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MAESTRIA EN EDUCACION
SEGUNDO CUATRIMESTRE
JUNIO 2018
INTRODUCCIÓN
PANORAMA GENERAL
En sus inicios, los países en formación han utilizado a la planeación como una
respuesta para la reconstrucción social. Sin embargo de manera muy particular,
nuestro México ha tenido otros propósitos adyacentes a este, que en breve se
mencionarán.
La planificación educativa en México tiene sus primeros antecedentes en el Plan sexenal
que sirvió de plataforma al gobierno del presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940). Pero
no fue sino hasta 1958, al iniciarse el periodo presidencial de Adolfo López Mateos, que
surgió por primera vez un instrumento de planificación oficial del sistema educativo
mexicano: el Plan Nacional para la Expansión y el
Mejoramiento de la Enseñanza Primaria, mejor conocido como el Plan de Once
Años por proponerse ofrecer educación primaria gratuita a todos los niños en ese lapso.
Aunque no se cubrió la meta, el plan sirvió para que se destinaran recursos crecientes a
la educación y se ampliaran la oferta y la infraestructura educativas. Pero la formulación
de un plan educativo propiamente dicho no se dio hasta la administración presidencial de
José López Portillo (1976-1982). El Plan Nacional de Educación contenía un análisis
cuantitativo y cualitativo de la situación educativa y sugirió soluciones a los problemas
detectados.
Con estos antecedentes, el presidente Miguel de la Madrid presentó en 1983 el
Programa Nacional de Educación, Recreación, Cultura y Deporte, que, entre otras líneas,
propuso ofrecer un año de educación preescolar a todos los niños de cinco años de edad,
establecer una educación básica de once grados a todos los que la
demanden, descentralizar el sistema y reformar los estudios de normal. Este
programa tuvo sustento jurídico en la Ley de Planeación promulgada a fines de 1982 y
aún vigente, la cual en su artículo tercero define a la planeación como la ordenación
racional y sistemática de acciones que, en base al ejercicio de las atribuciones del
Ejecutivo Federal en materia de regulación y promoción de la
actividad económica, social, política y cultural, tiene, como propósito la
transformación de la realidad del país
En 1989, sobre esta base legal, el gobierno de Carlos Salinas de Gortari elaboró el
Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994 y el Programa para la Modernización
Educativa 1989-1994, instrumentos que sirven de guía a la Secretaría de
Educación Pública para realizar la planeación sectorial, regional, e institucional,
elaborar el programa-presupuesto anual, fijar las metas más relevantes y asignar
los recursos correspondientes.
La planeación educativa tiene un papel importante dentro del funcionamiento del sistema
educativo mexicano, desde el nivel macro y micro de esta, como un
auxiliar directo para la labor docente. Esta se expresa en un cúmulo de políticas que
intentan establecer las orientaciones para las acciones a realizar.
En nuestro país, cada nueva administración define las políticas propias de su proyecto de
desarrollo, donde la mayoría de las veces, no hay un seguimiento de las políticas
anteriores, ni un análisis de la situación actual. Es decir, distan mucho de tener
características de una planeación retrospectiva que investigue en su
pasado para vislumbrar el futuro.
Es muy común que parte de las políticas que integran la planeación, no estén
contextualizadas a la situación social, histórica y sobre todo económica de la población,
pues estas son importadas de países con otros contextos muy distintos al del nuestro.
Podríamos decir que la planeación educativa en México es tradicional con un enfoque
conductista, basada en el ensayo y error pero de modelos educativos diseñados por otros
y aún desechados por estos mismos.
El cambiar de planes, enfoque y perspectiva en la planeación educativa de cada
administración, ha llevado al país a mirar sólo el presente y de una manera poco realista,
realizando planeaciones con una finalidad circunspectiva, buscando solucionar solamente
la problemática más apremiante en ese momento, pero sin una perspectiva a futuro,
basados en una planeación estratégica que pueda ser seguida por administraciones
futuras.
La planeación es un elemento indispensable para la orientación de todas las acciones
vinculadas con la organización escolar, más aún ahora en que las exigencias derivadas
de grandes cambios sociales se vuelcan hacia la escuela en busca de la definición y el
cumplimento de nuevas funciones, así como al señalamiento de graves problemas, pero
ahora urgidos con mayor fuerza de una pronta solución, como el incumplimiento de una
cobertura universal, los bajos
niveles de egreso, el abandono escolar, la desigualdad de oportunidades
escolares, la falta de pertinencia de los aprendizajes para desenvolverse
exitosamente en las sociedades actuales y la amplitud creciente de la brecha digital, entre
otros.
Sin embargo nuestras políticas educativas no están dirigidas a identificar los verdaderos
problemas, y basarlas en la elaboración de los objetivos a cumplir, sino que están
determinados por intereses políticos y económicos de los sectores
que tienen el control de las masas (prensa, grupos donde se concentra el poder
económico, etc.) y la autoridad política.
En otras palabras, las acciones de planeación del sector educativo sólo han
permitido mantener a los grupos políticos en el poder aparentando eficientar y modernizar,
sobre todo, justificando la obtención de los recursos que el Estado asigna a la educación,
en el que éste último se encarga de legitimar sus resultados