris —reiteró Cole, y cuando sus palabras se arrastraron por encima
de él, Logan cerró los ojos y recordó a Tate cuando le dijo algo similar la semana
anterior—. No es más que miedo.
Logan tragó, y aunque no fue objeto de escrutinio, descubrió que podía decir las
palabras,
—Ve a buscarlo y dile que él no tiene razones para tener miedo —Logan se retiró
de su hermano—. Sólo tienes que ir a buscarlo, ¿eh?
***
Tate había borrado literalmente el número de Logan para no llamarlo, pero Tate
también sabía en el fondo de su cabeza que era muy fácil poder encontrar al tipo. Él era
el dueño de la mitad de uno de los bufetes de abogados más prestigiosos de Chicago.
Logan Mitchell.
Un hombre lleno de valentía temeraria que no proyectaba otra cosa que una gran
confianza en sí mismo al mundo de allá fuera, pero debajo de esa fachada impecable era
un hombre que luchaba contra sus propios miedos. Tenía todo para ofrecer pero actuaba
con temor, por miedo al rechazo.
Un temor que Logan, ahora probablemente creería que estaba bien fundado
debido a sus propias acciones de los últimos días.
La verdad del asunto era, que alejarse de Logan la semana pasada era lo que había
sido más adecuado para él. Él había necesitado un tiempo para reagruparse, un tiempo
para evaluar lo que él quería, realmente lo que quería… sin el hombre carismático
nublando su juicio.
Desde la noche en que él lo visitó por primera vez en casa de Logan, Tate apenas
se había parado a pensar, y mucho menos pasado más de un día o dos distanciado de él.
Pero después de cinco días sin el abogado sexy como el pecado, Tate era más que
consciente de que él lo quería en su vida.
—Te he visto por aquí desde hace un par de noches —le dijo ella moviéndose más
cerca. Su dulce perfume era insoportable, ya que flotaba hacia él.
—¿Oh, sí?
Ella puso una mano perfectamente cuidada en su chaqueta negra y se lamió los
labios rojos.
Bueno, mierda.
Había querido ver si alguien le podría interesar, y cuando la mujer junto a él hizo
todo lo posible por llamar su atención, Tate sentía... nada.
Él se encogió de hombros.
Él sabía que ella lo estaba intentando, pero por desgracia no iba a funcionar.
—¿Qué demonios?
Tate puso el vaso sobre una mesa y la tomó de la mano, se movió hacia la pista de
baile llena. Él No podía recordar la última vez que había bailado, y en este momento, la
idea de perderse a sí mismo en el pulsante ritmo de la música lo atraía.
Cerrando los ojos, echó la cabeza hacia atrás y comenzó a moverse con el ritmo.
Esto era lo que necesitaba. Bueno, tal vez no exactamente esto, pero por ahora,
esto servía.
Cuando dos manos tomaron su cintura, Tate se imaginó que eran más fuertes y
mucho más grande. Él puso sus brazos sobre los hombros, y cuando sus dedos se
deslizaron en torno a la mitad de la espalda de la chica, se imaginó abrir los ojos y ver
esos ojos azules ardientes. Pensó en la forma que Logan se sentiría mientras movía sus
caderas contra él. No dejaría una pulgada entre ellos. No… él tendría sus cuerpos
pegados uno contra el otro, y sus manos estarían definitivamente en su culo. O una
podría estar en su cabello.
Tate también sabía que sentiría su boca en alguna parte de él, probablemente en su
cuello. Sí. Casi podía sentirlo, los labios de Logan arrastrándose por su cuello hasta la
oreja, donde no le cabía la menor duda que diría algo absolutamente muy sucio…
De acuerdo… esas no eran las palabras, pero Tate mantuvo los ojos cerrados y se
dejó llevar, con la esperanza de oír su voz de nuevo. No fue hasta que el cuerpo pegado
a él fue alejado, y allí abrió los ojos.
Tate también se volvió para ver cuál era el problema, y lo que vio, nunca lo pudo
haber imaginado.
Mierda.
Tate observó a la mujer que los estaba mirando a los dos alternativamente, y luego
regresó su atención al inminente hombre amenazante: Logan. Él no se movió cuando
Logan puso su boca a su oreja.
Tate volvió la cabeza y ahora sus labios estaban más cerca de lo aceptable para ser
sólo amigos, y cada parte de su cuerpo reaccionó.
Antes de que tuviera la oportunidad de decir una palabra, Logan se alejó y gritó
sobre la música,
—Es posible que él desee bailar un poco más que esto, contigo.
Mierda.
Tate se interpuso entre ellos y levantó las manos como si quisiera calmar a
Logan.
Tate extendió una mano para detener a Logan que caminaba alrededor de él y
declaró lo suficientemente fuerte para que él lo oyera:
—Iba a llamarte cuando llegara a casa. Estás haciendo una escena, por favor
detente, ¿quieres?
—¿Quieres hacerlo conmigo? ¿Quieres aprovechar esta erección que tienes con
sólo verme a mí y hacer algo útil con ella, en lugar de meter tu lengua en la boca de esta
mujer tratando de bajarla con ella?
Tate cerró los ojos mientras disfrutaba del placer de tener a Logan cerca, casi sin
tocarlo, Logan lo ponía muy caliente de nuevo.
Logan acercó su cara y llego al cuello de Tate donde lo rozo con la barba de su
mejilla.
Tate agarró los brazos de Logan cuando un gemido salió de su garganta. Se había
olvidado por completo de la mujer y ahora estaba centrado en la música palpitante que
se emparejó al mismo tiempo con el bombeo de la sangre a través sus venas.
Fue liberado bruscamente, y tan rápido como había aparecido Logan, se había ido.
***
Cuando Cole le había dicho que Tate estaba en HAZE, había asumido que lo
encontraría sentado en el bar, bebiendo, posiblemente tan miserable como él mismo.
—¿Huyendo?
Logan apretó los dientes y se volvió hacia el hombre que había decidido seguirle
al exterior.
—¿Yo? Joder, tienes una cara muy dura, Tate. Solamente regresa a tu pequeña
mujer, ¿quieres?
Tate entregó su propio boleto a uno de las otros ayudantes, y cuando salía para ir a
buscar su teléfono móvil que estaba apagado —sin duda— Tate se situó delante de él.
—Si te importa.
Se acabó. Estaba harto de no saber dónde diablos estaba parado cuando se trataba
de Tate, así que tal vez este era el momento de decírselo.
—¿Y qué si lo hago? ¿Te hace sentir bien el saber que esperé a que me
llamaras? Tú sabes lo que se siente, que te manden a la mierda del olvido.
Logan observó cuando los ojos de Tate se abrieron, pero no dijo nada, y cuando su
coche fue traído y se detuvo en la acera, camino ignorando a Tate y recibiendo las llaves
del ayudante.
Cuando se metió en su coche miró por el espejo retrovisor, y vio como Tate se
subía en la parte posterior de su motocicleta. Tenía su pie empujando hasta el fondo del
acelerador.
***
Tate mantuvo sus ojos en las luces traseras del Audi R8 color plata de Logan, él lo
persiguió a través de las tranquilas calles de la noche de Chicago. Era tarde, casi
medianoche, y aunque había algo de tráfico, no era suficiente como para dejar que
Logan se le perdiera.
Logan estaba yendo a casa, y tuvo que preguntarse qué es exactamente lo que
esperaba pasaría una vez que llegaran a su destino.
Giro a la derecha en la última curva, Logan entró con su coche que los llevó hasta
el aparcamiento subterráneo, y Tate lo siguió después. Al parecer, eso estaba bien
porque la puerta se mantuvo abierta el tiempo suficiente para que él pudiese entrar al
interior.
El parking estaba tranquilo excepto por el ruido sordo del motor de Logan, y
cuando se acomodó en su lugar de estacionamiento y apagó el vehículo, Tate maniobró
en su moto para adaptarse a su lado.
Él lo miró por encima del techo de su coche y luego cerró la puerta. El eco era
atronador en el garaje oscuro mientras se abría camino alrededor de la parte trasera del
coche y otra vez hacia él.
Tate se bajó de la moto y trató de imaginar lo que estaba a punto de suceder. En su
mente, esto podría ir de dos maneras.
Dios, se ve increíble.
Su pelo negro peinado hacia atrás, tenía unos pantalones negros y camisa blanca
que llevaba puesta emparejado con una chaqueta de traje que parecía aterciopelada al
tacto. Todo encajaba de tal manera que hacía ver a Logan como un jodido dios griego…
pero él no debía distraerse.
—No —Tate le dijo—. Estás enfurecido porque alguien no hizo lo que tu querías
que hiciera. Alguien te dijo que no. Te dije que necesitaba espacio.
—No es lo que pienso. Sé que es así. Todo el mundo sabe que Logan Mitchell es
el jugador. A él nadie le dice que no, si él quiere algo. También me imagino que nunca
has oído las palabras “Te llamare” ¿Cómo se siente?
Tate no podía creer las cosas que estaban volando fuera de su boca, pero cuanto
más hablaba, más enojado se sentía. Estaba enojado de que Logan lo acusara de ir a
buscar sexo en otro lugar, y enojado de que pusiera en duda sus propios sentimientos en
primer lugar.
—Dios, estás siendo un idiota en este momento —Logan gruñó cuando lo empujó
ligeramente hasta colocar su espalda contra el pilar de hormigón—. ¡Me has hecho
esperar cinco días de mierda! Ni una llamada telefónica, ningún texto, ni siquiera un:
“Hey, todavía quiero hacer esto”. Simplemente nada, silencio. Y todo porque tus padres
se asustaron hasta el infierno. ¿Quién no lo haría? ¿Qué esperabas, que te recibieran con
los brazos abiertos?
Tate sacudió la cabeza, frustrado con Logan, pero más aún con el mismo.
—Yo esperaba que fueran una poco más compasivos, joder, ¡sí! Esperaba eso.
—Yo ni siquiera sé por qué me molesté en seguirte esta noche. Sólo me voy.
Tate seguía desplazándose hacia su moto, pero antes de que se diera cuenta, sintió
dos manos en los hombros fijándolo en su lugar. Los ojos azules de Logan escanean su
rostro en una especie de frenética búsqueda, y luego sólo... exploto:
—¿Terminar? Por supuesto, vete de una vez. No me jodas por ser tan estúpido —
estaba que echaba humo y luego dejó caer su manos lejos—. Y jódete por hacer que me
enamorara de ti.
Se quedó congelado cuando Logan caminaba hacia atrás y hacia adelante, y luego,
como si acabara de llegar a alguna conclusión interna, giró sobre sus talones y salió de
nuevo hacia la puerta de su coche.
Se pasó por el otro extremo del coche y se puso del lado del conductor justo antes
de que Logan llegara, bloqueando su camino.
En este momento, Logan era todo bravuras, su ira enmascaraba las emociones que
había dejado salir por un momento a la superficie, y esas emociones lo aterrorizaban.
Tate tercamente negó con la cabeza. Estaría condenado si iba a dejar que se fuera
sin reconocer sus palabras. Además, ¿quién sabe a dónde diablos se dirigía? Ellos ya
estaban en su casa.
—Voy a subirme a mi coche y conducir muy lejos de aquí. Puedes entrar y venir
conmigo o nunca más verme de nuevo. Es tu elección, Tate.
Su elección, ¿verdad? No, ya no era su elección. Había dejado de ser una opción
cuando Tate se dio cuenta de que no era su cabeza, sino su corazón quien decidía.
Rápidamente se dio la vuelta hacia la puerta del lado del pasajero, la abrió y entró.
Una vez que la puerta se cerró y la aseguro en el interior, veía a través de la consola a
Logan.
El único sonido en el coche era su respiración, hasta que Logan puso en marcha el
motor y reveló tres palabras que casi lo hicieron añicos.
—No te creo.
Logan miró a través del parabrisas mientras conducía por la carretera y se dijo que
debía centrarse en el camino, no en el mudo sentado a su lado. Él aún estaba
conmocionado por lo que pasó en el aparcamiento de su casa, repitiendo las palabras en
su cabeza.
Sin poder evitarlo, Logan se tomó un momento para echar un vistazo rápido al
asiento del pasajero y encontró a Tate enfocado hacia él. Su espalda estaba medio
presionada contra la puerta, y tenía los brazos cruzados sobre el pecho.
Logan luego alzó la vista para encontrarse con su mirada, la cual era intensa pero
tranquila.
Por fin, algo en que centrarse que no fuera: “Yo también te amo”
—¿Te importa?
Logan sabía que sonaba hosco, pero él se sentía tan jodidamente mal. Había
tenido una semana de mierda. Su plan era ir a Haze y buscarlo, para pedirle a Tate que
se fuera con él, pero las cosas no habían salido de la manera como las había previsto.
En su lugar, todo lo que había logrado conseguir hasta ahora era un: “Yo también
te amo”
—Sí, me importa. Especialmente porque necesito tener una buena excusa por
haber desaparecido.
Logan vio su salida de la carretera por delante y cruzó varios carriles, listos para
salir de la autopista.
—Una playa.
Logan tomó la rampa de salida, y cuando él se detuvo en una luz roja, se volvió
para enfrentar a su pasajero.
—Ya es de mañana.
Logan se pasó una mano por el pelo, pero no dio respuesta alguna.
***
—¿Por qué nunca puedes acabar de decir lo que estás sintiendo realmente?
Logan giró la cabeza y lo perforó con una expresión tan feroz, que Tate se
sorprendió de que no le hubiese dejado marcas en donde él posó su mirada.
—No, no lo haces.
Observó a Logan tirar de su labio inferior detrás de sus dientes superiores como si
estuviera reteniendo sus palabras.
—Eso es correcto.
—Puede ser que no me creas, pero es cierto. Y al menos yo puedo decir las
palabras.
Él sintió que su boca se curvaba en una sonrisa victoriosa cuando Logan se acercó
a una calle lateral y estacionó, mantuvo el motor encendido.
—Esto quiere decir que siempre enmascaras lo que realmente sientes. Incluso
antes, usted en realidad no dijo las palabras.
Tate sabía que estaba destruyendo lentamente la molestia de Logan, ya que ahora
tenía una mano en el apoyo para la cabeza y los dedos estaban relajados, casi como si no
se diera cuenta, tocando sus rizos.
—Yo las dije. Tal vez usted no me oyó después de pasar la noche en un club de...
Tate decidió que si alguna vez había un momento para recordarle a Logan donde
quería estar, este era el momento. Él extendió la mano, lo tomó de las solapas, y tiró de
él a través de la consola. Cuando sus narices se tocaron, le pasó los dedos por el cuello
hasta llegar a la barba que cubría la mandíbula de Logan.
—Yo no creía que fuera posible que pudieras estar más sexy, pero maldición,
Logan... me estas demostrando lo equivocado que estaba.
Estaban tan cerca, que pudo ver como los ojos de Logan se dilatan en respuesta,
pero el placer fue de corta duración cuando le oyó preguntar con voz ronca:
Antes de que Tate pudiera recordar que él no lo había dejado... que él sólo había
pedido un poco espacio… Logan tomó la parte posterior de su cuello y conectaron sus
bocas. Fuego líquido iluminaron sus venas mientras sus labios se separaron y Logan
empujo hacia dentro. Mientras sus lenguas se degustaban y se esforzaban por acercarse
el uno al otro, Tate sintió la mano en la parte posterior de su cuello subiendo a buscar su
cabello.
La forma contundente como Logan tomaba lo que quería y exigía que se hicieran
las cosas, esto era lo que hacía que el cuerpo de Tate respondiera de una manera como
nunca lo había hecho antes con nadie más.
Cuando un profundo gruñido resonó a través del coche, Tate sintió que su pene se
endurecía en respuesta. Entonces Logan retiró su boca y exigió,
—Detente.
—No lo hagas.
Miró por encima para ver los ojos de Logan que se movían entre su mano y su
cara.
—¿Tate?
—¿Sí?
—Una cabaña.
Bueno, pensó Tate, Logan ciertamente no tenía ningún problema diciéndole cómo
se sentía acerca de eso, y de ninguna jodida manera Tate iba a discutir con él.
***
Logan condujo el coche a lo largo de una calle vacía que llevaba a la cabaña, la
cual estaba rodeada por el verde de la vegetación al otro extremo. Luego se volvió hacia
el camino de tierra y se dirigió hacia abajo hasta que llegó a una parada en frente de una
casa de dos pisos de ladrillo y madera que había comprado hacía poco más de tres años.
Durante mucho tiempo, había venido solo. Era un lugar donde se encontraba más
que cómodo. Así que era irónico que, mientras estaba sentado en frente de su santuario,
se sentía más incómodo que nunca. Atrapado en algún lugar entre la esperanza y el
miedo, no estaba seguro de cómo cruzar la línea entre el uno y el otro, y Tate no era una
decisión que él quisiera tomar a la ligera.
