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Apropiación del sufrimiento y búsqueda de sentido

Pp. 36 - 49
Appropriation of suffering
and search for meaning
Iván Alfonso Pinedo Cantillo

Iván Alfonso Pinedo Cantillo *

enero - junio / 14
Vol. 9 - Nº 1

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* Filósofo. Magíster en Filosofía. Magíster en Administración Educativa.


Docente del Área de Formación en Investigación: Universidad La Gran
Colombia. Correspondencia: alfiva@hotmail.com
ISSN 1909-8391
Vol. 9 - Nº 1 enero - junio / 14 Pp. 14 - 28 ISSN 1909-8391 37

Apropiación del sufrimiento


y búsqueda de sentido

Aportes de la psicología existencial al afrontamiento de la muerte


Recibido: noviembre 13 de 2013
Revisado: noviembre 14 de 2013
Aprobado: marzo 17 de 2014

ABSTRACT RESUMEN
Pp. 50 - 63
This article covers one of the most important El presente artículo recorre una de las intuiciones
anthropological insights into thinking Viktor antropológicas más importantes en el pensamien-
Frankl and Karl Jaspers: limit situations which to de Viktor Frankl y Karl Jaspers: las situaciones
generate confusion and anguish, and the chan- límite que generan perturbación y angustia, y las

Gustavo Lara Rodríguez


ces of finding meaning in suffering. These ex- posibilidades de encontrar sentido en medio del su-
treme situations confront the person with his frimiento. Estas situaciones extremas confrontan a

César Osorio
particular world generating a host of existential la persona con su mundo concreto generando un
questions that lead to skepticism and empty cúmulo de preguntas existenciales que conducen al
nonsense to not seeing behind them no posi- escepticismo y al vacío del sinsentido al no vislum-
tivity for life. However, in suffering every indi- brar tras ellas ninguna positividad para la vida. No
vidual can truly conquer their existence to find obstante, en medio del sufrimiento cada individuo
a positive way beyond the oppressive feelings puede conquistar auténticamente su existencia al
that accompany these experiences. Thus limit encontrar un sentido positivo más allá de los senti-
situations, with its paradoxical nature, stimula- mientos opresores que acompañan estas vivencias.
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tes original processes of struggle and choice of De esta manera las situaciones límite, con su carác-
individual destiny amid a hostile, confusing and ter paradójico, activan originales procesos de lucha y
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often incomprehensible world. elección del destino individual en medio de un mun-


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do hostil, confuso y muchas veces incomprensible.
Key words: Existential limit situations, suffe-
ring, anguish, search for meaning. Palabras clave: Situaciones límite existenciales,
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sufrimiento, angustia, búsqueda de sentido.


Introducción

La búsqueda de sentido en las situaciones límite en medio de estas experiencias derivadas de la


de la existencia constituye uno de los aportes estructura antinómica del ser humano.
antropológicos más originales del pensamiento
de Viktor Frankl y Karl Jaspers con notables re- Sin pretender equiparar en su totalidad el pen-
percusiones prácticas para el hombre del siglo samiento de los dos autores, se ofrece una vi-
XXI. Frankl aborda el problema de las situacio- sión integradora que invita a contemplar esta
Apropiación del sufrimiento y búsqueda de sentido

nes límite humanas describiendo con singulari- realidad del sufrimiento en su dimensión subje-
dad los horrores de los campos de concentra- tiva, esto es, asumiendo el discurso de los pen-
ción en su más reconocida obra “El hombre en sadores como un llamado a la existencia perso-
búsqueda de sentido”, y más tarde en las madu- nal, la de cada lector, pues como se entenderá
ras reflexiones antropológicas que conforman más adelante: contemplar una situación es el
“El hombre doliente” y “La voluntad de senti- primer paso para hacerse dueño de ella; mirarla
do”. Por su parte, Jaspers, en su segunda obra de frente es la lucha por llegar a ser Sí-mismo
sistemática publicada en 1919: “Psicología de en medio del dolor.
las concepciones del mundo” revela una tem-
prana inquietud por comprender los problemas Las situaciones límite tienen dos caras: una ne-
Pp. 36 - 49 de la existencia y el sentido de la vida segura- gativa que muestra la posibilidad de la perdi-
mente cuestionado por el ambiente espiritual ción existencial, el estancamiento en el fracaso;
de la Alemania de posguerra. Más adelante, una especie de parálisis vital que conduce a la
motivado por sus estudios de psiquiatría y el incertidumbre, la angustia y la desesperación
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feliz encuentro con la tradición filosófica logra porque nos sentimos a la deriva en un mundo
desarrollar en “Filosofía” (publicada en 1932) que no elegimos ni mucho menos entendemos.
una antropología aplicada en la que analiza las Y una cara positiva que nos abre al horizonte
diferentes actitudes del hombre contemporá- de realización existencial. Al final, tenemos que
neo que no encuentra sosiego en medio de un enfrentar el problema de la decisión subjetiva
mundo hostil y vacío. porque la situación una vez la hacemos cons-
ciente incita a asumir una determinada conduc-
Así, desde experiencias de vida distintas y usan- ta. A continuación se describen algunos puntos
do diferentes categorías de pensamiento, e in- significativos de este trayecto existencial por el
cluso asumiendo un tono autobiográfico en al- camino de los límites humanos.
enero - junio / 14 gunos de sus escritos, ambos autores coinciden
en formular una serie de actitudes vitales que El sufrimiento incomprensible
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38 determinan lo que es existir de manera auténtica


