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RECOMENDACIONES PARA HACER MÁS EFICAZ EL ESTUDIO

El lugar apropiado para estudiar

Lugar fijo, para adquirir el hábito de estudiar. Es conveniente en un principio usar


siempre el mismo lugar, habitación y escritorio de ser posible. Conviene acostumbrarse a
llegar a la asociación de ideas lugar-estudio. Después de haber adquirido el hábito de
estudiar en un lugar fijo, podrá hacerlo en cualquier lugar.

Silencio exterior y sosiego interior. El la mayoría de los casos, para lograr


concentrarse al estudiar, ayuda el que haya silencio en el lugar elegido. Pero este
silencio exterior no es el único requisito, ni el esencial; se requiere además el silencio
interior de uno mismo.

Nadie puede estudiar en forma efectiva cuando los ojos están en el libro pero la
imaginación divaga. Esfuércese en evitar las distracciones cuando estudie. Esto se logra
adquiriendo entusiasmo por estudiar y exigiéndose a uno mismo la presencia activa y
plena de los sentidos y facultades espirituales. Así tendrá concentración, es decir, estar
en lo que está.

El orden en el lugar de estudio. Tenga reunido en el lugar de estudio todo lo necesario


y evite tener lo que distraiga. Así como el dentista, para organizarse en su trabajo,
tienen reunido todo el material que necesita, así conviene que el estudiante tenga
reunido en su escritorio todo lo necesario para estudiar: libros de texto, libros de
consulta, diccionario, material para escribir, calculadora, etc. Prescinda de todo objeto
que pueda distraerlo, como revistas, periódicos, etc.

Iluminación adecuada. La mejor luz para tener una visión clara es la luz natural. Si se
usa luz artificial, la iluminación directa es preferible a la indirecta. Si la luz es
deficiente o muy intensa, después de unas cuantas horas de estudio, se cansa la vista,
disminuye la visión clara y se dificulta la lectura.

La posición corporal. La posición corporal es muy importante. Una mala postura causa
fatiga y dificulta el estudio. Estudie en una silla cómoda ante el escritorio. Nunca
estudie acostados ni sentado en una cama, porque sería fácil caer en la asociación de
ideas, cama - pereza - sueño, que son antagónicas a la idea de estudio.

El horario de estudio

Lo más adecuado es fijarse un horario de estudio y seguirlo. Por supuesto dicho horario
estará combinado con las horas apropiadas para el trabajo, el descanso, la familia.

Al iniciar el proceso de estudio, formule un horario semanal de estudio y sujétese a él.


Todos los días haga una lista ordenada de lo que tiene que hacer. Después de efectuar
cada actividad, táchela de la lista.

En su horario, incluya el tiempo necesario para repasar lo que ha ido estudiando


diariamente.
Al formular su horario le pueden ser de utilidad las consideraciones siguientes:

Horas apropiadas para el estudio. El aprendizaje es más efectivo cuando se estudia en


las primeras horas del día. Las horas más apropiadas para repasar son las últimas de la
noche, antes de dormir. En el tiempo disponible por las tardes es conveniente hacer las
tareas o reportes.

Repasos breves durante el día. Repase brevemente los temas de estudio


inmediatamente después o antes de la clase. Generalmente se desperdician estos
espacios de tiempo que pueden ser tan valiosos para afianzar los conocimientos.

La noche anterior a una prueba evaluativa. Cuando no se tiene un horario fijo de


estudio, se adquiere la práctica de estudiar únicamente la noche anterior a una prueba
evaluativa, siendo que este periodo es el menos indicado para el estudio. Ese tiempo
más bien es valioso para repasar lo estudiado con anterioridad.

Varios hechos indican que esta práctica tan común de estudiar únicamente la noche
anterior a la evaluación tiene desventajas:

• Se acumula el material para aprender y el tiempo disponible es muy corto. Como


consecuencia no se aprende efectivamente; los conocimientos se hacen confusos y
los esfuerzos resultan ineficientes.

• La intranquilidad por la prueba es exagerada, debido a su proximidad, y en estas


circunstancias, razonar detenidamente, asimilar bien los conocimientos, es difícil.
Como consecuencia se presentará un examen mediocre o malo.

• El estudio se convierte en una mortificación en lugar de ser lo contrario. Si se


adquiere el hábito de dejar todo por estudiar hasta última hora, es muy posible que
se fije la relación de ideas en cadena: Estudiar - prisa - preocupación - ansiedad -
muchos temas - dormir poco - prueba al día siguiente - mala calificación.