Sacando las claves del encendido del coche, se dio la vuelta para ver a Tate
mirando por la ventana.
—Podrás hacerlo en un par de horas. El sol saldrá antes de que nos demos cuenta.
Se trasladó a abrir la puerta cuando una mano se posó en su brazo. Se volvió hacia
Tate, pero no dijo nada, simplemente esperó a que él hablara.
Logan asintió y salió del coche, moviéndose alrededor del maletero. Él lo abrió y
agarró una bolsa, y cuando cerró, halló a Tate de pie junto al vehículo.
Él es jodidamente irresistible.
Quería tener un momento a solas consigo mismo. Para ganar un poco de
perspectiva y pensar en todo lo que había sido dicho entre ellos.
—¿Logan?
—¿Hmm?
Logan no pudo explicar por qué esto era lo que había estado esperando escuchar
desde el principio, pero lo era. Él sabía que aunque sólo hubiese sido un simple texto la
semana pasada lo habría hecho sentir más... ¿Más qué? ¿Seguro? Jesús, cuánto odiaba
sentirse vulnerable.
Él cerró la puerta y encendió una luz. Una lámpara rústica iluminó la habitación
principal, donde estaba la sala de estar y una enorme chimenea de piedra en la pared del
fondo. Cuando Tate miró a su alrededor, Logan lo observaba.
Logan se quitó la chaqueta, la colocó sobre uno de los ganchos en la pared junto a
la puerta, y luego anduvo más lejos en el espacio de la habitación, deteniéndose al final
junto a Tate.
—Bien.
Logan tragó y luego indicó detrás de Tate.
Observó como Tate volvió la cabeza hacia la habitación que le había señalado, y
una vez que se mostró satisfecho sabiendo que Tate sabía dónde ir, Logan comenzó a
caminar por el pasillo a su habitación.
—¿Oye? ¡Logan!
—¿Sí?
—Entonces yo soy…
—Sí…
Logan levantó sus manos y empezó a deshacer los botones de la camisa, y cuando
estaba a mitad de camino, dijo,
Si Tate necesito cinco días para resolver sus asuntos, entonces podría muy bien
darle a él unas cuantas horas para cerrar de una vez su jodida boca.
***
En el centro había una cama del tamaño de una piscina, y en el lado opuesto de la
habitación había un cómoda con cajones hecha de madera tallada preciosa. Casi parecía
tallado a mano, iba a juego con el marco pesado de la cama.
Vagó a través de los pisos de madera más ligeros y se sentó en el borde de la
cama. Dios, estaba más agotado de lo que había pensado.
A medida que el colchón se hundía debajo de él, con la punta de cada pie se
sacaba el zapato contrario y se echó hacia atrás a través del edredón color crema. El
tejido blando lo envolvió mientras se relajaba de nuevo en ella y pensó en el hombre en
el otro extremo de la sala.
La falta total y absoluta de la tolerancia de sus padres le había mostrado una cosa
muy importante, el amor no era algo que estaba allí simplemente porque naciste de la
misma sangre, y no debe venir con un puto aviso legal.
Había intentado llamarlos durante toda la semana pasada y nada. Era como si
hubiesen decidido que él ya no existía. Ellos sólo le habían cortado como un miembro
podrido que estaba infectando al resto del cuerpo, y todavía no estaba seguro de cómo le
hacía sentir eso.
¿Cómo podían las personas que se supone que deben cuidarle producirle un daño
tan grande y tan profundo?
Así que ahora era su turno. Su turno para convencer a Logan de que él, Tate
Morrison, valía la pena. Cuando quería algo, era lo suficientemente terco para esperarlo
y tomarlo.
Bostezo, dejó que sus ojos se ajustaran y miró por la ventana a una de las muchas
lagunas de su propiedad.
Se preguntó si estaría despierto y, si lo estaba, cómo serían las cosas entre ellos en
este momento. Era extraño estar fuera de su juego, pero cuando se trataba de Tate,
estaba empezando a darse cuenta de que le era necesario un nuevo libro con reglas
generales, y la primera regla sería la siguiente: No existirán los largos períodos de
espacios con silencios interminables.
¿Estas levantado?
Luego vibró.
Por lo general, él era el primero en caer en una insinuación sexual, pero en esta
mañana en particular, quería algo diferente, por lo que tecleó:
Despierto.
¿Dormiste bien?
¿Tate?
Las palabras eran tan simples, y mientras se concentraba en ellas, Logan se dio
cuenta de que era la primera vez que Tate las había utilizado en relación a él.
Por un lado sus palabras lo hicieron muy feliz, pero por otro también lo hicieron...
cauteloso.
Él tecleó:
¿Cuándo?
Logan sintió una sonrisa cruzando su boca mientras leía el último mensaje, al
menos tres veces. Lo hizo pensar en el hecho de que las palabras escritas nunca lo
habían hecho sentir más satisfecho, y luego su teléfono vibró y también pensó que la
palabra escrita puede ser increíblemente poderosa.
Tate: ¿Logan?
Rápidamente tecleó:
Estoy aquí.
Siguió tratando de pensar en ese preciso momento cuando Tate se había deslizado
entre todas sus defensas, porque él seguro como el infierno no lo había perseguido con
eso en mente.
El motivo real por el cual estaba allí con Tate todavía lo asustaba, incluso, pese a
que cada vez se le hacía más atractiva la situación.
No.
Yo también te extrañé.
Pasaron varios minutos y empezó a pensar que había dicho algo incorrecto, pero
luego, como de costumbre, acerco su celular y vio que aún estaban conectados.
Lo sé.
El texto era bastante inocente, pero la broma era subyacente. Él sabía lo que Tate
pretendía, y Logan pudo sentir la forma en que los quería conducir, hacia la
construcción de algo más allá de una sesión de mensajes de texto ocasional.
Si lo hago, te toco.
Tate: ¿Pero?
Jodidamente me asustaste la semana pasada. Pensé que eso era todo. Que
habías terminado conmigo.
Logan leyó su mensaje antes de enviarlo y sintió que el miedo de los últimos días
se arrastran hacia su interior. El dolor de que todo lo que quería le había sido arrancado,
le abrió los ojos de una manera que nunca había esperado.
En un primer momento se había puesto furioso, pero fue después de que la ira se
había filtrado que llegó la vacía tristeza a su encuentro y pensó que lo había perdido.
Lo sé.
Joder. Este no era él. Él no era del tipo de guardar rencor, y ciertamente no creía
en esa mierda de retener el sexo. Pero en este momento necesitaba asegurarse de que su
corazón era lo suficientemente fuerte para todo lo que vinera por delante para ellos.
Tate: ¿Logan?
¿Sí?
Esperó a lo que Tate iba a escribir, pero en vez de palabras, una imagen se cargó
en su teléfono que le hizo doler de deseo.
Joder. Yo también.
La sombra de la mañana que recubría las mejillas de Tate hizo a Logan querer
lamer y morder su camino hasta la mandíbula, y mientras se imaginaba sólo eso, otro
mensaje apareció arriba.
Definitivamente o...
Logan sabía que nada pararía su mano de ir debajo de su cintura ahora. Él estaba
ya allí, tocándose.
Sí, su corazón había dicho su parte esta mañana. Ahora era el turno de su polla.
***
Cuando el teléfono sonó antes, él había esperado que fuera Logan, y después de
tirar algunas duras verdades a su huésped con muy mal humor, Tate estaba decidido a
ver si Logan se cerraba a dejarlo entrar... o si lo necesita y se abría de nuevo.
Lo que realmente quería era tocar a Logan, para mostrarle que no le importaba,
pero por ahora, esto funcionaba, ya que Logan parecía estar abierto a un poco de juego.
Con su teléfono en una mano y la otra hacia abajo entre sus piernas, Tate recordó
la primera vez que habían hecho esto. Había estado tan seguro de sí mismo esa noche,
pero al final de ella, tenía el mejor orgasmo que había tenido en meses.
No estaba seguro de nada esta mañana, y de que iba a suceder después de sus
confesiones. El único que lo sabía estaba justo allí, estaba en las manos de Logan. Él era
el único que podía. Se imaginó a Logan desnudo y duro y listo para él, y el texto que
siguió:
Jesús, sí lo eres. Subió sus caderas hacia arriba en su palma. No estaba dispuesto
a jugar tímido ahora. No iba a retractarse, y él quería que Logan lo tomara como sólo él
sabía hacerlo.
Tate: Sí. Cuando estas encendido, nada se compara. Todo el mundo debería
tener la misma suerte de poder verte. Pero yo no comparto, que se jodan los
demás. Le dio enviar al mensaje, y luego, más rápido de lo que él pensaba que sus
dedos pudieran escribir, Él siguió con: Incluso eres sexy cuando me odias.
—Oye.
—Yo nunca podría odiarte —La profunda voz de Logan se filtró a través del
teléfono y envió un escalofrío de deseo por toda su columna vertebral—. Te extrañé
tanto la semana pasada. Yo era una mierda.
Tate hizo una mueca ante la idea de causar dolor Logan. Logan necesitaba saber
que no había sido fácil para él tampoco.
Oyó un sordo:
El gemido que resonó a través del teléfono fue de angustia, parte placer y parte de
dolor.
Él sabía que Logan había estado preocupado sin saber si él había cambiado de
opinión acerca de ellos, pero era hora de reiterarle a Logan lo que la separación había
significado para él.
Los jadeos suaves de la respiración de Logan era todo lo que se podía oír, y
habían puesto a Tate con impaciencia para tocarse así mismo, sabiendo que Logan
probablemente estaba haciendo lo mismo.
—¿Sí?
—Está bien —Tate logró decir, adorando el peso de esa orden—. Espera —
murmuró, colocando el teléfono en la cama para empujar las cubiertas de los pies. Se
trasladó al centro de la cama y cogió el teléfono de nuevo—. Bien. Está hecho.
La pesada respiración de Logan era tan familiar que Tate lo imaginó flotando por
encima de él, justo al lado de su oreja.
—Ahh, Logan. Dios, te deseo —Se quejó, y luego coloco el teléfono en su oreja.
Él bajó su mano hacia sus bolas y las apretó. Joder, se quería correr.
—No te masturbaste anoche, ¿verdad? —La voz de Logan era ronca, como si la
estuviera frenando, Tate ya conocía la sensación.
—No... —se las arregló para hablar, aunque no tenía ni idea de cómo, porque todo
lo que él quería era apretar la mandíbula y correrse duramente—. Esperé como me
dijiste que hiciera.
—¿Sí?
No hubo más conversación entre ellos, ya que cada uno escuchaba los sonidos
fervientes que se enviaban el uno del otro. Los suspiros eróticos, gemidos y maldiciones
guturales los empujaron cada vez más cerca a la liberación que habían estado
trabajando.
Tate se detuvo un momento a mirar la foto de Logan para obtener otra vista
detallada de lo que deseaba tener en su boca, y luego la voz de Logan cortó a través de
la línea.
—La única cosa que podría ser más caliente que escuchar cómo te corres como un
puto loco en este momento, sería escuchándote y viendo como entierro mi polla dentro
de ti.
Tate llegó con tanta fuerza que el duro grito del nombre de Logan resonó con
fuerza en toda su habitación, y él sabía que Logan lo escuchaba a través de la casa
porque el gruñido que reverberó como respuesta por el pasillo astilló a través de su
teléfono, lo que provocó disparara una nueva carga en todo su estómago.
Mierda, Tate pensó cuando por fin se calmó, y sonrió hacia el techo. La próxima
vez que Logan gritara para él de esa manera, se aseguraría de que él estuviese al alcance
de sus manos.
Después de una ducha realizada en tiempo record, Logan se dirigió por el pasillo
donde encontró una habitación de huéspedes vacía. Él luego se dirigió hacia fuera en el
espacio de la zona de estar, pero también estaba vacía. No fue hasta que llegó alrededor
del sofá grande de color marrón, al otro lado de la alfombra de felpa que pudo hallarlo
con sus ojos.
Tate estaba de pie en su porche y le caía el sol, usando nada más que una toalla de
color azul marino, y vaya si esta no era la mejor vista que había visto jamás por su
ventana.
Tenía el pelo peinado hacia atrás, evidentemente, todavía húmedo por la ducha, y
él se inclinó por la cintura con sus brazos apoyados en la barandilla, lo que causó que la
toalla se estirara de manera agradable y se apretara a través de su culo.
Cuando Tate se dio la vuelta y tomó la misma posición que antes, Logan se rió
entre dientes.
Logan contuvo el aliento cuando los ojos de Tate se cerraron y se apoyó en sus
dedos. Era como si estuviera consiguiendo muchísimo placer de la forma en que Logan
le acariciaba el pelo, es como si sólo quisiera tenerlo más cerca.
Un rumor surgió de las profundidades de Tate, y cuando abrió los ojos, Logan se
dio cuenta de que era una mirada pesada y llena de invitación cuando admitió,
—Me encanta.
Logan atravesó la mano de lleno en el pelo y atrajo a Tate sosteniéndolo, así que
estaban cara a cara.
Se inclinó y le dio un beso en los labios a Tate y cuando los abrió, Logan deslizó
su lengua en el interior para saborearlo mejor. Las manos de Tate se posaron en su
cintura, instándole más cerca, y Logan apretó los dedos y tiró la cabeza de Tate hacia
atrás para poder poner su boca en su mandíbula.
Sentía las caderas de Tate moliendo contra él, y Logan llevó su otra mano
alrededor de su culo para mantener la fricción. Abrió la boca, raspó sus dientes a lo
largo de la mandíbula de Tate, y se abrió camino hasta el lado de su cuello. La
respiración pesada que había escuchado anteriormente estaba de nuevo, pero ahora
estaba allí junto a su oreja.
Logan sonrió contra su oreja cuando los dedos de la cintura se clavaron más
fuerte. Tate ladeó la cabeza, dándole más acceso a su cuello.
—Sí, lo hice
Tate se llevó una mano hasta el cuello y se pasó los dedos por la marca roja.
Tate bajó el brazo y se miró a sí mismo, antes de mirar hacia atrás de él.
Logan vio que su boca se curvaba en una sonrisa cuando hacía las preguntas.
—Estaba pensando en una semana cuando llamé a Pete... —se detuvo, pensando
que Tate podría estar enojado en primer lugar, pero él sólo se puso una mano en el
pecho.
—¿Llamaste a mi jefe?
—Gracias. Nunca nadie ha llamado a mi jefe para sacarme del trabajo con el
único objetivo de pasar tiempo conmigo.
Logan tragó y no sabía qué decir ante aquella cara de gratitud. Su mayor miedo no
era que Tate no le amara. Era... ¿y si lo hacía? ¿Cómo alguna vez podría sobrevivir si él
perdiera aquello?
¿Cómo todo el mundo entrega tan fácilmente sus corazones, cuando yo estoy
absolutamente aterrorizado?
—¿Logan?
—¿Hmm?
Tate asintió.
Los ojos de Tate se suavizaron y la sonrisa que tocó sus labios estaba llena de
sinceridad cuando prometió,
***
Resultó que Logan había preparado ropa para una semana, para ambos, antes de
que lo hubiese localizado ayer por la noche. Cuando Tate se cambió y se puso un par de
pantalones vaqueros y una camisa, se quedó inmóvil frente al espejo, en el lado
izquierdo de su cuello tenía un pequeño pero claramente visible hematoma.
Nunca había pensado que ser marcado sería algo de su interés, pero cuando se
trataba de aquel hombre, Tate quería estar marcado por él. Él quería que todos supieran
que estaban juntos, que Logan era suyo.
Se dio la vuelta y salió de la habitación para encontrar a Logan que esperaba por
él en la puerta principal.
—¿Para?
—Tenemos que ir a buscar algunas cosas a la ciudad. Comida para la semana.
Tate se metió la cartera en el bolsillo trasero y observó cómo los ojos de Logan
siguieron su movimientos.
—No es necesario.
—¿Qué no es necesario?
—Tu cartera.
—Te traje aquí, así que voy a pagar por la maldita comida.
Tate le siguió y corrió un poco para ponerse al día. La construcción que tenía la
cabaña de Logan era preciosa y él tenía que preguntar,
Tate se detuvo donde estaba y tenía a Logan llegando a un punto muerto también.
—¿Treinta acres?
—Sí.
—¿Oye? —Tate miró de nuevo a donde Logan seguía en pie, pero no dijo nada—.
¿Estás bien?
Tate sonrió.
—¿Este es tu camión?
—Sí.
—Es tan…
—¿Es tan qué? —Logan desafió mientras sacaba las llaves del bolsillo.
—¿Antiguo?
—Discúlpame. Pero tienes que saber que estuve conduciendo a este bebé a lo
largo de la universidad y todavía funciona como un sueño.
Tate vio que Logan se acercó a pasar la mano por encima del portón trasero
rayado, y estaba sorprendido de que incluso hizo que aquel sencillo gesto se viera
sexy. Al igual como si él estuviese acariciando a un amante.