o inauténtica en medio de las situaciones límite Para hablar del sufrimiento correctamente es
por las que todos inevitablemente atravesamos. necesario distinguir el plano en que se sitúan
las ciencias y el plano en que se sitúa el análisis
Este artículo pretende, por tanto, realizar un existencial. A la ciencia le interesa saber cómo
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breve recorrido existencial a través del sufri- se producen los distintos males de la huma-
miento y la muerte entendidos como fenó- nidad que conducen tanto a individuos como
menos vitales que conforman el concepto an- a comunidades enteras al oscuro lado del do-
tropológico de situaciones límite en Jaspers y lor: enfermedades, catástrofes naturales, gue-
Frankl, y las posibilidades de autorrealización rras, hambre, etc. Pero la pregunta existencial
apunta en otra dirección: ¿por qué existe el inalcanzables. Esta situación, unida a la impo-
sufrimiento? tencia para controlar los síntomas del cuerpo,
poco a poco conduce a cualquier individuo a
La perspectiva de Jaspers y Frankl es funda- los umbrales de la angustia y la desesperación
mentalmente una visión de sentido. A pesar porque lo único que se anticipa es el final de
de nuestros esfuerzos, parece haber algo en la esta efímera construcción que se llama vida.

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misma naturaleza de las cosas que frustra nues-
tro deseo de que todo vaya sumamente bien. Pero también tenemos los sufrimientos de ca-
Toda experiencia, sin importar la felicidad que rácter psicológico y social. La humillación ex-
en su momento nos haya podido proporcionar, perimentada en el trabajo o la guerra, las condi-
resulta insatisfactoria en sí misma porque no ciones de miseria que llevan incluso al hambre
perdura, y poco a poco nos vamos dando cuen- física, el maltrato, la soledad extrema, el cauti-
ta de que vivir es estar expuestos en cualquier verio, la pérdida de los seres queridos y las pa-
momento a heridas emocionales que enturbian tologías mentales que pueden llevar a la locura
el entendimiento y perturban el alma: o el aislamiento, son tan solo una pequeña lista
de lo que un ser humano puede experimentar
El sufrimiento es reducción de la existencia empírica, en un corto o largo período de su vida. Los Pp. 36 - 49

destrucción parcial; detrás de todos los sufrimientos efectos, en últimas, son similares: una punzante
está la muerte. En la clase de sufrimiento y en la inten- agonía de dolor que limita y amenaza por todos
sidad del dolor hay las mayores diferencias. Sin em- lados nuestra existencia empírica.

Iván Alfonso Pinedo Cantillo


bargo, en definitiva, puede afectar a todos lo mismo
y todos tenemos que soportar su parte; nadie se libra Sumergidos en el mundo del dolor, nos des-
de él (Jaspers, 1958, p. 102). cubrimos entonces como seres arrojados al
mundo marcados por una realidad concreta de
Los sufrimientos del ser humano son múltiples incertidumbre y precariedad que nos sacude
y de diversa intensidad. Quizá los más conoci- por todos lados y que en su máximo nivel de
dos y extremadamente difíciles de afrontar son intensidad nos precipita en la pregunta: ¿por
los provenientes de la finitud y caducidad de qué precisamente a mí este o aquél sufrimien-
nuestro cuerpo. Las enfermedades, antiguas y to? La respuesta normalmente es un profundo
nuevas, hacen descender al hombre a un nivel silencio, en el cual la razón, acostumbrada a un
supremamente bajo de su ser. La pérdida de ca- conocimiento objetivo del mundo, falla en sus enero - junio / 14

pacidad física, en un principio, se percibe úni- procedimientos habituales de solución de los


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camente como un obstáculo para el constante problemas. El resultado es una abismal soledad 39
ajetreo de la vida: desplazamientos cotidianos, y una sensación de desamparo total (Jolivet,
estudio, trabajo, relaciones sentimentales, etc., 1950). Este sentimiento se exacerba, por ejem-
pero con el tiempo su agudización se convier- plo, en la forma de morir que se ha vuelto fre-
te no solo en una dificultad orgánica sino en cuente en nuestras metrópolis del siglo XXI: en
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un problema realmente existencial. Ya no es la cama del hospital, conectado a aparatos, bajo