Si se estudió bien con anterioridad y se repasa a última hora ya no habrá la exagerada


preocupación de que "a lo mejor no paso el examen".

El descanso dentro del horario de estudio

Es muy conveniente prever intervalos de descanso cuando se formula el horario de


estudio, ya que las personas difieren mucho en la cantidad de tiempo que pueden
permanecer estudiando sin llegar a cansarse o a perder la atención. No hay que
confundir, sin embargo, el cansancio con la pereza.

Si por ejemplo, después de haber estudiado varias páginas de un texto, llega a una
parte, termina de leerla y se da cuenta que no puso atención a lo que leyó, deja de
estudiar.

Si en estas ocasiones no deja de estudiar, no sólo está perdiendo el tiempo, sino que
está debilitando su hábito de concentración, y la asociación de ideas libro - escritorio -
estudio, pierde su eficacia.
Realmente se puede llegar a perder la habilidad para estudiar con eficiencia, si se
divaga mientras se trata de estudiar.

Todo lo anterior se puede evitar mediante lo siguiente:

• Cuando realmente no esté concentrado, deje de estudiar en ese momento.

• Repase sus propósitos o fines. ¿Qué es lo que quiere llegar a ser? ¿Para qué está
estudiando?.

• Por unos minutos haga otra actividad completamente diferente como caminar,
escribir una carta, etc. Descansar no significa no hacer nada, sino cambiar de
ocupación.

• Después, regrese a estudiar de nuevo con entusiasmo y dedicación.

Practique su habilidad para concentrarse. Si al principio sólo puede concentrarse


durante 15 ó 30 minutos, hágalo. Siguiendo las prácticas sugeridas antes encontrará que
cada vez irá adquiriendo mayor habilidad para concentrarse durante mayor tiempo;
después llegará a sentir satisfacción por estudiar y hasta podrá llegar el momento en que
se pregunte "¿Por qué antes me era tan difícil concentrarme al estudiar?".

El estudio individual y el estudio en grupo

Por lo general, estudiar por sí mismo es más efectivo que hacerlo con otro compañero.
No pida ayuda mientras no le sea necesario.

En algunos casos, es interesante desarrollar espacios de estudio con compañeros, el


estudiar en grupo tiene la ventaja de que se trabaja en colaboración, lo cual es muy
formativo. Además por la diversidad de intereses de quienes forman el grupo, las dudas
a que un tema da lugar y las discusiones que se suscitan pueden llevar al estudiante, a
conceptos que por sí mismo no hubiera alcanzado.

Sin embargo, hay que cuidarse de no perder el tiempo en pláticas innecesarias.

Indecisión al momento de empezar a estudiar

Hay estudiantes que pierden tiempo en animarse a empezar a estudiar. Podemos


aprender a evitar esto y de inmediato empezar a estudiar en forma efectiva.

A continuación se sugieren algunas ideas al respecto:

• Decida si quiere estudiar. En ocasiones cuando llegue el momento de estudiar, a


pesar de tener un horario previsto para el estudio, se está dudando entre varias
posibles actividades: ¿Estudiaré hoy? ¿Estudiaré mañana? ¿Haré aquello? Estas
preguntas se repiten y mientras tanto se pasa el tiempo.

• Antes de decidirse a empezar a estudiar, es pertinente hacer la pregunta:


¿Realmente quiero estudiar en este tiempo que yo mismo he fijado para ello?. Si se
estudia o no depende de uno mismo. El estudiar en vez de ser una actividad forzada
es más bien un privilegio, un privilegio que se puede ejercer o no dependiendo de la
persona. Es una elección y la elección es propia.

• Decida lo que va a estudiar y por cuánto tiempo. Es frecuente que al empezar a


estudiar se piense en forma repetida ¿Estudiaré este módulo? ¿o mejor, estudiaré
este otro? ¿o quizá haré esta tarea? Estos pensamientos además de producir
cansancio al estudiar, causan conflictos innecesarios.

• Antes de empezar a estudiar tome las decisiones necesarias haciendo una evaluación
apropiada de las posibilidades. Principie por lo que sea más importante o urgente.

• Decida lo que quiere hacer y hágalo.

Las sugerencias anteriores ayudan a eliminar el tiempo que se pierde en animarse a


empezar a estudiar. Una vez se sabe con certeza lo que se va ha hacer, pude hacerse de
inmediato.

Documento tomado de Villareal González, Fidel. Un método para estudiar. Universidad


Nacional de Colombia, 1990 En
http://fluidos.eia.edu.co/lecturas/metodomf.html#_Toc473363409
Adaptado por Teresa Flórez Peña

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