Ahora, caminando por el lado del pasajero, Logan abrió la puerta y miró por
encima del capo del camión.
—Sí. ¿Celoso?
Riendo, Tate se acercó a donde Logan se encontraba de pie con una mano en la
puerta y le dio un beso lento en la boca.
—¿Si no?
Logan dio un paso adelante, atestándolo atrás contra el marco interior del
vehículo.
Tate tenía una buena idea de lo que implicaba, pero la parte de él que siempre
estaba curiosa se atrevió a decir:
Logan bajó una mano entre las piernas, cerró los dedos alrededor de su pene, y
apretó.
La amenaza era real y la promesa tan jodidamente excitante que Tate sintió que se
le encogía el culo cuando lo pensó, pero también sabía que Logan tenía razón. No
estaba preparado para algo así. El necesitó preparación antes de tomar a Logan dentro
de él.
Sus caderas se resistieron contra la palma de la mano de Logan, y el deseo en sus
ojos hicieron a Tate pensar que estaba a punto de joderlo estuviese listo o no, pero
Logan le dio un beso en la mejilla y prometió:
Tate gruñó mientras Logan se frotaba la palma de la mano hacia arriba y por
encima de él.
—Sí... maldito, Logan —maldijo con su respiración irregular, y luego fue puesto
en libertad.
Tate trago saliva y se subió en el asiento, esperando y viendo como Logan cerró la
puerta y caminó por la parte delantera para abrir la puerta principal del granero.
Una vez que se metió en el lado del conductor y se abrocho el cinturón, Logan
miró en su dirección y dijo:
—Te juro, que me haces romper todas mis reglas. ¿Pero sabes qué?
***
—¿Pero qué pasa cuando está empapada en toda esa jugosa mantequilla?
—¿Sabías que Casanova solía desayunar con cincuenta ostras crudas cada
mañana?
Tate se volvió hacia él y Logan podía ver las ruedas girando cuando finalmente
dijo,
—Estoy pensando que estás muy bien consumiendo tu pan tostado y café al
desayuno.
—Lo estamos. De acuerdo, ya que no podemos decidir sobre mariscos, ¿qué hay
de carne? podríamos asar y, hacer una ensalada y patatas.
Tate estuvo de acuerdo y luego comenzó a caminar hacia las filas de vino,
diciendo en voz alta:
***
Tate estaba sentado en uno de los dos taburetes en la isla de la cocina viendo a
Logan mientras se movía en frente de él. Le había dado una cerveza y le dijo que se
sentara, de modo que eso era lo que había hecho.
Logan estaba actualmente combinando los ingredientes para marinar sus carnes, y
cuando se inclinó para mirar en un armario en busca de una bandeja, Tate estaba feliz al
poder inspeccionar la forma en que sus pantalones cortos color caqui se estiraban por
encima de su culo.
—Creo que esta es la primera vez que estas cocinando para mí. ¿Debo
preocuparme?
—Mucho.
Tate rió y levantó la cerveza a los labios mientras Logan metía su mano a tientas a
través de las ollas y sartenes.
—¡Ah! Lo encontré.
—¿Qué?
—Te ves un poco lindo haciendo cosas domésticas. ¿Quién lo hubiese sabido?
La bandeja sonó abajo sobre el mostrador y Logan puso sus manos en el borde del
granito.
Tate observó la forma en que sus dedos se arrastraron sobre la superficie. Luego
levantó los ojos y giró sobre su taburete de manera que Logan podría introducirse entre
sus piernas.
—Los cachorros son lindos. Los bebés son lindos... —Logan retiró la mano de la
barra para pasar los dedos por encima la parte superior del muslo de Tate y le informó,
Tate actuó como si los dedos de la pierna no le afectaban, pero cuando rozó el
bulto en sus pantalones vaqueros, sabía que Logan sabía más.
Tate levantó casualmente la cerveza del mostrador y tomó un largo trago. Era
alucinante tener esa clase de reacción a cualquier cosa que hiciese Logan.
—Nop. Pero ahora que lo mencionas, tienes algunas cualidades similares. Los
cachorros también tratan de ocultarse detrás de un ladrido fuerte.
—Mhmm.
— Creo que te gusta cuando te muerdo —Logan adivinó con una precisión
infalible. Luego pasó las puntas de sus dedos sobre la marca purpúrea en su cuello—.
Quizá quieras otra.
Sí, por favor, pensó mientras Logan se quedó mirándolo fijamente con una mirada
que tenía a Tate tratando de agarrarlo.
Deslizó sus manos debajo de la camisa color verde caqui que Logan llevaba, y
trazó sus dedos a lo largo de la parte superior de sus pantalones cortos.
—¿No?
Tate sacudió la cabeza y bajó del taburete, poniéndose de pie. Miró a Logan a los
ojos y admitido:
Se dio cuenta de que sus palabras aturdieron a Logan, porque él paró lo que estaba
haciendo y retrocedió un paso. Sin embargo, antes de que estuviera fuera de su alcance,
Tate metió el dedo en los pantalones cortos y lo atrajo nuevamente hacia él.
Tate llevo su mano hasta el cuello de Logan y tomó la parte posterior de la misma,
por lo cual sus rostros quedaron lo suficientemente cerca y sus narices se tocaron.
—¿Sí?
—Yo…
Ahora bien, esta es la primera vez que Logan se encuentra sin palabras.
Tate le pasó los dedos por el cabello a Logan y lo besó en la comisura de su boca.
—¿Qué? Dime.
Los brazos de Logan rodearon su cintura y lo atrajeron hasta que tenía ambos
brazos alrededor de él. Tate envolvió sus brazos alrededor del cuello de Logan y se
aferró a él.
¿Cómo es posible que sea ésta la primera vez, que hemos compartido un simple
abrazo?
—Está bien —dijo Logan mientras se frotaba una mano por la cara. Se apartó y se
movió para caminar de regreso a la cocina, pero Tate lo agarró del brazo.
—No está bien —Él se enfrentó tenazmente con Logan, y luego dejó caer el
brazo—. Solo quiero entenderte.
—Lo harás. Sólo déjame terminar esto para que podamos comer esta noche, ¿está
bien?
Tate asintió con la cabeza, pero se dio cuenta de que Logan estaba temblando.
Quería saber qué estaba pasando allí. Raramente veía a Logan nervioso, pero
cuando cogió la cacerola y le dio la espalda, Tate sabía que, a su manera, Logan se
estaba escondiendo.
Tate comprendió ese sentimiento, así que él le daría el espacio que necesitaba y
estaría allí para Logan cuando estuviese listo, tal como Logan lo había estado en su
momento para él.
Logan escuchó cuando la puerta se cerró y dejó escapar un suspiro de alivio.
Tate le había dado un poco de espacio, un segundo para respirar por sí mismo, y
en ese momento, no podía haberlo amado más.
Tomó la sal y, viendo cómo le temblaba la mano, apretó el puño. No había manera
de que él fuera a dejar que su culo terco jodiera esto ahora, y mucho menos todos los
años que estaban por venir. No con Tate.
Él quería hablar con Tate sobre esta última semana. Preguntarle si él había tratado
de ponerse en contacto con sus padres, pero en cambio, estaba de pie bajo la ducha,
temblando como una puta causa perdida.
Por primera vez en años, él realmente odiaba su incapacidad para seguir adelante
y tratar con el pasado, y él odiaba que Chris todavía estuviese ganando.
Echó la cabeza hacia atrás bajo el agua, y trató de dejar que los pensamientos
pudiesen ser lavados de su mente. Tal vez, si tenía suerte, él consiguiera que se fueran
por el desagüe, para no volver a verlos jamás. No fue hasta que oyó la puerta de la
ducha abrirse que se pasó una mano por la cara y vio a Tate entrar, gloriosamente
desnudo.
Estaba a punto de hablar cuando Tate se acercó y puso un dedo sobre sus labios.
—Shh...
—Quiero saber dónde estás cuando no estás conmigo, y desearía estar allí para ti.
Esperó a ver si Tate salía corriendo, pero en lugar de eso, lamió la condensación
de sus labios y comenzó a empujarlo hacia atrás hasta que el culo y los omóplatos
estaban contra la pared de cristal de la ducha.
Logan soltó las muñecas de Tate y cogió sus caderas cuando él sacudió la cabeza
y le dio una sonrisa descarada.
Mierda.
Era una orden, Tate estaba en modo de mando y de quererlo todo, y Logan estaba
más que listo. Tragó saliva y aplastó las palmas de las manos en el cristal a cada lado de
las piernas, tal como se lo había pedido.
—Me parece muy bien —Tate alabó—, sobre lo que dijiste ahora. ¿Qué tal si
hacemos una regla en este nuevo reglamento nuestro? Te diré dónde estoy si me
muestras la misma cortesía. Yo odiaba no saberlo.
Logan se sintió un poco menos idiota después de esa confesión y sintió que sus
labios se contraían.
—¿Sí?
—Sí.
Logan casi gimió mientras Tate hundió sus dientes en el labio inferior como a él le
gustaba.
Antes de que Logan pudiese hablar y decirle que sentía lo mismo, Tate tomó sus
labios en un beso que casi hace volar la parte superior de su maldita cabeza.
Jesús, Tate sabía besar. Se sumergió y frotó su lengua por encima de la suya, y
Logan gimió cuando sus cuerpos finalmente se encontraron. Había pasado demasiado
tiempo desde que había tenido a Tate frente a él de esta manera, y no tocarlo iba a ser un
puto desafío.
Logan empujó su cabeza hacia adelante, con ganas de más, pero Tate se alejó lo
suficiente como para informarle,
—En esta ocasión, esta vez, lo he pensado y lo tengo todo muy claro, y estoy
exactamente donde quiero estar.
Él arrastró su boca hacia abajo por su cuello y rodeó su pezón con su dedo.
Tate entonces levantó los ojos, y Logan casi pierde la capacidad de mantenerse en
pie cuando él se lamió los labios brillantes y continuó para dibujar una línea por el
centro de su cuerpo hasta que estuvo tocando el recortado pelo en la raíz de su pene.
—Yo quería tocarte tan desesperadamente esta mañana cuando me enviaste esa
foto.
Logan tragó saliva mientras sus ojos se cerraban a causa del placer que Tate le
proporcionaba cuando lo rodeaba con el puño.
—Sí —Dijo entre dientes cuando el cálido aliento de Tate flotaba sobre sus labios.
—Quería probarte.
Exactamente eso.
Logan apretó los dientes cuando Tate desplazó el puño por toda su longitud
erecta.
—Esto —le dijo Tate, pasando su pulgar por la cabeza de su polla—, estaba tan
brillante y húmeda, y yo quería lamerla toda. Me he convertido en un adicto a todo lo
que tiene que ver contigo. Todo, Logan.
Logan podía ver su pecho subiendo y bajando mientras observaba a Tate más
abajo delante de él a sus rodillas.
Tate abrió su boca, lo tomó entre los labios y chupó la punta de su polla. Logan
sintió que sus rodillas temblaban y pensó que estaban a punto de doblarse, pero estaba
decidido a mantenerse en pie aunque se le fuera la vida en ello.
Él apretó los dedos con fuerza contra la pared de cristal y gracias a Dios no había
nadie más en la casa, porque si entraran y los vieran, obtendrían un infierno de vista
increíble.
Miró a Tate, que desplazaba la lengua desde la raíz de su eje hasta la punta, y
soltó un largo sonido gutural mientras perdía la batalla para mantener las manos en su
lugar.
Una de sus manos encontró el pelo de Tate, y vio una pequeña curva de sonrisa en
sus labios.
Logan no dijo nada, sólo miró hacia abajo donde estaba él.
Respira y dale lo que quiere. Él está ahí pidiéndotelo. Por lo tanto extiende la
mano y follatelo.
Logan llevo su otra mano a la cabeza de Tate y sobresalían sus caderas hacia
adelante cuando él dirigió esa pecadora boca sobre su pene. Se tragó una maldición ante
la sensación de euforia de hacer que Tate le chupara y él mientras tanto disfrutaba de la
gloriosa felicidad del éxtasis.
Paso los dedos por la mejilla de Tate, y cuando sus ojos se abrieron y lo miró,
Logan se sintió prácticamente paralizado por la adoración que podía ver en ellos.
Tropezó ligeramente y una vez más encontró su trasero contra el cristal mientras Tate se
ponía de rodillas para tomarlo más profundo.
¿Cómo había tenido tanta suerte?, no tenía idea, y si tenía que abrir sus viejas
heridas para mantener a Tate a su lado, estaba dispuesto a abrirlas y sangrar por todas
las partes de su cuerpo.
***
Tate estaba tan increíblemente encendido que quería bajar el brazo y masturbarse
a sí mismo, pero ese no era el propósito ni el objetivo, él quería darle a Logan toda su
atención.
No había entrado en el baño con la intención de unirse a Logan, pero tal vez sí la
de acorralarlo y hacerlo hablar. Sin embargo, al entrar en la habitación vaporosa y ver la
ducha, su boca se había abierto. Allí, en el centro del cuarto de baño, había una ducha
de lluvia colgada sobre una gran irrigación de techo abierto completamente hecha de
vidrio, y Logan era visible desde todos los ángulos.
Las intenciones de Tate habían dado un giro dramático en ese punto, y ahora,
mientras colocaba sus manos sobre los muslos abiertos de Logan, abriendo su boca,
estaba más que contento de la forma como las cosas se habían salido de su cauce.
—Joder —oyó por encima de él, y Logan lo empujó hacia adelante mientras él
empujaba sus caderas hacia fuera, empujando más y más profundo —dándoselo de la
manera que él lo había pedido. Sin contenerse.
La forma como Logan se movía contra él era tan jodidamente caliente que no
había manera de que pudiera detener su propio clímax, el cual se estaba construyendo
dentro de él. Tate sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que explotara, y estaba
más que listo.
Tate tomó su propio pene y se comenzó a acariciar. Él cerró los ojos y relajó la
mandíbula mientras los dedos de Logan se apretaron, y lo utiliza como nunca lo había
hecho antes.
Tate arrastró su otra mano sobre el muslo de Logan hasta acunar sus bolas antes
de empujar un dedo hacia atrás entre sus mejillas. La ligera estimulación era todo lo que
Logan necesitaba.
Logan explotó en su lengua con un grito tan fuerte que los oídos de Tate
zumbaron, y cuando él tragó el líquido cremoso, dio varios tirones duros de su propia
carne y sintió como lo golpeaba su orgasmo. Luego disparó su carga por todo el piso de
la ducha.
Tate miró hacia donde Logan se había derrumbado contra el cristal y tenía los ojos
cerrados. Sacó la boca de él, y cuando sintió que los dedos de su cabello se aflojaban y
le acariciaban la nuca, no se levantó. Descansó sobre sus talones, puso su mejilla contra
el muslo de Logan, y una vez más lo miró fijamente.
Esta vez, cuando Logan miró hacia abajo, sus ojos parecían agradecerle, pero no
se intercambiaron palabras. En su lugar, Tate dio un guiño silencioso, se inclinó y besó
su muslo. No se necesitaban palabras.
La cena transcurrió con la suficiente rapidez, y una vez que acabaron de cenar,
terminaron desplazándose a la sala de estar.
Es muy inusual compartir este espacio con alguien, Logan pensaba mientras se
sentaba en su sillón favorito y observó a Tate agarrar un cojín del sofá para poder
tumbarse en el suelo.
Tate sacudió la cabeza y se inclinó hacia el cojín del respaldo contra el cuero.
Logan cogió el vino que se había servido y miró a Tate, que estaba tendido en su
alfombra de piel de oveja.
—Está bien. Pero quiero que sepas que cuando tu culo se adormezca, eres más
que bienvenido a moverlo a este suave sofá de cuero italiano.
Tate estiró los brazos sobre su cabeza, haciendo que la camiseta roja que llevaba
puesta se le subiera.
Tate le dio una mirada tan caliente que podría derretir el puto acero.
Logan cruzó las piernas hacia fuera delante de sí mismo y tomó otro sorbo de su
bebida.
—Cualquier cosa, ¿Eh?
—Oh, estoy seguro de que podrías inventarte algo, e incluso entonces, te las
arreglarías de tal manera que probablemente me harías quererlo.
—¿De verdad?
—Sí. Intentaste conectarme con una mujer —Logan le recordó con sequedad.
—Sí. Realmente no estoy seguro de cómo no calculé eso, ya que eres tan sutil y
todo lo demás.
—Estoy relajado. Probablemente por primera vez en dos semanas. Desde que mi
hermana Jill nos encontró, he sido un saco de mierda. Después ocurrió lo del domingo y
todo lo que se vino después de eso.