una mera incomodidad física, sino una condi- la vigilancia de personal de ciencias de la salud
ción que afecta el sentido de todo lo que hace- acostumbrados a estos desenlaces finales y sin
mos. Las ilusiones más profundas se empiezan la posibilidad de estar rodeados de los amigos y
a ver truncadas y las metas trazadas parecen familiares que tanto se quieren.
El problema del sufrimiento no puede tener sufrimos, pero el sufrimiento no es más que
una respuesta plenamente satisfactoria dada su una estación, un tránsito, un anticipo de nuestra
condición última de misterio insondable en el muerte. La muerte es pues la toma de conciencia
cual se constata un abismo entre aquello que completa de los límites de lo humano.
debiera ser y lo que en realidad está siendo.
Incluso las aspiraciones más ambiciosas de la Mueren no solo los seres orgánicos, sino tam-
humanidad por comprenderlo o controlarlo bién de alguna manera las tendencias, las cultu-
terminan siempre en una antinomia que causa ras, los objetos, en fin, todo tipo de realidades
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desasosiego o confusión. El sufrimiento de los en tanto que dejan ser lo que eran y pasan a ser
inocentes, particularmente los niños, por ejem- otra cosa. No obstante, para los seres humanos
plo, despierta rebelión y amargas sospechas de la pregunta última no es por el devenir en sí
que el mundo no tiene sentido y que por tanto mismo, sino por el final que para cada indivi-
Dios podría no existir (Giménez , 2011). duo representa ese agotamiento inevitable de la
corporalidad:
Así las cosas, el sufrimiento es visto en la filo-
sofía de Jaspers y Frankl como una antinomia Esta cuestión de la vida y la muerte o del ser y la nada
y como una cifra, misteriosa y oscura, de algo es uno de los problemas filosóficos más antiguos. Y
más. Las situaciones históricas de sufrimiento es también uno de los más serios porque al discutirlo,
Pp. 36 - 49 deben ser leídas desde una hermenéutica parti- lo que está en juego no es tan solo la refutación de
cular que no acude a conceptos o abstracciones algún sistema filosófico o de alguna idea más o menos
para esclarecer los fenómenos que esta realidad convincente; al hablar de la vida y la muerte lo que
empírica nos depara. La idea no es desarrollar está en juego es la propia existencia de los hombres
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una teoría acerca del cosmos, el conocimiento (López, 1998, p. 77).


o la verdad, que son asuntos típicos de la his-
toria de la filosofía, sino una interpretación que La filosofía de Jaspers se centra precisamente
exprese el sentido profundo de la existencia, en esa pregunta de fondo por el sentido de la
partiendo de los acontecimientos individuales muerte en tanto situación límite particular que
que aquejan a miles de hombres y mujeres anó- supera las especulaciones generales acerca del
nimos, hasta lograr insertar estas experiencias cosmos, el fluir de la vida y la permanencia en el
subjetivas en una comprensión más amplia y tiempo de todo lo que existe. Es, por tanto, un
global de la historia: la historia de una humani- problema que afecta el núcleo de la subjetividad
dad angustiada que busca un sentido para vivir humana en cuanto que nadie puede experimen-
enero - junio / 14 en medio de la condición existencial de estar a tar ni afrontar por otro la muerte:
la deriva en este mundo (Remolina, 1972).
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40 La muerte es algo irrepresentable, algo propiamen-


La muerte: el miedo existencial te impensable. Lo que nosotros nos representamos
ante el no ser y pensamos de ella son solamente negaciones y son
solamente fenómenos accidentales, nunca son positi-
Los sufrimientos de esta vida y las luchas coti- vidades. Así, tampoco experimentamos la muerte del
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dianas terminan con la muerte. Desde tiempos prójimo en el sentido propiamente dicho. Nos aban-
inmemoriales los hombres hemos deseado la in- dona y sigue siendo él mismo para nosotros; es y no
mortalidad, pero la realidad inmodificable hasta es. Nuestro saber general de la muerte y nuestra rela-
ahora es que irremediablemente vamos a morir. ción vivida para con la muerte son cosas totalmente
Mientras caminamos hacia este destino finito heterogéneas; podemos saber acerca de la muerte en
general y, sin embargo, existe algo en nosotros que interior incómodo, como si estuviéramos ante
por instinto no la considera ni necesaria, ni posible. una maravilla desconcertante.
Lo que psicológicamente nos interesa, es el compor-
tamiento totalmente personal frente a la muerte, la La no existencia del otro afecta directamente
reacción individualmente vivida a la situación límite nuestra percepción del mundo. Con la muer-
de la muerte (Jaspers, 1958, p. 342). te ajena sentimos tristeza, desamparo, a veces
injusticia y, la mayoría de las veces una cierta
Solo los seres humanos somos conscientes de sensación de perplejidad y ausencia de sentido

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la muerte: sabemos que inevitablemente vamos de la vida. Pero, en sentido estricto, estos sen-
a morir, y esta característica tan propia hace de timientos no son propiamente una experien-
este acontecimiento un elemento fundamental cia de la propia muerte, sino los efectos que la
de la vida. Quizá, si no supiéramos que vamos muerte produce en quien la observa. Lo impor-
a morir, nada nos afectaría del modo como tante en todo caso es saber que esta vivencia
en realidad sucede. A lo mejor no valoraría- de contemplar la muerte de otra persona, con
mos nada y tampoco sentiríamos la necesidad mayor razón si es un ser amado o cercano a
de darle un sentido específico a nuestra vida nuestra historia, se convierte inmediatamente
porque cualquier instante sería propicio para en una fuente de preguntas últimas sobre el
empezar de nuevo (Abbagnano, 1987). Pero el sentido de la vida: ¿Cuándo y cómo me tocará a
pensamiento acerca del no ser definitivo siem- mí? ¿Moriré sin realizar todas mis aspiraciones? Pp. 36 - 49

pre está allí rondándonos con su cúmulo de ¿En los diez, quince, veinte o más años que aún
perplejidades: me quedan antes de ese desenlace final, cómo
quiero vivir? ¿Habrá otra oportunidad después

