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En este primer apartado desarrollamos algunos aspectos que se presentan en el Diseño Curricular de
Matemática y que refieren específicamente a hablar, leer y escribir en esta disciplina. El foco aquí está puesto en
abrir algunas cuestiones que se mencionan, para mostrar con mayor detalle sus alcances y repercusiones tanto
para el trabajo de los estudiantes en el aula como para la tarea del docente.
Si quisiéramos sintetizar la propuesta del Diseño para el trabajo del estudiante en la clase de Matemática,
podríamos decir que debería realizar un tipo de trabajo que lo aproxime al quehacer del matemático. Por
supuesto que esto no podrá darse a nivel contenidos, pero sí podría ocurrir que el tipo de trabajo que realice el
estudiante en el aula tenga que ver con el tipo de trabajo que realiza un matemático. Es decir, el estudiante
debería trabajar en la clase de un modo cualitativamente cercano al que realiza el matemático, pero
cuantitativamente distante.
En este quehacer están involucrados, de manera indisoluble, el hablar, leer y escribir en Matemática, así como
otras habilidades que también son propias y estructurales de la ciencia, que no tomaremos aquí.
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o situación de otra ciencia que intenta explicar o describir, tendrá por delante un proceso de modelización
matemática: búsqueda de información, establecimiento de hipótesis, elección y descarte de variables, planteo
de un problema matemático asociado, simplificación del mismo para poder abordarlo con herramientas
matemáticas, resolución de este último y análisis de la adecuación de la solución hallada respecto del problema
inicial. En este tipo de trabajo, el matemático busca información, selecciona, lee textos que están prolijamente
presentados, con una argumentación sólida, demostraciones, explicitación de definiciones, etc. En estos casos,
necesita comprender ideas de la ciencia involucrada en la modelización.
¿Cómo sería llevar esta idea a la clase de Matemática? Por un lado, gradualmente los estudiantes tendrían que
comprender lecturas matemáticas con el tipo de características mencionado. Esto invita a tomar textos
matemáticos y ser capaz de comprender el significado de definiciones, ejemplos resueltos, enunciados de
teoremas, demostraciones, etc. Pero se suma la tarea de buscar información no sólo de matemática sino de
otras ciencias. En la clase de matemática, es sumamente importante la lectura de las consignas o enunciados
que el docente le ofrece para trabajar en clase.
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Fragmento 1
Para propiciar el aprendizaje de la Matemática, el docente planifica situaciones de enseñanza en las que
están involucrados problemas con los que los alumnos/as deberán interactuar, poniendo en juego sus
conocimientos. Al decir problemas, no se hace referencia a una práctica mecánica, sino a situaciones que
el alumno/a logra interpretar con los conocimientos de que dispone pero que no puede solucionar
directamente con ellos.
Fragmento 2
Hacer Matemática es básicamente resolver problemas ya sea que provengan del interior o del
exterior de la matemática, y por lo tanto ocupa un lugar central en la enseñanza.
Es necesario destacar que la sola resolución de problemas no es suficiente: para la construcción de
conocimientos transferibles a situaciones nuevas es necesaria la reflexión sobre lo realizado y la
intervención del docente para que establezca las relaciones entre lo construido y el saber científico.
Los ejercicios inhiben la exploración. Los problemas invitan a explorar. En esa exploración hay uso de
estrategias, toma de decisiones, reconocimiento de que se necesita “algo más”, se busca información, etc. No
son acertijos. Lo valioso con los problemas es la reflexión metacognitiva posterior para reconocer “qué me llevo”
de esa resolución para una próxima.
Los “problemas” no necesariamente son enunciados dados en lengua natural. Un problema podría ser un
planteo netamente matemático.
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En oposición, un ejercicio es eso: un enunciado que el estudiante, al verlo, sabe exactamente qué pasos debe seguir para resolverlo.
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¿Qué debería verse/no verse en una clase? No deberíamos ver: largas listas de ejercicios que se repiten con un
mismo patrón prototípico (algunas veces esto sí puede ocurrir, cuando se quiera reforzar una técnica. El
profesor y los alumnos tendrían que tenerlo claro. Podría darse algunas veces, no siempre).
También deberíamos ver al profesor planteando consignas de tipo metacognitiva para activar la reflexión
posterior a la/s resolución/es.
Fragmento 3
En el proceso de construcción de sentido de un lenguaje científico se produce una paradoja: por un lado, los
objetos matemáticos deberían preceder a su representación, pero es a partir de ella que se conceptualizan
semióticamente. Estas representaciones semióticas son necesarias para una comunicación más precisa, e
imprescindibles para la construcción futura del concepto. Para facilitar este proceso, será necesario promover
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la producción y la lectura de textos que permitan su representación a partir de diversos lenguajes –desde el
natural o coloquial hasta el simbólico–, teniendo en cuenta que esto supera la simple traducción y adquiere
riqueza y precisión mediante la relectura de las conceptualizaciones.
En Matemática se da el uso del lenguaje natural, el simbólico y los registros numérico y gráfico. El pasaje entre
algo matemático expresado en uno de estos registros a otro no es sencillo, se pierde o recupera información y
no hay reglas ni para enseñarlo ni para aprenderlo. Pero…. el docente debe encarar esa enseñanza, hacerla
visible. Entonces:
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Es clave que el docente favorezca el uso de los distintos registros de representación, los lenguajes y proponga
actividades para reflexionar sobre ellos.
En la clase debería verse un trabajo en cada sentido: se les da a los alumnos un escrito en símbolos para que
interpreten qué es lo que eso está diciendo y al revés: se trabaja un concepto en lenguaje natural y se pide a los
alumnos plasmar eso en símbolos. Todo esto debe ser gradual. Debería verse al docente explicando “el uso de
los símbolos”.
Otra situación que el docente debe atender es que hay objetos matemáticos que se denominan con palabras
que en español tienen otros significados. Por ejemplo “función”, “límite”, etc. Los alumnos responden a
cuestionamientos del docente utilizando ese saber cotidiano (concepciones espontáneas) que muchas veces no
se corresponde con el matemático.
Sobre problemas:
Pochulu, M. y Rodríguez, M. (comps.) (2012) Educación Matemática. Aportes a la formación docente desde distintos
enfoques teóricos. Buenos Aires. Ediciones UNGS y EDUVIM. Capítulo 6.
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ciencias sociales. Palencia, Asociación Universitaria de Didáctica de las Ciencias Sociales/Editorial Libros Activos,
España. 221-232.
Carnelli, G., Falsetti, M., Formica, A. y Rodríguez, M. (2007). Perspectiva integrada de la enseñanza y el aprendizaje de la
matemática: una mirada al campo disciplinar de la matemática (1). Revista Unión, España, nº7, 23-38.
Carnelli, G., Falsetti, M., Formica, A. y Rodríguez, M. (2007). Perspectiva integrada de la enseñanza y el aprendizaje de la
matemática: una mirada a la educación matemática (2). Revista Unión, España, nº9, 165-186.