—Sobre eso…
—Logan…
—No, déjame decir esto. No estoy loco. Ya no más —Él hizo una pausa, tratando
de decidir la mejor manera de decir lo que estaba pensando—. Yo quería estar allí para
ti después de lo ocurrido con tu familia el domingo. Quería demostrarte que no me iba a
levantar y a salir corriendo porque las cosas se pusieron difíciles. Pero eso era lo
que yo quería. Lo que yo necesitaba. Pero no era lo que tú querías hacer, y ahora lo
entiendo.
—Si quieres hablar de lo sucedido la semana pasada, quiero que sepas que estoy
aquí para escucharte. Eso es todo. No creo que haya alcanzado a decirte esto.
Una vez dicho lo que quería, Logan esperó para ver si Tate tenía algo que
añadir. No lo hizo inmediatamente, pero luego dijo en voz baja,
Logan se figuraba que debió serlo y mucho. Si había sido dura con él, no podía
imaginar cómo Tate la había sentido.
—Cambié mis turnos con Amelia sólo para tomarme algo de tiempo, y...
A veces era más fácil decir las cosas difíciles cuando se fingía que nadie estaba
escuchando.
—El miércoles, llamé de nuevo, y... —Tate hizo una pausa y Logan esperó… ¿el
qué?, él no estaba seguro—. Llamé... y el teléfono de mi madre había sido
desconectado.
Era exasperante, repugnante, y Logan no tenía idea de cómo Tate parecía tan
centrado. Pero él mantuvo la boca cerrada y esperó a ver qué otra cosa tenía que decir.
—Esa fue una noche bastante jodida —Tate admitió y se quitó el brazo para
mirarlo. El color marrón de sus ojos no solamente estaba lleno de agitación a causa del
conflicto interno que todavía seguía tratando dentro de él, sino que también estaban
llenos de algo más… de convicción—. Yo sabía que iban a ponerse como locos, pero
nunca pensé ni por un segundo que iban a renegar de mí. Su propio hijo. Así que he
tomado una decisión.
Logan no se dio cuenta de que estaba conteniendo la respiración hasta que Tate se
sentó y abrazó sus rodillas.
—Yo voy a vivir para mí —anunció—. Por lo que me hace feliz a mí. Y tú me
haces feliz, Logan.
***
Logan miró al otro lado de la habitación al hombre que creía haber perdido y le
dijo exactamente lo que estaba sintiendo:
—Te amo.
Logan nunca había creído posible que las palabras fueran más a la medida y
precisas, mientras las mismas se iban asentando entre ellos.
La única cosa que él todavía tenía que saber consistía en si Tate los aceptaba
como una pareja. Lo que realmente se reducía a estar fuera en público, ser asociado con
él como su otra mitad, quería saber si Tate estaba listo para eso.
—Lo sé.
—No es eso.
—Es fácil decir palabras, pero a veces seguirlas es más difícil. Eso es todo.
Logan podría decir que una vez más había dicho algo incorrecto, y se esforzó por
decirlo bien:
Tate se sentó con los brazos cruzados, esta vez en el sofá, y esperó.
Mierda. Así no era como me imaginaba que le decía todo lo que tengo entre
pecho y espalda. No mientras esté enfadado conmigo.
—Quiero decirte algo sobre mí. La razón por la que no... no salgo con nadie hasta
ahora —Trago saliva y miro a Tate a los ojos—. Hasta que llegaste tú.
—Era…
Pensar en ello y decirlo eran dos cosas totalmente diferentes. Así que decidió por
qué no empezar con la mayor sorpresa primero.
—No solamente salí con Chris en la universidad.
—También salimos durante dos años, una vez que estuvimos fuera.
—Espera. ¿Qué? Pensé que habías terminado las cosas después de que Cole le
diera una patada en el culo.
Logan levantó una mano temblorosa y se frotó los dedos en sus labios. Él nunca
había contado a nadie lo que estaba a punto de decir. Ni siquiera a Cole.
—Sí, me impuse como misión demostrarle que estaba mejor sin él… —Se rió de
sí mismo de manera humilde—. Supongo que realmente fallé haciendo ese punto.
Mierda. En realidad no quería entrar en detalles sobre todo esto, pero sabía que
tenía que hablar.
—Fue mi primera vez allí. Y mi última. Yo era joven y escuché acerca de este
club privado que tenía los hombres más bellos que harían lo que yo quisiera, si se
pagaba el precio. Tenía curiosidad y... Tenía el dinero.
—Oye. Fue una vez, y en realidad no hice nada porque entré por la puerta, lo vi en
el vestíbulo, y me di la vuelta para salir huyendo como alma que lleva el diablo de aquel
lugar.
—Entonces como…
—Me reconoció.
—Oh.
—¿Se veía igual? —Preguntó Tate cuando en realidad no quería saberlo, pero no
pudo evitar preguntar.
Logan esperó hasta que Tate se volvió hacia él, y luego le dio una media sonrisa.
—Tú eres un millón de veces más atractivo de lo que jamás él podría aspirar a ser.
—Sigue adelante.
—Me preguntó qué estaba haciendo allí. Le dije que estaba allí para follarme la
mayor cantidad de chicos que fuese posible por el precio de entrada. Entonces agarró mi
camisa, me acercó a él y me susurró al oído… — Logan se detuvo.
—Él susurró: “Es una lástima que hayas pagado. Yo te habría follado gratis”
Los ojos de Tate se abrieron. Se puso de pie y comenzó a caminar por toda la
longitud de la sala de estar hasta que se detuvo en frente de la chimenea, y puso una
mano encima de la chimenea de piedra. Luego volvió su cara hacia Logan donde
todavía estaba sentado.
Yo también.
—Sólo termina la historia, ¿quieres? Así que no tendré que escucharla de nuevo.
Logan se puso de pie, caminó hacia donde Tate se encontraba, e hizo conforme a
lo solicitado.
—Durante los siguientes dos años, estuve a su entera disposición. En privado, que
era todo lo que él quería, al igual que cuando estábamos en la Universidad. Él era muy
atento, inteligente y divertido, pero al igual que en la universidad, se aseguró de
mantenerme en secreto y me hizo muy consciente de que si le decía a alguien, todo se
terminaba. Así que nadie sabía que lo estaba viendo. No se me permitía que lo
llamara alguna vez, yo no sabía nada de él aparte de lo que me decía. Cuando Cole me
preguntó a quién estaba viendo, le mentí y no se lo dije a nadie. Porque eso era lo que
Chris quería, lo que me pidió, si de verdad yo lo amaba.
Tate, finalmente, volvió la cabeza para mirarlo, y Logan pudo ver la pregunta en
sus ojos.
—¿Lo amaste?
Se había hecho esa pregunta muchas veces, y lo único que podía contestar fue:
—¿Cómo terminaron? —La voz de Tate era baja, y Logan sabía que estaba
molesto. Posiblemente disgustado por el hecho de que estaba con una persona que había
tenido una autoestima tan baja que se había quedado con alguien que no reconoció su
existencia durante años.
—¿Por qué?
Él no respondió de inmediato.
—Debido a que fui a trabajar un día y Cole me presentó a su esposa. Estaba tan
malditamente feliz que era repugnante. Pero, al mismo tiempo, me di cuenta de lo que
yo nunca jamás tendría.
—Se casaron dos semanas después de conocerse. ¿Te conté eso? Un día me
encontré con Rachel, su novia, y la siguiente vez que la vi ya era la Sra. Madison.
Tate dejó caer las manos y se volvió hacia él, moviendo la cabeza con
incredulidad.
—No, no lo hicieron.
—Traté de justificar la manera en que Chris me trataba. Cuanto más sufría por él,
más le demostraba que me importaba. Me aferré a la creencia equivocada de que
eventualmente me presentaría a su familia y yo sería capaz de presentarlo a la mía. Pero
muy en mi interior sabía que eso nunca sucedería. No sabía nada de él, pero él siempre
sabía qué decir, cómo mantenerme regresando a él. Justo cuando estaba decidido a irme,
él hacía algo bueno o decía algo correcto para hacerme pensar que yo le importaba. Era
un maestro de la manipulación. Pero nada cambiaría el hecho de que se avergonzaba de
estar conmigo. Eso no es amor, y eventualmente, las palabras más amables se torcieron
y se convirtieron en las más crueles. Así que finalmente decidí decirle que habíamos
terminado, que se había acabado.
Tate parecía como si quisiera decir algo, pero en su lugar se mordió la lengua.
—Él no lo tomó bien, y se puso a discutir. Dije cosas horribles. Cosas de las que
no estoy orgulloso. Pero luego él trató de hacer algo que había hecho una vez
antes. Quiso golpearme, pero ya había aprendido mi lección. Yo ya era más grande de lo
que estaba en la universidad, y más fuerte...
Logan tragó saliva, sintiendo náuseas. Sabía que había hecho un buen trabajo al
presentar al mundo a un hombre fuerte y confiado, pero en el fondo, seguía siendo el
chico de la universidad... aquel hombre que se había dejado creer en los para siempre...
—Él balanceó su puño... pero yo le gané al puñetazo. Llegué con varios a su cara
y estómago, y él se derrumbó en el piso a mis pies. Calló allí como un puto saco. Pero
no pude detenerme. Estaba tan jodidamente enojado que continué. Nunca quise lastimar
físicamente a alguien como lo hice en aquel momento. Quería que sufriera. Que sufriera
lo mismo que yo lo había hecho por años a causa de él. Por todas las veces que me había
intimidado, que me había negado, que me había hecho negarme a mí mismo... me hizo
sentir vergüenza de quién era yo —Logan dejó de hablar y respiró varias veces—. Si no
hubiera sido por Cole una vez más salvándome el día llamándome a mi teléfono celular,
no estoy seguro de haberme detenido.
Él dejó de hablar. No sabía qué más decir.
Él nunca había contado a nadie lo que había sucedido con Chris, el hecho de que
él había puesto a aquel hombre en un hospital. Él se encontraba disgustado consigo
mismo, y cuando la mano de Tate rozó su hombro, se preguntó cómo podía Tate
soportar la idea de tocarlo.
Logan lo miró y vio que sus ojos estaban llenos de compasión y llenos de piedad.
—Sí, lo sé.
Logan levantó su rostro, así que quedaron frente a frente, y Tate deslizó su mano
hacia arriba para agarrar la parte posterior de su cuello.
Logan apretó las manos dentro de los bolsillos, y cuando Tate se acercó un paso,
tuvo que esforzarse para no alejarse.
Logan parpadeó, tratando de contener las lágrimas mientras Tate seguía hablando.
El alivio de desatarse a sí mismo había sido reemplazado por el temor de lo que Tate
pensaría de él.
—Se aprovechó de tus sentimientos —Tate hizo una pausa y luego susurró—:
¿Logan? —Él se volvió a centrar en Tate y sintió que su corazón casi de detenía cuando
dijo—: Yo no voy a aprovecharme de ti. Jamás. Gracias por confiar en mí lo suficiente
como para contármelo.
Ese derecho era lo que las palabras "te amo" significaban para él - la confianza - y
él había confiado a Tate cada secreto que tenía guardado, incluso el secreto del que él
estaba más avergonzado.
Tate pasó la mano por el hombro y el brazo de Logan hasta que pudo sacarle la
mano del bolsillo. Entrelazó sus dedos y lo atrajo hacia el centro de la sala de estar.
—Acuéstate conmigo.
—Tate, yo…
—Quédate conmigo —invitó Tate, extendiéndose para recorrer con sus dedos la
barba corta que cubría la mandíbula de Logan—. Pon tus manos sobre mí, y hazme tuyo.
Cuando Logan volvió la cara hacia él, el aliento de Tate le atravesó la garganta.
La mirada perdida de momentos antes había desaparecido, reemplazada por una llena de
asombro.
—Quítamela.
Logan se movió un poco hacia atrás y sacó la camisa de él, dejándola caer al suelo
al lado de ellos.
—A mí también.
Tate vio como Logan pasaba las manos suavemente por sus hombros y su pecho
hasta llegar a sus pezones, lo cuales rodeó suavemente con sus dedos.
—Como la miel, ¿eh? —Tate rió y luego se encogió ligeramente cuando un dedo
pellizcó el pezón.
—Sí. Dulce —Logan le dijo, inclinándose para arrastrar su lengua por el labio—,
y pegajosa.
Suspiró mientras Logan bajó su boca hasta su hombro y besó un camino hacia su
cuello, donde lamió el moretón que le había hecho esa mañana. Se estremeció ante el
recuerdo.
—Quiero hacerte otro de estos.
Tate asintió mientras las manos de Logan se deslizaban por la curva de sus
vaqueros y los empujaba hacia abajo por sus caderas hasta llevarlos a las rodillas.
—No.
—¿No?
Logan se puso de pie junto a él, se quitó los vaqueros, y agarró una segunda
almohada antes de volver a su lado.
—Déjame a mí hacerlo.
Él agarró ambos lados del dril de algodón y lo arrastró por sus piernas. Luego lo
termino de sacar tirando el vaquero de sus tobillos y lo arrojó detrás de él.
Tate tomó una respiración rápida cuando Logan arrastró sus dedos desde la
espinilla hasta la rodilla, por lo que su pene dolió aún más de lo que ya dolía.
—Levántala.
Tate levantó su cadera, y Logan colocó la almohada debajo de él.
La orden era tan similar a la que él le había dado hace una semana que Tate sintió
una pequeña sonrisa en sus labios. ¡Oh!, cómo habían cambiado las tornas, y él amaba
eso de ellos. Cada uno estaba dispuesto a entregarse al otro.
Mientras doblaba las piernas para que sus pies estuvieran planos en el suelo,
Logan rodeó su erección y comenzó a masturbarse.
Los ojos de Logan se encontraron con los suyos, luego su lengua deslizó un
húmedo sendero sobre su labio superior.
Tate movió su mano hacia abajo para empezar a acariciar su pene en respuesta.
Logan tomando su propio placer era como ver el video porno más sexy que Tate
podía imaginar. Lo tenía duro, caliente, y tan jodidamente listo para explotar que nada
más era necesario, y cuando Logan se volvía para tomar todo de él, Tate sabía que era
mejor estar listo porque él estaría a punto y listo para correrse por él o más
probablemente, que iba a correrse para Logan.
—Voy a pasar toda la noche dentro de ti. Justo como dije que haría. Pero creo que
voy a tomarme mi tiempo para llegar allí. Lento y firme —le prometió, y Tate no pudo
resistirse a levantar la cabeza para besarlo.
Acarició con el dorso de sus dedos los costados de Logan, y cuando él se
estremeció, Tate se dio cuenta que había descubierto algo nuevo.
—¿Cosquilloso?
***
—Que yo... ?
—Ya sabes…
—Usa tu lengua.
—Voy a poner mi lengua en cada parte de ti. Pero después de eso… —se
acariciaba su pene y las caderas de Tate se arquearon, empujando su propia erección a
través de su puño—, voy a estirarte de manera lenta y agradable, hasta que finalmente
pueda tenerte debajo de mí, acechándote. Que puedas ver cómo te tomo.
Tate asintió, claramente amando esa idea, y cuando Logan se dio la vuelta para ir
a buscar lo que necesitaba, oyó su nombre. Se giró hacia atrás y los pesados párpados de
Tate se centraron directamente en él mientras le rogaba:
—Apresúrate.
Mierda. Él no tiene que decírmelo dos veces. Logan prácticamente corrió al cuarto
de baño. Cogió lo que necesitaba, y cuando regresó a la sala de estar, la vista que lo
recibió casi lo derrumbó.
Tate todavía estaba trabajando su polla, pero sus ojos estaban cerrados y tenía una
segunda mano hacia abajo entre sus piernas, debajo de sus bolas, frotando la tira de piel
tensa que conducía a su agujero.
Logan se acercó a interponerse entre los tobillos y dejó caer lo que estaba en sus
manos en el sofá, Tate sintió su presencia. Cuando los ojos de Tate se abrieron y lo
vieron, empezó a quitar su mano, pero Logan le hizo saber que no quería que se
detuviese.
—No. No te detengas —le dijo, en voz baja y tensa mientras observaba a Tate
mover la mano de vuelta a donde había estado.
Logan se puso de rodillas y arrastró las dos palmas de sus manos por la parte
superior de las piernas dobladas de Tate desde sus rodillas hasta la V de su entrepierna.
Siguió acariciando los muslos de Tate, primero por la parte superior, luego por el
exterior, y finalmente por el interior mientras Tate empujaba sus caderas hacia arriba de
la almohada.
Logan curvó sus manos debajo de las piernas de Tate. Luego, con las manos
firmemente detrás de las rodillas de Tate, él añadido presión suficiente hasta que sus
piernas se doblaron hacia atrás hasta llegar al pecho de Tate.
Tate tenía los ojos muy abiertos. Así como lo estaba el resto de su cuerpo, cuando
Logan bajó la cabeza y pasó su lengua por toda la longitud de su polla.
Logan se movió hasta que se tendió sobre su estómago con su polla presionada
contra la alfombra de piel de oveja.
—Mantén las piernas dobladas hacia atrás en el aire, así, ¿de acuerdo?