Iván Alfonso Pinedo Cantillo


La muerte, mientras vivimos, es siempre futuro, es de la muerte? (Ojeda, 2000).
siempre después; pero al darse la muerte en el tiempo,
no es solo futuro sino también presente, es el mismo En medio de esta situación la amenaza del no
tiempo el que nos va matando y solo al morir dejamos ser definitivo se convierte en una fuente de an-
de estar en el tiempo. Esto es lo que llevó a Heidegger gustia en el mejor sentido heideggeriano. En
a pensar que el hombre es un ser en el tiempo y un ser la existencia empírica nos situamos en el mo-
para la muerte (López, 1998, p. 76). mento menos previsto frente a la nada y des-
cubrimos nuestra radical contingencia: nuestra
Según Jaspers, de manera semejante al sufri- existencia no constituye algo necesario, algo
miento, la muerte tiene un carácter de misterio, que inevitablemente deba darse. Solo somos un
aunque mucho más radical. Nadie ha vuelto de momento fugaz dentro del imparable devenir enero - junio / 14

la muerte para contarnos su experiencia. El que del cosmos (Jaspers, 1961).


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muere, muere solo y se lleva consigo sus ilusio- 41


nes, convicciones y esperanzas más profundas: Quizá desde una perspectiva materialista esta
“el que muere no se deja ya interrogar; la sole- condición resulte algo absolutamente lógi-
dad ante la muerte parece absoluta, para el que co para la conciencia en sí: morir es destruir
muere como para el que queda” (Jaspers, 1958, nuestro cuerpo físico. Pero aun así, las explica-
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p. 92). Siendo esto así, nuestra propia muerte, ciones científicas no logran sustraernos al sen-
mientras llega, solo es posible anticiparla de al- timiento trágico que punza la conciencia con
guna manera a través de la muerte de los otros: sus desestabilizadoras preguntas: ¿por qué esta
el silencio que rodea al que muere genera pre- vida es caduca? ¿Por qué en el momento menos
guntas de fondo en el que vive, es un diálogo pensado se van nuestros seres queridos? ¿Qué
significa esa condición de venir de la nada y vol- brote de nihilismo parece asomarse entonces
ver a la nada? Y, finalmente, ¿para qué edificar por todos lados mostrándonos lo irracional de
algo que irremediablemente se destruirá? La nuestros esfuerzos frente a un destino y una na-
angustia ante la muerte revela, entonces, la si- turaleza sencillamente aplastantes. Sería mejor
tuación radical de incertidumbre, de inestabili- resignarnos asumiendo la vieja posición de ata-
dad y de duda en la que el hombre se encuentra raxia proclamada por los estoicos. Pero Jaspers
constitucionalmente por el modo de ser que le invita a pensar en un mundo de realidades que
es propio. Prini (1992) condensa muy bien esta están más allá de esta tensión dramática. Al
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realidad diciéndonos: contrario, las situaciones límites son precisa-


mente el dispositivo que dispara la verdadera
La angustia que se experimenta ante la desaparición conciencia sobre la existencia posible que hay
de nuestro ser en el mundo no se puede eliminar con en nosotros. Es conveniente situarnos en esos
la simple voluntad de ser-ahí, como realidad fenomé- límites que separan las cumbres de los preci-
nica determinada, como vida en el mundo acompaña- picios para alcanzar una visión más completa
da de conciencia y memoria. Todo lo que sucede en de la naturaleza humana: allá, en las alturas, po-
este mundo en el que nos ha tocado vivir, todo lo que dremos dirigir una mirada privilegiada sobre la
ocurre bajo la forma de la objetividad y la duración: propia existencia y sobre el ser que tras ésta se
proyectos y recuerdos, empresas y obras, individuos y oculta (Jaspers, 1961).
Pp. 36 - 49 colectividades, todo está destinado a desaparecer to-
talmente (pp. 120-121). Las situaciones límites son, por consiguiente,
experiencias concretas que nos lanzan al escep-
Ahora bien, ciertamente en la historia de la hu- ticismo frente a las posibilidades de realización
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manidad encontramos que todas las grandes humana. En los límites experimentamos la du-
religiones han querido dar una explicación o reza de la existencia empírica y la contundencia
una salida positiva al problema de la muerte. del dolor. A medida que vamos avanzando en
Las ideas de un paraíso, el cielo, estados de paz los senderos de la vida nos hacemos conscien-
absoluta, reencarnaciones, etc., son, desde la fe tes de nuestra radical finitud y de nuestra per-
religiosa, diversas interpretaciones esperanza- manente condición de estar siempre de camino,
doras frente a la situación límite de la muerte, nunca completos y claros sobre para qué vivi-
de tal manera que ésta se percibe no como una mos, cuál es la meta de nuestra vida individual
destrucción definitiva, sino como el tránsito de y cuál es el destino de la humanidad en general.
nuestra alma hacia una vida distinta y, para la Las situaciones límites son el espejo en donde
enero - junio / 14 mayoría de creyentes, feliz, mejor y eterna. nos vemos tal como somos: hombres y mujeres
que oscilamos entre el sinsentido y las posibili-
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42 No obstante, en la filosofía de Jaspers estas dades de realización. La antinomia existencial


creencias y anhelos no son más que distracto- permanece: el camino del hombre conduce tan-
res que encubren el verdadero problema de la to a la salvación como a la ruina.
muerte: “la valentía en presencia de la muerte
como final de todo lo que para mí es visible y El hombre doliente y la
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recordable, queda reducida a un mínimo cuan- posibilidad de plenitud


