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Día Primero
¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno
de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y
confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo
mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis…
(petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo
que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se
rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de
ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi
abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la
causa en bien mío. Así sea.
Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima
Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal
de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.
Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de
alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad
consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios
espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Día Segundo
ORACIÓN FINAL
¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno
de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y
confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo
mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis…
(petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo
que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se
rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de
ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi
abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la
causa en bien mío. Así sea.
Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima
Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal
de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.
Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de
alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad
consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios
espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
DIA TERCERO
ORACIÓN FINAL
¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno
de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y
confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo
mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis…
(petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo
que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se
rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de
ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi
abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la
causa en bien mío. Así sea.
Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima
Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal
de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.
Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de
alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad
consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios
espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
DÍA CUARTO
ORACIÓN FINAL
¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno
de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y
confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo
mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis…
(petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo
que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se
rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de
ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi
abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la
causa en bien mío. Así sea.
Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima
Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal
de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.
Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de
alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad
consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios
espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
DIA QUINTO
ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA
¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno
de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y
confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego , santo
mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis…
(petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo
que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se
rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de
ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi
abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la
causa en bien mío. Así sea.
Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima
Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal
de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.
Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de
alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad
consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios
espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
DIA SEXTO
ORACIÓN FINAL
¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno
de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y
confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación. Te ruego, santo
mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis…
(petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo
que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se
rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de
ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi
abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la
causa en bien mío. Así sea.
Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima
Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal
de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.
Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de
alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad
consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios
espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
DIA SÉPTIMO
ORACIÓN FINAL
¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno
de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y
confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo
mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis…
(petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo
que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se
rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de
ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi
abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la
causa en bien mío. Así sea.
Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima
Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal
de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.
Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de
alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad
consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios
espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
DIA OCTAVO
ORACIÓN FINAL
¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno
de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y
confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo
mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis…
(petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo
que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se
rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de
ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi
abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la
causa en bien mío. Así sea.
Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima
Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal
de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.
Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de
alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad
consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios
espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
DIA NOVENO
ORACIÓN FINAL
¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno
de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y
confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo
mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis…
(petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo
que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se
rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de
ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi
abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la
causa en bien mío. Así sea.
Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima
Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal
de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.
Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de
alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad
consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios
espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.