Tate no dijo nada mientras yacía sobre su espalda y se agarró las rodillas,
manteniéndolas abiertas, así como él le había dicho.
Desde ese ángulo, Logan podía verlo todo y podía poner su boca en todo. Besó y
chupó la parte inferior de la polla de Tate hasta sus bolas fuertemente arrugadas. Luego
levantó la cabeza para poner en juego sus dedos.
Tate sostuvo sus piernas fuera del camino mientras Logan frotaba dos dedos sobre
su fruncido ano, y los sonidos que salían de él eran jodidamente irreales. Entre el
gemido bajo y las respiraciones jadeantes, Tate estaba muy cerca de correrse incluso
antes de que lograra entrar en él. Logan oyó su propio gruñido ahogado cuando los
dedos de Tate se deslizaron en la parte posterior de su cabello para animarlo a seguir
adelante.
Movió su boca hacia abajo entre las mejillas de Tate y lamió su agujero antes de
que poco a poco apretara un dedo dentro.
La maldición de Tate rebotó alrededor del alto techo abovedado y Logan movió su
dedo dentro y fuera de él. Levantó los ojos para ver a Tate frenéticamente sacudiéndose,
y cuando añadió un segundo dedo y lo arrastró sobre su próstata, estirándolo, era su
nombre el que Tate aullaba con una voz que era espesa y llena de deseo.
Cuando estaba satisfecho con la forma en que Tate estaba respondiendo, Logan
retiró los dedos, empujó los muslos de Tate contra su pecho y usó su lengua para llevar
a Tate al borde de la liberación.
Fue entonces cuando sintió que su corazón se liberaba de toda la carga que había
tenido toda la noche.
El hombre que lo miraba no tenía más que amor y confianza en sus ojos, y Logan
supo en ese preciso momento que estaban bien, incluso después de todo lo que le había
confesado esta noche.
Cuando Tate mirada hacia él, Logan sabía que este era el momento.
***
Sintió que la gran cabeza de la polla de Logan empujaba contra él, y esperó la
aguda mordida de dolor. Sin embargo, debió de estar demasiado excitado, porque
cuando Logan bajó sobre él y sus caderas avanzaron, Tate solo pudo gemir por la
sensación de tenerlo dentro. Llenándolo.
Tate podía oír la respiración de Logan mientras empujaba su polla dentro y fuera
de él, haciendo una hermosa fricción.
Tate llevó las manos al cabello de Logan y se aferró a él cuando apoyó sus manos
a cada lado para obtener su atención. Él inclinó sus caderas hacia arriba y vio el rostro
de Logan mientras seguía deslizándose dentro y fuera de él y susurró:
—Te amo.
Estaba claro que esta vez era diferente. Cada uno de ellos miró al otro a los ojos, y
Tate pudo verse así mismo reflejando todo lo que sentía en los ojos de Logan. Él arqueó
su cuello y sintió una mano acercándose a su cara cuando Logan apartó un rizo
sudoroso de su mejilla.
Él parpadeó y le sonrió. Logan cerró los ojos como si no pudiera soportar más
emociones, pero entonces Tate se dio cuenta de que ese no era el caso.
—Pero como…
Tate maldijo cuando Logan frotó toda la longitud de su cuerpo sobre el suyo.
Luego se movió hacia un lado y se agachó para tomar su polla en su mano. La palma de
Logan estaba resbaladiza con lubricante, y con ello la estimulación se aumentó, Tate
estaba por estallar. Su orgasmo lo golpeó como un camión Mack y él se corrió en su
estómago y en la mano de Logan, con la polla de Logan enterrada profundamente
dentro de él.
Su hombre era otra cosa, y cuando abrió los ojos y vio a Logan sonriéndole, Tate
se preguntó cómo alguien podría avergonzarse de estar con él.
Él quería que todos supieran que... Logan era suyo.
A la mañana siguiente, Logan sugirió empacar un almuerzo e ir a dar un paseo
alrededor de su propiedad. A Tate le gustó la idea porque él tuvo la sensación de que
esta era una parte de Logan que rara vez, o nunca, compartía con nadie. Lo hacía sentir
especial al pensar que compartiría tiempo de esta manera con Logan.
Hicieron unos sándwiches, y Logan cogió una botella de vino, de lo cual Tate se
sonrió.
—¿Sándwiches y vino?
—Nada.
Tate sabía que Logan estaba bromeando pero no pudo evitar decirle en serio:
Vio a Logan dejar de hacer lo que estaba haciendo y agarro las asas de la
bolsa. Cuando caminó alrededor de la encimera de la cocina, se detuvo junto a él y le
dio un beso en la mejilla.
—No siempre.
Los ojos de Logan brillaron en él, y cuando se alejó y caminó hacia la puerta, Tate
oyó:
—Gracias a Dios.
Cuando salieron, Tate se puso las gafas de sol y cogió la mano de Logan. Era
curioso que, incluso vestido con pantalones cortos y una camisa, Logan aún parecía que
estaba listo para una pista. Siempre tan bien puesto. La única diferencia era la barba
corta que ahora lucia.
Logan parecía meditar en eso por un momento mientras caminaban por el camino
que conducía lejos de la casa hacia el estanque trasero.
Tate se acercó un poco por delante de él, y se volvió de modo que estaba
caminando hacia atrás.
Tate se detuvo.
—No lo hiciste.
—Sí, lo hice.
—¿Cuando?
Logan dio un paso adelante, le tomó la barbilla entre el pulgar y el índice, y le
inclinó la cara hacia arriba.
—Nunca más, Tate. Te dije que debíamos hacer nuevas reglas. Uno de ellas es
ningún puto silencio. Si necesitas espacio, puedes tenerlo... tal vez. Pero no puedes
ignorarme durante una semana.
Tate llevó una mano al pecho de Logan y clavó los dedos en el.
—No me importa.
—¿Es así como ganas en los tribunales? Alguien presenta evidencia que no te
gusta y te encoges de hombros y dices: “No me importa, señoría”
Tate se rió entre dientes mientras hacían un giro por el sendero, y dio patadas a las
hojas en el suelo.
—Bueno, perdiste estruendosamente en la noche de juegos.
—¿He dicho antes que eras dulce? Creo que estaba en coma sexual. Tú no eres
dulce.
—¿Centrado?
—No.
—¿Determinado?
—Podría…
—Eres increíble.
***
Logan miró a Tate desde donde estaba sentado en la manta. Se habían dirigido a la
parte trasera del terreno a uno de los estanques alimentados con manantiales.
—Es que, deje de fumar —le dijo Tate, sacudiendo las manos a los lados.
Logan no dijo nada por un momento, pero descubrió que esta revelación le hacía
jodidamente feliz.
—¿Desde cuándo?
—¿Así no más?
Tate asintió.
La boca de Tate se torció hacia un lado mientras que con su mirada lo recorría.
—No de un cigarrillo.
—Definitivamente no.
—Yo tampoco lo creo. Además, no sé... Sólo tengo mucha energía hoy.
Tate dejó de hablar y frunció el ceño, luego se volvió. Empezó a caminar hasta el
borde del agua, y Logan le siguió. Deteniéndose detrás de él, extendió la mano para
ofrecer una mano reconfortante, vaciló un segundo y luego agarró cada uno de los
bíceps de Tate.
Tate inclinó su cabeza hacia un lado para que sus cabellos se tocaran y luego
extendió la mano para sostener la mano de Logan que descansaba sobre su pecho.
—Sí. Yo solo... —Tate hizo una pausa, como si estuviera tratando de pensar en las
palabras que quería decir—. Simplemente no puedo creer que ella pudiera llegar a ser
tan cruel. Para hablarte a ti…
—¿Yo? —Preguntó Logan—. No, Tate. ¿Ni siquiera pienses en mí. Esto es acerca
de ti. Lo que ella te hizo fue... ni siquiera puedo imaginar cómo te sentiste o cómo te
sientes ahora mismo.
Tate dejó de hablar y se volvió hacia él. Logan podía ver el dolor en sus ojos.
Habría hecho cualquier cosa para tomar ese dolor y compartirlo con él, pero no había
nada que pudiera hacer excepto escuchar.
—Supongo que quería decir todo el mundo que fuese igual a ella.
Logan tomó la cara de Tate en sus manos y se inclinó por lo que sus narices se
tocaron.
—Muchos no lo harán.
—Ya no me importa.
—¿No te importa?
—No. Ya he terminado de fingir que no entiendo lo que está pasando aquí. Es una
locura y de gran intensidad, pero Logan, es real. Cada vez que estoy cerca de ti, me
siento vivo —Cerró los ojos y susurró—: Lo que hicieron y lo que dijeron... esa fue su
elección, y tú eres mía.
Hacia el final de la semana, Tate sabía que tenían que volver a casa. El teléfono de
Logan había sido un hervidero de llamadas los últimos dos días, y no podían seguir
ocultándose. Ambos tenían que regresar y enfrentar la realidad, no importaba lo
desagradable que fuera.
Cuando Logan cerró la cremallera de su bolsa, Tate podía sentir sus ojos en él
desde el otro lado de la cama que habían compartido desde la mitad de esa semana.
—¿Estás listo?
—¿Estás listo?
Logan dio la vuelta al final de la enorme cama extra grande y le dio un beso.
***
Diez minutos en el camino y Logan supo que algo estaba rondando en la mente de
Tate. Su tiempo fuera pasándolo juntos había sido increíble. Cuanto más bajaba sus
propias paredes, más se había sentido compenetrado con Tate. Pero mientras se
sentaban allí, volviendo a la realidad que los esperaba, su hombre estaba sumido
profundamente en sus pensamientos.
—¿Quieres hablar de eso?
Miró por encima para ver a Tate dándole una media sonrisa.
—¿Acerca de?
Tate alcanzó la consola y colocó una mano en su muslo. Logan la cubrió y apretó
sus dedos.
—¿Qué es?
Tate parecía tan serio que Logan juró que su corazón había saltado.
—Lo siento. Sólo quería saber, ¿qué pasó con Chris? ¿Lo viste otra vez?
Eso sí que no se lo había esperado. Después de la noche que le había dicho a Tate
lo que pasó entre él y Chris, no habían vuelto a hablar de ese tema de nuevo.
—Sí.
—¿Qué dijiste?
—De acuerdo entonces. ¿Podrías por favor concentrarte en el camino? Tengo esta
repentina necesidad de verte en un esmoquin.
Los dedos de Logan se apretaron alrededor del volante, y antes de dejar escapar la
ridícula sonrisa que él quería, él la retuvo y le dijo a Tate,
—Hay mucho que se podría decir ahora mismo sobre ese asunto, pero eso sí,
Tate, tú fuiste y sigues siendo mi más duro desafío.
Tate se inclinó sobre el coche y le tomó de la mano, y colocó su palma sobre la
cremallera de sus pantalones vaqueros, demostrando lo difícil que era.
Logan podía ver a Tate por el rabillo del ojo mientras tomaba su salida por la
vía. Lo estaba mirando y aplicando un buen apretón. Mierda.
—Te estoy desafiando. Mi apartamento está más cerca. Llévanos de una pieza y te
llevaré arriba y te haré todo tipo de cosas con mi boca.
—Joder, Tate.
—Lo sé. Y pienso terminarlo, contigo, tan pronto como nos lleves a casa.
En algún lugar entre New Buffalo y el centro de Chicago, Tate había logrado no
sólo ponerlo dolorosamente duro, ahora tenía a Logan temblando de deseo.
Sentarse junto a Tate en sí ya era una tortura. Pero Añadir a Tate moliendo contra
su mano ese sí que era el infierno, Tate estaba a punto de ver a un abogado menos que
civilizado en unos diez minutos.
Dio vuelta a su coche por todas las calles correctamente como si estuviera en
piloto automático hasta que finalmente giro hacia la derecha donde vivía Tate. Entró en
el garaje y Tate le dijo con una voz llena de gravedad donde estaba su plaza de
aparcamiento. La moto de Tate estaba estacionada en su casa, por lo cual Logan podría
usar este por el momento.
Disminuyó la velocidad del vehículo a un arrastre y luego cerró el
encendido. Miró hacia donde Tate tenía su cabeza apoyada en el asiento con los ojos
fijos en él.
—¿Hmm?
Los labios de Tate se separaron al instante para él, y Logan no perdió tiempo
empujando su lengua dentro. Él gimió profundamente en su garganta, y la polla de
Logan vibró al mismo tiempo que su corazón mientras la mano de Tate dejaba su regazo
y atravesaba su pelo. Los sonidos eróticos dentro del coche eran sólo un preludio del
acto que Logan sabía que vendría.
—Arriba. Ahora.
***
—Sí.
Logan chupó la piel tierna allí, y Tate metió las caderas hacia delante.
Tate no podía pensar en hablar, así que pasó los dedos por el cabello de Logan y
llevo esa boca a la suya.
Cuando sus ojos chocaron con unos amplios y asombrados verdes, ni una palabra
vino a su mente, ni tampoco salió por su boca.
Pero cuando Logan se dio la vuelta y vio a Diana, se las arregló para localizar
unas palabras con bastante facilidad.
***
Bien, Logan tuvo que darle crédito a la perra. Ella era la primera mujer que le hizo
estar agradecido con la vida de que le gustaran las pollas.
Tate lo rodeó y levantó su brazo en las puertas del ascensor, que se estaban
cerrando.
—¿Qué estás haciendo aquí? —le exigió mientras Logan se movió detrás de él.
Diana tiró de la correa de su bolso por su brazo, y Logan se dio cuenta de un sobre
grande que ella tenía en su mano.
Ahh, los papeles del divorcio. Entregando mano a mano, nada menos ni nada
más. Tal vez había estado esperándolo para persuadirlo de las decisiones que había
tomado Tate... demasiado tarde para eso.
—Usted está en mi apartamento —Tate le recordó en una voz que Logan conocía
muy bien.
—También yo —murmuró Logan, lo cual hizo que Tate lo mirara por encima del
hombro—. ¿Qué? Es la jodida verdad. Ella no ha sido más que una pesadilla desde que
la conozco. Y lo ha sido desde mucho antes de conocerte, podría añadir.
Vio a Diana mirar alrededor del hombro de Tate y tratar de fulminarlo con la
mirada.
—Vete a la mierda —ella escupió, y eso hizo que Tate se volviera hacia ella.
La satisfacción que Logan sintió con las palabras de Tate fueron de corta duración
cuando Diana se acercó y colocó la mano en el brazo de Tate.
—Sólo quería hablar contigo —dijo ella, tratando de apelar al lado más amable de
Tate, pero Logan estaba bastante seguro de que ese lado de Tate había abandonado el
maldito edificio.
Notó que sus ojos seguían deslizándose sobre el hombro de Tate, vigilando dónde
estaba, y cuando empezó a recorrer con esa mano suavemente por el brazo de Tate,
Logan decidió que era mejor quedarse quieto. De lo contrario, podría acercarse lo
suficiente para arrancarle la mano.
—Es demasiado tarde para hablar, Diana. Perdiste ese derecho en el mismo
segundo que fuiste con mis padres a hablarles sobre esto.
Tate puso su mano sobre la que todavía tenía en su brazo y la quitó como si fuera
una molestia.
Logan vio que Tate se alejó un paso, casi como si él también pudiese sentir que se
avecinaba una tormenta. Entonces Diana explotó.
—¡No es verdad!
—Sí, si lo es.
Diana levantó los brazos, y justo cuando estaba a punto de aterrizar sus pequeños
puños contra el pecho de Tate, él la capturó por las muñecas.
—¿A ti? ¿Qué te he hecho? Estás con alguien nuevo, y yo también. Has destruido
a mi familia. Fuiste y le diste a mi madre información que debería haber escuchado de
mí.
—No habría hecho ninguna diferencia —se burló ella, mirando más allá de Tate a
él—. Al segundo que supiese que su precioso chico estaba chupando pollas, ella te
habría expulsado igualmente.
Tate soltó sus brazos como si lo hubiera quemado, y Logan se mordió la lengua
con fuerza. Ahora sabía que no era el momento de decir lo que realmente quería, lo cual
era algo así como: "Estaba a punto de chupársela en este momento, pero me
interrumpiste".
Diana levantó la cabeza y Logan vio que un destello de dolor se filtraba a través
de todo lo feo de su comportamiento.
— Sí. Quiero decirlo tal como suena. Semana tras semana, has insistido en ir a la
casa de mi familia con el único propósito de hacerme sentir incómodo. No te importaba
que no te quisiera allí. Te preocupas por ti misma como de costumbre.
—Eso no es cierto…
—Bueno, por supuesto espero que te haga lo suficientemente feliz como para
llenar todos los vacíos de las personas que faltan en tu vida.
Diana dio una palmada con el sobre en la mano contra el pecho de Tate y se abrió
paso entre los dos para marcharse hacia el ascensor. Ella señaló el botón de abajo con su
uña perfectamente cuidada y se puso allí con los brazos cruzados, pero Logan estaba
lejos de dejarlo pasar.