do la muerte como límite es suprimida por la
idea de una “ultravida” sensible y convertida Llegados a este punto conviene revisar la
en un simple tránsito entre las formas de la otra cara del análisis existencial de Jaspers y
existencia empírica” (Jaspers, 1958, p. 97). Un Frankl. Nos ubicamos ahora en el mundo de
las posibilidades de realización humana no obs- de perversión, que termina finalmente en una
tante estar sumergidos en la experiencia de las mayor sensación de fracaso, pues la realidad no
situaciones límite: cambia, solo se prolonga en el tiempo la toma
de conciencia de tal situación. En definitiva,
Sufrir significa obrar y significa crecer. Pero significa son subterfugios para maquillar la realidad úl-
también madurar. En efecto, el ser humano que se tima del dolor en nuestra vida.
supera, madura hacia su mismidad. Las situaciones
extremas, por tanto, además de hacer que el hombre Jaspers y Frankl evidentemente no quieren ha-

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alcance la libertad interior, le ayudan a conseguir la cer una apología del sufrimiento, ni pretenden
madurez plena (Frankl, 1984, p. 123). desconocer la racionalidad que hay en la imple-
mentación de ciertos procedimientos humanos
El crecimiento humano, por tanto, puede ser para aliviar los dolores del cuerpo y el alma. Los
una posible respuesta frente a unas condiciones autores no se refieren al sufrimiento innecesa-
de vida que a lo mejor nunca pretendimos pero rio o evitable, ya sea de naturaleza psicológica,
que inevitablemente debemos afrontar. Así, biológica o social, lo cual sería masoquismo,
frente a la situación límite del dolor, nos dice sino que dirigen su reflexión a aquel sufrimien-
Jaspers, el hombre puede asumir equívocamen- to inevitable, que no se escoge sino que llega en
te diversas posturas existenciales. Una de ellas cualquier momento por el inexorable destino.
es la evasión del sufrimiento: “yo limito instin- Pp. 36 - 49

tivamente mi campo de visión, por ejemplo, no La tesis central que defiende Jaspers es que,
quiero saber del médico la verdad, no quiero frente a lo inevitable del sufrimiento, hay que
reconocer mi enfermedad ni ver mi deficiencia realizar un acto de apropiación y búsqueda de

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física y espiritual, ni claramente cuál es mi si- sentido, no de negación o evasión. Se trata de
tuación social en la realidad” (Jaspers, 1958, p. metamorfosear el sufrimiento orientándolo ha-
103). Entonces trato infructuosamente de pen- cia una dimensión de plenitud. En este sentido
sar que todo está normal, que no sucede nada el problema no consiste en preguntarnos por
grave y que todo acontece dentro de unos mar- qué sufrimos, lo cual, como ya se ha analizado,
cos previsibles. Esquivo así, por todos lados y no tiene ninguna solución lógica, sino en plan-
con diferentes justificaciones, la confrontación tearnos qué voy a hacer con éste sufrimiento.
con el sufrimiento. Lo que cuenta es pues la actitud que libremente
elegimos para afrontar el dolor.
Más grave aún resulta la posición de rechazo
sistemático o de pasividad que podemos tomar Viktor Frankl en este punto resulta muy apro- enero - junio / 14

frente al que sufre: “se hace uno indiferente y piado teniendo en cuenta su condición de tes-
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desconsiderado, al cabo incluso se llega a me- tigo presencial del hombre en situación límite. 43
nospreciar y odiar al que sufre, lo mismo que Nos dice el fundador de la Logoterapia que en
muchos animales atormentan hasta la muerte al los campos de concentración de Auschwitz y
compañero enfermo” (Jaspers, 1958, p. 103). O Dachau los sufrimientos físicos y psicológicos
la postura del “esteta” que como ha entendido eran la experiencia habitual. En cualquier mo-
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lo inevitable del sufrimiento prefiere gozar al mento era fácil enfermar por las precarias con-
máximo de los placeres de este mundo antes de diciones de vida y por los continuos maltratos a
que le corresponda atravesar por el oscuro tran- los que eran sometidos los reclusos. En medio
ce de la aflicción. En ambas posturas subsiste de tales tribulaciones muchos perdieron la es-
una especie de autoengaño, y hasta cierto punto peranza y el ansia de vivir. Es más, para algunos
la posibilidad de la muerte se convirtió en un como ha de asumirlos. Le incumbe a él decidir
pensamiento liberador frente a sus indescripti- si se deja vencer, si se somete a los condiciona-
bles dolores. Pero otros, los que encontraron mientos o no” (1994, p. 150).
un sentido en medio del sufrimiento, tuvieron
la fortaleza necesaria para sobrevivir. Basado en Lo anterior supone igualmente una modifica-
estas experiencias el mismo Frankl nos dice a ción en nuestra manera habitual de comprender
modo de legado: la felicidad. Si pensamos de manera hedonista
la vida feliz como placer y ausencia de dolor,
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No debemos olvidar jamás que podemos encontrar entonces nos ubicamos en una lógica existen-
también sentido en la vida incluso cuando nos en- cial distinta a la planteada por Jaspers y Frankl.
frentamos, como víctima impotente, con una situa- No tendríamos un punto de conciliación, pues
ción desesperada, con un destino que no puede ser como se ha afirmado el dolor es inherente al ser
cambiado. Lo que importa entonces es dar testimonio humano, no hay manera de evitar en la existen-
de la mejor y exclusiva potencialidad humana: la de cia empírica esta situación límite: cada cual tie-
transformar una tragedia en un triunfo personal, la ne que soportar y cumplir el dolor que le toca.
propia desgracia en un logro humano. Cuando no so- Jaspers apela entonces a una idea de felicidad
mos ya capaces de cambiar una situación, pensemos, entendida como plenitud del ser que particular-
por ejemplo, en una enfermedad como pueda ser un mente se alcanza después de haberse levantado
Pp. 36 - 49 cáncer incurable, se nos plantea el reto de cambiarnos del fracaso. La misma idea reaparece continua-
a nosotros mismos (1982, p. 41). mente en Frankl cuando propone la logoterapia
como búsqueda de sentido para el hombre:
El sentido del sufrimiento no está, pues, en una
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modificación de las circunstancias externas ni La capacidad humana de la autotrascendencia signifi-


tampoco en una falsa esperanza de elimina- ca que de hecho el ser humano apunta y está dirigido
ción voluntaria del mismo. El sufrimiento tiene siempre a algo distinto de uno mismo, concretamente
sentido cuando yo soy capaz de transformar- a valores que hay que realizar o a otros seres a los que
me a mí mismo en medio de situaciones ad- hay que salir al encuentro amorosamente. Y solo en la
versas que por propia iniciativa nunca busqué: medida en que un ser humano vive hasta el fin su tras-
“la conducta del hombre no es dictada por las cendencia se hace realmente humano y se autorrealiza
condiciones que él encuentra sino por las de- de verdad (1994, p. 242).
cisiones que toma” (Frankl, 1994, p. 151). Ese
cambio en uno mismo es lo que Jaspers llama Este esclarecimiento de la existencia modifica
enero - junio / 14 ganar la existencia o también “llegar a ser sí cierto concepto de felicidad que hoy en día se
mismo”. De nadie más que de mí depende ese halla muy diseminado por el mundo: la positivi-
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44 cambio de actitud frente a la situación límite, de dad de la existencia se ve reflejada en el éxito y


tal manera que al no dejarme dominar por esas reconocimiento obtenidos, en los placeres mate-
circunstancias desfavorables me elevo por enci- riales experimentados y en las ganancias econó-
ma de mí mismo, es decir, doy un paso adelante micas aseguradas. En contraste, Jaspers y Frankl
con respecto a lo que hasta el momento había conciben la felicidad como plenitud alcanzada
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construido en mi cotidiano existir. Las ideas de cuando se transforma un sufrimiento en un lo-


Frankl corroboran exactamente esta intuición gro humano en virtud de un acto personal de
de Jaspers: “la libertad humana es libertad fini- elección. Se trata en últimas de un original para-
ta: el hombre no es libre de condicionamientos, digma antropológico que coloca la autoconcien-
sino que es libre solamente respecto a la actitud cia y la libertad como pilares fundamentales que
permiten comprender la esencia y posibilidades Es un texto para meditar en forma personal.
de lo humano hasta el último momento, hasta el Su razón de ser en este trabajo queda justifi-
último aliento (Frank, 1999). cada como testimonio de lucha en medio de
los límites histórico-fácticos que caracterizan la
Hay un texto de Viktor Frankl que resulta su- condición humana.
premamente elocuente frente a lo que se ha
dicho. Se trata de una de las numerosas car- Conclusiones: apropiación
tas que recibió de amigos, colegas, pacientes y del sufrimiento y búsqueda de

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conocidos en las que lo alientan en su trabajo sentido
profesional en torno a su interesante propuesta
existencial de dotar de sentido a la humanidad. Si algo tememos los hombres de esta época es
Es una hermosa constatación de que sí es po- la posibilidad del fracaso y el sufrimiento. Los
sible encontrar una autorrealización humana a paradigmas culturales contemporáneos son una
partir del sufrimiento tal como lo experimentó reivindicación del hombre y la mujer de éxito en
el autor en su época de cautiverio y tal como lo todos los campos de la vida: en el ejercicio de las
vivió el mismo Jaspers en sus días de persecu- profesiones, en las relaciones interpersonales, en
ción, silenciamiento y amenaza de muerte. El la salud, en los negocios, en la conquista de po-
documento aparece comentado por Frankl en siciones privilegiadas, etc. Nuestro mundo rinde
su libro Psicoterapia y humanismo: culto al placer y al triunfo de diferentes maneras, Pp. 36 - 49

fundamentado en la más amplia gama de justi-


Querido Dr. Frankl: ficaciones teóricas y prácticas. Por el contrario
se odia el fracaso, se teme al dolor y se huye por