—Su familia no quiere hablar con él por culpa tuya. Porque no le diste el tiempo
ni la cortesía para él poder decirles por su cuenta.
Fue entonces cuando todo el veneno y todo el odio salió a la superficie y Diana
Cline se volvió hacia ambos. Ella lo clavó con una mirada tan desagradable que le hizo
poner la piel de gallina.
—Oh, no, señor Mitchell. Lo entiende todo mal. No es por mí que no van a hablar
con él. Es debido a usted, usted es el culpable.
Y antes de que pudiera responder, las puertas se cerraron y ella se había ido.
***
—Nada.
—¡Joder!, mientes —dijo Tate, llamando a su farol—. Dime que está mal.
Tate entrecerró los ojos y se acercó de modo que estaban de pie cara a cara.
Podía sentir la tensión que salía de Logan en ondas, pero no como lo que había
sentido en el ascensor. Él ahora se veía irritado y nervioso, y Tate no podía saber hacia
dónde se dirigía la conversación.
Tate dejó caer su mano y tomó una respiración profunda y luego comenzó a
moverse. Dio varios pasos hacia adelante hasta que tuvo la espalda de Logan contra la
pared de su vestíbulo.
—Tate…
—Logan. Cállate —Él puso sus manos en la pared a ambos lados de la cabeza—.
Yo sé que necesito tratar con ellos, y lo haré, pero no en este momento.
Logan cerró los ojos como si tratara de bloquear todo lo que había sucedido.
—Maldita Diana…
—Es suficiente para arruinar cualquier buena erección. Incluso la mía —señaló
Logan y le besó en los labios—. Tú tienes papeles por firmar, y yo necesito...
—¿Qué?
Tate sacudió la cabeza, frustrado por haber tenido que lidiar con ella.
—Yo también, pero tal vez ella era exactamente lo que necesitábamos.
—¿Y cómo lo sabes? —Preguntó Tate cuando Logan se dirigió hacia la puerta
principal.
—¿Logan? —Tate esperó hasta que Logan se detuvo y se encaró con él—. Te
quiero. Verla no cambia eso.
La sonrisa que dividió los labios llenos de Logan valía un millón de encuentros
con Diana, porque allí mismo, Tate sabía que Logan realmente le creía.
—Lo sé.
A media mañana del domingo, Tate estaba ralentizando su moto y gateando por la
calle de su infancia.
Después de que Logan se había ido la noche anterior, había tenido mucho tiempo
para pensar. Había firmado los papeles que Diana había emitido nuevamente a través de
su nuevo abogado, y luego llegó a la conclusión de que necesitaba tratar de ver a su
familia.
Había pasado una semana desde que los había visto o había oído hablar de ellos y
todavía no podía creer que sus propios padres, la gente que lo había criado, en realidad
lo habían… repudiado.
Apagó el motor, Tate se quitó el casco y se sentó allí durante unos minutos
mirando a la familiar casa de dos pisos. Recordaba haber corrido por el patio con Jill
jugando al escondite, y el gran árbol en la parte trasera todavía tenía el fuerte que su
padre había construido para ambos. Ahora, el único lugar que solía ser su santuario, un
lugar que estaba lleno de buenos recuerdos, sólo le recordó el fin de semana pasado y
todas las palabras de odio que le habían arrojado.
Al bajar de la motocicleta, tomó una respiración profunda y cerró los ojos por un
segundo.
Puedes hacerlo.
Había sido miserable durante años, y ahora que finalmente estaba feliz, era hora
de que sus padres supieran que esa era su elección: su decisión de ser realmente libre.
Esta era su vida, después de todo, y si no lo entendían, entonces era el momento de decir
adiós.
Caminando por el camino sintió el crujido bajo sus botas. Con cada paso que
daba, sentía como si estuviera caminando hacia su ejecución. No dejaba de recordar la
repugnancia en la cara de su madre y las oleadas de náuseas le golpeaban. Pero él estaba
decidido a hacer esto, él necesitaba hacerlo.
De niño, había idolatrado a su padre. Era el hombre que había querido ser cuando
creciera. Alto, su padre estaba alrededor de seis pies, y durante todo el tiempo que Tate
podía recordar, siempre se le había comparado con él.
“Cada día te vuelves más y más como tu padre. Un hombre tan bueno. Y esos
rizos... Tú eres la viva imagen de él, Tate”.
Mientras daba un paso más cerca, sus pies crujieron de nuevo sobre la grava, esta
vez alertando a su padre de que estaba allí. Tate lo observó y él se levantó lentamente.
Sacudiendo la tierra de sus manos, salió del lecho del jardín en el que había estado
trabajando.
—Hola papá.
—William —Su voz era firme y distante, y Tate podía sentir sus palmas húmedas
por la forma en que lo miraba, inspeccionándolo como si fuera de alguna manera...
diferente.
—¿Por qué? —Interrumpió su padre, y Tate tropezó con sus palabras—. ¿Ha
cambiado algo?
Tate sabía lo que estaba realmente preguntando. ¿Se ha dado cuenta de que era un
error? Pero él no estaba allí para disculparse por sus elecciones.
—¿De verdad? ¿No sabe por qué estoy aquí? Esta es mi casa, papá.
—Mírame —exigió Tate, y su padre lo miró fijamente, eran sus propios ojos—.
¿Estás dispuesto a dejar que me vaya, no saber de mí nunca más, así como así? ¿Por
quién estoy saliendo?
Tate apretó los puños por los costados y trató de mantener su calma a pesar de la
agitación que se formaba en su interior.
—Me enseñaron a amar a mi prójimo. Supongo que acabo de tomar un paso más
allá.
—Tu falta de sutileza sólo demuestra la mala influencia que ha tenido ese hombre
en ti. Tu comportamiento de la semana pasada fue imperdonable. Te comportaste
grosero, inapropiado e impudente.
—¿Yo fui grosero e inapropiado? Me están sacando de sus vidas por la persona
que amo.
Tate se dio la vuelta y estaba a punto de salir cuando oyó las últimas palabras de
su padre.
Tate estaba decidido a no dejar que su pie vacilara después de ese golpe, y sin
volver atrás, se abrió paso por el camino de lo que fuera su hogar, su lugar seguro.
***
Logan se paró en el centro de su sala de estar y se dio cuenta por primera vez de lo
grande y vacío que se veía el espacio sin la mesa de café.
Tal vez es el momento de llenarlo con cosas que no sean mis muebles.
Se sentía como si hubieran sido años en lugar de semanas, pero los había hecho
más que conscientes a ambos de lo que era importante, de lo que cada uno quería, y
Logan estaba tan sorprendido como Tate de que estaban bordeando esa palabra que
usualmente evitaban.
Había estado limpiando su lugar en las últimas horas, desde que Tate había
llamado para decirle que estaba de camino a casa de sus padres. Ese pensamiento le hizo
sentir enfermo.
La última vez que Tate se había ocupado de sus padres había sido un completo
desastre. Logan ni siquiera podía imaginar cómo iría en esta ocasión, y tuvo que admitir
el hecho de que al él no estar allí lo ponía un poco más nervioso.
No. Logan tenía que creer que lo que compartían era mucho más fuerte que eso, y
conocía a Tate. Tate era honesto hasta la médula, y no había manera de que le hubiese
mentido sobre sus sentimientos, no después de todo lo que habían pasado.
Había acabado de arrojar los últimos cristales rotos y estaba listo para sentarse con
una cerveza cuando empezaron a llamar a la puerta principal. Después de colocar la
botella en la encimera de la cocina, caminó por el pasillo y la abrió.
Allí, de pie delante de él, estaba un Tate con aspecto abatido. Él le miraba
fijamente, y sus ojos eran los de alguien que estaba afligido por una pérdida.
—Adelante.
Logan se hizo a un lado, y cuando Tate fue a pasar, tomó sus dedos. Tate se
volvió hacia él, y Logan no preguntó. Sabía que no estaba bien.
—¿Por qué no te quitas la chaqueta y tomas asiento? Estaba a punto de tomar una
cerveza y ver un poco de televisión.
No había sido hace mucho tiempo que Tate había entrado por primera vez en su
apartamento, y ahora, mientras se quitaba la chaqueta y los zapatos y se sentaba en la
esquina más alejada del sofá, Logan se dio cuenta de que Tate se veía como si estuviera
en casa.
Entró en la cocina y tomó una segunda cerveza para Tate antes de dirigirse al
asiento a su lado. Cuando se acomodó, colocó su brazo en el respaldo del sofá.
Automáticamente, Tate entró y se apoyó en su costado.
Tate lo miró y le dio una sonrisa tan triste que rompió el corazón de Logan.
—No hay nada más que decir. Ambos dijeron lo suyo, yo dije lo mío. Está hecho.
—¿Lo está?
Logan fue a poner las botellas en la mesa de café. Entonces recordó que no tenía
una y las colocó junto a sus pies.
—No. Yo te lastimé.
—Nop.
—Sí — dijo Tate de nuevo y se sentó para colocar un suave beso en la boca—. Te
he hecho daño, y lo siento.
Sacudiendo la cabeza, Tate alzó la vista hacia él, y Logan le hizo un guiño.
Tate se rió entre dientes y rodó a su lado para quedar tumbado junto al sofá con la
cabeza en el muslo de Logan, observándolo.
—Esto es algo serio —Logan le dijo, con la cara sombría, y la boca apretada.
Estaba teniendo problemas para no reírse—. No creo que debas reírte de esto.
—¿Sí?
—Fue sólo algunos de Chicago. Y tal vez unos cuantos fuera de ella. Te lo
dije. Soy selectivo.
—Ahora estoy siendo realmente selectivo. Es como decir, que sólo hay un
escogido, una sola opción, y una sola persona incluso en quien pensar.
—¿Oh si?
Logan asintió.
—Sí. Desde que me sirvió un gin tonic y me dijo que era hetero.
Tate puso las manos sobre los hombros de Logan y lo empujó ligeramente.
—Sí, y me parece que una gran cantidad de presentaciones orales fueron útiles
también.
—¿Por?
—Estoy bastante seguro de que por lo general fui muy malo en esta parte del dar
en las relaciones.
—Sé que he estado aprendiendo y haciendo mucho últimamente, y sí, voy a tratar
de hacer más cosas…
—¿Sí?
—Es un club nocturno. Pero por favor, no dudes en terminar tus palabras. ¿Has
dicho que vas a tratar de hacer más cosas?
—Tú eres el que está dando lo mejor de ti para mí —Logan le guiño un ojo—.
Vamos a bailar.
***
Era un lugar donde había un poco de todo, incluyendo hombres bailando con
mujeres, mujeres bailando con mujeres, y... se detuvo en la esquina de la pista de baile y
atrajo a Tate a su cuerpo, hombres bailando con hombres.
Se había imaginado que Tate se sentiría un poco más cómodo en torno a una
mezcla de gente, y cuando sus brazos le rodearon el cuello y cerró los ojos, Logan supo
que había estado en lo cierto hasta que…
—Ah, mi abogado favorito y su “amigo”. Juro que los dos consiguen ponerme
más caliente cada vez que los veo. Por lo que es una lástima que no los vea mucho.
Tate se congeló frente a él, y Logan cerró los ojos, esperando que la voz que
gritaba y que sobresalía de la música no fuera…
—Pensé que eras tú. Es difícil ignorar a alguien como Logan. O a ti, si fuera el
caso —añadió, guiñando un ojo a Tate.
Ligón de mierda.
—De hecho, creo que te vi sonreír a Logan cuando entraste. Por supuesto, podría
estar equivocado, ya que es un evento tan raro, pero cuando apareció esa sonrisa, fue
fabuloso.
Como de costumbre, Robbie estaba vestido muy parecido a la noche que ellos
habían conectados. Los pantalones flojos y negros que cabalgaban en sus caderas flacas,
y una camiseta de malla rosa brillante que estaba cortada para exponer desde su ombligo
hacia abajo. Sus ojos estaban realzados por un delineador de ojos negro y su cabello
rubio estaba adornado con gel suficiente para el cabello, que ni siquiera las manos más
ocupadas podrían estropearlo.
—¿Sabías que aquí conocí a Logan? Y bailamos toda la noche —Robbie recordó
y hablo sobre la música.
—Fue un baile y luego nos fuimos. No nos dejemos llevar, Cenicienta. No era tu
gran baile —Logan interrumpió.
Tanto él como Tate miraron por encima del hombro de Robbie al hombre que se
había parado detrás de él. Era un tipo alto, musculoso en pantalones vaqueros y una
camisa blanca abotonada. El rostro le era familiar, pero Logan no podía recordar de
dónde. El hombre parecía exudar despreocupación y se le veía relajado con el cabello
rubio largo que fue empujado detrás de sus orejas y golpeó el cuello de su camisa, pero
sus ojos astutos y la grave línea de su boca gritaban confianza y control.
—Él es Daniel.
Los ojos del hombre lo encontraron a él y a Tate, y mientras los medía, Logan
captó un destello de calor... y de interés.
—Sí, puedo ver que sería una noche que valdría la pena recordar. ¿Y usted? —
Daniel preguntó mientras sus ojos se desplazaron a Tate—. ¿Cuál es tu nombre?
Por primera vez desde que conocía a Tate, Logan sintió la intensa necesidad de
hacerle saber a quién pertenecía y envolvió un brazo posesivo alrededor de su cintura.
—Tate.
Su voz era suave como el whisky, y Logan sintió que Tate se movía a su lado y
sabía que estaba sintiendo la misma apreciación sexual del hombre.
—Hey —respondió Logan. Luego volvió sus ojos a Robbie, que estaba mirando
entre él y Daniel.
—Me di cuenta de ambos tan pronto como entraron, y Robbie me dijo que te
conocía.
Logan entrecerró los ojos en el rubio, y luego se concentró una vez más en el
hombre que parecía querer algo. Dos cosas para ser exactos.
—Sí —respondió Daniel, con los ojos clavados en los de él en un punto muerto—.
Él lo dijo.
Los dedos de Tate ahora le acariciaban el culo, y Logan tuvo que reprimir una
carcajada por el hecho de que no parecía molesto en absoluto que el tipo delante de ellos
los estuviera follando con los ojos a los dos.
Logan estaba a punto de contestar cuando Tate finalmente decidió hablar, y como
siempre, no lo decepciono.
Logan se volvió a mirarlo a los ojos y la expresión de Tate era, “pero voy a jugar
contigo”.
—Te lo dije —declaró Robbie, y Daniel les dio a ambos una sonrisa de
satisfacción y una inclinación de su cabeza mientras envolvía un brazo alrededor del
hombro de Robbie.
—Sí, me lo dijiste.
Robbie se inclinó hacia el costado de Daniel antes de darle una minuciosa mirada
una vez más a Logan y a Tate, con una completa sonrisa descarada.
—No nos interesa —Logan terminó para él—. Pero espero te diviertas estas
noche.
—Oh, él lo hará.
Entonces Tate se acercó a él y le rodeó el cuello con los brazos, haciéndolo más
que obvio que habían terminado con la conversación, hecho con la intrusión, y listo para
bailar al latido pesado de la música pulsante.
Logan colocó sus manos sobre la espalda de Tate y las condujo hasta sus
omoplatos, y no pudo evitar poner su boca sobre él.
Tate ensanchó sus piernas, y Logan presionó una de las suyas entre sus muslos.
Podía sentir los dedos de Tate retorciéndose por la parte de atrás de su pelo mientras sus
caderas se balanceaban entre sí, y la idea de concentrarse en alguien o cualquier otra
cosa que no fuera correr con sus manos por todo el cuerpo de Tate, dejaba su mente.
Arrastró sus dedos por la espalda de Tate hasta los pantalones de cuero que
cubrían su culo. Amaba la sensación de ellos, y cuando la boca de Tate encontró su
oreja y dijo, “Más Duro”, la polla de Logan se puso rígida como si lo hubiera acariciado
físicamente.
Logan cerró los ojos y, cuando los labios de Tate se movieron sobre su oreja,
ahondó sus dedos. Las caderas de Tate avanzaron como si estuviera dentro de él. Luego
siseó, “Sí”, y Logan gimió.
—Date la vuelta.
Tate dio un pequeño paso atrás y, sin dudarlo, se volvió. Logan no esperó un
segundo antes de encajarse contra la longitud sexy de su cuerpo. Puso sus manos
extendidas sobre las caderas de Tate y lo empujó hacia atrás hasta que su culo acunaba
su dolorida polla.
—Joder, sí —gruñó Logan, girando contra las curvas redondeadas que llenaban el
cuero de Tate—. No les culpo por quererte, pero ellos no pueden tenerte.
Tate alzó los brazos para colocarlos detrás del cuello de Logan y miró por encima
del hombro con ojos de ojos llenos de deseo.