Iván Alfonso Pinedo Cantillo


Durante estos meses, un grupo de reclusos hemos todos lados de su posibilidad. Fracasar es signo
estado compartiendo sus libros y casetes. Sí, uno de de desprestigio, de bajeza, de cierta disminución
los mayores sentidos que tenemos el privilegio de ex- de lo humano que es mejor no asimilar. El resul-
perimentar es el del sufrimiento. Acabo de empezar tado es una humanidad que se resiste a reflexio-
a vivir y ¡qué glorioso sentimiento supone! Me en- nar sobre la negatividad del sufrimiento como
cuentro constantemente conmovido por las lágrimas elemento constitutivo de la existencia.
de mis hermanos en nuestro grupo, cuando se dan
cuenta de que están hallando ahora un sentido a sus Es casi una reacción natural hoy en día no pen-
vidas que jamás pensaron era posible encontrar. Los sar en el dolor. Sin embargo, hay autores ho-
cambios son auténticamente milagrosos. Vidas que nestos como Jaspers y Frankl que no le dan la
antes carecían de esperanzas, sumidas en el desam- espalda al tratamiento riguroso de esta proble- enero - junio / 14

paro, poseen ahora un sentido. Aquí, en el presidio mática humana. Y lo hacen movidos no por las
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de máxima seguridad de Florida, a unas 500 yardas de intenciones oscuras de un sadismo aberrante 45
la silla eléctrica, estamos realizando nuestros sueños. que quiere perturbar la conciencia, sino por un
Nos hallamos próximos a la Navidad, pero la logote- deseo sincero de poner en consideración una
rapia ha sido mi mañana de Pascua. Del calvario de realidad humana que, tomada en serio, puede
Auschwitz ha surgido nuestra aurora de Pascua. De redefinir en muchos aspectos los grandes valo-
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las alambradas de espino y la chimenea de Auschwitz res que deben orientar el presente y futuro de la
sale el sol...¡Dios mío, qué nuevo día nos debe estar humanidad. La negatividad del dolor contiene
aguardando! entonces el germen de una original manera de
concebir al hombre, al mundo y a Dios. Una
Suyo afmo., Greg. B. (Frankl, 1982, p. 45). manera quizá un tanto ajena para el ciudadano
común de nuestra época, pero, por lo mismo, idea central que de esta positividad de la nega-
valiosa y digna de ser recuperada. Estamos pues tividad se desprende es que, naufragando como
ante una nueva “coyuntura espiritual” amena- existencia, el hombre encuentra su auténtico
zadora de lo humano que como en la época de sentido en el mundo: “experimentar las situa-
Jaspers y Frankl nos lleva a exclamar: “Ante el ciones límites y existir son una misma cosa”.
hombre se plantea la cuestión de si ha de some-
terse con fatalismo a lo prepotente conocido Evidentemente aquí no se afirma que el hom-
que parece determinarlo todo, o si ve caminos bre debe buscar el fracaso y el sufrimiento
Apropiación del sufrimiento y búsqueda de sentido

que puede seguir porque a ellos no alcanzan como forma de vida, sino que afrontando estos
este poder” (Jaspers, 1955, p. 32). límites toma conciencia de su existencia y pue-
de conducir el destino personal en la dirección
La negatividad del sufrimiento fue un tema que desea. Esto se entiende porque hay algo
ampliamente tratado por Jaspers y Frankl en además del medio ambiente y de la herencia
diversos momentos de su extensa producción que constituye al hombre: lo que el hombre
filosófica y sicológica. En lo que aquí se ha re- hace de sí mismo, es decir, la existencia enten-
flexionado llegamos al fracaso a través de las dida como la vida construida con pleno senti-
situaciones límite que son expresiones concre- do. Toda decisión es autodecisión, y la decisión
tas de esta gran antinomia fundamental sobre es autoconfiguración. El análisis existencial de
Pp. 36 - 49 la cual descansa nuestra vida. La existencia Frankl, fundamento de la logoterapia, precisa-
empírica muestra que en este mundo no hay mente defiende estas ideas: “cuando asumo el
nada bueno sin malo posible y real, todo es sufrimiento, cuando lo hago mío, crezco, siento
perecedero y llega tarde o temprano a su tér- un incremento de fuerza. El doliente ya no pue-
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mino; la contradicción del fracaso persiste en de configurar el destino externamente, pero el


toda situación, en toda creación del espíritu y sufrimiento le capacita para dominar el destino
en todo proyecto individual. Todavía más, en la desde dentro, transportándolo del plano de lo
conquista del ser-sí-mismo llegamos a la máxi- fáctico al plano existencial” (1984, p. 123).
ma expresión del fracaso que supera todos los
indicios de negatividad presentes en la existen- Siendo esto así, las situaciones límites como ci-
cia empírica. El auténtico ser-sí-mismo “no se fras del fracaso existencial que constitutivamente
puede sostener solo por sí-mismo”, cuanto más atraviesa toda nuestra vida, no deben ser vistas
decisivamente se alcanza tanto más claro se bajo la perspectiva de una ruina universal indi-
hace su límite, entonces fracasa no solamente ferente que inevitablemente nos arroja hacia la
enero - junio / 14 como realidad empírica sino, sobre todo, como nada. Por el contrario, probar la aspereza de lo
existencia (Jaspers, 1968). real es el único camino para volver a sí. Cuando
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46 entramos sin reserva en esas opacas fronteras de