—No compartimos —dijo Logan y luego pensó: Una noche, y muy pronto, voy a
joderlo así, en esta posición. Desnudo y frente a un espejo, así podré ver cada
centímetro de él.
***
Cerró los ojos cuando una de las manos de Logan se deslizó más lejos alrededor
de su abdomen y —ahh sí— la aplastó contra su erección. Luego volvió la cabeza y los
labios de Logan estaban sobre los suyos.
—Abre la boca.
Ser besado por Logan era como una experiencia fuera del cuerpo. Se sentía como
si cada parte de su cuerpo se estuviese estimulando a la vez, y mientras él seguía
acariciando su sexo dolorido, Tate pensó que estaba cerca de correrse.
Más rápido de lo que Tate creía posible, Logan lo tomó de la mano y lo hizo pasar
por la barra y entrar en un pasillo que tenía varias puertas y alcobas diferentes. Sin decir
una palabra, Logan lo atrajo hacia uno de los rincones laterales oscuros y se apoyó
contra la pared.
Tate se lamió los labios mientras Logan plantó sus manos por la cabeza.
—Sí. Quizás…
Sus palabras fueron cortadas cuando Logan bajó una mano y acarició con sus
dedos toda su polla rígida.
—¿Qué deseas?
—A ti.
Tate se apartó de la pared y movió al musculoso Logan hacia atrás hasta que era él
quién estaba ahora contra de la pared. Entonces tomó la boca de Logan en un beso
explosivo.
Las lenguas, las manos y el sudor se combinaban todos juntos mientras empezaba
a moler contra el cuerpo de Logan, y logró lo que había decidido hacer esta noche: Se
olvidó de todo, excepto del hombre que estaba contra él.
Tate frotó su erección contra su culo, y Logan gruñó mientras cerraba los ojos y
descansaba su mejilla contra la fría pared.
—Tuve esta fantasía de bailar contigo esa noche que me encontraste en HAZE.
Sintió los labios de Tate en su cuello mientras él colocaba varios besos a lo largo
de él.
—Joder, fue increíble. Nunca he sido bueno en el baile, pero Jesús, la forma en
que lo haces es como tener sexo de pie. Lo que me hizo pensar...
Logan volvió su rostro y los labios de Tate se encontraron con los suyos. Lo besó
con fuerza, y cuando se apartó, su boca se inclinó en una sonrisa sugerente.
—¿Cómo sería tener sexo contigo, de pie, así como estamos? Tu mirada al frente,
y manos en la pared, Logan.
El cuerpo de Tate dejó el suyo, y Logan sintió una mano que recorría toda su
espalda.
—Yo estaba tratando de quitarme la ropa al entrar. Ponerme más cómodo en casa.
No te importa, ¿verdad? —Logan apretó los dientes y luego sintió las manos de Tate en
las caderas.
—Eso fué lo que me dijiste la primera vez que vine aquí: “Quítate toda tu jodida
ropa si te hace sentir más cómodo”... Y esta noche... —Logan cerró los ojos mientras
los labios de Tate le rozaban la oreja—: es así.
—No estoy bromeando, y quieres esto, ¿no? Aquí contra la pared, con los
pantalones alrededor de los tobillos.
—Sí —dijo entre dientes, y sus caderas empujando de nuevo hacia Tate.
—Ya me lo imaginaba.
—Déjalos allí. La idea de ver tu ropa a medio quitar mientras deslizo mi polla
dentro de ti es caliente como el infierno. Como si no te importara que te fuera a follar, y
no pudieras esperar a que yo te tuviese.
Entonces estaba contra él, y la polla desnuda de Tate estaba anida entre las
mejillas de su culo.
***
Tate dobló ligeramente sus rodillas, arrastró su pene a través de las mejillas
apretadas de Logan, y cerró los ojos por un segundo. Estaba prácticamente vibrando con
su propia energía, una mezcla de excitación y poder, y necesitaba controlarse a sí
mismo.
Se llevó dos de sus dedos a la boca y los chupó entre los labios, asegurándose de
hacerlo lo suficientemente fuerte para que Logan oyera el sonido en el tranquilo silencio
del apartamento. Sabía que había llegado el sonido hasta él cuando un gemido gutural
dejó al hombre frente a él, y Logan empujó hacia atrás contra él.
Tate utilizó todas sus fuerzas y empujó nuevamente contra Logan hasta que sus
brazos cedieron y él lo volvió a colocar con su mejilla contra la pared.
Logan trató de moverse contra él, pero Tate no cedió y lo mantuvo en su lugar.
Tate se rió en su oído y llevó su dedo mojado a la línea del culo de Logan. Con
una exactitud infalible, encontró su agujero. Las mejillas de Logan se tensaron y Tate le
mordió la oreja.
—Duro.
Tate sintió una emoción subir por su espina dorsal mientras empujaba su dedo
dentro de Logan sin más advertencia.
—Cristo —siseó Logan, y Tate frotó su polla goteando sobre la mejilla
redondeada de Logan.
—No te muevas.
***
Logan observó con el rabillo del ojo cuando Tate desapareció de su vista, y
cuando sintió dos manos en su trasero tirándolo, no podía creer lo que estaba a punto de
suceder.
Cerró los ojos cuando sintió primero el cabello de Tate sobre la piel de su culo,
luego su nariz, justo antes de —maldito infierno, sí— una lengua tibia y húmeda
moviéndose por su agujero ansioso. Logan gruñó y empujó sus caderas hacia atrás, y
Tate clavó sus dedos una vez más y lo ensanchó, para retornar a la hendidura sombría
con la punta de su lengua.
Tate había jugado con él un par de veces antes cuando se trataba del beso negro.
Unos pocos movimientos rápidos de su lengua aquí y allá, pero ahora mismo, mientras
se arrodillaba detrás de él y lo abría, Tate no estaba jugando.
Cuando la punta de su lengua entró en él, Logan tuvo que llevar su mano hasta
abajo y apretar un puño alrededor de su polla. Estaba tan cerca de correrse por la
sensación de la lengua de Tate en su culo, pero sabía que había más por venir, así que
no había forma de que arruinara esto al explotar en la pared antes de tiempo.
La boca de Tate lo dejó, y un grito bajo escapó de él hasta que los dedos de antes
estaban de vuelta y deslizándose dentro de él.
—Ahh.
Un puto gruñido salió de Tate y casi le hizo mendigar hasta que unos dientes
fuertes encontraron la mejilla de su culo y se hundieron en su carne. Logan trató de
recuperar el aliento, pero estaba a punto de correrse cuando Tate calmó la picazón del
mordisco con besos y tijeras sus dedos dentro de él. Tate había estado prestando
atención, y como el infierno si eso no lo encendía aún más.
Cuando esa lengua hábil le hizo cosquillas en la parte superior de su grieta, Logan
acercó su mano y se la mantuvo abierta para él.
Logan sintió que sus ojos rodaban hasta la parte posterior de su cabeza, y ya no
podía soportarlo más.
Los dedos y la lengua salieron de su cuerpo, y mientras él estaba allí con un brazo
apoyado contra la pared, con el otro se envolvió firmemente alrededor de la base de su
polla. Oyó el sonido del desgarre de un preservativo y una botella, y sabía que Tate
estaba colocándose el condón y lubricándolo.
Hizo un conteo desde cincuenta hacia atrás, intentando recuperarse. Entonces Tate
estaba detrás de él y la cabeza de su polla estaba empujando en la entrada. De nuevo,
sintió que Tate empujaba su camisa hasta sus hombros, y luego los cálidos labios
tocaron la parte superior de su espina dorsal mientras su voz llenaba el aire.
***
El sonido que salió de Logan al penetrarlo hizo que Tate estuviese a punto de
enloquecer.
Fue un grito ronco de plenitud, y cuando Tate se quedó inmóvil dentro de él,
sintió una de las manos de Logan bajar a tomar el lado de su muslo. Soltó la camisa de
Logan y se agarró a su hombro, tirando de él hacia arriba y empujando aún más
profundo.
Tate podía sentir la parte de atrás de los muslos de Logan contra el suyo, y su culo
estaba firmemente apoyado contra su ingle. Envolviendo un brazo alrededor del cuello
de Logan, le besó la oreja y susurró:
No tuvo que esperar por una respuesta cuando los dedos de Logan se aferraban a
su muslo con más fuerza. Simplemente se retiró lentamente y luego volvió a entrar a su
casa.
Oh, claro que sí. Haz toda la mierda que quieras sobre mí, mientras yo dejo mi
huella en ti.
—Detente.
—Date la vuelta.
Logan entrecerró los ojos ante el comando mandón pero lo hizo de todos modos.
Sin esperar, Tate le agarró las caderas y lo empujó hacia atrás.
Tate extendió sus manos a cada lado de las caderas de Logan y se balanceó hacia
delante de la pared.
—Sí...
***
Logan apoyó sus piernas y retorció su parte superior del cuerpo para poner una
mano en la pared detrás de Tate.
Tate tenía un agarre firme en sus caderas y estaba empujando su polla dentro y
fuera de él con más velocidad ahora que tenía el apoyo de la pared detrás de él. Sus ojos
castaños estaban clavados en él, y cada vez que tocaba el fondo, él gruñía de una
manera que hacía que Logan quisiera correrse.
Logan levantó una de sus manos y escupió en ella para poder continuar
acariciándose locamente su polla, mientras se jodía así mismo en la rígida erección de
Tate.
—Jesús.
Nada se sentía tan bien como cuando Tate se hacía al control de la situación. Era
como si siempre supiera lo que necesitaba, y ahora mismo, lo necesitaba duro y quería
adormecer su cerebro.
Tenía que alejarse de la hermosa cara que lo miraba fijamente porque todo se
hacía demasiadamente mucho, y cuando los labios de Tate aterrizaron en su espalda y
su mano vino alrededor para ayudarle a acariciar su polla, Logan cerró los ojos y gritó
su nombre.
El clímax corrió hacia abajo y lo agarró en un apretón de sus bolas cuando Tate
entró en él con furia. Pero Tate no terminó con él, y mientras frotaba sus pegajosas
manos, se salió de él, le dio la vuelta y golpeó su espalda contra la pared.
Tate amplió su postura, se inclinó hacia delante con la mano libre, y cogió un
puñado de su pelo, inclinando la cabeza de Logan hacia atrás. Pero no fue hasta que
Logan levantó una mano y le tocó con los dedos las bolas de Tate, lo cual le arrancó un
grito y él se corrió magníficamente por todo el pecho y el cuello de Logan.
Tate soltó una risa gutural y se deslizó por la pared enfrente de él.
—¿No?
—Hay un toque de dulce con una ración completa de terco y sucio como la
mierda.
Tate levantó una ceja, como diciendo: “¿Y?”
Logan había crecido con una madre algo escamosa, y a su padre ni siquiera le
había importado tenerlo en primer lugar, a ninguno de los dos parecía importarle la
preferencia sexual de su hijo: ya fueran chicos o chicas.
Se había criado con una familia que lo amaba, una hermana que probablemente lo
habría idolatrado, y que asistían todos juntos a la iglesia y tenían comidas familiares los
domingos.
—¿Puedo entrar?
—El viaje fue bien. Muy bien —hizo una pausa por un momento y luego sonrió—
. Pero, a diferencia de ti y de Rachel, no volvimos casados.
—Sí. Necesito llevar a Rachel a la cita de su médico esta tarde, así que he venido
a colocar al día algunas cosas.
—Increíblemente... sexy.
—¿Sexy?
—Lo recuerdo —contestó Logan cuando parecía que Cole estaba atrapado en su
cabeza fantaseando—. Te sorprendí follando con ella en tu escritorio una vez. ¿O lo has
olvidado?
—No. Fuiste un grano en el culo todo ese día, como de costumbre. Pero desde que
está embarazada, es como si su deseo sexual se hubiese desbordado de todas las
malditas formas posibles.
Cole asintió.
Hubo un corto período de silencio, y luego Logan le dedicó una sonrisa burlona.
—Realmente no.
El comentario fue suficiente para romper la tensión y Cole se rió entre dientes.
—Llegué temprano para revisar la lista de invitados para la cena del viernes. Estos
dos últimos son clientes empresariales nuevos.
—Bueno. Voy a comprobarlo, así sabré a quién tengo que encantar en la cena, y
entonces deberíamos estar bien para ir a por ellos en las negociaciones.
Cole se volvió para irse, y justo antes de que él cruzara la puerta, Logan gritó,
Cole lo miró por encima del hombro y le dirigió una mirada de satisfacción.
—Lo sé. Ya se lo había dicho a Jane. Dile a Tate que Rachel no puede esperar
para verlo.
Logan suspiró y luego sintió una sonrisa en sus labios mientras su hermano
cerraba la puerta.
—Bastardo presuntuoso.
Esto sería muy bueno para nosotros. Un cliente importante para agregar a la
lista de nuestras empresas.
El tipo era bastante atractivo. Tenía cuarenta y tantos años, con cabellos y ojos
oscuros, pero nada extraordinario a destacar. Aparecía toda la lista de sus clientes y
negocios, y a Logan realmente le gustó esto. El hombre tenía los ojos astutos de alguien
que le gusta ganar dinero y mantenerlo.
Luego se dirigió hacia la segunda imagen y sintió que su boca se abría. Allí,
mirando hacia él, estaba AIA/ LEED AP SOCIO - Christopher Walker.
Oh, mierda.
—Bueno, es encantador tenerte de vuelta —respondió ella con una voz tan llena
de sarcasmo que Logan hizo una mueca de dolor—. Buenos días a usted también, señor
Mitchell.
Infiernos. Estaba tan jodido que ni siquiera se había dado cuenta de que apenas
eran las ocho de la mañana. Totalmente contrariado, Logan se disculpó.
—Buenos días. Ahora, ¿hay algo que pueda hacer por usted?
¿Me puedes dar los nombres de los clientes que han confirmado su asistencia a la
Cena Empresarial de este viernes?
—Creo que el señor Madison colocó una lista en su escritorio esta mañana.
—Sí. Él me dio una lista de las empresas, pero no los nombres. Yo quería ver
quién va a asistir de LPCW Arquitectura.
Oyó unos papeles que se barajaban alrededor y luego la voz de Sherry regresando
a la línea.
— Está bien, dice el señor Lance Powell más un acompañante y —Logan cerró
los ojos y contuvo la respiración, pensando, Por favor no, por favor no, por favor—. El
señor Christopher Walker más un acompañante.
—Mierda.
—Lo siento.
Logan colgó el teléfono y lo miró furioso. Luego miró hacia la pantalla. Podía
sentir sus manos temblorosas mientras su mente corría a un millón de millas por hora.
Logan dio un puntapié en la pared y luego maldijo por el dolor que le subía por la
pierna.
Logan casi deseó por un momento que la llamada se fuera al buzón de voz de
Tate, pero ¿qué coño iba a decirle?
—Buenos días.
Logan cerró los ojos y se imaginó a Tate exactamente cómo lo había dejado,
acostado sobre su espalda, la sábana por las caderas y una pierna por encima. Había
notado eso de Tate. Era casi como si no pudiera decidir si tenía calor o frío, por lo que
siempre se dio a la opción de poder calentarlo.
—Son sólo las ocho de la mañana. No todo el mundo tiene un trabajo de nueve a
cinco, ¿sabes? —La voz de Tate era burlona y relajada, y Logan odiaba que fuera él
quien iba a arruinar su buen ánimo.
—¿Oye? Necesito hablar contigo acerca de algo hoy ¿Crees que podríamos vernos
para el almuerzo? —Logan cerró los ojos y trató de hacer que su corazón disminuyera la
velocidad de una puta vez.
—¿Logan?
Oyó como las sábanas se movían ligeramente, y sabía que Tate se había sentado.
—¿Sí?
Logan oyó la confusión en la voz de Tate y sabía que quería estar allí para calibrar
su reacción cuando le dijo esto:
Logan sabía que estaba diciendo esto todo mal. Nunca fue bueno tratando de decir
las palabras adecuadas cuando se trataba de Tate.
La línea quedó en silencio y todo lo que Logan podía escuchar en el otro extremo
era la respiración de Tate.
—¿Nada que ver conmigo? Entonces, ¿con que tiene que ver, Logan? ¿Contigo?
Logan hizo una mueca ante el tono de Tate. Él estaba enojado, y Logan no podía
culparlo.
—Sí. Esto tiene que ver conmigo —De repente, él se dio cuenta de cómo sonaba y
añadió—: Tiene que ver con nosotros.
—Logan, ¿qué coño está pasando? Sólo ha pasado un par de horas desde que te
fuiste.
Se dio la vuelta y se quedó mirando la pantalla del ordenador donde todavía tenía
la fotografía de Chris centrada y trató de tranquilizar a Tate.
—No está pasando nada malo con nosotros. Es algo que ocurrió aquí en el trabajo.
Y me gustaría hablar contigo en persona sobre ello.
Oyó a Tate suspirar y pudo verlo en su mente pasando una mano frustrada por el
pelo.