No obstante, en medio de esta negatividad sur- la vida y experimentamos el sufrimiento como
ge la pregunta fundamental de si el sufrimiento límite de todos los límites nos preparamos in-
empírico y existencial significa la aniquilación teriormente para la más importante y riesgosa
absoluta de todo lo real o si, por el contrario, a decisión que un individuo puede tomar en este
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través de él se patentiza algo más. La respuesta mundo: confiar absolutamente en el único y ver-
que Jaspers y Frankl dan a este problema es po- dadero ser de la Trascendencia; lo que Jaspers de-
sitiva. El sufrimiento de la existencia empírica nomina desde una perspectiva metafísica “el en-
y el fracaso de la existencia como libertad son volvente (Umgreifende) origen y fin de todo cuanto
el movimiento necesario hacia la eternidad. La existe en el tiempo y en el espacio” (1957, p. 32).
Esta positividad del sufrimiento debe tener por este mundo, quiere permanecer como escrito
tanto unas consecuencias prácticas en nuestra cifrado del verdadero Ser. En este sentido, un
vida cotidiana, es lo que en el transcurso de esta hombre que lucha por ser sí- mismo en las si-
reflexión se ha denominado las posibilidades tuaciones límites es el mayor testimonio de que
de autorrealización humana en medio de las la vida humana tiene sentido y que vale la pena
situaciones límite. Karl Jaspers es defensor de haber recibido este don inefable de lo que sería
un humanismo que invita a la lucha y no a la el único y lejano Dios verdadero:
pasividad mientras atravesamos por las contra-

Apropiación del sufrimiento y búsqueda de sentido


dicciones más radicales de la vida. La indiferen- ¿Qué es, pues, el hombre? Es un ser que siempre de-
cia paralizante en las situaciones límite sería la cide lo que es. El hombre es ese ser que ha inventado
manifestación sensible de un nihilismo absurdo las cámaras de gas; pero es también el ser que caminó
que se ha apoderado de nuestra conciencia: un en dirección a esas cámaras de gas en actitud erguida,
fracaso total y sin sentido, lo que Jaspers de- rezando el Padre nuestro o la oración judía de los ago-
nomina pérdida de la existencia. En contraste, nizantes (Frankl, 1984, p. 273).
los límites son detonantes de procesos inéditos
de rebelión y de lucha por nosotros mismos y Todo lo que se ha expuesto constata el valor de
por los demás; son si se quiere los vehículos de esta filosofía para nuestra época. En un mundo
afirmación de la vida frente a una masa humana que cada vez más pierde el sentido de lo huma-
que por diversas razones y bajo patéticas justi- no, hay una palabra que viene de una época de Pp. 36 - 49

ficaciones se ha sumergido en una subjetividad guerras y catástrofes, una palabra que es pro-
caótica y vacía. nóstico incitante, solo perceptible para el que se
detiene a escuchar, que nos dice: siempre es po-

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Viktor Frankl, quien mantuvo vínculos muy sible levantarnos y luchar por el sentido de una
cercanos con la filosofía de Jaspers, retoma auténtica vida humana. Esta original intuición
esta visión de la existencia en su texto “La es la que nos permite establecer la orientación
voluntad de sentido” recordándonos lo decisivo pedagógica de una filosofía de la existencia: se
que es sobreponerse a la adversidad y al des- trata de una educación liberadora que sensibi-
tino para lograr constituirnos auténticamente liza para la aparición del verdadero hombre, es
como personas: decir un ser libre y responsable que se decide a
sí mismo y al autodecidirse configura su desti-
Por cuanto ser hombre significa ser en el mundo, el no, el carácter y la personalidad a la manera de
mundo incluye un mundo de sentidos y valores. Senti- un complejo rompecabezas que día a día se va
dos y valores son razones que mueven a los hombres armando (Frankl, 1984). enero - junio / 14

a actuar de un modo u otro. Este es el momento de


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la libertad: yo puedo responder a las exigencias de un Los espectadores indiferentes aquí no tienen mu- 47
valor con un sí o con un no, me puedo decidir de un cho que aportar: viven tan contentos en la mera
modo u otro (1994, p. 156). existencia empírica que no tienen fuerza interior
para el impulso renovador. De aquí se conclu-
Así, la apropiación del sufrimiento incompren- ye que ésta no es una filosofía para evasivos que
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sible, la lucha franca por la existencia y la in- no quieren responder y para hedonistas amantes
terpretación de la vida por la muerte, lejos de del placer. La esencia de la libertad es la lucha, y
ser actitudes evasivas frente al fracaso, se cons- cuando nos entendemos con el otro en la lucha
tituyen en la afirmación de una voluntad de franca por la existencia llegamos a ser no solo
eternización que, aun sabiendo la caducidad de verdaderos hombres, sino leales compañeros.
Por eso quizá es una reflexión dirigida a la comu- En este sentido el análisis existencial nos en-
nidad minoritaria de los que en este mundo se seña que el éxito solo será éxito verdadero si
esfuerzan por ser-sí-mismos (Existenz). Estos, en en el devenir de sí mismo quien así procede
su invisible solidaridad de lo esencial, compren- procura la construcción de una vida digna
den el sentido de fidelidad y cooperación que por las condiciones existenciales aumentadas
subyace en todo lo humano porque están abier- para todos. Son pues individuos que aspiran
tos a la comunicación de existencia a existencia. a crear humanidad no importa que la época
Su nobleza radica en que viven preocupados no cargue contra ellos con toda la fuerza de los
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solo por el día a día de su vida, sino por lo que poderes dominantes. En su fe, que es filosó-
de cara al futuro podemos ser tanto individual fica, leen en cada episodio de sufrimiento la
como colectivamente. Al fin y al cabo compar- cifra del ser y responden a la adversidad con
timos un mismo destino humano: trascender las un sí heroico que es, en medio de los límites,
fronteras de lo finito (Jaspers, 1968). afirmación de la vida.

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