Sí. Tate estaba bien, pero bien cabreado. Logan miró su reloj.
—Bien.
—¿Tate?
—¿Qué?
—Yo también.
***
Tate llegó a la cafetería un poco antes de lo que habían acordado y encontró una
cabina en la esquina de atrás.
No, no lo creía. Habían ido a bailar, y cuando llegaron a casa... él sabía que no
había ofendido a Logan en aquel momento.
Tate observó la puerta principal. Cuando se abrió y Logan entró, sintió que su
corazón saltaba. Parecía como si fuese la primera vez que Tate lo estuviese viendo.
Logan vestía un traje gris de tres piezas y un chaleco, con una camisa blanca
impecable y una corbata azul marino perfectamente atada. Tate le observó escudriñar la
cafetería detrás de sus gafas negras de moda, y cuando lo vio, Logan comenzó su
camino.
Tate trató de decidir qué había distinto en él mientras caminaba entre la gente que
recorría los mostradores. Cuando se acercó, se dio cuenta de que Logan se frotaba las
manos frente a él.
Está nervioso.
—Si me dices bien una vez más, voy a darte una patada en el culo.
Mientras se alejaba, Tate le dio una falsa sonrisa llena de dientes y respondió:
—Está bien.
Robbie.
—Esto es casi tan caliente como ustedes dos restregándose en la pista de baile
anoche.
Logan alzó la cabeza y Tate miró al otro lado para ver al travieso barista
sonriéndole como un gato que tiene a su presa.
—Oh, vamos, Logan. Se estaba poniendo bueno —se quejó. Luego bajó la voz
como si fuese a compartir un secreto—. Y obviamente a él no parece importarle la
audiencia.
—Él puede oírte —Tate le recordó a la pequeña mierda—. ¿No tienes un trabajo
que hacer?
Tate tragó lentamente cuando sintió la mano de Logan apretar su muslo. Luego se
volvió de nuevo a Robbie, que estaba observándolos a los dos con una expresión a
medio camino entre los celos y la excitación.
Los ojos de Robbie encontraron los de Logan, y Tate sabía lo que estaba
sintiendo. Pobre niño. Logan era... potente.
—¿Puedes traernos un café expreso doble y un café con leche extra de avellana?
Voy a matarlo, Tate pensó antes de que Robbie abriera la boca e hiciera que sus
intenciones asesinas se trasladaran hacia él.
—Mierda, Tate —murmuró Logan, y Tate estaba más que satisfecho con la
mirada anhelante que apareció en el rostro de Robbie.
Eso es, pensó Tate. Nadie dudará jamás de quién es Logan, él es solo mío.
—El café sería genial justo ahora —Tate le dijo, sintiéndose bastante satisfecho de
sí mismo—.Gracias.
Tate creía que el noventa por ciento del chico era diversión y juegos, y el otro diez
por ciento tenía un gran enamoramiento de Logan.
Se dio la vuelta para mirar a Logan y se dio cuenta de que no podía culpar a
Robbie. Logan era... Logan. Si él lo hubiese tenido una vez y luego nunca más,
probablemente actuaría de la misma manera que lo hacía Robbie.
Entonces Tate recordó por qué estaba allí, y de repente, su confianza se fue en
picada. Frunció el ceño cuando Logan se volvió hacia él, y cuando colocó un brazo en el
respaldo de la cabina, Tate le dijo:
—Escúpelo.
Logan parpadeó ante la orden. Luego sus dedos tocaron el cuello de su camiseta.
Logan extendió la mano y le tocó con los dedos su mejilla antes de que él lo
atrajera y lo besara fuertemente en la boca.
—No —dijo Logan rápidamente y luego suspiró—. No hay manera fácil de decir
esto.
No podía saber por qué sus palmas estaban sudorosas, pero lo estaban.
A medida que este pensamiento se asentaba, fue traído de vuelta al presente por la
apertura de la puerta del dormitorio, y Tate entro en el radar de su vista. Y mierda santa,
qué vistas.
Vestido con una camisa perfectamente planchada, con una corbata negra que
colgaba suelta alrededor de su cuello, Tate lo dejó absolutamente sin palabras. Estaba
jugando con el brazalete debajo de la chaqueta negra a medida que la estaba
acomodando a sus hombros, y mientras Logan se ponía de pie para ir a él, sabía que
nunca había visto a nadie más impresionante en su vida.
Se acercó a donde Tate se había detenido. Cuando llegó a él, Tate soltó su muñeca
y levantó la vista, y esa sonrisa sexy de mierda de él se enroscó en su boca, la misma
que le había visto Logan la primera noche que se habían conocido.
Oh, sí... Definitivamente me gusta. Pero Logan no dijo nada mientras levantaba
una mano e hizo un gesto para que Tate se volviera. La frente de Tate se levantó, pero
luego poco a poco comenzó a girarse.
—Mucho —Logan le dijo. Su voz era baja y llena de reverencia mientras extendía
la mano y tomó uno de los extremos del lazo de la corbata. Cruzó un lado sobre el otro y
se concentró en la tarea en cuestión.
A pesar de que lo trato de enmascarar con una sonrisa, Logan sabía que, en algún
lugar debajo del humor, Tate estaba realmente preocupado por eso.
Metió un extremo del lazo debajo del arco que había formado, y luego tomó uno
de los lados y lo apretó. Una vez que lo enderezó, dijo con la mayor sinceridad:
***
Tate miró a los ojos de Logan, que estaban libres de las gafas, y vio que estaba
diciendo la verdad. Realmente estaba orgulloso de tenerlo a su lado, y eso hizo que el
corazón de Tate hiciera algunos saltos mortales, porque Logan estaba
simplemente... wow.
Logan siempre se veía sofisticado. Él rezumaba encanto. Pero esta noche, lo había
llevado a un nuevo nivel. Él también estaba vestido con un esmoquin, pero su camisa
blanca estaba punteada con botones negros en el centro y en los puños, que podía ver
asomándose por debajo de su chaqueta a medida. Tenía al menos una barba de tres días
que estaba perfectamente recortada a lo largo de su mandíbula y alrededor de sus labios
llenos, y mientras pasaba una mano por la solapa de Logan, Tate se dio cuenta de que
nunca se había sentido más orgulloso de sí mismo.
Tate sonrió justo antes de que Logan le acariciara la nuca y juntara sus bocas.
Gimió ante el contacto y trató de evitar deslizar las manos por el cabello de Logan.
Al final, se agarró a ambos lados de la chaqueta y abrió la boca. Tan pronto como
la lengua de Logan tocó la suya, la temperatura de Tate se disparó. Era como si tocando
a Logan lo encendieran de adentro hacia afuera, por no mencionar que le empezaba a
zumbar la sangre a través de sus venas hasta que se juntaba en su polla y lo ponía tan
duro como una jodida vara de acero.
Mierda. El poder que vibraba el cuerpo de Logan excitaba cada parte de él.
—Tenemos un sitio a donde ir, y esta noche eres alguien importante, señor
Mitchell.
—¿Logan?
—¿Hmm?
***
Logan llevo su Audi hasta el ayuda de cámara del Waldorf Astoria, y cuando salió
del coche y vio a Tate salir por el lado del pasajero, se preguntó qué pasaría esta noche.
Después de que le hubiera contado a Tate acerca de Chris, esperaba que estuviera
cabreado, pero lo único que había dicho era: “¿Eso era lo que te preocupaba? Si alguna
vez me haces esperar y preocuparme de nuevo, te voy a golpear”. Entonces Tate se
había sentado allí, bebió su café, y le preguntó si estaba bien con la idea de ver a Chris.
—¿listo?
Hacía sólo unas semanas que había estado preguntándole lo mismo a Tate cuando
había enfrentado sus miedos, y ahora Tate estaba aquí, ayudándole a él a enfrentarse a
los suyos.
***
Tan pronto como entraron en la sala de banquetes, Logan había sido arrastrado
por su Asistente Personal Sherry, y le había dicho que volvería lo antes posible. Había
sabido que probablemente pasaría la noche en una esquina por su cuenta, así que no fue
como si fuera una sorpresa, pero al mismo tiempo, lo dejó de pie en una habitación llena
de...
—¡Tate!
¿Extraños?
—Hola —sonrió, y como Tate le sonrió, ella abrió sus brazos y lo abrazó en un
cálido abrazo.
—Oye.
—Pensé que te gustaría ver una cara amiga. Recuerdo mi primera Cena
Empresarial con Cole en el Shedd Aquarium, y fue…
—Sí. Y abrumadora —ella suspiró y dio un paso atrás—. Me pasé toda la noche
hablando con una completa extraña. Bueno, no toda la noche.
La sonrisa que vio en el rostro de Rachel fue desviada, y casi le recordó la forma
en que Logan miraba cuando pensaba en algo particularmente... pecaminoso.
—Estoy seguro.
—Te ves caliente por cierto. En serio... muy ardiente. Creo que soy
probablemente la mujer más afortunada del planeta esta noche. Tengo a Cole, y vi
caminar a Logan a tu lado. No le digas esto, pero nunca lo he visto más guapo que esta
noche, ¿y ahora tú? Síp — dijo, haciendo estallar la “p” y haciendo reír Tate—.
Bastante segura estoy que todo el mundo aquí está pensando que soy una chica con
suerte.
—Bueno, todos somos muy afortunados de ser vistos con una mujer tan hermosa
como tú.
Rachel prácticamente brillaba cuando rió.
—Sí, así es como sobrellevo a Logan. Dile que es caliente y te cae justo encima.
—¿Qué te parece si mejor vas hasta nuestra mesa, mientras yo voy y nos traigo
una copa del bar?
Rachel se dio la vuelta y señaló hacia donde Cole estaba de pie en el otro extremo
de la habitación, y luego vio a Logan acercarse y colocarse de pie junto a su hermano.
Uno de ellos era la luz, el otro la oscuridad, pero ambos eran igual de dominantes.
Era fácil el poder ver el por qué su negocio era tan exitoso. Eran inteligentes y
encantadores, y cuando Tate se quedó allí de pie, se dio cuenta de que ambos eran
hombres ridículamente atractivos.
Compartían el mismo padre, Tate lo sabía, pero el hombre debió de tener algunos
genes seriamente fuertes, porque estos dos hombres eran otra cosa.
—Son impresionantes, ¿no es así? —Tate miró a Rachel para ver que ella también
estaba mirando a su marido y su cuñado—. Logan nunca se ha visto más atractivo. Todo
está en su sonrisa. Esta es la primera vez que lo veo realmente feliz.
Tate tocó con una mano en la parte baja de la espalda de Rachel y sintió que su
corazón se calentaba ante las palabras de Rachel.
Parecía como si ella fuese a romperse de la emoción, así que Tate hizo un gesto
detrás de él.
Tate apretó su brazo y luego dio la vuelta para dirigirse hacia el bar. Necesitaba
algo para patear estos nervios de una maldita vez, y un rápido disparo de alguna bebida
fuerte haría el milagro.
***
Logan estaba junto a Cole, con copa en la mano, mientras un cliente de larga data
se dirigía a su mesa.
—¿Qué hiciste?
—Nada.
—¿Tiene esto algo que ver con la ex de Tate? Porque envié todo lo que
necesitaban. Si hiciste algo...
Cole suspiró y rodó los hombros como si se estuviera aliviando de esa carga.
—El nuevo cliente que se nos unió esta última semana, LPCW Arquitectura. ¿Te
reuniste con ambos socios?
Cole le frunció el ceño. Logan sabía que su hermano se estaba molestando, por el
hecho de que se estaba sintiendo cuestionado más que por cualquier otra cosa.
Logan llevó la copa a los labios y asintió mientras vaciaba su contenido, y luego
la coloco en la bandeja de un camarero que pasaba por allí.
—Joder, Logan.
Logan cogió el brazo de Cole y lo condujo hacia un lado, ya que parecía que la
cabeza de su hermano iba a explotar.
—No crees que podrías haberme dicho algo, oh, no sé... esta semana?
—He estado tratando de hacer que Tate se sienta cómodo con lo nuestro, y luego
descubrí esto de Chris, y sólo... Bueno, mierda. No sabía qué decirte.
Cole parecía que estaba apretando los dientes, y Logan no se sorprendió. También
era más que conscientes de que, si Cole descubría toda la verdad acerca de Chris, que
probablemente se volvería loco de ira.
—Desde el lunes.
—Por supuesto. Esto es genial. Sólo jodidamente genial —Los ojos de Cole
exploraron la habitación, y Logan supo que lo estaba buscando.
***
Tate se paró en el otro extremo del bar y esperó mientras los otros invitados eran
servidos. Había estado vigilando a Logan por todas partes y ahora lo vio caminar hacia
el lado con Cole, donde ahora estaban de pie en medio de lo que parecía un debate muy
acalorado.
Oh, mierda. Probablemente sea inteligente esperar hasta que ese incendio se
apague.
—Buenas noches.
Tate se volvió hacia su derecha y vio a un hombre de cabello rubio detenerse junto
a él.
—Hola —le ofreció, pensando que sería grosero de su parte no intentar al menos
una pequeña charla con los clientes de Logan.
—Es una gran Cena Empresarial la que han ofrecido esta noche.
Tate miró alrededor de las mesas todo listo para la cena, las luces bajas, y la banda
tocando. Luego se volvió hacia el bar abierto.
Sintió que el hombre a su lado se acercaba un poco más, y Tate se volvió para ver
si alguien lo había empujado acercándolo a él. Cuando quedó claro que no había nadie
allí, Tate volvió a centrarse en el hombre. Le sonreía de una manera que sólo había visto
una vez en un hombre antes, y ese era Logan.
Bien, pensó Tate, dirigiéndose al camarero, que finalmente se detuvo frente a él.
—¿Puedes darme por favor un trago de tequila, un gin tonic y un daiquiri de fresa
virgen?
A medida que el chico fue a llenar su orden, el rubio, una vez más se acercó y,
esta vez, tocó su brazo. Tate miró los dedos en la manga y vio un anillo de bodas en el
dedo izquierdo del hombre.
Luego llevó sus ojos hasta los azules que se centraron en él.
Pero a diferencia de las miradas de calor de Logan, este hombre no le hizo sentir
nada por él, excepto quizás hacer que sintiera escalofríos.
Bien, está bien... el tipo obviamente me vio con Logan y es lo que, ¿lo lanzó sobre
mí?
Wow.
Logan se había puesto fuerte cuando se conocieron por primera vez, sin duda,
pero era interesante para Tate poder ver que tuvo una reacción tan diferente a la que
estaba teniendo con este hombre. A este hombre casado.
Una vez más, la mano del hombre encontró su brazo, y esta vez, agregó una buena
dosis de presión.
Era obvio que el tipo no entendía una indirecta, por lo que Tate se inclinó y dijo
en voz baja, para no avergonzarlo si su esposa estaban alrededor,
—No me importa.
—Bueno, a mí sí me importa.
La voz de Logan era baja, pero estaba claro como el jodido día que cortaba el aire
y tenía a Tate mirando por encima del hombro.
Logan estaba lívido. Tate nunca había visto la mirada que había en su rostro
mientras miraba al hombre que seguía sosteniendo su brazo. Sus ojos azules se
estrecharon y se centró en la mano lo que lo tocaba. Luego él dio un paso más cerca y
dijo con una voz que goteaba de rabia,
Finalmente le quitó la mano de encima, y Tate se alejó para estar junto a Logan,
quien rápidamente tomó la suya. Tate se aseguró de entrelazar sus dedos mientras las
mantenía apretadas.
Su silenciosa aceptación.
Su silencioso apoyo.
Logan lo miró, y la rabia de segundos atrás había sido reemplazada por amor y
orgullo. Todo lo que habían pasado durante las últimas semanas valía la pena, solo por
esa mirada.
Tate asintió, y cuando Logan se volvió para enfrentarse a su miedo, sabía que iba
a estar bien.
ELLA FRANK
Ella Frank es la autora de la serie # 1 del Bestseller Today TEMPTATION,
incluyendo Try, Take y Trust y es coautora de la serie erótica favorita de los fans, A
Desperate Man. Otras de sus series EXQUISITE ha sido elogiada como “caliente y muy
picante” y “atractivamente sexy”.
Ella se autodenomina como una fan de toda la vida del género romance, Ella
escribe ficción contemporánea y erótica y vive con su marido en Portland, OR. Puede
ponerse en contacto con ella en la web en www.ellafrank.com y en Facebook en
www.facebook.com/ella.frank.author.
Algunos de sus autores favoritos incluyen Tiffany Reisz, Kresley Cole, Riley
Hart, J.R. Ward, Erika Wilde, Gena Showalter y Carly Philips.
Hasta ahora, Logan Mitchell nunca ha tenido muchas razones para confiar en
nadie.
A pesar de que ninguno de los dos hombres esperaba al otro, es hora de confiar en
su relación, pero no todo viene tan fácilmente para ellos...